Lectura del santo evangelio
según san Mateo 2, 1-12
Habiendo
nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de
Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
-
«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su
estrella y, venimos a adorarlo.»
Al
enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los
sumos sacerdotes y a los escribas del
país, y les preguntó dónde tenia que nacer el Mesías.
Ellos le
contestaron:
- «En Belén de Judea, porque
así lo ha escrito el profeta:
“Y tú,
Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de
Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel.”» Entonces
Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que
había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
- «ld y
averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme,
para ir yo también a adorarlo.»
Ellos,
después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto, la estrella que
habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde
estaba el niño.
Al ver
la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al
niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo
sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido
en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra
por otro camino.
Lectura
del Santo Evangelio según san Lucas (2, 22-40):
Cuando
llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús
lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor. (De acuerdo con lo escrito
en la ley del Señor: "Todo primogénito varón será consagrado al
Señor"), y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: "un
par de tórtolas o dos pichones". Vivía entonces en Jerusalén un hombre
llamado Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el Consuelo de Israel;
y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo:
que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el
Espíritu, fue al templo.
Cuando
entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la
ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según
tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a
tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a
las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su
padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón
los bendijo, diciendo a María, su madre: «Mira, éste está puesto para que
muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así
quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el
alma.»
Había
también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era una mujer
muy anciana; de jovencita había vivido siete años casada, y luego viuda hasta
los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo día y noche, sirviendo a Dios
con ayunos y oraciones. Acercándose en aquel momento, daba gracias a Dios y
hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y
cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y robusteciéndose, y se
llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba.
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron
corriendo hacía Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el
pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo
que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas
cosas, meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y
alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto; conforme a lo que se les
había dicho.
Cuando
se cumplieron los
ocho días para
circuncidar al niño,
le pusieron por
nombre Jesús, como
lo había llamado el ángel antes
de su concepción.
Para la Semana
Martes
2
San
Basilio y san Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Memoria.
1Jn 2,22-28. Lo que
habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Sal 97. Los confines de la
tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 1,19-28. En
medio de vosotros hay uno que no conocéis.
Miércoles
3
1Jn 2,29-3,6. Todo
el que permanece en Dios, no peca.
Sal 97. Los confines de la
tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 1,29-34. Este
es el Cordero de Dios.
Jueves
4
1 Jn 3, 7-10. No
puede pecar, porque ha nacido de Dios No puede pecar, porque ha nacido de Dios.
Sal 97. Los confines de la tierra
han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Jn 1, 35-42. Hemos
encontrado al Mesías
Viernes
5
1Jn 3,11-21. Hemos
pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos.
Sal 99. Aclama al Señor, tierra
entera.
Jn 1,43-51. Tú
eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel
Sábado
6:
Epifanía
del Señor. Solemnidad.
Is 60,1-6. La
gloria del Señor amanece sobre ti.
Sal 71. Se postrarán ante ti,
Señor, todos los pueblos de la tierra.
Ef 3,2-3a.5-6. Ahora
ha sido revelado que también los gentiles son coherederos de la promesa.
Mt 2,1-12.
Venimos de Oriente a adorar al Rey.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue
enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada
con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era
María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el señor está
contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas
palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado
gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás
por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le
dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre,
y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel:
«¿ Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contesto:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la
fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer
será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en
su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios
nada hay imposible». María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí
según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Por aquellos días, se
promulgó un edicto de César Augusto, que ordenaba un censo de todo el imperio.
Este primer censo se hizo cuando Cirino era gobernador de Siria. Todos iban a
empadronarse, cada uno en su propia ciudad; así es que también José,
perteneciente a la casa y familia de David, se dirigió desde la ciudad de
Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, para empadronarse,
juntamente con María, su esposa, que estaba encinta.
Mientras estaban ahí, le
llegó a María el tiempo de dar a luz y tuvo a su hijo primogénito; lo envolvió
en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la
posada.
En aquella región había
unos pastores que pasaban la noche en el campo, vigilando por turno sus
rebaños. Un ángel del Señor se les apareció y la gloria de Dios los envolvió
con su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No teman. Les traigo una
buena noticia, que causará gran alegría a todo el pueblo: hoy les ha nacido, en
la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Esto les servirá
de señal: encontrarán al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre”.
De pronto se le unió al
ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: “¡Gloria
a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad!”
Lectura del santo Evangelio según san Juan
1. 1-18
En el principio ya existía
el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el verbo era Dios. Él estaba en el
principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo
todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y
la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la
tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado
por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de
la luz, para que todos creyeran por medio de él. No era él la luz, sino el que
daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz
verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. El mundo estaba; el
mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los
suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la
recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Éstos
no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que
han nacido de Dios.
Y el verbo se hizo carne y
habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito
del
Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y
grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto
delante
de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos
hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto
jamás: Dios Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a
conocer.
Para la Semana
Martes
26
San
Esteban, protomártir. Fiesta.
Hch
6,8-10; 7,54-60. Veo el cielo abierto.
Sal 30. A tus
manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Mt
10,17-22. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de
vuestro Padre.
Miércoles
27
San Juan,
apóstol y evangelista. Fiesta
1Jn
1,5-2,2. Os anunciamos lo que hemos visto y oído.
Sal 96.
Alegraos, justos, con el Señor.
Jn
20,1a.2-8. El otro discípulo corría más que Pedro y llegó
primero al sepulcro.
Jueves
28
Los
santos inocentes, mártires. Fiesta.
1Jn
1,5-2,2. La Sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal
123.
Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
Mt
2,13-18. Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.
Viernes
28
1 Jn
2,3-11. Quien ama a su hermano permanece en la luz.
Sal 95.
Alégrese el cielo, goce la tierra.
Lc
2,22-35. Luz para alumbrar a las naciones.
Sábado
29
1Jn
2,12-17. El que hace la voluntad de Dios permanece siempre.
Sal 95.
Alégrese el cielo, goce la tierra.
Lc
2,36-40. Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación
de Jerusalén.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
1, 6-8. 19-28
Surgió un hombre enviado
por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de
la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el
que daba testimonio de la luz.
Y este es el testimonio de
Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran:
«¿Tú quién eres?»
Él confesó y no negó;
confesó:
«Yo no soy el Mesías». Le
preguntaron:
«¿Entonces, qué? ¿Eres tú
Elías?». El dijo:
«No lo soy».
«¿Eres tú el Profeta?».
Respondió: «No».
Y le dijeron:
«¿Quién eres? Para que
podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿Qué dices de ti mismo?»
Él
contestó:
«Yo soy la voz que grita
en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías».
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué
bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?». Juan les
respondió:
«Yo bautizo con agua; en
medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que
no soy digno de desatar la correa de la sandalia».
Esto pasaba en Betania, en
la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Para la Semana
Lunes
18
Nuestra
Señora de la Esperanza
Jeremías
23,5-8. Daré a David un vástago legítimo.
Sal 71. En sus
días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Mateo
1,18-24. Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.
Martes
19
Jue 13,
2-7.24-25a. El ángel anuncia el nacimiento de Sansón.
Sal 70. Que mi
boca esté llena de tu alabanza y cante tu gloria.
Lc
1,5-25. El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.
Miércoles
20
Is
7,10-14. Mirad: la Virgen está encinta.
Sal 23. Va a
entrar el Señor, Él es el Rey de la gloria.
Lc
1,26-38. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Jueves
21
Cant
2,8-14. Llega mi amado, saltando entre los montes.
o bien: Sof
3,14-18a. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti.
Sal 32.
Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
Lc
1,39-45. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Viernes
22
1Sam
1,24-28. Ana da gracias por el nacimiento de Samuel.
Salmo:
1 Sam 2,1-8. Mi corazón se regocija por el Señor, mi
Salvador.
Lc
1,46-56. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
Sábado
23
Mal
3,1-4.23-24. Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue
el día del Señor.
Sal 24.
Levantaos, alzad la cabeza se acerca vuestra liberación.
Lc
1,57-66. El nacimiento de Juan Bautista.
Lectura del santo evangelio según san
Marcos 1, 1-8
Comienza el Evangelio de
Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta
Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una
voz grita en el desierto: ‘Preparad el camino del Señor, allanad sus
senderos.”»
Juan bautizaba en el
desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les
perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus
pecados, y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel
de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de
saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
- «Detrás de mí viene el
que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo
os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».
Para la Semana
Lunes 11
Isaías 35, 1-10. Dios viene en persona y
os salvará.
Salmo 84,
He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará
Lucas 5, 17-26 Hoy
hemos visto maravillas
Martes
12
Isaías 40, 1 -11. Dios
consuela a su pueblo
Sal 95. Aquí está nuestro Dios,
que llega con fuerza
Mateos 18, 12-14. Dios
no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños
Miércoles
13
Isaías 40, 25-11. El
Señor todopoderoso fortalece a quien está cansado
Sal 102. Bendice, alma mía, al Señor.
Mateo 11,28-30. Venid a
mí todos los que estáis cansados
Jueves
14
Isaías 41, 13-20. Yo soy
tu liberador, el Santo de Israel
Salmo 144. El
Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Mateo 11, 11-15. No ha
nacido uno más grande que Juan el Bautista
Viernes
15
Isaías 48, 17-19. Si
hubieras atendido a mis mandatos
Sal 1. El que te sigue, Señor,
tendrá la luz de la vida
Mateos 11, 16-19. No
escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre
Sábado
16
Eclesiástico 48,1-4.9-11. Elías volverá
de nuevo.
Sal 79. Oh Dios, restáuranos, que
brille tu rostro y nos salve.
Mateo 17,
10-13. Elías
ya ha venido y no lo reconocieron.
Lectura del santo evangelio según san
Marcos 13, 33-37:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es
el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a
cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad
entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o
a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga
inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a
todos: ¡Velad!»
Para la Semana
Lunes 4
Isaías 2,1 5. El
Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del reino de Dios.
Sal 121. Vendrán muchos de
oriente y occidente al reino de los cielos
Mateo 8,5 11.
Vendrán muchos de oriente y occidente en el reino de los cielos.
Martes
5
Isaías 11, 1 10. Sobre
él se posará el espíritu del Señor.
Sal 71. Que en sus días
florezca la justicia y la paz abunde eternamente
Lucas 20,21 24.
Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo.
Miércoles
6
Isaías 25,6-10a. El
Señor invita a su festín y enjuga las lágrimas de todos los rostros.
Sal 22. Habitaré en la casa del
Señor por años sin término.
Mateo 15,29-37. Jesús
cura a muchos y multiplica los panes.
Jueves
7
San
Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Isaías 26,1 6. Que
entre un pueblo justo, que observa la lealtad.
Salmo 117. Bendito
el que viene en nombre del Señor.
Mateo 7,21.24 27. El que
cumple la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos.
Viernes
8
Inmaculada
Concepción de la Bienaventurada Virgen María. Solemnidad.
Génesis 3,9-15.20.
Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer.
Sal 97. Cantad al Señor un
cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Efesios 1,3-6.11-12. Nos
eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
Lucas 1,26-38.
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Sábado
9
San
Francisco Javier (1506 1522), jesuita, misionero incansable en la India y el
Japón.
Isaías 30,18 21.23 26. Se
apiadará a la voz de tu gemido.
Sal 146. Dichosos los que
esperan en el Señor.
Mateo 9,35 10,1.6 8. Al ver
a las gentes, se compadecía de ellas.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 31-46
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria
el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su
gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de
otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces
dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos
de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del
mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo
y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le
contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos
con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos
forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o
en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que
cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños conmigo
lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su
izquierda:
“Apartaos de mí, malditos,
id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y
no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no
me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no
me visitasteis. Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos
con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te
asistimos?” Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que
no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo
eterno y los justos a la vida eterna».
Para la Semana
Lunes
27
Daniel
1,1 6.8 20. No se encontró ninguno como Daniel, Ananías,
Misael y Azarías.
Salmo:
Dan 3,52-56. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Lucas
21,1 4. Vio una viuda pobre que echó dos reales.
Martes
28
Daniel
2,31 45. Dios suscitará un reino que nunca será destruido, sino que
acabará con todos los demás reinos.
Salmo:
Dan 3,57-61. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos
Lucas
21,5 11. No quedará piedra sobre piedra.
Miércoles
29
Daniel
5,1 6.13 14.16 17,23 28. Aparecieron unos dedos de mano humana
escribiendo.
Salmo:
Dan 3,62-67. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lucas
21,12 19. Todos os odiarán por causa mía, pero ni un cabello de
vuestra cabeza perecerá.
Jueves
30
San
Andrés, apóstol. Fiesta
Romanos
10, 9-18. La fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a
través de la palabra de Cristo.
Sal 18. A toda
la tierra alcanza su pregón.
Mateo
4,18-22. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Viernes
1
Daniel
7,2 14. Vi venir en les nubes del ciclo como un hijo de hombre.
Salmo:
Dan 3,75-81. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lucas
21,29 33. Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca
el Reino de Dios.
Sábado
2
Daniel
7,15 27. El poder real y el dominio será entregado al pueblo de los
santos del Altísimo.
Salmo:
Dan 3,82-87. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lucas
21,34 36. Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está
por venir.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 14-30
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de
viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco luego se
marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a
talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad;negociar con ellos y
ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió
uno fue hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo
vino el señor de aquellos siervos y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había
recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me
dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y
fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el
gozo de tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me
dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y
fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el
gozo de tu señor”. Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabía que eres
exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo
y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le
respondió:
“Eres un empleado
negligente y holgazán. ¿Conque sabias que siego donde no siembro y recojo donde
no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver
yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al
que tiene diez. Porque al que tiene se
le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y
a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el
rechinar de dientes”».
Para la Semana
Lunes
20
1
Macabeos 1,10 15.41 43.54 57,62 64. Una cólera terrible se abatió
sobre Israel.
Sal
118.
Dame vida, Señor, para que observe tus preceptos.
Lucas
18,35 43. ¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra vez.
Martes
21
Presentación
de la bienaventurada Virgen María. Memoria.
2
Macabeos 6,18 31. Legaré un noble ejemplo para que aprendan a
arrastrar voluntariamente la muerte por amor a nuestra ley,
Sal 3. El
Señor me sostiene.
Lucas
19,1 10, El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que
estaba perdido.
Miércoles
22
Santa
Cecilia, virgen y mártir. Memoria
2
Macabeos 7,1.20 31. El creador del universo os devolverá el aliento
y la vida.
Sal 16. Al
despertar me saciaré de tu semblante, Señor
Lucas
19,11 28. ¿Por que no pusiste mi dinero en el banco?
Jueves
23
1
Macabeos 2,15-29. Viviremos según la alianza de nuestros padres.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios
Lucas
19,41-49. ¡Si comprendieras lo que conduce a la paz!
Viernes
24
Santos
Andrés Dung-Lac, presbítero, y compañeros, mártires. Memoria.
1
Macabeos 4,36 37.52 59. Celebraron la consagraci6n del altar
ofreciendo holocaustos.
Salmo:
1Cr 29,10-12. Alabamos tu nombre glorioso, Señor.
Lucas
19,45 48. Habéis convertido la casa de Dios en una cueva de bandidos.
Sábado
25
1Macabeos
6,1 13, Por el daño que hice en Jerusalén muero de tristeza.
Sal 9. Gozaré
con tu salvación, Señor.
Lucas
20,27 40. No es Dios de muertos, sino de vivos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 1-13
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Se parecerá el reino de
los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a encuentro del
esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las
lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas
de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les
entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una
voz:
“¡Que llega el esposo,
salid a su encuentro!”
Entonces se despertaron
todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las
prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite,
que se nos apagan las lámparas.” Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay
bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.
Mientras iban a comprarlo,
llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de
bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes,
diciendo:
“Señor, señor, ábrenos.”
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no
os conozco.”
Por tanto, velad, porque
no sabéis el día ni la hora».
Para la Semana
Lunes
13
Sabiduría
1, 1 7. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el
espíritu del Señor llena la tierra.
Sal
138.
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lucas
17,1 6. Si siete veces vuelve a decirte: “lo siento” lo perdonarás.
Martes
14
Sabiduría
2,23-3,9. Los insensatos pensaban que habían muerto, pero ellos están
en paz.
Sal
33.
Bendigo al Señor en todo momento.
Lucas17,
7-10. Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que
hacer
Miércoles
15
Sabiduría
6,1-11. Escuchad, reyes, para que aprendáis sabiduría.
Sal
81.
Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.
Lucas
17,11-19. ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que
este extranjero?
Jueves
16
Sabiduría
7,22 8,1. La sabiduría es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de
la actividad de Dios.
Sal
118.
Tu palabra, Señor, es eterna
Lucas
17,20 25. El Reino de Dios está dentro de vosotros.
Viernes
17
Santa
Isabel de Hungría, religiosa. Memoria
Sabiduría
13,1 9. Si han sido capaces de escudriñar el universo, ¿cómo no
encontraron a su Señor?
Sal
18.
El cielo proclama la gloria de Dios.
Lucas
17,26 37. El día que se manifieste el Hijo del Hombre.
Sábado
18
San
Josalat (1580 1623), obispo y mártir, trabajó por la unidad de la Iglesia.
Sabiduría
18, 14 16; 19,6 9. Se vio el mar Rojo convertido en camino
practicable, y triscaban como corderos.
Sal
104.
Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Lucas
18,1 8. Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan.
===============
Lectura del santo evangelio según san Mateo
23, 1-12
En aquel tiempo, habló
Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés
se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os
digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no
están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para
que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto;
les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las
sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame
“rabbi”. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbi”, porque uno solo es
vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro
a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os
dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros
será vuestro servidor.
El que se enaltece será
humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Para la Semana
Lunes
6
Santos
Pedro Poveda Castroverde e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau,
presbíteros, y compañeros, mártires. Memoria.
Romanos
11,29 -36. Dios nos encerró a todos en desobediencia, para tener
misericordia de todos.
Sal
68.
Señor, que me escuche tu gran bondad.
Lucas
14,12-14. No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados.
Martes
7
Romanos
12,5-16a. Existimos en relación con los otros miembros.
Sal
130.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Lucas
14,15-24. Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que
entren y se llene mi casa.
Miércoles
8
Dedicación
de la basílica de Letrán. Fiesta (trasladada).
Ezequiel
47,1-2.8-9.12. Vi agua que manaba del templo, y habrá vida
allá donde llegue el torrente.
o bien:
1Cor
3,9b-11.16-17. Sois templo de Dios.
Sal 45. Un río y sus canales
alegran la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.
Juan
2,13-22. Hablaba del templo de su cuerpo.
Jueves
9
Ntra.
Sra. de la Almudena. Solemnidad.
Zacarías
2,14-17. Vi que manaba agua del lado derecho del templo, y habrá
vida dondequiera que llegue la corriente.
Jdt
13,18-19. Tú eres el orgullo de nuestra raza.
Apocalipsis
21,3-5a. Vi la nueva Jerusalén, adornada como una novia se adorna
para su esposo.
Juan
19,25-27. Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.
Viernes
10
San
León Magno, papa y doctor de la Iglesia. Memoria
Romanos 15,14-21. Ministro de
Cristo Jesús para con los gentiles, para que la ofrenda de los gentiles sea
agradable.
Sal
97.
El Señor revela a las naciones su salvación.
Lucas
16,1-8. Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que
los hijos de la luz.
Sábado
11
San
Martín de Tours, obispo. Memoria.
Romanos
16,3 9.16.22-27. Saludos unos a otros con el beso ritual.
Sal
144.
Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Lucas
l6,9-15. Si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os
confiará la verdadera
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
22, 34-40
En aquel tiempo, los
fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un
lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el
mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo:
«”Amarás al Señor, tu
Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento
es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como
a ti mismo.”
En estos dos mandamientos
sostienen toda la Ley y los Profetas».
Para la Semana
Lunes
30
Romanos 8,12 17. Habéis
recibido un Espíritu de adopción, en el que clamamos: “¡Abbá, Padre!”.
Sal 67. Nuestro Dios es un Dios
que salva.
Lucas 3,10 17. A
esta, que es hija de Abraham, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día
de sábado?
Martes
31
Romanos 8,18 25. La
creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios.
Sal 125. El Señor ha estado
grande con nosotros
Lucas 13,18 21. El
grano creció y se hizo un árbol.
Miércoles
1
Todos
los Santos. Solemnidad
Apocalipsis 7,2-4.9-14. Vi
una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas,
pueblos y lenguas.
Sal 23. Esta es la generación
que busca tu rostro, Señor.
1Juan 3,1-3.
Veremos a Dios tal cual es.
Mateo 5,1-12a.
Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Jueves
2
Conmemoración
de todos los fieles difuntos.
Job 19,1.23-27a. Yo sé
que está vivo mi redentor.
Sal 24. A ti Señor, levanto mi
alma.
Filipenses 3,20-21.
Transformará nuestro cuerpo humilde, según su modelo glorioso.
Marcos 15,33-39; 16,1-6. Jesús,
dando un fuerte grito, expiró.
Viernes
3
Romanos9,1-5.
Desearía ser un proscrito por el bien de mis hermanos.
Sal 147. Glorifica al Señor,
Jerusalén.
Lucas 14,1-6. ¿A
quién se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca en día de sábado?.
Sábado4
San
Carlos Borromeo. Memoria
Romanos 11,1 2a.11-12.25 -29. Si el
rechazo de los judíos es reconciliación del mundo, ¿qué no será su reintegración
sino volver desde la muerte a la vida?
Sal 93. El Señor no rechaza a
su pueblo.
Lucas 14,1.7 -11. Todo
el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
22, 15-21
En aquel tiempo, se
retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una
pregunta. Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le
dijeron:
«Maestro, sabemos que eres
sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te
importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es
licito pagar impuesto al César o no?».
Comprendiendo su mala
voluntad, les dijo Jesús:
«Hipócritas, ¿por qué me
tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto». Le presentaron un denario.
Él les preguntó:
«¿De quién son esta imagen
y esta inscripción?». Le respondieron:
«Del César». Entonces les
replicó:
«Pues dad al César lo que
es del César y a Dios lo que es de Dios».
Para la Semana
Lunes
23
Romanos
4,20- 25. Está escrito por nosotros, a quienes se nos contará: nosotros,
los que creemos en Él.
Salmo: Lc 1,69-75. Bendito sea el Señor, Dios de
Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Lucas
12,13-21. ¿De quién será lo que has preparado?
Martes
24
Romanos
5,12.15b.17-19.20b-21. Si por el delito de uno solo la muerte
inauguró su reinado, con cuánta más razón reinarán en la vida.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Lucas
12,35-38. Bienaventurados los criados a quienes el Señor, al llegar,
los encuentre en vela.
Miércoles 25
Romanos
6,12-18. Ofreceos a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la
muerte.
Sal
123.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Lucas
12,39- 48. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará.
Jueves
26
Romanos
6,19- 23. Ahora estáis liberados del pecado y hechos esclavos de
Dios.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lucas
12,49- 53. No he venido a traer paz, sino división
Viernes
27
Romanos
7,18 -25a. ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Sal
118.
Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Lucas
12,54- 59. Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo,
¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Sábado
28
Santos
Simón y Judas, apóstoles. Fiesta.
Efesios
2,19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal 18. A toda
la tierra alcanza su pregón.
Lucas
6,12-19. Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró
apóstoles.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió a
hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo,
diciendo:
«El reino de los cielos se
parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que
llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados
encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he
matado terneros y reses cebadas, y todo
está a punto. Venid a la boda”.
Pero ellos no hicieron
caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás agarraron a
los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus
tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego dijo a sus criados:
“La boda está preparada,
pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y
a todos los que encontréis, convidadlos a la boda”.
Los criados salieron a los
caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del
banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los
comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo,
¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”.
El otro no abrió la boca.
Entonces el rey dijo a los servidores:
“Atadlo de pies y manos y
arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.
Porque muchos son los
llamados, pero pocos los escogidos.
Para la Semana
Lunes
16
Romanos
1,1 7. Por Cristo hemos recibido la gracia del apostolado, para
suscitar la obediencia de la fe entre los gentiles.
Sal 97. El
Señor da a conocer su salvación.
Lucas 11,29 32. A esta generación no se le dará
más signo que el signo de Jonás.
Martes
17
San
Ignacio de Antioquía, obispo y mártir. Memoria.
Romanos
1,16 25. Habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como Dios.
Sal 18. El
cielo proclama la gloria de Dios.
Lucas
11,37 41. Dad limosna y lo tendréis limpio todo.
Miércoles
18
San
Lucas, evangelista. Fiesta.
2Tim
4,10-17b. Lucas es el único que está conmigo.
Sal
144.
Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Lucas
10,1-9. La mies es abundante y los obreros pocos.
Jueves
19
Romanos
3,21 30a. El hombre es justificado por la fe, sin obras de la Ley.
Sal
129. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Lucas
11,47 -54. Se pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la
sangre de Abel hasta la de Zacarías.
Viernes
20
Romanos
4,1-8. Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia.
Sal 31. Tú
eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.
Lucas
12,1-7. Hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.
Sábado
21
Romanos
4,13.16-18. Apoyado en la esperanza, creyó contra toda
esperanza.
Sal
104.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Lucas
12,8-12. El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis
que decir.
===============
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 21, 33-43
En aquel
tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchad
otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una
cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores
y se marchó lejos.
Llegado
el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los
frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados,
apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros
criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les
mandó a su hijo, diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.
Pero los
labradores, al ver al hijo, se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos
y nos quedamos con su herencia’.
Y,
agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño
de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Le contestaron:
«Hará
morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que
le entreguen los frutos a sus tiempos». Y Jesús les dice:
«¿No
habéis leído nunca en la Escritura:
“La
piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor
quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”?
Por eso os digo que se os
quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus
frutos».
Para la Semana
Lunes 9
Jonás 1,1 2,1 11. Se
levantó Jonás para huir lejos del Señor.
Salmo: Jon 2,3-5.8. Tú,
Señor, me sacaste vivo de la fosa.
Lucas 10,25 37. ¿Quién
es mi prójimo?
Martes
10
Jonás 3,1-10. Los
ninivitas se convirtieron de su mala vida, y Dios se compadeció.
Sal 129. Si llevas cuentas de
los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Lucas 10,38 -42, Marta
la recibió en su casa. María ha escogido la mejor parte.
Miércoles
11
Santa María Soledad Torres Acosta.
Memoria
Jonás 4,1-11. Tú te
compadeces del ricino, ¿y no me he de compadecer yo de Nínive, la gran ciudad?
Sal 85 Tú, Señor, eres lento a
la cólera y rico en piedad.
Lc 11,1-4. Señor,
enséñanos a orar.
Jueves
12
Bienaventurada Virgen María del Pilar.
Fiesta.
1Cron 15,3-4. 15-16; 16,1-2.
Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le
había preparado.
O bien:
Hch 1,12-14. Perseveraban unánimes
en la oración, junto con María, la madre de Jesús.
Sal 26. El Señor me ha
coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Lucas 11,27-28.
Bienaventurado el vientre que te llevó.
Viernes
13
Joel 11,13-15; 2,1-2 El día
del Señor, día de oscuridad y tinieblas.
Sal 9. El Señor juzgará el
orbe con justicia.
Lucas 11,15-26 Si yo
echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha
llegado a vosotros.
Sábado
14
Joel 4,12 21, Mano a
la hoz, madura está la mies.
Sal 96. Alegraos, justos, con
el Señor.
Lucas 11,27 28.
¡Dichoso el vientre que te llevó! Mejor: ¡Dichosos los que escuchan la palabra
de Dios!.
===============
Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 21, 28-32
En aquel
tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué os
parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve
hoy a trabajar en la viña.” Él le contestó: “No quiero.” Pero después se
arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó:
“Voy, señor.” Pero no fue.
¿Quién de
los dos cumplió la voluntad de su padre?» Contestaron:
«El
primero». Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los
publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios.
Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le
creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después
de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».
Para la Semana
Lunes 2
Santos
ángeles custodios. Memoria
Zac 8m, 1-8. Estoy
para salvar a mi pueblo de Oriente a Occidente.
Sal 101. El Señor reconstruyó
Sión y apareció en su gloria.
Mt 18, 1-5.10. Sus
ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial.
Martes
3
Zacarías 8, 20- 23.
Vendrán pueblos numerosos buscando al Señor en Jerusalén.
Sal 86. Dios está con nosotros.
Lucas 9, 51- 56. Tomó
la decisión de ir a Jerusalén.
Miércoles
4
San
Francisco de Asís. Memoria.
Nehemías 2, 1-8. Si le
parece bien al rey, permítame ir a la ciudad de mis padres para reconstruirla.
Sal 136. Que se me pegue la
lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
Lucas 9, 57-62. Te
seguiré adonde quiera que vayas.
Jueves
5
Témporas
de acción de gracias y de petición. Feria mayor.
Dt 8, 7-18. Dios
te da la fuerza para adquirir esa riqueza.
Salmo: 1Cr29, 10-12. Tú
eres Señor del universo.
2Co 5, 17-21. Os
pedimos que os reconciliéis con Dios.
Mt 7, 7-11. Todo
el que pide recibe.
Viernes
6
Baruc 1, 15 22. Hemos
pecado contra el Señor desoyendo sus
palabras.
Sal 78. Por el honor de tu
nombre, Señor, líbranos.
Lucas 10, 13 16. Quien
me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Sábado
7
Bienaventurada
Virgen María del Rosario. Memoria.
Barna 4, 5 12,27 -29. El
mismo que os mandó las desgracias os mandará el gozo.
Sal 68. El Señor escucha a sus
pobres.
Lucas 10, 17- 24. Estad
alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.
===============
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
20, 1-16
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se
parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su
viña.
Después de ajustarse con
ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media
mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:
”Id también vosotros a mi
viña, y os pagaré lo debido”
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia
mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a
otros, parados, y les dijo:
”¿Cómo es que estáis aquí
el día entero sin trabajar?”.
Le respondieron:
”Nadie nos ha contratado.”
Él les dijo:
”Id también vosotros a mi
viña”.
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
”Llama a los jornaleros y
págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.”
Vinieron los del atardecer
y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los
primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario
cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
”Estos últimos han
trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos
aguantado el peso del día y el bochorno.”
Él replicó a uno de ellos:
”Amigo, no te hago ninguna
injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle
a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que
quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán
primeros y los primeros, últimos».
Para la Semana
Lunes
25
Esdras
1,1-6. El que pertenezca al pueblo del Señor que suba a Jerusalén,
a reconstruir el templo del Señor.
Sal
125.
El Señor ha estado grande con nosotros
Lucas
8,16-18. La lámpara se pone en el candelero para que los que entren
vean la luz.
Martes
26
Esdras
6,7 8.12b,14 -20. Terminaron la el templo y celebraron la Pascua.
Sal
121.
Vamos alegres a la casa del Señor.
Lucas
8,19- 21. Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la
palabra de Dios y la cumplen.
Miércoles
27
San
Vicente de Paúl, presbítero. Memoria.
Esd
9,5-9. Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud.
Salmo:
Tob 13,1b-5.10. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Lc
9,1-6. Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los
enfermos.
Jueves
28
Ageo
1,1-8. Construid el templo, y me complaceré con él.
Sal
140.
El Señor ama a su pueblo.
Lucas
9,7-9. A Juan le mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo
semejantes cosas?
Viernes
29
Santos
arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Fiesta.
Dan
7,9-10.13-14. Miles y miles lo servían.
o bien:
Ap
12,7-12a. Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón.
Sal 137.
Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Jn
1,47-51. Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.
Sábado
30
San
Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Zacarías
2,5 9.14-15a. Voy a habitar en medio de ti.
Sal
Jer. 31,10-13 El Señor nos guardará como un pastor a su
rebaño.
Lucas
9, 43h-45. El Hijo del hombre va a ser entregado. Les daba miedo
preguntarte sobre el asunto.
===============
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
18, 21-35
En aquel tiempo,
acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me
ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete
veces, sino hasta setenta veces siete.
Por esto, se parece el
reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al
empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no
tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus
hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a
sus pies, le suplicaba diciendo:
”Ten paciencia conmigo, y
te lo pagaré todo.”
Se compadeció el señor de
aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el
criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y,
agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
”Págame lo que me debes”.
El compañero, arrojándose
a sus pies, le rogaba, diciendo:
”Ten paciencia conmigo, y
te lo pagaré.”
Pero él se negó y fue y lo
metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo
ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo
sucedido.
Entonces el señor lo llamó
y le dijo:
”¡Siervo malvado! Toda
aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión
de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”
Y el señor, indignado, lo
entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros
mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».
Para la Semana
Lunes
18
1
Timoteo 2,1 8. Que se hagan oraciones por toda la humanidad a
Dios, que quiere que todos los hombres se salven.
Sal 27.
Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante
Lucas
7, 1 10. Ni en Israel he encontrado tanta fe.
Martes
19
San
Alonso de Orozco, presbítero. Memoria.
1
Timoteo 3,1 13. Conviene que el obispo sea irreprochable; asimismo
los diáconos, que guarden el misterio de la fe con conciencia pura.
Sal
100.
Andaré con rectitud de corazón.
Lucas
7,11 17. ¡Muchacho, a ti te digo, levántate!
Miércoles
20
Santos
Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang, y compañeros, mártires.
Memoria.
1Tim
3,14-16. Es grande el misterio de la piedad.
Sal
110.
Grandes son las obras del Señor.
Lc
7,31-35. Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado
lamentaciones y no habéis llorado.
Jueves
21
San
Mateo, apóstol y evangelista. Fiesta.
Ef
4,1-7.11-13. Él ha constituido a unos apóstoles, a otros,
evangelistas.
Sal 18. A toda
la tierra alcanza su pregón.
Mt
9,9-13. Sígueme. Él se levantó y lo siguió.
Viernes
22
1
Timoteo 6,2c 12. Tú, en cambio, hombre de Dios, busca la
justicia.
Sal 48.
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
Lucas
8, 1 -3. Las mujeres iban con ellos y les servían con sus bienes.
Sábado
23
San Pío
de Pietrelcina, presbítero. Memoria.
1
Timoteo 6,13- 16. Guarda el mandamiento sin mancha hasta la
manifestación del Señor.
Sal 99. Entrad
en la presencia del Señor con vítores.
Lucas
8,4-15. Los de la tierra buena son los que escuchan la palabra, la
guardan y dan fruto perseverando.
===============
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si
tu hermano peca, repréndelo estando los dos a olas. Si te hace caso, has
salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que
todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos.
Si
no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la
comunidad, considéralo como un gentil o un publicano.
En
verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos,
y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.
Os
digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para
pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres
están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Para la Semana
Lunes
11
Colosenses 1,24 2,3.-
Nombrado servidor de la Iglesia para llevar a plenitud el misterio escondido
desde siglos.
Sal 61.- De Dios viene mi
salvación y mi gloria.
Lucas 6,6 11.-
Estaban al acecho para ver si curaba en sábado
Martes
12
Colosonses 2,6 15. El
Señor os vivificó con él, y nos perdonó todos los pecados.
Sal 144. El Señor es bueno con
todos.
Lucas 6,12 19. Pasó
la noche orando. Escogió a doce, a los que también nombró apóstoles.
Miércoles
13
San
Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Colosenses 3,1 11. Habéis
muerto con Cristo; en consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros.
Sal 144. El Señor es bueno con
todos.
Lucas 6,20 26.
Bienaventurados los pobres; Ay de vosotros, los ricos
Jueves
14
Exaltación
de la santa cruz. Fiesta.
Num 21,4b-9. Cuando
una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba
la vida.
o bien:
Flp 2,6-11. Se
humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
Sal 77. No olvidéis las
acciones del Señor.
Jn 3,13-17. Tiene
que ser elevado el Hijo del hombre.
Viernes
15
Bienaventurada
Virgen María de los Dolores. Memoria.
11Tim 1,1-2.12-14. Antes
era un blasfemo, pero Dios tuvo compasión de mí.
Sal 15. Tú eres, Señor, el lote
de mi heredad.
Jn 19,25-27. Mujer,
ahí tienes a tu hijo.
o bien:
Lc 2,33-35. A ti
mismo una espada te traspasará el alma
Sábado
16
Santos Cornelio,
papa y Cipriano, obispo, mártires. Memoria
1 Timoteo 1,15 17. Vino
al mundo para salvar a los pecadores.
Sal 112. Bendito sea el nombre
del Señor por siempre.
Lucas 6,43 49. ¿Por
qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo?
===============
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
16, 21-27
En aquel tiempo, comenzó
Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí
mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que
ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y
se puso a increparlo:
«¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede
pasarte».
Jesús se volvió y dijo a
Pedro:
«¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí
piedra de tropiezo; porque tú piensas corno los hombres, no como Dios».
Entonces dijo a los
discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que
se niegue a si mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su
vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar
el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre
vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada
uno según su conducta».
Para la Semana
Lunes 4
1Tesalonicenses 4,13-18. Dios
llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.
Sal 95. El Señor llega a regir
la tierra.
Lucas 4,16-30. Me ha
enviado a evangelizar a los pobres ningún profeta es aceptado en su pueblo.
Martes
5
1Tesalonicenses 5,1 6.9 11. Murió
por nosotros para que vivamos con él.
Sal 26. Espero gozar de la
dicha del Señor en el país de la vida.
Lucas 4,3 1 37. Sé
quién eres: el Santo de Dios.
Miércoles
6
Colosenses 1,1 8. La
verdad del Evangelio llegó hasta vosotros y se propagó por todo el mundo.
Sal 51. Confío en tu
misericordia, Señor, por siempre.
Lucas 4,38 44. Es
necesario que evangelice también a las otras ciudades, pues para esto he sido
enviado.
Jueves
7
Colosenses 9,1 14. Nos ha
sacado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino del Hijo de su
amor.
Sal 97. El Señor da a conocer
su salvación.
Lucas 5,1 11.
Dejándolo todo, lo siguieron.
Viernes
8
Natividad
de la Bienaventurada Virgen María. Fiesta.
Miqueas 5,1-4a. Dé a
luz la que debe dar a luz.
O bien:
Romanos 8,28-30. A los
que Dios había conocido de antemano los predestinó.
Sal 12. Desbordo de gozo con el
Señor.
Mateo1,1-16.18-23. La
criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.
Sábado
9
San Gregorio Magno (540 604), prefecto de Roma, diácono,
nuncio apostólico, teólogo, papa.
Colosenses 1,21 23. Dios
os ha reconciliado para haceros santos, sin mancha.
Sal 53. Dios es mi auxilio
Lucas 6,1 5. ¿Por
qué hacéis en sábado lo que no está permitido?
===============
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
16, 13-20
En aquel tiempo, al llegar
a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que
es el Hijo del hombre?». Ellos contestaron:
«Unos que Juan Bautista,
otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís
que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el
Hijo de Dios vivo». Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú,
Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie ni la carne ni la sangre,
sino mi Padre que está los cielos.
Ahora yo te digo: tú eres
Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del
reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielos, y
lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Y les mandó a los
discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Para la Semana
Lunes 28
San Agustín, obispo y
doctor de la Iglesia. Memoria.
1Tesalonicenses
1-5.8b-10.
Os convertisteis a Dios, abandonando los ídolos, aguardando la vuelta de su
Hijo, a quien ha resucitado.
Sal 149. El Señor ama a su
pueblo.
Mateo 23,13-22. ¡Ay de vosotros guías
ciegos!
Martes 29
Martirio de san Juan
Bautista. Memoria
1Tesalonicenses 2,1 8. Queríamos entregaros no
sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas.
Sal 138. Señor, tú me sondeas y
me conoces.
Mateo 6,17-29. Quiero que ahora mismo
me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
Miércoles 30
San Bartolomé, apóstol,
predicó el Evangelio en la India.
1Tes 2,9-13. Trabajando día y noche
proclamamos entre vosotros el Evangelio.
Sal 138. Señor, tú me sondeas y
me conoces.
Mt 23,27-32. Sois hijos de los que
asesinaron a los profetas.
Jueves 31
San Luis de Francia
(1214 1270), penitente y caritativo, buen gobernante. San José de Calasanz,
(1557 1648), se dedicó a instruir a los niños pobres, fundó los Escolapios.
1Tesalonicenses 3,7 13. Que el Señor os colme
de amor mutuo y de amor a todos.
Sal 89. Sácianos de tu
misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Mateo 24,42 51. Estad preparados.
Viernes 1
1Tesalonicenses 4,1 6. Esta es la voluntad de
Dios: vuestra santificación.
Sal 96. Alegraos, justos, con
el Señor.
Mateo 25,1-13. ¡Que llega el esposo,
salid a su encuentro!
Sábado 2
1Tesalonicenses 4,9 11. Dios mismo os ha
enseñado a amarnos los unos a los otros.
Sal 97. El Señor llega para
regir los pueblos con rectitud.
Mateo 25,14 30. Como has sido fiel en
lo poco, entra en el gozo de tu Señor.
===============
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 15, 21-28
En
aquel tiempo, Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón.
Entonces
una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
«Ten
compasión de mi, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo». Él
no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle «Atiéndela,
que viene detrás gritando». Él les contestó:
«Sólo
he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel». Ella se acercó y se
postró ante él diciendo:
«Señor,
ayúdame». Él le contestó:
«No
está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella
repuso:
«Tienes
razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la
mesa de los amos».
Jesús
le respondió:
«Mujer,
qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». En aquel momento quedó
curada su hija.
Para la Semana
Lunes
21
San Pío
X, papa. Memoria.
Jueces 2,11-19. El
Señor suscitó jueces, pero tampoco les escucharon.
Sal 105.
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mateo 19,16-22. Si
quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un tesoro en el cielo.
Martes
22
Bienaventurada
Virgen María, reina. Memoria.
Jueces 6,11 24a.
Gedeón, salva a Israel, yo te envío.
Sal 84. Dios
anuncia la paz a su pueblo.
Mateo 19, 23 30. Mas
fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en
el reino de Dios.
Miércoles
23
Jueces 9,6 15.
Pedisteis que os gobernara un rey, cuando vuestro rey era el Señor.
Sal 20. Señor,
el rey se alegra por tu fuerza.
Mateo 20,1 16a. ¿Vas a
tener tú envidia porque yo soy bueno?
Jueves
24
San
Bartolomé, apóstol. Fiesta.
Ap 21,9b-14. Sobre
los cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Sal 144. Tus
santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 1,45-51. Ahí
tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.
Viernes
25
Rut 1, 1.3 6.14b I 6.22. Noemi,
con Rut la moabita, volvió a Belén.
Sal 145. Alaba,
alma mía, al Señor.
Mateo 22,34 40. Amarás
al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Sábado
26
Santa
Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen. Memoria.
Rut 2,1 18 11; 4,13 17. El
Señor no te ha dejado sin protección. Fue Padre de Jesé, el padre de David.
Sal 127. Esta
es la bendición del hombre que teme al Señor.
Mateo 23, 1 -12. Ellos
dicen, pero no hacen.
===============
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-33
Después
de que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran
a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la
gente.
Y,
después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la
noche, estaba allí solo.
Mientras
tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el
viento era contrario.
A
la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los
discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo,
diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida:
«¡Ánimo,
soy yo, no tengáis miedo!». Pedro le contestó:
«Señor,
si eres tú, mándame ir a ti andando sobre el agua». Él le dijo:
«Ven».
Pedro
bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al
sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor,
sálvame».
Enseguida
Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo:
«¡Hombre
de poca fe! ¿Por qué has dudado?». En cuanto subieron a la barca, amainó el
viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo:
«Realmente
eres Hijo de Dios».
Para la Semana
Lunes
14
Deuteronomio
10,12 22. Circuncidad vuestro corazón, Amarás al emigrante, porque
emigrantes fuisteis.
Sal
147.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mateo
17,22 27. Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de
impuestos.
Martes
15
Asunción
de la bienaventurada Virgen María. Solemnidad.
Ap
11,19a; 12,1-6a.10ab. Una mujer vestida de sol y la luna bajo sus
pies.
Sal 44. De pie
a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
1Co
15,20-27a. Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de
Cristo.
Lc
1,39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los
humildes.
Miércoles
16
Dt
34,1-12. Allí murió Moisés como había dispuesto el Señor, y no
surgió otro profeta como él.
Sal 65.
Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida.
Mt
18,15-20. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Jueves
17
Josué
3,7 10a.11.13 17. El Arca de la Alianza del Dueño va a pasar el
Jordán delante de vosotros.
Sal
113.
Aleluya
Mateo
18,21 19,1. No te digo que perdones hasta siete veces, sino
hasta setenta veces siete.
Viernes
18
Josué
24,1 13. Yo tomé a vuestro padre del otro lado del río; os saqué de
Egipto, os llevé a la tierra.
Sal
135.
Porque es eterna su misericordia
Mateo
19,3 12. Por la dureza de corazón permitió Moisés repudiar a las
mujeres; pero, al principio, no era así.
Sábado
19
Josué
24,14 29. Elegid hoy a quien queréis servir.
Sal 15. Tú,
Señor, eres el lote de mi heredad.
Mateo
19,13 15. No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como
ellos es el reino de los cielos.
===========================
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús
tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a
un monte alto.
Se transfiguró delante de
ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron
blancos como la luz.
De repente se les
aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la
palabra y dijo a Jesús:
«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si
quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su
sombra, y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el amado, en quien me
complazco. Escuchadlo». Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y,
tocándolos, les dijo:
«Levantaos, no temáis».
Al alzar los ojos, no
vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús les
mandó:
«No contéis a nadie la visión hasta que el
Hijo del hombre resucite de entre los muertos».
Para la Semana
Lunes 7
Santos
Justo y Pastor, mártires. Memoria.
Núm 11,4b-15. Solo
no puedo cargar con este pueblo.
Sal 80. Aclamad a Dios, nuestra
fuerza.
Mt 14,13-21.
Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos;
los discípulos se los dieron a la gente.
o bien:
Mt
14,22-36. Mándame ir a ti sobre el agua.
Martes
8
Santo
Domingo de Guzmán, presbítero. Memoria
Núm. 12,1-13. No hay
otro profeta como Moisés; ¿cómo os habéis atrevido a hablar contra él?
Sal 50. Misericordia, Señor,
hemos pecado.
Mt 14,22-36.
Mándame ir a ti sobre el agua.
o bien:
Mt 15,1-2.10-14. La
planta que no haya plantado mi Padre celestial, será arrancada de raíz.
Miércoles
9
Santa
Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir. Fiesta.
Os 2,16b.17.21-22. Me
desposaré contigo para siempre.
Sal 44. Escucha, hija, mira,
inclina el oído.
Mt 25,1-13. ¡Que
llega el esposo, salid a recibirlo!
Jueves
10
San
Lorenzo, diácono y mártir.
2Cor 9,6-10. Dios
ama al que da con alegría.
Sal 111. Dichoso el que se
apiada y presta.
Jn 12,24-26. A
quien me sirva, el Padre lo honrará.
Viernes
11
Santa
Clara, virgen. Memoria.
Dt 4,32-40. Amó a
sus padres y elogió a su descendencia después de ellos.
Sal 76. Recuerdo las proezas
del Señor.
Mt 16,24-28. ¿Qué
podrá dar un hombre para recobrar su alma?
Sábado
12
Dt 6,4-13. Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.
Sal 17. Yo te amo, Señor, tú
eres mi fortaleza.
Mt 17,14-20. Si
tuvierais fe, nada os sería imposible.
===========================
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-52
En
aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«El
reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo
encuentra lo vuelve a esconder y,
lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El
reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al
encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El
reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge
toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y
reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo
mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos
de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes.
¿Habéis
entendido todo esto?» Ellos le contestaron:
«Sí».
Él
les dijo:
«Pues
bien, un escriba que ese ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un
padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».
Para la Semana
Lunes 31
Éx 32, 15-24. 30-34. Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo,
haciéndose dioses de oro
Sal 105, 19-23. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Mt 13, 31-35. El grano de mostaza se hace un árbol hasta el
punto de que los pájaros del cielo anidan en sus ramas.
Martes 1 agosto
Éx 33, 7-11; 34, 5b-9.28.- El Señor hablaba con
Moisés cara a cara.
Sal 102, 6-13. El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt 13,
36-43. Lo mismo que se arranca la
cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos.
Miércoles 2
Éx 34, 29-35. Al ver la cara de Moisés, no se atrevieron a
acercarse a él
Sal 98. Santo eres, Señor, Dios nuestro.
Mt 13, 44-46. Vende todo lo que tiene y compra el campo.
Jueves 3
Éx 40, 16-21. 34-38. La nube cubrió la Tienda del Encuentro, y la
gloria del Señor la llenó
Sal 83. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!.
Mt 13, 47-53. Reúnen los buenos en cestos y los malos los
tiran
Viernes 4
Lev 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34b-37. En las festividades del
Señor convocaréis asamblea litúrgica
Sal 80. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt 13,54-58. ¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de
dónde saca todo eso?
Sábado 5
Lev 25, 1.8-17. El año jubilar cada uno recobrará su propiedad
Sal 66. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos
te alaben..
Mt 14, 1-12. Herodes mandó decapitar a Juan y sus discípulos
fueron a contárselo a Jesús.
===========================
En aquel tiempo, Jesús propuso otra
parábola a la gente:
«El
reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del
trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció
también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: "Señor,
¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?" Él les
dijo: "Un enemigo lo ha hecho." Los criados le preguntaron:
"¿Quieres que vayamos a arrancarla?" Pero él les respondió: "No,
que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer
juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad
primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en
mi granero."»
Les propuso esta otra parábola: «El reino
de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta;
aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las
hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas y vienen los pájaros
a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola: «El reino de los
cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina y
basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en
parábolas y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del
profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré los secretos desde la
fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los
discípulos se le acercaron a decirle: «Acláranos la parábola de la cizaña en el
campo.»
Él les contestó: «El que siembra la buena
semilla es el Hijo del Hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los
ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del maligno; el enemigo que
la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los
ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el fin del
tiempo: el Hijo del Hombre enviará sus ángeles y arrancarán de su reino a todos
los corruptos y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el
llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en
el reino de su padre. El que tenga oídos, que oiga.»
Para la Semana
Lunes
24
Éxodo
14,5 18. Así sabrán que yo soy el Señor, cuando me haya cubierto de
gloria a costa del faraón.
Salmo.
Ex 15,1-6. Cantaré al Señor, gloriosa es su victoria
Mateo
12,38 42. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se
levantará.
Martes
25
Santiago,
apóstol. Solemnidad.
Hch
4,33;5,12.27-33;12,2. El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a
Santiago.
Sal 66. Oh
Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
2Cor
4,7-15. Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte
de Jesús.
Mt
20,20-28. Mi cáliz lo beberéis.
Miércoles
26
Santos
Joaquín y Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María. Memoria.
Éxodo
16,1 5.9 15. Yo haré llover pan del cielo.
Sal 77. El
Señor les dio pan del cielo.
Mateo
13,1 9. Cayó en tierra buena y dio grano.
Jueves
27
Éxodo
19,1 2.9 11.15 20b. El Señor bajará al monte Sinaí a la vista del
pueblo.
Salmo.
Dan 3,52-56. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Mateo
13,10 17. A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del
reino de los cielos y a ellos no.
Viernes
28
San
Pedro Poveda Castroverde, presbítero y mártir. Memoria.
Éxodo
20,1-17. La ley se dio por medio de Moisés.
Sal 18. Señor,
tú tienes palabras de vida eterna.
Juan
20,1 11. Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?
Sábado
29
Santa
Marta. Memoria.
Ex
24,3-8. Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado
con vosotros.
Sal 49. Ofrece
a Dios un sacrificio de alabanza.
Jn
11,19-27. Creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
o bien:
Lc
10,38-42. Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas.
===========================
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-9
Aquel
día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente
que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y toda la gente se quedó de pie en
la orilla.
Les
habló muchas cosas en parábolas:
«Salió
el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron
los pájaros y se lo comieron.
Otro
poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no
era profunda brotó enseguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por
falta de raíz se secó.
Otra
cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y
dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que
oiga».
Para la Semana
Lunes
17
Ex
1,8-14.22. Obremos
astutamente contra Israel para que no se multiplique más.
Sal
123.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Mt
10,34-11,1. No he venido a sembrar paz sino espada.
Martes
18
Ex
2,1-15a. Lo llamó Moisés, pues lo había sacado del agua.
Sal 68. Los
humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Mt
11,20-24. El día del juicio les será más llevadero a Tiro, a Sidón y
a Sodoma que a vosotras.
Miércoles
19
Exodo
3,1 6.9 12. El
ángel del Señor se apareció en una llamarada entre las zarzas.
Sal
102.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Mateo
11,25 27. Has escondido estas cosas a los sabios, y se las has
revelado a la gente sencilla.
Jueves
20
Ex
3,13-20. Yo soy el que soy.
Sal
104.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mt 11,28-30. Soy manso y humilde de corazón.
Viernes
21
Ex
11,10-12.14. Mataréis al cordero al atardecer, cuando yo vea
la sangre, pasaré de largo ante vosotros.
Sal
115.
Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.
Mt 12,1-8. El
Hijo del hombre es señor del sábado
Sábado
22
Santa
María Magdalena. Fiesta
Cant
3,1-4b. Encontré al amor de mi alma.
o bien:
2Cor
5,14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.
Sal 62. Mi
alma está sedienta de ti, Dios mío.
Jn
20,1-2.11-18. Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?
===========================
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
En
aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te
doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a
los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te
ha parecido bien.
Todo
me lo ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre,
y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera
revelar.
Venid
a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo
sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi
carga ligera».
Para la Semana
Lunes 10
Gén 28,10-22a. Vio una escalinata apoyada, y ángeles de Dios
subían y bajaban, y Dios hablaba.
Sal 90. Dios mío, confío en tí.
Mt 9,18-26. Mi hija acaba de morir, pero ven tú, y vivirá.
Martes 11
San Benito, abad. Fiesta.
Prov 2,1-19. Abre tu mente a la prudencia.
Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.
Mt 19,27-29. Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis
cien veces más.
Miércoles 12
Gén 41,55-57; 42,5-7a. 17-24a. Estamos pagando el
delito contra nuestro hermano.
Sal 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo
esperamos de tí.
Mt 10,1-7. Id a las ovejas descarriadas de Israel.
Jueves 13
Gén 44,18-21.23b-29; 45,1-5. Para preservar la vida
me envió Dios delante de vosotros a Egipto.
Sal 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mt 10,7-15. Gratis habéis recibido, dad gratis
Viernes 14
Gén 46,1-7.28-30. Puedo morir, después de haber contemplado tu
rostro.
Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.
Mt 10,16-23. No seréis vosotros los que habléis, sino el
Espíritu de vuestro Padre.
Sábado 15
San Buenaventura, obispo y doctor. Memoria.
Gén 49,29-32; 50,15-26a. Dios cuidará de vosotros y os llevará de
esta tierra.
Sal 104. Los humildes buscad al Señor y revivirá vuestro corazón.
Mt 10,24-33. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo.
===========================
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10,37-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«El que quiere a su padre o a su madre
más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a
mí no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue no es digno de
mí.
El que encuentre su vida la perderá, y el
que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe
a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un
profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un
justo porque es justo, tendrá recompensa de justo. El que dé a beber, aunque no sea más que un
vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad
os digo que no perderá su recompensa».
Para la Semana
Lunes 3
Santo
Tomás apóstol. Fiesta.
Ef 2,19-22.
Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal 116. Id al mundo entero y
proclamad el evangelio.
Jn 20,24-29. ¡Señor
mío y Dios mío!
Martes
4
Gén 19,15-29. El
Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego.
Sal 25. Tengo ante tus ojos tu
bondad, Señor.
Mt 8,23-27. Se
puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma.
Miércoles
5
Gén 21,5.8-20. No va
a heredar el hijo de esa criada con mi hijo Isaac.
Sal 33. El afligido invocó al
Señor y él lo escuchó.
Mt 8,28-34. ¿Has
venido aquí a atormentar a los demonios antes de tiempo?
Jueves
6
Gén 22,1-19. El
sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.
Sal 114. Caminaré en presencia
del Señor en el país de los vivos.
Mt 9,1-8. La gente alababa a
Dios, que da a los hombres tan potestad.
Viernes
7
Gén 23,1-4.19;24,1-8.62-67. Isaac,
con el amor de Rebeca, se consoló de la muerte de su madre.
Sal 105. Dad gracias al Señor
porque es bueno.
Mt 9,9-13. No
tienen necesidad de médico los sanos; misericordia quiero y no sacrificios
Sábado
8
Gén 27,1-5.15-29.
Jacob suplantó a su hermano y le quitó su bendición.
Sal 134. Alabad al Señor porque
es bueno.
Mt 9,14-17. ¿Es que pueden
guardar luto mientras el esposo está con ellos?
===========================
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
10, 26-33
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«No tengáis
miedo a los
hombres, porque nada
hay encubierto, que
no llegue a
descubrirse; ni nada hay
escondido, que no llegue a saberse.
Lo que os digo en la
oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído pregonadlo desde la
azotea.
No tengáis
miedo a los
que matan el
cuerpo, pero no
pueden matar el
alma. No; temed
al que puede llevar a la
perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se venden un par de gorriones por uno
céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro
Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso,
no tengáis miedo; valéis más vosotros que muchos gorriones.
A quien
se declare por
mí ante los
hombres, yo también
me declararé por
él ante mi
Padre que está en los cielos. Y
si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en
los cielos».
Para la Semana
Lunes
26
Génesis 12,1 9.
Abrahán marchó como te había dicho el Señor.
Sal 32. Dichoso el pueblo que
el Señor se escogió como heredad.
Mateo 73 5. Sácale
primero la viga del ojo.
Martes
27
Génesis 13,15 18. No
haya disputas entre nosotros dos, pues somos hermanos.
Sal 14. Señor, ¿quién puede
hospedarse en tu tienda?
Mateo 7,6.12 14. Tratad
a los demás como queréis que ellos os traten.
Miércoles
28
San
Ireneo, obispo y mártir. Memoria.
Gén 15,1-12.17-18.
Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia; y el Señor concertó
alianza con él.
Sal 104. El Señor se acuerda de
su alianza eternamente.
Mt 7,15-20. Por
sus frutos los conoceréis.
Jueves
29
Santos
Pedro y Pablo, apóstoles. Solemnidad
Hch 12,1-11. Ahora
sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes.
Sal 33. El Señor me libró de
todas mis ansias.
2Tim 4,6-8.17-18. Me
está reservada la corona de la justicia.
Mt 16,13-19. Tú
eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos.
Viernes
30
Gén 17,1.9-10.15-22. Sea
circuncidado todo varón como señal de la alianza. Sara te va a dar un hijo.
Sal 127. Esta es la bendición
del hombre que teme al Señor.
Mt 8,1-4. Si quieres, puedes
limpiarme.
Sábado
1 de julio
Gén 18,1-15. ¿Hay
algo demasiado difícil para el Señor? Cuando vuelva a visitarte, Sara habrá
tenido un hijo.
Sal. Lc 1,46-55. El
Señor se acuerda de su misericordia.
Mt 8,5-17.
Vendrán muchos de oriente a occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob
===========================
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi
carne para la vida del mundo».
Disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su
carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis
la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en
el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre
es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre
habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo
vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mi.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no
como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan
vivirá para siempre».
Para la Semana
Lunes
19
2Cor 6,1-10. Nos
acreditamos como ministros de Dios.
Sal 97. El Señor da a conocer
su salvación.
Mt 5,38-42. Yo os
digo que no hagáis frente al que os agravia.
Martes
20
2Cor 8,1-9.
Cristo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros.
Sal 145. Alaba, alma mía, al
Señor.
Mt 5,43-48. Amad a
vuestros enemigos.
Miércoles
21
San
Luis Gonzaga, religioso. Memoria
2Cor 9,6-11. Dios
ama “al que da con alegría”.
Sal 111. Dichoso quien teme al
Señor.
Mt 6,1-6.16-18. Tu
Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Jueves
22
2Cor 11,1-11.
Anunciando de balde el evangelio de Dios para vosotros.
Sal 110. Justicia y verdad son
las obras de tus manos, Señor.
Mt 6,7-15. Vosotros
orad así.
Viernes
23
Sagrado
Corazón de Jesús. Solemnidad
Dt 7,6-11. El
Señor se enamoró de vosotros y os eligió.
Sal 102. La misericordia del
Señor dura siempre, para aquellos que lo temen.
1Jn 4,7-16. Dios
nos amó.
Mt 11,25-30. Soy
manso y humilde de corazón.
Sábado
24
Natividad
de San Juan Bautista. Solemnidad.
Is 49,1-6. Te hago
luz de las naciones.
Sal 138. Te doy gracias porque me
has escogido portentosamente.
Hch 13,22-26. Juan
predicó antes de que llegara Cristo.
Lc 1,57-66.80. Juan
es su nombre.
===========================
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 3, 16-18
Tanto
amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él
no perezca, sino que tengan vida eterna.
Porque
Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo
se salve por él.
El que
cree en él
no será juzgado;
el que no
cree ya está
juzgado, porque no
ha creído en el nombre
del Unigénito de Dios
Para la Semana
Lunes
12
2Cor 1,1-7. Dios
nos consuela hasta el punto de poder nosotros consolar a los demás en la lucha.
Sal 33. Gustad y ved qué bueno
es el Señor.
Mt 5,1-12.
Bienaventurados los pobres en el espíritu.
Martes
13
San
Antonio de Padua, presbítero y doctor. Memoria.
2Cor 1,18-22. Jesús
no fue sí y no, sino que en él solo hubo sí.
Sal 118. Haz brillar, Señor, tu
rostro sobre tu siervo.
Mt 5,13-16.
Vosotros sois la luz del mundo.
Miércoles
14
2Cor 3,4-11. Para
ser ministros de una alianza nueva: no de la letra, sino del Espíritu.
Sal 98. Santo eres, Señor,
nuestro Dios.
Mt 5,17-19. No he
venido a abolir, sino a dar plenitud.
Jueves
15
2Cron 8,22-23.27-30. Te he
construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre.
Salmo: 1Cron 29. Alabamos
tu nombre glorioso, Señor.
Jn 2,13-22.
Hablaba del Templo de su cuerpo.
Viernes
16
2Cor 4,7-15. Quien
resucitó al Señor Jesús también nos resucitó a nosotros con Jesús y nos
presentará con vosotros ante él.
Sal 115. Te ofreceré, Señor, un
sacrificio de alabanza.
Mt 5,27-32. Todo
el que mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio.
Sábado
17
2Cor 5,14-21. Al que
no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro.
Sal 102. El Señor es compasivo y
misericordioso.
Mt 5,33-37. Yo os
digo que no juréis en absoluto
===========================
Del santo Evangelio según san Juan 20,
19-23
Al atardecer de aquel día,
el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas
del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de
ellos y les dijo:
«La paz con vosotros».
Dicho esto, les mostró las
manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor.
Jesús les dijo otra vez:
«La paz con vosotros. Como
el Padre me envió, también yo os envío».
Dicho
esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu
Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los
retengáis, les quedan retenidos».
Para la Semana
Lunes 5
Tob 1, 3;2,1b-8. Tobit
practicaba la verdad.
Sal 111. Dichoso quien teme al
Señor.
Mc 12, 1-12.
Agarrando al hijo amado, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
Martes
6
Tob 3, 9b-14. Permanecí
sin ver.
Sal 111. El corazón del justo
está firme en el Señor.
Mc 12 13-17. Dad al
César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Miércoles
7
Tob 3, 1.11ª- 16-17a. La
oración de ambos fue escuchada delante de la gloria de Dios.
Sal 24. A ti, Señor, levanto mi
alma.
Mc 12, 18-27. No es
Dios de muertos, sino de vivos.
Jueves
8
Jesucristo,
sumo y eterno sacerdote. Fiesta
Gn 22, 9-18. El
sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.
o bien:
Hb 10, 4-10. Así
está escrito en el comienzo del libro acerca de mí: para hacer, ¡oh Dios!, tu
voluntad.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para
hacer tu voluntad.
Mt 26, 6-42. Mi
alma está triste hasta la muerte.
Viernes
9
Tob 11, 5-18. Tras
el castigo, Dios se ha apiadado, y ahora veo a mi hijo.
Sal 145. Alaba, alma mía, al
Señor.
Mc 12, 35-37. ¿Cómo
dicen que el Mesías es hijo de David?
Sábado
10
Tob 12, 1.5-15.20. Ahora
alabad al Señor; yo subo a Dios.
Sal: Tob 13, 2.7-8.
Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Mc 12, 38-44. Esta
viuda pobre ha echado más que nadie.
Conclusión
del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20
En
aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les
había indicado.
Al
verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose
a ellos, Jesús les dijo:
«Se
me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id,
pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he
mandado.
Y
sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos»
Para la Semana
Lunes
29
Hechos 19,1 8.
¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?
Sal 67. Reyes de la tierra,
cantad a Dios.
Juan 16.29 33. Tened
valor; yo he vencido al mundo.
Martes
30
Hechos 20,17 27.
Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús.
Sal 67. Reyes de la tierra,
cantad a Dios
Juan 17,1 11a.
Padre, glorifica a tu Hijo.
Miércoles
31
Visitación
de la Bienaventurada Virgen María. Fiesta.
Rom 12,9-16b.
Compartid las necesidades de los santos: practicad la hospitalidad.
Salmo: Is 12,2-6. Es
grande en medio de ti el Santo de Israel.
Lc 1,39-56. ¿Quién
soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Jueves
1
San
Justino, mártir. Memoria.
Hechos 22,30; 23,6 11. Tienes
que dar testimonio en Roma.
Sal 15. Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti.
Juan 17,20 26. Que
sean completamente uno.
Viernes
2
Hechos 25,13 21. Un
difunto llamado Jesús, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal 102. El Señor puso en el
cielo su trono.
Juan 21,15-19.
Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas.
Sábado
3
San
Carlos Luanga y compañeros, mártires. Memoria.
Hechos 28,16-20.30-31.
Permaneció en Roma, predicando el Reino de Dios.
Sal 10. Los buenos verán tu
rostro, Señor.
Juan 21,20-25. Este
es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero.
Lectura del santo Evangelio
según san Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús
a sus discípulos:
«Si me
amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro
Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no
puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo
conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.
No os dejaré
huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero
vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo
estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis
mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre,
y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Para la Semana
Lunes
22
Hechos 16, 11-15. El
Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Sal 149. El Señor ama a su pueblo.
Juan 15, 26-16,4a. El
Espíritu de la verdad dará testimonio de mí.
Martes
23
Hechos 16, 22-34. Cree
en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.
Sal 137. Tu derecha me salva,
Señor.
Juan 16, 5-11. Si no
me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.
Miércoles
24
Hechos 17, 15.22-18,1. Eso
que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo.
Sal 148. Llenos están el cielo y
la tierra de tu gloria
Juan 16, 12-15. El
Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.
Jueves
25
Hechos 18, 1-8. Se
quedó a trabajar en su casa. Todos los sábados discutía en la sinagoga.
Sal 97. El Señor revela a las naciones
su victoria.
Juan 16,16-20.
Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
Viernes
26
San
Felipe Neri, presbítero. Memoria.
Hechos 18, 9-18. Muchos
de esta ciudad son pueblo mío.
Sal 46. Dios es el rey del
mundo.
Juan 16, 20-23a. Se
alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra alegría.
Sábado
27
Hechos 18, 23-28. Apolo
demostraba con la Escritura que Jesús era el Mesías.
Sal 46, 2-3.8-10. Dios
es el rey del mundo
Juan 16, 23b-28. El
Padre os quiere, porque vosotros me queréis y creéis
Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios
y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si
no, os lo
habría dicho, porque
me voy a
prepararos un lugar.
Cuando vaya y
os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para
que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el
camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos
saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo
soy el camino,
y la verdad,
y la vida.
Nadie va al
Padre, sino por
mí. Si me
conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya
lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no
me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú:
“Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo
que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él
mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mi. Si no,
creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree
en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy
al Padre».
Para la Semana
Lunes
15
San
Isidro Labrador. Solemnidad
Gn 1,1-2. 11-13. 26-28.
Someted la tierra.
Sal 1. Su
gozo es la ley del Señor.
Sant 5,7-8.11.16-17. El
labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra.
Jn 15, 1-7. Yo soy
la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Martes
16
Hechos 14, 19-28.
Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos.
Sal 144. Tus
amigos, señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Juan 14, 27-31a. Mi paz
os doy
Miércoles
17
Hechos 15, 1-6. Se
decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros
sobre la controversia.
Sal 121. Vamos
alegres a la casa del Señor
Juan 15, 1-8. El que
permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante
Jueves
18
Hechos 15,7-2 1. A mi
parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.
Sal 95. Contad
las maravillas del Señor a todas las naciones.
Juan 15, 9-11.
Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud.
Viernes
19
Hechos 15, 22-31. Hemos
decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponernos más cargas que las
indispensables.
Sal 56. Te
daré las gracias ante los pueblos, Señor
Juan 15, 12-17. Esto
os mando, que os améis unos a otros.
Sábado
20
Hechos 16, 1-10. Ven a
Macedonia y ayúdanos.
Sal 99. Aclama
al Señor, tierra entera.
Juan 15,1 8-21. No
sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10
En
aquel tiempo, dijo Jesús:
«En
verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las
ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que
entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda, y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las
saca fuera.
Cuando
ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen,
porque conocen su voz; a un extraño
no lo seguirán,
sino que huirán
de él, porque
no conocen la
voz de los
extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no
entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En
verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han
venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo
soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos.
El
ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que
tengan vida y la tengan abundante».
Para la Semana
Lunes 8
Hechos 11, 1-18.
También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.
Sal 141. Mi alma tiene sed de
ti, Dios vivo.
Juan 10, 11 -18. El
buen pastor da la vida por las ovejas.
Martes
9
Hechos 11, 19-26. Se
pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles al Señor Jesús.
Sal 86. Alabad al Señor, todas
las naciones.
Juan 10, 22-30. Yo y
el Padre somos uno.
Miércoles
10
San Juan
de Ávila, presbítero y doctor. Memoria.
Hechos 12, 24-13,5a.
Apartarme a Bernabé y a Saulo.
Sal 66. Oh Dios, que te alaben
los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Juan 12, 44-50. Yo he
venido al mundo como luz.
Jueves
11
Hechos 13, 13-25. Dios
sacó de la descendencia de David un salvador.
Sal 88. Cantaré eternamente tus
misericordias, Señor.
Juan 13, 16-20 El que
recibe a mi enviado me recibe a mí.
Viernes
12
Hechos 13, 26-33. Dios
ha cumplido la promesa resucitando a
Jesús.
Sal 2. Tú eres mi Hijo: yo te
he engendrado hoy
Juan 14, 1-6. Yo soy
el camino, y la verdad, y la vida.
Sábado
13
Hechos 13, 44-52. Sabed
que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 97. Los confines de la
tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Juan 14, 7-14. Quien
me ha visto a mi ha visto al Padre.
Aquel mismo día (el
primero de la semana), dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una
aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén nos sesenta estadios; iban
conversando entre ellos de todo lo que
había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús en
persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces
de reconocerlo. Él les dijo:
«¿Qué conversación es esa
que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con
aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
«¿Eres tú el único
forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?». Él les
dijo:
«¿Qué?».
Ellos le contestaron:
«Lo de Jesús, el Nazareno,
que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el
pueblo; cómo lo entregaron
los sumos sacerdotes
y nuestros jefes
para que lo
condenaran a muerte,
y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba
a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto
sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado:
pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y
no habiendo encontrado su cuerpo,
vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles,
que dicen que
está vivo. Algunos
de los nuestros
fueron también al
sepulcro y lo
encontraron como habían dicho las
mujeres; pero a él no lo vieron». Entonces él les dijo:
«¡Qué necios y torpes sois
para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías
padeciera esto y entrara así en su gloria?».
Y, comenzando por Moisés y
siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas
las Escrituras.
Llegaron cerca
de la aldea
adonde iban y
él simuló que
iba a seguir
caminando; pero ellos
lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros,
porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con
ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo
partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron.
Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al
otro:
«¿No ardía nuestro corazón
mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose en aquel
momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con
sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era verdad, ha resucitado
el Señor y se ha aparecido a Simón»
Y ellos contaron lo que
les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Para la Semana
Lunes 1
Hechos 6,8-15. No lograban hacer
frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Sal 118. Dichoso el que camina
en la voluntad del Señor.
Juan 6,22-29. Trabajad no por el
alimento que parece sitio por el alimento que perdura para la vida eterna.
Martes 2
San Atanasio, obispo y
doctor de la Iglesia. Memoria.
Hechos 7,51-8,1 a. Señor Jesús, recibe mi
espíritu.
Sal 30. A tus manos, Señor,
encomiendo mi espíritu
Juan 6,30-35. No fue Moisés, sino que
es mi Padre el que da el verdadero
Miércoles 3
San Felipe y Santiago,
apóstoles. Feria.
Hechos 8,1b-8. Al ir de un lugar a
otro, iban difundiendo el Evangelio.
Sal 18. A toda la tierra
alcanza su pregón.
Juan 6,35-40. Esta es la voluntad del
Padre; que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna,
Jueves 4
San José María Rubio,
presbítero. Memoria.
Hechos 8,26-40. Siguió su viaje lleno
de alegría.
Sal 65. Aclamad al Señor,
tierra entera.
Juan 6,44-51. Yo soy el pan vivo que
ha bajado del cielo.
Viernes 5
Hechos 9,1-20. Es un instrumento
elegido por mi para dar a conocer mi nombre a los pueblos.
Sal 116. Id al mundo entero y
proclamad el Evangelio.
Juan 6,52-59. Mi carne es verdadera
comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Sábado 6
Hch 9,31-42. La Iglesia se iba
construyendo y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo.
Sal 115. ¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Jn 6,60-69. ¿A quién vamos a
acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
20, 19-31
Al anochecer
de aquel día,
el primero de
la semana, estaban
los discípulos en
una casa, con
las puertas cerradas por miedo a
los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les
enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al
Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha
enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre
ellos y les dijo:
«Recibid
el Espíritu Santo;
a quienes les
perdonéis los pecados,
les quedan perdonados;
a quienes se los
retengáis, les quedan retenidos».
Tomás, uno de los Doce,
llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos
le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los
clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su
costado, no lo creo».
A los
ocho días, estaban
otra vez dentro
los discípulos y
Tomás con ellos.
Llegó Jesús, estando
cerradas las puertas, se puso en
medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae
tu mano y métela en mi costado; y no
seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído?
Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos otros
signos, que no
están escritos en
este libro, hizo
Jesús a la
vista de los
discípulos.
Estos han
sido escritos para
que creáis que
Jesús es el
Mesías, el Hijo
de Dios, y
para que, creyendo, tengáis vida
en su nombre.
Para la Semana
Lunes
24
Hechos 4, 23-31.
Al terminar la oración, los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con
valentía la palabra de Dios.
Sal 2.
Dichosos los que se refugian en ti, Señor.
Juan 3, 1-8. El
que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Martes
25
San
Marcos, evangelista. Fiesta
1Pe5, 5b-14. Os
saluda Marcos, mi hijo.
Sal 88.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Marcos 16, 15-20.
Proclamad el Evangelio a toda la creación.
Miércoles
26
San
Isidoro, obispo y doctor. Fiesta
1Co 2, 1-10.
Vuestra fe se apoye en el poder de Dios.
Sal 118.
Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Mateo 5, 13-16.
Vosotros sois la luz del mundo.
Jueves
27
Hechos 5, 27-33.
Testigo de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.
Sal 33. Si
el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Juan 3, 31-36. El
Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.
Viernes
28
Hechos 5, 34-42.
Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre del Señor.
Sal 26.
Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Juan 6, 1-15.
Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron.
Sábado
29
Santa
Catalina de Siena, virgen y doctora, patrona de Europa. Fiesta
1
Juan 1, 5-2,2. La Sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal
102.
Bendice, alma mía, al Señor.
Mateo
11, 25-30. Has escondido estas cosas a los sabios y las has
revelado a la gente sencilla.
El
primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando
aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó
a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
amaba, y les dijo:
«Se
han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. »
Salieron
Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el
otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro;
e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó
también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos
tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos,
sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces
entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio
y creyó.
Pues
hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de
entre los muertos.
Para la Semana
Lunes 17
Hechos 2, 14.22-23. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Mateo 28, 8-15.
Comunicad a mis hermanos que vayan a Galilea, allí me verán.
Martes 18
Hechos 2, 36-41. Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en nombre de Jesucristo.
Sal 32. La
misericordia del Señor llena la tierra.
Juan 20, 11-18.
He visto al Señor y ha dicho esto.
Miércoles 19
Hechos 3, 1-10.
Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.
Sal 104. Que
se alegren los que buscan al Señor.
Lucas 24, 13-38. Lo habían reconocido al partir el pan
Jueves 20
Hechos 3, 11-26. Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de entre los
muertos.
Sal 8. Señor,
dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lucas 24, 35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos
al tercer día.
Viernes 21
Hechos 4, 1-12.
No hay salvación en ningún otro.
Sal 117. La
piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Juan 21, 1-14.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Sábado 22
Hechos 4, 13-21. No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.
Sal 117. Te
doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Marcos 16, 9-15. Id al mundo entero y predicad el Evangelio.
Jesús
compareció ante el procurador, Poncio Pilato, quien le preguntó: "¿Eres tú
el rey de los judíos?" Jesús respondió: "Tú lo has dicho". Pero
nada respondió a las acusaciones que le hacían los sumos sacerdotes y los
ancianos. Entonces le dijo Pilato: "¿No oyes todo lo que dicen contra
ti?" Pero él nada respondió, hasta el punto de que el procurador se quedó
muy extrañado. Con ocasión de la fiesta de la Pascua, el procurador solía
conceder a la multitud la libertad del preso que quisieran. Tenían entonces un
preso famoso, llamado Barrabás. Dijo, pues, Pilato a los ahí reunidos: "¿A
quién quieren que les deje en libertad: a Barrabás o a Jesús, que se dice el
Mesías?" Pilato sabía que se lo habían entregado por envidia.
Estando
él sentado en el tribunal, su mujer mandó decirle: "No te metas con ese
hombre justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa".
Mientras
tanto, los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la muchedumbre de que
pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. Así, cuando el
procurador les preguntó: "¿A cuál de los dos quieren que les suelte?"
Ellos respondieron: "A Barrabás". Pilato les dijo: "¿Y qué voy a
hacer con Jesús, que se dice el Mesías?" Respondieron todos:
"Crucifícalo". Pilato preguntó: "Pero, ¿qué mal ha hecho?"
Mas ellos seguían gritando cada vez con más fuerza: "¡Crucifícalo!"
Entonces Pilato, viendo que nada conseguía y que crecía el tumulto, pidió agua
y se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: "Yo no me hago responsable
de la muerte de este hombre justo. Allá ustedes". Todo el pueblo
respondió: "¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros
hijos!" Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás. En cambio a Jesús lo
hizo azotar y lo entregó para que lo crucificaran.
Los
soldados del procurador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de
él a todo el batallón. Lo desnudaron, le echaron encima un manto de púrpura,
trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza; le pusieron una
caña en su mano derecha y, arrodillándose ante él, se burlaban diciendo:
"¡Viva el rey de los judíos!", y le escupían. Luego, quitándole la
caña, lo golpeaban con ella en la cabeza. Después de que se burlaron de él, le
quitaron el manto, le pusieron sus ropas y lo llevaron a crucificar.
Al
salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a
llevar la cruz. Al llegar a un lugar llamado Gólgota, es decir, "Lugar de
la Calavera", le dieron a beber a Jesús vino mezclado con hiel; él lo
probó, pero no lo quiso beber. Los que lo crucificaron se repartieron sus
vestidos, echando suertes, y se quedaron sentados ahí para custodiarlo. Sobre
su cabeza pusieron por escrito la causa de su condena: 'Éste es Jesús, el rey
de los judíos'. Juntamente con él, crucificaron a dos ladrones, uno a su
derecha y el otro a su izquierda.
Los
que pasaban por ahí lo insultaban moviendo la cabeza y gritándole: "Tú,
que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si
eres el Hijo de Dios, baja de la cruz". También se burlaban de él los
sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, diciendo: "Ha salvado a
otros y no puede salvarse a sí mismo. Si es el rey de Israel, que baje de la
cruz y creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios, que Dios lo salve ahora,
si es que de verdad lo ama, pues él ha dicho: 'Soy el Hijo de Dios' ".
Hasta los ladrones que estaban crucificados a su lado lo injuriaban.
Desde
el mediodía hasta las tres de la tarde, se oscureció toda aquella tierra. Y
alrededor de las tres, Jesús exclamó con fuerte voz: "Elí, Elí, ¿lemá
sabactaní?", que quiere decir: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?" Algunos de los presentes, al oírlo, decían: "Está
llamando a Elías".
Enseguida
uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y
sujetándola a una caña, le ofreció de beber. Pero los otros le dijeron:
"Déjalo. Vamos a ver si viene Elías a salvarlo". Entonces Jesús,
dando de nuevo un fuerte grito, expiró.
Aquí
todos se arrodillan y guardan silencio por unos instantes.
Entonces
el velo del templo se rasgó en dos partes, de arriba a abajo, la tierra tembló
y las rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros y resucitaron muchos justos
que habían muerto, y después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad
santa y se aparecieron a mucha gente. Por su parte, el oficial y los que
estaban con él custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que
ocurrían, se llenaron de un gran temor y dijeron: "Verdaderamente éste era
Hijo de Dios".
Para la Semana
Lunes 10
Lunes santo
Isaías 42,1-7.
No gritará, no voceará por las calles.
Sal 26. El
Señor es mi luz y mi salvación.
Juan 12,1 -11.
Déjala, lo tenía guardado para el día de mi sepultura
Martes 11
Martes santo
Isaías 49,1-6.
Te hago luz. de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de
la tierra.
Sal 70. Mi
boca contará tu salvación, Señor
Juan 13,21-33,36-38. Uno de vosotros me va a entregar … No cantará el gallo antes de que trie
hayas negado tres veces.
Miércoles 12
Miércoles santo
Isaías 50,4-9. No
me escondí el rostro ante ultrajes.
Sal 68. Señor,
que me escuche tu gran bondad el día de tu favor.
Mateo 26,14-25.
El Hijo del hombre se va, como está escrito pero, ¡ay del que por quien es
entregado!
Jueves 13
Jueves santo
Éxodo 12,1-8.11-14. Prescripciones sobre la cena pascual.
Sal 115. El
cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo
1 Corintios 11.23-26. El cáliz que bendecimos es la comunión de ¡a sangre de Cristo.
Juan 13,1-15.
Los amó hasta el extremo
Viernes 14
Viernes santo. Celebración de la
Pasión del Señor
Isaías 52,13-53,12. El fue traspasado por nuestras rebeliones.
Hebreos 4,14-16; 5,7-9. Aprendió a obedecer y se ha convenido para todos los que le
obedecen en autor de salvación.
Juan 18,1-19,42. Lo crucificaron, y con él a otros dos.
Sábado 15
Sábado santo. Vigilia Pascual
Génesis 1,1-2,1
Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno,
Sal 103. Envía
tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
o bien: Sal 32. La misericordia del Señor llena la tierra.
Génesis 22,1-8
El sacrificio de Abrahán. nuestro padre el, la fe.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Éxodo 14,15-51.1. Los israelitas en medio del mar a pie enjuto
Salmo: Éx 15,1-18. Cantaré al Señor, sublime es su victoria
Isaías 54,5-14.
Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor.
Sal. 29. Te
ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Isaías 55,1-11
Venid a mí y viviréis. Sellaré con vosotros alianza perpetua,
Sal Is 12,2-6.
Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Baruc 3,9-15.32-4.4. Caminad en la claridad del resplandor del Señor.
Sal 18. Señor, tú tienes palabras de
vida eterna.
Ezequiel 36,16-28. Derramaré sobre vosotros agua pura y os daré un corazón nuevo,
Sal 41. Como
busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío
Romanos 6,3-11.
Cristo una vez, resucitado de entre los muertos, ya no muere más,
Sal 117.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Lucas 24,1-12.
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
En
aquel tiempo, las hermanas de Lázaro mandaron recado a Jesús, diciendo: «Señor,
tu amigo está enfermo.»
Jesús,
al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para
la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
Jesús
amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo,
se quedó todavía dos días en donde estaba.
Sólo
entonces dice a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea.»
Cuando
Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de
que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa.
Y
dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi
hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús
le dijo: «Tu hermano resucitará.»
Marta
respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús
le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya
muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees
esto?»
Ella
le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que
tenía que venir al mundo.»
Jesús
sollozó y, muy conmovido, preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?»
Le
contestaron: «Señor, ven a verlo.»
Jesús
se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!»
Pero
algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber
impedido que muriera éste?»
Jesús,
sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa.
Dice
Jesús: «Quitad la losa.»
Marta,
la hermana del muerto, le dice: «Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro
días.»
Jesús
le dice: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?»
Entonces
quitaron la losa.
Jesús,
levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has
escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me
rodea, para que crean que tú me has enviado.»
Y
dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, ven afuera.»
El
muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un
sudario.
Jesús
les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar.»
Y
muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho
Jesús, creyeron en él.
Para la Semana
Lunes 3
Daniel 13, 1-9,15-17,19-30.33-62. Ahora tengo que morir siendo inocente.
Sal 22. Aunque
camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.
Juan 8, 1 -11.
El que esté sin pecado que tire la primera piedra.
Martes 4
Números 21, 4-9. Los mordidos por serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de
bronce.
Sal 101.
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Juan 8, 21-30.
Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy.
Miércoles 5
Daniel 3,14-20,91-92,95. Dios envió a su ángel a librar a sus siervos.
Salmo: Dn 3, 52-56. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Juan 8, 31-42.
Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Jueves 6
Génesis 17, 3-9. Te hago padre de muchedumbre de pueblos.
Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Juan 8, 51-59.
Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día.
Viernes 7
Jeremías 20, 10-13. El Señor es mi fuerte defensor.
Sal 17. En el
peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Juan 10, 31-42.
Intentaron detenerle, pero se les escabulló de las manos.
Sábado 8
Ezequiel 37, 21-28. Los haré una sola nación.
Sal: Jer 31-10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Juan 11, 45-57.
Para reunir a los hijos de Dios dispersos.
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un
hombre ciego de nacimiento. Y escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se
lo untó en los ojos al ciego y le dijo: «Ve a lavarte a la piscina de Siloé
(que significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los
vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: «¿No es ése el
que se sentaba a pedir?»
Unos decían: «El mismo.»
Otros decían: «No es él, pero se le
parece.»
Él respondía: «Soy yo.»
Llevaron ante los fariseos al que había
sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También
los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó: «Me puso barro en los
ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban: «Este
hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.»
Otros replicaban: «¿Cómo puede un pecador
hacer semejantes signos?»
Y estaban divididos. Y volvieron a
preguntarle al ciego: «Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?»
Él contestó: «Que es un profeta.»
Le replicaron: «Empecatado naciste tú de
pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?»
Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo
encontró y le dijo: «¿Crees tú en el Hijo del hombre?»
Él contestó: «¿Y quién es, Señor, para que
crea en él?»
Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»
Él dijo: «Creo, Señor.»
Jesús le dijo: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es.»
Él dijo: «Creo, Señor.»
Y se postró ante él.
Para la Semana
Lunes 27
Isaías 65,17-21. Ya no se oirán gemidos ni llantos.
Sal 29. Te
ensalzaré, Señor, porque me has librado
Juan 4,43-54.
Anda, tu hijo está curado.
Martes 28
Ezequiel 47,1-9.12. Vi que manaba el agua del lado derecho del templo, y habrá vida
dondequiera que llegue la corriente.
Sal 45. El
Señor del universo está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Juan 5,1-3.5-16. Al momento aquel hombre quedó sano.
Miércoles 29
Isaías 49,8-15.
He constituido alianza con el pueblo para restaurar el país.
Sal 144. El
Señor es clemente y misericordioso
Juan 5,17-30.
Lo mismo que el Padre resucita los muertos y les da vida, así también el Hijo
da vida a los que quiere.
Jueves 30
Éxodo 32,7-14.
Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.
Sal 105.
Acuérdate de nosotros, por amor a tu pueblo.
Juan 5,31-47.
Hay uno que os acusa: Moisés, en quién tenéis vuestra esperanza.
Viernes 31
Sábado 2,1 a. 12-22. Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Sal 33. El
Señor está cerca de los atribulados.
Juan 7,1-2.10.25-30. Intentan agarrar a Jesús el justo, para matarlo, pero nadie le pudo
echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
Sábado 1
Jeremías 11, 18-20. Yo, como cordero manso, llevado al matadero.
Sal 7. Señor,
Dios mío, a tí me acojo.
Juan 7,40-53. ¿Es
que de Galilea va a venir el Mesías?
Lectura del santo Evangelio según san Juan 4, 5-15.
M-26, 39a. 40-42
En
aquel tiempo, llegó Jesús a un ciudad de Samaria llamado Sicar, cerca del campo
que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el pozo de Jacob.
Jesús,
cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo.
Era
hacia la hora sexta.
Llega
una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice:
«Dame
de beber».
Sus
discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.
La
samaritana le dice:
«¿Cómo
tú, siendo judío, me pides de beber a mi, que soy samaritana?» (porque los
judíos no se tratan con los samaritanos).
Jesús
le contestó:
«Si
conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de beber”, le
pedirías tú, y él te daría agua viva».
La
mujer le dice:
«Señor,
si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú
más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus
hijos y sus ganados?».
Jesús
le contestó:
«El
que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le
daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en
un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna».
La
mujer le dice:
«Señor,
dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros
padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe
dar culto está en Jerusalén»
Jesús
le dice:
«Créeme,
mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre.
Vosotros
adoráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la
salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre
desea que lo adoren así. Dios es espíritu, y los que lo a doran deben hacerlo
en espíritu y verdad.»
La
mujer le dice:
«Sé
que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo».
Jesús
le dice:
«Soy
yo, el que habla contigo.»
En
aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los
samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días.
Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:
«Ya
no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él
es de verdad a sacarla. Veo que tú eres
un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el
sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén»
Jesús
le dice:
«Créeme,
mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al
Padre.
Vosotros
adoráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la
salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre
desea que lo adoren así. Dios es espíritu, y los que lo a doran deben hacerlo
en espíritu y verdad.»
La
mujer le dice:
«Sé
que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo».
Jesús
le dice:
«Soy
yo, el que habla contigo.»
En
aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los
samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días.
Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:
«Ya
no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él
es de verdad el Salvador del mundo».
Para la Semana
Lunes
20
San
José, esposo de la Virgen María. Solemnidad.
2Sam 7,4-5a. 12-14a. 16. El
Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
Sal 88. Su linaje será
perpetuo.
Rom 4,13.16-18.22.
Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza.
Mt 1,16.18-21.2a. José
hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
o bien: Lc 2,41-51a. Mira
que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
Martes
21
Daniel 3,25-34-43. Acepta
nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde.
Sal 24. Señor, recuerda tu
misericordia.
Mateo 18,21-35. Si
cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará.
Miércoles
22
Deuteronomio 4,1.5-9. Poned
por obra los mandatos.
Sal 147. Glorifica al Señor,
Jerusalén.
Mateo 5,17-19. Quien
cumpla y enseñe será grande.
Jueves
23
Jeremías 7,23-28. Aquí
está la gente que no escuchó la voz del Señor su Dios.
Sal 94. Ojalá escuchéis hoy la
voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón”.
Lucas 11, 14-23. El que
no está conmigo, está contra mí.
Viernes
24
Oséas 14,2-10. No
volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos.
Sal 80. Yo soy el Señor, Dios
tuyo: escucha mi voz.
Marcos 12.28b-34. El
Señor, nuestro Dios, es el único Señor y lo amarás.
Sábado
25
Anunciación
del Señor. Solemnidad.
Is 7,10-14.8,10b. Mirad:
la virgen está encinta.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para
hacer tu voluntad.
Hb 10,4-10. Así
está escrito en el comienzo del libro acerca de mí: para hacer, ¡oh Dios!, tu
voluntad.
Lc 1,26-38.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús
tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte
a un monte alto.
Se transfiguró delante de
ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos
como la luz.
De repente se les
aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la
palabra y dijo a Jesús:
«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si
quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía estaba
hablando cuando una
nube luminosa los
cubrió con su
sombra, y una
voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el amado, en quien me
complazco. Escuchadlo».
Al oírlo, los discípulos
cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y,
tocándolos, les dijo:
«Levantaos, no temáis».
Al alzar los ojos, no
vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban del monte,
Jesús les mandó:
«No contéis a nadie la visión hasta que el
Hijo del hombre resucite de entre los muertos».
Para la Semana
Lunes
13
Deuteronomio 9,4b- 10.
Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidad.
Sal 78. Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados.
Lucas 6,36-38.
Perdonad, y seréis perdonados.
Martes
14
Is 1,10.16-20.
Aprended a obrar bien, buscad el derecho.
Sal 49. Al que sigue buen
camino le haré ver la salvación de Dios.
Mt 23, 1-12. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Miércoles
15
Jeremías 18,18-20. Venid,
lo heriremos con su propia lengua.
Sal 30. Sálvame, Señor, por tu
misericordia.
Mateo 20,17-28, Lo
condenaron a muerte.
Jueves
16
Jeremías 17,5-10.
Maldito quien confía en el hombre: bendito quien confía en el Señor.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha
puesto su confianza en el Señor.
Lc 16,19-31.
Recibiste tus bienes, y Lázaro males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras
que tú padeces.
Viernes
17
Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28. Ahí
viene el soñador, vamos a matarlo.
Sal 104. Recordad las maravillas
que hizo el Señor.
Mt 21,33-43. 45-46. Este
es el heredero: venid, lo matamos.
Sábado
18
Miqueas 7,14-15.18-20.
Arrojará a lo hondo del mar todos nuestros delitos.
Sal 102. El Señor es compasivo y
misericordioso.
Lucas 15,1-3.11-32. Este
hermano tuyo estaba muerto y ha resucitado.
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 4, 1-11
En
aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado
por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al
fin sintió hambre.
El
tentador se le acercó y le dijo:
«
Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero
él le contestó:
«Está
escrito: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios”».
Entonces
el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si
eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: «Ha dado órdenes a sus
ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece
con las piedras”».
Jesús
le dijo:
«También
está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De
nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y
su gloria, y le dijo:
«Todo
esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces
le dijo Jesús:
«Vete,
Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás
culto”».
Entonces
lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
Para la Semana
Lunes 6
Lev. 19,1-2.11-18. Juzga con justicia a tu conciudadano.
Sal 18. Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25, 31-46.
Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo
hicisteis.
Martes 7
Is 55,10-11.
Mi palabra hará mi voluntad.
Sal 33. El
Señor libra de sus angustias a los justos.
Mt 6,7-15
Vosotros rezad así.
Miércoles 8
Jon 3,1-10.
Los ninivitas se convirtieron de su mala vida.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Lc 11,29-32. A
esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Jueves 9
Est 14,1.3-5.12-14. No tengo otro auxilio fuera de ti, Señor.
Sal 137.
Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Mt 7,7-12.
Quien pide recibe
Viernes 10
Ez 18,21-28.
¿Acaso quiero yo la muerte del malvado y no que se convierta de su conducta y
que viva?
Sal 129. Si
llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mt 5,20-26.
Vete primero a reconciliarte con tu hermano.
Sábado 11
Dt 26,16-19.
Serás el pueblo santo del Señor.
Sal 118.
Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Mt 5,43-48.
Sed perfectos como vuestro Padre celestial.
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad
de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por
ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por
tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que
ya han recibido su recompensa.
Tú,
en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu
derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
Cuando
recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las
sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En
verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú,
en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre,
que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando
ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros
para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido
su paga.
Tú,
en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu
ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu
Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,24-34):
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«Nadie
puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al
contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir
a Dios y al dinero.
Por
eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni
por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que
el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no
siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los
alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién
de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por
qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni
trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido
como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se
arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gante de
poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o
con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro
Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad
sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por
añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su
propio agobio. A cada día le basta su desgracia».
Para la Semana
Lunes 27
Eclo 17,24-29.
Vuélvete al Altísimo y reconoce los juicios de Dios.
Sal 31.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Mc 10,17-27.
Vende lo que tienes y sígueme.
Martes 28
Eclo 35,1-12.
Quien guarda los mandamientos ofrece sacrificios de comunión.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc 10,28-31.
Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones y en la edad
futura, vida eterna.
SE INTERRUMPE EL TIEMPO ORDINARIO
Miércoles 1 de marzo
Miércoles de Ceniza
Ayuno y abstinencia
Jl 2,12-18.
Rasgad los corazones y no las vestiduras.
Sal 50.
Misericordia, Señor: hemos pecado.
2Cor 5,20-6,2.
Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable.
Mt 6,1-6.16-18.
Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Jueves 2
Dt 30,15-20.
Hoy te pongo delante bendición y maldición.
Sal 1. Dichoso
el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 9,22-25. El
que pierda su vida por mi causa la salvará.
Viernes 3
Is 58,1-9a.
Este es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Mt 9,14-15.
Cuando se lleven al esposo, entonces ayunarán.
Sábado 4
Is 58,9b-14.
Cuando partas tu pan con el hambriento…brillará tu luz en las tinieblas.
Sal 85.
Enséñame Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Lc 5,27-32. No
he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo 5, 38-48
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos:
«Habéis
oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis
frente al que os agravia.
Al contrario, si uno
te abofetea en
la mejilla derecha, preséntale la
otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la
túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla,
acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo
rehúyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu
enemigo”.
Pero
yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para
que seáis hijos de vuestro Padre
celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a
justos e injustos.
Porque,
si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también
los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de
extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed
perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
Para la Semana
Lunes 20
Eclo 1,1-10. Antes que todo fue creada la
sabiduría.
Sal 92. El Señor reina, vestido de majestad.
Mc 9,13-28. Tengo fe, pero dudo, ayúdame.
Martes 21
Eclo 2,1-13. Prepárate para las pruebas.
Sal 36. Encomienda tu camino al Señor, y Él
actuará.
Mc 9,29-36. El Hijo del hombre va a ser
entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos.
Miércoles 22
La Cátedra del Apóstol
san Pedro. Fiesta.
1Pe 5,1-4. Presbítero como ellos y testigo de
los sufrimientos de Cristo.
Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me
falta.
Mt 16,13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves
del Reino de los cielos.
Jueves 23
San Policarpo, mártir.
Memoria.
Eclo 5,1-10. No tardes en volverte al Señor.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su
confianza en el Señor.
Mc 9,40-49. Más te vale entrar manco en la vida
que ir con las dos manos al abismo.
Viernes 24
Eclo 6,5-17. Un amigo fiel no tiene precio.
Sal 118. Guíame, Señor, por la senda de tus
mandatos.
Mc 10,1-12. Lo que Dios ha unido, que no lo
separe el hombre.
Sábado 25
Eclo 17,1-13. Dios hizo al hombre a su imagen.
Sal 102. La misericordia del Señor sobre sus
fieles dura siempre.
Mc 10,13-16.
El que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,17-37):
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No
creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir,
sino a dar plenitud.
En
verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse
hasta la última letra o tilde de la ley.
El
que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a
los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero
quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.
Porque
os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos,
no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis
oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de
juicio.
Pero
yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será
procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el
Sanedrín, y silo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por
tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el
altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a
presentar tu ofrenda.
Con
el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de
camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la
cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el
último céntimo.
Habéis
oído que se dijo: “No cometerás adulterio”.
Pero
yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio
con ella en su corazón.
Si
tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un
miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si
tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale
perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se
dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo
que si uno repudia a su mujer —no hablo de unión ilegítima— la induce a cometer
adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También
habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus
juramentos al Señor”.
Pero
yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios;
ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la
ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o
negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de
ahí viene del Maligno».
Para la Semana
Lunes
13
Gn 4,1-15.25.
Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
Sal 49.
Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza.
Mc 8,11-13.
¿Por qué esta generación reclama un signo
Martes
14
San
Cirilo, monje, y san Metodio, obispo, patronos de Europa. Fiesta.
Hch 13,46-49.
Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 116.
Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Lc 10,1-9.
La mies es abundante y los obreros pocos.
Miércoles
15
Gn 8,6-13.20-22.
Miró Noé y vio que la superficie estaba seca.
Sal 115.
Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mc 8,22-26.
El ciego quedó curado, y veía con toda claridad.
Jueves
16
Gn 9,1-13.
Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra.
Sal 101.
El Señor, desde el cielo, se ha fijado en la tierra.
Mc 8,27-33.
Tú eres el Mesías. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho.
Viernes
17
Gn 11,1-9
Voy a bajar y a confundir su lengua.
Sal 32.
Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Mc 8,34-9,1.
El que pierda su vida por mi y por el evangelio la salvará.
Sábado
18
Hb 11,1-7.
Por la fe sabemos que la palabra de Dios configuró el universo.
Sal 144.
Bendeciré tu nombre, Señor, por siempre.
Mc 9,1-13.
Se transfiguró delante de ellos.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,13-16):
En
aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
-
Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la
salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros
sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un
monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para
ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa.
Alumbre
así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria
a vuestro Padre, que está en el cielo.
Para la Semana
Lunes
6
Génesis
1,1-19. Dijo Dios, y así fue.
Sal
103.
El Señor goce con sus obras.
Marcos
6,53-56. Los que le tocaban se ponían sanos.
Martes
7
Génesis
1,20-2,4. Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.
Sal
8.
¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Marcos
7,1-13. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para
aferrarnos a la tradición de los hombres,
Miércoles
8
Gn
2,4b-9.15-17. El Señor Dios tomó al hombre y lo
colocó en el jardín del Edén.
Sal
103.
Bendice, alma mía, al Señor.
Mc
7,14-23. Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al
hombre.
Jueves
9
Gn
2,18-25. Dios presentó la mujer al hombre. Y serán los dos
una sola carne.
Sal
127.
Dichosos los que temen al Señor.
Mc
7,24-30. Los perros, debajo de la mesa, comen las migajas
que tiran los niños.
Viernes
10
Santa
Escolástica, virgen. Memoria.
Gn
3,1-8. Seréis como Dios en el conocimiento del bien y
del mal.
Sal
31.
Dichoso el que está absuelto de su culpa.
Mc
7,31-37. Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Sábado
11
Gn
3,9-24. El Señor lo expulsó del jardín del Edén, para que
labrase el suelo.
Sal
89.
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Mc
8,1-10. La gente comió hasta quedar satisfecha.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12a):
En
aquel tiempo, al ver Jesús al gentío, subió a la montaña, se sentó y se
acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
Dichosos
los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos
los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos
los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia.
Dichosos
los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos
los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios.
Dichosos
los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
cielos.
Dichosos
vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo
por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande
en el cielo.
Para la Semana
Lunes
30
Hebreos
11,32-40. Por medio de la fe subyugaron reinos. Dios tiene
preparado algo mejor para nosotros.
Sal
30.
Sed fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
Marcos
5,1-20. Espíritu inmundo, sal de este hombre.
Martes
31
San
Juan Bosco. Memoria.
Hebreos
12,1-4. Corramos la carrera que nos toca, sin retirarnos.
Sal
21. Te alabarán, Señor, los que te
buscan.
Mateo
5,21-43. Contigo hablo, niña, levántate.
Miércoles
1
Hb
12,4-7.11-15. Dios reprende a los que ama.
Sal
102.
La misericordia del Señor dura siempre para los que cumplen sus mandatos.
Mc
6,1-6. No desprecian a un profeta más que en su tierra.
Jueves
2
Presentación
del Señor. Fiesta.
Mal
3,1-4. Entrará en el santuario el Señor a quien vosotros
buscáis.
o bien:
Heb
2,14-18. Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.
Sal
23.
El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.
Lc
2,22-40. Mis ojos han visto a tu Salvador.
Viernes
3
Hebreos
13,1 –8. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y, siempre.
Sal
26.
El Señor es mi luz y mi salvación
Marcos
6,14-29. Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.
Sábado
3
Hebreos
13,15-17.20-21. Que el Dios de la paz, que hizo subir
de entre los muertos al gran pastor, os ponga a punto en todo bien.
Sal
22.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
Marcos
6,30-34. Andaban como ovejas sin pastor.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (4,12-23):
Al enterarse Jesús de que habían arrestado
a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto
al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho
por medio del profeta Isaías:
«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino
del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas vio una
luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les
brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar
diciendo:
«Convertíos, porque está cerca el reino de
los cielos».
Paseando junto al mar de Galilea vio a dos
hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el
mar, pues eran pescadores.
Les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de
hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo
siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos
hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la
barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su
padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en
sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y
toda dolencia en el pueblo.
Para la Semana
Lunes
23
San
Ildefonso, obispo. Fiesta.
Sab
7,7-10.15-16. Quise más la sabiduría que la salud
y la belleza.
Sal
18.
Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
Lc
6,34-39. ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor” y no hacéis
lo que digo?.
Martes
24
Hb
10,1-10. Aquí estoy, ¡oh Dios! para hacer tu voluntad.
Sal
39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc
3,31-35. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi
hermano y mi hermana y mi madre.
Miércoles
25
La
conversión de san Pablo. Fiesta.
Hch
22,3-16. Levántate, recibe el bautismo que, por la
invocación del nombre de Jesús, lavará tus pecados.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Mc
16,15-18. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Jueves
26
Santos
Timoteo y Tito, obispos. Memoria
2Tim
1,1-8. Refrescando la memoria de tu fe sincera.
Sal
95.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Mc
4,21-25. El candil se trae para ponerlo en el candelero.
La medida que uséis, la usarán con vosotros.
Viernes
27
Hb
10,32-29. Soportasteis múltiples combates. No renunciéis,
pues, a vuestra valentía.
Sal
36.
El Señor es quien salva a los justos.
Mc 4,26-34. Echa simiente, duerme, y
la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.
Sábado
28
Santo
Tomás de Aquino. Memoria.
Hb
11,1-2.8-19. Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y
constructor iba a ser Dios.
Salmo.
Lc 1,69-75. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado a su pueblo.
Mc
4,35-40. ¿Quién es éste? Hasta el viento y las aguas le
obedecen.
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,29-34):
En
aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Éste es el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Ése es aquel de quien yo dije:
"Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía
antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para
que sea manifestado a Israel.»
Y
Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo
como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a
bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y
posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo
lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Para la Semana
Lunes
16
Hebreos 5,1-10.
A pesar de ser Hijo, aprendió a obedecer.
Sal 109.
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Marcos 2,18-22.
El novio está con ellos.
Martes
17
San
Antonio, abad. Memoria.
Hebreos 6,10-20.
La esperanza que se nos ha ofrecido es para nosotros como ancla segura y
fuerte.
Sal 110.
El Señor recuerda siempre su alianza.
Marcos 2,23-28.
El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Miércoles
18
Hebreos 7,1-3.15-17,
Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec.
Sal 109.
Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.
Marcos 3,1-6.
¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?
Jueves
19
Hebreos 7,25-8,6.
Ofreció sacrificios de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Sal 39:
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Marcos 3,7-12.
Los espíritus inmundos gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”, les prohibió que
les diese a conocer.
Viernes
20
Hebreos 7,25-8,6.
Ofreció sacrificios de una vez para siempre, ofreciéndose a si mismo.
Sal 84.
La misericordia y la fidelidad se encuentran.
Marcos 3,7-12.
Los espíritus inmundos gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”, les prohibió que
les diese a conocer.
Sábado
21
Santa
Inés, virgen y mártir. Memoria.
Hebreos 9,2-3.11-14.
Usando su propia sangre ha entrado en el santuario una vez para siempre.
Sal 46.
Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al son de trompetas.
Marcos 3,20-2 1.
Su familia decía que no estaba en sus cabales.
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (3,13-17):
En
aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo
bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole: «Soy yo el que necesito
que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?»
Jesús
le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios
quiere.» Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua;
se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se
posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: «Éste es mi Hijo, el
amado, mi predilecto.»
Para la Semana
Lunes
9
Hb 1,1-6.
Dios nos ha hablado por el Hijo.
Sal 96.
Adorad a Dios, todos sus ángeles.
Mc 1,14-20.
Convertíos y creed la Buena Noticia.
Martes
10
Hb 2,5-12.
Dios juzgó conveniente perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su
salvación.
Sal 8. Diste a tu Hijo el
mando sobre las obras de tus manos.
Mc 1,21-28. Le
enseñaba con autoridad.
Miércoles
11
Hb 2,14-18.
Tenía que parecerse en todo a sus hermanos para ser compasivo y pontífice fiel.
Sal 104. El
Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mc 1,29-39.
Curó a muchos enfermos de diversos males.
Jueves
12
Hb 3,7-14.
Animaos los unos y los otros mientras dure este “hoy”.
Sal 94.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis el corazón”.
Mc 1,40-45. La
lepra se le quitó y quedó limpio.
Viernes
13
Hb 4,1-5.11.
Empeñémonos en entrar en aquel descanso.
Sal 77. No
olvidéis las acciones de Dios.
Mc 2,1-12. El
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.
Sábado
14
Hb 4,12-16.
Acerquémonos con seguridad al trono de gracia.
Sal 18. Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mc 2,13-17. No
he venido a llamar justos, sino pecadores.