Lectura del santo Evangelio según san Mateo
2, 13-15. 19-23
Cuando
se retiraron los magos, el ángel del señor se apareció en sueños a José y le
dijo:
«Levántate,
toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José
se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó
hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio
del profeta:
«De
Egipto llamé a mi hijo».
Cuando
murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en
Egipto y le dijo:
«Levántate,
coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los
que atacaban contra la vida del niño». Se levantó, tomó al niño y a su madre y
volvió a la tierra de Israel.
Pero
al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes
tuvo miedo de ir allá.
Y
avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada
Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría
nazareno.
Para la Semana
Lunes 30
1Jn 2,12-17. El que hace la voluntad de Dios permanece para
siempre.
Sal 95. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Lc 2,36-40. Hablaba del niño a todos los que aguardaban la
liberación de Jerusalén.
Martes 31
1Jn 2,18-21. Estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo
conocéis.
Sal
95,1-2.11-12.13-14. Alégrese el
cielo, goce la tierra.
Jn 1,1-18. La Palabra se hizo carne.
Miércoles 1
Santa María, Madre de Dios.
Solemnidad.
Núm 6,22-27. Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los
bendeciré.
Sal 66. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Gál 4,4-7. Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer.
Lc 2,16-21. Encontraron a María y a José, y al niño, a los ocho
días, le pusieron por nombre Jesús.
Jueves 2
San Basilio y san Gregorio
Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Memoria.
1Jn 2,22-28. Lo que habéis oído desde el principio permanezca en
vosotros.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la
victoria de nuestro Dios.
Jn 1,19-28. En medio de vosotros hay uno que no conocéis
Viernes 3
1Jn 2,29-3,6. Todo el que permanece en Dios, no peca.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria
de nuestro Dios.
Jn 1,29-34. Este es el Cordero de Dios.
Sábado 4
1Jn 3,7-10. No puede pecar, porque ha nacido de Dios.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria
de nuestro Dios.
Jn 1,35-42. Hemos encontrado al Mesías.
Miércoles
25
Natividad
del Señor. Solemnidad.
Is
52,7-10. Verán los confines de la tierra la victoria de nuestro
Dios.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Heb 1,1-6. Dios nos ha hablado por el Hijo.
Jn 1,1-18. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
Jueves
26:
San
Esteban, protomártir. Fiesta.
Hch
6,8-10; 7,54-60. Veo el cielo abierto.
Sal 30. A tus
manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Mt
10,17-22. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de
vuestro Padre.
Viernes
27
San
Juan, apóstol y evangelista. Fiesta.
1Jn
1,1-4. Os anunciamos lo que hemos visto y oído.
Sal 96.
Alegros, justos, con el Señor.
Jn
20,1a.2-8. El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al
sepulcro.
Sábado
28
Los
santos inocentes, mártires. Fiesta.
1Jn
1,5-2,2. La Sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal
123.
Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
Mt
2,13-18. Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
1, 18-24
La
generación de Jesucristo fue de esta manera:
María,
su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella
esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José,
su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel
del Señor que le dijo:
«José,
hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en
ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre
Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Todo esto sucedió para
que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad:
la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que
significa “Dios con nosotros”».
Cuando
José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su
mujer.
Lunes
23
Mal
3,1-4.23-24. Os enviaré al profeta Elías antes de que
llegue el día del Señor.
Sal 24.
Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Lc
1,57-66. El nacimiento de Juan Bautista.
Martes
24
2S
7,1-5.8b-12.14a.16. El reino de David durará por siempre en la
presencia del Señor.
Sal 88.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Lc
1,67-79. Nos visitará el sol que nace de lo alto.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
11, 2-11
En
aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a
sus discípulos a preguntarle.
«¿Eres
tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». Jesús les respondió:
«Id
a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos
andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y
los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!
». Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
«¿Qué
salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué
fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo
habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí,
os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
“Yo
envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.
En
verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista;
aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él»
Lunes
16
Nm
24,2-7.15-17a. Avanza la constelación de Jacob.
Sal 24. Señor,
instrúyeme en tus sendas.
Mt
21,23-27. El bautismo de Juan, ¿de dónde venía?
Martes
17
Gn
49,1-2.8-10. No se apartará de Judá el cetro.
Sal 71. Que en
sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Mt
1,1-17. Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
Miércoles
18
Nuestra
Señora de la Esperanza.
Jer 23,
5-8.
Daré a David un vástago legítimo.
Sal 71. En sus
días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Mt
1,18-24. Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.
Jueves
19
Jue
13,2-7.24-25a. El ángel anuncia el nacimiento de Sansón.
Sal 70. Que mi
boca esté llena de tu alabanza y cante tu gloria.
Lc
1,5-25. El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.
Viernes
20
Is 7,10-14. Mirad: la Virgen está en
cinta.
Sal 23. Va a
entrar el Señor, Él es el Rey de la gloria.
Lc
1,26-38. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Sábado
21
Cant
2,8-14. Llega mi amado, saltando sobre los montes.
o bien:
Sof
3,14-18a. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti.
Sal 32.
Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
Lc
1,39-45. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
1.26-38
En
aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea
llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa
de David; el nombre de la virgen era María.
El
ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella
se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
«No
temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre
y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará
Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará
sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al
ángel:
«¿Cómo
será eso, pues no conozco a varón?». El ángel le contestó:
«El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu
pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la
que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible». María contestó:
«He
aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y
el ángel se retiró.
Lunes 9
Is 35,1-10. Dios viene en persona y os salvará.
Sal 84. Nuestro Dios viene y nos salvará.
Lc 5,17-26. Hoy hemos visto cosas admirables.
Martes 10
Is 40,1-11. Dios consuela a su pueblo.
Sal 95. Nuestro Dios llega con poder.
Mt 18,12-14. Dios no quiere que se pierda ni uno de estos
pequeños.
Miércoles 11
Santa Maravillas de Jesús, virgen. Fiesta.
Ca 8,6-7. Es fuerte el amor como la muerte.
Sal 44. Llega el Esposo; salid a recibir a Cristo, el Señor.
Lc 10,38-42. María ha escogido la parte mejor.
Jueves 12
Is 41,13-20. Yo soy tu libertador, el Santo de Israel.
Sal 144. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la
cólera y rico en piedad.
Mt 11,11-15. No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista.
Viernes 13
Is 48,17-19. Si hubieras atendido a mis mandatos.
Sal 1. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Mt 11,16-19. No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.
Sábado 14
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la
Iglesia. Memoria.
Eclo
48,1-4.9-11. Elías volverá.
Sal 79. Oh. Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Mt 17,10-13. Elías ya ha venido, y no lo reconocieron.
Evangelio según San Mateo 24,37-44.
En
aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando
venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé.
En
los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta
que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y
los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno
será llevado y el otro dejado.
De
dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.
Estén
prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo
bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón,
velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes
también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos
pensada.
Lunes 2
Is
2,1-5. El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del
reino de Dios.
o bien:
Is
4,2-6. El vástago del Señor será ornamento para los
supervivientes.
Sal
121.
Vamos alegres a la casa del Señor.
Mt
8,5-11. Vendrán muchos de oriente y occidente al reino de los
cielos.
Martes 3
San Francisco Javier, presbítero. Memoria.
Is
11,1-10. Sobre él se posará el espíritu del Señor.
Sal
71.
Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Lc
10,21-24. Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo.
Miércoles 4
Is
25,6-10a. El Señor invita a su festín y enjuga las lágrimas de todos
los rostros.
Sal
22.
Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Mt
15,29-37. Jesús cura a muchos y multiplica los panes.
Jueves 5
Is
26,1-6. Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad.
Sal
117.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Mt
7,21.24-27. El que cumple la voluntad del Padre entrará en
el reino de los cielos
Viernes 6
Is
29,17-24. Aquel día verán los ojos de los ciegos.
Sal
26.
El Señor es mi luz y mi salvación.
Mt
9,27-31. Curación de dos ciegos que creen en Jesús.
Sábado 7
San Ambrosio, obispo y doctor de la
Iglesia. Memoria.
Is
30,19-21.23-26. Se apiadará a la voz de tu gemido.
Sal
146.
Dichosos los que esperan en el Señor.
Mt
9,35-10,1.6-8. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
23, 35-43
En
aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo:
«A
otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el
Elegido».
Se
burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre,
diciendo:
«Si
eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
Había
también por encima de él un letrero:
«Éste
es el rey de los judíos».
Uno
de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:
«¿No
eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero
el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni
siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo
estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en
cambio, este no ha hecho nada malo».
Y
decía:
«Jesús,
acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
Jesús
le dijo:
«En
verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».
Para la Semana
Lunes
25
Dan
1,1-6.8-20. No encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael
y Azarías.
Salmo:
Dan 3,52-56. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Lc
21,1-4. Vio una viuda pobre que echaba dos monedillas.
Martes
26
Dan
2,31-45. Dios suscitará un reino que nunca será destruido y acabará
con todos los reinos.
Salmo:
Dan 3,57-61. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lc
21,5-11. No quedará piedra sobre piedra.
Miércoles
27
Dan
5,1-6.13-14.16-17.23-28. Aparecieron unos dedos de mano humana
escribiendo.
Salmo:
Dan 3,62-67. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lc
21,12-19. Todos os odiarán a causa de mi nombre, pero ni un cabello
de vuestra cabeza perecerá.
Jueves
28
Dn
6,12-28. Dios envió su ángel a cerrar las fauces de los leones.
Sal: Dn
3,68-74. Ensalzadlo con himnos por los siglos.
Lc
21,20-28. Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los
gentiles les llegue su hora.
Viernes
29
Dan
7,2-14. Vi venir una especie de hijo de hombres entre las nubes del
cielo.
Salmo:
Dan 3,75-81. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lc
21,29-33. Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca
el reino de Dios.
Sábado
30
San
Andrés, apóstol. Fiesta.
Rom
10,9-18. La fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a
través de la palabra de Cristo.
Sal 18. A toda
la tierra alcanza su pregón.
Mt
4,18-22. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
En
aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que
estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo.
«Esto
que contempláis, llegarán un días en que no quedará piedra sobre piedra que no
sea destruida».
Ellos
le preguntaron:
«Maestro,
¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para
suceder?». Él dijo:
«Mirad
que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o
bien:
“Está
llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando
oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque
es necesario que eso ocurra primero, pero el final no será enseguida».
Entonces
les decía:
«Se
alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y
en diversos países, hambres y pestes.
Habrá
también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero
antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas
y a las cárceles, y haciéndonos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa
de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por
ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa,
porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni
contradecir ningún adversario vuestro.
Y
hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y
matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
Pero
ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis
vuestras almas».
Para la
Semana
Lunes
18
1Mac
1,10-15. 41-43. 54-57. 62-64. Una cólera terrible se abatió
sobre Israel.
Sal
118.
Dame vida, Señor, para que observe tus
preceptos.
Lc
18,35-43. “¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que recobre la
vista”.
Martes
19
2Mac
6,18-31. Legaré un noble ejemplo para que aprendan a arrostrar una
muerte noble, por amor a nuestra ley.
Sal 3. El
Señor me sostiene.
Lc
19,1-10. El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
estaba perdido.
Miércoles
20
2Mac
7,1.20-31. El Creador del universo os devolverá el aliento y la vida.
Sal 16. Al
despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Lc
19,11-28. ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Jueves
21
Presentación
de la bienaventurada Virgen María. Memoria.
1Mac
2,15-29. Viviremos según la Alianza de nuestros padres.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Lc
19,41-44. ¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!
Viernes
22
Santa
Cecilia, virgen y mártir. Memoria
1Mac
4,36-37.52-59. Celebraron la consagración, ofreciendo con
alegría holocaustos.
Salmo:
1Cr 29,10-12. Alabamos tu nombre glorioso, Señor.
Lc
19,45-48. Habéis hecho de la casa de Dios una “cueva de bandidos”.
Sábado
23
1Mac
6,1-13. Por las desgracias que hice en Jerusalén, muero de
tristeza.
Sal 9.
Gozaré con tu salvación, Señor.
Lc
20,27-40. No es Dios de muertos, sino de vivos.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
20, 27-38
En
aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay
resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro,
Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin
hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues
bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y
el tercero se casaron con ella, y así los siete, y
murieron todos sin dejar hijos. Por último,
también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será
la mujer? Porque los siete la tuvieron cono mujer». Jesús les dijo:
«En
este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean
juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre
los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden
morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la
resurrección.
Y
que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la
zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”.
No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
Para la
Semana
Lunes
11
San
Martín de Tours, obispo. Memoria.
Sab
1,1-7. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el
espíritu del Señor llena la tierra.
Sal
138.
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc
17,1-6. Si siete veces en un día vuelve a decirte: “Me arrepiento”,
lo perdonarás.
Martes
12
San
Josafat, obispo y mártir. Memoria
Sab
2,23-3,9. Los insensatos pensaban que habían muerto, pero ellos están
en paz.
Sal 33.
Bendigo al Señor en todo momento.
Lc
17,7-10. Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que
hacer.
Miércoles
13
Sab
6,1-11. Escuchad, reyes, para que aprendáis sabiduría.
Sal 81.
Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.
Lc
17,11-19. ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que
este extranjero?
Jueves
14
Sab
7,22-8,1. Irradiación de la luz eterna es la sabiduría, y espejo límpido
de la actividad de Dios.
Sal
118.
Tu palabra, Señor, es eterna.
Lc
17,20-25. El reino de Dios está en medio de vosotros
Viernes
15
Sab
13,1-9. Si han sido capaces de escudriñar el universo, ¿cómo no
encontraron a su Señor?
Sal 18. El
cielo proclama la gloria de Dios.
Lc
17,26-37. El día que se revele el Hijo del hombre.
Sábado
3
Sab
18,14-16; 19,6-9. Se vio el mar Rojo convertido en un camino
practicable, y retozaban como corderos.
Sal
104.
Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Lc
18,1-8. Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante Él
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 19, 1 - 10
En
aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En
esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién
era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de
estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque
tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y
dijo:
«Zaqueo,
data prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio
prosa en bajar y lo recibió muy contento.
Al
ver esto, todos murmuraban, diciendo:
«Ha
entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero
Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira,
Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a
alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús
le dijo:
«Hoy
ha sido la salvación de esta casa; pues también este es hijo de Abrahán. Porque
el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Para la Semana
Lunes
4
San
Carlos Borromeo, obispo. Memoria
Rom
11,29-36. Dios nos encerró a todos en desobediencia, para tener
misericordia de todos.
Sal 68. Señor,
que me escuche tu gran bondad.
Lc
14,12-14. No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados.
Martes
5
Rom
12,5-16a. Existimos en relación con los otros miembros.
Sal 130.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Lc
14,15-24. Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que
entren y se llene mi casa.
Miércoles
6
Santos
Pedro Poveda Castroverde e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau,
presbíteros, y compañeros, mártires. Memoria.
Rm
13,8-10. Amar es cumplir la ley entera.
Sal
111.
Dichoso el que se apiada y presta.
Lc
14,25-33. El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser
discípulo mío.
Jueves
7
Rm
14,7-12. En la vida y en la muerte somos del Señor.
Sal 26. Espero
gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc
15,1-10. Habrá alegría en el cielo por un pecador que se convierta.
Viernes
8
Dedicación
de la basílica de Letrán. Fiesta (trasladada).
Ez
47,1-2.8-9.12. Vi agua que manaba del templo, y habrá vida
allá donde llegue el torrente.
o bien:
1Cor
3,9c-11. 16-17. Sois templo de Dios.
Sal 45. Un río
y sus canales alegran la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.
Jn
2,13-22. Hablaba del templo de su cuerpo.
Sábado
9
Ntra.
Sra. de la Almudena. Solemnidad.
Zc
2,14-17. Vi que manaba agua del lado derecho del templo, y habrá
vida dondequiera que llegue la corriente.
Jdt
13,18-19. Tú eres el orgullo de nuestra raza.
Ap
21,3-5a. Vi la nueva Jerusalén, adornada como una novia se adorna
para su esposo.
Jn
19,25-27. Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.
En
aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos
por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos
hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El
fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh
Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones,
injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana
y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose
atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho diciendo:
“¡Oh
Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os
digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se
enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Para la
Semana
Lunes
28
Santos
Simón y Judas, apóstoles. Fiesta.
Ef
2,19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal 18. A toda
la tierra alcanza su pregón.
Lc
6,12-19. Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró
apóstoles.
Martes
29
Rom
8,18-25. La creación, expectante, está aguardando la manifestación
de los hijos de Dios.
Sal
125.
El Señor ha estado grande con nosotros.
Lc
13,18-21. El grano creció y se hizo un árbol.
Miércoles
30
Rm
8,26-30. A los que aman a Dios todo les sirve para el bien.
Sal 12. Yo
confío, Señor, en tu misericordia.
Lc
13,22-30. Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en
el Reino de Dios.
Jueves 31
Rm
8,31b-39. Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios
manifestado en Cristo.
Sal
108.
Sálvame, Señor, por tu bondad.
Lc
13,31-35. No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Viernes
1
Todos
los santos. Solemnidad.
Ap 7,2-4.9-14. Vi una muchedumbre inmensa, que
nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas.
Sal 23. Esta es la generación que busca tu
rostro, Señor.
1Jn 3,1-3. Veremos a Dios tal cual es.
Mt 5,1-12a. Alegraos y regocijaos, porque
vuestra recompensa será grande en el cielo.
Sábado
2
Conmemoración
de todos los fieles difuntos.
Job
19,1.23-27a. Yo sé que está vivo mi redentor.
Sal 24. A ti, Señor, levanto mi alma.
Flp
3,20-21. Transformará nuestro cuerpo humilde, según su modelo
glorioso.
Mc
15,33-39; 16,1-6. Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
18, 1-8
En
aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar
siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
«Había
un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la
misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme
justicia frente a mi adversario”.
Por
algún tiempo se negó, pero después se dijo:
“Aunque
ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando,
le voy hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a
importunarme”». Y el Señor añadió:
«Fijaos
en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que
claman ante el día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia
sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la
tierra?».
Para
la Semana
Lunes
21
Rom 4,20-25. Está
escrito por nosotros, a quienes se nos contará: nosotros, los que creemos en
Él.
Salmo: Lc 1,69-75.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Lc 12,13-21. ¿De
quién será lo que has preparado?
Martes
22
Rom 5,12.15b.17-19.20b-21. Si por
el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado, con cuánta más razón
reinarán en la vida.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para
hacer tu voluntad.
Lc 12,35-38.
Bienaventurados los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentre en
vela.
Miércoles
23
Rom 6,12-18.
Ofreceos a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la muerte.
Sal 123. Nuestro auxilio es el
nombre del Señor.
Lc 12,39-48. Al que
mucho se le dio, mucho se le reclamará.
Jueves
24
Rom 6,19-23. Ahora
estáis liberados del pecado y hechos esclavos de Dios.
Sal 1. Dichoso el hombre que
ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 12,49-53. No he
venido a traer paz, sino división
Viernes
25
Rom 7,18-24.
¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Sal 118. Instrúyeme, Señor, en
tus decretos.
Lc 12,54-59. Sabéis
interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis
interpretar el tiempo presente?
Sábado
26
Rm 8,1-11. El
Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros.
Sal 23. Este es el grupo, que
viene a tu presencia, Señor.
Lc 13,1-9. Si no
os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
17, 11-19
Una
vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando
iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que
se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús,
maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos, les dijo:
«ld
a presentaros a los sacerdotes».
Y
sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo
que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los
pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este
era un samaritano.
Jesús
tomó la palabra y dijo:
«¿No
han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido
quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». Y le dijo:
«Levántate,
vete; tu fe te ha salvado».
Para la
Semana
Lunes
14
Rom
1,1-7. Por Cristo hemos recibido la gracia del apostolado, para
suscitar la obediencia de la fe entre los gentiles.
Sal 97. El
Señor da a conocer su salvación.
Lc 11,29-32. A esta
generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Martes
15
Santa
Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia. Fiesta.
Si 15,1-6. Lo llena de sabiduría e inteligencia.
Sal 88.
Contaré tu fama a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré.
Mt
11,25-30. Soy manso y humilde de corazón.
Miércoles
16
Rm
2,1-11. Pagará a cada uno según sus obras, primero al judío, pero
también al griego.
Sal 61. Tú,
Señor, pagas a cada uno según sus obras.
Lc
11,42-46. ¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros también,
maestros de la Ley!
Jueves
17
San
Ignacio de Antioquía, obispo y mártir. Memoria.
Rom
3,21-30. El hombre es justificado por la fe, sin obras de la Ley.
Sal
129.
Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Lc
11,47-54. Se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la
sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías.
Viernes
18
San
Lucas, evangelista. Fiesta.
2Tim
4,10-17b. Lucas es el único que está conmigo.
Sal
144.
Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Lc
10,1-9. La mies es abundante y los obreros pocos
Sábado
19
Rom
4,13.16-18. Apoyado en la esperanza, creyó contra toda
esperanza.
Sal
104.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Lc
12,8-12. El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que
tenéis que decir.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
17, 5-10
En
aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
«Aumentarnos
la fe». El Señor dijo:
«Si
tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de
raíz y plántate en el mar”, y os obedecería.
¿Quién
de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve
del campo, “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?
¿No
le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo,
y después comerás y beberás tú”? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado
porque ha hecho lo mandado?
Lo
mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos
siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
Para la
Semana
Lunes 7
Bienaventurada
Virgen del Rosario. Memoria.
Jon
1,1-2,1.11. Jonás se puso en marcha para huir lejos del
Señor.
Salmo:
Jon 2,3-5.8. Tú, Señor, me sacaste vivo de la fosa.
Lc
10,25-37. ¿Quién es mi prójimo?
Martes
8
Jon
3,1-10. Los ninivitas habían abandonado el mal camino, y se
arrepintió Dios.
Sal
129.
Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Lc
10,38-42. Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte
mejor.
Miércoles
9
Jon
4,1-11. Tú te compadeces del ricino, ¿y no me he de compadecer yo
de Nínive, la gran ciudad?
Sal 85. Tú,
Señor, eres lento a la cólera y rico en piedad.
Lc
11,1-4. Señor, enséñanos a orar.
Jueves
10
M
3,13-20a. Mirad que llega el día, ardiente como un horno.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc
11,5-13. Pedid y se os dará.
Viernes
11
Santa
María Soledad Torres Acosta, virgen. Memoria.
Jl
1,13-15;2,1-2. El Día del Señor, día de oscuridad y negrura.
Sal 9. El
Señor juzgará el orbe con justicia.
Lc 11,15-26. Si yo echo los demonios con el dedo
de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Sábado
12
Bienaventurada
Virgen María del Pilar. Fiesta
1Cron
15,3-4.15-16;16,1-2. Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el
centro de la tienda que David le había preparado.
O bien:
Hch
1,12-14. Perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la
Madre de Jesús.
Sal 26. El
Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Lc
11,27-28. Bienaventurado el vientre que te llevó.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
16, 19-31
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
-
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada
día.
Y
un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con
ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían
y le lamían las llagas.
Sucedió
que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió
también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los
tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y
gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en
agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas
llamas”.
Pero
Abrahán le dijo:
“Hijo,
recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por
eso ahora él aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y
además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que quieran
cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí
hasta nosotros”.
El
dijo:
“Te
ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, pues tengo
cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también vengan
ellos a este lugar de tormento”. Abrahán le dice:
“Tienen
a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él de dijo:
“No,
padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán” Abrahán le dijo:
“Si
no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un
muerto”».
Para la
Semana
Lunes
30
San
Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Zac
8,1-8. Estoy para salvar a mi pueblo de Oriente a Occidente.
Sal
101.
El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.
Lc
9,46-50. El más pequeño de vosotros es el más importante.
Martes
1
Santa
Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia. Memoria.
Zac
8,20-23. Vendrán pueblos numerosos buscando al Señor en Jerusalén.
Sal 86. Dios
está con nosotros.
Lc
9,51-56. Tomó la decisión de ir a Jerusalén.
Miércoles
2
Santos
ángeles custodios. Memoria
Neh
2,1-8. Si le parece bien al rey, permítame ir a la ciudad de mis
padres para reconstruirla.
Sal
136.
Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
Mt
18,1-5.10. Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de
mi Padre celestial.
Jueves
3
Ne
8,1-4a.5-6.7b-12. Esdras abrió el libro de la Ley, bendijo al
Señor, y todo el pueblo respondió: Amén, amén.
Sal
18,8.9.10.11. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el
corazón.
Lc
10,1-12. Descansará sobre ellos vuestra paz
Viernes
4
San
Francisco de Asís. Memoria.
Bar
1,15-22. Hemos pecado contra el Señor desoyendo sus palabras.
Sal 78. Por el
honor de tu nombre, Señor, líbranos.
Lc
10,13-16. Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Sábado
5
Témporas
de acción de gracias y de petición. Feria mayor.
Dt
8,7-18. Dios te da la fuerza para adquirir esa riqueza.
Salmo: 1Cr
29,10-12. Tú eres Señor del universo.
2Co
5,17-21. Os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Mt
7,7-11. Todo el que pide recibe.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
16, 1-13
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a
quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
Entonces
lo llamó y le dijo:
“¿Qué
es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en
adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para
sí:
“¿Qué
voy a hacer, pus mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo
fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me
echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.” Fue llamando
uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
“¿Cuánto
debes a mi amo?” Éste respondió:
“Cien
barriles de aceite.” Él le dijo:
“Aquí
está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta.” Luego dijo a otro:
“Y
tú, ¿cuánto debes?” Él contestó:
“Cien
fanegas de trigo”. Le dijo:
“Aquí
está tu recibo, escribe ochenta”.
Y
el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había
procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente
que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad,
para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El
que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo
poco, también en lo mucho es injusto.
Pues,
si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera?
Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún
siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al
otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis
servir a Dios y al dinero».
Para la
Semana
Lunes
23
San Pío
de Pietrelcina, presbítero. Memoria.
Esd 1,1-6. El que
pertenezca al pueblo del Señor que suba a Jerusalén, a reconstruir el templo
del Señor.
Sal 125. El
Señor ha estado grande con nosotros.
Lc 8,16-18. La
lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luz.
Martes
24
Esd 6,7-8.12b.14-20.
Terminaron el templo y celebraron la Pascua.
Sal 121. Vamos
alegres a la casa del Señor.
Lc 8,19-21. Mi
madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
Miércoles
25
Esd 9,5-9. Dios
no nos ha abandonado en nuestra esclavitud.
Sal: Tob 13,1b-5.10.
Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Lc 9,1-6. Los
envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos.
Jueves
26
Ag 1,1-8.
Construid el templo y me complaceré en él.
Sal 149. El
Señor ama a su pueblo.
Lc 9,7-9. A Juan
lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?
Viernes
27
San
Vicente de Paúl, presbítero. Memoria
Ag 1,15b-2,9.
Todavía un poco más y llenaré de gloria este templo.
Sal 42,1.2.3.4. Espera
en Dios, que volverás a alabarlo: “Salud de mi rostro, Dios mío”.
Lc 9,18-22. Tú
eres el Mesías de Dios. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho.
Sábado
28
Zac 2,5-9.14-15c. Voy a
habitar en medio de ti.
Sal: Jer 31,10-13. El
Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Lc 9,43b-45. El
Hijo del hombre va a ser entregado. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
15, 1-32
En
aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a
escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese
acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién
de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas , no deja las noventa y
nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y,
cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar
a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos, conmigo!,
he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os
digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se
convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
«O
¿qué mujer tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y
barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la
encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos conmigo!,
he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os
digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que
se convierta».
También
les dijo:
«Un
hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte
que me toca de la fortuna.”
El
padre les repartió los bienes.
No
muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país
lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había
gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar
necesidad.
Fue
entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a
sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían
los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo:
“Cuántos
jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de
hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré:
Padre,
he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo:
trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su
padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las
entrañas; y, echando a correr, se le echó cuello y lo cubrió de besos.
Su
hijo le dijo:
“Padre,
he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.” Pero
el padre dijo a sus criados:
“Sacad
enseguida el mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y
sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y
celebramos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido, y lo hemos encontrado”. Y empezaron el banquete.
Su
hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la
música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era
aquello. Este le contestó:
“Ha
vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha
recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e
intentaba persuadirlo.
Entonces
él respondió a su padre:
“Mira:
en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca
me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando
ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tu bienes con malas mujeres, le matas
el ternero cebado”. El padre le dijo:
“Hijo,
tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: pero era preciso celebrar un
banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido, y lo hemos encontrado”».
Para la Semana
Lunes
16
Santos
Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires. Memoria.
1 Tim
2,1-8. Que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios, que
quiere que todos los hombres se salven.
Sal 27.
Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
Lc
7.1-10. Ni en Israel he encontrado tanta fe.
Martes
17
1Tim
3,1-13. Conviene que el obispo sea irreprochable; asimismo los
diáconos, que guarden el misterio de la fe con conciencia pura.
Sal
100.
Andaré con rectitud de corazón.
Lc
7,11-17. ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!
Miércoles
18
1Tim
3,14-16. Es grande el misterio de la piedad.
Sal
110.
Grandes son las obras del Señor.
Lc
7,31-35. Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado
lamentaciones y no habéis llorado
Jueves
19
San
Alonso de Orozco, presbítero. Memoria
1Tim
4,12-16. Cuídate tú y cuida la enseñanza; así te salvarás a ti y a
los que te escuchan.
Sal
110,7-8.9.10. Grandes son las obras del Señor.
Lc
7,36-50. Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho
amor.
Viernes
20
Santos
Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang, y compañeros, mártires.
Memoria
1Tim
6,2c-12. Tú, en cambio, hombre de Dios, busca la justicia.
Sal 48.
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos.
Lc
8-1-3. Las mujeres iban con ellos, y les servían con sus bienes.
Sábado
21
San
Mateo, apóstol y evangelista. Fiesta.
Ef
4,1-7.11-13. Él ha constituido a unos apóstoles, a otros,
evangelistas.
Sal 18. A toda
la tierra alcanza su pregón.
Mt
9,9-13. Sígueme. Él se levantó y lo siguió.
Lectura del santo
Evangelio según san Lucas 14, 25-33
En
aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
«Si
alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus
hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser
discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser
discípulo mío.
Así,
¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a
calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, sí echa los
cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:
“Este hombre empezó a construir y no
ha sido capaz de acabar.”
¿O
qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si
con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si
no, cuando el otro está todavía lejos,
envía legados para pedir condiciones de paz.
Así
pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede
ser discípulo mío».
Para la Semana
Lunes
9
Santa
María de la Cabeza, esposa de san Isidro labrador. Memoria.
Col
1,24-2,3.
Nombrado servidor de la Iglesia para llevar a plenitud el misterio escondido desde
siglos.
Sal 61. De Dios viene mi
salvación y mi gloria.
Lc 6,6-11. Estaban al acecho para
ver si curaba en sábado.
Martes
10
Col
2,6-15.
El Señor os vivificó con él, y nos perdonó todos los pecados.
Sal 144. El Señor es bueno con
todos.
Lc
6,12-19.
Pasó la noche orando. Escogió a doce, a los que también nombró apóstoles.
Miércoles
11
Col
3,1-11. Habéis muerto con Cristo; en consecuencia, dad muerte a
todo lo terreno que hay en vosotros.
Sal
144.
El Señor es bueno con todos.
Lc
6,20-26. Bienaventurados los pobres. Ay de vosotros, los ricos.
Jueves
12
Col
3,12-17. Por encima de todo, el amor, que es el ceñidor de la unidad
consumada.
Sal
150,1-2.3-4.5-6. Todo ser que alienta alabe al Señor.
Lc
6,27-38. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
Viernes
13
San
Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
1Tim
1,1-2.12-14. Antes era un blasfemo, pero Dios tuvo compasión
de mí.
Sal 15. Tú
eres, Señor, el lote de mi heredad.
Lc
6,39-42. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
Sábado
14
Exaltación
de la santa cruz. Fiesta
Num
21,4b-9. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la
serpiente de bronce y salvaba la vida.
o bien:
Flp
2,6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
Sal 77. No
olvidéis las acciones del Señor.
Jn
3,13-17. Tiene que ser elevado el Hijo del hombre.
Lectura del santo Evangelio
según san Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos
para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los
primeros puestos, les decía una parábola:
«Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal,
no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os
convidó a ti y al otro y te diga: “Cédele el puesto a éste”.
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden,
vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te
diga: “Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se
humilla será enaltecido». Y dijo al que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni
a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque
corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a
pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden
pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».
Para la Semana
Lunes 2
1Tes
4,13-18. Dios llevará
con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.
Sal
95. El Señor llega a regir la
tierra.
Lc
4,16-30. Me ha
enviado a evangelizar a los pobres… ningún profeta es aceptado en su pueblo.
Martes 3
San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia. Feria.
1Tes
5,1-6.9-11.
Murió por nosotros para que vivamos con él.
Sal
26. Espero gozar de la dicha del
Señor en el país de la vida.
Lc
4,31-37. Sé quién
eres: el Santo de Dios.
Miércoles 4
Col
1,1-8. La verdad
del Evangelio llegó hasta vosotros y se propagó por todo el mundo.
Sal
51. Confío en tu misericordia, Señor,
por siempre.
Lc
4,38-44. Es necesario
que evangelice también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado.
Jueves 5
Col
1,9-14. Él nos ha
sacado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino del Hijo de su
amor.
Sal
97. El Señor da a conocer su
salvación.
Lc
5,1-11. Dejándolo
todo, lo siguieron.
Viernes 6
Col
1,15-20. Todo fue
creado por él y para él.
Sal
99,2.3.4.5.
Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Lc
5,33-39. Llegará el
día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.
Sábado 7
Col
1,21-23. Dios os ha
reconciliado para ser admitidos a su presencia santos y sin mancha.
Sal
53. Dios es mi auxilio.
Lc
6,1-5. ¿Por qué
hacéis en sábado lo que no está permitido?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
13, 22-30
En
aquel tiempo, Jesús, pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba
hacia Jerusalén.
Uno
le preguntó:
«Señor,
¿son pocos los que se salven?». Él les dijo:
«Esforzaos
en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y
no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis
fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”; pero él os dirá:
“No
sé quiénes sois”.
Entonces
comenzaréis a decir.
“Hemos
comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero
él os dirá:
“No
sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad.”
Allí
será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a
Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis
arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se
sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros,
y primeros que serán últimos».
Para la
Semana
Lunes
26
Santa
Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen. Memoria.
1Tes
1,1-5.8b-10. Os convertisteis a Dios, abandonando los
ídolos, aguardando la vuelta de su Hijo, a quien ha resucitado.
Sal
149.
El Señor ama a su pueblo.
Mt
23,13-22. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!
Martes
27
Santa
Mónica. Memoria.
1Tes
2,1-8. Queríamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino
hasta nuestras propias personas.
Sal
138.
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Mt
23,23-26. Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar
aquello.
Miércoles
28
San
Agustín, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
1Tes
2,9-13. Trabajando día y noche proclamamos entre vosotros el
Evangelio.
Sal
138.
Señor, tú me sondeas y me conoces.
Mt
23,27-32. Sois hijos de los que asesinaron a los profetas
Jueves
29
Martirio
de san Juan Bautista. Memoria.
1Tes
3,7-13. Que el Señor os colme de amor mutuo y de amor a todos.
Sal 89.
Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Mc
6,17-29. Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de
Juan el Bautista.
Viernes
30
1Tes
4,1-8. Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación.
Sal 96.
Alegraos, justos, con el Señor.
Mt
25,1-13. ¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Sábado
31
1Tes
4,9-11. Dios mismo nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros.
Sal 97. El
Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Mt
25,14-30. Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu
señor.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
12, 49-53
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He
venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con
un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis
que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde
ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres;
estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre
contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera
contra la suegra».
Para la Semana
Lunes
19
Jue
2,11-19. El Señor suscitó jueces, pero tampoco les escucharon.
Sal
105.
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mt
19,16-22. Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un
tesoro en el cielo.
Martes
20
San
Bernardo, abad y doctor de la Iglesia. Memoria.
Jue
6,11-24a. Gedeón, salva a Israel, yo te envío.
Sal 84. Dios
anuncia la paz a su pueblo.
Mt
19,23-30. Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una
aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos.
Miércoles
21
San Pío
X, papa. Memoria.
Jue
9,6-15. Pedisteis que os gobernara un rey, cuando vuestro rey era
el Señor.
Sal 20. Señor,
el rey se alegra por tu fuerza.
Mt
20,1-16. ¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?
Jueves
22
Bienaventurada
Virgen María Reina. Memoria.
Jue
11,29-39a. El primero que salga de mi casa a recibirme, será para el
Señor, y lo ofreceré en holocausto.
Sal
39,5.7-8a.8b-9.10. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mt
22,1-14. A todos los que encontréis convidadlos a la boda.
Viernes
23
Rut
1,1.3-6.14b-16.22. Noemí volvió de la región de Moab junto con
Rut, y llegaron a Belén.
Sal
145.
Alaba, alma mía, al Señor.
Mt
22,34-40. Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Sábado
24
San
Bartolomé, apóstol. Fiesta.
Ap
21,9b-14. Sobre los cimientos están los nombres de los doce apóstoles
del Cordero.
Sal 144. Tus
santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn
1,45.51. Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay
engaño.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
12, 32-48
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No
temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended
vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro
inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla.
Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened
ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los
hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas
venga y llame.
Bienaventurados
aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en
verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá
sirviendo. Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así,
bienaventurados ellos.
Comprended
que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le
dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a
la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Pedro
le dijo:
«Señor,
¿dices esta parábola por nosotros o por todos?». El Señor le respondió:
«¿Quién
es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su
servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado
aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En
verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero
si aquel criado dijese para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza
a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el
señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará
con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado
que conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su
voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que sin conocerla, ha hecho algo
digno de azotes, recibirá menos.
Al
que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún
se le pedirá»
Para la
Semana
Lunes
12
Dt
10,12-22. Circuncidad vuestros corazones. Amaréis al emigrante,
porque emigrantes fuisteis.
Sal
147.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt
17,22-27. Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos del
impuesto.
Martes
13
Dt
31,1-8. Sé fuerte y valiente, Josué, porque tú has de introducir al
pueblo en la tierra.
Sal Dt
32,3-4.7-9.12. La porción del Señor fue su pueblo.
Mt
28,1-5.10.12-14. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.
Miércoles
14
San
Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir. Memoria.
Dt
34,1-12. Allí murió Moisés como había dispuesto el Señor, y no
surgió otro profeta como él.
Sal 65.
Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida.
Mt
18,15-20. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Jueves
15
Asunción
de la bienaventurada Virgen María. Solemnidad.
Ap
11,19a;12,1-6a.10ab. Una mujer vestida de sol y la luna bajo sus
pies.
Sal 44. De pie
a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
1Co
15,20-27a. Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de
Cristo.
Lc
1,39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los
humildes.
Viernes
16
Jos
24,1-13. Yo tomé a vuestro padre del otro lado del Río; os saqué de
Egipto; os llevé a la tierra.
Sal
135.
Porque es eterna su misericordia.
Mt
19,3-12. Por la dureza de corazón permitió Moisés repudiar a las
mujeres; pero, al principio, no era así.
Sábado
17
Jos
24,14-29. Elegid hoy a quién queréis servir.
Sal 15. Tú,
Señor, eres el lote de mi heredad.
Mt
19,13-15. No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como
ellos es el reino de los cielos.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
12, 13-21
En
aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
«Maestro,
dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Él le dijo:
«Hombre,
¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros? ». Y les dijo:
«Mirad:
guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no
depende de sus bienes». Y les propuso una parábola:
«
Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar
cálculos, diciéndose:
“¿Qué
haré? No tengo donde almacenar la cosecha.” Y se dijo:
“Haré
lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y
almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mi mismo: alma
mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe,
banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo:
“Necio,
esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”
Así
será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».
Para la
Semana
Lunes 5
Num
11,4b-15. Solo no puedo cargar con este pueblo.
Sal 80.
Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt
14,13-21. Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio
los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente
Martes
6
La
Transfiguración del Señor. Fiesta.
Dn
7,9-10.13-14. Su vestido era blanco como la nieve.
O bien:
2P
1,16-19. Esta voz traída del cielo la oímos nosotros.
Sal 96. El
Señor reina, altísimo sobre la tierra.
Lc
9,28b-36. Moisés y Elías hablaban de su muerte.
Miércoles
7
Santos
Justo y Pastor, mártires. Memoria
Nm
13,1-2.25.14,1.26-30.34-35. Despreciaron una tierra envidiable.
Sal
105.
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mt
15,21-28. Mujer, qué grande es tu fe.
Jueves
8
Santo
Domingo de Guzmán, presbítero. Memoria
Nm
20,1-13. Brotó agua abundantemente.
Sal 94. Ojalá
escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón”.
Mt
16,13-23. Tú eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los cielos.
Viernes
9
Santa
Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir. Fiesta.
Os 2,16b.17de.21-22. Me
desposaré contigo para siempre.
Sal 44.
Escucha, hija, mira, inclina el oído.
Mt
25,1-13. ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!
Sábado
10
San
Lorenzo, diácono y mártir. Fiesta
2Cor
9,6-10. Dios ama al que da con alegría.
Sal
111.
Dichoso el que se apiada y presta.
Jn
12,24-26. A quien me sirva, el Padre lo honrará.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
11, 1-13
Una
vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo:
«Señor,
enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos» Él les dijo:
«Cuando
oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día
nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros
perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación”». Y les
dijo:
«Suponed
que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo,
préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada
que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
“No
me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no
puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por
ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto
necesite. Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis,
llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y
al que llama se le abre.
¿Qué
padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar
del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si
vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?»
Para la Semana
Lunes
29
Santa
Marta. Memoria.
Ex
32,15-24.30-34. Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo
haciéndose dioses de oro.
Sal
105.
Dad gracias al Señor porque es bueno.
Jn
11,19-27. Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.
o bien:
Lc
10,38-42. Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas
Martes
30
Ex
33,7-11;34,5b-9.28. El Señor hablaba con Moisés cara a cara.
Sal
102.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt
13,36-43. Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así
será al final de los tiempos.
Miércoles
31
San
Ignacio de Loyola, presbítero. Memoria
Ex 34,29-35. Vieron
a Moisés la piel de la cara y no se atrevieron a acercarse a él.
Sal 98. ¡Santo
eres, Señor, nuestro Dios!
Mt
13,44-46. Vende todo lo que tiene y compra el campo.
Jueves
1
San
Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor. Memoria.
Ex
40,16-21.34-38. La nube cubrió la Tienda del Encuentro y la
gloria del Señor la llenó.
Sal 83. ¡Qué
deseables son tus moradas, Señor del universo!
Mt
13,47-53. Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Viernes
2
Lev
23,1.4-11.15-16.27.34b-37. En las festividades del Señor convocaréis
asamblea litúrgica.
Sal 80.
Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt
13,54-58. ¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca
todo eso?
Sábado
3
Lev
25,1.8-17. El año jubilar cada uno recobrará su propiedad.
Sal 66. Oh
Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Mt
14,1-12. Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a
contárselo a Jesús.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
10, 38-42
En
aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en
su casa.
Esta
tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor,
escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos
servicios; hasta que, acercándose, dijo:
«Señor,
¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche
una mano». Pero el Señor le contestó:
«Marta,
Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria.
María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».
Para la Semana
Lunes
22
Santa
María Magdalena. Fiesta
Cant 3,1-4b.
Encontré el amor de mi alma.
O
bien: 2Cor 5,14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.
Sal 62. Mi
alma está sedienta de Ti, Dios mío.
Jn 20,1-2.11-18. Mujer,
¿por qué lloras? ¿a quién buscas
Martes
23
Santa
Brígida, religiosa y patrona de Europa. Fiesta.
Ga 2.19-20. Vivo
yo, pero no soy yo, es Cristo, quien vive en mí.
Sal 33,3-11.
Bendigo al Señor en todo momento.
Jn 15,1-8. El que
permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Miércoles
24
Ex 16,1-5.9-15. Haré
llover pan del cielo para vosotros.
Sal 77. El
Señor les dio pan del cielo.
Mt 13,1-9. Cayó
en tierra buena y dio fruto.
Jueves
25
Santiago,
apóstol. Solemnidad.
Hch 4,33;5,12.27-33;12,2. El rey
Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.
Sal 66. Oh,
Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
2Cor 4,7-15.
Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús.
Mt 20,20-28. Mi
cáliz lo beberéis
Viernes
26
Santos
Joaquín y Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María. Memoria
Ex 20,1-17. La ley
se dio por medio de Moisés.
Sal 18. Señor,
tú tienes palabras de vida eterna.
Mt 13,18-23. El que
escucha la palabra y la entiende, ese da fruto.
Sábado
27
Ex 24,3-8. Esta
es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado con vosotros.
Sal 49. Ofrece
a Dios un sacrificio de alabanza.
Mt 13,24-30. Dejadlos
crecer juntos hasta la siega.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
10, 25-37
En
aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley y preguntó a Jesús para ponerlo a
prueba:
«Maestro,
¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?». Él le dijo:
«¿Qué
está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?». Él respondió:
«”Amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza”
y con todo tu mente.
Y
“a tu prójimo como a ti mismo”». Él dijo:
«Has
respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida». Pero el maestro de la
ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y
quién es mi prójimo?». Respondió Jesús diciendo:
«Un
hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo
desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por
casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y
pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio
un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde
estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, les vendó las heridas,
echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a
una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al
posadero y le dijo: “Cuida de él, lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando
vuelva”.
¿Cuál
de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los
bandidos?». Él dijo:
«El
que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo:
«Anda
y haz tú lo mismo».
Para la
Semana
Lunes
15
San
Buenaventura, obispo y doctor. Memoria.
Ex
1,8-14.22. Obremos astutamente contra Israel para que no se
multiplique más.
Sal 123.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Mt
10,34-11,1. No he venido a sembrar paz sino espada.
Martes
16
B.
Virgen María del Monte Carmelo. Memoria.
Ex
2,1-15a. Lo llamó Moisés, pues lo había sacado del agua.
Sal 68. Los
humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Mt
11,20-24. El día del juicio les será más llevadero a Tiro, a Sidón y
a Sodoma que a vosotras.
Miércoles
17
Ex
3,1-6.9-12. El ángel del Señor se le apareció en una
llamarada entre las zarzas.
Sal
102.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt
11,25-27. Has escondido estas cosas a los sabios y se las has
revelado a los pequeños.
Jueves
18
Ex
3,13-20. Yo soy el que soy.
Sal
104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mt
11,28-30. Soy manso y humilde de corazón.
Viernes
19
Ex
11,10-12,14. Mataréis al cordero al atardecer; cuando yo vea
la sangre, pasaré de largo ante vosotros.
Sal 115.
Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.
Mt
12,1-8. El Hijo del hombre es señor del sábado.
Sábado
20
Ex
12,37-42. Noche en que el Señor sacó a Israel de Egipto.
Sal
135.
Porque es eterna su misericordia.
Mt
12,14-21. Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que
dijo el profeta.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
10, 1-9
En
aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él,
de dos en dos, a todos los pueblos y
lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
«La
mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que
envíe obreros a su mies.
¡Poneos
en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis
bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. Cuando
entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de
paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en
la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su
salario. No andéis cambiando de casa.
Si
entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los
enfermos que haya en ella y decidles: “El
reino de Dios, ha llegado a vosotros”».
Para la Semana
Lunes 8
Gen 28,10-22a. Vio
una escalinata apoyada, y ángeles de Dios subían y bajaban, y Dios hablaba.
Sal 90. Dios mío, confío en ti.
Mt 9,18-26. Mi
hija acaba de morir, pero ven tú, y vivirá.
Martes
9
Gn 19,15-29. El
Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.
Sal 25. Tengo ante los ojos,
Señor, tu bondad.
Mt 8,23-27. Se
puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.
Miércoles
10
Gen 41,55-57; 42,5-7a. 17-24a.
Estamos pagando el delito contra nuestro hermano.
Sal 32. Que tu misericordia,
Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.
Mt 10,1-7. Id a
las ovejas descarriadas de Israel.
Jueves
11
San
Benito, abad. Fiesta.
Prov 2,1-9. Abre
tu mente a la prudencia.
Sal 33. Bendigo al Señor en
todo momento.
Mt 19,27-29.
Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.
Viernes
12
Gen 46,1-7.28-30. Puedo
morir, después de haber contemplado tu rostro.
Sal 36. El Señor es quien salva
a los justos.
Mt 10,16-23. No
seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
Sábado
13
Gen 49,29-32;50,15-26a. Dios
cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra.
Sal 104. Los
humildes buscad al Señor y revivirá vuestro corazón.
Mt 10,24-33. No
tengáis miedo a los que matan el cuerpo.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
9, 11b-17
En
aquel tiempo, Jesús se puso hablaba a la gente del reino de Dios y sanaba a los
que tenían necesidad de curación.
El
día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide
a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento
y comida, porque aquí estamos en descampado». Él les contestó:
«Dadles
vosotros de comer». Ellos replicaron:
«No
tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de
comer para todo esta gente». Porque eran unos cinco mil hombres.
Entonces
dijo a sus discípulos:
«Haced
que se echen sienten en grupos de unos cincuenta cada uno». Lo hicieron así y
dispusieron que se sentaran todos.
Entonces,
tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo,
pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los
discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron,
y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.
Para la Semana
Lunes
24
Natividad
de San Juan Bautista. Solemnidad.
Is
49,1-6. Te hago luz de las naciones.
Sal
138.
Te doy gracias porque me has escogido portentosamente.
Hch
13,22-26. Juan predicó antes de que llegara Cristo.
Lc
1,57-66.80. Juan es su nombre.
Martes
25
Gen
13,2.5-18. No haya disputas entre nosotros dos, pues somos hermanos.
Sal 14. Señor,
¿quién puede hospedarse en tu tienda?
Mt
7,6.12-14. Lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo
con ellos.
Miércoles
26
San
José María Escrivá de Balaguer, presbítero. Memoria.
Gen
15,1-12. 17-18. Abrahán creyó a Dios y le fue contado como
justicia; y el Señor concertó alianza con él.
Sal
104.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mt
7,15-20. Por sus frutos los conoceréis.
Jueves
27
Gn
16,1-12.15-16. Agar dio un hijo a Abrahán, y Abrahán lo llamó
Ismael.
Sal
105,1-2.3-4a.4b-5. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Mt
7,21-29. La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre
arena.
Viernes
28
Sagrado
Corazón de Jesús. Solemnidad.
Dt
7,6-11. El Señor se enamoró de vosotros y os eligió.
Sal
102.
La misericordia del Señor dura por siempre para aquellos que lo temen.
1Jn
4,7-16. Dios nos amó.
Mt
11,25-30. Soy manso y humilde de corazón.
Sábado
29
Santos
Pedro y Pablo, apóstoles. Solemnidad
Hch
12,1-11. Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos
de Herodes.
Sal 33. El
Señor me libró de todas mis ansias.
2Tim
4,6-8.17-18. Me está reservada la corona de la justicia.
Mt
16,13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los
cielos.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
-
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora;
cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.
Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os
comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y
os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que
recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».
Para la
Semana
Lunes
17
2Cor
6,1-10. Nos acreditamos como ministros de Dios.
Sal 97. El
Seños da a conocer su salvación.
Mt
5,38-42. Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia.
Martes
18
2Cor
8,1-9. Cristo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros.
Sal
145.
Alaba, alma mía, al Señor.
Mt
5,43-48. Amad a vuestros enemigos.
Miércoles
19
2Cor
9,6-11. Dios ama al que da con alegría.
Sal
111.
Dichoso el que teme al Señor.
Mt
6,1-6.16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te
recompensará.
Jueves
20
2Cor
11,1-11. Anunciando de balde el evangelio de Dios para vosotros.
Sal
110.
Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Mt
6,7-15. Vosotros orad así.
Viernes
21
San
Luis Gonzaga, religioso. Memoria.
2Cor
11,18.21b-30. Aparte todo lo demás, la carga de cada día, la
preocupación por todas las Iglesias.
Sal 33. El
Señor libra a los justos de sus angustias.
Mt
6,19-23. Adonde está tu tesoro, allí está tu corazón.
Sábado
22
2Cor
12,1-10. Muy a gusto presumo de mis debilidades.
Sal 33. Gustad
y ved qué bueno es el Señor.
Mt
6,24-34. No os agobiéis por el mañana
Lectura del santo Evangelio según san Juan
20, 19-23
Al
anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en
una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró
Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz
a vosotros».
Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron
de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz
a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto,
sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid
el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Para
la Semana
SE REANUDA EL TIEMPO ORDINARIO
Lunes
10
Bienaventurada
Virgen María, Madre de la Iglesia. Memoria.
Gén 3, 9-15. Madre
de todos los que viven.
o bien:
Hch 1, 12-14.
Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.
Sal 86. ¡Qué
pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Jn 19, 25-34. Ahí
tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.
Martes
11
San
Bernabé, apóstol. Memoria.
Hch 11,
21b-26; 13, 1-3. Era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y
de fe.
Sal 97. El
Señor revela a las naciones su justicia.
Mt 10, 7-13. Id y
proclamar que el reino de los cielos está cerca.
Miércoles
12
2Cor 3,
4-11. Para ser ministros de una alianza nueva: no de la letra,
sino del Espíritu.
Sal 98. Santo
eres, Señor, nuestro Dios.
Mt 5, 17-19. No he
venido a abolir, sino a dar plenitud.
Jueves
13
Jesucristo,
sumo y eterno sacerdote. Fiesta.
Is 52, 13-53,12. Él
fue traspasado por nuestras rebeliones.
o bien:
Hb 10, 12-23.
Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Lc 22, 14-20. Esto
es mi cuerpo. Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre.
Viernes
14
2Cor 4,
7-15. Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitó a
nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Sal
115.
Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mt 5, 27-32. Todo
el que mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio.
Sábado
15
Dedicación
de la iglesia catedral. Fiesta.
2Cron
8, 22-23.27-30. Te he construido un palacio, un sitio donde
vivas para siempre.
Salmo:
1Cron 29. Alabamos tu nombre glorioso, Señor.
Jn 2, 13-22.
Hablaba del Templo de su cuerpo.
Evangelio según San Lucas 24,46-53.
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías
padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se
predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos,
comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que
mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de
la fuerza de lo alto.»
Después
los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los
bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante
él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo
bendiciendo a Dios.
Para la Semana
Lunes
3
San
Carlos Luanga y compañeros, mártires. Memoria.
Hch 19,1-8.
¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?
Sal 67. Reyes de la tierra,
cantad a Dios.
Jn 16,29-33. Tened
valor: yo he vencido al mundo
Martes
4
Hch 20,17-27.
Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús.
Sal 67. Reyes de la tierra,
cantad a Dios.
Jn 17,1-11a. Padre,
glorifica a tu Hijo.
Miércoles
5
San
Bonifacio, obispo y mártir. Memoria.
Hch 20,28-38. Os
dejo en manos de Dios, que tiene poder para construiros y daros parte en la
herencia.
Sal 67. Reyes de la tierra,
cantad a Dios.
Jn 17,11b-19. Que
sean uno, como nosotros.
Jueves
6
Hch 22,30; 23,6-11. Tienes
que dar testimonio en Roma.
Sal 15. Protégeme, Dios mío,
que me refugio en ti.
Jn 17,20-26. Que
sean completamente uno.
Viernes
7
Hch 25,13b-21. Un tal
Jesús ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal 102. El Señor puso en el
cielo su trono.
Jn 21,15-19.
Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas.
Sábado
8
Hch 28,1620.30-31.
Permaneció en Roma, predicando el Reino de Dios.
Sal 10. Los buenos verán tu
rostro, Señor.
Jn 21,20-25. Este
es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero
Lectura del santo Evangelio según san Juan
14, 23-29
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El
que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos
morada en él.
El
que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía,
sino del Padre que me envió.
Os
he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el
Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo
y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
La
paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se
turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a
vuestro lado.” Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el
Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que
cuando suceda creáis».
Para la Semana
Lunes
27
Hch
16,11-15. El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía
Pablo.
Sal
149.
El Señor ama a su pueblo.
Jn
15,26-16.4a. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí.
Martes
28
Hch
16,22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.
Sal
137.
Tu derecha me salva, Señor.
Jn
16,5-11. Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.
Miércoles
29
Hch
17,15.22-18,1. Eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio
yo.
Sal
148.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Jn
16,12-15. El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.
Jueves
30
Hch
18,1-8. Se quedó a trabajar en su casa. Todos los sábados discutía
en la sinagoga.
Sal 97. El
Señor revela a las naciones su victoria.
Jn
16,16-20. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en
alegría.
Viernes
31
Visitación
de la Bienaventurada Virgen María. Fiesta.
Rom
12,9-16b. Compartid las necesidades de los santos: practicad la
hospitalidad.
Salmo:
Is 12,2-6. Es grande en medio de ti el Santo de Israel.
Lc
1,39-56. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Sábado
1
San
Justino, mártir. Memoria
Hch
18,23-28. Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías.
Sal
46,2-3.8-10. Dios es el rey del mundo.
Jn
16,23b-28. El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y creéis.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
13, 31-33a. 34-35
Cuando
salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
«Ahora
es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es
glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo
glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
Os
doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos
también entre vosotros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os
amáis unos a otros».
Para la
Semana
Lunes
20
Hch 14,5-18. Os
predicamos el Evangelio, para que dejéis los dioses falsos y os convirtáis al Dios
vivo.
Sal 113B. No a
nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria.
Jn 14,21-26. El
Defensor que enviará el Padre os lo enseñará todo.
Martes
21
Hch 14,19-28.
Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos.
Sal 144. Tus
amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 14,27-31a. Mi paz
os doy.
Miércoles
22
Hch 15,1-6. Se
decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre
la controversia.
Sal 121. Vamos
alegres a la casa del Señor.
Jn 15,1-8. El que
permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.
Jueves
23
Hch 15,7-21. A mi
parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.
Sal 95. Contad
las maravillas del Señor a todas las naciones.
Jn 15,9-11.
Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud.
Viernes
24
Hch 15,22-31. Hemos
decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables.
Sal 56. Te
daré gracias ante los pueblos, Señor.
Jn 15,12-17. Esto
os mando: que os améis unos a otros.
Sábado
25
Hch 16,1-10. Ven a
Macedonia y ayúdanos.
Sal 99. Aclama
al Señor, tierra entera.
Jn 15,18-21. No
sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Mis
ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la
vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo
que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar
nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».
Para la
Semana
Lunes
13
Hch
11,1-18. También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión
que lleva a la vida.
Sal 41. Mi alma
tiene sed de ti, Dios vivo.
Jn
10,1-10. El buen pastor da la vida por las ovejas.
Martes
14
Hch
1,15-17.20-26. Echaron suertes, le tocó a Matías y lo
asociaron a los once apóstoles.
Sal
112.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Jn
15,9-17. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os
he elegido.
Miércoles
15
San
Isidro labrador.
Sant
5,7-8.11.16-17. El labrador aguarda paciente el fruto valioso
de la tierra.
Sal 1. Su
gozo es la ley del Señor.
Jn
15,1-7. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Jueves
16
Hch
13,13-25. Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús.
Sal 88.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Jn
13,16-20. El que recibe a mi enviado me recibe a mí
Viernes
17
Hch
13,26-33. Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús.
Sal 2. Tú eres
mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
Jn
14,1-6. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.
Sábado
18
Hch
13,44-52. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 97. Los
confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn
14,7-14. Quien me ha visto a mí ha visto al Padre.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
21, 1-14
En
aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades.
Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el
Mellizo; Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos
suyos.
Simón
Pedro les dice:
«Me
voy a pescar».
Ellos
contestan: «Vamos también nosotros contigo»
Salieron
y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo,
cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era
Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis
pescado?».
Ellos
contestaron: «No».
Él
les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
La echaron,
y no podían
sacarla, por la
multitud de peces.
Y aquel discípulo
a quien Jesús
amaba le dice a
Pedro: «Es el Señor». Al oír que
era el Señor,
Simón Pedro, que
estaba desnudo, se
ató la túnica
y se echó
al agua.
Los demás discípulos se acercaron en la barca,
porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red
con los peces.
Al
saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús
les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger».
Simón
Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces
grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús
les dice: «Vamos, almorzad».
Ninguno
de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que
era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de
resucitar de entre los muertos.
Para la
Semana
Lunes 6
Hch 6,8-15. No
lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Sal 118. Dichoso el que camina
en la voluntad del Señor.
Jn 6,22-29.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la
vida eterna.
Martes
7
Hch 7,51-8,1a. Señor
Jesús, recibe mi espíritu.
Sal 30. A tus manos, Señor,
encomiendo mi espíritu.
Jn 6,30-35. No fue
Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo.
Miércoles
8
Hch 8,1b-8. Al ir
de un lugar para otro, iban difundiendo el Evangelio.
Sal 65. Aclamad al Señor,
tierra entera.
Jn 6,35-40. Esta
es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna.
Jueves
9
Hch 8,26-40. Siguió
su viaje lleno de alegría.
Sal 65. Aclamad al Señor,
tierra entera.
Jn 6,44-51. Yo soy
el pan vivo que ha bajado del cielo.
Viernes
10
San
Juan de Ávila, presbítero y doctor. Memoria.
Hch 9,1-20. Es un
instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a los pueblos.
Sal 116. Id al mundo entero y
proclamad el Evangelio.
Jn 6,52-59. Mi
Carne es verdadera comida, y mi Sangre es verdadera bebida.
Sábado
11
Hch 9,31-42. La
Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo.
Sal 115. ¿Cómo pagaré al Señor todo
el bien que me ha hecho?
Jn 6,60-69. ¿A
quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31
Al
anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una
casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús,
se puso en medio y les dijo:
«Paz
a vosotros».
Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron
de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz
a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho
esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid
el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce,
llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros
discípulos le decían:
«Hemos
visto al Señor». Pero él les contestó:
«Si
no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de
los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» A los ocho días,
estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando
cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz
a vosotros». Luego dijo a Tomás:
«Trae
tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás:
«¡Señor
mío y Dios mío!». Jesús le dijo:
«¿Porque
me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
Muchos
otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los
discípulos.
Éstos
se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para
que, creyendo, tengáis vida en su nombre
Para la
Semana
Lunes
29
Santa
Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia. Fiesta.
1Jn 1,5-10;2,1-2. La
sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal 102. Bendice, alma mía, al
Señor.
Mt 11,25-30. Has
escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla.
Martes
30
Hch 4,32-37. Todos
pensaban y sentían lo mismo.
Sal 92. El Señor reina, vestido
de majestad.
Jn 3,5a.7b-15. Nadie
ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Miércoles
1 de mayo
Hch 5,17-26. Los
hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo.
Sal 33. Si el afligido invoca
al Señor, Él lo escucha.
Jn 3,16-21. Dios
mandó su Hijo para que el mundo se salve por Él.
Jueves
2 de mayo
San
Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Hch 5,27-33.
Testigo de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.
Sal 33. Si el afligido invoca
al Señor, él lo escucha.
Jn 3,31-36. El
Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.
Viernes
3 de mayo
San
Felipe y Santiago, apóstoles. Fiesta.
1Co 15,1-8. El
Señor se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles.
Sal 18. A toda la tierra
alcanza su pregón.
Jn 14,6-14. Hace
tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces?
Sábado
4 de mayo
San
José María Rubio, presbítero. Memoria.
Hch 6,1-7.
Eligieron a siete hombres llenos de espíritu.
Sal 32. Que tu misericordia,
Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Jn 6,16-21. Vieron
a Jesús caminando sobre el lago.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
20, 1-9
El
primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando
aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó
a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
amaba, y les dijo:
«Se
han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. »
Salieron
Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el
otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro;
e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón
Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario
con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un
sitio aparte.
Entonces
entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio
y creyó.
Pues
hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de
entre los muertos.
Para la Semana
Lunes
22
Hch
2,14.22-33. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos
nosotros somos testigos.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Mt
28,8-15. Comunicad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me
verán.
Martes
23
Hch
2,36-41. Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en nombre
de Jesús.
Sal 32. La
misericordia del Señor llena la tierra.
Jn
20,11-18. He visto al Señor y ha dicho esto.
Miércoles
24
Hch
3,1-10. Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.
Sal
104.
Que se alegren los que buscan al Señor.
Lc
24,13-35. Lo habían reconocido al partir el pan.
Jueves
25
Hch
3,11-26. Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de
entre los muertos.
Sal 8. Señor,
dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lc
24,35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre
los muertos al tercer día.
Viernes
26
Hch
4,1-12. No hay salvación en ningún otro.
Sal
117.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Jn
21,1-14. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el
pescado.
Sábado
27
Hch
4,13-21. No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.
Sal
117.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Mc
16,9-15. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Pasión
de nuestro Señor Jesucristo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
23, 1-49
En aquel tiempo, los ancianos del pueblo,
con los jefes de los Sacerdotes y los escribas llevaron a Jesús a presencia de
Pilato.
No encuentro ninguna culpa en este hombre
C. Y se pusieron a acusarlo diciendo
S. «Hemos encontrado que este anda
amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos al César, y
diciendo que él es el Mesías rey».
C. Pilatos le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?».
C. Él le responde:
+ «Tú lo dices».
C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a
la gente:
S. «No encuentro ninguna culpa en este
hombre».
C. Toda la muchedumbre que había
…………………………………….. ………………………………………………..
C. Era ya como la hora sexta, y vinieron
las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el
sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente,
dijo:
+ «Padre, a tus manos encomiendo mi
espíritu».
C. Y, dicho esto, expiró.
Todos se arrodillan, y se hace una pausa
C. El centurión, al ver lo ocurrido, daba
gloria a Dios diciendo:
S. «Realmente, este hombre era justo».
Para la Semana
Lunes
15
Lunes
santo. Feria.
Is 42,1-7. No
gritará, no voceará por las calles.
Sal 26. El
Señor es mi luz y mi salvación.
Jn 12,1-11.
Déjala: lo tenía guardado para el día de mi sepultura.
Martes
16
Martes
santo. Feria.
Is 49,1-6. Te
hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la
tierra.
Sal 70. Mi
boca contará tu salvación, Señor.
Jn 13,21-33.36-38. Uno de
vosotros me va a entregar… No cantará el gallo antes que me hayas negado tres
veces.
Miércoles
17
Miércoles
santo. Feria.
Is 50,4-9a. No me
escondí el rostro ante ultrajes.
Sal 68. Señor,
que me escuche tu gran bondad el día de tu favor.
Mt 26,14-25. El
Hijo del hombre se va, como está escrito; pero, ¡ay de aquel por quien es
entregado!
Jueves
18
Jueves
santo. Misa en la cena del Señor.
Ex 12,1-8.11-14.
Prescripciones sobre la cena pascual.
Sal
115. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.
1Cor 11,23-26. Cada
vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor.
Jn 13,1-15. Los
amó hasta el extremo.
Viernes
19
Viernes
santo. Celebración de la Pasión del Señor.
Is 52,13-53,12. Él fue
traspasado por nuestras rebeliones.
Sal 30. Padre,
a tus manos encomiendo mi espíritu.
Heb 4,14-16;5,7-9.
Aprendió a obedecer y se ha convertido para todos los que le obedecen en autor
de salvación.
Jn 18,1-19,42. Pasión
de nuestro Señor Jesucristo.
Sábado
20
Sábado
santo. Vigilia Pascual.
1ª – Gén 1,1-2,2. Vio
Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.
Sal 32. La
misericordia del Señor llena la tierra.
2ª – Gén 22,1-18. El
sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
3ª – Éx 14,15-15,1. Los
israelitas en medio del mar, a pie enjuto.
Salmo: Éx 15,1-18.
Cantaré al Señor, sublime es su victoria.
4ª – Is 54,5-14. Con
misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor.
Sal 29. Te
ensalzaré, Señor, porque me has librado.
5ª – Is 55,1-11. Venid
a mí y viviréis, sellaré con vosotros alianza perpetua.
Salmo: Is 12,2-6.
Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
6ª
– Bar 3,9-15.32-4,4. Caminad a la claridad del resplandor del Señor.
Sal 18. Señor,
tú tienes palabras de vida eterna.
7ª – Ez 36,16-28.
Derramaré sobre vosotros un agua pura y os daré un corazón nuevo.
Sal 50. Oh
Dios, crea en mí un corazón puro.
Rom 6,3-11.
Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más.
Sal 117.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Lc 24,1-12. ¿Por
qué buscáis entre los muertos al que vive?
Lectura del santo Evangelio según san Juan
8, 1-11
En
aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó
de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les
enseñaba.
Los
escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y,
colocándola en medio, le dijeron:
«Maestro,
esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos
manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para
comprometerlo y poder acusarlo.
Pero
Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en
preguntarle, se incorporó y les dijo:
«El
que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos,
al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y
quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se
incorporó y le preguntó:
«Mujer,
¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó:
«Ninguno,
Señor». Jesús dijo:
«Tampoco
yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
Para la Semana
Lunes 8
Dan
13,1-9.15-17.19-30.33-62. Ahora tengo que morir, siendo inocente.
Sal 22. Aunque
camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.
Jn
8,1-11. El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
Martes
9
Núm
21,4-9. Los mordidos por serpientes quedarán sanos al mirar a la
serpiente de bronce.
Sal
101.
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Jn
8,21-30. Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy.
Miércoles
10
Dn
3,14-20.91-92.95. Dios envió a su ángel a librar a sus siervos.
Salmo:
Dn 3,52-56. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Jn
8,31-42. Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Jueves
11
Gén
17,3-9. Te hago padre de muchedumbre de pueblos.
Sal
104.
R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Jn
8,51-59. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi
día.
Viernes
12
Jer
20,10-13. El Señor es mi fuerte defensor.
Sal 17. En el
peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Jn
10,31-42. Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.
Sábado
13
Ez
37,21-28. Los haré una sola nación.
Jer
31,10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Jn
11,45-57. Para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
15, 1-3. 11-32
En
aquel tiempo, solían acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a
escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese
acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola:
«Un
hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la
parte que me toca de la fortuna.” El padre les repartió los bienes.
No
muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país
lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había
gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar
necesidad.
Fue
entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a
sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían
los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando
entonces, se dijo:
“Cuántos
jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de
hambre. Me levantaré, me pondré en camino a donde está mi padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo:
trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre;
cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas;
y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su
hijo le dijo:
“Padre,
he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero
el padre dijo a sus criados:
“Sacad
en seguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y
sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y
celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido, y lo hemos encontrado.” Y empezaron a celebrar el banquete.
Su
hijo mayor estaba en el campo.
Cuando
al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de
los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó:
“Ha
vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha
recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e
intentaba persuadirlo.
Entonces
él respondió a su padre:
“Mira:
en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca
me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando
ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas
el ternero cebado”. El padre le dijo:
“Hijo,
tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un
banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido;
estaba perdido, y lo hemos encontrado”».
Para la Semana
Lunes 1
Is
65,17-21. Ya no se oirán gemidos ni llantos.
Sal 29. Te
ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Jn
4,43-54. Anda, tu hijo está curado.
Martes
2
Ez
47,1-9.12. Vi que manaba el agua del lado derecho del templo, y habrá
vida dondequiera que llegue la corriente.
Sal 45. El
Señor del universo está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Jn
5,1-16. Al momento aquel hombre quedó sano.
Miércoles
3
Is
49,8-15. Te he constituido alianza del pueblo, para restaurar el
país.
Sal
144.
El Señor es clemente y misericordioso.
Jn
5,17-30. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida,
así también el Hijo da vida a los que quiere.
Jueves
4
Ex
32,7-14. Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.
Sal
105.
Acuérdate de nosotros, por amor a tu pueblo.
Jn
5,31-47. Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza, será vuestro
acusador.
Viernes
5
Sab
2,1a.12-22. Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Sal 33. El
Señor está cerca de los atribulados.
Jn
7,1-2.10.25-30. Intentaban agarrarlo, pero todavía no había
llegado su hora.
Sábado
6
Jer
11,18-20. Yo, como cordero manso, llevado al matadero.
Sal 7. Señor,
Dios mío, a ti me acojo.
Jn
7,40-53. ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
13, 1-9
En
aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya
sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús
respondió:
«
¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han
padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo
mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató,
¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo
que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera». Y les dijo
esta parábola:
«Uno
tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo
encontró. Dijo entonces al viñador:
“Ya
ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo
encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador
contestó:
“Señor,
déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré
estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».
Para la Semana
Lunes
25
Is
7,10-14;8,10. Mirad la Virgen está encinta.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Hb
10,4-10. Está escrito en el libro: “Aquí estoy, ¡oh Dios!, para
hacer tu voluntad”.
Lc 1,26-38.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Martes
26
Dan
3,25.34-43. Acepta nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde.
Sal 24. Señor,
recuerda tu misericordia.
Mt
18,21-35. Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el
Padre os perdonará.
Miércoles
27
Dt
4,1.5-9. Poned por obra los mandatos.
Sal
147.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt
5,17-19. Quien cumpla y enseñe será grande.
Jueves
28
Jer
7,23-28. Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su
Dios.
Sal 94. Ojalá
escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón”.
Lc
11,14-23. El que no está conmigo está contra mí.
Viernes
29
Os
14,2-10. No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos.
Sal 80. Yo soy
el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
Mc
12,28b-34. El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás.
Sábado
30
Os
6,1b-6. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Sal 50. Quiero
misericordia, y no sacrificios.
Lc
18,9-14. El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
9, 28b-36
En
aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del
monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus
vestidos brillaban de resplandor.
De
repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo
con gloria, hablaban de su éxodo, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus
compañeros se caían de sueño pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos
hombres que estaban con él.
Mientras
éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro
¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para
Moisés y otra para Elías». No sabía lo que decía.
Todavía
estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se
llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía:
«Este
es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después
de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por
aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Para la Semana
Lunes
18
Dn
9,4b-10. Hemos pecado, hemos cometido crímenes.
Sal 78. Señor,
no nos trates como merecen nuestros pecados.
Lc
6,36-38. Perdonad, y seréis perdonados.
Martes
19
San
José, esposo de la Virgen María. Solemnidad.
2S
7,4-5a.12-14a.16. El Señor Dios le dará el trono de David su
padre.
Sal
88,2-3.-5.27.29. Su linaje será perpetuo.
Rm
4,13.16-18.22. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda
esperanza.
Mt
1,16.18-21.24a. José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
o bien:
Lc
2,41-51a. Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados
Miércoles
20
Jer
18,18-20. Venid, lo heriremos con su propia lengua.
Sal 30.
Sálvame,
Señor, por tu misericordia.
Mt
20,17-28. Lo condenarán a muerte.
Jueves
21
Jer
17,5-10. Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en
el Señor.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc
16,19-31. Recibiste tus bienes, y Lázaro males: por eso encuentra
aquí consuelo, mientras que tú padeces.
Viernes
22
Gén
37,3-4.12-13a.17b-28. Ahí viene el soñador, vamos a matarlo.
Sal 104.
Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mt
21,33-43.45-46. Este es el heredero: venid, lo matamos.
Sábado
23
Miq
7,14-15.18-20. Arrojará a lo hondo del mar todos nuestros delitos.
Sal
102.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Lc
15,1-3.11-32. Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
4, 1-13
En
aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu
lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por
el diablo.
En
todos aquellos días estuvo sin comer, y al final, sintió hambre. Entonces el
diablo le dijo:
«Si
eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le
contestó:
«Está
escrito: “No sólo de pan vive el hombre”».
Después,
llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del
mundo y le dijo:
Te
daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy
a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo».
Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está
escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo
llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si
eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes
a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en
sus manos, para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”».
Respondiendo
Jesús, le dijo:
«Está
escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
Acabada
toda tentación el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Para la Semana
Lunes 11
Lev 19,1-2.11-18. Juzga
con justicia a tu conciudadano.
Sal 18. Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25,31-46. Cada
vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Martes
12
Is 55,10-11. La
palabra hará mi voluntad.
Sal 33. El
Señor libra de sus angustias a los justos.
Mt 6,7-15.
Vosotros rezad así
Miércoles
13
Jon 3,1-10. Los
ninivitas se convirtieron de su mala vida.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Lc 11,29-32. A esta
generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Jueves
14
Est 14,1.3-5.12-14. No
tengo otro auxilio fuera de ti, Señor.
Sal 137. Cuando
te invoqué, me escuchaste, Señor.
Mt 7,7-12. Quien
pide recibe.
Viernes
15
Ez 18,21-28. ¿Acaso
quiero yo la muerte del malvado, y no que se convierta de su conducta y que
viva?
Sal 129. Si
llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mt 5,20-26. Vete
primero a reconciliarte con tu hermano.
Sábado
16
Dt 26,16-19. Serás
el pueblo santo del Señor.
Sal 118.
Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Mt 5,43-48. Sed
perfectos como vuestro Padre celestial.
Viernes
8
Viernes
después de Ceniza. Feria.
Is
58,1-9a. Este es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Mt
9,14-15. Cuando se lleven al esposo, entonces ayunarán.
Jueves
7
Jueves
después de Ceniza. Feria.
Dt
30,15-20. Hoy te pongo delante bendición y maldición.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc
9,22-25. El que pierda su vida por mi causa la salvará
Sábado
9
Sábado
después de Ceniza. Feria.
Is
58,9b-14. Cuando partas tu pan con el hambriento… brillará tu luz en
las tinieblas.
Sal 85.
Enséñame Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Lc
5,27-32. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a
que se conviertan.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
6, 39-45
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso
puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
No
está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje,
será como su maestro.
¿Por
qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga
que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes
decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin
fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de
tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano. Pues
no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por
ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las
zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El
hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es
malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón habla la
boca».
Para la Semana
Lunes 4
Eclo
17,24-29. Vuélvete al Altísimo y reconoce los juicios de Dios.
Sal 31.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Mc 10,17-27. Vende lo que tienes y sígueme.
Martes
5
Eclo
35,1-12. Quien guarda los mandamientos ofrece sacrificios de
comunión.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc
10,28-31. Recibiréis en este tiempo cien veces más, con
persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.
Miércoles
6
Miércoles
de Ceniza. Feria.
Jl
2,12-18. Rasgad los corazones y no las vestiduras.
Sal 50.
Misericordia, Señor: hemos pecado.
2Cor
5,20-6,2. Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable.
Mt
6,1-6.16-18. Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Jueves
7
Jueves
después de Ceniza. Feria.
Dt
30,15-20. Hoy te pongo delante bendición y maldición.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc
9,22-25. El que pierda su vida por mi causa la salvará
Viernes
8
Viernes
después de Ceniza. Feria.
Is
58,1-9a. Este es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Mt
9,14-15. Cuando se lleven al esposo, entonces ayunarán.
Sábado
9
Sábado
después de Ceniza. Feria.
Is
58,9b-14. Cuando partas tu pan con el hambriento… brillará tu luz en
las tinieblas.
Sal 85.
Enséñame Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Lc
5,27-32. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a
que se conviertan.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
6, 27-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«A
vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien
a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.
Al
que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le
impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo
tuyo, no se lo reclames.
Tratad
a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os
aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si
hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los
pecadores hacen lo mismo.
Y
si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También
los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.
Por
el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar
nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es
bueno con los malvados y desagradecidos.
Sed
misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis
juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados;
dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida,
rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros»
Para la Semana
Lunes
25
Eclo
1,1-10. Antes que todo fue creada la sabiduría.
Sal 92. El
Señor reina, vestido de majestad.
Mc
9,13-28. Tengo fe, pero dudo, ayúdame.
Martes
26
Eclo
2,1-13. Prepárate para las pruebas.
Sal 36.
Encomienda tu camino al Señor, y Él actuará.
Mc
9,29-36. El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el
primero, que sea el último de todos.
Miércoles
27
Eclo
4,12-22 (gr. 4,11-19). Dios ama a los que aman la sabiduría.
Sal
118.
Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
Mc
9,38-40. El que no está contra vosotros está a favor nuestro.
Jueves
28
Eclo
5,1-10. No tardes en volverte al Señor.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Mc
9,40-49. Más te vale entrar manco en la vida que ir con las dos
manos al abismo.
Viernes
1
Eclo
6,5-17. Un amigo fiel no tiene precio.
Sal
118.
Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.
Mc 10,1-12. Lo que
Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Sábado
2
Eclo
17,1-13. Dios hizo al hombre a su imagen.
Sal
102.
La misericordia del Señor sobre sus fieles dura siempre.
Mc
10,13-16. El que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará
en él.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
6, 17. 20-26
En
aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un
grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de
toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Él,
levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía:
«Bienaventurados
los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados
los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Bienaventurados
los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurados
vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y
proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque
vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros
padres con los profetas.
Pero,
¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya habéis recibido vuestro consuelo.
¡Ay
de vosotros, los que estáis saciados!, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que
ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
¡Ay
si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían
con los falsos profetas».
Para la Semana
Lunes
18
Gn
4,1-15.25. Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
Sal 49. Ofrece
al Señor un sacrificio de alabanza.
Mc
8,11-13. ¿Por qué esta generación reclama un signo?
Martes
19
Gn
6,5-8;7,1-5.10. Borraré de la superficie de la tierra al hombre
que he creado.
Sal
28,1a.2.3ac-4.3b.9c-10. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Mc
8,14-21. Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de
Herodes
Miércoles
20
Gn
8,6-13.20-22. Miró Noé y vio que la superficie estaba seca.
Sal
115.
Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mc
8,22-26. El ciego quedó curado, y veía con toda claridad.
Jueves
21
Gn
9,1-13. Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la
tierra.
Sal
101.
El Señor, desde el cielo, se ha fijado en la tierra.
Mc
8,27-33. Tú eres el Mesías. El Hijo del Hombre tiene que padecer
mucho.
Viernes
22
La
Cátedra del Apóstol san Pedro. Fiesta
1Pe
5,1-4. Presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de
Cristo.
Sal 22. El
Señor es mi pastor, nada me falta.
Mt
16,13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los
cielos.
Sábado
23
San
Policarpo, mártir. Memoria.
Hb
11,1-7. Por la fe sabemos que la palabra de Dios configuró el
universo.
Sal
144.
Bendeciré tu nombre, Señor, por siempre.
Mt
9,1-12. Se transfiguró delante de ellos.
Lectura del santo evangelio según san Lucas
5, 1 -11
En
aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de
Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban
en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las
redes.
Subiendo
a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra.
Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a
Simón:
«Rema
mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
Respondió
Simón y dijo:
«Maestro,
hemos estado bregando toda la noche y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra,
echaré las redes».
Y,
puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes
comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban
en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron
las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro
se echó a los pies de Jesús diciendo:
«Señor,
apártate de mí, que soy un hombre pecador».
Y
es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la
redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan,
hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Jesús
dijo a Simón:
«No
temas; desde ahora serás pescador de hombres».
Ellos
sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Para la Semana
Lunes
11
Gn
1,1-19. Dijo Dios, y así fue.
Sal
103.
El Señor goce con sus obras.
Mc
6,53-56. Los que lo tocaban se ponían sanos.
Martes
12
Gn
1,20-2,4a. Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.
Sal 8.
¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Mc
7,1-13. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la
tradición de los hombres.
Miércoles
13
Gn
2,4b-9.15-17. El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el
jardín del Edén.
Sal
103.
Bendice, alma mía, al Señor.
Mc
7,14-23. Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Jueves 14
San
Cirilo, monje, y san Metodio, obispo, patronos de Europa. Fiesta.
Hch
13,46-49. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Lc
10,1-9. La mies es abundante y los obreros pocos.
Viernes
15
Gn
3,1-8. Seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal.
Sal 31.
Dichoso el que está absuelto de su culpa.
Mc
7,31-37. Hace oir a los sordos y hablar a los mudos
Sábado
16
Gn
3,9-24. El Señor lo expulsó del jardín del Edén, para que labrase
el suelo.
Sal 89. Señor,
tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Mc
8,1-10. La gente comió hasta quedar satisfecha.
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 4, 21-30
En
aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que
acabáis de oír»
Y
todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que
salían de su boca.
Y decían:
«¿No
es éste el hijo de José?»
Pero Jesús les dijo:
«Sin
duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; haz también aquí, en
tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún»
Y añadió:
«En
verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros
que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado
el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin
embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en
el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del
profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el
sirio». Al oír esto, todos en la
sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo
llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo,
con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se seguía
su camino.
Para la Semana
Lunes
4
Hb
11,32-40. Por medio de la fe subyugaron reinos. Dios tiene preparado
algo mejor para nosotros.
Sal 30. Sed
fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
Mc
5,1-20. Espíritu inmundo, sal de este hombre.
Martes
5
Santa
Águeda, virgen y mártir. Memoria.
Hb
12,1-4. Corramos la carrera que nos toca, sin retirarnos.
Sal 21. Te
alabarán, Señor, los que te buscan.
Mc
5,21-43. Contigo hablo, niña, levántate.
Miércoles
6
San
Pablo Miki y compañeros, mártires. Memoria.
Hb
12,4-7.11-15. Dios reprende a los que ama.
Sal
102.
La misericordia del Señor dura siempre para los que cumplen sus mandatos.
Mc
6,1-6. No desprecian a un profeta más que en su tierra.
Jueves
7
Hb
12,18-19.21-24. Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del
Dios vivo.
Sal
47,2-3ab.3cd-4.9.10-11. Oh Dios, meditamos tu misericordia en
medio de tu templo.
Mc
6.7-13. Los fue enviando.
Viernes
8
Hb
13,1-8. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
Sal 26. El
Señor es mi luz y mi salvación.
Mc
6,14-29. Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.
Sábado
9
Hb
13,15-17.20-21. Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre
los muertos al gran pastor, os ponga a punto en todo bien.
Sal 22. El
Señor es mi pastor, nada me falta.
Mc
6,30-34. Andaban como ovejas sin pastor.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
1, 1-4; 4, 14-21
Ilustre Teófilo:
Puesto
que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se
han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el
principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto
escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde
el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En
aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se
extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue
a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre
los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del
profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El
Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a
evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los
ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año de
gracia del Señor».
Y,
enrollando el rollo y devolviéndolo al que le ayudaba, se sentó. Toda la
sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y
él comenzó a decirles:
«Hoy
se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
Para la Semana
Lunes
28
Santo
Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Heb
9,15.24-28. Se ofreció una sola vez para quitar los
pecados. La segunda vez aparecerá a los que lo esperan.
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6: Cantad
al Señor un cántico nuevo, porque he hecho maravillas.
Mc
3,22-30: Satanás está perdido.
Martes
29
Hb
10,1-10. Aquí estoy, ¡oh, Dios! para hacer tu voluntad.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc
3,31-35. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi
hermana y mi madre.
Miércoles
30
Hb 10,11-18. Ha perfeccionado para siempre a los
que van siendo consagrados.
Sal 109,1.2.3.4: Tú eres sacerdote eterno, según
el rito de Melquisedec.
Mc 4,1-20: Salió el sembrador a sembrar.
Jueves
31
San
Juan Bosco, presbítero. Memoria.
Hb 10,19-25. Llenos
de fe, mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos; fijémonos los unos en los otros, para
estimularnos a la caridad.
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6. Éste
es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Mc 4,21-25: El
candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con
vosotros
Viernes
1
Hb 10,32-29.
Soportasteis múltiples combates. No renunciéis, pues, a vuestra valentía.
Sal 36. El
Señor es quien salva a los justos.
Mc 4,26-34. Echa
simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.
Sábado
2
Presentación
del Señor. Fiesta.
Mal
3,1-4. Entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis.
o bien:
Heb
2,14-18. Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.
Sal 23. El
Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.
Lc
2,22-40. Mis ojos han visto a tu Salvador.
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de
Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban
también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo?
Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:
«Haced lo que él diga».
Había allí colocadas seis tinajas de
piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en
vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado
el agua), y entonces llamó al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno
y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno
hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús
realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron
en él.
Para la Semana
Lunes
21
Santa
Inés, virgen y mártir.
Hb
5,1-10. A pesar de ser Hijo aprendió, sufriendo, a obedecer.
Sal
109.
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Mc
2,18-22. El novio está con ellos.
Martes
22
Hb
6,10-20. La esperanza que se nos ha ofrecido es para todos nosotros
como ancla segura y fuerte.
Sal
110.
El Señor recuerda siempre su alianza.
Mc
2,23-28. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el
sábado
Miércoles
23
San
Ildefonso, obispo
Sab
7,7-10.15-16. Quise más la sabiduría que la salud y la
belleza.
Sal 18. Los
mandamientos del Señor son verdaderos y eternamente justos.
Lc
6,34-39. ¿Por qué me llamáis?
Jueves
24
San
Francisco de Sales, obispo y doctor.
Hb
7,25-8,6. Ofreció sacrificios de una vez para siempre, ofreciéndose a
sí mismo.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc
3,7-12. Los espíritus inmundos gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”;
les prohibía que lo diesen a conocer.
Viernes
25
La
conversión de san Pablo.
Hch
22,3-16. Levántate, recibe el bautismo que, por la invocación del
nombre de Jesús, lavará tus pecados.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Mc
16,15-18. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Sábado
26
Santos
Timoteo y Tito, obispos.
1Tim
1,1-8. Refrescando la memoria de tu fe sincera.
Sal 95. Contad
las maravillas del Señor a todas las naciones.
Mc
3,20-21. Su familia decía que no estaba en sus cabales.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
3,15-16.21-22
En
aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su
interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo
os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco
desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y
fuego».
Y
sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado;
y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con
apariencia corporal semejante a una paloma, y vino un voz del cielo:
«Tú
eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».
PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Lunes
14
Hb
1,1-6. Dios nos ha hablado por el Hijo.
Sal 96. Adorad
a Dios, todos sus ángeles.
Mc
1,14-20. Convertíos y creed la Buena Noticia.
Martes
15
Hb
2,5-12. Dios juzgó conveniente perfeccionar y consagrar con
sufrimientos al guía de su salvación.
Sal 8. Diste
a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Mc
1,21-28. Le enseñaba con autoridad.
Miércoles
16
Hb
2,14-18. Tenía que parecerse en todo a sus hermanos para ser
compasivo y pontífice fiel.
Sal
104.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mc
1,29-39. Curó a muchos enfermos de diversos males.
Jueves
17
San
Antonio, abad.
Hb
3,7-14. Animaos los unos a los otros mientras dure este “hoy”.
Sal 94. Ojalá
escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis el corazón”.
Mc
1,40-45. La lepra se le quitó y quedó limpio.
Viernes
18
Hb
4,5-11. Empeñémonos en entrar en aquel descanso.
Sal 77. No olvidéis
las acciones de Dios.
Mc
2,1-12. El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados.
Sábado
19
Hb
4,12-16. Acerquémonos con seguridad al trono de gracia.
Sal 18. Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mc
2,13-17. No he venido a llamar justos, sino pecadores.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
2, 1-12
Habiendo
nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de
Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
«¿Dónde
está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y
venimos a adorarlo».
Al
enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los
sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que
nacer el Mesías.
Ellos
le contestaron:
«En
Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
“Y
tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones
de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”».
Entonces
Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que
había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
«ld
y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme,
para ir yo también a adorarlo.»
Ellos,
después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto, la estrella que
habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde
estaba el niño.
Al
ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al
niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo
sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
Y
habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se
marcharon a su tierra por otro camino.
Para la
Semana
Lunes 7
1Jn
3,22-4,6. Examinad si los espíritus vienen de Dios.
Sal 2. Te
daré en herencia las naciones.
Mt
4,12-17.23-25. Está cerca el reino de los cielos.
Martes
8
1Jn
4,7-10. Dios es amor.
Sal 71. Que
todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.
Mc 6,34-44. Jesús
se revela como profeta en la multiplicación de los panes.
Miércoles
9
1Jn
4,11-18. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros.
Sal 71. Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Mc
6,45-52. Lo vieron andar sobre el lago.
Jueves
10
1Jn
4,19-5,4. Quien ama a Dios, ame también a su hermano.
Sal 71. Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Lc
4,14-22a. Hoy se cumple esta Escritura.
Viernes
11
1Jn
5,5-13. El Espíritu, el agua y la sangre.
Sal
147.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Lc
5,12-16. Enseguida le dejó la lepra.
Sábado
12
1Jn
5,14-21. Nos escucha en lo que le pedimos.
Sal
149.
El Señor ama a su pueblo.
Jn
3,22-30. El amigo del esposo se alegra con la voz del esposo.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
2, 41-52
Los
padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando
cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó,
se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que se enteraran
sus padres.
Estos,
creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se
pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y
sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de
los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían
quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al
verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo,
¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les
contestó:
«¿Por
qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero
ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él
bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su
corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura, y en gracia ante Dios
y ante los hombres.
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