LECTURAS 2019



Lectura del santo Evangelio según san Mateo 2, 13-15. 19-23
       Cuando se retiraron los magos, el ángel del señor se apareció en sueños a José y le dijo:
       «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
       José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:
       «De Egipto llamé a mi hijo».
       Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo:
       «Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atacaban contra la vida del niño». Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel.
       Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá.
       Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.


Para la Semana
Lunes 30

1Jn 2,12-17. El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Sal 95. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Lc 2,36-40. Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Martes 31

1Jn 2,18-21. Estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis.
Sal 95,1-2.11-12.13-14. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Jn 1,1-18. La Palabra se hizo carne.
Miércoles 1
Santa María, Madre de Dios. Solemnidad.

Núm 6,22-27. Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.
Sal 66. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Gál 4,4-7. Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer.
Lc 2,16-21. Encontraron a María y a José, y al niño, a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
Jueves 2
San Basilio y san Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Memoria.

1Jn 2,22-28. Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 1,19-28. En medio de vosotros hay uno que no conocéis
Viernes 3

1Jn 2,29-3,6. Todo el que permanece en Dios, no peca.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 1,29-34. Este es el Cordero de Dios.
Sábado 4

1Jn 3,7-10. No puede pecar, porque ha nacido de Dios.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 1,35-42. Hemos encontrado al Mesías.



Miércoles 25
Natividad del Señor. Solemnidad.

Is 52,7-10. Verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.

Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Heb 1,1-6. Dios nos ha hablado por el Hijo.

Jn 1,1-18. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
Jueves 26:
San Esteban, protomártir. Fiesta.

Hch 6,8-10; 7,54-60. Veo el cielo abierto.
Sal 30. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Mt 10,17-22. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
Viernes 27
San Juan, apóstol y evangelista. Fiesta.

1Jn 1,1-4. Os anunciamos lo que hemos visto y oído.
Sal 96. Alegros, justos, con el Señor.
Jn 20,1a.2-8. El otro discípulo corría más que Pedro y llegó primero al sepulcro.
Sábado 28
Los santos inocentes, mártires. Fiesta.

1Jn 1,5-2,2. La Sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal 123. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
Mt 2,13-18. Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.


Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-24
       La generación de Jesucristo fue de esta manera:
       María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
       José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
       «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:
       «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa “Dios con nosotros”».
       Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.


Lunes 23

Mal 3,1-4.23-24. Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor.
Sal 24. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Lc 1,57-66. El nacimiento de Juan Bautista.
Martes 24

2S 7,1-5.8b-12.14a.16. El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor.
Sal 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Lc 1,67-79. Nos visitará el sol que nace de lo alto.


Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 2-11
       En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle.
       «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?». Jesús les respondió:
       «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí! ». Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
       «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
       “Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.
       En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él»

Lunes 16

Nm 24,2-7.15-17a. Avanza la constelación de Jacob.
Sal 24. Señor, instrúyeme en tus sendas.
Mt 21,23-27. El bautismo de Juan, ¿de dónde venía?
Martes 17

Gn 49,1-2.8-10. No se apartará de Judá el cetro.
Sal 71. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Mt 1,1-17. Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
Miércoles 18
Nuestra Señora de la Esperanza.

Jer 23, 5-8. Daré a David un vástago legítimo.
Sal 71. En sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Mt 1,18-24. Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.
Jueves 19

Jue 13,2-7.24-25a. El ángel anuncia el nacimiento de Sansón.
Sal 70. Que mi boca esté llena de tu alabanza y cante tu gloria.
Lc 1,5-25. El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.
Viernes 20

 Is 7,10-14. Mirad: la Virgen está en cinta.
Sal 23. Va a entrar el Señor, Él es el Rey de la gloria.
Lc 1,26-38. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Sábado 21

Cant 2,8-14. Llega mi amado, saltando sobre los montes.
o bien:
Sof 3,14-18a. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti.
Sal 32. Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
Lc 1,39-45. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1.26-38
       En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
       El ángel, entrando en su presencia, dijo:
       «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
       Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
       «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel:
       «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?». El ángel le contestó:
       «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible».        María contestó:
       «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
       Y el ángel se retiró.


Lunes 9
Is 35,1-10. Dios viene en persona y os salvará.
Sal 84. Nuestro Dios viene y nos salvará.
Lc 5,17-26. Hoy hemos visto cosas admirables.
Martes 10
Is 40,1-11. Dios consuela a su pueblo.
Sal 95. Nuestro Dios llega con poder.
Mt 18,12-14. Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.
Miércoles 11
Santa Maravillas de Jesús, virgen. Fiesta.
Ca 8,6-7. Es fuerte el amor como la muerte.
Sal 44. Llega el Esposo; salid a recibir a Cristo, el Señor.
Lc 10,38-42. María ha escogido la parte mejor.
Jueves 12
Is 41,13-20. Yo soy tu libertador, el Santo de Israel.
Sal 144. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Mt 11,11-15. No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista.
Viernes 13
Is 48,17-19. Si hubieras atendido a mis mandatos.
Sal 1. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Mt 11,16-19. No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.
Sábado 14
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Eclo 48,1-4.9-11. Elías volverá.
Sal 79. Oh. Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Mt 17,10-13. Elías ya ha venido, y no lo reconocieron.


Evangelio según San Mateo 24,37-44.
       En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos:
       Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé.
       En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.
De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado.
       De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.
       Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
       Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.
       Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.


Lunes 2
Is 2,1-5. El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del reino de Dios.
o bien:
Is 4,2-6. El vástago del Señor será ornamento para los supervivientes.
Sal 121. Vamos alegres a la casa del Señor.
Mt 8,5-11. Vendrán muchos de oriente y occidente al reino de los cielos.
Martes 3
San Francisco Javier, presbítero. Memoria.
Is 11,1-10. Sobre él se posará el espíritu del Señor.
Sal 71. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Lc 10,21-24. Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo.
Miércoles 4
Is 25,6-10a. El Señor invita a su festín y enjuga las lágrimas de todos los rostros.
Sal 22. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Mt 15,29-37. Jesús cura a muchos y multiplica los panes.
Jueves 5
Is 26,1-6. Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad.
Sal 117. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Mt 7,21.24-27. El que cumple la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos
Viernes 6
Is 29,17-24. Aquel día verán los ojos de los ciegos.
Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
Mt 9,27-31. Curación de dos ciegos que creen en Jesús.
Sábado 7
San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Is 30,19-21.23-26. Se apiadará a la voz de tu gemido.
Sal 146. Dichosos los que esperan en el Señor.
Mt 9,35-10,1.6-8. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 23, 35-43
       En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo:
       «A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».
       Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
       «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
       Había también por encima de él un letrero:
       «Éste es el rey de los judíos».
       Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:
       «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
       Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
       «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».
       Y decía:
       «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
       Jesús le dijo:
       «En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Para la Semana
Lunes 25
Dan 1,1-6.8-20. No encontró ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías.
Salmo: Dan 3,52-56. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Lc 21,1-4. Vio una viuda pobre que echaba dos monedillas.
Martes 26
Dan 2,31-45. Dios suscitará un reino que nunca será destruido y acabará con todos los reinos.
Salmo: Dan 3,57-61. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lc 21,5-11. No quedará piedra sobre piedra.
Miércoles 27
Dan 5,1-6.13-14.16-17.23-28. Aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo.
Salmo: Dan 3,62-67. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lc 21,12-19. Todos os odiarán a causa de mi nombre, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
Jueves 28
Dn 6,12-28. Dios envió su ángel a cerrar las fauces de los leones.
Sal: Dn 3,68-74. Ensalzadlo con himnos por los siglos.
Lc 21,20-28. Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora.
Viernes 29
Dan 7,2-14. Vi venir una especie de hijo de hombres entre las nubes del cielo.
Salmo: Dan 3,75-81. ¡Ensalzadlo con himnos por los siglos!
Lc 21,29-33. Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
Sábado 30
San Andrés, apóstol. Fiesta.
Rom 10,9-18. La fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a través de la palabra de Cristo.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Mt 4,18-22. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

 Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21. 5-19
       En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo.
       «Esto que contempláis, llegarán un días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
       Ellos le preguntaron:
       «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo:
       «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien:
       “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
       Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
       Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el final no será enseguida».
       Entonces les decía:
       «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
       Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
       Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndonos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
       Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
       Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa de mi nombre.
       Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

Para la Semana
Lunes 18
1Mac 1,10-15. 41-43. 54-57. 62-64. Una cólera terrible se abatió sobre Israel.
Sal 118. Dame vida, Señor, para que observe  tus preceptos.
Lc 18,35-43. “¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que recobre la vista”.
Martes 19
2Mac 6,18-31. Legaré un noble ejemplo para que aprendan a arrostrar una muerte noble, por amor a nuestra ley.
Sal 3. El Señor me sostiene.
Lc 19,1-10. El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.
Miércoles 20
2Mac 7,1.20-31. El Creador del universo os devolverá el aliento y la vida.
Sal 16. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Lc 19,11-28. ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Jueves 21
Presentación de la bienaventurada Virgen María. Memoria.
1Mac 2,15-29. Viviremos según la Alianza de nuestros padres.

Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Lc 19,41-44. ¡Si reconocieras lo que conduce a la paz!
Viernes 22
Santa Cecilia, virgen y mártir. Memoria
1Mac 4,36-37.52-59. Celebraron la consagración, ofreciendo con alegría holocaustos.
Salmo: 1Cr 29,10-12. Alabamos tu nombre glorioso, Señor.
Lc 19,45-48. Habéis hecho de la casa de Dios una “cueva de bandidos”.
Sábado 23
1Mac 6,1-13. Por las desgracias que hice en Jerusalén, muero de tristeza.
Sal 9. Gozaré con tu salvación, Señor.
Lc 20,27-40. No es Dios de muertos, sino de vivos.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-38
       En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
       «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y
murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron cono mujer». Jesús les dijo:
       «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
       Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
 Para la Semana
Lunes 11
San Martín de Tours, obispo. Memoria.
Sab 1,1-7. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres: el espíritu del Señor llena la tierra.
Sal 138. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc 17,1-6. Si siete veces en un día vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás.
Martes 12
San Josafat, obispo y mártir. Memoria
Sab 2,23-3,9. Los insensatos pensaban que habían muerto, pero ellos están en paz.
Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.
Lc 17,7-10. Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer.
Miércoles 13
Sab 6,1-11. Escuchad, reyes, para que aprendáis sabiduría.
Sal 81. Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.
Lc 17,11-19. ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Jueves 14
Sab 7,22-8,1. Irradiación de la luz eterna es la sabiduría, y espejo límpido de la actividad de Dios.
Sal 118. Tu palabra, Señor, es eterna.
Lc 17,20-25. El reino de Dios está en medio de vosotros
Viernes 15
Sab 13,1-9. Si han sido capaces de escudriñar el universo, ¿cómo no encontraron a su Señor?
Sal 18. El cielo proclama la gloria de Dios.
Lc 17,26-37. El día que se revele el Hijo del hombre.
Sábado 3
Sab 18,14-16; 19,6-9. Se vio el mar Rojo convertido en un camino practicable, y retozaban como corderos.
Sal 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Lc 18,1-8. Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante Él


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 1 - 10
       En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
       En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:
       «Zaqueo, data prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prosa en bajar y lo recibió muy contento.
       Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:
       «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
       Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
       «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
       Jesús le dijo:
       «Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Para la Semana
Lunes 4
San Carlos Borromeo, obispo. Memoria
Rom 11,29-36. Dios nos encerró a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.
Sal 68. Señor, que me escuche tu gran bondad.
Lc 14,12-14. No invites a tus amigos, sino a pobres y lisiados.
Martes 5
Rom 12,5-16a. Existimos en relación con los otros miembros.
Sal 130. Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Lc 14,15-24. Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa.
Miércoles 6
Santos Pedro Poveda Castroverde e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbíteros, y compañeros, mártires. Memoria.
Rm 13,8-10. Amar es cumplir la ley entera.
Sal 111. Dichoso el que se apiada y presta.
Lc 14,25-33. El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.
Jueves 7
Rm 14,7-12. En la vida y en la muerte somos del Señor.
Sal 26. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc 15,1-10. Habrá alegría en el cielo por un pecador que se convierta.
Viernes 8
Dedicación de la basílica de Letrán. Fiesta (trasladada).
Ez 47,1-2.8-9.12. Vi agua que manaba del templo, y habrá vida allá donde llegue el torrente.
o bien:
1Cor 3,9c-11. 16-17. Sois templo de Dios.
Sal 45. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.
Jn 2,13-22. Hablaba del templo de su cuerpo.
Sábado 9
Ntra. Sra. de la Almudena. Solemnidad.
Zc 2,14-17. Vi que manaba agua del lado derecho del templo, y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.
Jdt 13,18-19. Tú eres el orgullo de nuestra raza.
Ap 21,3-5a. Vi la nueva Jerusalén, adornada como una novia se adorna para su esposo.
Jn 19,25-27. Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.

 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 9-14
       En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
       «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
       “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”. El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
       “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
       Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Para la Semana
Lunes 28
Santos Simón y Judas, apóstoles. Fiesta.
Ef 2,19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Lc 6,12-19. Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles.
Martes 29
Rom 8,18-25. La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios.
Sal 125. El Señor ha estado grande con nosotros.
Lc 13,18-21. El grano creció y se hizo un árbol.
Miércoles 30
Rm 8,26-30. A los que aman a Dios todo les sirve para el bien.
Sal 12. Yo confío, Señor, en tu misericordia.
Lc 13,22-30. Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios.
Jueves 31
Rm 8,31b-39. Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo.
Sal 108. Sálvame, Señor, por tu bondad.
Lc 13,31-35. No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.
Viernes 1
Todos los santos. Solemnidad.
Ap 7,2-4.9-14. Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas.
Sal 23. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
1Jn 3,1-3. Veremos a Dios tal cual es.
Mt 5,1-12a. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Sábado 2
Conmemoración de todos los fieles difuntos.
Job 19,1.23-27a. Yo sé que está vivo mi redentor.
Sal 24.  A ti, Señor, levanto mi alma.
Flp 3,20-21. Transformará nuestro cuerpo humilde, según su modelo glorioso.
Mc 15,33-39; 16,1-6. Jesús, dando un fuerte grito, expiró.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8
       En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola:
       «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
       “Hazme justicia frente a mi adversario”.
       Por algún tiempo se negó, pero después se dijo:
       “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”». Y el Señor añadió:
       «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante el día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
Para la Semana
Lunes 21
Rom 4,20-25. Está escrito por nosotros, a quienes se nos contará: nosotros, los que creemos en Él.
Salmo: Lc 1,69-75. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Lc 12,13-21. ¿De quién será lo que has preparado?
Martes 22
Rom 5,12.15b.17-19.20b-21. Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado, con cuánta más razón reinarán en la vida.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Lc 12,35-38. Bienaventurados los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentre en vela.
Miércoles 23
Rom 6,12-18. Ofreceos a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la muerte.
Sal 123. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Lc 12,39-48. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará.
Jueves 24
Rom 6,19-23. Ahora estáis liberados del pecado y hechos esclavos de Dios.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 12,49-53. No he venido a traer paz, sino división
Viernes 25
Rom 7,18-24. ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Sal 118. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Lc 12,54-59. Sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?
Sábado 26
Rm 8,1-11. El Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros.
Sal 23. Este es el grupo, que viene a tu presencia, Señor.
Lc 13,1-9. Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
       Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
       «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos, les dijo:
       «ld a presentaros a los sacerdotes».
       Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
       Este era un samaritano.
       Jesús tomó la palabra y dijo:
       «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». Y le dijo:
       «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Para la Semana
Lunes 14
Rom 1,1-7. Por Cristo hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre los gentiles.
Sal 97. El Señor da a conocer su salvación.
Lc 11,29-32. A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Martes 15
Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia. Fiesta.
Si 15,1-6. Lo llena de sabiduría e inteligencia.
Sal 88. Contaré tu fama a mis hermanos; en medio de la asamblea te alabaré.
Mt 11,25-30. Soy manso y humilde de corazón.
Miércoles 16
Rm 2,1-11. Pagará a cada uno según sus obras, primero al judío, pero también al griego.
Sal 61. Tú, Señor, pagas a cada uno según sus obras.
Lc 11,42-46. ¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley!
Jueves 17
San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir. Memoria.
Rom 3,21-30. El hombre es justificado por la fe, sin obras de la Ley.
Sal 129. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
Lc 11,47-54. Se le pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías.
Viernes 18
San Lucas, evangelista. Fiesta.
2Tim 4,10-17b. Lucas es el único que está conmigo.
Sal 144. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Lc 10,1-9. La mies es abundante y los obreros pocos
Sábado 19
Rom 4,13.16-18. Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza.
Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Lc 12,8-12. El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 5-10
       En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
       «Aumentarnos la fe». El Señor dijo:
       «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería.
       ¿Quién de vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo, “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?
       ¿No le diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”? ¿Acaso tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
       Lo mismo vosotros: cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

Para la Semana
Lunes 7
Bienaventurada Virgen del Rosario. Memoria.
Jon 1,1-2,1.11. Jonás se puso en marcha para huir lejos del Señor.
Salmo: Jon 2,3-5.8. Tú, Señor, me sacaste vivo de la fosa.
Lc 10,25-37. ¿Quién es mi prójimo?
Martes 8
Jon 3,1-10. Los ninivitas habían abandonado el mal camino, y se arrepintió Dios.
Sal 129. Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Lc 10,38-42. Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor.
Miércoles 9
Jon 4,1-11. Tú te compadeces del ricino, ¿y no me he de compadecer yo de Nínive, la gran ciudad?
Sal 85. Tú, Señor, eres lento a la cólera y rico en piedad.
Lc 11,1-4. Señor, enséñanos a orar.
Jueves 10
M 3,13-20a. Mirad que llega el día, ardiente como un horno.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 11,5-13. Pedid y se os dará.
Viernes 11
Santa María Soledad Torres Acosta, virgen. Memoria.
Jl 1,13-15;2,1-2. El Día del Señor, día de oscuridad y negrura.
Sal 9. El Señor juzgará el orbe con justicia.
Lc 11,15-26. Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Sábado 12
Bienaventurada Virgen María del Pilar. Fiesta
1Cron 15,3-4.15-16;16,1-2. Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado.
O bien:
Hch 1,12-14. Perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la Madre de Jesús.
Sal 26. El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Lc 11,27-28. Bienaventurado el vientre que te llevó.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 19-31
       En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
       - «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
       Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
       Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
       Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
       Pero Abrahán le dijo:
       “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
       Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
       El dijo:
       “Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también vengan ellos a este lugar de tormento”. Abrahán le dice:
       “Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él de dijo:
       “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán” Abrahán le dijo:
       “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
  
Para la Semana
Lunes 30
San Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.

Zac 8,1-8. Estoy para salvar a mi pueblo de Oriente a Occidente.
Sal 101. El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.
Lc 9,46-50. El más pequeño de vosotros es el más importante.
Martes 1
Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia. Memoria.

Zac 8,20-23. Vendrán pueblos numerosos buscando al Señor en Jerusalén.
Sal 86. Dios está con nosotros.
Lc 9,51-56. Tomó la decisión de ir a Jerusalén.
Miércoles 2
Santos ángeles custodios. Memoria

Neh 2,1-8. Si le parece bien al rey, permítame ir a la ciudad de mis padres para reconstruirla.
Sal 136. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
Mt 18,1-5.10. Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial.
Jueves 3

Ne 8,1-4a.5-6.7b-12. Esdras abrió el libro de la Ley, bendijo al Señor, y todo el pueblo respondió: Amén, amén.
Sal 18,8.9.10.11. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
Lc 10,1-12. Descansará sobre ellos vuestra paz
Viernes 4
San Francisco de Asís. Memoria.

Bar 1,15-22. Hemos pecado contra el Señor desoyendo sus palabras.
Sal 78. Por el honor de tu nombre, Señor, líbranos.
Lc 10,13-16. Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Sábado 5
Témporas de acción de gracias y de petición. Feria mayor.

Dt 8,7-18. Dios te da la fuerza para adquirir esa riqueza.
Salmo: 1Cr 29,10-12. Tú eres Señor del universo.
2Co 5,17-21. Os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Mt 7,7-11. Todo el que pide recibe.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-13
       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes.
       Entonces lo llamó y le dijo:
       “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando”. El administrador se puso a decir para sí:
       “¿Qué voy a hacer, pus mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.” Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
       “¿Cuánto debes a mi amo?” Éste respondió:
       “Cien barriles de aceite.” Él le dijo:
       “Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta.” Luego dijo a otro:
       “Y tú, ¿cuánto debes?” Él contestó:
       “Cien fanegas de trigo”. Le dijo:
       “Aquí está tu recibo, escribe ochenta”.
       Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz. Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
       El que es de fiar en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
       Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
       Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».
      
Para la Semana
Lunes 23
San Pío de Pietrelcina, presbítero. Memoria.

Esd 1,1-6. El que pertenezca al pueblo del Señor que suba a Jerusalén, a reconstruir el templo del Señor.
Sal 125. El Señor ha estado grande con nosotros.
Lc 8,16-18. La lámpara se pone en el candelero para que los que entren vean la luz.
Martes 24

Esd 6,7-8.12b.14-20. Terminaron el templo y celebraron la Pascua.
Sal 121. Vamos alegres a la casa del Señor.
Lc 8,19-21. Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
Miércoles 25
Esd 9,5-9. Dios no nos ha abandonado en nuestra esclavitud.
Sal: Tob 13,1b-5.10. Bendito sea Dios, que vive eternamente.
Lc 9,1-6. Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos.
Jueves 26
Ag 1,1-8. Construid el templo y me complaceré en él.
Sal 149. El Señor ama a su pueblo.
Lc 9,7-9. A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?
Viernes 27
San Vicente de Paúl, presbítero. Memoria
Ag 1,15b-2,9. Todavía un poco más y llenaré de gloria este templo.
Sal 42,1.2.3.4. Espera en Dios, que volverás a alabarlo: “Salud de mi rostro, Dios mío”.
Lc 9,18-22. Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho.
Sábado 28
Zac 2,5-9.14-15c. Voy a habitar en medio de ti.
Sal: Jer 31,10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Lc 9,43b-45. El Hijo del hombre va a ser entregado. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-32
       En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
       «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola:
       «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas , no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: “¡Alegraos, conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
       Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
       «O ¿qué mujer tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: “¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
       Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
       También les dijo:
       «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.”
       El padre les repartió los bienes.
       No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
       Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo:
       “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré:
       Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó cuello y lo cubrió de besos.
       Su hijo le dijo:
       “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.” Pero el padre dijo a sus criados:
       “Sacad enseguida el mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebramos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”. Y empezaron el banquete.
       Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó:
       “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
       Entonces él respondió a su padre:
       “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tu bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. El padre le dijo:
       “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”».

Para la Semana
Lunes 16
Santos Cornelio, papa, y Cipriano, obispo, mártires. Memoria.
1 Tim 2,1-8. Que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios, que quiere que todos los hombres se salven.
Sal 27. Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante.
Lc 7.1-10. Ni en Israel he encontrado tanta fe.
Martes 17
1Tim 3,1-13. Conviene que el obispo sea irreprochable; asimismo los diáconos, que guarden el misterio de la fe con conciencia pura.
Sal 100. Andaré con rectitud de corazón.
Lc 7,11-17. ¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!
Miércoles 18
1Tim 3,14-16. Es grande el misterio de la piedad.
Sal 110. Grandes son las obras del Señor.
Lc 7,31-35. Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones y no habéis llorado
Jueves 19
San Alonso de Orozco, presbítero. Memoria
1Tim 4,12-16. Cuídate tú y cuida la enseñanza; así te salvarás a ti y a los que te escuchan.
Sal 110,7-8.9.10. Grandes son las obras del Señor.
Lc 7,36-50. Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor.
Viernes 20
Santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang, y compañeros, mártires. Memoria
1Tim 6,2c-12. Tú, en cambio, hombre de Dios, busca la justicia.
Sal 48. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Lc 8-1-3. Las mujeres iban con ellos, y les servían con sus bienes.
Sábado 21
San Mateo, apóstol y evangelista. Fiesta.
Ef 4,1-7.11-13. Él ha constituido a unos apóstoles, a otros, evangelistas.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Mt 9,9-13. Sígueme. Él se levantó y lo siguió.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33
       En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo:
       «Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío.
       Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, sí echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo:   
        “Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar.”
       ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro  está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.
       Así pues, todo aquel de entre vosotros que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío».

Para la Semana
Lunes 9
Santa María de la Cabeza, esposa de san Isidro labrador. Memoria.
Col 1,24-2,3. Nombrado servidor de la Iglesia para llevar a plenitud el misterio escondido desde siglos.
Sal 61. De Dios viene mi salvación y mi gloria.
Lc 6,6-11. Estaban al acecho para ver si curaba en sábado.
Martes 10
Col 2,6-15. El Señor os vivificó con él, y nos perdonó todos los pecados.
Sal 144. El Señor es bueno con todos.
Lc 6,12-19. Pasó la noche orando. Escogió a doce, a los que también nombró apóstoles.
Miércoles 11
Col 3,1-11. Habéis muerto con Cristo; en consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros.
Sal 144. El Señor es bueno con todos.
Lc 6,20-26. Bienaventurados los pobres. Ay de vosotros, los ricos.
Jueves 12
Col 3,12-17. Por encima de todo, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Sal 150,1-2.3-4.5-6. Todo ser que alienta alabe al Señor.
Lc 6,27-38. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
Viernes 13
San Juan Crisóstomo, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
1Tim 1,1-2.12-14. Antes era un blasfemo, pero Dios tuvo compasión de mí.
Sal 15. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
Lc 6,39-42. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
Sábado 14
Exaltación de la santa cruz. Fiesta
Num 21,4b-9. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.
o bien:
Flp 2,6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
Sal 77. No olvidéis las acciones del Señor.
Jn 3,13-17. Tiene que ser elevado el Hijo del hombre.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14
       Un sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola:
       «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro y te diga: “Cédele el puesto a éste”.
       Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”.
       Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
       Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Y dijo al que lo había invitado:
       «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».

Para la Semana
Lunes 2
1Tes 4,13-18. Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.
Sal 95. El Señor llega a regir la tierra.
Lc 4,16-30. Me ha enviado a evangelizar a los pobres… ningún profeta es aceptado en su pueblo.
Martes 3
San Gregorio Magno, papa y doctor de la Iglesia. Feria.
1Tes 5,1-6.9-11. Murió por nosotros para que vivamos con él.
Sal 26. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc 4,31-37. Sé quién eres: el Santo de Dios.
Miércoles 4
Col 1,1-8. La verdad del Evangelio llegó hasta vosotros y se propagó por todo el mundo.
Sal 51. Confío en tu misericordia, Señor, por siempre.
Lc 4,38-44. Es necesario que evangelice también a las otras ciudades, pues para esto he sido enviado.
Jueves 5
Col 1,9-14. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor.
Sal 97. El Señor da a conocer su salvación.
Lc 5,1-11. Dejándolo todo, lo siguieron.
Viernes 6
Col 1,15-20. Todo fue creado por él y para él.
Sal 99,2.3.4.5. Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Lc 5,33-39. Llegará el día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.
Sábado 7
Col 1,21-23. Dios os ha reconciliado para ser admitidos a su presencia santos y sin mancha.
Sal 53. Dios es mi auxilio.
Lc 6,1-5. ¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30
       En aquel tiempo, Jesús, pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
       Uno le preguntó:
       «Señor, ¿son pocos los que se salven?». Él les dijo:
       «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”; pero él os dirá:
       “No sé quiénes sois”.
       Entonces comenzaréis a decir.
       “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
       Pero él os dirá:
       “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad.”
       Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».
 Para la Semana
Lunes 26
Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen. Memoria.
 1Tes 1,1-5.8b-10. Os convertisteis a Dios, abandonando los ídolos, aguardando la vuelta de su Hijo, a quien ha resucitado.
Sal 149. El Señor ama a su pueblo.
Mt 23,13-22. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!
Martes 27
Santa Mónica. Memoria.
1Tes 2,1-8. Queríamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas.
Sal 138. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Mt 23,23-26. Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
Miércoles 28
San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
1Tes 2,9-13. Trabajando día y noche proclamamos entre vosotros el Evangelio.
Sal 138. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Mt 23,27-32. Sois hijos de los que asesinaron a los profetas
Jueves 29
Martirio de san Juan Bautista. Memoria.
1Tes 3,7-13. Que el Señor os colme de amor mutuo y de amor a todos.
Sal 89. Sácianos de tu misericordia, Señor, y estaremos alegres.
Mc 6,17-29. Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
Viernes 30
1Tes 4,1-8. Esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación.
Sal 96. Alegraos, justos, con el Señor.
Mt 25,1-13. ¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!
Sábado 31
1Tes 4,9-11. Dios mismo nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros.
Sal 97. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Mt 25,14-30. Como has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu señor.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
       «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
       ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
       Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».
Para la Semana
Lunes 19
Jue 2,11-19. El Señor suscitó jueces, pero tampoco les escucharon.
Sal 105. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mt 19,16-22. Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un tesoro en el cielo.
Martes 20
San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia. Memoria.
Jue 6,11-24a. Gedeón, salva a Israel, yo te envío.
Sal 84. Dios anuncia la paz a su pueblo.
Mt 19,23-30. Más fácil le es a un camello entrar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos.
Miércoles 21
San Pío X, papa. Memoria.
Jue 9,6-15. Pedisteis que os gobernara un rey, cuando vuestro rey era el Señor.
Sal 20. Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
Mt 20,1-16. ¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?
Jueves 22
Bienaventurada Virgen María Reina. Memoria.
Jue 11,29-39a. El primero que salga de mi casa a recibirme, será para el Señor, y lo ofreceré en holocausto.
Sal 39,5.7-8a.8b-9.10. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mt 22,1-14. A todos los que encontréis convidadlos a la boda.
Viernes 23
Rut 1,1.3-6.14b-16.22. Noemí volvió de la región de Moab junto con Rut, y llegaron a Belén.
Sal 145. Alaba, alma mía, al Señor.
Mt 22,34-40. Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo.
Sábado 24
San Bartolomé, apóstol. Fiesta.
Ap 21,9b-14. Sobre los cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Sal 144. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 1,45.51. Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 32-48
       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
       «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
       Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo. Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.
       Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
       Pedro le dijo:
       «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?». El Señor le respondió:
       «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas?
       Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
       Pero si aquel criado dijese para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
       Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá»

Para la Semana
Lunes 12
Dt 10,12-22. Circuncidad vuestros corazones. Amaréis al emigrante, porque emigrantes fuisteis.
Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt 17,22-27. Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos del impuesto.
Martes 13
Dt 31,1-8. Sé fuerte y valiente, Josué, porque tú has de introducir al pueblo en la tierra.
Sal Dt 32,3-4.7-9.12. La porción del Señor fue su pueblo.
Mt 28,1-5.10.12-14. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.
Miércoles 14
San Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir. Memoria.
Dt 34,1-12. Allí murió Moisés como había dispuesto el Señor, y no surgió otro profeta como él.
Sal 65. Bendito sea Dios, que me ha devuelto la vida.
Mt 18,15-20. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Jueves 15
Asunción de la bienaventurada Virgen María. Solemnidad.
Ap 11,19a;12,1-6a.10ab. Una mujer vestida de sol y la luna bajo sus pies.
Sal 44. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
1Co 15,20-27a. Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.
Lc 1,39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los humildes.
Viernes 16
Jos 24,1-13. Yo tomé a vuestro padre del otro lado del Río; os saqué de Egipto; os llevé a la tierra.
Sal 135. Porque es eterna su misericordia.
Mt 19,3-12. Por la dureza de corazón permitió Moisés repudiar a las mujeres; pero, al principio, no era así.
Sábado 17
Jos 24,14-29. Elegid hoy a quién queréis servir.
Sal 15. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.
Mt 19,13-15. No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21
       En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
       «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia». Él le dijo:
       «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros? ». Y les dijo:
       «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes». Y les propuso una parábola:
       « Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
       “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha.” Y se dijo:
       “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mi mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo:
       “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”
       Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

Para la Semana
Lunes 5
Num 11,4b-15. Solo no puedo cargar con este pueblo.
Sal 80. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt 14,13-21. Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente
Martes 6
La Transfiguración del Señor. Fiesta.
Dn 7,9-10.13-14. Su vestido era blanco como la nieve.
O bien:
2P 1,16-19. Esta voz traída del cielo la oímos nosotros.
Sal 96. El Señor reina, altísimo sobre la tierra.
Lc 9,28b-36. Moisés y Elías hablaban de su muerte.
Miércoles 7
Santos Justo y Pastor, mártires. Memoria
Nm 13,1-2.25.14,1.26-30.34-35. Despreciaron una tierra envidiable.
Sal 105. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mt 15,21-28. Mujer, qué grande es tu fe.
Jueves 8
Santo Domingo de Guzmán, presbítero. Memoria
Nm 20,1-13. Brotó agua abundantemente.
Sal 94. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón”.
Mt 16,13-23. Tú eres Pedro y te daré las llaves del Reino de los cielos.
Viernes 9
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, virgen y mártir. Fiesta.
Os 2,16b.17de.21-22. Me desposaré contigo para siempre.
Sal 44. Escucha, hija, mira, inclina el oído.
Mt 25,1-13. ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!
Sábado 10
San Lorenzo, diácono y mártir. Fiesta
2Cor 9,6-10. Dios ama al que da con alegría.
Sal 111. Dichoso el que se apiada y presta.
Jn 12,24-26. A quien me sirva, el Padre lo honrará.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-13
       Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
       «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos» Él les dijo:
       «Cuando oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación”». Y les dijo:
       «Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
       “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
       “No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
       ¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
       Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?»
Para la Semana
Lunes 29
Santa Marta. Memoria.
Ex 32,15-24.30-34. Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo haciéndose dioses de oro.
Sal 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Jn 11,19-27. Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios.
o bien:
Lc 10,38-42. Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas
Martes 30
Ex 33,7-11;34,5b-9.28. El Señor hablaba con Moisés cara a cara.
Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt 13,36-43. Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos.
Miércoles 31
San Ignacio de Loyola, presbítero. Memoria
Ex 34,29-35. Vieron a Moisés la piel de la cara y no se atrevieron a acercarse a él.
Sal 98. ¡Santo eres, Señor, nuestro Dios!
Mt 13,44-46. Vende todo lo que tiene y compra el campo.
Jueves 1
San Alfonso María de Ligorio, obispo y doctor. Memoria.
Ex 40,16-21.34-38. La nube cubrió la Tienda del Encuentro y la gloria del Señor la llenó.
Sal 83. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
Mt 13,47-53. Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Viernes 2
Lev 23,1.4-11.15-16.27.34b-37. En las festividades del Señor convocaréis asamblea litúrgica.
Sal 80. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt 13,54-58. ¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?
Sábado 3
Lev 25,1.8-17. El año jubilar cada uno recobrará su propiedad.
Sal 66. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Mt 14,1-12. Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a contárselo a Jesús.



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42
       En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
       Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:
       «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano». Pero el Señor le contestó:
       «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».
 Para la Semana
Lunes 22
Santa María Magdalena. Fiesta
Cant 3,1-4b. Encontré el amor de mi alma.
O bien: 2Cor 5,14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.
Sal 62. Mi alma está sedienta de Ti, Dios mío.
Jn 20,1-2.11-18. Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas
Martes 23
Santa Brígida, religiosa y patrona de Europa. Fiesta.
Ga 2.19-20. Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo, quien vive en mí.
Sal 33,3-11. Bendigo al Señor en todo momento.
Jn 15,1-8. El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Miércoles 24
Ex 16,1-5.9-15. Haré llover pan del cielo para vosotros.
Sal 77. El Señor les dio pan del cielo.
Mt 13,1-9. Cayó en tierra buena y dio fruto.
Jueves 25
Santiago, apóstol. Solemnidad.
Hch 4,33;5,12.27-33;12,2. El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.
Sal 66. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
2Cor 4,7-15. Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús.
Mt 20,20-28. Mi cáliz lo beberéis
Viernes 26
Santos Joaquín y Ana, padres de la Bienaventurada Virgen María. Memoria
Ex 20,1-17. La ley se dio por medio de Moisés.
Sal 18. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
Mt 13,18-23. El que escucha la palabra y la entiende, ese da fruto.
Sábado 27
Ex 24,3-8. Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado con vosotros.
Sal 49. Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.
Mt 13,24-30. Dejadlos crecer juntos hasta la siega.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37
       En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
       «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?». Él le dijo:
       «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?». Él respondió:
       «”Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con todo tu mente.
       Y “a tu prójimo como a ti mismo”». Él dijo:
       «Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida». Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
       «¿Y quién es mi prójimo?». Respondió Jesús diciendo:
       «Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, les vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
       ¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». Él dijo:
       «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo:
       «Anda y haz tú lo mismo».

Para la Semana
Lunes 15
San Buenaventura, obispo y doctor. Memoria.
Ex 1,8-14.22. Obremos astutamente contra Israel para que no se multiplique más.
Sal 123. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Mt 10,34-11,1. No he venido a sembrar paz sino espada.
Martes 16
B. Virgen María del Monte Carmelo. Memoria.
Ex 2,1-15a. Lo llamó Moisés, pues lo había sacado del agua.
Sal 68. Los humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Mt 11,20-24. El día del juicio les será más llevadero a Tiro, a Sidón y a Sodoma que a vosotras.
Miércoles 17
Ex 3,1-6.9-12. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas.
Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt 11,25-27. Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a los pequeños.
Jueves 18
Ex 3,13-20. Yo soy el que soy.
Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mt 11,28-30. Soy manso y humilde de corazón.
Viernes 19
Ex 11,10-12,14. Mataréis al cordero al atardecer; cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros.
Sal 115. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.
Mt 12,1-8. El Hijo del hombre es señor del sábado.
Sábado 20
Ex 12,37-42. Noche en que el Señor sacó a Israel de Egipto.
Sal 135. Porque es eterna su misericordia.
Mt 12,14-21. Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9
       En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los  pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
       «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
       ¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa.
       Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella y decidles: “El reino de Dios, ha llegado a vosotros”».

 Para la Semana

Lunes 8
Gen 28,10-22a. Vio una escalinata apoyada, y ángeles de Dios subían y bajaban, y Dios hablaba.
Sal 90. Dios mío, confío en ti.
Mt 9,18-26. Mi hija acaba de morir, pero ven tú, y vivirá.
Martes 9
Gn 19,15-29. El Señor hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.
Sal 25. Tengo ante los ojos, Señor, tu bondad.
Mt 8,23-27. Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.
Miércoles 10
Gen 41,55-57; 42,5-7a. 17-24a. Estamos pagando el delito contra nuestro hermano.
Sal 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros como lo esperamos de ti.
Mt 10,1-7. Id a las ovejas descarriadas de Israel.
Jueves 11
San Benito, abad. Fiesta.
Prov 2,1-9. Abre tu mente a la prudencia.
Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.
Mt 19,27-29. Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.
Viernes 12
Gen 46,1-7.28-30. Puedo morir, después de haber contemplado tu rostro.
Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.
Mt 10,16-23. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
Sábado 13
Gen 49,29-32;50,15-26a. Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra.
Sal 104. Los humildes buscad al Señor y revivirá vuestro corazón.
Mt 10,24-33. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo.



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 11b-17
       En aquel tiempo, Jesús se puso hablaba a la gente del reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de curación.
       El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los    Doce, le dijeron:
       «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado». Él les contestó:
       «Dadles vosotros de comer». Ellos replicaron:
       «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo esta gente». Porque eran unos cinco mil hombres.
       Entonces dijo a sus discípulos:
       «Haced que se echen sienten en grupos de unos cincuenta cada uno». Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.
       Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.
 Para la Semana
Lunes 24
Natividad de San Juan Bautista. Solemnidad.
Is 49,1-6. Te hago luz de las naciones.
Sal 138. Te doy gracias porque me has escogido portentosamente.
Hch 13,22-26. Juan predicó antes de que llegara Cristo.
Lc 1,57-66.80. Juan es su nombre.
Martes 25
Gen 13,2.5-18. No haya disputas entre nosotros dos, pues somos hermanos.
Sal 14. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
Mt 7,6.12-14. Lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo con ellos.
Miércoles 26
San José María Escrivá de Balaguer, presbítero. Memoria.
Gen 15,1-12. 17-18. Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia; y el Señor concertó alianza con él.
Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mt 7,15-20. Por sus frutos los conoceréis.
Jueves 27
Gn 16,1-12.15-16. Agar dio un hijo a Abrahán, y Abrahán lo llamó Ismael.
Sal 105,1-2.3-4a.4b-5. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Mt 7,21-29. La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
Viernes 28
Sagrado Corazón de Jesús. Solemnidad.
Dt 7,6-11. El Señor se enamoró de vosotros y os eligió.
Sal 102. La misericordia del Señor dura por siempre para aquellos que lo temen.
1Jn 4,7-16. Dios nos amó.
Mt 11,25-30. Soy manso y humilde de corazón.
Sábado 29
Santos Pedro y Pablo, apóstoles. Solemnidad
Hch 12,1-11. Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes.
Sal 33. El Señor me libró de todas mis ansias.
2Tim 4,6-8.17-18. Me está reservada la corona de la justicia.
Mt 16,13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.



Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
       - «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Para la Semana
Lunes 17
2Cor 6,1-10. Nos acreditamos como ministros de Dios.
Sal 97. El Seños da a conocer su salvación.
Mt 5,38-42. Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia.
Martes 18
2Cor 8,1-9. Cristo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros.
Sal 145. Alaba, alma mía, al Señor.
Mt 5,43-48. Amad a vuestros enemigos.
Miércoles 19
2Cor 9,6-11. Dios ama al que da con alegría.
Sal 111. Dichoso el que teme al Señor.
Mt 6,1-6.16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
Jueves 20
2Cor 11,1-11. Anunciando de balde el evangelio de Dios para vosotros.
Sal 110. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.
Mt 6,7-15. Vosotros orad así.
Viernes 21
San Luis Gonzaga, religioso. Memoria.
2Cor 11,18.21b-30. Aparte todo lo demás, la carga de cada día, la preocupación por todas las Iglesias.
Sal 33. El Señor libra a los justos de sus angustias.
Mt 6,19-23. Adonde está tu tesoro, allí está tu corazón.
Sábado 22
2Cor 12,1-10. Muy a gusto presumo de mis debilidades.
Sal 33. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Mt 6,24-34. No os agobiéis por el mañana


Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23
       Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
       «Paz a vosotros».
       Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
       «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
       «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Para la Semana
SE REANUDA EL TIEMPO ORDINARIO
Lunes 10
Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia. Memoria.
Gén 3, 9-15. Madre de todos los que viven.
o bien:
Hch 1, 12-14. Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.
Sal 86. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Jn 19, 25-34. Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.
Martes 11
San Bernabé, apóstol. Memoria.
Hch 11, 21b-26; 13, 1-3. Era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe.
Sal 97. El Señor revela a las naciones su justicia.
Mt 10, 7-13. Id y proclamar que el reino de los cielos está cerca.
Miércoles 12
2Cor 3, 4-11. Para ser ministros de una alianza nueva: no de la letra, sino del Espíritu.
Sal 98. Santo eres, Señor, nuestro Dios.
Mt 5, 17-19. No he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Jueves 13
Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. Fiesta.
Is 52, 13-53,12. Él fue traspasado por nuestras rebeliones.
o bien:
Hb 10, 12-23. Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Lc 22, 14-20. Esto es mi cuerpo. Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre.
Viernes 14
2Cor 4, 7-15. Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitó a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Sal 115. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mt 5, 27-32. Todo el que mira a una mujer deseándola ya ha cometido adulterio.
Sábado 15
Dedicación de la iglesia catedral. Fiesta.
2Cron 8, 22-23.27-30. Te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre.
Salmo: 1Cron 29. Alabamos tu nombre glorioso, Señor.
Jn 2, 13-22. Hablaba del Templo de su cuerpo.


Evangelio según San Lucas 24,46-53.
       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto.»
       Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

Para la Semana
Lunes 3
San Carlos Luanga y compañeros, mártires. Memoria.
Hch 19,1-8. ¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 16,29-33. Tened valor: yo he vencido al mundo
Martes 4

Hch 20,17-27. Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús.
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17,1-11a. Padre, glorifica a tu Hijo.
Miércoles 5
San Bonifacio, obispo y mártir. Memoria.

Hch 20,28-38. Os dejo en manos de Dios, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia.
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17,11b-19. Que sean uno, como nosotros.
Jueves 6

Hch 22,30; 23,6-11. Tienes que dar testimonio en Roma.
Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Jn 17,20-26. Que sean completamente uno.
Viernes 7

Hch 25,13b-21. Un tal Jesús ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal 102. El Señor puso en el cielo su trono.
Jn 21,15-19. Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas.
Sábado 8

Hch 28,1620.30-31. Permaneció en Roma, predicando el Reino de Dios.
Sal 10. Los buenos verán tu rostro, Señor.
Jn 21,20-25. Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero




Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 23-29
       En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
       «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
       El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
       Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
       La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado.” Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».
 Para la Semana
Lunes 27
Hch 16,11-15. El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Sal 149. El Señor ama a su pueblo.
Jn 15,26-16.4a. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí.
Martes 28
Hch 16,22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.
Sal 137. Tu derecha me salva, Señor.
Jn 16,5-11. Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.
Miércoles 29
Hch 17,15.22-18,1. Eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo.
Sal 148. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Jn 16,12-15. El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.
Jueves 30
Hch 18,1-8. Se quedó a trabajar en su casa. Todos los sábados discutía en la sinagoga.
Sal 97. El Señor revela a las naciones su victoria.
Jn 16,16-20. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
Viernes 31
Visitación de la Bienaventurada Virgen María. Fiesta.
Rom 12,9-16b. Compartid las necesidades de los santos: practicad la hospitalidad.
Salmo: Is 12,2-6. Es grande en medio de ti el Santo de Israel.
Lc 1,39-56. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Sábado 1
San Justino, mártir. Memoria
Hch 18,23-28. Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías.
Sal 46,2-3.8-10. Dios es el rey del mundo.
Jn 16,23b-28. El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y creéis.


Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35
       Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:
       «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.
       Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».

Para la Semana
Lunes 20
Hch 14,5-18. Os predicamos el Evangelio, para que dejéis los dioses falsos y os convirtáis al Dios vivo.
Sal 113B. No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria.
Jn 14,21-26. El Defensor que enviará el Padre os lo enseñará todo.

Martes 21
Hch 14,19-28. Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos.
Sal 144. Tus amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 14,27-31a. Mi paz os doy.

Miércoles 22
Hch 15,1-6. Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.
Sal 121. Vamos alegres a la casa del Señor.
Jn 15,1-8. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.

Jueves 23
Hch 15,7-21. A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.
Sal 95. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Jn 15,9-11. Permaneced en mi amor, para que vuestra alegría llegue a plenitud.

Viernes 24
Hch 15,22-31. Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables.
Sal 56. Te daré gracias ante los pueblos, Señor.
Jn 15,12-17. Esto os mando: que os améis unos a otros.

Sábado 25
Hch 16,1-10. Ven a Macedonia y ayúdanos.
Sal 99. Aclama al Señor, tierra entera.
Jn 15,18-21. No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo.


Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús:
       «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».


Para la Semana
Lunes 13

Hch 11,1-18. También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.
Sal 41. Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo.
Jn 10,1-10. El buen pastor da la vida por las ovejas.
Martes 14

Hch 1,15-17.20-26. Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles.
Sal 112. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Jn 15,9-17. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.
Miércoles 15
San Isidro labrador.

Sant 5,7-8.11.16-17. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra.
Sal 1. Su gozo es la ley del Señor.
Jn 15,1-7. Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
Jueves 16

Hch 13,13-25. Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús.
Sal 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Jn 13,16-20. El que recibe a mi enviado me recibe a mí
Viernes 17

Hch 13,26-33. Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús.
Sal 2. Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
Jn 14,1-6. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.
Sábado 18

Hch 13,44-52. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 14,7-14. Quien me ha visto a mí ha visto al Padre.


Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 1-14
       En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo; Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
       Simón Pedro les dice:
       «Me voy a pescar».
       Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo»
       Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?».
       Ellos contestaron: «No».
       Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».
       La  echaron,  y  no  podían  sacarla,  por  la  multitud  de  peces.  Y  aquel  discípulo  a  quien  Jesús  amaba  le  dice  a Pedro: «Es el Señor». Al  oír  que  era  el  Señor,  Simón  Pedro,  que  estaba  desnudo,  se  ató  la  túnica  y  se  echó  al  agua. 
       Los  demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces.
       Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
       Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger».
       Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
       Jesús les dice: «Vamos, almorzad».
       Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Para la Semana
Lunes 6
Hch 6,8-15. No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Sal 118. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Jn 6,22-29. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna.
Martes 7
Hch 7,51-8,1a. Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Sal 30. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Jn 6,30-35. No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo.
Miércoles 8
Hch 8,1b-8. Al ir de un lugar para otro, iban difundiendo el Evangelio.
Sal 65. Aclamad al Señor, tierra entera.
Jn 6,35-40. Esta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna.
Jueves 9
Hch 8,26-40. Siguió su viaje lleno de alegría.
Sal 65. Aclamad al Señor, tierra entera.
Jn 6,44-51. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.
Viernes 10
San Juan de Ávila, presbítero y doctor. Memoria.
Hch 9,1-20. Es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a los pueblos.
Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Jn 6,52-59. Mi Carne es verdadera comida, y mi Sangre es verdadera bebida.
Sábado 11
Hch 9,31-42. La Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo.
Sal 115. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Jn 6,60-69. ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.

Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31
       Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
       «Paz a vosotros».
       Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
       «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
       «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
       «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó:
       «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.» A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
       «Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás:
       «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás:
       «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo:
       «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
       Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos.
       Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre

Para la Semana
Lunes 29
Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia. Fiesta.
1Jn 1,5-10;2,1-2. La sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal 102. Bendice, alma mía, al Señor.
Mt 11,25-30. Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla.
Martes 30
Hch 4,32-37. Todos pensaban y sentían lo mismo.
Sal 92. El Señor reina, vestido de majestad.
Jn 3,5a.7b-15. Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Miércoles 1 de mayo
Hch 5,17-26. Los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo.
Sal 33. Si el afligido invoca al Señor, Él lo escucha.
Jn 3,16-21. Dios mandó su Hijo para que el mundo se salve por Él.
Jueves 2 de mayo
San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Hch 5,27-33. Testigo de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.
Sal 33. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Jn 3,31-36. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.
Viernes 3 de mayo
San Felipe y Santiago, apóstoles. Fiesta.
1Co 15,1-8. El Señor se le apareció a Santiago, después a todos los apóstoles.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Jn 14,6-14. Hace tanto tiempo que estoy con vosotros, ¿y no me conoces?
Sábado 4 de mayo
San José María Rubio, presbítero. Memoria.

Hch 6,1-7. Eligieron a siete hombres llenos de espíritu.
Sal 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Jn 6,16-21. Vieron a Jesús caminando sobre el lago.



Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9
       El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
       Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
       «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. »
       Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
       Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
       Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Para la Semana
Lunes 22
Hch 2,14.22-33. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Mt 28,8-15. Comunicad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.
Martes 23
Hch 2,36-41. Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en nombre de Jesús.
Sal 32. La misericordia del Señor llena la tierra.
Jn 20,11-18. He visto al Señor y ha dicho esto.
Miércoles 24
Hch 3,1-10. Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.
Sal 104. Que se alegren los que buscan al Señor.
Lc 24,13-35. Lo habían reconocido al partir el pan.
Jueves 25
Hch 3,11-26. Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
Sal 8. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lc 24,35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.
Viernes 26
Hch 4,1-12. No hay salvación en ningún otro.
Sal 117. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Jn 21,1-14. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Sábado 27
Hch 4,13-21. No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.
Sal 117. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Mc 16,9-15. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.



Pasión de nuestro Señor Jesucristo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 23, 1-49
En aquel tiempo, los ancianos del pueblo, con los jefes de los Sacerdotes y los escribas llevaron a Jesús a presencia de Pilato.
No encuentro ninguna culpa en este hombre
C. Y se pusieron a acusarlo diciendo
S. «Hemos encontrado que este anda amotinando a nuestra nación, y oponiéndose a que se paguen tributos al César, y diciendo que él es el Mesías rey».
C. Pilatos le preguntó:
S. «¿Eres tú el rey de los judíos?».
C. Él le responde:
+ «Tú lo dices».
C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente:
S. «No encuentro ninguna culpa en este hombre».
C. Toda la muchedumbre que había …………………………………….. ………………………………………………..
C. Era ya como la hora sexta, y vinieron las tinieblas sobre toda la tierra, hasta la hora nona, porque se oscureció el sol. El velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo:
+ «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».
C. Y, dicho esto, expiró.
Todos se arrodillan, y se hace una pausa
C. El centurión, al ver lo ocurrido, daba gloria a Dios diciendo:
S. «Realmente, este hombre era justo».


Para la Semana
Lunes 15
Lunes santo. Feria.
Is 42,1-7. No gritará, no voceará por las calles.
Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
Jn 12,1-11. Déjala: lo tenía guardado para el día de mi sepultura.
Martes 16
Martes santo. Feria.
Is 49,1-6. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Sal 70. Mi boca contará tu salvación, Señor.
Jn 13,21-33.36-38. Uno de vosotros me va a entregar… No cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.
Miércoles 17
Miércoles santo. Feria.
Is 50,4-9a. No me escondí el rostro ante ultrajes.
Sal 68. Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor.
Mt 26,14-25. El Hijo del hombre se va, como está escrito; pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!
Jueves 18
Jueves santo. Misa en la cena del Señor.
Ex 12,1-8.11-14. Prescripciones sobre la cena pascual.
Sal 115. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.
1Cor 11,23-26. Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor.
Jn 13,1-15. Los amó hasta el extremo.
Viernes 19
Viernes santo. Celebración de la Pasión del Señor.
Is 52,13-53,12. Él fue traspasado por nuestras rebeliones.
Sal 30. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Heb 4,14-16;5,7-9. Aprendió a obedecer y se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación.
Jn 18,1-19,42. Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Sábado 20
Sábado santo. Vigilia Pascual.
1ª – Gén 1,1-2,2. Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.
Sal 32. La misericordia del Señor llena la tierra.
2ª – Gén 22,1-18. El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.
Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
3ª – Éx 14,15-15,1. Los israelitas en medio del mar, a pie enjuto.
Salmo: Éx 15,1-18. Cantaré al Señor, sublime es su victoria.
4ª – Is 54,5-14. Con misericordia eterna te quiere el Señor, tu redentor.
Sal 29. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
5ª – Is 55,1-11. Venid a mí y viviréis, sellaré con vosotros alianza perpetua.
Salmo: Is 12,2-6. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
6ª – Bar 3,9-15.32-4,4. Caminad a la claridad del resplandor del Señor.
Sal 18. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
7ª – Ez 36,16-28. Derramaré sobre vosotros un agua pura y os daré un corazón nuevo.
Sal 50. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Rom 6,3-11. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más.
Sal 117. Aleluya, aleluya, aleluya.
Lc 24,1-12. ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?


Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 1-11
       En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
       Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
       «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
       Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
       «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E  inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
       Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó:
       «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó:
       «Ninguno, Señor». Jesús dijo:
       «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».

Para la Semana
Lunes 8
Dan 13,1-9.15-17.19-30.33-62. Ahora tengo que morir, siendo inocente.
Sal 22. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.
Jn 8,1-11. El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
Martes 9
Núm 21,4-9. Los mordidos por serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce.
Sal 101. Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Jn 8,21-30. Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy.
Miércoles 10
Dn 3,14-20.91-92.95. Dios envió a su ángel a librar a sus siervos.
Salmo: Dn 3,52-56. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Jn 8,31-42. Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Jueves 11
Gén 17,3-9. Te hago padre de muchedumbre de pueblos.
Sal 104. R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Jn 8,51-59. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día.
Viernes 12
Jer 20,10-13. El Señor es mi fuerte defensor.
Sal 17. En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Jn 10,31-42. Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.
Sábado 13
Ez 37,21-28. Los haré una sola nación.
Jer 31,10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Jn 11,45-57. Para reunir a los hijos de Dios dispersos.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
       En aquel tiempo, solían acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
       «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola:
       «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.” El padre les repartió los bienes.
       No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
       Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
       Recapacitando entonces, se dijo:
       “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino a donde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
       Su hijo le dijo:
       “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados:
       “Sacad en seguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.” Y empezaron a celebrar el banquete.
       Su hijo mayor estaba en el campo.
       Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó:
       “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
       Entonces él respondió a su padre:
       “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. El padre le dijo:
       “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”».

Para la Semana
Lunes 1
Is 65,17-21. Ya no se oirán gemidos ni llantos.
Sal 29. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Jn 4,43-54. Anda, tu hijo está curado.
Martes 2
Ez 47,1-9.12. Vi que manaba el agua del lado derecho del templo, y habrá vida dondequiera que llegue la corriente.
Sal 45. El Señor del universo está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Jn 5,1-16. Al momento aquel hombre quedó sano.
Miércoles 3
Is 49,8-15. Te he constituido alianza del pueblo, para restaurar el país.
Sal 144. El Señor es clemente y misericordioso.
Jn 5,17-30. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.
Jueves 4
Ex 32,7-14. Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.
Sal 105. Acuérdate de nosotros, por amor a tu pueblo.
Jn 5,31-47. Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza, será vuestro acusador.
Viernes 5
Sab 2,1a.12-22. Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Sal 33. El Señor está cerca de los atribulados.
Jn 7,1-2.10.25-30. Intentaban agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora.
Sábado 6
Jer 11,18-20. Yo, como cordero manso, llevado al matadero.
Sal 7. Señor, Dios mío, a ti me acojo.
Jn 7,40-53. ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 1-9
       En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
       Jesús respondió:
       « ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera». Y les dijo esta parábola:
       «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador:
       “Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador contestó:
       “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”».

Para la Semana
Lunes 25
Is 7,10-14;8,10. Mirad la Virgen está encinta.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Hb 10,4-10. Está escrito en el libro: “Aquí estoy, ¡oh Dios!, para hacer tu voluntad”.
Lc 1,26-38. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.
Martes 26
Dan 3,25.34-43. Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde.
Sal 24. Señor, recuerda tu misericordia.
Mt 18,21-35. Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará.
Miércoles 27
Dt 4,1.5-9. Poned por obra los mandatos.
Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt 5,17-19. Quien cumpla y enseñe será grande.
Jueves 28
Jer 7,23-28. Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios.
Sal 94. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón”.
Lc 11,14-23. El que no está conmigo está contra mí.
Viernes 29
Os 14,2-10. No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos.
Sal 80. Yo soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
Mc 12,28b-34. El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás.
Sábado 30
Os 6,1b-6. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Sal 50. Quiero misericordia, y no sacrificios.
Lc 18,9-14. El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no.



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 28b-36
       En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
       De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
       Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
       «Maestro ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». No sabía lo que decía.
       Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube. Y una voz desde la nube decía:
       «Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
       Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Para la Semana
Lunes 18
Dn 9,4b-10. Hemos pecado, hemos cometido crímenes.
Sal 78. Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados.
Lc 6,36-38. Perdonad, y seréis perdonados.
Martes 19
San José, esposo de la Virgen María. Solemnidad.
2S 7,4-5a.12-14a.16. El Señor Dios le dará el trono de David su padre.
Sal 88,2-3.-5.27.29. Su linaje será perpetuo.
Rm 4,13.16-18.22. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza.
Mt 1,16.18-21.24a. José hizo lo que le había  mandado el ángel del Señor.
o bien:
Lc 2,41-51a. Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados
Miércoles 20
Jer 18,18-20. Venid, lo heriremos con su propia lengua.
Sal 30. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Mt 20,17-28. Lo condenarán a muerte.
Jueves 21
Jer 17,5-10. Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 16,19-31. Recibiste tus bienes, y Lázaro males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces.
Viernes 22
Gén 37,3-4.12-13a.17b-28. Ahí viene el soñador, vamos a matarlo.
Sal 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mt 21,33-43.45-46. Este es el heredero: venid, lo matamos.
Sábado 23
Miq 7,14-15.18-20. Arrojará a lo hondo del mar todos nuestros delitos.
Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.
Lc 15,1-3.11-32. Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido.


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 1-13
       En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo.
       En todos aquellos días estuvo sin comer, y al final, sintió hambre. Entonces el diablo le dijo:
       «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le contestó:
       «Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”».
       Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:
       Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo». Respondiendo Jesús, le dijo:
       «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
       «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”».
       Respondiendo Jesús, le dijo:
       «Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
       Acabada toda tentación el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Para la Semana
Lunes 11
Lev 19,1-2.11-18. Juzga con justicia a tu conciudadano.
Sal 18. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25,31-46. Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.
Martes 12
Is 55,10-11. La palabra hará mi voluntad.
Sal 33. El Señor libra de sus angustias a los justos.
Mt 6,7-15. Vosotros rezad así
Miércoles 13
Jon 3,1-10. Los ninivitas se convirtieron de su mala vida.
Sal 50. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Lc 11,29-32. A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
Jueves 14
Est 14,1.3-5.12-14. No tengo otro auxilio fuera de ti, Señor.
Sal 137. Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Mt 7,7-12. Quien pide recibe.
Viernes 15
Ez 18,21-28. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado, y no que se convierta de su conducta y que viva?
Sal 129. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mt 5,20-26. Vete primero a reconciliarte con tu hermano.
Sábado 16
Dt 26,16-19. Serás el pueblo santo del Señor.
Sal 118. Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Mt 5,43-48. Sed perfectos como vuestro Padre celestial.






Viernes 8
Viernes después de Ceniza. Feria.
Is 58,1-9a. Este es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Mt 9,14-15. Cuando se lleven al esposo, entonces ayunarán.

Jueves 7
Jueves después de Ceniza. Feria.
Dt 30,15-20. Hoy te pongo delante bendición y maldición.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 9,22-25. El que pierda su vida por mi causa la salvará

Sábado 9
Sábado después de Ceniza. Feria.
Is 58,9b-14. Cuando partas tu pan con el hambriento… brillará tu luz en las tinieblas.
Sal 85. Enséñame Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Lc 5,27-32. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.
   
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 39-45
       En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
       «¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
       No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
       ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?  ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano. Pues no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
       El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón habla la boca».

Para la Semana
Lunes 4
Eclo 17,24-29. Vuélvete al Altísimo y reconoce los juicios de Dios.
Sal 31. Alegraos, justos, y gozad con el Señor.
Mc 10,17-27. Vende lo que tienes y sígueme.
Martes 5
Eclo 35,1-12. Quien guarda los mandamientos ofrece sacrificios de comunión.
Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc 10,28-31. Recibiréis en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.
Miércoles 6
Miércoles de Ceniza. Feria.
Jl 2,12-18. Rasgad los corazones y no las vestiduras.
Sal 50. Misericordia, Señor: hemos pecado.
2Cor 5,20-6,2. Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable.
Mt 6,1-6.16-18. Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Jueves 7
Jueves después de Ceniza. Feria.
Dt 30,15-20. Hoy te pongo delante bendición y maldición.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 9,22-25. El que pierda su vida por mi causa la salvará
Viernes 8
Viernes después de Ceniza. Feria.
Is 58,1-9a. Este es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Mt 9,14-15. Cuando se lleven al esposo, entonces ayunarán.
Sábado 9
Sábado después de Ceniza. Feria.
Is 58,9b-14. Cuando partas tu pan con el hambriento… brillará tu luz en las tinieblas.
Sal 85. Enséñame Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Lc 5,27-32. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
       «A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.
       Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
       Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo.
       Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.
       Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.
       Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros»
Para la Semana
Lunes 25

Eclo 1,1-10. Antes que todo fue creada la sabiduría.
Sal 92. El Señor reina, vestido de majestad.
Mc 9,13-28. Tengo fe, pero dudo, ayúdame.
Martes 26
Eclo 2,1-13. Prepárate para las pruebas.
Sal 36. Encomienda tu camino al Señor, y Él actuará.
Mc 9,29-36. El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos.
Miércoles 27
Eclo 4,12-22 (gr. 4,11-19). Dios ama a los que aman la sabiduría.
Sal 118. Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
Mc 9,38-40. El que no está contra vosotros está a favor nuestro.
Jueves 28
Eclo 5,1-10. No tardes en volverte al Señor.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Mc 9,40-49. Más te vale entrar manco en la vida que ir con las dos manos al abismo.
Viernes 1
Eclo 6,5-17. Un amigo fiel no tiene precio.
Sal 118. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.
Mc 10,1-12. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
Sábado 2
Eclo 17,1-13. Dios hizo al hombre a su imagen.
Sal 102. La misericordia del Señor sobre sus fieles dura siempre.
Mc 10,13-16. El que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.

   
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 17. 20-26
       En aquel tiempo, Jesús bajó del monte con los Doce, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
       Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía:
       «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
       Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
       Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
       Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre.    Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.
       Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya habéis recibido vuestro consuelo.
       ¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
       ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».

Para la Semana
Lunes 18
Gn 4,1-15.25. Caín atacó a su hermano Abel y lo mató.
Sal 49. Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza.
Mc 8,11-13. ¿Por qué esta generación reclama un signo?
Martes 19
Gn 6,5-8;7,1-5.10. Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado.
Sal 28,1a.2.3ac-4.3b.9c-10. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
Mc 8,14-21. Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes
Miércoles 20
Gn 8,6-13.20-22. Miró Noé y vio que la superficie estaba seca.
Sal 115. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mc 8,22-26. El ciego quedó curado, y veía con toda claridad.
Jueves 21
Gn 9,1-13. Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra.
Sal 101. El Señor, desde el cielo, se ha fijado en la tierra.
Mc 8,27-33. Tú eres el Mesías. El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho.
Viernes 22
La Cátedra del Apóstol san Pedro. Fiesta
1Pe 5,1-4. Presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de Cristo.
Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.
Mt 16,13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos.
Sábado 23
San Policarpo, mártir. Memoria.
Hb 11,1-7. Por la fe sabemos que la palabra de Dios configuró el universo.
Sal 144. Bendeciré tu nombre, Señor, por siempre.
Mt 9,1-12. Se transfiguró delante de ellos.


Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 1 -11
       En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes.
       Subiendo a una de las barcas, que era la de Simón, le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
       «Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca».
       Respondió Simón y dijo:
       «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes».
       Y, puestos a la obra, hicieron una redada tan grande de peces que las redes comenzaban a reventarse. Entonces hicieron señas a los compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Vinieron y llenaron las dos barcas, hasta el punto de que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús diciendo:
       «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador».
       Y es que el estupor se había apoderado de él y de los que estaban con él, por la redada de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
       Jesús dijo a Simón:
       «No temas; desde ahora serás pescador de hombres».
       Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Para la Semana
Lunes 11
Gn 1,1-19. Dijo Dios, y así fue.
Sal 103. El Señor goce con sus obras.
Mc 6,53-56. Los que lo tocaban se ponían sanos.
Martes 12
Gn 1,20-2,4a. Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.
Sal 8. ¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Mc 7,1-13. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.
Miércoles 13
Gn 2,4b-9.15-17. El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén.
Sal 103. Bendice, alma mía, al Señor.
Mc 7,14-23. Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Jueves 14
San Cirilo, monje, y san Metodio, obispo, patronos de Europa. Fiesta.
Hch 13,46-49. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Lc 10,1-9. La mies es abundante y los obreros pocos.
Viernes 15
Gn 3,1-8. Seréis como Dios en el conocimiento del bien y del mal.
Sal 31. Dichoso el que está absuelto de su culpa.
Mc 7,31-37. Hace oir a los sordos y hablar a los mudos
Sábado 16
Gn 3,9-24. El Señor lo expulsó del jardín del Edén, para que labrase el suelo.
Sal 89. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Mc 8,1-10. La gente comió hasta quedar satisfecha.

   
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 4, 21-30
       En aquel tiempo, Jesús comenzó a decir en la sinagoga:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír»
       Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca.
Y decían:
       «¿No es éste el hijo de José?»
Pero Jesús les dijo:
       «Sin duda me diréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; haz también aquí, en tu pueblo, lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún»
       Y añadió:
       «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio». Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se seguía su camino.

Para la Semana
Lunes 4
Hb 11,32-40. Por medio de la fe subyugaron reinos. Dios tiene preparado algo mejor para nosotros.
Sal 30. Sed fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
Mc 5,1-20. Espíritu inmundo, sal de este hombre.
Martes 5
Santa Águeda, virgen y mártir. Memoria.
Hb 12,1-4. Corramos la carrera que nos toca, sin retirarnos.
Sal 21. Te alabarán, Señor, los que te buscan.
Mc 5,21-43. Contigo hablo, niña, levántate.
Miércoles 6
San Pablo Miki y compañeros, mártires. Memoria.
Hb 12,4-7.11-15. Dios reprende a los que ama.
Sal 102. La misericordia del Señor dura siempre para los que cumplen sus mandatos.
Mc 6,1-6. No desprecian a un profeta más que en su tierra.
Jueves 7
Hb 12,18-19.21-24. Os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo.
Sal 47,2-3ab.3cd-4.9.10-11. Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo.
Mc 6.7-13. Los fue enviando.
Viernes 8
Hb 13,1-8. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
Mc 6,14-29. Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.
Sábado 9
Hb 13,15-17.20-21. Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran pastor, os ponga a punto en todo bien.
Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.
Mc 6,30-34. Andaban como ovejas sin pastor.

   
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
Ilustre Teófilo:
       Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
       En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
       Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
       «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año de gracia del Señor».
       Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que le ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
       Y él comenzó a decirles:
       «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».
 
Para la Semana
Lunes 28
Santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Heb 9,15.24-28. Se ofreció una sola vez para quitar los pecados. La segunda vez aparecerá a los que lo esperan.
Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6: Cantad al Señor un cántico nuevo, porque he hecho maravillas.
Mc 3,22-30: Satanás está perdido.
Martes 29
Hb 10,1-10. Aquí estoy, ¡oh, Dios! para hacer tu voluntad.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc 3,31-35. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Miércoles 30
Hb 10,11-18. Ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.
Sal 109,1.2.3.4: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Mc 4,1-20: Salió el sembrador a sembrar.
Jueves 31
San Juan Bosco, presbítero. Memoria.
Hb 10,19-25. Llenos de fe, mantengámonos firmes en la esperanza que profesamos;  fijémonos los unos en los otros, para estimularnos a la caridad.
Sal 23,1-2.3-4ab.5-6. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Mc 4,21-25: El candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con vosotros
Viernes 1
Hb 10,32-29. Soportasteis múltiples combates. No renunciéis, pues, a vuestra valentía.
Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.
Mc 4,26-34. Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.
Sábado 2
Presentación del Señor. Fiesta.
Mal 3,1-4. Entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis.
o bien:
Heb 2,14-18. Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.
Sal 23. El Señor, Dios de los ejércitos, es el Rey de la gloria.
Lc 2,22-40. Mis ojos han visto a tu Salvador.

   
Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11
     En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:
«Haced lo que él diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevádselo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Para la Semana
Lunes 21
Santa Inés, virgen y mártir.
Hb 5,1-10. A pesar de ser Hijo aprendió, sufriendo, a obedecer.
Sal 109. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Mc 2,18-22. El novio está con ellos.
Martes 22
Hb 6,10-20. La esperanza que se nos ha ofrecido es para todos nosotros como ancla segura y fuerte.
Sal 110. El Señor recuerda siempre su alianza.
Mc 2,23-28. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado
Miércoles 23
San Ildefonso, obispo
Sab 7,7-10.15-16. Quise más la sabiduría que la salud y la belleza.
Sal 18. Los mandamientos del Señor son verdaderos y eternamente justos.
Lc 6,34-39. ¿Por qué me llamáis?
Jueves 24
San Francisco de Sales, obispo y doctor.
Hb 7,25-8,6. Ofreció sacrificios de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc 3,7-12. Los espíritus inmundos gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”; les prohibía que lo diesen a conocer.
Viernes 25
La conversión de san Pablo.
Hch 22,3-16. Levántate, recibe el bautismo que, por la invocación del nombre de Jesús, lavará tus pecados.
Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Mc 16,15-18. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Sábado 26
Santos Timoteo y Tito, obispos.
1Tim 1,1-8. Refrescando la memoria de tu fe sincera.
Sal 95. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Mc 3,20-21. Su familia decía que no estaba en sus cabales.

   
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 3,15-16.21-22
       En aquel tiempo, el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a  todos:
       «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».
       Y sucedió que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo sobre él con apariencia corporal semejante a una paloma, y vino un voz del cielo:
       «Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco».

PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Lunes 14
Hb 1,1-6. Dios nos ha hablado por el Hijo.
Sal 96. Adorad a Dios, todos sus ángeles.
Mc 1,14-20. Convertíos y creed la Buena Noticia.
Martes 15
Hb 2,5-12. Dios juzgó conveniente perfeccionar y consagrar con sufrimientos al guía de su salvación.
Sal 8. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Mc 1,21-28. Le enseñaba con autoridad.
Miércoles 16
Hb 2,14-18. Tenía que parecerse en todo a sus hermanos para ser compasivo y pontífice fiel.
Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Mc 1,29-39. Curó a muchos enfermos de diversos males.
Jueves 17
San Antonio, abad.
Hb 3,7-14. Animaos los unos a los otros mientras dure este “hoy”.
Sal 94. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis el corazón”.
Mc 1,40-45. La lepra se le quitó y quedó limpio.
Viernes 18
Hb 4,5-11. Empeñémonos en entrar en aquel descanso.
Sal 77. No olvidéis las acciones de Dios.
Mc 2,1-12. El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.
Sábado 19
Hb 4,12-16. Acerquémonos con seguridad al trono de gracia.
Sal 18. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mc 2,13-17. No he venido a llamar justos, sino pecadores.

   
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 2, 1-12
       Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando:
       «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo».
       Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
       Ellos le contestaron:
       «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta:
       “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”».
       Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
       «ld y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
       Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
       Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.
       Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Para la Semana
Lunes 7
1Jn 3,22-4,6. Examinad si los espíritus vienen de Dios.
Sal 2. Te daré en herencia las naciones.
Mt 4,12-17.23-25. Está cerca el reino de los cielos.
Martes 8
1Jn 4,7-10. Dios es amor.
Sal 71. Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.
Mc 6,34-44. Jesús se revela como profeta en la multiplicación de los panes.
Miércoles 9
1Jn 4,11-18. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros.
Sal 71. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Mc 6,45-52. Lo vieron andar sobre el lago.
Jueves 10
1Jn 4,19-5,4. Quien ama a Dios, ame también a su hermano.
Sal 71. Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Lc 4,14-22a. Hoy se cumple esta Escritura.
Viernes 11
1Jn 5,5-13. El Espíritu, el agua y la sangre.
Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Lc 5,12-16. Enseguida le dejó la lepra.
Sábado 12
1Jn 5,14-21. Nos escucha en lo que le pedimos.
Sal 149. El Señor ama a su pueblo.
Jn 3,22-30. El amigo del esposo se alegra con la voz del esposo.


   
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 41-52
       Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
       Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que se enteraran sus padres.
       Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
       Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
       Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
       «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados». Él les contestó:
       «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
       Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
       Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura, y en gracia ante Dios y ante los hombres.


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