LECTURA 2025

 

XVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 9 de agosto de 2025

Sta. Teresa Benedicta de la Cruz.

 Os 2, 16b. 17de. 21-22. Me desposaré contigo para siempre.

Sal 44. Escucha, hija, mira: inclina el oído.

Mt 25, 1-13. ”El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo…”.

 

Y ¿qué ocurrió?, pues que había cinco que eran necias y no se llevaron aceite de sobra por si tardaba el esposo en llegar, el aceite es intransferible porque son las obras personales que durante la vida hace cada uno y otras no, así que, cuando sonó la voz de alarme:”que llega el esposo”, las sensatas, que si estaban preparadas, entraron con él en el banquete, y es que, como tú mismo, Señor, me adviertes, no puedo pasarme el tiempo dándome golpes de pecho, es decir, no basta con decir Señor, Señor, sino que he de trabajar, además de rezar, “ora et labora”, u “obras son amores”, por los demás, solo así estaré preparado cuando llegue el día y la hora, y mientras seré y viviré. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Viernes,8 de agosto de 2025

Dt 4, 32-40. Amó a tus padres y eligió a su descendencia después de ellos.

Sal 76. R. Recuerdo las proezas del Señor.

Mt 16, 24-28. ”Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga”.   

Ayer le decías a Pedro, cuando él no quería aceptar tu padecimiento y te increpó, que se pusiera detrás de ti, y hoy me recuerdas a mí si quiero ser tu discípulo, he de renunciar a mí mismo, y que he de ir en “pos” de ti. Seguirte no es fácil, ni nadie lo ha dicho, menos tú, Señor, y tampoco me hace fácil el camino, pero si me da una visión de ver la realidad, una visión nueva del mundo, porque me da tu misma mirada de amor y misericordia para compadecerme con quien sufre, y alegrarme con quien está alegre, y esa nueva mirada, la de la fe, me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Miércoles, 6 de agosto de 2025

Transfiguración del Señor.

Dan 7, 9-10. 13-14. Su vestido era blanco como nieve.

Sal 96. R. El Señor reina, Altísimo sobre toda la tierra.

Lc 9, 28b-36:«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas:…». 

Hoy, Señor, cuando aprieta el calor del estío, me viene como fresca brisa este pasaje. Me llevas a la montaña, a mi encuentro personal contigo, a mi montaña que es la oración, para darme ánimo cuando vengan las dificultades de la vida, y hoy, en este momento, como entonces Pedro, Juan y Santiago, escucho que el Padre me dice que “tú, Señor, eres su Hijo, el Elegido, a quien tengo que escuchar”. Por eso, hoy, como Pedro, también te digo que bien se está aquí, y como él me olvido de mí para hacer tres tiendas, yo sólo necesito estar a las puertas de ellas, escucharte, y no quisiera bajar, no quisiera dejar este rato de estar contigo, pero es solo eso, un rato, pues me quieres abajo, en mis ambientes, con los demás, después de coger fuerzas, para extender tu reino entre los míos, solo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Martes, 5 de agosto de 2025

Num 12, 1-13. No hay otro profeta como Moisés; ¿cómo os habéis trevido a hablar contra él?
Sal 50. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Mt 14, 22-36. ”Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua”.

Has despedido a la gente, y, ya anochecido, vas andando por las aguas a donde están tus discípulos, te confunden con un fantasma y les tienes que decir que eres tú, y, como siempre, Pedro, el intrépido, cobarde después, te pide ir a ti andando por las aguas, y comienza a hacerlo, pero le entra la duda, a mí, muchas veces también. Sujétame, tiende tus manos hacia mí, y te doy gracias, porque cuando todo parece que se hunde, por mi poca fe, tu, Señor, me sujetas fuertemente. Mándame, hoy y siempre, ir a ti, sé que no me hundiré, porque siempre extenderás tus manos para agarrarme. Gracias, Señor, por tu amor que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Lunes, 4 de agosto de 2025

Num 11, 4b-15. Solo no puedo cargar con este pueblo.

Sal 80. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.

Mt 14, 13-21. “Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente”.

 

Que diferencia tu actitud, Señor, a la del rico necio del que me hablabas ayer, que solo pensaba en él y en descansar, comer, beber y banquetear, en otras palabras, en tocarse la barriga, tu, por el contrario, me dice el evangelista, me miras y sentiste lástima de mí, y porque me ves con hambre, tratas de remediar el problema. No hay más que cinco panes y un par de peces, no es nada para tanta gente, pero suficiente para ti, te basta que ponga lo que tenga, poco o mucho, ante ti, tú, Señor, harás lo demás. Lo que no quieres es que me dedique a no hacer nada. Después, lo primero que haces es mirar al cielo y rezar, y después se lo das a tus discípulos, hoy soy yo ese discípulo, para que yo dé de comer a la gente. No me puedo reservar “para mí”, los talentos que me has dado, los he de poner a tu servicio y a los de mis hermanos los hombres, porque solo así, compartiendo con los demás, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 1321

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:

«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».

Él le dijo:

«Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».

Y les dijo:

«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».

Y les propuso una parábola:

«Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha.

Y empezó a echar cálculos, diciéndose:

“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”.

Y se dijo:

“Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”. Pero Dios le dijo:

“Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.

    Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

----------

Lc 12,13-21:”Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”

 

Hoy, Señor, cuentas la parábola del rico insensato, donde nos adviertes sobre la avaricia y la importancia de ser rico ante Dios, y no solo en bienes materiales, este hombre, por más señas solitario, seguro que era un solterón, espero que no un sacerdote, pues ni siquiera nos dices que tuviera familia, no ve más allá de sus narices, y todo su afán es almacenar para descansar, comer, beber y banquetear, es decir, para no hacer nada, y no se da cuenta que su vida no está asegurada con sus riquezas. y, por tanto, no acumula riquezas para ti, bondad, servicialidad, generosidad… como nos dice san Pablo: “Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba…”, es decir, ser rico para ti, solo así ahora, y, sobre todo, después, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

XVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 2 de agosto  de 2025

Lev 25, 1. 8-17. El año jubilar cada uno recobrará su propiedad.

Sal 66. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Mt 14, 1-12. Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a contárselo a Jesús


     Tu fama, va extendiéndose y llega, también, a oídos de Herodes. Este, piensa que es Juan, el Bautista, a quien había mandado decapitar y que había resucitado. El mejor de los nacidos de mujer, dicho por ti mismo, muere por decir la verdad, por decirle a Herodes que la mujer con la que vivía, no era la suya, y aunque temía matarlo, no por una mujer sino por su sexualidad lujuriosa, porque le gusta como baila la hija de Herodías, e instigada por su madre, le pide la cabeza de Juan en una bandeja. Señor, que mire siempre con ojos limpios todo lo que me rodea, sobre todo a tus hijos, mis hermanos, que son tus imágenes, no mercancías de cambio, pues solo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Viernes,1 de agosto de 2025

San Alfonso María Ligorio.


Lev 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34b-37. En las festividades del Señor convocaréis asamblea litúrgica.
Sal 80.  Aclamad a Dios, nuestra fuerza.
Mt 13, 54-58. ¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?


    Hoy vas a tu pueblo y eres despreciado, no pueden entender ni tu sabiduría ni los milagros que haces, porque no ven más allá de sus narices, para ellos solo eres el hijo de un pobre carpintero, no pueden entender que el Mesías se manifieste en la humildad y no en la fuerza, en la pobreza y no en la riqueza, en la debilidad y no en el poder. Gracias, Señor, por mostrarte así, de “carne y hueso… que bien sabes hablar en mi dialecto, sufriente, corporal… como te entiendo...” Y así te quiero y así, en ese camino, es como me quieres, el camino de la infancia espiritual, el único capaz de hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco


Jueves, 31 de julio de 2025

 San Ignacio de Loyola.

 Ex 40, 16-21. 34-38. La nube cubrió la Tienda del Encuentro y la gloria del Señor la llenó.

Sal 83. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!

Mt 13, 47-53. “Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.”


     Que bien entenderían tus discípulos la parábola de hoy, pues le hablas del reino como si se tratara de una red de pesca, el trabajo habitual de ellos, que se echa al mar y en ella caen toda clase de peces, al final solo “reúnen” a los buenos, mientras que “los malos son tirado”. Señor, ojalá yo sea uno de esos peces buenos que sirve para dar de comer a muchos, que me dé a los demás reunidos en los cestos, formando con ellos comunidad, pues no me has llamado para ser alguien aislado sino para formar la comunidad de los hijos de Dios, comunidad que me hará ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

Miércoles, 30 de julio de 2025

Ex 34, 29-35. Vieron a Moisés la piel de la cara y no se atrevieron a acercarse a él.

Sal 98. ¡Santo eres, Señor, nuestro Dios!

Mt 13, 44-46. “El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo…”.  

Y que deja de estar escondido no tanto porque yo lo haya encontrado sino porque ha salido a la superficie por la erosión del terreno, y es que esa es toda la verdad, eres tú, Señor, quien ha salido a mi encuentro, no he sido yo quien te he encontrado, sino que has sido tú quien, como a la oveja perdida, me has buscado. Ahora sí, que, porque me has buscado te he encontrado, debo dejar todo, ahora si eres mi tesoro, mi perla y nada ni nadie puede compararse a tu valor, a ti. Señor que te busqué, pues, como tú mismo dices, “el que busca, encuentra”, y encontrándote, te amé más cada día y te siga, pues vale la pena hacerlo, ya que tú, Señor, eres el único capaz de hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Martes, 29 de julio de 2025

.Ex 33, 7-11; 34, 5b-9. 28. El Señor hablaba con Moisés cara a cara.

Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.

Jn 11, 19-27“Creo que eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo”. 

 

Y yo, también, lo creo, es la confesión de fe que le sacas a Marta, la hermana de María, la que en otra ocasión escogió la mejor parte, y que hoy ella ya ha aprendido, y ha sabido ser la que ha escogido la mejor parte, dejando a María en casa y saliendo, ella, a tu encuentro, Señor, cuando vas a verlas a su casa después de la muerte de su hermano. Y Marta te riñe porque no has estado en el momento que más te necesitaba y te recrimina el que “no hubieras estado”, y, ya tomaste la palabra para decirle que crea en ti que tú eres la resurrección y la vida, y es cuando te contesta diciéndote que si, que cree en ti como el Hijo de Dios, como el que tenías que venir al mundo, a hablarnos y darnos el amor de Dios con tus palabras y, sobre todo, con tu vida, y que nos haces felices, y nos hablas del amor de Dios, amándonos. Gracias, Señor, por hacer que nuestras vidas, mi vida sea feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Lunes, 28  de julio de 2025

Ex 32, 15-24. 30-34. Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo haciéndose dioses de oro.

Sal 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.

Mt 13, 31-35. “El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza…”.

Semilla pequeña e insignificante, ¡cuántas veces la tengo en mis manos para no caer en la soberbia y en la tentación de creerme algo! Es pequeña, poca cosa en su apariencia y, sin embargo, cuando crece se hace la más alta de todas las hortalizas hasta hacerse árbol donde anidar los pájaros y poder cobijarse del frío y del calor. Así, Señor, yo quisiera ser, pequeño en mí, y grande en ti, pues cuento con tu gracia, y que en mí, por ti, se encuentren cobijados los que se acerquen a mí porque los lleve, Señor, a ti, puerto seguro, luz que ilumina, y formemos una gran comunidad, tu reino, de vida, justicia, paz y amor, reino en que seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.

El Párroco


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 1-13

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:

«Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos» Él les dijo:

«Cuando oréis decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación”». Y les dijo:

«Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:

“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:

“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.

¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».

--------

Lc 11,1-13: ”Uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar…»”.  


     Y, hoy, soy yo, Señor, quien te lo pide: “enséñame a orar…”, porque sin oración, que es hablar con quién sé que me ama, y hablar de lo mío y de lo tuyo, de lo nuestro, no puedo llegar a tener ni amistad, ni confianza contigo y con el Padre y el Espíritu Santo. Con la certeza plena en tu bondad y en que tu, Señor, todo lo puedes. Señor, enséñame a hablar contigo, aunque, a veces, me duerma, pero como decía el Papa Francisco, “¿qué mejor lugar para dormirse que estando contigo?”. Enséñame a hablar, y, desde aquel momento, me enseñaste la oración de los hijos, el “Padrenuestro”, y me dijiste que pidiera, buscara y llamara, porque recibiría, encontraría y se me abriría, sobre todo tu corazón, sabiendo que hablar contigo siempre es eficaz, y, sobre todo, me enseñaste a que sepa escuchar, porque en un diálogo, y eso es la oración, cuando uno habla el otro escucha, para saber qué quieres de mí y cumplir, siempre, tu voluntad. Solo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz domingo.

El Párroco


XVI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 26 de julio de 2025

Ex 24, 3-8. Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha concertado con vosotros.

Sal 49.  Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.

Mt 13, 24-30. “Dejadlos crecer juntos hasta la siega”

Hoy comparas tu reino, Señor, con un buen campo donde siembras buena semilla, pero, por la noche, el maligno siembra cizaña, y me muestras tu paciencia que es infinita, siempre esperas, no adelantas la hora siega pues se puede cortar, por cortar la cizaña, la buena hierba también.  Siempre habrá cizaña, pero siempre esperarás hasta la siega para que no se arranque buen trigo queriendo arrancar la cizaña. Gracias, Señor, por tener esa gran paciencia para conmigo y esperar hasta el final con esa ilusión de que yo sea y de buen trigo, aunque solo dé espigas del 30 por ciento, según sea mi capacidad, a ti, Señor, te importa el tanto por ciento, lo que quieres es que dé fruto según la buena semilla que has sembrado en mí, porque lo que deseas de mí es que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Viernes,25 de julio de 2025

Santiago, Apóstol.

Hch 4, 33; 5, 12. 27-33; 12, 2. El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.

Sal 66. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

2 Cor 4, 7-15. Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús.

Mt 20, 20-28. ”Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”.                                 

¡Que madre no quiere lo mejor para sus hijos! Y esta, la madre de Santiago y de Juan, no es menos que otras, y pide, sin saber lo que pide, como yo muchas veces, lo mejor para sus hijos, las mejores carteras ministeriales. Pero tú, Señor, le contesta con otra pregunta: ”¿Podéis beber mi cáliz? Y ellos, también sin saber lo que dicen, contestan que si, pero, llenos de tu Espíritu, acabarán bebiéndolo, así nos lo dicen los Hechos (4,33) que: ”dan testimonio de la resurrección con mucho valor”, tanto que “el rey Herodes, nos dice al final la pericopa de hoy, (Hech. 12,2) hizo pasar a cuchillo a Santiago”. Señor, aunque yo también lleve este tesoro, tú eres el tesoro, en mi pobre vasija de barro, sea y de, como ellos, testimonio de ti con mi viva y con mucho valor, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Patrón de España.

El Párroco

Hoy celebramos a Santiago, apóstol y mártir. Su vida al servicio del Evangelio es ejemplo del camino de sacrificio y amor de todo buen seguidor de Jesús. La verdadera grandeza en el Reino se encuentra en servir a los demás. A través de su vida, Santiago nos muestra que seguir a Jesús implica un compromiso firme y, a veces, doloroso; pero lleno de esperanza y con la promesa de la resurrección. Señor Santiago, intercede por mí, que tenga yo la humildad y el valor para servir a los demás como tú lo hiciste. Que tu ejemplo me inspire a vivir una vida de entrega y servicio, confiando siempre en el amor y la promesa de vida eterna de nuestro Señor. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 

Jueves, 24 de julio de 2025

 Ex 19, 1-2. 9-11. 16-20b. El Señor descendió al monte Sinaí a la vista del pueblo

Salmo: Dan 3, 52-56. ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!

Mt 13, 10-17. A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no.


     ¿Quién soy yo, Señor, para que me visites cada día en tu palabra? Y lo haces hablándome de modo sencillo, con parábolas, para que te pueda entender lo que cada día quieres de mí, y te me das a conocer en el amor, el principal mandamiento, a ti y al prójimo. Gracias, Señor, por darme a conocer los secretos de tu reino, aunque aún no sea en plenitud, y te pido, Señor, que no se cumpla en mí la profecía de Isaías, que “no se embote mi corazón, que se abran bien mis ojos y no se endurezcan mis oídos y que sea unos de los bienaventurados porque veo lo que otros quisieron y oigo lo que otros no oyeron”, todo lo referente a ti, para poder ser y y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

Hoy Jesús nos explica por qué habla en parábolas, revelando los secretos del reino de Dios solo a aquellos que ponen atención a sus palabras. Nos recuerda que la comprensión espiritual es un don que debemos recibir con humildad y gratitud. Dios nos llama siempre a estar atentos y abiertos a su Palabra en los múltiples acontecimientos de nuestra vida. Padre Eterno, abre mis ojos y oídos para entender tus misterios. Porque a veces me quedo a ciegas… No comprendo y empiezo a vacilar. Dame la gracia de recibir tus enseñanzas con un corazón abierto y dispuesto a cambiar. Que tu Palabra transforme mi vida y me acerque más a tu Corazón misericordioso. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 23 de julio de 2025

Santa Brígida, patrona de Europa.

Gal 2, 19-20. Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí.

Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.

o bien: Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Jn 15, 1-8. .”Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada”.


Sin ti, y esto he de metérmelo en la cabeza y en el corazón, no soy nada ni puedo nada. Solo es en ti y contigo como doy fruto y este será abundante, y es contigo y unido a ti en la oración, en la escucha de tu palabra, en los sacramentos, especialmente en la penitencia y eucaristía, y en la comunidad, como daré fruto y este será abundante. Y me das un ejemplo clarísimo, el de la vid, tú, y los sarmientos, nosotros, tus discípulos, y me dices que el sarmiento solo no sirve para nada, se seca, yo no quiero secarme. Que, como dice san Pablo, yo también lo pueda: “eres tú, Señor, quien vive en mi”, solo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Hoy Jesús nos muestra la imagen de la vid y los sarmientos para hablarnos de la importancia de estar unidos a Él. Qué verdad es que necesitamos vivir en el Espíritu. Como sarmientos, solo podremos dar fruto si permanecemos en la vid, que es Jesús. Sin Él, nuestra vida espiritual se marchita. Al estar conectados a Cristo, recibimos la fuerza espiritual necesaria para florecer y dar frutos verdaderos. Señor, ayúdame a permanecer unido a ti. Fortalece mi fe y no me dejes de tu mano. Que cada día de mi vida sea un testimonio de tu amor y gracia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 22 de julio de 2025

Santa María Magdalena.

Cant 3, 1-4b. Encontré al amor de mi alma.

o bien: 2 Cor 5, 14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.

Sal 62. R. Mi alma está sedienta de ti, Dios mío.

Jn 20, 1-2. 11-18. Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?

 

    Qué desolación la  tuya, María, porque “has perdido, sin culpa tuya, al amor de tu alma”, y lloras sin consuelo. ! Ojalá yo también llorase cuando te pierdo, y, la mayoría de las veces, por mi culpa. Y, aunque te hablaba no lo reconocías, quizás las lágrimas no te dejaban reconocerlo, solo lo reconociste cuando pronunció tu nombre, con el que familiarmente te llamaba: “María”, antes lo habías confundido con el hortelano. Señor, que de tus labios, yo también escuché pronunciar el nombre familiar por el que me llamas y, así, pueda encontrarte y reconocerte y, como la esposa del Cantar: “te encuentre a ti como el amor de mi alma”, y, así, cuando te escuche pronunciar mi nombre te reconozca y, como la Magdalena, haga mi acto de fe:”Rabbuni”, y vaya a los demás a decirles: “He visto a mi Señor” y me ama y le amo y soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

    María Magdalena, mujer apasionada, será la primera testigo de la resurrección de Jesús. Su figura entrañable nos muestra la importancia del amor y la devoción a Jesús. Su encuentro con el Cristo resucitado transforma su dolor en gozo y esperanza. Señor resucitado, quiero, como María Magdalena, encontrarte y experimentar la alegría de tu presencia. Transforma mis lágrimas en gozo y mi desesperanza en esperanza viva, pues a veces solo veo oscuridad. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 21  de julio de 2025

Ex 14, 5-18. Así sabrán que yo soy el Señor, cuando me haya cubierto de gloria a costa del faraón.

Salmo: Ex 15, 1-6. Cantaré al Señor, gloriosa es su victoria.

Mt 12, 38-42. “Maestro, queremos ver un milagro tuyo”.

Como si no hubiese bastantes en los evangelios y en la vida de cada día, y me dices que el verdadero signo es tu muerte por amor y tu resurrección avalando todo lo que has hecho y toda tu vida. Y ¿qué más señal que el milagro de mi vida y de toda obra grande que has hecho y haces en mí y por mí? Señor, no quiero más milagro que hacer bien y con amor y por amor las cosas de cada día y no quiero más milagro que amar cada día a todos aquellos que se me acerquen y pasar, como dicen los hechos de ti, por el mundo haciendo el bien, es decir, no quiero otro milagro que el del amor para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Dios tiene poder suficiente para salvarnos en nuestras mayores dificultades. La liberación y el paso de las aguas del mar Rojo es un recordatorio de esto que tanto olvidamos. El poder de Dios siempre está ahí y es indestructible. Como los israelitas, podemos confiar en que abrirá un camino donde parece no haberlo. Pero no cuando se lo exijamos, no como condición previa a nuestra fe. Señor, en mis momentos de desesperación, muéstrame tu poder salvador. Abre un camino ante mí y guíame con tu mano poderosa por entre las sombras que a veces parecen querer hundirme y ahogarme. Confío en tu capacidad para hacer lo imposible posible. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:

«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».

Pero el Señor le contestó:

«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

----------

Lc 10,38-42: “Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria”. 

 


Cuántas veces, Señor, me pasa lo de Marta y en lugar de escucharte, pretendo hacer muchas cosas y, además, sin contar contigo, como si todo dependiera de mí y sin saber si es lo que tú quieres que yo haga. María escogió lo mejor, sentarse a tus pies y escucharte, y es que es de la escucha de donde sabré que he de hacer y, además, como he de hacerlo, es escuchándote como habré escogido la mejor parte. Señor, que sepa escucharte para saber qué es lo que quieres de mí y, una vez lo sepa, responderte: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”, y ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco



La salida de Egipto del pueblo de Dios es un acto de fe y obediencia. Nos enseña que, aunque el camino pueda ser incierto, seguir la voluntad misteriosa de Dios nos llevará a la libertad verdadera y a las promesas eternas cumplidas. Así como fue cumpliendo cada una de las promesas del Antiguo Testamento, Jesús cumplirá en nuestra vida también las promesas que nos ha hecho. Padre eterno, Dios de liberación, guíame en los caminos que ahora percibos inciertos, y dame la fe y la decisión para seguir tu guía en mi vida. Confío en que tus promesas se cumplirán y que tu amor me llevará a la verdadera libertad. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Haz clic para ver el video:

XVI DOMINGO del TIEMPO ORDINARIO


XV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 19 de julio de 2025

Ex 12, 37-42. Fue la noche en que el Señor sacó a Israel de la tierra de Egipto.

Sal 135. Porque es eterna su misericordia.

Mt 12, 14-21. Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo dicho por el profeta.

La salida de Egipto del pueblo de Dios es un acto de fe y obediencia. Nos enseña que, aunque el camino pueda ser incierto, seguir la voluntad misteriosa de Dios nos llevará a la libertad verdadera y a las promesas eternas cumplidas. Así como fue cumpliendo cada una de las promesas del Antiguo Testamento, Jesús cumplirá en nuestra vida también las promesas que nos ha hecho. Padre eterno, Dios de liberación, guíame en los caminos que ahora percibo inciertos, y dame la fe y la decisión para seguir tu guía en mi vida. Confío en que tus promesas se cumplirán y que tu amor me llevará a la verdadera libertad. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida


Es el silencio mesiánico, forma de vida que quieres para todos tus discípulos, hacer las cosas desde el silencio y la humildad, para y por Dios y solo para él. Has venido a amarnos y a sanarnos de nuestras dolencias y enfermedades, sobre todo de las espirituales, pero no has venido a ser proclamado rey y si a reinar en los corazones de todos los que te dejen hacerlo. Yo si quiero dejarte reinar en mi, pues solo así seré curado y se cumplirá lo dicho por el profeta Isaías: “eres el elegido, el amado, y en ti, también yo soy el amado en quien el Padre se complace y, contigo, anunciaré el derecho, la buena nueva, a todas las naciones, y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x siempre. Feliz día de María.

El Párroco

Viernes,18 de julio de 2025

Ex 11, 10 — 12, 14. Mataréis al cordero al atardecer; cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros.

Sal 115. Alzaré la copa de la salvación, invocando el nombre del Señor.

Mt 12, 1-8. “El Hijo del hombre es señor del sábado.”

Me lo has dicho y enseñado tantas veces, con hechos y palabras, que no sé cómo no se me queda, de una vez por todas, grabado en mi corazón, que tú, Señor, no quieres sacrificios sino misericordia y que ninguna ley está por encima del hombre y, menos cuando una ley pueda estar por encima del amor, ya que el amor es la ley suprema, amarte a ti y al hombre, como decía san Agustín: “ama, y haz lo que quieras”, porque todo lo que querré será amar y así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Miércoles, 16 de julio de 2025

Ex 3, 1-6. 9-12. El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas.

Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.

Mt 11, 25-27. “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños…”.   

Señor, que no quiera ser de los entendidos y listillos, que no quiera ser más que uno de esos pequeños a los que tú, Señor, has revelado las cosas referentes a nuestro Padre Dios y a tu reino. Es el camino para llegar a ti, el de la infancia espiritual, el que recorrió tu Madre, de la que hoy celebramos su advocación del Carmen, el camino de la que no quiso ser más que la esclava de Dios y, por ello, por su humildad fue enaltecida. Es el camino para llegar a ti y para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


 Dios se revela a Moisés en el incomprensible misterio la zarza que arde y no se consume. Después lo llama a la misión de liberar a su pueblo. Este encuentro nos recuerda que Dios se manifiesta en nuestras vidas, quizás en el momento más inesperado, y así nos llama a ser agentes de su obra redentora. No necesitamos grandes conocimientos, tan solo una profunda sencillez. Señor, abre mis ojos para ver tu verdadera presencia en mi vida. Dame el valor para responder a tu llamada a ser un instrumento de tu liberación y amor para los demás. Amén

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 15 de julio de 2025

.Ex 2, 1-15a. Lo llamó Moisés, pues lo había sacado del agua; cuando ya era mayor, fue a donde estaban sus hermanos.

Sal 68. Los humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Mt 11, 20-24. “El día del juicio les será más llevadero a Tiro, a Sidón y a Sodoma que a vosotras.”


     Reprendes a la gente de las ciudades por donde tú, Señor, has pasado porque te han conocido, pero no te han querido ver y han seguido sin creer, como yo, ¡te he visto tantas veces! Y he visto como “has hecho cosas grandes en mi” que deberían hacer cambiar mi vida de una vez para siempre. Pero soy lo que soy: pecador. Menos mal que tú mismo me lo dices, que quien tiene necesidad de ti los enfermos, no lo sanos. Señor, ayúdame a cambiar cada día ya amarte, también, más y más cada día para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

 

Moisés, cuyo nombre significa «salvado de las aguas», se convierte en el instrumento de Dios para liberar a su pueblo. Su historia nos muestra que Dios puede usar nuestras vidas, incluso con sus errores y defectos, como medio para cumplir sus propósitos divinos. Hemos de mantener el corazón abierto a sus signos y milagros cotidianos. Señor, usa mi vida para tus propósitos. Aunque me sienta insuficiente, aunque ahora no lo pueda comprender todo, confío en que tu poder se perfecciona en mi debilidad. Deseo ser un pequeño instrumento de tu amor y liberación en el mundo que sufre. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lunes, 14  de julio de 2025

Ex 1, 8-14. 22. Obremos astutamente contra Israel, para que no se multiplique más.

Sal 123.  Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Mt 10, 34 — 11, 1. ”El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará”.

 

Hoy me hablas de las exigencias a tus discípulos, que, sobre todo, es tener íntima relación contigo y la paradoja evangélica, perder-encontrar, último-primero. Mi vida, de discípulo, no es mía, eres tú el dueño de ella y, por eso, si la pierdo por ti y tu evangelio, dándome a los demás, como tú, Señor, y siendo misericordioso, como tú, es como ganaré y heredaré la vida eterna. Y vale la pena, ¿porqué de qué me vale ganarla si la pierdo para ti?, y solo ganándola para ti es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.

El Párroco

 

 

A pesar de la opresión, el pueblo de Dios crece y se fortalece. Esta historia del Éxodo nos recuerda que, incluso en tiempos de adversidad, Dios está con nosotros y nos ayuda a florecer y cumplir su propósito. Esto es un gran misterio. No te desazones. Lo que ahora no puedes ver ni comprender, un día será iluminado. Tan solo pon de tu parte, da la vida y recibe a sus enviados. Dios de fortaleza, en medio de las pruebas de cada día, ayúdame a recordar que Tú estás conmigo. Dame la fuerza para crecer y florecer bajo tu gracia y tu amor, confiando siempre en tu plan perfecto para mi vida. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:

«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?». Él le dijo:

«¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?». Él respondió:

«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”». Él dijo:

«El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo:

«Anda y haz tú lo mismo».

------

Lc 10,25-37:”El maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «¿Y quién es mi prójimo?»”. 


     Primero te pregunta qué ha de hacer para heredar la vida eterna, y cuando le respondes que amando, te hace una nueva pregunta, pero, como dice el evangelio, para “justificarse”:”¿quién es mi prójimo?” Y tú, Señor, me cuentas estar hermosa, al mismo tiempo que dura, parábola del hombre que cae en manos de unos bandidos, ¡cuantos hoy caen en manos de bandidos, mafias de todo tipo!, y, además de desnudarlo, lo muelen a palos. Al final, solo uno, ni el levita ni el sacerdote, que van muy aprisa para encontrarte en el templo, no vayan a llegar tarde a misa, contigo, el extranjero, uno de Samaría, es quien se acerca para ayudar al pobre maltrecho. Ahora me cambias la pregunta, y me respondes que no he preguntar por ¿quién es mi prójimo?, sino que sea yo quien, como tú, me acerque, y me aproxime, me haga prójimo del que me necesite, y que practique la misericordia, el amor, con él. Hermosa lección al final: “Anda y haz tú lo mismo”, solo así, practicando la misericordia, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 

Jesús confirma el mandamiento del amor a Dios y al prójimo como el único camino hacia la vida eterna. La parábola del buen samaritano nos desafía este domingo de verano una vez más. Y nos recuerda que debemos mostrar compasión y actuar con misericordia siempre, teniendo a todos como prójimos según esta voluntad divina. Ten presente hoy este deseo de Jesús para ti. Y ora así: Señor, enséñame a amar como Tú amas. Que pueda ver a cada persona como mi prójimo y sepa actuar con compasión y misericordia en todas mis acciones. Llena mi corazón de tu amor incondicional. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Haz clic para ver el video:


XIV SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 12 de julio de 2025

Gen 49, 29-32; 50, 15-26a. Dios cuidará de vosotros y os llevará de esta tierra.

Sal 104. Los humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

Mt 10, 24-33No tengáis miedo a los que matan el cuerpo.

 

Porque lo importante no es el cuerpo sino el alma, hecha para la inmortalidad, a tu imagen y semejanza, y la que, junto al cuerpo después, según tu promesa, heredará la vida eterna. Lo que me ha de preocupar y ocupar es hacer el bien para poder, un día, estar contigo y, mientras, Señor, me pides que confíe en Dios, que tendré pruebas y persecuciones, porque tú, y eres el maestro, las tuviste y no soy más que tú… pero el tiempo pondrá todo en su lugar, tú las venciste, pero que confíe pues valgo más que todos los pájaros de la tierra y que hasta mis cabellos de la cabeza están contados, basta ser tu testigo delante de los hombres para ser y vivir, a pesar de las dificultades, feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

 


      José tranquiliza a sus hermanos, asegurándoles que Dios transformó sus malas intenciones en un bien mayor. Este acto de perdón y comprensión destaca el poder de la gracia divina para sanar relaciones destruidas y transformar las vidas según su amor. Nada hay que no llegue a conocerse. También nuestras intenciones, buenas, malas, tibias, acabarán por definirnos. Dios misericordioso y de bondad infinita, tu gracia transforma el mal en bien. Ayúdame a perdonar como tú perdonas y a confiar en tu poder para restaurar y sanar. Que tu amor guíe mis acciones siempre. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 11 de julio de 2025

 San Benito, Abad.

Prov 2, 1-9. Abre tu mente a la prudencia.

Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.

o bien: Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Mt 19, 27-29. ”Todo el que por mí deja… recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”.


         Es la contestación, Señor, que das a Pedro, quien no se corta un pelo y que te lo ha recordado diciéndote: ”ya ves, nosotros lo hemos dejado todo”, y le responde, no solo con la herencia del más allá, que no me hubiera podido ni siquiera imaginar y que es, nada más y nada menos, heredar tu reino, la vida eterna, sino que, además, me prometes en el tiempo presente, aquí, ya aquí, el recibir cien veces más, y, esto, lo experimento cada día, pero te respondo, con el hermoso soneto anónimo, que no necesito ni cielo ni infierno, sino que: “solo me mueve tu amor y en tal manera que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera”, solo me mueve tu infinito amor que te llevó a dar tu vida en la cruz por amor a mí, y que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Pedro pregunta a Jesús. Quiere conocer la recompensa que le corresponde por seguirle. Y el Maestro responde con la promesa de la vida eterna y con bendiciones futuras abundantes. Esto nos recuerda que nuestro amor y dedicación a Cristo no son trabajos en vano, porque su premio será mucho mayor de lo que podemos imaginar. Señor Jesús, gracias por tus promesas. Confío en ti. Ayúdame a seguirte con todo mi corazón, confiando en que tus bendiciones son mayores que cualquier sacrificio. Que mi vida refleje tu amor y gracia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 10 de julio de 2025

Gen 44, 18-21. 23b-29; 45, 1-5. Para preservar la vida me envió Dios delante de vosotros a Egipto.

Sal 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.

Mt 10, 7-15. Gratis habéis recibido, dad gratis.


          Me envías, como a los primeros, y, como a ellos, me quieres ligero de equipaje para que ponga mi confianza en ti y solo en ti, ni en los medios, ni los planos, ni en los estudios ni proyectos, pues, no necesito más que tu palabra y la fuerza de tu Espíritu. Todo lo he recibido de ti sin mérito alguno por mi parte, porque me has amado y me amas, y, por tanto, no puedo retener tu mensaje que no es mío sino tuyo y, como tuyo que es, lo he de dar a los demás para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

José revela su identidad a sus hermanos y les asegura que todo lo sucedido fue parte del plan de Dios para salvar vidas. Esta historia nos enseña que debemos confiar siempre en los propósitos divinos, incluso cuando no entendemos las circunstancias que se nos presentan momentáneamente. Aquello que Dios nos da, lo hace gratuitamente, por amor. Nosotros debemos corresponder devolviéndoselo a nuestros hermanos y hermanas más necesitados. Padre, ayúdame a confiar en tu plan para mi vida. Aunque no siempre comprenda tus caminos, dame la fe para creer que las piezas acabarán ajustándose, y que toda obra para bien mío según tus propósitos. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 9 de julio de 2025

Gen 41, 55-57; 42, 5-7a. 17-24a. Estamos pagando el delito contra nuestro hermano.

Sal 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Mt 10, 1-7. Id a las ovejas descarriadas de Israel.

 “Has preparado, Señor, un pueblo bien dispuesto, no de santos, para preparar tus caminos”, y comienzan, enviados por ti, con misión universal, a proclamar que tu reino ha llegado, porque, ese reino, eres tú. Y me dice el evangelio los nombres de los enviados y, hoy, sigues añadiendo nombres, pero, aun así, somos pocos, por eso nos pides que oremos para que el Padre envíe obreros a sus mises. Gracias, Señor, porque mi nombre está en esa lista sin terminar todavía y porque tu llamada, me ha hecho ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Dios puede transformar el dolor y la traición en oportunidades de redención y salvación. Eso es, en resumen, la dramática historia de José y sus hermanos. El pasaje del Génesis nos muestra cómo, a través del perdón y la reconciliación, Dios nos llama a ser instrumentos de su paz. Los discípulos recogen el testigo de los doce hermanos para llevar el Reino a todos. Señor, enséñame a perdonar y a buscar la reconciliación. Transforma mis heridas en oportunidades para tu gracia y hazme un instrumento de tu paz y amor en el mundo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 8 de julio de 2025

Gen 32, 23-33. Te llamarás Israel, porque has luchado con Dios, y has vencido.

Sal 16. Yo con mi apelación vengo a tu presencia, Señor

Mt 9, 32-38. ”Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas «como ovejas que no tienen pastor»”.


Hoy, Señor, me enseñas una característica que he de tener como discípulo tuyo, mirar como tú, desde el corazón, con compasión, es decir, compadecer con los hombres, hijos del mismo Padre y, en ti, hermanos míos. Y, como a ti, se me han de conmover mis entrañas ante tanta gente extenuada con sus sufrimientos y problemas, sin importarme su manera de pensar o vestir, ni sus orientaciones políticas, sexuales, económicas o religiosas, pues tu Iglesia no es para santos, ni tienen necesidad de médicos los sanos, y he de acoger a todos, como tú, siendo buen pastor que los lleve a buenos pastos y a fuentes de frescas aguas, así seré  y viviré como discípulo tuyo, y feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


     Jacob lucha con Dios y, por su arrojo y tenacidad, es bendecido con un nuevo nombre, «Israel». Esta lucha simboliza nuestras propias batallas espirituales, en las que, a través de la persistencia y la fe, encontramos nuestra verdadera identidad en Dios. Que no retorzamos la honrada búsqueda de la verdad hasta convertirla en una batalla para mantener inmóvil nuestro estatus o nuestras ventajas. Dios mío, en mis luchas diarias, dame la fuerza para perseverar y no venirme abajo. Ayúdame a saber quién soy en ti y a ser transformado por tu amor. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 7  de julio de 2025

Gen 28, 10-22a. Vio una escalinata apoyada, y ángeles de Dios subían y bajaban, y Dios hablaba.

Sal 90. Dios mío, confío en ti.

Mt 9, 18-26Mi hija acaba de morir, pero ven tú y vivirá.

 

Hoy, casi pasa desapercibida la mujer de los flujos de sangre, que solo se atreve a ir por detrás y tocarte la orla del manto, que humildad la de esta mujer, como también la del padre de la chiquilla que se arrodilló ante ti. Hoy solo escucho que me dices, como a ellos, “ten ánimo”, y es que yo, muchas veces estoy como enfermo y muerto por el pecado y te escucho que me dices ¡ten ánimo!, y como a la niña me tomas de la mano y me pones de pie, y me levantas de tantas postraciones y me dices que lo deje todo, que te siga, siempre detrás de ti, y te dé a conocer a todos, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.

El Párroco

 


     Jacob es capaz de vislumbrar en sueños una escalera que llega al cielo, y así recibe la promesa de protección y bendición de parte de Dios. Esta visión nos recuerda que Dios está cerca, guiando nuestros pasos y cumpliendo su promesa de no dejarnos abandonados en nuestro viaje por la vida. Tan cerca, que una palabra suya basta para sanarnos. Señor, gracias por tus promesas y por estar siempre a mi lado. Ayúdame a confiar y a sentir tu presencia amorosa en cada paso que doy. Que mi vida sea un reflejo de lo que esperas de mí en tu plan generoso, aunque ahora no pueda comprender del todo su sentido. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-12. 17-20

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella y decidles: “El reino de Dios. ha llegado a vosotros”.

Pero si entráis en una ciudad y no os reciben, saliendo a sus plazas, decid: “Hasta el polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que el reino de Dios ha llegado”. Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad».

Los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:

«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». Él les dijo:

«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

--------

Lc 10,1-12.17-20:  “La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”.


Señor, me pides que ruegue al dueño de la mies, a tu Padre, que mande obreros para la cosecha, pues es abundante la mies y sería una lástima quede sin recoger, en el suelo, pues se echaría a perder. Y Él, el Padre, es el más interesado de que eso no ocurra, pues la mies es suya:”¡Mándanos obreros!”. Pero, y es mi pregunta, ¿rezamos? Quizás, pero no ha de ser una oración de algunos días o de campaña, sino que ha de ser, como la petición de pan, de cada día, contante. Señor manda obreros, mándame y que vaya a prepararte lugares y pueblos bien dispuestos, y así te conozcan y te amen y todos seamos y vivamos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 


La llamada exultante a alegrarse con Jerusalén y experimentar su consuelo es una invitación a participar en la alegría de la vida en Dios. La paz y la prosperidad de Dios son para los que se unen a su pueblo y cumplen sus mandatos. Solo en Dios encontramos nuestro verdadero hogar y consuelo. Solo en cumplir la misión a que Él nos envía encontramos nuestro verdadero descanso y gozo. Padre celestial, lléname de tu paz este domingo. Úneme a cuantos amo y dame tu verdadera alegría. Que pueda encontrar consuelo en tu presencia y compartir esta dicha con los demás, siendo testigo de tu amor y bondad en el mundo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Haz clic para ver el video:

XIV TIEMPO ORDINARIO

XIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 5 de julio de 2025

Gen 27, 1-5. 15-29. Jacob suplantó a su hermano y le quitó su bendición

Sal 134. Alabad al Señor porque es bueno.

Mt 9, 14-17. ¿Es que pueden guardar luto mientras el esposo está con ellos?


     Tú, Señor, has hecho nuevas todas las cosas y yo, muchas veces, con la frase en los labios que, como decía el Papá Francisco, tanto daño ha hecho a la Iglesia: ”siempre ha sido así”. Tú, Señor, haces nuevos todo, y toda tu vida y mensaje no pueden ser contenidos en las viejas prácticas religiosas, y, aunque verdad, tú mismo lo has dicho Señor, que no has venido a abolir nada sino que has venido dar su verdadero cumplimiento, y este es el amor. Como me recordabas ayer: “misericordia quiero y no sacrificios”, y es amando como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

 


     Jacob, con la ayuda de su madre, engaña a su padre Isaac para obtener la bendición destinada a Esaú. Pero, aunque el medio no es correcto, vemos cómo Dios puede servirse incluso de nuestras imperfecciones y maldades para cumplir su propósito. Porque la gracia de Dios puede obrar incluso a través de nuestras debilidades. Hemos de abrir la mente para aceptar la novedad que Dios trae a nuestra vida, sin tratar de entenderla. Padre eterno, Dios de gracia y bondad, te pido que transformes mis errores y debilidades en oportunidades para que tu voluntad se cumpla. Enséñame a confiar y a buscar siempre la verdad y la justicia en mis acciones. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 4 de julio de 2025

Gen 23, 1-4. 19; 24, 1-8. 62-67. Isaac, con el amor de Rebeca, se consoló de la muerte de su madre.

Sal 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.

Mt 9, 9-13. ”¿Como es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores”.


     El evangelio de hoy me habla de la elección de Mateo y con ella, Señor, que gran lección me das. Tú comes con pecadores porque tú, Señor, eres misericordioso y porque has venido a llamar y a buscar al que está perdido y abandonado, al pecador, a mí. Gracias, Señor, por tanto, amor y, como tú mismo has dicho, has venido a por los que tienen necesidad de ti, los enfermos y no a por los que se creen sanos y santos. Señor, que aprenda de ti a ser misericordioso, pues solo siéndolo es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.

El Párroco

 

 

La fidelidad de Abraham a la voluntad misteriosa de Dios, incluso a la hora de buscar una esposa para Isaac, nos muestra la importancia de la confianza en Dios, en todos los aspectos de nuestra vida. Es necesario comprender que Su plan es perfecto, y que, al seguir sus mandamientos, recibimos bendiciones incesantes y una guía segura en la vida. Algo así sintió Mateo ante la llamada de Jesús. Señor, dame sabiduría y valentía para obedecer tus mandatos en todos los aspectos de mi vida. Que pueda confiar en tu plan, sabiendo que siempre buscas lo mejor para mí y para los que amo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 

Jueves, 3 de julio de 2025

Santo Tomás, Apóstol.

Ef 2, 19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.

Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

Jn 20, 24-29. ”Jesús… dijo a Tomás:« Trae tu dedo…». Contestó Tomás::«¡Señor mío y Dios mío»”.

Yo no he visto, como tampoco vio la primera vez Tomás, pero sí soy de los que creo por el testimonio que me han dado de ti los que sí te vieron, y vivieron y comieron y anduvieron contigo, los “Apóstoles, cimientos sobre los que estamos cimentados en el edificio de tu iglesia, del que tú, Señor, eres la piedra angular” (Ef 2,20). Y, por ti, Señor, también he entrado, con ellos, en la construcción para ser morada de Dios y Templo del Espíritu” (Ef 2,22). Gracias, Señor, por el don, regalo, de la fe por la que me llamas bienaventurado, y que me hacer ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

La duda de Tomás es humana; nos muestra que la fe puede coexistir con la inseguridad. Jesús no rechaza a Tomás por esas dudas, sino que le ofrece pruebas de su resurrección. Nuestras dudas, aunque nos desconciertan, pueden ser una parte natural de nuestra fe. Y Jesús está dispuesto a ayudarnos a superarlas. Señor Jesús, fortaléceme y ayúdame a superar mis dudas. Como Tomás, soy débil y humano; pero quiero creer sin ver. Abre mi corazón a Tu verdad y permíteme experimentar tu presencia viva en mi vida diaria. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 2 de julio de 2025

Gen 21, 5. 8-20. No va a heredar el hijo de esa criada con mi hijo Isaac.

Sal 33. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Mt 8, 28-34. ”El pueblo salió a donde estaba Jesús y… le rogaron que se marchara…”.


Los demonios te reconocen como el Hijo de Dios y aunque curas a los endemoniados, los del pueblo, piden que te vayas, como yo muchas veces también, quiero que te alejes de mí y te vayas, pues mis intereses (los cerdos) se contraponen al cumplimiento de tu voluntad. Señor, que te amé por encima de todo, que no pongas por delante ningún capricho al cumplimiento de tu voluntad, pues solo cumpliéndola es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Dios no abandona a los desamparados. En el desierto o entre tumbas, cuando todo parece perdido, vemos cómo el Señor provee y escucha. Además de en el evangelio, también en la historia de Agar e Ismael, vemos cómo Dios siempre está atento a nuestras necesidades y no nos deja solos. Dios de bondad infinita, yo sé que Tú siempre escuchas mis clamores y que nunca me abandonas. Te pido que me des la fe para confiar en tiempos de dificultad y fortaleza para seguir adelante, sabiendo que Tú estás conmigo siempre. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 1 de julio de 2025

Gen 19, 15-29. El Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego.

Sal 25. Tengo ante los ojos tu bondad, Señor.

Mt 8, 23-27. ”Él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!». Él les dice: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?»”.


     Y hoy, Señor, me lo dices a mí, pues, muchas veces, yo también dudo y me parece que andas dormido, y que mi vida, mi barca, zozobra y como que se hundiera. Y sé que no es verdad, que tú siempre estás ahí, a mi lado, y siempre, y, lo único que me hace falta es, que con fe, acuda a ti. Señor auméntame la fe, y acuda, como ellos, diciéndote: ”¡Señor, sálvame!”, y traerás bonanza a mi vida y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

A veces nos encontramos atrapados en situaciones que parecen no tener salida. Pero el Señor, en su infinita misericordia, nos extiende su mano y nos ofrece una vía de escape. ¿Estamos dispuestos a tomar esa mano sin mirar atrás, confiando plenamente en su plan, incluso cuando no comprendemos completamente el camino que se nos presenta por delante, la tormenta que nos rodea? Señor, ayúdame a confiar en ti y a no mirar atrás. Dame la valentía para seguir adelante, incluso cuando las circunstancias sean difíciles. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 30  de junio de 2025

Gen 18, 16-33. ¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable?

Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.

Mt 8, 18-22. ”Tú, sígueme”.

 

Señor, sigues caminando e instruyendo y enseñando a todos a cerca del Reino. Y muchos te rodean y hasta piden seguirte, estar contigo, y tú, Señor, les hablas de la necesidad de dejarlo todo sin reservarse nada. Y, siempre, sigues llamando, y, hoy me lo dices a mi: ”tú”, si, “yo”, no he de mirar al de al lado, es a mí a quien llamas: “tú, sígueme”. Seguirte, no es fácil, nadie ha dicho lo contrario, ni si quiera tú, y es que seguirte es tomar la cruz e ir detrás de ti. Pero, también es verdad que seguirte, por los que lo han hecho, y por mí mismo, a pesar de todo, vale la pena y que hacerlo me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.

El Párroco

 


Abraham intercede por Sodoma, mostrando su compasión y justicia, aun sabiendo que allí reina el pecado. Dios escucha su súplica y le muestra su misericordia infinita. Jesús nos llama a seguirlo sin reservas, incluso anteponiéndolo a nuestras responsabilidades y proyectos más importantes. La verdadera entrega a Cristo implica ponerlo en el centro de nuestra vida. Señor, dame un corazón compasivo y justo como el de Abraham. Te pido por los que cometen iniquidad. Ayúdame a seguirte sin reservas, poniendo siempre tu voluntad por encima de todo. Que mi vida sea un reflejo de tu amor y misericordia, y que siempre busque servirte con fidelidad y entrega total. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lectura del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Ellos contestaron:

«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:

«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.

Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

-------

Mt 16,13-19:”Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo»”. 

 


Hoy Jesús hace una pregunta a los discípulos de todas las épocas, también a ti y a mi. En aquella ocasión, es Pedro quien toma la voz cantante y contesta en nombre de todos, y Jesús lo felicita. Pero esa contestación no impide que hoy, tú y yo, desde nuestro interior, también le demos nuestra propia respuesta. ¿Quién eres para mí, Señor? Y me salen montones de respuestas posibles: mi Salvador, mi Redentor, mi buen Pastor, mi Camino, la Verdad y mi Vida, mi amigo, el Mesías, el Hijo predilecto de Dios a quien tengo que escuchar… mi tesoro encontrado, y, sobre todo, quien me hacer ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 


    Celebramos a los grandes apóstoles san Pedro y san Pablo, pilares de la Iglesia. A través de sus vidas y sacrificios, aprendemos el valor de la fe y el testimonio valiente de Cristo. Ambos lo dejaron todo por seguir a Jesús; y, aunque enfrentaron persecuciones, perseveraron en su misión. Jesús reconoce la fe de Pedro y lo establece como la roca sobre la cual edificará su Iglesia. Señor, te doy gracias por san Pedro y san Pablo, ejemplos de fe y valentía. Fortalece mi fe para seguir sus pasos y ser un testigo valiente de tu amor y verdad como ellos. Que mi vida sea una roca firme sobre la cual otros puedan encontrar apoyo en su camino hacia ti. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Haz clic para ver el video:

Stos. PEDRO Y PABLO


XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


Hoy, la fiesta del Inmaculado Corazón de María nos recuerda el amor y obediencia de la Madre de Dios. María guardaba y meditaba todo en su corazón, mostrando su disposición a cumplir la voluntad divina. Y Jesús, incluso de niño, demuestra la plena conciencia de su misión divina. La fidelidad y humildad de María y Jesús son un ejemplo para nosotros. Inmaculado Corazón de María, guía mi alma hacia la pureza y la obediencia a Dios. Que tu ejemplo de amor y humildad inspire mis acciones diarias. Ayúdame a guardar y meditar la Palabra de Dios, y a vivir siempre en fidelidad a su voluntad. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 27 de junio de 2025

Sagrado Corazón de Jesús.

 Ez 34, 11-16. Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar.

Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Rom 5, 5b-11. Dios nos demostró su amor.

Lc 15, 3-7. ¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido


Hoy celebramos tu amor, Señor, expresado en el órgano humano al que le adjudicamos dicho sentimiento: el corazón, ese del que traspasado en la cruz brotó sangre y agua, mostrándome tu amor hasta la última gota de tu sangre. Y en el evangelio de hoy, se simboliza ese amor en la hermosa parábola de la oveja perdida, esa soy yo para ti, y tú, buen pastor, no te cansas hasta que me encuentras, dejando las restantes ovejas a buen recaudo, y que tu corazón sufre hasta encontrarme y que cuando lo hace, no me azuzas a los perros para que me devuelvan al redil, sino que con todo tu amor, te agachas hacia mí y me cargas a tus hombros, llevándome de vuelta con mis hermanos para celebrar una fiesta, pues eso es lo que doy para ti, fiesta, alegría, amor. Gracias, Señor, por tu amor y porque, con tú busca hasta encontrarme, me haces que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Celebramos el Sagrado Corazón de Jesús, símbolo de su amor infinito y misericordioso. Jesús nos muestra su compasión al buscar y rescatar a la oveja perdida. San Pablo nos recuerda que Dios nos ama y nos ha reconciliado consigo mismo a través de Cristo. Somos pues llamados a ser testigos de este amor y misericordia en el mundo. Sagrado Corazón de Jesús, confío en ti, inflama mi corazón con tu amor. Ayúdame a ser un instrumento de tu misericordia, buscando y ayudando a los perdidos y necesitados. Que tu amor transforme mi vida y me haga un verdadero testigo de tu compasión y gracia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



Jueves, 26 de junio de 2025

Gen 16, 1-12. 15-16. Abrán llamó Ismael al hijo que le había dado Agar.

Sal 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.

Mt 7, 21-29. ”El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca”.

Y esa roca eres tú, Señor, es lo mismo que dijiste a Pedro: ”sobre esta roca, que soy yo, edificaré mi Iglesia”, me enseñas hoy, que no basta decir palabras y llamarte Señor pomposamente, sino que he de poner tus palabras por obra, hacerlas vida mía practicándolas, que he de cumplir la voluntad, como tú, del Padre, y así, por mucha lluvia que caiga y viento que sople, no he de tener porque el cimiento en que se edifica mi vida eres tú, Señor, y, contigo y con tu palabra de vida seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

 

La historia de Sara, Abraham y Agar muestra las consecuencias de la falta de fe y confianza en el plan de Dios. Sin embargo, Dios interviene y promete multiplicar los descendientes de Agar. La confianza es fundamental en el camino de la fe… Jesús nos enseña que solo aquellos que hacen la voluntad del Padre entrarán en el reino de los cielos. Debemos construir nuestra vida sobre la roca sólida de sus enseñanzas. Señor, ayúdame a confiar plenamente en tu plan y a no dejarme llevar por la duda y la desconfianza. Que mis acciones reflejen siempre tu voluntad. Haz que mi vida esté firmemente cimentada en tus palabras y enseñanzas para que pueda resistir las pruebas y dificultades. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 25 de junio de 2025

Gen 15, 1-12. 17-18. Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia;

y el Señor concertó alianza con él.

Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

Mt 7, 15-20.  Por sus frutos los conoceréis.”

Se conocerá quién es, de verdad, profeta tuyo, Señor. ¡Ojalá, Señor, que mis frutos sean los queridos por ti, que sea conocido, no por palabras que se las lleva el viento, sino por mis frutos de obras, que si estas son buenas, igualmente, lo serán los frutos, y los frutos buenos serán los del Espíritu Santo: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Dame, Señor, el vivir cada día uno y para siempre, solo así será y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Lunes, 23  de junio de 2025

Gen 12, 1-9. Abrán marchó, como le había dicho el Señor.

Sal 32. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Mt 7, 1-5. ”No juzguéis, para que no seáis juzgados”.

 

Y, sobre todo, porque solo tú, Señor, eres el juez de vivos y muertos, y porque solo tú, Señor, eres el único que conoces el interior, el corazón, de cada hombre, y yo, que soy criatura, y no conozco el bien y el mal, no soy nadie para juzgar a nadie, bastante tengo con poder quitarme la viga de mi ojo, que lo podré hacer si cuento, que sé que cuento, con tu ayuda, con tu gracia que sé que no me falta y por la que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Dios llamó a Abraham a dejar todo lo conocido, su casa y modo de vida, para seguirlo a una tierra prometida, pero desconocida para él, prometiendo bendecirlo y hacer de él una gran nación. Jesús nos advierte: No debemos juzgar a los demás, pues seremos juzgados con la misma medida. ¡Cuidado con la hipocresía! Primero debemos quitar la viga de nuestro propio ojo antes de ver la paja en el ojo ajeno. Señor, dame la fe de Abraham para seguirte sin reservas, confiando en tus promesas. Líbrame de juzgar a los demás y ayúdame a reconocer mis propios fallos, buscando tu perdón y tu gracia. Que mi vida sea bendición para los demás y refleje siempre tu amor y tu justicia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 11b-17

En aquel tiempo, Jesús se puso hablaba a la gente del reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de curación.

El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:

«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».

Él les contestó:

«Dadles vosotros de comer».

Ellos replicaron:

«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».

Porque eran unos cinco mil hombres.

Entonces dijo a sus discípulos:

«Haced que se echen sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».

Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.

Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.

----

Corpus Christi.

Lc 9, 11b-17: “Comieron todos y se saciaron”.      

Lucas no me relata hoy la institución de la eucaristía en cuanto tal, sino me habla de la primera multiplicación de panes y peces que no es sino el preludio del anuncio de la Eucaristía, donde todos aquellos que la comamos seremos saciados, pero no de un alimento normal o común, sino de tu cuerpo y sangre, Señor. Es de lo que sí me habla san Pablo en el relato más antiguo que conservamos de la institución, en la carta a los Corintios, donde nos dice: “Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: “esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía». No es, pues, un alimento común, es tu cuerpo y sangre, Señor. Y por eso, hoy, porque creemos en tu presencia real, en que por la transubstanciación, el pan y el vino se convierte en ti, te sacamos a las calles de nuestros pueblos y ciudades para adorarte y decirles a todos: ahí va nuestro rey y nuestro Señor, y aunque, aquí también se esconda la humanidad, en la cruz solo la divinidad, “creo y confieso ambas cosas”, y es el sacramento que me ha de llevar a vivir la unidad con los demás, y a ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz domingo eucarístico.

El Párroco

 


En esta fiesta del Corpus Christi se nos invita a recordar el sacrificio de Jesús, quien se ofrece como el pan de vida y el vino de la alegría y la alianza que nos salva. Jesús, hoy como ayer, muestra su compasión y poder para alimentar nuestras necesidades tanto físicas como espirituales. San Pablo nos lo recuerda, proclamando que, cada vez que participamos en la Eucaristía, anunciamos la muerte del Señor hasta que Él vuelva. Señor Jesús, gracias por el maravilloso don de tu cuerpo y sangre en la Eucaristía. Que, al recibirte, mi fe se fortalezca y mi vida sea un testimonio de tu amor y sacrificio. Ayúdame a vivir de verdad tu amor y compasión todos los días. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Haz clic para ver el video:


CORPUS CHRISTI


XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 21 de junio de 2025

2 Cor 12, 1-10. Muy a gusto me glorío de mis debilidades.

Sal 33. R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Mt 6, 24-34. ”No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio…”.    

 

Y cuantas malas noches, cuantos insomnios, cuantos malestares psíquicos, y otras muchas enfermedades nos quitaríamos. Hay que vivir al día, porque el pasado, pasado es y no lo puedo cambiar y, el futuro, tampoco es mío y ni siquiera sé si llegará. Por tanto, he de vivir el ahora, y ahora, y ahora, tengo que vivir y amar el momento presente, porque es el ahora el único tiempo del que puedo ser dueño, para ponerlo, Señor, en tus manos, y redimir el pasado y para que el futuro, cuando llegue, si es que llega, sea como el presente que vivo que es amando y sirviendo a los demás, y solo viviendo y amando el presente es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco



Viernes, 20 de junio de 2025

2 Cor 11, 18. 21b-30. Aparte todo lo demás, la carga de la preocupación por todas las iglesias.

Sal 33. Dios libra a los justos de sus angustias.

Mt 6, 19-23. “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.”

Y, muchas veces digo que tú, Señor, eres mi tesoro y que te encontré y, si esto es verdad ¿vendo todo para tenerte solo a ti?, ¿tengo, entonces, mi corazón en ti? O ¿solo son palabras, y no es verdad que tú seas mi tesoro? Porque muchas veces lo que hago es llenar mi corazón, acumulando pequeños tesoros que me apartan de ti: egoísmos, caprinos, mi ego… Señor, ayúdame a vaciarlo de todo ello para que, solo tenga, en él, lugar para ti, pues solo teniéndote a ti es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Jueves, 19 de junio de 2025

2 Cor 11, 1-11. Anunciando de balde el Evangelio de Dios para vosotros.

Sal 110. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.

Mt 6, 7-15. Vosotros orad así”


     Enséñame, Señor, porque la mayoría de las veces, como los gentiles, equivocó la oración con pronunciar muchas palabras, que me imagino que así me harás caso. No hacen falta muchas palabras, y las que se digan han de salir del corazón, y saber qué digo y a quien se las digo, que es a ti, Padre, pues como decía la santa de Ávila, si no es así “no la llamo oración por mucho que menees los labios”, y es que orar “es hablar con quien se me ama”, y ¿quién me va a amar más que tú, que eres mi Padre? Y esta es, Señor, la primera palabra que me enseñas en tu oración:” PADRE” (ABBA), la que ya basta para hacerme ser y vivir feliz. X todos y por todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

Miércoles, 18 de junio de 2025

2 Cor 9, 6-11. Dios ama “al que da con alegría”.

Sal 111. Dichoso quien teme al Señor.

Mt 6, 1-6. 16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”.


Gracias, Señor, por enseñarme, en esta mañana, que todas mis acciones las he de hacer por amor y para ti, no para presumir y que me vean. Solo es el Padre, que ve y conoce todo, también mi interior, porque solo es Él quien conoce el interior de cada hombre, quien sabrá recompensarme, aunque no me hace falta recompensa alguna, pues como dice ese hermoso soneto: “Muéveme, tu amor, y en tal manera, que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, pues, aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera”, y solo es tu amor el que me mueve y hace ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

Martes, 17 de junio de 2025

2 Cor 8, 1-9. Cristo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros.

Sal 145.  Alaba, alma mía, al Señor.

Mt 5, 43-48. ”Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen…”.


     Sigues hablando de la perfección de la ley, de su verdadero cumplimiento que no es la letra sino el espíritu. Y, hoy, para que seamos hijos del Padre que quiere a todos porque lo es de todos, y hermanos tuyos, que nos das ejemplo en lo que nos enseñas, pues tú, Señor, como recordaba el Papa Francisco, nos primereas siempre y nos enseñas, no solo con palabras: “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, sino, también, con tu propia vida cuando, en la cruz, dirigiéndote al Padre como hijo, le pediste, incluso, por los que te estaban crucificando, dándoles la excusa de la ignorancia: “perdónales porque no saben lo que hacen”, solo después, poniendo en manos del Padre tu espíritu, mueres en paz. Señor que, también yo, amé a todos, y, si cabe, más a los que no me amen, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.

El Párroco

Lunes, 16  de junio de 2025

2 Cor 6, 1-10. Nos acreditamos como ministros de Dios.

Sal 97.  El Señor da a conocer su salvación.

Mt 5, 38-42. ”«Ojo por ojo, diente por diente». Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia”.  


Pero no porque sea un bobo o un cobarde, no. No le hago frente a quien me ofende o injuria, de palabra o de obra, porque tú, Señor, me dices, también con las obras, que he de llevar la ley a su mas perfecto cumplimiento, que no es otro que amar, y amar con una medida que es la tuya, hasta el extremo, que es no tener extremo, o, dando la vida por los demás. Como dice san Pablo, “no puedo echar en saco roto tanta gracia, como tú, Señor, me has dado y me das cada día para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


Las lecturas nos llaman a aprovechar en el devenir de nuestra vida los momentos más oportunos de ser siervo fiel de Dios, demostrando su pre­sencia cada día a través de la paciencia, la pureza, el amor sincero y el poder de Dios. Jesús nos llama a responder al mal con el bien, ofreciendo siempre más de lo que se nos da. Señor, yo sé que hoy es el día de la salvación, y quiero aprovechar este momento para servirte con fidelidad. Llena mi vida de paciencia, pureza y amor sincero, y ayúdame a responder al mal con el bien, siguiendo siempre tus enseñanzas.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

.............



Hoy es en nuestra Iglesia la solemnidad de la Santísima Trinidad, en la que celebramos y reconocemos la presencia misteriosa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en nuestra vida. Dios, en su misterio trinitario, nos llama a vivir en comunión y a ser reflejo de su amor y unidad. La paz y la esperanza que tenemos en Dios son frutos de esta comunión trinitaria. Ora a lo largo del día en tu corazón con estas palabras u otras parecidas: Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te doy gracias por tu amor y tu presencia en mi vida. Ayúdame a vivir en comunión contigo y con mis hermanos, siendo un reflejo de tu unidad y amor en el mundo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



Haz clic para ver el video:



Sábado, 14 de junio de 2025

 2 Cor 5, 14-21. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro.

Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.

Mt 5, 33-37. “Yo os digo que no juréis en absoluto·.

Señor, hoy me invitas a ser coherente ya que mi palabra sea si o no, todo lo que pase de ahí sobra, no hacen falta tantos aspavientos, sino que basta con decir lo que hay que decir, todo lo demás son exageraciones. Tengo que hablar como tú, con autoridad, es decir, que lo que diga esté avalado por mis hechos, que baste mi palabra, como dice ese refrán tan nuestro, “que lo que diga va a misa”, es decir, que haga lo que digo, que lo que diga lo cumpla, así seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Viernes, 13 de junio de 2025

San Antonio de Padua.

2 Cor 4, 7-15. Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.

 Sal 115. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.

Mt 5, 27-32. Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio

Sigue hablándome del verdadero cumplimiento de la ley, de llevarla a su plenitud, que no es otra que el amor. Nadie podemos juzgar el interior de nadie, pues solo Dios, y tú, Señor, como Dios, lo conoce, y menos mal. Pero, es verdad, que en el verdadero cumplimiento, no basta con la letra de la ley sino que hay que llegar al espíritu de la misma, hay que amar a todos, más a tu propia pareja, y amarla/o desde el interior y amarlo/a de verdad, aunque seamos duros de cerviz, y es que el amor hay que llevar hasta el extremo, hasta dar la vida como tú para ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

  

 

Si de verdad somos seguidores de Cristo, llevamos en nosotros su muerte, para que su vida también se manifieste en nosotros. A pesar de las dificultades, somos fortalecidos por la fe y la esperanza de la resurrección. Hoy Jesús nos llama a una pureza radical de corazón, evitando no solo los actos de maldad, de falsedad y pecado, sino incluso los deseos que nos alejan de Dios. Señor, en medio de mis tribulaciones y mis dudas, ayúdame a llevar siempre la vida de Jesús en mi cuerpo mortal. Purifica mi corazón y mis pensamientos para que pueda vivir en la pureza y santidad que tú deseas. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 12 de junio de 2025

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

.Is 6, 1-4. 8. Santo, santo, santo es el Señor del universo.

o bien: Heb 2, 10-18. El santificador y los santificados proceden todos del mismo.

Sal 22.  El Señor es mi pastor, nada me falta.

Jn 17, 1-2. 9. 14-26. ”Te ruego… para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí”.              

Y en ti ser sacerdote, pues tú, Señor, eres el único y eterno Sacerdote, siempre que viva la unidad querida por ti. ¡Qué importante es la unidad, por la que pides al Padre en tu oración sacerdotal, para todos los hijos de Dios y hermanos tuyos! Sé que el distintivo por el que nos conocerán que somos cristianos es por el amor, pero la manifestación del amor es la unidad, así es como sabrán que nos amamos y que tú, Señor, nos has amado como el Padre te ha amado a ti. Señor, dame un corazón grande capaz de amar como tú me has amado y capaz de vivir unido, solo así podré evangelizar: “aquí estoy, mándame”, y seré creíble, y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

¿Crees firmemente que Jesús intercede por nosotros ante el Padre hasta el fin de los tiempos? En su oración, pide que seamos uno, así como Él y el Padre son uno. Nos consagra en la verdad y nos envía al mundo para llevar su mensaje de amor y unidad. Señor Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, conságrame en tu verdad y hazme uno contigo. Y haz que yo sepa vivir intensamente este gran misterio que me supera… Que mi vida sea un reflejo de tu amor y unidad, y que, a través de mi testimonio, otros puedan conocer y experimentar tu salvación. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 11 de junio de 2025

San Bernabé, Apóstol.

Hch 11, 21b-26; 13, 1-3. Era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe.

Sal 97. El Señor revela a las naciones su justicia.

Mt 5, 17-19. ”No he venido a abolir la Ley y los Profetas… sino a dar plenitud”.

Y esta respuesta tuya de hoy, Señor, me hace recordar a aquella otra que le diste a aquel joven que se te acercó a preguntarte cuál era el mandamiento principal y le respondiste que el amor, por eso me dices que no has venido a abolir sino a darle plenitud, y sin amor nada me sirve de nada, y que toda la Ley y todo lo que dijeron y enseñaron los profetas se resume en el amor, de ahí que san Agustín llegara a decir: “Ama y haz lo que quieras”, porque no querré otra cosa que amar. Señor, que no tenga más camino en mi vida que tú, porque, andando por ti y siguiéndote a ti, es como aprenderé a amar como tú me has amado a mí y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Hoy se nos invita a confiar en la gracia de Dios y no en nuestras propias capacidades. San Pablo nos recuerda que nuestra fuerza solo puede venir de Dios, quien nos ha hecho servidores de un nuevo pacto, un pacto del Espíritu que da vida. También Jesús nos aclara que no vino a abolir la ley, sino a darle su verdadero sentido. La ley escrita puede condenar, pero el Espíritu de Dios nos trae la verdadera vida y la auténtica justicia. Señor, ayúdame a confiar únicamente en tu gracia y no en mis propias fuerzas. Que tu Espíritu Santo me guíe para vivir conforme a tu voluntad, dando testimonio de tu amor y justicia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 TERMINA EL TIEMPO PASCUAL

SE REANUDA EL TIEMPO ORDINARIO

 EN LA SEMANA X

Martes, 10 de junio de 2025

2 Cor 1, 18-22. Jesús no fue sí y no, sino que en él solo hubo sí.

Sal 118.  Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

Mt 5, 13-16. ”Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo…”.

         Es la misión que me encargas y que él cumplirá. Ser sal para preservar al mundo del mal y darles sabor y alegría a todos los hombres; y ser luz para iluminar y que no tropiecen en el camino y orientarlos las noches oscuras y no se pierdan y sepan adonde han de ir, a ti. Pero ¡ay si la sal se vuelve sosa o la luz se esconde bajo un celemín!, no servirían para lo que han de hacer, para nada. Señor, y es mi oración de hoy, ayúdame a cumplir la misión para la que me ha llamado, y que te conozcan a ti por mis obras, y den gloria al Padre que está en los cielos, no a mi, y, de esta forma, seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

Considera las oportunidades que tienes cada día para ser sal y luz en tu familia, tu comunidad y tu lugar de trabajo. Señor Jesús, ayúdame a comprender la profundidad de esta llamada y a vivirla con fidelidad. Te pido, Señor, que me ayudes a ser sal en un mundo que a menudo pierde su sabor espiritual. Dame la gracia de preservar la verdad, purificar lo que está corrupto y añadir sabor a la vida de los demás con mis palabras y acciones. Quiero ser luz en medio de la oscuridad. Ayúdame a brillar, a no esconder mis dones y talentos, sino a utilizarlos para tu gloria. Que mis buenas obras sean visibles para que otros puedan verlas y alabar a nuestro Padre celestial. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 9  de junio de 2025

 María, Madre de la Iglesia.

 Gen 3, 9-15. 20. La madre de todos los que viven.

o bien: Hch 1, 12-14. Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.

Sal 86. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.

Jn 19, 25-34. ”«Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio. Después de esto… ya todo estaba cumplido”.

En Navidad, después de nacer tú, Señor, en la historia, celebramos la fiesta de María como tú Madre. Ayer, comenzaba, día de Pentecostés, tu Iglesia su andadura, que es tu cuerpo que vive en la historia, y, hoy, celebramos a tu Madre como Madre de la misma. Y leemos en el Evangelio el momento en el que nos la diste como Madre, en la cruz y en el discípulo que amabas, y nos dice que él, Juan, la recibió como algo propio, yo, Madre, también te quiero recibir como mía, completamente mía. Y es que darnos a tu Madre, en tu última voluntad, fue tu gran regalo, y tu obra en el mundo no hubiese estado cumplida, sin habérnosla dado, a María, como Madre de la Iglesia. Gracias Señor, porque, al darnos a tu Madre, nos hacer ser y vivir felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


El dolor y la tristeza envuelven este momento: la agonía de una madre viendo a su hijo sufrir y morir. Pero de ahí puede nacer una gran alegría: «Ahí tienes a tu madre». ¿Qué significa para ti recibir a María como madre? Piensa en la bondad, la ternura y el amor que ella representa. Considera cómo puedes abrir tu corazón para recibir su cuidado y protección. Santa María, madre de Dios y madre nuestra, intercede por mí. Madre amorosa, que pueda sentir tu presencia maternal en cada momento, recordando que nunca estamos solos, porque tú estás con nosotros. Que tu ejemplo de fidelidad y entrega me inspire a vivir de manera más plena como discípulo de Cristo. Amén.

 Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

........... 

Jn 20,19-23: ”Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo”.

Por fin, hoy cumples tu promesa, la que hacía falta que tú, Señor, te fueras, para enviárnosla. Y, a partir de hoy, comenzamos a caminar por la historia sin ti, pues esto es la Iglesia, tu cuerpo que camina en la historia, pero sin estar solos, porque ya está en mí, en nosotros, tu Espíritu Santo, y por él y con él, lo mismo que tú fuiste enviado por el Padre, yo, y todos tus discípulos, somos enviados por ti, para darte a conocer, pero, repito, no estaré solo ya que el Espíritu será huésped de mi alma. Gracias, Espíritu Divino, ya mi alma no esta vacía, y, además, contigo seré, como los primeros, testigo alegre y valiente de tu evangelio, y hablaré de las grandezas del Padre, y todos me entenderán porque dónde estás tú, Santo Espíritu, hay amor, y el amor es la lengua universal y, así, seré y viviré feliz X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Espíritu Santo.

El Párroco

Contempla la escena de Pentecostés descrita en los Hechos de los Apóstoles. Siente el gran ruido que viene del cielo, como un viento fuerte que llena toda la casa. Reflexiona sobre el poder transformador del Espíritu Santo. Ahora, céntrate en el saludo de paz de Jesús a sus discípulos en el evangelio de Juan. Imagina en esa habitación cerrada, llena de miedo. Siente el aliento de vida y amor de Jesús al decir: «Recibid el Espíritu Santo». Permanece en silencio, dejando que esta verdad llene tu corazón y mente. Siente la presencia del Espíritu Santo en ti, llenándote de paz, poder y propósito. Señor Jesús, gracias por tu paz que nos ofreces en medio de nuestros miedos y ansiedades. Espíritu Santo, te pido que me guíes y me llenes de sabiduría y discernimiento. Que pueda reconocer y usar los dones que nos has dado para glorificar a Dios y servir a los demás. Ayúdame a ser instrumento de tu perdón y gracia en el mundo. Amén

 

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
Haz clic para ver el video:
 

 
 VII SEMANA DE PASCUA

Sábado, 7 de junio de 2025

Hch 28, 16-20. 30-31. Permaneció en Roma, predicando el reino de Dios.

Sal 10. Los buenos verán tu rostro, Señor.

Jn 21, 20-25. Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero”.

Y, gracias a Juan, ya otros, hemos llegado a ti en esa cadena de favores, y soy uno de esos por los que rezabas el otro día: “por los que crean en mi por la palabra y el testimonio de ellos”. Señor, que yo, en el siglo XXI, sea testigo y de testimonio de ti en mis ambientes y como san Pablo, nos dice hoy en los Hechos (28), viva: “recibiendo a todos los que acudan a mí o me acerque a ellos, les predique el reino de Dios Padre, y les enseñe todo lo que a ti se refiere con toda libertad”, así seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Quizá podrías estar comparándote con otros o distrayéndote por caminos ajenos. ¿Hay envidias, celos o inseguridades que necesiten ser entregados a Dios? Siente la invitación de Jesús a dejar estas preocupaciones y a confiar en su plan único para ti. Ora en tu corazón: Señor Jesús, me acerco a ti con humildad. Gracias por tu amor. Ayúdame a centrarme en mi camino contigo, a dejar de lado las comparaciones y distracciones que pueden apartarme. Reconozco que a veces me preocupo demasiado por el camino de los demás y me olvido de confiar en tu plan perfecto para mí. Dame la gracia de confiar plenamente en ti y de seguirte con un corazón decidido y fiel. Que mi vida sea un reflejo de tu amor y de tu verdad, y que pueda seguirte con un corazón lleno de fe y confianza. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 6 de junio de 2025

Hch 25, 13b-21. De un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.

Sal 102. El Señor puso en el cielo su trono.

Jn 21, 15-19. ”Simón, hijo de Juan, «¿Me quieres?»… «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero»”.

       Y, hoy esa pregunta me la haces a mi, y es fundamental para que yo, también, pueda ser pastor de las ovejas que, a través del Obispo, me tienes encomendadas, y me la harás, tantas veces haga falta, hasta que descubra que no es en mi, sino en ti en quien he de poner mis fuerzas y mi confianza. Si, te amo, pero eres tú quien lo sabes y, sin tu ayuda, como Judas, puedo darte un beso traicionero o negarte, cobardemente, como Pedro. Por eso, te contesto como él a la tercera, que va la vencida: “tú, y solo tu Señor, lo sabes todo” y sabes que, a pesar de mi, te quiero, y yo sé que cuento con tu gracia, lo que me da la seguridad para responderte y, a la vez, me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

  

Siente la intensidad de este momento, la conexión profunda entre Jesús y Pedro. Permanece en silencio. Haz presente en tu corazón la presencia amorosa de Jesús, su llamada a amarlo y a seguirlo. Señor Jesús, me acerco a ti con un corazón humilde y agradecido. Quiero seguirte, incluso cuando el camino sea difícil y lleno de desafíos. Dame la valentía y la perseverancia para extender mis brazos y aceptar tu voluntad en todas las cosas. Padre, te pido que me guíes cada día, que me llenes con tu Espíritu Santo para vivir en fidelidad a tu palabra. Que mi vida glorifique tu nombre y que, al final de mis días, pueda decir con confianza que he seguido a Jesús con todo mi ser. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 5 de junio de 2025

Hch 22, 30; 23, 6-11. Tienes que dar testimonio en Roma.

Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Jn 17, 20-26. ¡Que sean completamente uno!

Visualiza la comunidad global de creyentes, de diferentes culturas, razas y orígenes, unidos en amor y reflejando la unidad perfecta entre el Padre y el Hijo. Siente la conexión espiritual que te une a esta gran familia de fe. Padre amoroso, me acerco a ti con gratitud por tu amor y tu cuidado constante. Gracias por la oración de Jesús, que abarca a todos los creyentes, incluyéndome a mí. Me siento honrado y bendecido por ser parte de su intercesión. Te pido que nos unas a todos tus hijos en una comunión perfecta, como tú estás en Jesús y Jesús está en ti. Que esta unidad sea un testimonio poderoso para el mundo, para que todos crean que tú enviaste a Jesús y que nos amas con el mismo amor que tienes por Él. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 

n 17,20-26:”Te ruego… también por los que crean en mí por la palabra de ellos”.

Gracias, Señor, porque en tu oración sacerdotal, pides por la unidad que quieres para tus discípulos, hoy, tienes un recuerdo especial para tus nuevos discípulos, los de ahora, y rezas por mí y por todos los que crean en ti por la palabra de aquellos. Por eso, hoy, no puedo más que darte gracias por aquellos. Fue una hermosa cadena de favores que comenzaste tú con ellos, y ellos la continuaron hasta llegar a nosotros, a mí. Hoy, pues, te pido en mi oración, no ser tapón de alberca sino acequia por la que, por mí, corra tu gracia y llegue a muchos otros. Solo así, siendo acequia, llena de tu Espíritu, seré tu testigo y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

 El Párroco

Miércoles, 4 de junio de 2025

Hch 20, 28-38. Os encomiendo a Dios, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia.

Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios. 

Jn 17, 11b-19.” Que sean uno, como nosotros”

Es tu hermosa oración, quieres la unidad que no la uniformidad, de todos tus seguidores, unidad en el amor que ha de ser el distintivo: “mirar cómo se aman”, de todo cristiano, y es que este es tu mandamiento, “que nos amemos los unos a los otro, como tú nos has amado”. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

     Dios nos escucha. Quiere que todos sus hijos se unan en una comunión perfecta, como Él está en Jesús y Jesús está en Él. Quiere que esta unidad sea un testimonio poderoso para el mundo, para que todos crean en su amor. Hemos de reflejar esa verdad en nuestra vida diaria, mostrando el reflejo de su amor a todos los que nos rodean. Que tu presencia en mí sea una luz que brille en medio de la oscuridad. Deseo estar contigo, Señor, para ver tu gloria y experimentar tu amor eterno. Fortaléceme y guíame en el camino que has preparado para mí. Que tu amor esté siempre en mi corazón. Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo te conozco y sé que tú enviaste a Jesús. Gracias por revelarte a mí y por continuar haciéndolo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 3 de junio de 2025

Hch 20, 17-27. Completo mi carrera y consumo el ministerio que recibí del Señor Jesús.

Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios. 

Jn 17, 1-11a. ”Te ruego… por estos que tú me diste, porque son tuyos…”.

      Gracias Señor, porque ha sido el Padre quien me ha dado a ti desde antes de mi nacimiento y, por eso, soy tuyo también y, hoy, rezas por mí. Gracias, Señor, y te pido que en tu oración me concedas el don de la perseverancia, para que siga llevando a cabo la obra que tú me has encomendado, el que conozcan a nuestro Padre como el único Dios ya ti, Señor, como el enviado, como el camino, la verdad y la única vida, mi tesoro encontrado. Gracias Señor por hacerme ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Esta reflexión nos invita a considerar nuestra propia relación con Dios. Nos recuerda que la vida eterna comienza aquí y ahora, en nuestro conocimiento y relación con Dios y con Jesucristo. También nos desafía a vivir de tal manera que la gloria de Dios se haga visible en nosotros, manifestando su amor y su verdad en nuestras vidas cotidianas. Reflexiona sobre lo que significa para ti glorificar a Dios en tu vida. Piensa en tu relación con Él. ¿Cómo puedes profundizar en este conocimiento y vivir una vida que refleje esta relación transformadora? Termina tu meditación con una oración de agradecimiento por la salvación y por la vida eterna que te ha sido dada. Lleva contigo esta sensación de paz, propósito y conexión divina a lo largo del día.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 2 de junio de 2025

Hch 19, 1-8. ¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?

Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.

Jn 16, 29-33. Tened valor: yo he vencido al mundo.

 

Seguirte, Señor, no es tarea fácil, y nadie, ni siquiera tú, lo has dicho, pues he de tomar mi cruz para hacerlo. Señor no me gusta ni el dolor, ni la enfermedad, ni el esfuerzo, es más, hasta me llegas a decir que el siervo no es más que el amo, y que, si contigo lo han hecho, también a mi, me perseguirán. Pero hoy, y siempre, me llenas de esperanza, y es que, como decía el Papa Francisco, tú me primereas, y, antes que yo, has recorrido el camino por el que he de pasar, por eso puedes decirme con toda seguridad que no tema porque si tú has vencido, contigo, también, yo venceré y me llenarás de tu paz, por eso, y a pesar de toda tribulación, soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Parece fácil creer y confiar en Dios cuando todo va bien, pero nuestra fe se pone a prueba en los momentos de dificultad. Jesús nos recuerda que no estamos solos. Él ha vencido al mundo y nos invita a encontrar paz en nuestra unión con él. La victoria de Jesús sobre el mundo no significa la ausencia de problemas, sino la presencia constante de su paz y su compañía en medio de ellos. Nos llama a tener valor y a mantener nuestra fe, confiando en que su poder y su amor nos sostendrán. Piensa en los desafíos y dificultades que enfrentas actualmente en tu vida. Visualiza a Jesús a tu lado, recordándote que no estás solo en tus pruebas. Repite en tu mente: «Jesús ha vencido al mundo. Puedo tener paz y valor».

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 

Conclusión del santo Evangelio según san Lucas 24, 46-53

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.

Vosotros sois testigos de esto. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que vino de lo alto».

Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.

Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.

Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

---------

 Lc 24,46-53: “Mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo”.

No ha sido tiempo perdido el que va entre la Resurrección y la Ascensión, sino un tiempo de instrucción, exhortación, y de enseñanzas, para prepararnos a lo que iba a venir, a ser tus testigos. Ahora, ya no eres tu, sino que somos tus discípulos, soy yo, como en las carreras de relevos, quien he de tomar tu testigo para serlo y de verdad, una Iglesia, y no puedo olvidar que Iglesia soy yo, que no evangeliza te traiciona: ”id al mundo entero, es tu mandato, y predicad el Evangelio”. Con la seguridad, además, de que no voy a estar solo, porque tú, Señor, me has prometido enviar la fuerza del Espíritu Santo, por eso, me dice Lucas en los Hechos, “no puedo quedarme plantado mirando al cielo”, sino que, de poner manos a la obra, tomar la batuta y ser tu discípulo, tu testigo “hasta el confín del mundo”, es decir, allá donde vivo, en mis ambientes, con la alegría del que ha encontrado el tesoro escondido. Solo así, anunciando tu Evangelio, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

  

Contempla la grandeza del plan de Dios para la humanidad, manifestado en la resurrección y ascensión de Jesucristo. Hoy le vemos instruyendo a sus discípulos sobre su misión. Es un momento de transición y esperanza. Los discípulos, tras recibir la bendición de Jesús, regresan a Jerusalén llenos de alegría y dedicados a la alabanza continua en el templo. Reflexiona sobre tu propia misión. Al igual que los discípulos, estamos llamados a esperar y recibir el poder del Espíritu Santo, que nos capacita y nos guía. Encuentra un lugar tranquilo y cómodo hoy. Imagina que estás recibiendo directamente la sabiduría espiritual que menciona Pablo. Visualiza la esperanza como una luz brillante y cálida dentro de ti, llenándote de paz y alegría. Siente el poder del Espíritu actuando en ti, dándote fuerza, coraje y determinación para enfrentar cualquier desafío. Repite en tu mente: «El poder de Dios está en mí. Soy fuerte en el Señor». Abre lentamente los ojos y lleva contigo esta sensación de paz y propósito a lo largo de la semana.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 Haz clic para ver el vídeo

 LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

 

VI SEMANA DE PASCUA

Sábado, 31 de mayo de 2025

Visitación de Ntra. Señora.

 Rom 12, 9-16b. Compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.

Salmo: Is 12, 2-6. Es grande en medio de ti el Santo de Israel.

Lc 1, 39-56. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

Y es que tu amor nunca fue fingido y, como nos recuerda San Pablo (Rom 12,9-16b), estimaste a los demás más que a ti mismo, por eso hoy, nos cuenta Lucas, te pusiste, a prisa, en camino y te fuiste a la montaña, para ayudar a tu prima que sabes te necesita, y es que la estéril y la anciana Isabel va a tener a su hijo, y es que para Dios nada hay imposible. Hoy, y siempre, acudes a mí y me ayudas, por eso como Isabel, yo también te pregunto, ¿quién soy yo para que me visites?, y es que, Madre, aunque no te merezco, te necesito. Gracias madre por tanto amor. Y gracias, Señor, por darme a tu madre que me hace ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.

El Párroco



Viernes, 30 de mayo de 2025

Hch 18, 9-18. Tengo un pueblo numeroso en esta ciudad.

Sal 46. Dios es el rey del mundo.

Jn 16, 20-23a. Nadie os quitará vuestra alegría.

Me estás hablado de la tristeza que sentirán tus discípulos ante tu inminente partida, tu muerte, que después, una vez resucitado, se convertirá en gran alegría, poniendo el ejemplo de la madre que cuando tiene a su hijo se le olvida lo mal que lo ha pasado en el parto, porque ya lo tiene en sus brazos. Pero, también, de una alegría a nivel personal, y, ¿cómo van a poder quitármela si tú, ¿Señor, estás en mí? Estás en tu palabra y en los sacramentos, estás como ahora, en la oración cuando hablo contigo y tú conmigo, y estás en los hermanos, especialmente en los que son tus preferidos. Y estás en mí en tu Espíritu Santo de quien, cuando estoy en gracia, soy su templo. Nadie puede arrebatarme tu alegría sino yo solo cuando pierdo tu gracia, pero tú, Señor, estás y cuentas conmigo y, hace ya muchos años que te respondí, “y yo con tu gracia”, por eso soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.

El Párroco

Jesús anticipa la angustia de sus seguidores cuando dejen de tener su presencia física. Pero les asegura, al mismo tiempo, una alegría inquebrantable que está por venir. La comparación de Jesús con el proceso de dar a luz es particularmente evocadora. Nos recuerda que a menudo las transiciones más dolorosas de la vida pueden llevar a las mayores alegrías. Señor Jesucristo, gracias por la seguridad de que, a pesar de las tribulaciones del mundo, me ofreces una alegría que ninguna circunstancia puede destruir. Enséñame a aferrarme a esta verdad, especialmente cuando estoy desani­mado o me siento perdido. Que pueda vivir cada día en la plenitud de esta alegría, compartiéndola con quienes me rodean y siendo testigo de tu amor y tu poder transformador. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 29 de mayo de 2025

Hch 18, 1-8. Se quedó a vivir y trabajar en su casa, y discutía en la sinagoga.  

Sal 97. El Señor revela a las naciones su salvación.

Jn 16, 16-20. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

Nos hablando, Señor, de tu partida, que causará tristeza a los tuyos, pues dejarán de verte, pero que, con la venida del Espíritu Santo, la tristeza, a pesar de las dificultades, se convertirá en alegría. Y lo que ocurre a nivel comunitario puede ocurrir a nivel personal, pero solo tendré tristeza cuando hecho de mí, por el pecado, al Espíritu Santo. Señor, dame tu gracia, que sé que no me falta, y así, al estar el Espíritu Santo en mí, tendré tu alegría, porque será templo de Él, y su presencia en mí hará que sea y viva feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

 

La declaración de Jesús plantea un profundo contraste entre la perspectiva temporal y la eterna, y subraya cómo la comprensión humana está a menudo limitada por la experiencia inmediata. La reacción de los discípulos revela una tensión común en la experiencia humana: el deseo de entender completamente los eventos y promesas antes de que ocurran, y el miedo por el futuro. Jesús reconoce esta tensión y nos asegura que algunas verdades del reino de Dios solo se comprenden plenamente después de que se han experimentado. El contraste entre el luto de los discípulos y la alegría del mundo también es significativo. Muestra que nuestra percepción sobre los eventos del mundo puede ser radicalmente.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 28 de mayo de 2025

Hch 17, 15. 22 — 18, 1. Eso que veneráis sin conocerlo os lo  anuncio yo.

Sal 148. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Jn 16, 12-15. El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.

Gracias, Señor, por no dejarme solo, por mandarme tu Espíritu que me consolará y fortalecerá, pero, sobre todo, me guiará hasta la verdad plena, esto quiere decir que todavía, ni como Iglesia, ni como individuo, hemos llegado a ella, que estamos en camino y que ese camino lo hemos de recorrer juntos, sinodalmente. Me dices hoy, Señor, que el Espíritu hablará de lo que oye, de ti, pero que, también, “me comunicará lo que está por venir”. Luego ¿por qué tanto miedo a lo nuevo si el Espíritu Santo está siempre conmigo? ¿Por qué esa frase que, en boca del Papa Francisco, ha hecho tanto daño a la Iglesia de que “siempre se ha hecho así”? El Espíritu siempre es novedad y de donde no hay vida puede hacerla posible, porque para Dios “nada hay imposible”, no puedo atarlo porque el sopla y va donde quiere. Señor, que me abra al Espíritu Santo y me deje guiar por Èl a donde quiera llevarme, y siempre dispuesto a responder: “hágase en mi…”, así, y solo así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.

El Párroco


Martes, 27 de mayo de 2025

Hch 16, 22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.

 Sal 137. Tu derecha me salva, Señor.

Jn 16, 5-11. Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.

Y, por eso, aunque la tristeza será grande por tu marcha, me explicas que es lo mejor para mí porque vendrá el Paráclito, el Consolador que me animará en las tardes de dura brisa, y de momentos de tristeza, que me guiará, como brújula, para que no pierda mi camino hacia ti, y que me fortalecerá en mis momentos bajos de debilidad y, además, gracias a Él, tú, Señor, estarás siempre conmigo, haciéndeme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

    Mientras que Jesús estuvo físicamente presente entre un grupo limitado de personas en una región geográfica específica, el Espíritu Santo estará disponible eternamente para todos los creyentes, guiándolos hacia toda verdad y justicia. Esta enseñanza es central para comprender no solo la naturaleza del ministerio del Espíritu Santo sino también la dinámica del reino de Dios. El Espíritu consuela y guía, desafía y convence, y juega un papel crucial en la manifestación de la justicia divina en el mundo. Señor Jesucristo, tú prometiste el don del Espíritu Santo. Gracias por tu sabiduría y tu amor. Ayúdanos a comprender y valorar profundamente la presencia y la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Que no nos sintamos abandonados, sino fortalecidos y guiados por su presencia constante. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 26 de mayo de 2025

Hch 16, 11-15. El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.

Sal 149. El Señor ama a su pueblo. 

Jn 15, 26 — 16, 4a.  ”Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mi…”.

Gracias, Señor, por enviarme, sobre todo en los momentos difíciles, al Paráclito, es decir, a quien me consuele, me abrace, me ame. “El que procede, rezo en el Credo de la Iglesia, del Padre y del Hijo, y que con el Padre y contigo recibe una misma adoración y gloria”, porque con el Padre y contigo es un solo Dios. Y, como es, además, el Espíritu de la Verdad, me irá, siendo testigo tuyo, conduciendo a la Verdad plena, a ti que eres el camino, la verdad y la vida. Señor, hazme dócil a tu Espíritu Santo para que me haga ser, también a mi, testigo tuyo y así sea y viva feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

 

La promesa del envío del Espíritu Santo subraya que los discípulos no estarán solos en su misión; contarán con una guía divina que los fortalecerá y les permitirá testificar con autoridad. Jesús también advierte a sus discípulos sobre las severas persecuciones y las amenazas de muerte que tendrán que afrontar. Eso también forma parte del plan divino. Espíritu Santo, Defensor y Guía, ven y llena nuestros corazones con tu presencia consoladora y fortalecedora. Ayúdanos a ser fieles testigos de Jesucristo, especialmente en tiempos de dificultad y persecución. Que siempre recordemos que no estamos solos, que tú estás con nosotros, enseñándonos y recordándonos todo lo que Jesús nos ha dicho. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 

Lectura del santo Evangelio según san Juan 14, 23-29

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis».

--------

Jn 14,23-29:”El que me ama guardará mi palabra…”.

Nos ves tristes porque te estás despidiendo y, para animarnos, para animarme, me dices y me hablas de amor y de la paz y me haces la gran promesa. Lo primero es que mostraré mi amor a ti guardando, cumpliendo, tu palabra. No basta con decir “Señor, Señor”. Es lo mismo que Lucas dice sobre María, nuestra madre: “guardaba todas estas cosas en su corazón” para meditarlas y hacerlas vida de su vida, yo también he de cumplir tu palabra, solo así mostraré mi amor a ti. Luego me deseas la paz, pero no basta con desearla, sino que he de ser constructor de ella con mi vida, solo, después, con mi palabra también. Paz que tan necesaria es en nuestros días. Y, finalmente, me prometes en envío del Espíritu Santo que el Padre en tu nombre nos lo mandará y que, por un lado, nos recordará todo lo que tú nos has dicho, y, por otro, me ayudará a ir avanzando hacia la verdad, como a los Apóstoles y que así lo dicen con gran valentía (Hech 15): “Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables”. Solo, pues, Señor, cumpliendo tu palabra, siendo hombre de paz y abriéndome al Espíritu Santo es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 

En el libro de los Hechos, vemos cómo la Iglesia primitiva resuelve un conflicto sobre las prácticas culturales y religiosas evitando imponer cargas innecesarias a los nuevos creyentes no judíos y manteniendo el foco en lo esencial del Evangelio: la fe en Cristo y la obediencia a sus mandamientos. En el evangelio, Jesús promete que él y el Padre habitarán con aquellos que lo aman y guardan su palabra, enfatizando la importancia de la obediencia nacida del amor. La conexión entre estas lecturas nos muestra un hilo común: la presencia de Dios lo ilumina todo, eliminando la necesidad de cualquier otra fuente de luz o guía. Padre Celestial, te damos gracias por la unidad que nos ofreces en tu Hijo, Jesucristo. Guíanos a través de tu Espíritu Santo. Fortalecernos para enfrentar y resolver los conflictos dentro de nuestra comunidad con sabiduría y amor, siempre buscando lo que contribuye a la construcción mutua y a la expansión de tu Reino. Que vivamos cada día en la esperanza de tu venida, y que tu paz llene nuestros corazones y disipe todo miedo y ansiedad. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Haz clic para ver el vídeo 
 
 
 
 V SEMANA DE PASCUA

Sábado, 24 de mayo de 2025

Hch 16, 1-10. Pasa a Macedonia y ayúdanos.

Sal 99. Aclama al Señor, tierra entera.

Jn 15, 18-21. No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo.

Nos venías hablado de amor, de amistad, de unidad, pero hoy cambias, y me hablas, porque eres realista, del odio por ser tu seguidor, también lo has anunciado, “no es el siervo más que el amo, ni el enviado más que quien lo envía”, y, si eso, lo han hecho contigo, ¿cómo no lo van a hacer con tu seguidor? Por eso, hoy me dices, que me has elegido “sacándome” del mundo, es decir, que no sea mundano, un hombre inclinado a los placeres y a las frivolidades del mundo, sino que he de ser sal para dar sabor, y por mi glorifiquen a nuestro Padre Dios. Que no vuelva sosa mi sal, pues no serviría más que para arrojarla a los cerdos y que la pisen. Señor, gracias por haberme elegido para permanecer contigo y dar fruto y fruto que permanezca, mándame tu Espíritu para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María la Llena del Espíritu.

El Párroco

Jesús prepara a sus discípulos para las pruebas, una experiencia que Él mismo ya ha vivido. Su advertencia es clara: el odio del mundo se extenderá a aquellos que lo sigan fielmente. El vínculo entre el maestro y el discípulo es profundo, e implica no solo la enseñanza y el aprendizaje, sino también compartir sufrimientos y persecuciones. ¿Cómo respondemos a la oposición o al rechazo por nuestras creencias? Jesús nos ofrece no solo una perspectiva para entender estas pruebas, sino también la promesa de su presencia y apoyo a través de ellas. Señor Jesús, gracias por tu franqueza y tu guía en medio de las dificultades. Ayúdame a estar preparado para la oposición no con miedo o desesperanza, sino con la fortaleza y la gracia que provienen de ti. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 23 de mayo de 2025

Hch 15, 22-31. Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables.

 Sal 56. Te daré gracias ante los pueblos, Señor.

Jn 15, 12-17. Esto os mando: que os améis unos a otros. 

Y es que creer en ti no supone poner cargas y fardos insoportables sobre los demás, sino en amarnos unos a otros. Este, y no otro, es tú mandamiento: el amor. Pero, y me lo vuelves hoy a recordar, que no es un amor a mi medida sino a la tuya, porque he de amar como tú, Señor, me has amado a mí, y tú me has amado como a un amigo, me has hecho tu amigo, y dando tu vida por mí. Gracias, Señor, por elegirme, por amarme y por destinarme a que dé fruto y este sea abundante, para que otros, como yo, te conozcan, te sigan y te amen. No hay nada más que añadir, solo amar, pero de verdad, como tú, dando mi vida por mis amigos, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.

El Párroco

El mandamiento de Jesús es profundo y exigente; se trata de un amor que está dispuesto a darlo todo, incluso la vida, por el bien de otros. Esto implica una elección consciente y un esfuerzo constante para vivir de manera que refleje el amor de Cristo, buscando activamente el bien de otros y poniendo sus necesidades a la par o incluso antes que las propias. A través de nuestro amor, reflejamos la naturaleza de Dios y cumplimos nuestro propósito más elevado. Señor, gracias por el amor incomparable que has mostrado al dar tu vida por mí. Ayúdame a comprender más profundamente lo que significa amar como tú has amado y a vivir ese amor en cada aspecto de mi vida Que el fruto de mi vida permanezca. Que el mundo pueda conocer tu amor a través de mis acciones y palabras. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 22 de mayo de 2025

Hch 15, 7-21. A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.

Sal 95. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Jn 15, 9-11. ”Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor”.


     Y para permanecer en tu amor he de guardar tus palabras y tus mandamientos que no hay otro que el del amor, pero no de cualquier manera sino como tú, Señor, me has amado, y, solo amando, es como mi alegría llegará a plenitud, pues, como tú mismo dices, “hay mayor alegría en dar que en recibir”, y es dando vida y ayudando a los demás como se es feliz. Solo así será y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

El amor que Jesús tiene por nosotros refleja el amor del Padre hacia Él. Este amor no es superficial ni temporal; es un amor eterno, profundo y sacrificial. Jesús nos llama a «permanecer» en este amor, lo cual sugiere una relación continua, viva y en crecimiento con Él. La obediencia a los mandamientos de Jesús no es simplemente un acto de cumplimiento legalista, sino una respuesta de amor que mantiene nuestra conexión con Él, al igual que Jesús permanece en el amor del Padre a través de su propia obediencia. Señor Jesucristo, Fuente de amor y alegría, gracias por amarme con el mismo amor con el que el Padre te ama a ti. Ayúdame a permanecer en este amor cada día, buscando no solo entenderlo con mi mente, sino vivirlo en mi corazón y mis acciones. Que mi obediencia a tus mandamientos sea una respuesta de amor que profundice mi conexión contigo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 21 de mayo de 2025

Hch 15, 1-6. Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre esta controversia.

Sal 121. Vamos alegres a la casa del Señor.

Jn 15, 1-8. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante

Porque sin ti, o fuera de ti, ni tengo, ni soy, nada. Ya, antes, has dicho que tú, Señor, eres la vid y yo un sarmiento, y un sarmiento separado de la vid no tiene vida, pues la vida la recibe de la vid y, por tanto, se seca y no sirve para nada. Señor, que permanezca en ti y sé que estoy unido a ti si escucho tu palabra, pues no basta decir Señor, Señor, y guardo tus mandamientos, y uno es tu mandamiento, que: “os améis unos a otros como yo os he amasado” ese es mi distintivo para que me reconozcan que soy cristiano, así permaneceré en ti y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.

El Párroco

 

Dios actúa en nosotros, removiendo lo que es infructuoso y cultivando lo que beneficia nuestro crecimiento espiritual. Esto nos llama a reflexionar sobre cómo la Palabra de Dios actúa en nuestras vidas: ¿Permitimos que nos limpie, nos forme y nos guíe? Jesús enfatiza la necesidad de permanecer unidos a Él. Este «permanecer» no es pasivo; implica una elección activa de buscarlo constantemente y vivir en conformidad con sus enseñanzas. Señor Jesucristo, Vid verdadera, ayúdame a recibir con gratitud la poda del Padre, entendiendo que cada corte en mi vida será para bien mío, y para que pueda dar un fruto más abundante. Limpia mi corazón y mi mente. Que pueda ser un sarmiento saludable, que lleva mucho fruto. Que mi oración refleje siempre un corazón alineado con tus deseos y tus propósitos. Concédenos, a todos tus discípulos, la gracia de ser verdaderos portadores de tu amor y tu luz en este mundo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 20 de mayo de 2025

Hch 14, 19-28. Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos.

Sal 144. Tus amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.

Jn 14, 27-31a.”Me habéis oído decir «me voy y vuelvo a vuestro lado»”.

     Señor, muchas veces tus palabras son galimatías, ¿cómo que te vas y vuelves? ¿a dónde te vas y cómo vuelves? Y todavía me dices que tengo que estar alegre. Pero si hay hasta una canción que resume perfectamente el ánimo de tus discípulos de entonces: “algo se muere en el alma cuando un amigo se va”. Pero si, yo ya, aunque a veces soy duro de cabeza, lo voy entendiendo, y es que, durante tu vida terrena, solo estabas con los cercanos, con los paisanos, con los judíos, alguna vez hasta con más de cinco mil hombres sin contar con mujeres y niños, pero ya está. Sin embargo, ahora, desde el Padre, puedes estar, y así es, con todos a la vez, en la oración, en la eucaristía, en el necesitado, ¿cómo? Por el envío de tu Espíritu Santo, que es la promesa que nos haces, “os lo enviaré”, y Él, mientras no lo eche por el pecado, está siempre en mí, defendiéndome y guiándome. Defendiéndome de mis posibles temores, y guiándome en todas mis decisiones. En otras palabras, haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes

El Párroco

 

Jesús te ofrece hoy un regalo de inmenso valor: su paz. En un mundo donde la ansiedad y el temor parecen ser constantes, Jesús nos invita a abrazar su paz que trasciende toda comprensión humana. Jesús también nos invita a mirar más allá de nuestras emociones inmediatas, confiando en los propósitos más elevados de Dios. Finalmente, Jesús menciona a las fuerzas del mal, pero es crucial saber que estas no tienen poder real sobre Él. Señor Jesucristo, Príncipe de la Paz, ayúdame a acoger esta paz en mi corazón, especialmente en momentos de incertidumbre y miedo. Protégeme de las influencias del mal en este mundo, y ayúdame a permanecer fiel a ti, sin importar las pruebas y las tentaciones. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 19 de mayo de 2025

Hch 14, 5-18. Os anunciamos esta Buena Noticia: que dejéis los ídolos vanos y os convirtáis al Dios vivo.

Sal 113 B. No a nosotros, Señor, sino a tu nombre da la gloria.

Jn 14, 21-26. ”El Espíritu Santo… será quien os lo enseñe todo…”. 

     El que procede del Padre y de ti y que con el Padre y contigo sois un solo Dios. Y, este Espíritu, sopla donde quiere, y, cuantas veces, quiero encerrarlo en mí y en mi pobre cabeza, y fijar todo, cuando será, si me dejo hacer por Él, quien me conduzca a la Verdad plena. Y cabe una pregunta, ¿cómo sé que está en mi tu Espíritu? La respuesta me la dio hace tiempo san Agustín: “Si amas a los demás, el Espíritu está en ti”, y sé que te amo si guardo tus mandamientos, entonces vendréis a mí y haréis morada en mí. El Espíritu no está donde hay mal que no nos deja ser amigos y odio que no nos deja ser felices. Envíame tu Espíritu para que me dé su amor y me haga amar a mi más cada día y ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.

El Párroco

 

    Hoy Jesús conecta el amor con la obediencia de una manera íntima: aquellos que realmente lo aman serán amados por el Padre, y a ellos se les revelará Jesús mismo. Esta revelación está condicionada al amor y la obediencia, se trata de un compromiso del corazón que se manifiesta en acciones concretas. Amado Señor Jesús, tú nos has enseñado que el verdadero amor se manifiesta en la obediencia. Ayúdame a recibir tus mandamientos no como cargas, sino como los signos de tu amor y caminos hacia la libertad verdadera. Señor, enséñame a entender profundamente que tú y el Padre deseáis hacer morada en mi corazón. Aumenta mi fe, aumenta mi amor y fortalece mi obediencia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 

Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33a. 34-35

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús:

«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros.

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».

---------

Jn 13,31-33a.34-35:”En esto conocerán todos que sois discípulos míos, si os amáis unos a otros”.

    Me has dicho antes que este es tu nuevo mandamiento, que nos amemos como tú nos has amado. Y, en otra ocasión, Señor, me dijiste, que “no hay amor más grande que el que da su vida por los amigos”, lo que tú hiciste, por lo que me estás pidiendo que mi vida sea un darme, desgastarme por los demás. Y es amando como me conocerán como discípulo tuyo, no hay ningún uniforme, ningún otro distintivo, no hay más señal que el amor. Decía el historiador Tertuliano que, al ver a los cristianos, su forma de vivir la fraternidad y el amor, los demás decían: “se nota que son cristianos pues mirad como se aman”, y es que la forma de amarse y de vivir la fraternidad impresionaba a los paganos. Señor, no tengo más que decir, ojalá vivamos así, amándonos, es tu único mandamiento, el único capaz de hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 

San Pablo nos invita a reflexionar sobre nuestra propia resistencia ante la oposición de otros y las dificultades. ¿Cómo respondemos a las pruebas de nuestra vida cristiana? ¿Nos mantenemos firmes en nuestra confianza en el Señor, especialmente en tiempos de adversidad? El salmo nos alienta a bendecir el nombre de Dios eternamente. La práctica de bendecir a Dios en todas las circunstancias refuerza nuestra relación con Él y nos mantiene anclados en su amor y fidelidad. El Apocalipsis nos presenta la promesa divina de un futuro sin dolor, lágrimas, muerte o sufrimiento. En el evangelio, Jesús nos da el mandamiento del amor. El amor que describe no es un sentimiento pasajero, sino una acción constante de la voluntad que busca el bien del otro. Debemos amar como Él nos amó. Este amor es el verdadero signo distintivo de los discípulos de Jesús. En un mundo que a menudo está dividido por el odio y la indiferencia, este mandamiento es tanto un desafío como una guía. ¿Refleja nuestra vida diaria el amor sacrificial de Jesús? Señor, fortalécenos para que podamos permanecer firmes en la fe a pesar de las dificultades, confiando en tu gracia y en tu guía. Enséñanos a amarnos unos a otros como tú nos has amado, para que en nuestro amor el mundo pueda reconocer la huella de tus discípulos. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 27-30

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.

Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.

Yo y el Padre somos uno.

---------

 Jn 10,27-30: ”Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna”.

    Resuenan en mis oídos el primer discurso del nuevo Papa León XIV, cuando nos decía desde el balcón central de la Basílica de San Pedro: «La paz sea con todos ustedes…, y continuaba, es el primer saludo de Cristo resucitado, el Buen Pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios», lo que me lleva a recordar la cruz pectoral del Buen Pastor del Papa Francisco. Hoy eres tú, Señor, quien me dices que eres mi pastor, el que me conoces, me apacientas y me conduces hacia fuentes de aguas vivas y, por ello, te doy gracias, y, además prometes darme, si soy oveja tuya, “la vida eterna”. Por otro lado, me has llamado para ser, siempre detrás de ti y en ti, pastor. Te pido la gracia de estar siempre con ellas, que huela a ovejas, y que todos seamos “tu pueblo y ovejas de tu rebaño”, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 

 

     Hoy vemos a Pablo y Bernabé enfrentándose al rechazo y la hostilidad de sus contemporáneos, una circunstancia que afrontan con valentía. El salmo nos recuerda que estamos llamados a reconocer nuestra identidad como el pueblo de Dios. Somos ovejas de su rebaño, guiados por su amorosa presencia. Esta relación íntima con Él nos ofrece consuelo y seguridad, sabiendo que siempre está cerca. En el evangelio, Jesús nos asegura que sus ovejas, quienes reconocen su voz y le siguen, recibirán la vida eterna y nunca serán arrebatadas de su mano, revelando la profundidad de una relación íntima y eterna con Él. Meditemos en cómo cada uno de nosotros está llamado a responder a esta voz que nos conoce y nos llama por nuestro nombre, invitándonos a seguir el camino que conduce a la vida plena y eterna. Señor, en este día, te pedimos que nos ayudes a escuchar y a reconocer tu voz en medio del ruido del mundo. Que podamos seguirte con confianza, sabiendo que tú eres el camino hacia pastos verdes y aguas tranquilas. Inspíranos a vivir con la valentía de Pablo y Bernabé. Que nuestra vida refleje siempre tu amor y tu luz, aun en medio de las dificultades y de la oposición del mundo. Sabemos que no será fácil. Pero Tú no dejas de estar a nuestro lado. Amén.

 

Video - IV Domingo de Pascua 

Haz clic en:

 

https://youtube.com/shorts/MJ5Tk-fAdPM?si=ITzlMjeOe2-L29Ru

 

 Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

III SEMANA DE PASCUA

Sábado, 10 de mayo de 2025

Hch 9, 31-42. Se iba construyendo la Iglesia, y se multiplicaba con el consuelo del Espíritu Santo.

Sal 115. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

Jn 6, 60-69. ”Muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús dijo a los Doce:«¿También vosotros queréis marcharos?»”.

Tu gran discurso, Señor, donde nos hablas del sacramento de la Eucaristía, del sacramento de nuestra fe, acaba como el rosario de la aurora, en un fracaso, con muchos desertores dentro de tus discípulos, escandalizados de tus palabras, echándose para atrás y dejando de ir contigo. También, hoy, muchos te dejan, y, a mí, me haces la misma pregunta que a los Doce, ojalá yo responda como Pedro, ¿a quién voy a acudir? Y, aunque muchos te dejen, yo, con tu gracia, con la que sé que cuento, estaré siempre contigo. Y es que nadie ha dicho que seguirte sea cosa fácil, he de tomar mi cruz, nunca tan pesada como la tuya, pero cruz, al fin y al cabo, pero, también, sé que tú eres el Santo de Dios, el que tenía que venir, y yo creo en ti, el que haces que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

 

Señor, tu llamada es muy exigente, y tu camino es estrecho. Tus palabras desafiaban las comodidades y certezas a las que a menudo nos aferramos. Danos la gracia de la fortaleza espiritual. Ayúdanos a no alejarnos cuando el camino parezca demasiado arduo. Como a los discípulos que se quedaron contigo, haznos responder con un corazón firme y lleno de fe. ¿A quién iremos sino a ti? Solo Tú tienes palabras de vida eterna. Fortalece, Jesús, mi fe para que pueda reconocer en ti la verdadera fuente de vida y sabiduría. Y cuando vea a otros que se alejan, cuando sienta la tentación de seguirlos, renueva en mí la convicción de Pedro. Que mi respuesta sea siempre: Sé que tú eres el Santo de Dios. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 9 de mayo de 2025

Hch 9, 1-20. Ese hombre es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre a los pueblos.

Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

Jn 6, 52-59. ”¿Cómo puede este darnos a comer su carne? 

Y ante esa duda que presentan tus oyentes, no recoges velas, sino que te reafirmas, añadiendo, también, tu sangre como bebida, y, diciéndome que si no lo hago no tendré vida y, por el contrario, si lo hago tendré vida eterna y, además, Señor, me resucitarás en el último día. Y, aún más, habitaré en ti y tú, Señor, en mí. Gracias, Señor, por tanto, amor. Gracias, Señor, porque es tu sacramento el que me hacer ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Busquemos comprender el misterio profundo de las palabras de Jesús. Nos hablas de comer tu cuerpo y beber tu sangre. Esto desafía nuestra comprensión. Abre nuestro corazón y nuestra mente para que podamos recibirte plenamente, para que nos acerquemos a la Eucaristía no solo como un rito, sino como un encuentro verdadero contigo. Lleva la luz de tu presencia a los rincones más oscuros de nuestra vida y nuestro mundo. Y en esos momentos, en los que nos sentimos débiles y confundidos, recuérdanos que eres Tú quien nos sostiene y nutre. Jesús, te pido que la esperanza de la resurrección llene mi espíritu. Contigo no temo, confío en tu gracia y tu infinito amor, que se revela plenamente en el sacramento de tu Cuerpo y Sangre. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 8 de mayo de 2025

Hch 8, 26-40. Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?

Sal 65. Aclamad al Señor, tierra entera.

Jn 6, 44-51. ”El pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo”.

Hoy, Señor, me dices, claramente, cuál es el pan que tú me quieres dar. No es como el que comieron los israelitas en el desierto que lo comieron y murieron, sino que el que tú me vas a dar hará que no muera, sino que viva para siempre, porque el pan que tú me prometes dar, y me lo dices sin ambigüedad, es tu carne para la vida del mundo. Sí, no lo veo con la vista física pero si con la fe, pues en él se esconda no solo tu divinidad sino también tu humanidad, pero, en ese poco de pan, estás tú. Gracias, Señor, y te pido me des de ese pan que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

 

Hoy Jesús nos ofrece una promesa transformadora que trasciende el tiempo y el espacio. «Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre, que me ha enviado». No es por nuestros propios esfuerzos o entendimiento que llegamos a Cristo, sino por el movimiento del Padre hacia nosotros. Esto nos lleva a reconocer nuestra dependencia total de la gracia divina. Nos recuerda que Dios es el actor principal en nuestra relación con Él, invitándonos siempre a una comunión más profunda. Jesús te invita hoy a permanecer abierto y receptivo a la continua revelación de Dios en tu vida, asegurando que este aprendizaje espiritual es lo que te guiará hacia la verdadera sabiduría. Este pasaje nos llama a profundizar nuestra fe, a confiar más plenamente en la gracia de Dios y a vivir en la seguridad de que, a través de Cristo, tenemos una promesa de vida que trasciende la muerte.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 7 de mayo de 2025

Hch 8, 1b-8. Iban de un lugar a otro anunciando la Buena Nueva de la Palabra.

Sal 65.  Aclamad al Señor, tierra entera.

Jn 6, 35-40. Esta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna.

Comienzas diciéndome hoy que tú, Señor, eres el pan de vida, y sigues profundizando en la idea, en el sacramento de la fe. Hoy me prometes la vida eterna, pues la voluntad de Dios es que el que te vea, y yo te veo en tu Palabra, en tu Eucaristía y en el hombre, mi hermano, y crea en ti, tendrá esa vida eterna, dice Juan de sí mismo que “vio y creyó”. Y creer en ti es seguirte. Señor dame esa vida, la sola promesa de ella, es la que me hace, desde ya, ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Esta es una de las afirmaciones más profundas y reveladoras que Jesús hace acerca de sí mismo: «Yo soy el pan que da vida». Jesús profundiza en el significado espiritual y eterno de su presencia entre nosotros. Jesús ofrece satisfacer esta hambre eterna, prometiendo que aquellos que vienen a Él «nunca más tendrán hambre» ni «sed». El pasaje culmina con la promesa de la resurrección: «Yo le resucitaré en el día último». Este no es solo un consuelo para aquellos que enfrentan la muerte o han perdido seres queridos; es una afirmación radical de que la vida que Jesús ofrece trasciende incluso la muerte física. Al meditar sobre este pasaje, puedes reflexionar sobre tu propia «hambre» y «sed» espirituales. ¿Buscas satisfacción en fuentes que no pueden saciarte verdaderamente? Ora en tu interior: Señor, muéstrate a mí. Confío plenamente en ti. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 6 de mayo de 2025

Hch 7, 51 — 8, 1a. Señor Jesús, recibe mi espíritu.

Sal 30. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

Jn 6, 30-35. No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo.

 

Sigues, Señor, dándonos a conocer, poco a poco, el gran sacramento de nuestra fe: la Eucaristía. Sigues desgranando cuál es ese pan, y me dices que es el que baja del cielo y que da la vida al mundo, tu, Señor, que eres el Verbo que se hizo carne y que has dado la vida por tus amigos, por eso los que creamos en ti, tendremos vida eterna. Más adelante, me dices que: ”Yo soy el pan de vida”, por eso como la samaritana con el agua yo te lo pido con el pan: ”dame de ese pan”, pero sabiendo lo que digo, no como tus oyentes de entonces que no sabían, todavía, a que te referías. Por eso yo si te lo puedo pedir: “dame de ese pan” para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Esteban, lleno del Espíritu Santo, no retrocede ante la muerte, sino que, al igual que Cristo, ofrece perdón a sus ejecutores. Este acto no solo consolida su fe, sino que también planta semillas de transformación, como ocurre con Saulo. Su martirio muestra la confrontación entre la verdad anunciada y el valor y la resistencia humanos. La referencia de Juan al «pan de vida» nos recuerda la esencia de la Eucaristía: Jesús se ofrece a sí mismo como sustento espiritual eterno. Este pan que da vida es una promesa de salvación y de comunión perpetua con Dios, y contrasta con el maná del desierto, que sostenía la vida física pero no impartía vida eterna. Reconoce tu sed de eternidad, habla con Jesús en tu corazón e implora su presencia en tu vida diciendo: «Señor, dame siempre de ese pan».

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 5 de mayo de 2025

Hch 6, 8-15. No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.

Sal 118. Dichoso el que camina en la ley del Señor.

Jn 6, 22-29. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el que perdura para la vida eterna.

Con la multiplicación de los panes y de los peces, das comienzo, Señor, a tu discurso sobre la eucaristía, el verdadero alimento que nos vas a dar a los creyentes, el que perdura y que me dará la vida eterna. Me hablas del verdadero pan del cielo, no del mana que Moisés daba en el desierto, que no perduraba. Y es, por este alimento, más tarde me dirás que eres tú mismo, por el que he de trabajar y, para ello, he de creer en ti como el enviado del Padre, que por amor te ha enviado Dios Padre para salvarme y no juzgarme, para liberarme y no condenarme, siendo y viviendo, por creer en ti, feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco


En la tranquilidad de tu corazón, considera qué significa realmente creer en Jesús. No se trata solo de aceptar su existencia o admirar sus enseñanzas, sino de entregarle la vida y permitir que su presencia te transforme. Jesús te pregunta personalmente: «¿Me buscas por lo que puedo darte, o porque realmente crees en mí?». Reflexiona sobre cómo podrías responder de manera que refleje una verdadera y profunda sinceridad. Jesús nos desafía a buscar no la «comida que se acaba», sino la «comida que permanece y da vida eterna». Jesús distingue claramente entre las necesidades temporales y las espirituales. Es una metáfora poderosa que nos habla de la necesidad espiri­tual más profunda del ser humano: la salvación y la relación eterna con Dios.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


 

Lectura del santo Evangelio según san Juan 21, 1-14

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera:

Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo; Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.

Simón Pedro les dice:

«Me voy a pescar».

Ellos contestan:

«Vamos también nosotros contigo».

Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús les dice:

«Muchachos, ¿tenéis pescado?».

Ellos contestaron:

«No».

Él les dice:

«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis».

La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:

«Es el Señor».

Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.

Jesús les dice:

«Traed de los peces que acabáis de coger».

Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.

Jesús les dice:

«Vamos, almorzad».

Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.

Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.


 ----------

Jn 21,1-19:”Simón Pedro les dice:«Me voy a pescar». Ellos contestaron:«Vamos también nosotros contigo»..  Estaba ya amaneciendo cuando Jesús se presentó en la orilla… Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro:«… me amas más que estos?»”.

 

Señor, es ahí, en mis ambientes, en mi trabajo habitual, don te vas a hacer el encontradízo conmigo, y donde, si te amo como Juan, te conoceré, y si tengo fe, como Pedro, me lanzaré adonde me digas, es pues, en mi sacerdocio, en mi caso, y es en él donde me vas a señalar lo que debo hacer, y es ahí donde, como a Simón Pedro, me vas a preguntar sobre mi amor a ti, y tantas veces cuantas necesites preguntarme, para que yo caiga en la cuenta que no es en mí, sino en ti, donde he de poner mi confianza: “Señor, TÚ LO SABES TODO, tú sabes que, a pesar de mí, te quiero”, y que es amándote como soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 
 II SEMANA DE PASCUA

Sábado, 3 de mayo de 2025

1 Cor 15, 1-8. El Señor se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles.

Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.

Jn 14, 6-14. Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe?

Es tu contestación a la petición de Felipe de que nos muestres al Padre, lo que te da pie para hablarnos de tu divinidad y de la igualdad que se da entre el Padre y tu, Señor. Me dices que tú estás en el Padre y Él en ti. Por eso, después de decirme que tú eres el camino y la verdad y la vida. Y que nadie va al Padre sino por ti, me dices que la oración cristiana es por tu mediación, que debo pedir al Padre por ti, y que todo lo que pida así lo conseguiré porque tú, Señor, me lo darás, es decir, me dices no solo que debo rezar al Padre, sino que lo he de hacer por ti. Señor, que no vuelva a preguntarte lo que no debo, pues llevas mucho tiempo conmigo, y aumentarme la fe para que sepa ver a Dios en ti y en tus obras, que crea que tú eres Dios y hombre verdadero, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco

 

Jesús no solo resucitó; se presentó a aquellos que lo amaban, fortaleciendo su fe y enviándolos a compartir la Buenas Nueva. En esta carta, Pablo nos recuerda la importancia de recordar y mantenerse firme en el evangelio recibido y ofrece a los corintios –y a nosotros hoy– una oportunidad de verificar la veracidad de sus afirmaciones a través de los testimonios directos. La muerte, sepultura y resurrección de Cristo no solo cumplen las profecías del Antiguo Testamento, sino que también ofrecen un fundamento histórico al cristianismo. La resurrección de Jesús no es un mito alegórico, sino un evento real, afirmado por numerosos testigos presenciales, incluyendo a Pedro, los apóstoles y más de quinientos hermanos al mismo tiempo. Él es, como dijo a Felipe, «el camino, la verdad y la vida».

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 2 de mayo de 2025

Hch 5, 34-42. Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre.

Sal 26. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.

Jn 6, 1-15. ”Andrés… le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»”.

   ¿Qué es esa pequeña cantidad, o doscientos denarios, para alimentar a cinco mil hombres sin contar mujeres y niños? No son nada, ni falta que te hacían, Señor, pero, y esto es lo grandioso tuyo, que sin necesitarme quieres contar conmigo y quieres que yo ponga, aunque sea poco, lo que tenga, pero que lo ponga, tú, Señor, harás el resto, es decir, todo, pues todo lo haces tú. Y es que, además, nunca te dejas ganar en generosidad y, aunque eran pocos los panes y menos los peces se llenaron, después de haberse saciados todos, doce canastos con las sobras, y, lo que quieres ahora, es que yo continúe tu labor y dé de comer a mis hermanos los hombres. Gracias, Señor, por contar conmigo, que yo ponga en tus manos lo que tenga, aunque sea poco, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.

El Párroco

 

     Está cerca la fiesta de la Pascua, un tiempo en el que Israel recuerda la providencia y la liberación por parte de Dios, y la multitud sigue a Jesús no solo por sus enseñanzas, sino porque han visto las señales de su poder sanador. Este trasfondo de expectativa y necesidad es crucial para entender la significación del milagro. La pregunta a Felipe no surge de la duda, sino como una prueba de fe y como una forma de enseñanza. Jesús busca provocar la reflexión en sus discípulos. Lo que parece insignificante puede transformar­se en abundancia sobrepasando todas las expectativas. Es una invitación a confiar en que Dios puede hacer mucho con poco y que nuestra responsabilidad a menudo reside en ofrecer lo que tenemos, por pequeño que sea.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves,  1 de mayo de 2025

Hch 5, 27-33. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.

Sal 33. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

Jn 3, 31-36. ”El Padre ama al Hijo, y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna”.

    Y, en Él, me amas a mí, por eso te doy gracias, Padre, porque has enviado a tu Hijo al mundo para salvarme por Él, solo basta creer en Él y, como dice Juan, tendré la vida, pero no una “vidilla” cualquiera, pobre y raquítica, sino una Vida con mayúscula, una Vida eterna, para ello he de creer en ti, y creer en ti supone escuchar tu palabra y, aunque muchas veces cuesta, cumplirla, hacerla vida en mi vida, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

 

El asombro de la gente ante la sabiduría y los milagros de Jesús se transforma rápidamente en escepticismo y sospecha; no pueden reconciliar la imagen del Jesús que conocieron desde niño, hijo de un carpintero, con la autoridad y el poder que ahora mostraba. ¿Y tú? ¿Estás también cerrado a la posibilidad de que alguien cercano a ti pueda tener un profundo conocimiento o habilidades especiales? ¿Cómo afectan nuestras percepciones previas a la hora de reconocer y responder a la verdad y la autoridad? La fe y la apertura son esenciales para experimentar plenamente lo milagroso y lo sagrado en nuestras vidas. Es bueno preguntarse sobre las propias barreras internas y reflexionar sobre nuestra capacidad de experimentar lo extraordinario en lo ordinario.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 30 de abril de 2025

Hch 5, 17-26. Mirad, los hombres que metisteis en la cárcel están en el  templo, enseñando al pueblo.

Sal 33. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

 Jn 3, 16-21. Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él.

Gracias, Padre, porque tu amor ha sido tan grande para con nosotros que nos has enviado a tu propio Hijo como Luz para este mundo, pero, sigue diciéndonos tu evangelista que los hombres, también yo, preferimos la tiniebla a la luz, y eso porque las obras eran malas y no queríamos que se vieran. Señor, que yo prefiera la luz, es la misión que, desde mi bautismo, me diste, ser luz del mundo, pero, para poderlo ser, he de estar iluminado solo por ti, y lo estaré si obro la verdad y si mis obras, por eso necesito acercarme a ti, son hechas según tú, que es lo mismo que decir según Dios. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco


Tal como nos dice el texto del evangelio, el de Dios no es un amor pasivo o condicional; sino un amor que sacrifica, que se entrega completamente por el bien del otro. La misión de Jesús es redentora, no punitiva. Nos asegura que la voluntad divina es, ante todo, salvar y restaurar. El pecado y la maldad buscan siempre la oscuridad, porque la luz amenaza con exponer lo que está oculto. Esto no implica que los que siguen a Cristo sean perfectos, sino que su deseo es vivir de manera transparente y auténtica. La invitación de Jesús a Nicodemo es también una invitación para nosotros: creer en el Hijo de Dios. En un mundo lleno de oscuridad y desesperación, estas palabras de Jesús nos llaman a vivir en la luz de su verdad y amor, y a reflejar esa luz.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 29 de abril de 2025

.1 Jn 1, 5 — 2, 2. La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.

Sal 102. Bendice, alma mía, al Señor.

Mt 11, 25-30. Has escondido estas cosas a los sabios, y las has revelado a los pequeños.

 

¡Cuánto me gustaría estar entre eso pequeños! Gracias, Señor, por mostrarme el camino que he de escoger, el de los preferidos de nuestro Padre Dios, el de los sencillos y humildes, el de nuestra madre María, y de muchos otros que te han seguido. Si no me hago como ellos, no solo no conoceré las cosas que revela nuestro Padre, sino que ni siquiera entraré en tu Reino. Señor, no quiero quedarme fuera de tu Reino, condúceme por el camino de la infancia espiritual para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

La primera carta de Juan nos presenta una reflexión esencial sobre la naturaleza de Dios: «Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad». Esta afirmación inicial establece un marco para entender la santidad y pureza absoluta de Dios. Vivir en la luz, tal como Juan lo describe, es más que el mero acto de evitar el pecado; es un compromiso constante con la transparencia, la honestidad y la verdad. La luz no solamente ilumina, sino que también expone. En este sentido, vivir en la luz de Dios es someterse volun­tariamente a su escrutinio, permitiendo que cada rincón oscuro de nuestro ser sea transformado por su presencia. La confesión de los pecados no es simplemente un acto de verbalización, sino un proceso profundo de auténtica autoevaluación y renovación espiritual. Ese es el descanso que Jesús nos promete.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 28 de abril de 2025

Hch 4, 23-31. Al terminar la oración, los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con valentía la palabra de Dios.

Sal 2. Dichosos los que se refugian en ti, Señor.

Jn 3, 1-8. El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.”

 

    Señor, a los ocho días de mi nacimiento carnal, mis padres me llevaron a la pila bautismal, donde nací de agua y de Espíritu, sin necesidad de nacer de nuevo, en él recibió tu Espíritu, pero, hoy, y cada día, te pido nacer, y recibir tu Espíritu para ser testigo valiente de tu Evangelio. Dice hoy la 1ª lectura que: “Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos; los llenó a todos el Espíritu Santo, y predicaban con valentía tu palabra” (Hech. 4,31). Que yo también recibas a cada instante tu Espíritu para ser, como ellos, testigo alegre y valiente de tu Evangelio para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco


Hoy se nos ofrece una profunda lección sobre el poder de la oración, especialmente en momentos de adversidad y oposición. Pedro y Juan regresan con sus compañeros, no con un espíritu de derrota, de miedo o desánimo, sino para unirse en oración. La oración que ofrecen está profundamente arraigada en la historia de la salvación. Piden fuerza para afrontar los problemas y continuar proclamando el Evangelio. Nosotros, ¿hemos nacido de nuevo?; en tiempos de dificultad o intimidación, ¿nos volvemos hacia Dios con confianza y permitimos que su Espíritu nos llene de la fortaleza necesaria para actuar con valentía? ¿Buscamos en comunidad, apoyándonos en la ora­ción, cumplir la voluntad de Dios? Hemos de sentirnos nacidos del Espíritu.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 

Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31.

    Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

    «Paz a vosotros».

    Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

    «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

    Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

    «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

    «Hemos visto al Señor».

    Pero él les contestó:

    «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

    «Paz a vosotros».

    Luego dijo a Tomás:

    «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

    Contestó Tomás:

        «¡Señor mío y Dios mío!».

    Jesús le dijo:

    «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».

    Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

--------- 

Jn 20, 19-31. ”¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto”.

Y todos los signos que están, dice el evangelista, recogidos en el libro es por una finalidad, para que creamos que tú, Jesús, eres el Mesías, el Hijo de Dios. Y creo Señor sin haberte visto, solo por lo que me han contado los que te vieron, también por lo que dijo Tomás, el incrédulo, después de haberte visto:”¡Señor mío y Dios mío!”. Señor, creo, pero aumente mi pobre fe, y te doy gracias por quienes fueron tus testigos, por tus evangelistas que han ido por el mundo, como tú les mandaste, proclamando, con sus escritos, tu evangelio, haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.

El Párroco

 

Observamos cómo los apóstoles, fortalecidos por el Espíritu Santo, realizan signos y milagros que son un testimonio palpable de la presencia continua de Jesús. El salmo nos invita a reconocer la bondad de Dios y su misericordia inagotable. El relato del Apocalipsis, revela la gloria de Cristo resucitado como principio y fin de todas las cosas; y señala la misión que confía a sus seguidores: ser testigos. La paz que Jesús ofrece repetidamente a sus discípulos al aparecer ante ellos resucitado es un regalo que sana el miedo y el desconcierto. Su invitación a tocar sus heridas nos enseña que nuestra fe no descansa únicamente en lo que podemos ver o entender, sino en la confianza en su palabra y presencia. Esos «benditos» por creer sin haber visto somos sin duda nosotros. Al igual que los discípulos, estamos invitados a ser portadores de la paz de Cristo, a sanar con nuestras acciones y palabras, y a anunciar valientemente la Buena Nueva de Jesús. Que así lo haga, Señor. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Vídeo, haz clic en:

        II DOMINGO DE PASCUA

 

I SEMANA DE PASCUA

Sábado, 26 de abril de 2025

Hch 4, 13-21. No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.

Sal 117. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.

Mc 16, 9-15. ”Al amanecer del primer día de la semana… se apareció Jesús a los Once… Y les dijo:«Id al mundo y proclamad el Evangelio a toda la creación»”.

 


Y, desde entonces, la Iglesia, y cada cristiano, no tenemos otra misión que, desde el momento de tu resurrección, nos diste tú mismo, Señor. Y siempre te aparecías el primer día de la semana, el que, desde entonces, los creyentes bautizamos con tu nombre, Domingo. Señor, que no tenga otra misión que aquella para la que tú me llamaste, la de estar contigo, siendo tu amigo, e ir, por todos mis ambientes, proclamando tu Evangelio de amor y esperanza, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz sábado, día de María.

El Párroco

María Magdalena es la primera en verlo resucitado. Su transformación muestra cómo Jesús toca nuestras vidas en nuestros momentos más bajos y nos eleva para ser portadores de su luz. María acude con prontitud a compartir la noticia con los discípulos que están consumidos por la tristeza y el duelo. Sin embargo, la respuesta que recibe es pura incredulidad. Estas interacciones reflejan nuestras propias luchas y dudas de fe, donde a menudo desconfiamos de las experiencias espirituales profundas, especialmente cuando desafían nuestra comprensión del mundo. Este pasaje nos llama a superar nuestra incredulidad. En la resurrección, encontramos no solo la afirmación de la vida después de la muerte, sino también el impulso para vivir renovados y llevar el mensaje de esperanza a todos los rincones del mundo.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 25 de abril de 2025

Hch 4, 1-12. No hay salvación en ningún otro.

Sal 117. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

Jn 21, 1-14. ”Aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro:«Es el Señor»”.

Antes, tú, Señor, les habías dicho que echaran la red, después de una noche infructuosa, y, además, que la echaran a un lugar concreto, a la derecha, e hicieron caso y tuvieron una pesca que, a pesar de la cantidad, la red no se rompió. Entonces el amor, Juan, que va siempre por delante, te conoció, se dio cuenta de que eras tú, Señor, y la fe, Pedro, que es intrépida,se lanzó al mar, en tu busca. Señor, que te ame como el uno y crea en ti como el otro, pues sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.

El Párroco

 

 

La pregunta de Jesús, «Muchachos, ¿no habéis pescado nada?», es más que una simple indagación; es una invitación a reconocer su necesidad y la incapacidad que tienen por sí mismos. La pesca milagrosa es la manifestación física de la provisión divina que supera todas las expectativas cuando seguimos las instrucciones del Señor. También en nuestra propia vida, cuando nos enfrentamos al fracaso o la incertidumbre, Jesús está listo para encontrarnos donde estemos, para llenar nuestras redes vacías, y nutrirnos tanto espiritual como físicamente. Nos llama a confiar en su guía, a buscar su presencia apasionadamente y a recibir su provisión con gratitud.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 24 de abril de 2025

Hch 3, 11-26. Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.

Sal 8. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Lc 24, 35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día.

El saludo de Jesús, «Paz a vosotros», es más que una simple bienvenida; es fruto de la reconciliación definitiva entre Dios y la humanidad. Siente esa paz en tu corazón. La resurrección de Jesús no es solo una victoria sobre la muerte, sino también el punto de partida para una nueva forma de vida. Reflexiona ahora sobre cómo la presencia de Jesús transforma nuestro miedo en misión, nuestro asombro en acción. Estamos llamados a ser testigos de estas verdades, no solo como historias del pasado, sino como realidades vivas que deben ser compartidas con el mundo.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 

Lc 24,35-48 :“Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día”.

    Aun no estaban convencidos, que torpes y necios son, cosas de mujeres, delirios dirían algunos. Y, hoy, te presentas al grupo y hasta les tienes que dar una prueba de que no eres un fantasma, les muestras tus manos y pies y, hasta les pides de comer. Después, con paciencia, como siempre, y como a los discípulos de Emaús, les habla de lo referente a ti en todas las Escrituras. Hoy, Señor, te pido que, como a ellos, me abras el entendimiento para que, también yo, pueda comprendedlas, que, junto a tu cuerpo y sangre, sean el alimento para mi caminar, pues, sólo así, seré y viviré. X todos y x todo y x tanto.

El Párroco

Miércoles, 23 de abril de 2025

Hch 3, 1-10. Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.

Sal 104. Que se alegren los que buscan al Señor.

Lc 24, 13-35. ”«Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída». Y entró…”.

    ¡Qué hermosa escena la que me presenta hoy tu evangelista Lucas! Que tristeza llevan estos dos discípulos porque estaban perdiendo toda esperanza, hasta te llegan a decir que, si eres el único extranjero que no sabe lo que ha pasado estos días en Jerusalén, a ti, precisamente a ti, que eres el crucificado. Y, con paciencia, como siempre, comienzas a explicarles todas las escrituras, como a mí todas las mañanas, solo, al final, cuando partes el pan, es cuando te reconocen, y es entonces cuando dan la verdadera razón del por qué quisieron que te quedarás, no porque anocheciese sino porque ardían sus corazones, como el mío cuando me hablas cada mañana, y es que hablas de corazón a corazón. Y ahora, llenos de esperanza, vuelven a la comunidad a comunicar lo ocurrido. Gracias, Señor, por tu conversación, como ahora, que me cargas las pilas y me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles de Resurrección.

El Párroco

 

A menudo caminamos en la vida, absortos en nuestras preocupaciones y cegados por nuestras expectativas, sin ser capaces de reconocer la presencia de lo divino. Hoy volvemos a encontrar en el Evangelio un recordatorio de que no estamos solos en nuestro camino lleno de desafíos y dudas. Es una llamada a abrir nuestros ojos y nuestros corazones, a reconocer a Jesús en nuestras vidas, a permitir que las Escrituras nos hablen, y a compartir con otros la Buena Noticia con corazones llenos de amor y esperanza. En cada Eucaristía estamos invitados a recordar que Jesús sigue revelándose en los momentos más inesperados.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 21 de abril de 2025

Hch 2, 14. 22-33. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.

Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Mt 28, 8-15. ”Los sumos sacerdotes y los ancianos llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma… «Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais…» y esta historia se ha ido difundiendo… hasta hoy”.

Mentirosos y embusteros, ¿cómo lo sabéis si estáis dormidos?, y, además, pobres discípulos, como iban a hacerlo si estaban llenos de miedo, historia, pues, incoherente pero que se ha difundido y muchos la creen. Yo no, Señor, yo creo lo que me dice la Magdalena pues le he preguntado esta mañana y me ha dicho ha contestado: «a mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudario y mortaja, ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!», y, después, es a ti mismo, Señor, a quien escucho decirme:”Alégrate, no tengas miedo”, y como Pedro, ya sin miedo, proclamar la buena nueva. Gracias, Señor, por tanto amor, y gracias porque el mensaje de María la Magdalena, que no es delirio, me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. ¡Aleluya, ha resucitado!

 El Párroco

 

El sepulcro vacío desafía la lógica humana. La revelación divina choca con la reacción de los soldados y los líderes religiosos. Es el contraste entre la fe y el miedo, entre la verdad y la manipulación. Los líderes, temerosos de perder su poder y autoridad, optan por sobornar y propagar falsedades. El relato nos invita a reflexionar sobre la manera en que enfrentamos las verdades que alteran nuestra realidad. ¿Respondemos con miedo y negación, o con fe y apertura a lo nuevo? ¿Podemos reconocer los momentos de revelación en nuestras propias vidas? La resurrección de Jesús no es solo un evento para ser creído, sino una experiencia para ser vivida.

 Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 

Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9.

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.


 ---------------
 Lc 24,1-12:”¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado”.

Algunos pensaban que con tu muerte todo había terminado, y es lo contrario, con ella todo ha comenzado. Me lo has hecho recordar, me lo habías dicho tantas veces: "he de ser crucificado, pero al tercer día resucitaré”, y ha ocurrido. Me has amado hasta el extremo, has dado tu vida por mí haciéndome tu amigo, pero vi tu muerte, me quedé dolido y en silencio y hasta vi donde te dieron sepultura. Y, hoy, la piedra de la sepultura está corrida, y es que no podía quedarse tras una piedra quién es la vida, y, hoy, por todos los rincones del mundo, y no son delirios de mujeres, se escucha decir: “¡HA RESUCITADO!”. Tu vida ha merecido la pena pues, como el trigo no da fruto si no cae en tierra y muere, tú has dado y sigues dando fruto, y, hoy, con las mujeres no tengo más que un grito de júbilo:¡CRISTO VIVE!. Tu, Señor, vives, con tu muerte me has rescatado, me has salvado, y con tu Resurrección me has dado vida eterna, por eso soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz domingo de Resurrección, ¡Aleluya!

 El Párroco

 

Haz clip en:

Domingo de Resurrección
 

 

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario