XXVIII semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 19/octubre
San Pedro de Alcántara.
Ef 1, 15-23. El Padre dio a Cristo como Cabeza, sobre todo, a la Iglesia, que es su cuerpo.
Sal 8. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Lc 12, 8-12. El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir.
Lo dices, Señor, aludiendo a las razones que podré exponer cuando tenga que defenderme ante acusaciones. Pero el Espíritu Santo me ayudará no solo en esos momentos sino siempre, siempre, porque él me guía y me sostiene, y me enseña, también, a orar y a lo que debo pedir en esa oración al Padre, porque es Él quien siempre me manda su luz (la gracia) para iluminarme, y quien me manda su agua (la gracia) para regar este pobre cuerpo tantas veces en sequía, y es Él quien sana mi corazón muchas veces enfermo, y lava mis heridas, e infunde su calor en este mi cuerpo, muchas veces, de hielo, y endereza mis senderos que, a veces, están equivocados, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 18/octubre
Lucas, evangelista. Fiesta.
2 Tim 4, 10-17b. Lucas es el único que está conmigo.
Sal 144. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Lc 10, 1-9. ”La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”.
Hace unos días, a petición de tus apóstoles, nos enseñabas a orar, y nos dabas la hermosa oración de los hermanos: el Padre nuestro. Hoy nos dices uno de los motivos por los que debemos orar sin desfallecer, para que el dueño de la mies mande obreros, la razón porque hay, todavía, muchos que no te conocen. Señor, manda sacerdotes, pero mándalos buenos, sacerdotes con un corazón como el tuyo, capaz de amar y de perdonar, sacerdotes a tu altura, como dice el Papa Francisco: “pastores que huelan a ovejas”. Por eso, hoy, te pido que hagas de mí un sacerdote santo, como tú los quieres, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 17/octubre
Ef 1, 1-10. Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo.
Sal 97. El Señor da a conocer su salvación.
Lc 11, 47-54. ”¡Ay de vosotros que no habéis entrado, y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido…!
Señor, que no sea tapón de bañera, sino acequia de alberca por donde fluya el agua de tu gracia. Que no sea obstáculo para nadie, ni mal ejemplo por el que se aleje alguien de ti. Señor, que sea clara imagen tuya, y sal y luz para que, los demás, por mí, pero ayudado siempre por tu gracia, con la que sé que cuento, se acerquen a ti y glorifiquen a nuestro Padre celestial, así seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 16/octubre
Gal 5, 18-25. Los que son de Cristo han crucificado la carne con las pasiones.
Sal 1. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Lc 11, 42-46. ”¡Ay de vosotros, fariseos… que pasáis por alto… el amor a Dios! Esto es lo que habría que practicar…¡Ay de vosotros también, maestros de la ley…!”
Ojalá que no tengas que lanzar contra mí hoy esos ayes. Ojalá que, sin descuidar preceptos pequeños, no olvide que uno es el principal, el amor a ti y a mi prójimo. Bien decía san Agustín: ”ama y haz lo que quieras”, y san Pablo, en su himno a la caridad, me dice que “ya podría hacer muchas cosas, si no tengo amor de nada me sirve”. Señor, que ame, que todo lo que haga sea por y con amor, que ame sin medida, que ame como tú me amas, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 15/octubre
Santa Teresa de Jesús
Eclo 15, 1-6. Lo llenará del espíritu de sabiduría y de inteligencia.
Sal 88. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.
Mt 11, 25-30. ”Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré”.
Gracias, Señor, porque tú me alivias cada mañana, cuando, como ahora, estoy contigo, y me das las fuerzas necesarias para mi caminar diario, ahora con tu palabra, la doble mesa de la que hablaban los Santos Padres, después con tu cuerpo y sangre. Pero, antes, tú mismo, has dado gracias a tu Padre porque todas estas cosas se las has revelado a los pequeños y sencillos. Señor, que yo no quiera ser grande, y que vaya por el camino de la sencillez porque, como tú misma madre decía, Dios derriba del trono a los poderosos, mientras que a los humildes los enaltece y así, por ese camino, mi espíritu, también, se alegra en ti y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 14/octubre
Gal 4, 22-24. 26-27. 31 — 5, 1. No somos hijos de la esclava, sino de la libre.
Sal 112. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
Lc 11, 29-32. A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás.
A pesar de todo lo que haces, de manifestar tu amor a los enfermos y necesitados, y de hablarme con sinceridad y claridad, como aquellos, yo, también, pido signos, a pesar de que a mí y a esta generación ya nos has dado el signo de Jonás, pues has estado tres días en el vientre, no del pez, sino en el de la tierra donde fuiste enterrado. Has muerto por amor a mí, pero has resucitado, Dios Padre ha avalado tu vida. Gracias, Señor, por tanto amor y por haberme mostrado el camino, tú eres el camino, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-30
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». Jesús le contestó:
«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replicó:
«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud». Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego
ven sígueme». A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
«¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!» Los discípulos quedaron sorprendidos
de estas palabras. Peros Jesús añadió:
«Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja,
que a un rico entrar en el reino de Dios». Ellos se espantaron y comentaban:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando. y les dijo:
«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo». Pedro se puso a decirle:
«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús dijo:
«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más - casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones - y en la edad futura, vida eterna».
Mc 10,17-30: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”
Pues, lo que has de hacer, Rafael, es ponerme a mí en el centro de tu corazón, es ser generoso y desprendido, es ser servicial para con todos y, sobre todo, amar, porque el seguimiento consiste en amar, como yo, que mirándote, te he amado a ti, “me has de preferir, dice el libro de la sabiduría, a cetros y tronos, y a toda la riqueza, porque todo el oro ante mí es un poco de arena y la plata es como el barro”. Pero, así y todo, has de darte cuenta, que la vida eterna es don, regalo, que no puedes, Rafael, adquirirla por ti mismo, que para ti es imposible, pero que para nuestro Padre Dios todo es posible. Gracias Señor, por amarme tanto, y haz que yo quiera, pero sabiendo que eres tú quien puede y eres tú, Señor, quien me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Nuestra Señora del Pilar.
1 Cron 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2. Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado.
o bien: Hch 1, 12-14. Perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la madre de Jesús.
Sal 26. El Señor me ha coronado sobre la columna me ha exaltado.
Lc 11, 27-28. “ Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron”.
Lo mismo que aquella mujer, Señor, a mí también me gustaría hoy piropear a tu madre y a voz en grito decirle en español sencillo: ¡viva la madre que te parió! Porque ella, tu madre, es mi pilar cuando todo parece que se tambalea, es mi pilar donde poder apoyarme. Y, enseguida, oigo de tus labios, Señor, la razón de su ser bienaventurada, que está en “escuchar la palabra de Dios”, en ella oyó que iba a ser tu madre, y ponerla por obra: “hágase en mí según tu palabra”. Que yo, también, Señor, sepa escucharte cada día y cada día te responda:” hágase en mí lo que tú quieras, Señor, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día nacional.
El Párroco
Gal 3, 7-14. Los que viven de la fe son bendecidos con Abrahán el fiel.
Sal 110. El Señor recuerda siempre su alianza.
Lc 11, 15-26. ”El que no está conmigo está contra mi; el que no recoge conmigo desparrama”.
Señor que nunca esté contra ti y menos que nunca te deje, me vaya y te abandone, pues lo peor que me puede pasar no es el haberte conocido, sino que habiéndote conocido te abandonase un día. Me decía el otro día una gran persona que lo más maravilloso que le había pasado nunca era el estar en un grupo de oración y de alabanza, pero no es del todo verdad, lo mejor era que ese grupo la había conducido a ti, Señor, pues contigo ya ha llegado el reino de Dios, y que te sea fiel. Es mi oración de hoy, pedirte por mi fidelidad que es camino de santidad y que me hará ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 10/octubre
Gal 3, 1-5. ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por haber escuchado con fe?
Salmo: Lc 1, 69-75. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Lc 11, 5-13. ”Pedid…buscad… llamad…”.
Hoy, Señor, me invitas a la oración constante, y hasta, en apariencia, inoportuna, da igual a la hora que sea, tú siempre escuchas, con tres acciones que tendrán respuestas. La razón la das tú mismo, Dios es mi Padre y me ama, “más que todos los padres y madres del mundo, me dice el Papa Francisco, pero en infinito que para eso es Dios”, pero, sobre todo, a veces lo se pedir, me quiere dar al Espíritu Santo, pues Él se lo da al que se lo pide, por eso está es mi oración de hoy: Dame Señor tu Espíritu para que sepa acoger siempre tu Palabra. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves de peregrinación a Santa Eulalia. 6,15 h en San José
El Párroco
Miércoles 9/octubre
Gal 2, 1-2. 7-14. Reconocieron la gracia que me ha sido otorgada.
Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Lc 11, 1-4. Señor, enséñanos a orar
Y, hoy, soy yo quien te pide que me enseñes a orar, y me das la misma oración, la del “Padre nuestro”. Oración que no es fácil de rezar como nos decía D. José, nuestro Arzobispo, el domingo pasado, y señalaba, sobre todo, tres razones: la primera somos egoístas e individualistas, y tu oración, Señor, es generosa y comunitaria, Dios no es solo mi Padre; la segunda, porque pido que se haga su voluntad, pero no la acepto si no se conforma a mis deseos, contrario en muchas ocasiones a lo que Dios Padre quiere de mí; y, en tercer lugar, porque le pido que me perdone porque yo, ya, he perdonado, por tanto, si no he perdonado, le estoy pidiendo que no me perdone tampoco él a mí. Dura oración pues, pero, confiando, una vez más, en tu amor de Padre, también hoy me atrevo a decir: Padre nuestro… y, porque soy tu hijo, me siento y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Gal 1, 13-24. Reveló a su Hijo en mí para que lo anunciara entre los gentiles.
Sal 138. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc 10, 38-42. “Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas. María ha escogido la mejor parte”.
Pobre Marta, ella pensando que tenía que servirte, y le dices que una sola cosa es necesaria en el momento de estar junto a ti: escucharte, como me lo dices a mí en este momento, me pides que te escuche y que no me inquiete ni me preocupe con otras cosas, que cada día, que cada momento, tiene su afán, y el de ahora es escogerte y escucharte a ti, y solo a ti, para tomar fuerzas para el día y ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Ntra. Sra. del Rosario.
Gal 1, 6-12. No he recibido ni aprendido de ningún hombre el Evangelio,
sino por revelación de Jesucristo.
Sal 110. El Señor recuerda siempre su alianza.
Lc 10, 25-37. ¿Quién es mi
prójimo?
Pues todo aquel, me dices hoy, Señor, al que me acerque, como fue prójimo, en la parábola que hoy me cuentas, de aquel que fue herido en el camino, el que se acercó a él y le curó y vendó las heridas “con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza”. Y, se acercó al herido, se hizo prójimo, el que menos se esperaba, el samaritano, el extraño, el extranjero, ni el sacerdote ni el levita (los del mismo pueblo), lo hicieron. tenían tantas cosas que hacer que no pudieron, no quisieron, acercarse, hacerse prójimo del que estaba herido, y pasaron de lejos, pasaron de él, dando un rodeo. Señor, dame el corazón del samaritano para que me acerque a todos, me haga prójimo, de todo el que me necesite, a todo hombre que sufra en el cuerpo o en el espíritu. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16
En aquel tiempo, acercándose unos fariseos, preguntaban a Jesús para ponerlo a prueba:
«¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?» Él les replicó:
«¿Qué os ha mandado Moisés?». Contestaron:
«Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla». Jesús les dijo:
«Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo:
«Si uno se repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio». Acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios.
En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él». Y tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.
Mc 10,2-16: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
Como siempre, Señor, para ponerte a prueba, los fariseos te preguntan acerca de la licitud o no del divorcio, y tú, que no tienes otra doctrina que la de tu Padre-Dios en la creación, hablas –según algunos tendrás que renovarte, es ironía– de que el matrimonio es de uno con una, así nos ha creado Dios, hombre y mujer, y para siempre, por eso “dejará el hombre a su padre y a su madre y formarán una sola carne”. Por tanto, el hombre y la mujer se hacen uno. Es verdad que la realidad, a veces, da igual el número, va por otro lado y así lo dices tú: “por la dureza de vuestro corazón”, pero al principio no fue así, y la Iglesia como tú, Señor, acogemos y amamos a todos, especialmente a los que lo pasan mal, pero el plan de Dios sobre la pareja es que vivan en amor, unidad y felicidad. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 5/octubre
TÉMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIAS Y DE PETICIÓN,
Dt 8, 7-18. Dios te da la fuerza para adquirir esa riqueza.
Salmo: 1 Cron 29, 10-12. Tú eres Señor del universo.
2 Cor 5, 17-21. Os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Mt 7, 7-11. ”Pedid… buscad… llamad…”.
Esto, Señor, es lo que quieres de mí. Nunca te cansas de escuchar las oraciones de tus hijos. Todo lo contrario, deseas, estás deseando, como ahora, escucharme cada mañana, estás deseando hablar conmigo y que yo hable contigo, como padre que habla con su hijo, es decir, tu, Padre, yo, tu hijo. Y hoy me dices que he de ejercitar estas tres acciones que van acompañadas de sus resultados: recibiré, encontraré y me abrirás las puertas de tu corazón. Gracias, Padre, porque al ser mi Padre me darás, no lo que yo quiera sino lo mejor, lo que me convenga para mi santidad, y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 4/octubre
Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5. ¿Has mandado a la mañana y entrado por las
fuentes del Mar?
Sal 138. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc 10, 13-16. : ”Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a
vosotros rechaza, a mí me rechaza… y al que me ha enviado”.
Has querido unirte de tal forma al hombre, que solo puedo amar al Padre en él, dándose una plena unidad entre el hombre y tú, entre tú y yo. Y esa unidad contigo me lleva a la unidad con Dios Padre, ya que en ti se une lo divino y lo humano pues eres verdadero Dios y verdadero hombre. Te has hecho, Señor, igual a mí, menos en el pecado, para que el Padre ame en mí lo que ama en ti, por esto es por lo que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 3/octubre
Job 19, 21-27. Yo sé que mi redentor vive.
Sal 26. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc 10, 1-12. ”La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies”.
Y los envió de dos en dos, y, a nosotros también, y no podemos quedarnos parados, hemos de anunciar la alegría del evangelio y todos, por tanto, no caben excusas, tenemos cada uno un lugar en esta Iglesia que es, además, sinodal, porque todos formamos parte de la misma, y, como nos recuerda el Papa, hemos de ser, como entonces, iglesia en salida a las periferias. Si he de darme cuenta de que no soy más que un obrero, que la mies es tuya, que tú, Señor, eres el dueño y, por tanto, el más interesado de que se recoja toda la mies. Señor, que yo te ayude a recogerla, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 2/octubre
Santos Ángeles Custodios.
Job 9, 1-12. 14-16. El mortal no es justo ante Dios.
Sal 87. R. Llegue hasta ti mi súplica, Señor.
Mt 18, 1-5. 10. “Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial”.
Gracias, Señor, por cuidarnos y querernos tanto que has creado a los ángeles, seres espirituales, pero que están siempre a nuestro alrededor con la misión de protegernos y ayudarnos. Y, entre ellos, están los custodios que tu Padre, Señor, tiene asignado a cada uno para protegernos, ¡trabajo ha tenido el mío, pobrecillo! Y, hoy, hablas de ellos para decirme que los de los pequeños, o que nos hacemos pequeños, están viendo siempre el rostro de Dios. Señor, que me haga pequeño, así mi ángel estará viendo su rostro para hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 1/octubre
Sta Teresa del niño Jesús.
Job 3, 1-3. 11-17. 20-23. ¿Por qué se da luz a un desgraciado?
Sal 87. Llegue hasta ti mi súplica, Señor.
Lc 9, 51-56. “Tomó la decisión de ir a Jerusalén.”
Tomar esa decisión, Señor, comporta el coger, definitivamente, la cruz, porque sabes que allí “ningún profeta puede morir fuera de Jerusalén” (Lc 13,33), es donde vas a ser entregado, condenado, y morirás en la cruz, tú mismo, Señor, lo has predicho más de una vez. Pero, además, tomar esa decisión, comporta, sobre todo, tu plena libertad: “Nadie me la quita (la vida), sino que yo la doy por mi propia voluntad” (Jn 10,18). Pero fue muriendo como me diste la vida a mí y a muchos. Gracias, Señor, por eso, con el pregón Pascual, puedo cantar: “feliz culpa que me mereció tal Redentor” y que me ha hecho ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 30/septiembre
Job 1, 6-22. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor.
Sal 16. Inclina el oído y escucha mis palabras.
Lc 9, 46-50. El más pequeño de vosotros es el más importante.
Es tu camino, humildad y sencillez, y es el que quieres para los tuyos, es el camino de los santos, el de tu madre. A los Apóstoles les costó entenderlo, hasta discutían por todo lo contrario, también a mi me cuesta entenderlo, y busco, muchas veces, el camino del reconocimiento y del prestigio. Tú, cogiendo a un niño me das la lección, he de ser como él. Señor, que no quiera otro camino que el de ser el ultimo y el servidor de todos, como tú que:”has venido a servir y dar tu vida…” (Mc 10,45). Sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:
«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros». Jesús respondió:
«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar
manco en la vida, que ir con las dos manos a la “gehenna”, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna.”
Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».
---------
Mc 9,38-43.45.47-48: “Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros”.
Gracias, Señor, por los dones con los que me has enriquecido a lo largo de mi vida, son talentos que me has dado y que no los puedo enterrar. Pero gracias, también, por los talentos con los que has adornado a los demás, y que no tienen por qué pensar como yo, ni ser de mis grupos, ni de mi parroquia, ni siquiera seguidores tuyos, pues, haciendo el bien, también ellos extienden tu Reino. Y es que no puedo encorsetar a tu Espíritu, él actúa, también, fuera de los límites visibles de la Iglesia, él sopla y va donde quiere. No me puedo apropiar de él, ni de ti Señor, ni como individuo, ni como grupo, tú eres de todos. Y, así, todos juntos, formamos la unidad de los hijos de Dios, la humanidad, y, con todos, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
XXV semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 28/ septiembre
Ecl 11, 9 — 12, 8. Acuérdate del Creador en los años mozos, antes de
que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu a Dios.
Sal 89. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Lc 9, 43b-45. “El Hijo del hombre va a ser entregado en mano de los hombres”.
Como así fue, estabas prediciendo tu pasión, por eso, a ellos, les daba miedo preguntarte sobre el asunto. A todos nos da miedo preguntar sobre el dolor y el sufrimiento, pero ahí están. Yo ya sé el resultado de tu pasión por eso no me da tanto miedo el preguntar, tiene un sentido redentor, por ella me salvaste, y yo he de aceptar, también, mi cruz para ser tu discípulo. Señor que, cuando llegue, y sé que llegará, sepa aceptarla pues, tú mismo has dicho, que no hay fruto sin ella, pues es solo muriendo, como el grano de trigo, que daré fruto y este abundante para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Ecl 3, 1-11. Cada cosa tiene su momento bajo el cielo.
Sal 143. ¡Bendito el Señor, mi alcázar!
Lc 9, 18-22. ”Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”
Y, hoy, me haces esa pregunta a mí, y quieres que te conteste desde mi interior, desde dentro de mí, no por lo que digan otros de ti, sino desde lo que yo he experimentado y vivo de ti. Hoy, tengo una ventaja sobre ellos y es que, hoy, no me pides guardar silencio pues yo ya sé el final de tu historia, has RESUCITADO, y ya vives eternamente, por eso hoy te respondo: tú eres Dios, y has querido tomar mi naturaleza humana para hacerme partícipe de tu naturaleza divina. Tú eres quien me ha hecho ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto.
El Párroco
Ecl 1, 2-11. Nada hay nuevo bajo el sol.
Sal 89. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Lc 9, 7-9. ”«¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?» y tenía ganas de verlo”.
Pero con sana intención, no como él que quería verte para que le hicieras, lo que él pensaba, era algún truco de magia. Señor, que yo si te desee ver, y a todas horas, pero para escucharte y mirarte a los ojos, así esta tarde en la adoración, y que tú me mires como solo tú sabes hacerlo, con amor y misericordia. Tal era tu mirada que hacías cambiar a las personas, aunque ellos, a veces, te cerraban sus ojos. Mírame para que cambie para bien, para amarte a ti y, por ti, a los demás, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Prov 30, 5-9. No me des riqueza ni pobreza, concédeme mi ración de pan.
Sal 118. Lámpara es tu palabra para mis pasos.
Lc 9, 1-6. Los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos.
Y ellos lo hicieron y se creyeron que tenían ese doble poder y se pusieron en camino y, por todas partes, anunciaban la Buena Noticia y curaban. Y esa misión no solo se le encomiendas a ellos sino a todos, también a mí, y tu poder no ha disminuido, y la he de continuar, pues es lo que tú quieres y a lo que me mandas, y si gratis lo he recibido, gratis he de darlo. Solo anunciando y curando, ¡hay tanto enfermos, también espirituales, que he de curarlos en tu nombre!, para que, como yo, sean y vivan felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 24/septiembre
Prov 21, 1-6. 10-13. Sentencias diversas.
Sal 118. Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos.
Lc 8, 19-21. Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.
Gracias, Señor, por haberme querido hacer de tu familia, aunque, a veces, soy un mal miembro de ella, porque escuchar, escuchar parece que si, que escucho tu palabra, aunque más bien debería decir que la oigo. Pero, cumplirla, Señor, ¡cuánto me cuesta! Ayúdame, Señor, y que, como María, tu madre, la escuche guardándola en mi corazón y, después, responda, como ella, diciendo: “aquí está tu esclavo, Señor, hágase en mí según tu palabra” para ser hermano tuyo y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 23/septiembre
Prov 3, 27-34. El Señor detesta al perverso.
Sal 14. El justo habite en tu monte santo, Señor.
Lc 8, 16-18. ”Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa… sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz…”.
Y, al ver la luz, no tropiecen con los muebles de la casa, y eso es lo que tú, Señor, quieres que hagamos tus discípulos, que estemos bien colocados, en nuestro candelero, pero no para ser vistos nosotros, sino para que los demás vean y te vean a ti, Señor. Es mi misión: alumbrar y llevarlos a ti. Y, para que yo pueda alumbrar, he de dejarme alumbrar por ti, pues yo no soy el sol sino, solo, la luna que el sol ilumina y, así, iluminado por ti es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba
instruyendo a sus discípulos.
Les decía:
«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó «¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Mc 9,30-37: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
No hay otro camino, para seguirte, que el de la sencillez, y, para que lo entendieran tus grandullones, pusiste a un niño en medio, así he de ser yo, pues de los que son como ellos es tu reino. Y, además, he de vivir otra gran actitud, la servicialidad, pues, en tu reino, el que no sirve no sirve para nada, aquí nos das tu propio ejemplo, pues no viniste a ser servido sino a servir, y para ello les lavaste los pies explicándoles, además, el hecho por si no les había quedado claro: “Si yo, el maestro y señor, he hecho esto con vosotros, lo mismo debéis hacer vosotros unos con otros” (Jn 13,14). Como el agua, solo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
XXIV
semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 21/ septiembre
Ef 4, 1-7. 11-13. Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelistas.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Mt 9, 9-13. ”Vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado en el mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió”.
Cuántas veces, como Mateo, estoy yo, también, sentado en mis muchos mostradores (egoísmo, apatía, pereza…), en otras palabras, de mis pecados, y me hace falta escuchar de tus labios, como él, “el levántate y sígueme”. Me da, muchas veces, vergüenza el hacerlo pues, como aquel centurión, también yo te digo: “no soy digno”, pero enseguida te oigo decir que “no has venido a los sanos sino a los enfermos” (a mi), “ni a llamar a los justos sino a los pecadores” (a mi) y esas palabras tuyas, además de darme una gran paz interior, me hacen ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 20/ septiembre
1 Cor 15, 12-20. Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido.
Sal 16. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Lc 8, 1-3.” Jesús iba caminando… acompañado por los Doce, y por algunas mujeres…”.
Gracias, Señor, por decirme que, también, ibas acompañado por mujeres. ¡Qué importante son, desde el principio, en tu labor de proclamar y anunciar tu Buena Noticia del Reino de Dios! Todos tenemos nuestra misión en la Iglesia, y, sin ser imprescindibles, nos quieres necesarios, y nos quieres en comunidad, y nos quieres hombres y mujeres, cada cual, con sus carismas, y todos ayudándote en la proclamación y anuncio de tu Evangelio. De hecho, fue una mujer, María Magdalena, la primera en anunciar, el acontecimiento más importante de nuestra fe, tu Resurrección a los Doce. Que yo no quiera otro papel que el mío para, junto a los demás, anunciar tu Reino de amor y, así, ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día para alabarte.
El Párroco
Jueves 19/septiembre
1 Cor 15, 1-11. Predicamos así, y así lo creísteis vosotros.
Sal 117. Dad gracias al Señor porque es bueno.
Lc 7, 36-50. ”Si este fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora”.
Eso pensaba de ti el fariseo que te había invitado a comer a su casa. Y sí que sabes quién y qué clase de mujer es, pero, sobre todo, sabes que es una mujer que ama, y que amará más porque tú le vas a perdonar, como a mí, mucho. Lo que ocurre es que ella creció en el amor y yo, todavía, estoy en la cartilla, en el balbuceo, de las primeras letras del amor. Señor, dame un corazón grande para amar más y mejor y, aunque no soy digno de ser llamado apóstol, gracias a ti soy lo que soy. Señor quiero amarte cada día más y más, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 18/septiembre
1 Cor 12, 31 — 13, 13. Quedan la fe, la esperanza y el amor. La más grande es el amor.
Sal 32. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Lc 7, 31-35. Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.
El caso, Señor, como el perro del hortelano, es no estar conforme ni a gusto con nada. Soy como esos niños, de los que hablas en el evangelio de hoy, caprichosos y mal educados al que regalan un juguete y a los cinco minutos lo abandona, si antes no lo he destrozado, porque tengo otro montón de juguetes, tengo de todo y ya estoy aburrido del nuevo juguete. Señor, que no me canse de amarte, que no esconda o tire todos lo dones con los que me has adornado mi vida, sobre todo los mayores, el amor. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
San Juan Macías.
Mt 6.31-34: “No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio”.
He de vivir al día, pero, sobre todo, he de vivir en ti. Señor que desde que me levanté hasta que me acueste siempre te tenga a ti en mis pensamientos, en mi corazón y en mis obras, que no quiera otra cosa que cumplir tu voluntad en todo momento, así, todo lo demás me vendrá por añadidura, porque tú, Dios mío, eres mi Padre. Me abandono en ti para que hagas en mí lo que quieras, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 8, 27-35
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesárea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron:
«Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas». Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó:
«Tú eres el Mesías.»
Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto. Y empezó a instruirlos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro:
«¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!». Y llamando a la gente y a sus discípulos, y les dijo:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma».
Mc 8,27-35: “Y vosotros, ¿quién decís que soy?”
Señor, tú eres todo para mí, y no es frase aprendida en un libro, sino que sale de mi corazón. Lo experimento a diario. Lo que ocurre es que, como a Pedro, tampoco a mi me gusta la cruz y quiero rehuir de ella, me gustaría que todo fuese color rosa, pero… no es así, la vida tiene cruces y me lo dices bien a las claras: “Si alguien quiere venir en pos de mi…”, si tú, me dices a mí, quieres venir es pos de mi niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme. Más adelante sigues diciéndome, no pierdas tu alma, es mejor que pierdas el mundo. Señor, quiero seguirte, ¡ayúdame! Y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor y de Ntra. madre de los Dolores.
El Párroco
Sábado 14/septiembre
Exaltación de la Santa Cruz
Num 21, 4b-9. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la
serpiente de bronce y salvaba la vida.
o bien: Flp 2, 6-11. Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.
Sal 77. No olvidéis las acciones del Señor.
Jn 3, 13-17. “ Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna”.
Señor, he de mirarte, para creer en ti, en la cruz, porque es ahí, en ella, “siendo obediente hasta la muerte, y muerte en cruz, donde Dios Padre te ha exaltado y te ha concedido el nombre sobre todo nombre… para que toda lengua proclame que eres el Señor para gloria de tu Padre Dios”. Es verdad que yo creo y sigo a un Resucitado, pero para llegar a la Resurrección, como tú, antes he de pasar por la muerte, como el grano de trigo que es muriendo como da fruto y fruto abundante. Solo dando mi vida por amor, la ganaré, y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 13/septiembre
1 Cor 9, 16-19. 22b-27. Me he hecho todo para todos, para ganar a algunos.
Sal 83. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
Lc 6, 39-42. ”¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?”
La comparación es clara, pero que dado soy, diría que somos, pero cada uno que sea consecuente, que dado soy a criticar a los demás y que blando soy conmigo mismo. Señor, que antes de decirle nada a los demás me mire a mí mismo y me deje corregir y quitar mi viga por ti, eres el único que tienes limpia la mirada, solo así podré luego ayudar a los demás y sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves 12/septiembre
1 Cor 8, 1b-7. 11-13. Turbando la conciencia insegura de los hermanos, pecáis contra Cristo.
Sal 138. Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc 6, 27-38. Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso.
Señor, tu amor no tiene límites porque es como el de tu Padre Dios, que ama a todos porque todos somos sus hijos. Así, hoy me dices, que he de amar a mis enemigos, así de claro, y a los que me odien, y me maldigan y calumnien. La razón, porque nuestro Padre Dios es misericordioso, se compadece de los sufrimientos de todos, compasión que se manifiesta, especialmente, en el perdón, que es la otra cara de la misma moneda del amor. Solo así, aunque cueste, incluso lágrimas, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Viernes 6/ septiembre
Santa Maria de Guadalupe.
Lc 1,39-47:”¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?”
Y, sin embargo y a pesar de mis pecados, lo haces y no me dejas nunca solo. Hoy leemos que, acabando de escuchar la noticia de que vas a ser la madre de Dios, no te quedas “endiosada”, sino que te pones, rápidamente, en camino, te “abajas”, y vas a servir a tu prima Isabel que te necesita. Y también a mi acudes cuantas veces te necesite, porque como dice esa hermosa oración, el Acordaos, “jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a ti, haya quedado desamparado”, y, esa protección tuya, me hacer ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de nuestra Madre.
El Párroco
Jueves 5/ septiembre
1 Cor 3, 18-23. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Sal 23. Del Señor es la tierra y cuanto la llena.
Lc 5, 1-11. “Señor, apártate de mi, que soy un hombre pecador”.
Y es que se llenaron de temor ante la gran pesca que hicieron a pesar de que toda la noche bregando y sin conseguir un solo pez. Y, en lugar de apartarme de ti me dices:”no temas; desde ahora serás pescador de hombres”, y, a pesar de ser lo que soy, me haces tu colaborador. Que, como ellos, yo también dejé las redes que me enredan a tantas cosas inútiles y superfluas y te siga. No soy nada, bien claro me lo deja dicho san Pablo (I Cor 3,18-23):”La sabiduría de este mundo es necedad ante Dios”, y, también sé que, lo poco que soy es porque, cuento con tu gracia. Señor, que siempre te diga “aquí estoy” para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 4/septiembre
1 Cor 3, 1-9. Nosotros somos colaboradores de Dios y vosotros, campo de Dios, edificio de Dios.
Sal 32. Dichoso el pueblo que Dios se escogió como heredad.
Lc 4, 38-44. ”Al hacerse día, salió y se fue a un lugar desierto. La gente lo andaba buscando”.
El Evangelio me habla de tu intensa jornada, estar con la gente, hablarles de tu mensaje, del reino que ha llegado, y sanarlos. Y, cuando podías, ir a lugares solitarios para estar a solas con tu Padre Dios, para llenarte de Él y, así, poder dárnoslo a conocer. Pero es entonces, cuando, al no verte, la gente te busca, como yo ahora, y te ruego no te alejes de mí pues sin ti no soy nada, y te pido con una hermosa canción: “estate Señor conmigo, siempre sin jamás partirte… porque el pensar que te irás me causa un terrible miedo. Llévame en tu compañía… pues bien sé que eres tú la vida del alma mis…” que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.
El Párroco
Martes 3/septiembre
1 Cor 2, 10b-16. El hombre natural no capta lo que es propio del Espíritu
de Dios; en cambio, el hombre espiritual lo juzga todo.
Sal 144. El Señor es justo en todos sus caminos.
Lc 4, 31-37. ”Los sábados les enseñaba. Se quedaban asombrados de su enseñanza porque su palabra estaba llena de autoridad”.
Gracias, Señor, por esa palabra llena de autoridad, es decir, de coherencia. Eso es lo que notaban, como yo ahora, tus oyentes. Noto que lo que dices, antes lo vives, de ahí, y solo de ahí, tu autoridad, y por eso tus órdenes a los espíritus malignos son obedecidas, porque estás y vives lleno del Espíritu de Dios. Señor, que me deje llenar de tu Espíritu Santo, y tener, así, la autoridad de la coherencia y poder ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 2/septiembre
1 Cor 2, 1-5. Os anuncié a Cristo crucificado.
Sal 118. ¡Cuánto amo tu ley, Señor!
Lc 4, 16-30. ”Y decían: «¿No es este el hijo de José?»”.
Y no te quieren reconocer como el Mesías, te rechazan y todo porque no pueden aceptar que alguien como ellos les pueda dar lecciones. Y, a pesar de que te escuchan con agrado, y dan su aprobación, y hasta se admiran de tus palabras, están llenas de gracia, te rechazan pues eres un “cualquierilla”., solo eres el hijo de José, el hijo de un artesano. Señor, que, como dice san Pablo, “tenga a los demás por superiores a mí” y que “mi palabra y mi predicación no sea con persuasiva sabiduría humana, sino solo en el poder de Dios Padre”, así, aunque no me acepten, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 1-8. 14-15. 21-23
En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas).
Y los fariseos y los escribas le preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con las manos impuras?». Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
Mc 7,1-8.14-15.21-23: “Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”.
Mira que me dejas bien claro que solo hay un mandamiento y que es el amor, y yo, tantas veces, empeñado en cumplir preceptos que no tienen importancia. Señor, que no tengas que decir de mí lo que dijiste entonces, que te honraban con los labios pero sus corazones estaban lejos de ti y que el culto que te ofrecían era y estaba vacío, y que descubra que, como decía de Teresa de Jesús que si el corazón no acompaña a los labios, por mucho que menee estos no es oración, y solo si ambos van al compás, además de ser oración, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado
31/agosto
1 Cor 1, 26-31. Lo débil del mundo
lo ha escogido Dios.
Sal 32. Dichoso el pueblo
que el Señor se escogió como heredad.
Mt 25, 14-30. Como has sido fiel
en lo poco, entra en el gozo de tu señor.
Gracias, Señor, por no pedirme nada extraordinario, por
pedirme solo ser fiel en lo poco, en lo que soy, nada ni nadie. Es lo que me
dices en la primera lectura a través de Pablo, que “has escogido lo que no
cuenta, para anular a lo que cuenta”, y es que has escogido lo necio del mundo,
a mi, para que todos vean que lo bueno que hago es porque tú, Señor, lo haces
en mí, como María, “haces obras grandes en mi”, y no es obra mía sino tuya.
Señor que sea fiel, aunque sea en lo poco, para poder entrar en tu gozo y
mientras, ya, ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes
30/agosto
1 Cor 1, 17-25. Predicamos a
Cristo crucificado: escándalo para los hombres; pero para los llamados es
sabiduría de Dios.
Sal 32. La misericordia
del Señor llena la tierra.
Mt 25, 1-13. ¡Que llega el
esposo, salid a su encuentro!
Más que de sobra conozco la parábola que hoy me narra
Mateo de las diez vírgenes, cinco sensatas y cinco necias. Las primeras están
preparadas, es igual la hora a la que llegue el esposo, a que llegues tú,
Señor, porque junto con las lámparas han preparado a las alcuzas con aceite.
Ven Espíritu a mí, ven aumentándome la fe a través de las buenas obras y de
todo lo que es necesario para estar listo para salir a tu encuentro, Señor.
Encuentro que, más tarde o temprano, he de tener contigo y que, hasta ese momento,
son esas cosas que me hacen ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto.
Feliz día.
El Párroco
Jueves 29/agosto
Martirio de Juan Bautista.
1 Cor 1, 1-9. En él habéis sido
enriquecidos en todo.
Sal 144. Bendeciré tu
nombre por siempre, Señor.
Mc 6, 17-29. ”El rey dijo a la joven… «Te daré lo que me pidas,
aunque sea la mitad de mi reino»…«Quiero que ahora mismo me dé en una bandeja
la cabeza de Juan el Bautista»”.
Y,
aunque se entristeció porque tenía a Juan por profeta, accedió a la petición de
la joven instigada por su madre. Y, todo, porque Juan no tenía pelos en la
lengua y llamaba a las cosas por su nombre y era sincero y prefirió ganar el
alma antes que la vida. Señor, aquí vuelves a tener un israelita de verdad.
Señor, que yo, como Juan, también sea un hombre sin doblez ni engaño, así seré
y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 28/agosto
S. Agustín, Obispo y Doctor.
2 Tes 3, 6-10. 16-18. Si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Sal 127. Dichosos los que
temen al Señor.
Mt 23, 27-32. ”¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que
os parecéis a los sepulcros blanqueados!”
Señor, que no sea yo un sepulcro blanqueado, por fuera, muy bonito en apariencia, pero por dentro, mi corazón, vacío y lleno de podredumbre. Señor, que no me importe tanto la apariencia, lo exterior, como mi corazón, mi interior, y que esté, mi corazón, sea el que está realmente blanco, porque no sea de piedra sino de carne, capaz de amar y perdonar, como el tuyo, moldearlo tú, pues eso será lo único que me hará ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.
El Párroco
Martes 27agosto
2 Tes 2, 1-3a. 14-17. Conservad las tradiciones que habéis aprendido.
Sal 95. Llega el Señor a regir la tierra.
Mt 23, 23-26. “¡Ay de vosotros… descuidáis lo más grave de la ley: ¡la justicia, la misericordia y la fidelidad!”
Te refieres a los escribas y fariseos, pero podrías referirte a mí, pues, a veces, Señor, también, yo como ellos, me fijo en tonterías y descuido lo que, de verdad, tiene importancia, la justicia sin la cual no hay paz verdadera, la misericordia que fue la que vivió Santa Mónica, que hoy celebramos, y que hizo que tú, Señor, te fijaras en ella y cambiaras el corazón de su hijo Agustín y la fidelidad, camino de santidad, virtudes sin las que no se puede amar de verdad y son las que harán ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 26/agosto
Sta. Teresa de Jesús Jornet.
2 Tes 1, 1-5. 11b-12. El nombre del Señor será glorificado en vosotros y vosotros en él.
Sal 95. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Mt 23, 13-22. ¡Ay de vosotros, guías ciegos!
Muchas veces me has dicho, Señor, que tú eres la luz del mundo, y, por tanto, se siempre por donde debo ir, pues, además de iluminar mi camino, tú mismo eres el Camino. Lo que ocurre que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, y cierra los ojos para ello, y, más de una vez, Señor, es lo que yo hago. Señor, que me deje iluminar por ti y por tu palabra, solo así podré cumplir tu deseo de, como discípulo tuyo que soy, ser luz para los demás, así seré guía que, por ti, ilumine a otros. Ilumíname, Señor, para que yo ilumine; ilumíname, Señor, para que otros sean y vivan lo que yo soy y vivo, feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de los ancianos.
El Párroco
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 6, 60‐69
En
aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron: «Este modo de hablar
es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Sabiendo
Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto
os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El
Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he
dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no
creen». Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a
entregar.
Y
dijo:
«Por
eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
Desde
entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces
Jesús les dijo a los Doce:
«¿También
vosotros queréis marcharos?».
Simón
Pedro le contestó:
«Señor,
a ¿quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo de Dios».
Jn 6,60-690: ”«Este
modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»… Desde entonces, muchos
discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él”.
Termina tu discurso del pan de vida donde me dices que te me vas a dar como alimento, que tú eres el verdadero pan del cielo, prometiéndome vida eterna, y se escandalizan los tuyos, tus discípulos, y dicen que no te van a hacer caso, y dejan de ir contigo. Pero no son los extraños, ni los fariseos ni los saduceos, sino los tuyos, los que comieron panes y peces hasta hartarse, y vieron curaciones de leprosos y cojos, de ciegos y mudos, y hasta de alguna que otra resurrección. Los mismos que, días antes, te admiraban, y hoy se echan atrás, por eso les haces una pregunta a los Doce que hoy me la haces a mi:”¿También tú quieres irte?”, Señor, que yo te responda como Pedro y, además, te diga: ¿a quien voy a acudir?, si solo tú me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
XX semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 24/agosto
San Bartolomé, fiesta.
Ap 21, 9b-14. Sobre los
cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Sal 144. Tus santos, Señor,
proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 1, 45-51. ”«¿De Nazaret puede salir algo bueno?». Felipe le
contestó:«Ven y verás». Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:«Ahí
tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño»”.
El Párroco
Ez 37, 1-14. Huesos secos, escuchad la palabra del Señor. Os sacaré de vuestros sepulcros, casa de Israel.
Sal 106. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Mt 22, 34-40. ” Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?”
Tu respuesta es clara y no conduce a equívocos, no son ni ofrendas ni sacrificios de carneros y toros cebados, ni muchas oraciones, novenas o rosarios. Lo que tú quieres, Señor, es un corazón de carne y no de piedra; lo que tú quieres, Señor, es un corazón misericordioso, capaz de compadecerse con quien sufre y alegrarse con quien está alegre; lo que tú quieres, Señor, son obras de caridad. Por eso no hay más mandamiento que el AMOR a Dios y al prójimo, es decir, amar a Dios en el prójimo al que veo, y amando al prójimo amaré a Dios. No hay otro mandamiento y es amando como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Santa María, Reina.
Ez 36, 23-28. Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu.
Sal 50. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras inmundicias.
Mt 22, 1-14. ”Id a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda…”.
Gracias, Señor, por la invitación que me haces de ir a la boda y a su banquete, y no solo a mi, sino a todos porque eso es lo que quieres, que todos nos salvemos. Tú haces la invitación, pero la aceptación es mía, es decisión libre, porque tu Señor, propones nunca impones. En la parábola nos cuentas el rechazo de muchos y hasta la violencia de otros para con tus enviados, incluso alguno se presenta sin el traje, sin la disposición debida. Perdona, Señor, porque yo, a veces, no tengo mi corazón bien dispuesto, pero quiero ir, además de que la invitación es gratuita, y hasta, casi, me fuerzas a que la acepte. Gracias, Señor, porque me amas tanto que quieres que vaya a la boda, cuando soy yo el que, siempre, debería querer ir. Señor que acepte tu invitación y vaya con buena disposición para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 21/agosto
Ez 34, 1-11. Libraré mi rebaño de sus fauces, para que no les sirva de alimento.
Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.
Mt 20, 1-16. ”El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros… a media mañana… hacia mediodía… al caer la tarde..”.
El resultado es que, los de la primera hora, se enfadan con el propietario porque recibieron el denario ajustado al ser contratados, cuando tu, Señor, cumpliste con lo pactado. Que lástima que no fueron capaces de descubrir que, el estar contigo desde temprano, ya era más que un denario, y que los últimos no dejaran de lamentarse como san Agustín diciendo: “tarde te amé, yo me lanzaba hacia cosas hermosas, que sin ti nada serían. Tú estabas, conmigo quedaba, pero yo no estaba contigo”. Señor, que, ya que te conozco, no te deje nunca, pues todavía hay algo peor que no conocerte, como es el haberte conocido y abandonarte, y es que solo contigo seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Ez 28, 1-10. Eres hombre, y no dios; pusiste tu corazón como el corazón de Dios.
Salmo: Dt 32,
26-36. Yo doy la muerte y la vida.
Mt 19, 23-30. ”Los discípulos dijeron: «Entonces,
¿quién puede salvarse? Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible
para los hombres, pero Dios lo puede todo»”.
El Párroco
Lunes 19/agosto
Ez 24, 15-24. Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho.
Salmo: Dt 32, 18-21. Despreciaste al Dios que te engendró.
Mt 19, 16-22. Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un tesoro en el cielo.
El joven se te acercó con sinceridad e inquietudes, pero se fue triste porque estaba apegado a muchas cosas. Tú prometes un tesoro en el cielo y él prefiere los tesoros de la tierra. Él pensaba, como muchos, yo también, que bastaba con cumplir los mandamientos: no… no… no… y tú, Señor, me haces ver que lo que tengo que hacer es vivir felicidad: si… si… si…. Señor, que, cada día, vaya soltando amarras, solo así te seguiré y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 6, 51‐58
En
aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«Yo
soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para
siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo».
Disputaban
los judíos entre sí:
«¿Cómo
puede este darnos a comer su carne?».
Entonces
Jesús les dijo:
«En
verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no
bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi
sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El
que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como
el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo,
el que me come vivirá por mí.
Jn 6,51-58: ”Mi
carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él”.
No
hay otra forma para vivir mi ser cristiano que estar unido a ti, porque tú,
Señor, eres el verdadero “pan que ha bajado del cielo”, así podré llegar a
decir con san Pablo: “Vivo yo; ya no yo, sino Cristo vive en mí (Gál 2, 20).,
para esto he comer tu cuerpo y tu sangre, a ti, Señor, en el sacramento de la
eucaristía pues, aunque al “juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el
gusto; basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo
de Dios… y aunque aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas
cosas…”. Y es que, tú, y solo tú, eres mi verdadera comida y bebida y, así,
habitaré en ti y, además de ser cristiano de verdad, seré y viviré feliz. X
todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El
Párroco
Sábado
17/agosto
Ez 18, 1-10. 13b. 30-32. Os juzgaré a cada uno según su proceder.
Sal 50. Oh, Dios, crea en
mí un corazón puro.
Mt 19, 13-15. No impidáis a los
niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos.
El Párroco
Viernes 16/agosto
Ez 16, 1-15. 60. 63. Eras perfecta con los atavíos que yo había puesto sobre ti; y te prostituiste.
o bien: Ez 16, 59-63. Me acordaré de mi alianza contigo, y tú te avergonzarás.
Salmo: Is 12, 2-6. Ha cesado tu ira y me has consolado.
Mt 19, 3-12. ”El creador, en el principio, los creó hombre y mujer… serán los dos una sola carne…”.
Tu doctrina, Señor, sobre la pareja es clara, a pesar de la dureza del corazón, pues no tienes otra que la de Dios, nuestro Padre. Y la Iglesia no tiene otra que la tuya. No hay más matrimonio que la unión del hombre y de la mujer, unión ordenada al bien de los cónyuges, y a la generación y educación de los hijos. Y es que Dios, como buen Padre, solo quiere nuestra felicidad. Este es el maravilloso plan divino, estropeado, a veces, por nosotros y la dureza de nuestros corazones, y la Iglesia, que es madre, sale al encuentro de parejas rotas para ayudarlas siempre. Al final, Señor, hablas de la vocación de consagrados, diciéndome que: “hay otros que, por el reino de los cielos, (y solo por él y por amor a ti), se hacen célibes” y somos y vivimos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día
El Párroco
Jueves 15/agosto
La Asunción de la Virgen.
Ap 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab. Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies.
Sal 44. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
1 Cor 15, 20-27a. Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.
Lc 1, 39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los humildes.
Hoy, Señor, has hecho la gran obra grande en tu madre, la has llevado al cielo contigo, por eso también es nuestra fiesta, pues has exaltado, la has elevado, su humildad, y, en ella, has comenzado lo que, al final de los tiempos, todos seremos, al final, la victoria será tuya, pues “último enemigo en ser destruido será la muerte” pero, como dice San Pablo, “primero Cristo…después todos los que son (somos) de Cristo (1 Cor 15, 20-27a), y a tu madre, Señor, la has querido poner en segundo lugar, a una de nuestra raza, y nos la pones como modelo a seguir, la has exaltado porque ella se ha humillado, no así a los poderosos y a los que se creen algo, a esos los “derribas” de sus tronos. Señor, que yo no quiera, para mi, más que, como ella, ser tu esclavo, solo así seré elevado y, solo así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de la humanidad.
El Párroco
Miércoles 14/agosto
Ez 9, 1-7; 10, 18-22. Marca en la frente a los que se lamentan por las acciones detestables de Jerusalén.
Sal 112. La gloria del Señor se eleva sobre los cielos.
Mt 18, 15-20. ”Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano”.
Hoy, Señor, me das unas reglas de oro fundamentales para cualquier comunidad: familia, parroquia, movimiento, etc. Una es la corrección fraterna. Para corregir, que no se trata ni de cotillear ni de criticar, sino de decirnos con sinceridad y amor lo que hacemos mal para solucionarlo. La otra regla, la oración en común porque: “donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Con estas dos reglas de vida toda comunidad avanza y toda comunidad será y caminará feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 13/agosto
Ez 2, 8 — 3, 4. Me dio a comer el volumen, y me supo en la boca dulce como la miel.
Sal 118. ¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!
Mt 18, 1-5. 10. 12-14. ” Los discípulos le preguntaron: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?»… «el que se haga pequeño como este niño, es el más grande en el reino de los cielos…»”.
Es el camino que me enseñas, el de muchos santos, el de tu madre, la más grande en tu reino, lo dices de tantas formas, el que quiera ser el primero ha de ser el último, “como yo que no he venido a ser servido sino a servir”; y el que quiera ser el mayor ha de hacerse el pequeño (“aquí está la esclava del Señor”). No hay otro camino y ¡ay el que escandalice a uno de estos pequeños!, y lo dices teniendo a un niño en medido de corro de tus discípulos. Señor, enséñame a ser el último, a ser un niño que se deja aupar por los brazos de su padre y se sabe protegido por él. Así me dices, también, que Dios es mi Padre, que me quiere tanto que lleva mi nombre tatuado en la palma de su mano, esta sola imagen me da una gran paz y alegría, y me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 12/agosto
Ez 1, 2-5. 24-28c. Era la apariencia visible de la Gloria del Señor.
Sal 148. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Mt 17, 22-27. “Les dijo: «El Hijo del hombre, será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día»”.
Recorrías Galilea con tus discípulos y los instruías con paciencia y cariño. Como a mí, también, cada día, y me dices que la fe en ti, Señor, no me va a quitar ni esfuerzos ni sufrimientos. Tú mismo me das ejemplo, pero, también, me dices que “la muerte no es el final del camino, ni que soy carne de un ciego destino”, sino que, mi final, será terminar en los brazos amorosos y misericordiosos del Padre, y que tú mismo me ayudarás a llevar mis cruces, serás mi cirineo, y que es el camino para ser y vivir, desde ya, feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jn 6,41-51: “El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”.
En la 1ª lectura de hoy, del primer libro de los Reyes (19,4-8), se nos narra que Elías, que comió un pan natural y un agua normal, tuvo fuerza con ese alimento para caminar cuarenta días con sus cuarenta noches, y no era más que una comida y bebida normal. En el Evangelio, tu, Señor, me dices, a pesar de las críticas de los judíos, que eres el verdadero pan bajado del cielo, para terminar, diciéndome que el pan que me vas a dar es tu propia carne, es decir, eres tú mismo, Señor, me anuncias el sacramento de tu amor, la Eucaristía. ¿Que no podré, pues, caminar si ti, Señor, estás en mí, si tú, Señor, ¿eres mi alimento? Señor, que nunca me faltes, así jamás tendré hambre, y, hasta la vida eterna, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 10/agosto
San Lorenzo, diácono y mártir
2 Cor 9, 6-10. Dios ama al que da con alegría.
Sal 111. Dichoso el que se apiada y presta.
Jn 12, 24-26. ”Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto”.
Hablas, con el ejemplo del trigo, de tu propia vida, Señor. Tú, como grano de trigo, has muerto y has dado vida y esta abundante, eterna, y me dices que, como la tuya, ha de ser mi vida de discípulo, como fue la de San Lorenzo, he de morir a mí mismo para dar vida a otros, no amándome a mí mismo más que a los demás, sino sirviendo como tú, que no viniste a ser servido sino a servir y dar la vida por todos, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
8/agosto
Jer 31, 31-34. Haré una alianza nueva y no recordaré los pecados.
Sal 50. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro.
Mt 16, 13-23. ”Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo»”.
Hoy, Señor, es a mí a quien me haces la pregunta de ¿quién eres para mí? y, temblando, he de contestarte, pero no quiero hacerlo con respuestas hechas, de libros, sino que la quiero dar desde mi corazón, por eso tiemblo, pues soy tan débil como aquellos primeros discípulos tuyos, y traicionarte como Judas tantas veces con mi conducta, o negarte, con mis acciones, como Pedro, muchas veces, o abandonarte, excepto Juan, y dejarte solo, cuando me vienen cruces, en el calvario. ¿Quién eres para mí, Señor?, y, aun temblando, te respondo con la frase que llevo en la camiseta este verano, a la que muchos miran y leen, y que dice:” Todo lo puedo en Cristo”, y es así, solo contigo lo puedo todo, ayúdame a ser fuerte, a no traicionarte, ni negarte ni abandonarte, y así responderte, tú lo eres todo para mí, tú eres quien me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Lunes 5/agosto
Jer 28, 1-17. Jananías, el Señor no te ha enviado, y tú has inducido al pueblo a una falsa confianza.
Sal 118. Instrúyeme, Señor, en tus decretos.
Mt 14, 13-21. Alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición y dio los panes a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente.
Gracias, Señor, y aunque es el mismo episodio que hace dos domingos, hoy, por ser el de Mateo, das unos matices distintos. En primer lugar, dice Mateo que “te compadeciste”, hoy también lo haces de tantos como te buscamos, y no porque tenga hambre material sino porque te necesito a ti, tu cuerpo y tu sangre, tu Eucaristía. Y, después, me dice el evangelista algo muy hermoso, y es que, sin necesitarme, quieres necesitarme, me pides que sea yo, con los demás discípulos, quien les dé de comer, “dadles vosotros de comer”. No importa que tenga poco para dar, pues serás tú, Señor, quien hagas el resto, lo importante es que comparta, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 24‐35
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra que Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado» Le replicaron:
«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer “». Jesús les replicó:
«En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron:
Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó:
«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás».
No fue Moisés el que me dio el pan del cielo, sino que eres tú el verdadero pan del cielo, prefigurado en esos pocos panes y menos peces con los que me alimentaste el domingo pasado. Signo por el que me hiciste ver que tu, Señor, ibas a ser mi verdadero alimento. Y, hoy, ya comienzas, claramente, a decirme que tú vas a ser mi verdadero alimento y mi verdadera bebida y que, contigo, ya no tendré hambre pues eres tú, en la eucaristía, mi verdadero alimento y mi verdadera bebida. Señor, que nunca dejes de alimentarme de ti, pues solo comiéndote y bebiéndote es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor
El Párroco
XVII semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 3/agosto
Jer 26, 11-16. 24. Es cierto que el Señor me ha enviado para que os comunique estas palabras.
Sal 68. En el día de la gracia, escúchame, Señor.
Mt 14, 1-12. ”Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista». El rey… ordenó que se la dieran…”.
Solo porque Juan decía la verdad molestó a los grandes del momento, en este caso, sobretodo, a Herodías, compañera de Herodes, pero mujer que era de Filipo, hermano de Herodes, y acabó perdiendo la cabeza, pues le decía a Herodes que no podía estar con la mujer de su hermano. Juan prefirió salvar su alma que perder su vida, como tú muchas veces me has dicho, Juan fue coherente. Señor, que yo lo sea y predique lo que vivo y mi vida vaya acompañada de las obras, pues solo la verdad me hará libre y solo la coherencia entre mi fe y mis obras me hará ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 2/agosto
Jer 26, 1-9. El pueblo se arremolinó en torno a Jeremías en el templo del Señor.
Sal 68. Que me escuche tu gran bondad, Señor.
Mt 13, 54-58. “¿De dónde saca este esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero?”
Señor, gracias por manifestarte en lo sencillo, en débil para confundir al fuerte que dirá san Pablo. Y no creían en ti por que eras solo, a los ojos humanos, el hijo de un carpintero, no eras ni poderoso, ni rico… eras solo el carpintero. Tu mesianismo era de entrega y de servicio, y así has querido a tus colaboradores, a mí, no soy un superhéroe, ni un superhombre, sino un hombre con defectos y limitaciones. Gracias, Señor, así me has querido, y me llamas por el camino del servicio, del trabajo, de la humildad, y me enseñas que ese es el camino para que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jer 18, 1-6. Lo mismo que está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano.
Sal 145. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
Mt 13, 47-53. “Cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestas y los malos los tiran”.
SeSeñor, cuanto me gustaría ser uno de los peces buenos. Hoy, como tantas veces, me vuelves a decir que tú recoges a todos, que solo es al final que separas a los unos de los otros, mostrándome tu gran paciencia. Tenla para conmigo, que pueda cambiar, pues tu voluntad es que todos nos salvemos. Gracias, Padre, por ser tan paciente y querer que me salve, pues así me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 31/jul
Jer 15, 10. 16-21. ¿Por qué se ha hecho crónica mi llaga? Si vuelves, estarás a mi servicio.
Sal 58. Dios es mi refugio en el peligro.
Mt 13, 44-46. ”El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido… lleno de alegría vende todo lo que tiene y compra el campo”.
Cuando uno encuentra un tesoro es capaz de vender todo lo que tiene para adquirir el campo donde se encuentra el tesoro. ¿Eres tú mi tesoro, Señor? Pues por qué me reservo tantas cosas, me da miedo “vender todo”, pensando siempre en el “por si acaso”. Señor, que no me fije tanto en lo que dejo cuanto en lo que obtengo, siempre mucho más pues tú eres el gran tesoro, pues sólo reconociendo esto es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 30/jul
Jer 14, 17-22. Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros.
Sal 78. Por el honor de tu nombre líbranos, Señor.
Mt 13, 36-43. Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos.
Siempre habrá trigo y cizaña, pero, al final tú, Señor, vencerás porque el amor es más fuerte que la misma muerta y, al final, “los justos, ¡ojalá que yo esté entre ellos!, brillarán como el sol en el reino del Padre”, y es que, al final, hasta lo escondido saldrá a la luz, todo se sabrá y llegará, no solo el 101% que ya lo tengo aquí, sino la vida con mayúscula, porque es la vida eterna que me has prometido, y esa esperanza, a la que me llamas, me hará ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Salmo: Dt 32, 18-21. Despreciaste al Dios que te engendró.
Jn 11, 19-27. Creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús y Marta y Marta y Jesús, ¡que hermosa conversación! ¡Qué confianza la de Marta hacia ti, Señor! Hasta te riñe porque no estuviste cuando murió su hermano y te lo echa en cara. Tú, Señor, le pides fe y, al final, le sacas ese hermoso acto de fe que es el mismo que hizo Pedro cuando le preguntaste que quien eras tú para ellos, y te dice Señor, que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios. Al final le dices que tú eres la Resurrección. Yo, con ella, también te digo, hoy, que eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenías que venir y que has venido, el único que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 1‐15
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?»
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
Jn 6,1-15: “Tomó los panes… los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado…”.
Tú, Señor, serás el verdadero alimento, te nos darás todo entero, y para prepararnos, y para decirme lo que quieres de mi, que también yo me de y comparta, aunque sea poco, comienzas con este signo, en el con lo poco que hay, cinco panes y dos peces, que te da aquel muchacho, sin reservarse nada, algo para la cena o pensará que se fuera a quedar sin nada si los daba, tú, Señor, das de comer a cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños, y es que tú no te dejas ganar en generosidad, es lo que hace Eliseo en la primera lectura (2 Re 4,42-44): “dáselo a la gente y que coman, porque así dice el Señor: “comerán y sobrará»”, y este es el milagro que quieres hoy en día, que compartamos, pues aunque sea poco, tú harás el resto, que compartamos como tú haces, que te das por completo, entregándote como el verdadero alimento, que yo, también me dé, haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 27/jul
Jer 7, 1-11. ¿Creéis que es una cueva de bandidos el templo dedicado a mi nombre?
Sal 83. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del universo!
Mt 13, 24-30. “Un nombre sembró buena semilla… mientras dormía, un enemigo fue y sembró cizaña…”.
Hoy me hablas, Señor, de la paciencia que tienes para conmigo, para con todos, quieres que todos nos salvemos y lleguemos al conocimiento de la verdad, pero, mientras, la cizaña está ahí, pero tu, Señor, esperas, pacientemente, a que dé fruto. Al final el amor se impondrá, pues tú, Señor, has vencido al pecado y a la muerte, y es que la única revolución posible, aunque parezca lenta, es la del amor, al final harás que, “LOS JUSTOS BRILLEN COMO EL SOL EN EL REINO DE TU PADRE, y es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 26/jul
San Joaquín y Santa Ana.
Jer 3, 14-17. Os daré pastores, según mi corazón; y todas las naciones se incorporarán a Jerusalén.
Salmo: Jer 31, 10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Mt 13, 18-23. El que escucha la palabra y la entiende, ese da fruto.
Gracias, Señor, por explicarme tu parábola del sembrador. En ella me dices que Dios Padre es el que siembra y que la tierra buena, donde da fruto la semilla sembrada por Dios, es la que escucha esa palabra sembrada y la entiende, y entenderla es hacerla mía, y, hacerla mía, es vivirla. Hoy, además, la Iglesia ha querido dedicar el día a los abuelos, ¡ojalá entendamos que ellos son unos de tus preferidos, Señor!, y que mostrarles el cariño es devolverles todo lo que, antes ellos, han hecho por nosotros, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de los abuelos.
El Párroco
Jueves 25/jul
Santiago, Apóstol, patrón de España.
Hch 4, 33; 5, 12. 27-33; 12, 2. El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.
Sal 66. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
2 Cor 4, 7-15. Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte
de Jesús.
Mt 20, 20-28. ”Se acercó… la madre de los hijos de Zebedeo… para hacerle una pregunta…:«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda»”.
En esta mujer, que no hizo más que lo que hubiera hecho cualquier otra, veo a la mía, por ejemplo, al pedirte lo mejor para sus hijos. Pero no sabía ni lo que pedía ni de qué naturaleza es tu reino. Los demás apóstoles se enfadan, pero no con sana intención, sino porque los Zebedeos se han adelantado a lo que ellos mismos deseaban, y es que, no los elegiste, como a mí, por ser santos, pero si para ponerme en camino hacia la santidad. Ojalá que hoy haya aprendido, como ellos lo hicieron, a prepararme a beber tu cáliz y a ser como tú, que “no has venido a ser servido sino a servir y a dar tu vida”, porque, además, es el único camino para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de España.
El Párroco
Miércoles 24/jul
Jer 1, 1. 4-10. Te constituí profeta de las naciones.
Sal 70. Mi boca contará tu salvación.
Mt 13, 1-9. ”Salió el sembrador a sembrar…”.
El sembrador del que habla la parábola es tu Padre Dios y la semilla eres tú, la Palabra hecha carne, y quieres que de fruto, para eso, como decías ayer, he de estar unido a ti, y depende de mi disposición. Señor, que no sea tierra que está al borde del camino, donde todo lo que sale no puede crecer porque es tierra mala y no puede echar raíces, ni sea tierra pedregosa, corazón de piedra, ni terreno de abrojos, llevado por las preocupaciones del mundo y no por ti. Señor, hazme tierra buena regada con tus sacramentos y abonada con tus enseñanzas, y quita toda piedra y abrojos que haya en mi para que te escuche, guarde todo en mi corazón y lo haga vida en mi y, así, ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 23/jul
Santa Brígida, patrona de Europa.
Gal 2, 19-20. Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí.
Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.
o bien: Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Jn 15, 1-8. El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante
Y me pones un ejemplo claro, el de la vid, tú, y los sarmientos, uno de ellos soy yo, pero que he ir junto a los demás, porque con los demás formamos la única iglesia, es la iglesia sinodal que querías tú, Señor, y la que me recuerda el Papa Francisco: “hemos de caminar juntos”. Todos juntos, unidos, amándonos, y todos unidos a ti, Señor, para poder dar fruto y que éste sea abundante, porque sin ti ni nada va puedo, ni nada soy, y contigo todo lo puedo y, además, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 22/jul
Cant 3, 1-4b. Encontré al amor de mi alma.
o bien: 2 Cor 5, 14-17. Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.
Sal 62. Mi alma está sedienta de ti, Dios mío.
Jn 20, 1-2. 11-18. «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto»
Hoy el evangelio es el encuentro con la Magdalena, que angustia la de esta mujer, no encontrar a su Señor. Que yo no te pierda, y, menos, por el pecado, y te descubra cuando pronuncias mi nombre y te responda como ella: «¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!», porque solo contigo soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. A punto de embarcar, esta tarde ya en San José.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 30‐34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.
----------
Mc 6,30-34:”Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco…
Era tan agotador tu día que necesitabas de estar a solas con el Padre y quisiste que eso lo aprendieran tus discípulos, por eso hoy, como a ellos, me llevas para que, contigo, este a solas. Pero el amor a la gente te pierde, y como, al desembarcar, te esperaban tantos, te dio lástima porque estaban, yo también muchas veces, como ovejas sin pastor, y comienzas a enseñarles, y a enseñarme, muchas cosas. Gracias, Señor, pues soy oveja tuya, pero, también, me has querido pastor y me enseñas que todo descanso ha de ser para tus ovejas. Estoy haciendo mi rato de oración frente a un crucifijo, réplica del que lleva el Papa, como cruz pectoral, y me dices que he de oler, como buen pastor, a ovejas. Señor, ayúdame a serlo, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
XV Semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 20/jul
Miq 2, 1-5. Desean los campos y se apoderan de las casas.
Sal 9. R. No te olvides de los humildes, Señor.
Mt 12, 14-21. ”Al salir Jesús de la sinagoga, los fariseos planearon el modo de acabar con él”.
¿Por qué quieren acabar contigo, Señor? Por darles de comer panes y peces, por abrir los ojos a los ciegos, o curar a los leprosos, por hacer oír a los srdos y andar a los paralíticos, por anunciarme el año de gracia, del amor y de la misericordia y decirme que soy hijo amado del Padre. Y, sin embargo, como ellos, con mi conducta, también yo, muchas veces, quieren deshacerme de ti, vivir sin ti. Gracias, Señor, por tantas veces como me has sanado, que no te abandone. Gracias, Señor, porque eres mi alimento, mi Salvador, el Hijo de Dios hecho hombre. Porque eres mi camino que me lleva a la verdad, y, así, alcanzaré la vida eterna, porque me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de nuestra Señora.
El Párroco
Viernes 19/jul
Is 38, 1-6. 21-22. 7-8. He escuchado tu plegaria y visto tus lágrimas.
Salmo: Is 38, 10-16. Tú, Señor, detuviste mi alma para que no pereciese.
Mt 12, 1-8. “Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificios” no condenaríais a los inocentes”.
Que dado somos, soy, al cumplimiento estricto de la ley y dejo de poner en su cumplimiento el espíritu y el corazón. Tú, Señor, por el contrario, me dices que estás por encima de todo sábado y me enseñas que todos los días son buenos para amar, porque lo que tú quieres es el amor y la misericordia, que no son más que las caras de una misma moneda y que en ellos están todo el cumplimiento de la ley, no hay nada más. Por eso, hoy, vuelvo a pedirte me des un corazón de carne, y no este, muchas veces, de piedra, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día
El Párroco
Jueves 18/jul
Is 26, 7-9. 12. 16-19. Despertarán jubilosos los que habitan en el polvo.
Sal 101. El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Mt 11, 28-30. Soy manso y humilde de corazón.
Buenos días: otro más sigo reflexionando, a la par que la XIII Asamblea de los Equipos de Ntra. Señora, el evangelio hilo conductor (Lc 24,13-35).
Hoy hay una hermosa invitación que es ofrenda, que le hacen a Jesús aquellos discípulos: “Quédate con nosotros”, le ofrecen lo que tienen, su casa y su comida. Hoy, también yo, quiero ofrecerte Señor lo que tengo con esa hermosa oración que se recoge en el ritual de misa al llegar a la ofrenda: ”para que, llevando al altar los gozos y las fatigas de cada día, nos dispongamos a ofrecer…”, pero, al final, como siempre, eres tú quien te me das. Hasta aquí me has dado a comer de tu palabra, explicándome todo lo que en ellas hablan de ti, después, te me darás en la eucaristía. Me has iluminado con tu palabra, por eso, una vez que te he escuchado, no puedo permanecer igual, pues mi “corazón arde” y dejo mi fragilidad, pero también mi fortaleza que es tuya, y los gozos y las penas, también las alegrías, y, después de tanto como me has dado, no puedo más que ofrecerte, es tan poco lo que tengo, pero sobretodo, “mi corazón contrito y humillado pues tú no lo desprecias”, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día
El Párroco
Miércoles 17/jul
Is 10, 5-7. 13-16. ¿Se enorgullece el hacha contra quien corta con ella?
Sal 93. El Señor no rechaza a su pueblo.
Mt 11, 25-27. Has escondido estas cosas a los sabios y se las has revelado a los pequeños.
Si ayer fue el día de la fragilidad, hoy es el de la iluminación. Jesús, como hizo con los discípulos de Emaús, se pone a mi lado y después de escúchame, que importante es la escucha, también del otro, me ilumina con la palabra. Nos dice Lucas que (24,13-35):
”les explico lo que se refería a él en todas las escrituras”, todavía no se han dado cuenta quién es el acompañante, como yo tan preocupado de mis cosas tampoco te veo muchas veces, pero es tiempo de guardar silencio y escucharte, Señor, para que, como a ellos, me abras mi entendimiento: “qué necio y torpe eres Rafael”, para que caiga tu palabra, como buena semilla, en mi, para que empape y calé en mi corazón, para que me despiertes del letargo en el que muchas veces me encuentro y que “la decepción sea sustituida por la esperanza” de un nuevo comienzo, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 16/jul
Is 7, 1-9. Si no creéis no subsistiréis.
Sal 47. Dios ha fundado su ciudad para siempre.
Mt 11, 20-24. El día del juicio les será más llevadero a Tiro, a Sidón y a Sodoma que a vosotras.
Buenos días:
Difícil va a ser estos días poderos mandar mi reflexión, estoy en Turín, en el XIII encuentro Internacional de los Equipos de Ntra. Señora y la jornada es agotadora. Estoy escribiendo a las 6,30 h. (a.m), pero no lo mandaré hasta más tarde.
El lema de la jornada es “vayamos con el corazón ardiente” y será unas reflexiones en torno al evangelio de Lucas 24,13-35, el Camino de Emaús. Este primer día girará en torno a la FRAGILIDAD, ¡cuantas veces, como aquellos discípulos, me encuentro así, frágil, roto, hasta que se me acerca Jesús y me pregunta:”¿que conversación es la que tenéis mientras vais de camino?” Señor, que me abra a ti, que deje en ti todas mis fragilidades para cambiarlas, y cambiar mi corazón en “un corazón ardiente”, capaz de cambiar a los que me rodean, así seré y viviré feliz. X todos y por todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 7‐13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió:
«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos».
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y os curaban.
Como hoy que, también, nos eliges y nos envías juntos, sinodalmente, y, como entonces, con total autoridad. Y no nos eliges por méritos propios, pues, como Amós, yo también puedo decir:”no soy profeta ni hijo de profeta”, él era pastor y cultivador de hijo, yo un licenciadillo en derecho, pero me elegiste porque quisiste, y, como entonces me envías a realizar tus mismas acciones y con tu misma autoridad, a predicar, a convertir corazones, a expulsar a los espíritus malignos y a sanar enfermos y, para ello, cuento que “he sido marcado con el sello del Espíritu Santo”. Gracias, Señor, porque tu elección me ha hecho ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 13/jul
Is 6, 1-8. Yo, hombre de labios impuros, he visto con mis ojos al Rey, Señor del universo.
Sal 92. El Señor reina, vestido de majestad.
Mt 10, 24-33. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo.
El Párroco
Viernes 12/jul
Os 14, 2-10. No llamaremos ya «nuestro Dios» a la obra de nuestras manos.
Sal 50. Mi boca proclamará tu alabanza.
Mt 10, 16-23. ” No seréis vosotros los que habléis, sino que el espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros”.
El Párroco
Jueves 11/jul
San Benito, Abad.
Prov 2, 1-9. Abre tu mente a la prudencia.
Sal 33. Bendigo al Señor en todo momento.
o bien: R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.
Mt 19, 27-29. ”Todo el que por mí deja… recibirá cien veces más y heredará la vida eterna”.
Gracias, Señor, por la promesa que me haces de darme cien veces más ya aquí, y, después, la vida eterna, por dejar cosas por ti y seguirte. Y con el hermoso soneto, que parece ser anónimo, te digo: “No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido”, que es lo que me prometes en el evangelio de hoy, “Vida eterna”, y aunque sea una promesa alentadora, quisiera, y vuelvo al soneto, que lo que me moviera, a seguirte, fuera: “tu amor, y en tal manera que aunque no hubiera cielo, yo te amara…” pues, “no me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera”, y seguiría siendo y viviendo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 10/jul
Os 10, 1-3. 7-8. 12. Es tiempo de consultar al Señor.
Sal 104. Buscad continuamente el rostro del Señor.
Mt 10, 1-7. ” Estos son los nombres de los doce apóstoles:…”.
Y, desde entonces, sigues llamando a muchos otros, porque, sin necesitarnos, quieres de hombres y mujeres que, como entonces, tengan tu misma autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia. Uno de esos llamados somos nosotros, soy yo, y me llamas para que vaya y proclame que tu reino ha llegado ya, recordándoles que “han de buscar continuamente tu rostro… y las maravillas y los prodigios que hiciste y sigues haciendo” para que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.
El Párroco
Os 8, 4-7. 11-13. Siembran viento, cosecharán tempestades.
Sal 113. Israel confía en el Señor.
Mt 9, 32-38. ”La mies es abundante, pero los obreros son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies”.
Al Señor de ella, no he de olvidar que la mies es tuya, por eso hay que rogarte a tí porque tuya es la gloria, porque tuyo es el poder, porque, además, eres tú el más interesado en que no se desperdicie tu mies y se pierda en el suelo por falta de obreros que te la recojan. Señor, envíanos obreros, para que anuncien tu reino, pero obreros con ganas de trabajar, de servir y amar, así muchos te conozcan y te sigan, así, todos, seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 8/jul
Os 2, 16. 17b-18. 21-22. Me desposaré contigo para siempre.
Sal 144. El Señor es clemente y misericordioso.
Mt 9, 18-26. ”Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano y ella se levantó”.
Señor, hoy, te pido me cojas de la mano para que, como la niña, me levante y ande. Para que abandone todo lo antiguo pues tú haces, cada día, nuevas todas las cosas, para que abandone todo aquello que no me da vida, todo lo que me ata al pecado y a la vida vieja y renazca cada día contigo a la vida nueva y reducida. Sólo necesito fe y pedírtelo, ni siquiera, solo acercarme, aunque sea por detrás, y, como la mujer que sufría flujos de sangre, tocarte la orla del manto, sabiendo que, además, yo no te toco solo la orla sino todo entero en el sacramento de la eucaristía, y, así, poder oír de labios: ”¡Ánimo, hijo! Tu fe te ha salvado”, así, me harás ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 1‐6
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
«¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?». Y se escandalizaban a cuenta de él.
Les decía:
«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa».
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe.
Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.
-------------
Mc 6, 1-6: “¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros…? ¿No es este el carpintero, el hijo de María…”.
No hay nada más hermoso que te reconozcan por lo que haces más que por lo que dices. Esa, Señor, es tu autoridad que predicas lo que vives, que no eres alguien que habla por hablar. Pero, tu palabra, está envuelta en formato humano, eres como los demás, esa es tu grandeza, pero, eso mismo sirve de rechazo a algunos de los que te escuchan: “¿no eres el carpintero, el hijo de María…? Es lo mismo que muchos decimos de otros: Que me va a enseñar este o aquel, yo soy más listo, tengo más estudios, más don de gente…, y como a ti, tampoco yo sé reconocer a quienes me envías para que me acerquen a ti, si, a esa mujer mayor que me muestra cómo se ha de rezar, o a aquel joven que tiene tanta caridad con los demás…” También como ellos soy de dura cerviz y de corazón obstinado”. Y no descubro que es en la debilidad donde tú me muestras tu fortaleza, que: «me basta tu gracia…» y es en ella y con ella donde seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 6/jul
Am 9, 11-15. Repatriaré a los desterrados de mi pueblo y los plantaré en su tierra.
Sal 84. Dios anuncia la paz a su pueblo.
Mt 9, 14-17. ”No se echa vino nuevo en odres viejos”.
El Párroco
Jueves 4/jul
Am 7, 10-17. Ve, profetiza a mi pueblo.
Sal 18. Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
Mt 9, 1-8. ”Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo!, tus pecados te son perdonados»”.
El Párroco
Miércoles 3/jul
Santo Tomás, apóstol.
Ef 2, 19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Jn 20, 24-29. "Trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente». Contestó Tomás:«¡Señor mío y Dios mío"
¡Cuánto me hubiera gustado ser Tomás!, no por falta de fe sino porque ha palpado y tocado tus heridas, yo, te las hubiera querido tocar para curártelas. Pero aun, hoy, sé que te las puedo curar cada vez que realizo un acto de amor. Señor. Que no dude, hoy me llamas bienaventurado por creer sin haberte visto, y, como santo Tomás, haga ese acto de fe:¡Señor mío y Dios mío!, pues sólo poniendo mi confianza en ti es como soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 2/jul
Am 3, 1-8; 4, 11-12. El Señor Dios ha hablado, ¿quién no profetizará?
Sal 5. Señor, guíame con tu justicia.
Mt 8, 23-27. ”Se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron diciéndole: «¡Señor, sálvanos, que perecemos!»”.
El Párroco
Lunes 1/jul
Am 2, 6-10. 13-16. Pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los pobres.
Sal 49. Atención los que olvidáis a Dios.
Mt 8, 18-22. Sígueme.
Hoy es la invitación que haces a muchos, y a mi cada día, porque la llamada no fue de una vez para siempre, sino que es un continuo decirte:”aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”, también hoy. Cada día he de renovar tu llamada, como la Apocalipsis, he de volver a mi primer amor, dándome en los hermanos, como estos días con la Hospitalidad de Lourdes, poniendo mi respuesta a los pies de María, haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 5, 21-43
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
«Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».
Se fue con él y lo seguía mucha gente.
Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?».
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
«No temas; basta que tengas fe».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo:
«¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).
La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
Mc 5,21-43: ”Contigo hablo, niña, levántate”.
Y esto hoy me lo dices a mi, que me levante y viva, que no esté postrado pues has quitado todas las losas que había sobre mí y me has dado vida nueva, que ya soy nueva criatura, que me has redimido con tu muerte de todos mis pescados, del hombre viejo, ya eres un hombre nuevo y he de levantarme para comunicárselo a los demás y, como dice San Pablo he de sobresalir en obras de Caridad. Esa es la vida nueva que quieres en mí para que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 29/jun
Santos Pedro y Pablo.
Hch 12, 1-11. Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes.
Sal 33. El Señor me libró de todas mis ansias.
2 Tim 4, 6-8. 17-18. Me está reservada la corona de la justicia.
Mt 16, 13-19. Él les preguntó: “«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo»”.
Señor, que, como Pedro, también yo te responda, sin titubeo ninguno, hoy y siempre “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo”, y, como él, esté dispuesto a dar mi vida, día a día por ti. Para eso, Señor, te pido lo que dijo Pablo de él mismo:”que me des fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje”, es mi misión, para eso me has llamado, esta es mi misión, no otra, y así un día pueda decir, también cómo Pablo: ”He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe”, y, mientras tanto poder decir que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Pidamos por el Papa y hoy, especialmente, por nuestra Diócesis de Mérida-Badajoz.
El Párroco
Viernes 28/jun
2 Re 25, 1-12. Fue deportado Judá lejos de su tierra.
Sal 136. R. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
Mt 8, 1-4. ”Se le acercó un leproso, se arrodilló, y le dijo: «Señor, si quieres, puedes curarme»… lo tocó diciendo :«Quiero…».
Gracias, Señor, por abajarte a mí y tocar mis miserias, por extender tus manos hacia mí y quitarme todas mis lepras. Señor, que, como él leproso, yo también me arrodillé y te reconozca como el Mesías y te pida, hoy y siempre, con confianza:”si quieres…”, yo sé que tú puedes y me concederás lo que, con fe. te pida, pero no me mandes callar, pues no puedo más que gritar a los cuatro vientos todo lo que has hecho y haces por mi cada día, y decirle a todos que, por ti, soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 27/jun
2 Re 24, 8-17. Llevó deportados a Babilonia a Joaquín y a todos los hombres pudientes.
Sal 78. Por el honor de tu nombre, Señor, líbranos.
Mt 7, 21-29. La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
Desde ayer tarde, 20,00 h, salíamos un gran grupo, cerca de 150 personas, hacia Lourdes, en lo que antes se llamaba el “tren de la esperanza”, era el medio en que se viajaba, con la Hospitalidad Diocesana de Lourdes. Peregrinos, voluntarios y enfermos, estos últimos son los principales, y viajamos para construir nuestra casa (nuestras personas) sobre la Roca, que es Jesús, y lo hacemos por el atajo más corto, la madre. Los demás, sobre todo los voluntarios, vamos para hacer la vida más agradable a los enfermos, y ser y vivir todos, al menos unos días, felices y fraternos. A todos os pondré a los pies de María. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 26/jun
2 Re 22, 8-13; 23, 1-3. El rey leyó al pueblo las palabras del libro de la Alianza hallado en el templo del Señor, y, en presencia del Señor, estableció la alianza.
Sal 118. Muéstrame, Señor, el camino de tus decretos.
Mt 7, 15-20. ”Cuidado con los profetas falsos: se acercan con piel de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”.
Los profetas eras aquellos que debería encargarse de cuidar de tu pueblo y hablar en tu nombre, pero, algunos, tenían doble vida, eran los falsos, con una cara hacia la galería, y otra cuando nadie los veía. No eran buenos pastores, sino asalariados y ladrones. Y a ti, Señor, que poco te agradan aquellos que van con doblez y engaños. Señor, que sea pastor y bueno, y como dice el Papa Francisco, que huela a ovejas porque estoy con ellas, las cuido y las mimo. Sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 25/jun
2 Re 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36. Yo haré de escudo a esta ciudad para
salvarla, por mi honor y el de David.
Sal 47. Dios ha fundado su ciudad para siempre.
Mt 7, 6. 12-14. Lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo con ellos.
Que regla más sencilla de entender me das hoy, hasta por puro egoísmo me convendría vivirla. Que regla más lógica, pero ¿por qué no la hago vida? Si todos, yo, al menos, si deseo que los demás me quieran y me transen bien, entonces, Señor, ¿por qué no hago yo esto mismos con los demás, sean del grupo que sean y piensen distinto a mi? Tú quieres la unidad que no la uniformidad. Señor, dame un corazón sencillo y transparente, capaz de amar a todos y hacer el bien sin mirar a quien, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 24/jun
Is 49, 1-6. Te hago luz de las naciones.
Sal 138. Te doy gracias porque me has escogido portentosamente.
Hch 13, 22-26. Juan predicó antes de que llegara Cristo
Lc 1, 57-66. 80. Juan es su nombre
“El mayor, dirá el mismo Jesús, nacido de mujer”, rodeado su nacimiento de aconte-cimientos sobrenaturales, pues nace de mujer anciana y estéril, pero, “para ti, Padre, nada hay imposible” y le ponen por nombre Juan, “el que está lleno de gracia de Dios” y, en este caso, está claro que desde antes de nacer, pues al oír Isabel el saludo de María (en la escena de la Visitación) nos dice Lucas que “la criatura saltó en su vientre”. Pero todos somos juanes, pues como dice Isaías, tú, Señor, “me llamas desde el vientre materno”, y me llamas para “ser luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”. Esta es mi misión, y es cumpliéndola que seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día Diocesano.
El Párroco
Mc 4,35-41: “Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»… dijo al mar:«¡Silencio, enmudece!». Y el viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo:…«¿Aún no tenéis fe»”.
;;Y es que yo, como ellos, pongo mi confianza en mi en lugar de poner la barca de mi vida en tus manos, para que, tú mismo, Señor, seas el timonel y así lleves la barca de mi vida a buen puerto. No estás dormido, solo esperas que te pida, que te invoque, estás deseándolo, y a pesar de las dificultades, que no me faltarán, tú, Señor, las solventaras todas, porque tú tienes el poder de hacerlo y, como entonces, la fuerte tempestad la convertirás en brisa, en bonanza, y podré responder, a la pregunta que se hicieron ellos sobre ti de “¿quién es este?”, eres el Hijo de Dios, que actúas con su mismo poder, quien me has traído la buena noticia, el que has muerto por mi y, también, por mi has resucitado, el que me haces vivir como criatura nueva, haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 22/jun
2 Cron 24, 17-25. Zacarías, a quien matasteis entre el santuario y el altar.
Sal 88. Le mantendré eternamente mi favor.
Mt 6, 24-34. ”No os agobiéis por el mañana, porque el mañana tiene su propio agobio”.
Palabras sabias, y que pocas veces les hago caso, cuanta verdad dices en ellas, Señor. Y me paso la vida pensando que voy a hacer al siguiente, proyectando grandes acciones sin tener en cuenta que del futuro no soy dueño, y el pasado ya se ha ido. Sólo es el presente el que está en mis manos y, siempre, contando con tu gracia. Señor. Que no me agobie, que no me preocupe de lo que he de hacer, sino que sólo me ocupe en lo que he de hacer, poniéndolo todo en tus manos, porque yo sólo puedo proponer, yo sólo puedo querer pero eres tú, y sólo tú, Padre, quien dispones, yo sólo puedo querer, pero sólo tú eres quien puedes, y, esto, el estar en ti, y poner todo en tus manos, es lo que hizo María, y es lo que me hacer ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 21/jun
2 Re 11, 1-4. 9-18. 20. Ungieron a Joás y gritaron: «¡Viva el rey!».
Sal 131. El Señor ha elegido Sion para vivir en ella.
Mt 6, 19-23. Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.
¿Dónde está mi corazón? De pequeño té recitaba aquella hermosa oración que decía:”Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi corazón, tómalo, tuyo es, mío no”, hoy, soy mayor pero te la vuelvo a decir desde mi interior. Señor, que no ponga mi corazón en las cosas mundanas, sino sólo en ti, mi tesoro, por el que merece la pena vender todo para conseguirte a ti, no poniendo mis ojos en lo vendido sino en lo que consigo con ello, a ti, y contigo la vida eterna. Tú eres, pues, mi tesoro, el único que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves 20/jun
Eclo 48, 1-14. Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo se llenó de su espíritu.
Sal 96. Alegraos, justos, con el Señor.
Mt 6, 7-15. Vosotros orad así.
"Cuando vayas a orar, entra en tu aposento y allí en lo escondido…”, me decías ayer, en el tú a ti con tu Padre Dios. Él ve en lo íntimo. Y, hoy, me dices, que no me hacen falta usar muchas palabras, pues no es por hablar mucho que me atiendes sino por poner en ellas mi corazón, que ya decía Santa Teresa, “que no lo llamo oración por mucho que menees los labios”, o tú mismo, que le reprochas al pueblo, diciéndole, “este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi”, para decirme, como conclusión, “tú ora así”, pero ora con todos, por eso lo dices en plural: “vosotros…”, pues, como dice un hermoso himno de laudes: «Allí donde va un cristiano no hay soledad, sino amor, pues lleva toda la Iglesia dentro de su corazón. Y dice siempre "nosotros", incluso si dice "yo"», enseñándonos la oración de los hijos:”Padre nuestro…”, que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 19/jun
2 Re 2, 1. 6-14. De pronto, un carro de fuego los separó, y subió Elías al cielo.
Sal 30. R. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
Mt 6, 1-6. 16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.
¡Qué gran lección me das hoy, Señor! Me dices que todo lo que haga sea solo por y para ti, ningún signo que hiciste fue para conseguir el aplauso de la gente sino por el hacerle bien a quien te lo solicitaba. Cuantas veces yo, Señor, voy buscando solo la vanagloria y el alago de los demás. Señor, quita de mi toda soberbia, que todo lo haga desde lo secreto y escondido, así sólo tú lo sabrás porque, así y todo, tú conoces y sabes lo que hay en mi interior y tú sabrás recompensarme, y así, haciendo las cosas por y para ti, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 18/jun
1 Re 21, 17-29. Has hecho pecar a Israel.
Sal 50. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Mt 5, 43-48. ”Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen”.
Señor, me pides algo imposible, y, oigo que me dices: no, lo que te pido es difícil, pero imposible, no. Mírame a mi, yo lo he hecho, he amado y he rezado por los que me han clavado en la cruz. Si, pero, es que tú, eres Dios, si, pero, es que yo, soy hombre. Es difícil, no imposible, además, cuentas con mi gracia. Es la ley llevada a su verdadero cumplimiento. Y si esto es así, ¿te será más fácil amar a los amigos?. Esto es lo que tú quieres, Señor, para toda comunidad cristiana, aunque piensen de otra forma, porque no tienen que pensar como yo, tienen que pensar como ellos, esa es la unidad, no la uniformidad, querida por ti, y los he de amar porque los ama nuestro Padre del cielo, los tengo que amar porque son mis hermanos, y esto me hará ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 17/jun
1 Re 21, 1-16. Nabot ha sido lapidado y está muerto.
Sal 5. Atiende a mis gemidos, Señor.
Mt 5, 38-42. Yo os digo que no hagáis frente al que os agravia.
Todo lo que dices en este capítulo hay que mirarlo desde el cumplimiento de la ley del amor. Es difícil lo que pides, pero es el camino. No quieres peleas e insultos, quieres paz y reconciliación. Me pides el amor llevado a las últimas consecuencias y no sólo al que me haga el bien, eso lo hace cualquiera. Tú, Señor, quieres que ame a todos, también al que me agravia, es tu mismo ejemplo: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”, y, a mi, que no soy bueno, tienen más motivos para agraviarme, pero a ti, ¿que eres el único santo e inocente, qué motivo tenían?ninguno. Señor, enséñame a amar, pues sin amor nada me sirve de nada, pero con amor soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día
El Párroco
En aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega». Dijo también:
«¿Con qué compararemos el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
----------
Mc 4,26-34:”Es la semilla más pequeña… y se hace más alta que las demás hortalizas”.
Así explicabas, y hoy también, a los que te escuchan como es tu Reino, en parábolas, adaptándote a nuestro entender, aunque, después, a tus discípulos nos lo explicas todo en privado. Y me dices que tú Reino es algo sencillo y pequeño y que se siembra en mí con la predicación, que importante es esta, y que su crecimiento no depende de mí sino de ti, que cuento con tu gracia. Y que, lo que comenzó siendo pequeño, la fe que recibí desde mi bautismo, va creciendo, basta con acoger tu mensaje en mi corazón y, así, podré hacerme árbol frondoso que acoja a todos aquellos que se me acerquen y, así, llevarlos a ti m, al sembrar, en ellos, tu mensaje, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
X semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 15/jun
1 Re 19, 19-21. Eliseo se levantó y siguió a Elías.
Sal 15. Tú eres, Señor, el lote de mi heredad.
Mt 5, 33-37. ”Que vuestro hablar sea si, si, no, no…”.
La sinceridad y la coherencia ha de ser la norma básica de mis palabras, por eso ha de bastar decir si o no, basta de falsedades y adulaciones para quedar bien ante otros, tampoco he que reforzar lo dicho con juramentos. Siempre ha bastado la palabra dada. Hoy parece no estar de moda, y se dice una cosa mientras se hace la contraria, que lástima. Antes, y así ha de seguir siendo, lo que se decía se cumplía, la palabra dada era, y ha de seguir siendo, ley. Señor, que me baste decir “te quiero” para quererte y ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 14/jun
1 Re 19, 9a. 11-16. Permanece de pie en el monte ante el Señor.
Sal 26. Tu rostro buscaré, Señor.
Mt 5, 27-32. ”No cometerás adulterio”.
Señor, tú queréis que el amor humano sea como el tuyo, para siempre. Pero el amor de verdad, el que describe San Pablo en su carta a los Corintios, el que no pasa nunca, no al que nosotros, muchas veces, llamamos amor y que no es más que sexo o sucedáneos. El amor que tú quieres para la pareja es como el tuyo, comprensivo que explicabas con paciencia y servicial, hasta el punto de lavar los pies de tus discípulos, el de ser el esclavo de los demás, que no se jacta ni es orgulloso… y disculpa sin limites, como tú en la cruz que perdonas a los que te están clavando en ella, el amor que lo soporta todo, ese es el amor que no pasa nunca, y ese es el que quieres para la pareja, y, si se aman así, sólo tendrán ojos para su mujer o su marido, no desearán más que a su mujer o su marido, y se amarán siempre, hasta que la muerte, y más allá de la muerte, los separe, y serán y vivirán felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves 13/jun
San Antonio de Padua.
1 Re 18, 41-46. Rezó Elías, y el cielo dio la lluvia.
Sal 64. Oh, Dios, tú mereces un himno en Sion.
Mt 5, 20-26. ”Si cuando vas a presentar tu ofrenda… te acuerdas… de que tu hermano tiene quejas contra ti… vete primero a reconciliarte…”.
Esa es la plenitud de la ley de la que me hablabas, Señor, ayer, el amor y el perdón como las dos caras de la misma moneda. No puedo amar a Dios a quien no veo, rezar rosarios y novenas, y otras muchas devociones y hasta golpearme el pecho (cosas que en si no son malas) sino amo a mi hermano al que veo. Que hermosa es una de las municiones al Padre nuestro, que pocas veces la usamos los sacerdotes: «antes de participar en el banquete de la eucaristía, “signo de reconciliación y vínculo de unión fraterna» recemos como el Señor nos ha enseñado” ¿no es lo que hoy me pides, Señor? Ve a reconciliarte primero…, porque sólo así seré y viviré. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 12/jun
1 Re 18, 20-39. Que este pueblo sepa que tú eres Dios y que has convertido sus corazones.
Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Mt 5, 17-19. ”No he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud”.
Esa fue la respuesta que le diste, Señor, al letrado que se te acercó preguntándote sobre cuál era el mandamiento principal, y, en ese mandamiento, está el resumen de todo lo que dice la Ley (Moisés) y lo que dijeron los profetas: “Escucha Israel,… amarás a Dios… y al prójimo”, en este mandamiento está la plenitud y en este mandamiento se resume toda Ley y todo profetísmo, y tú, Señor, has venido a dar plenitud, que no es otra que el amor sin tapujos, con obras y de verdad, y, sólo amando, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 11/jun
San Bernabé.
Hch 11, 21b-26; 13, 1-3. Era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe.
Sal 97. El Señor revela a las naciones su justicia.
Mt 5, 13-16. ”Vosotros sois la sal de la tierra…vosotros sois la luz del mundo…”.
Sal para preservar esta tierra del tanto mal como la acosa y darle un buen sabor, además de alegría. Y luz para alumbrar a todos y llevarlos hasta ti, Señor, única luz que ilumina a este mundo tan en penumbra tantas veces. Hoy te pido, Señor, que no me olvide que esta doble misión me la pides hoy, como a tus apóstoles entonces, a mí, como seguidor tuyo que soy, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 10/jun
1 Re 17, 1-6. Elías sirve al Señor, Dios de Israel.
Sal 120. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Mt 5, 1-12. ”Jesús… abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados…»”.
Y cambias los valores, Señor, y llamas bienaventurados a quienes, según nuestros valores, llamaríamos infelices. Y es que, la felicidad, consiste en estar contigo, y aunque sea insultado, perseguido, o calumniado, he de alegrarme y regocijarme porque mi recompensa serás tú, será estar contigo, será ganar la vida eterna, lo que me hace ser y vivir, ya aquí y ahora, con persecución, feliz. X todos y x todo y x tanto. Bienaventurado día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 20-35
En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. En vedad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Mc 3,20-35: ”Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios…”.
Hoy, Señor, nos cuenta Marcos que hay mucha gente escuchándote, y otros que te buscan, algunos no con muy buenas intenciones, así los que te creen fuera de sí o que estás endemoniado, otros sí que te buscan bien intencionados, para que descanses y porque quieren oírte y estar contigo, tu madre entre ellos. Y es, aprovechando esta ocasión, que me llamas y me dices que soy de tu familia, ya no son sólo familiares tuyos por razón de la sangre, sino que lo soy si cumplo la voluntad de nuestro Padre Dios, entonces si soy tu hermano y tu hermana y tu madre. Señor, que mi vida no tenga otra razón de ser que la de cumplir su voluntad, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
IX semana del Tiempo Ordinario.
Sábado 8/jun
Inmaculado Corazón de María.
2 Tim 4, 1-8. Cumple tu tarea de evangelizador. Pues yo estoy a punto de ser derramado en libación y el Señor me dará la corona de la justicia.
Sal 70. Mi boca contará tu salvación, Señor.
Lc 2, 41-51. ”Su madre conservaba todo esto en su corazón”.
Ayer, fiesta del Corazón de Jesús, en su corazón, órgano al que le atribuimos el amor, traspasado por la lanza, nos daba, en prueba de su amor, hasta la última gota de su sangre. Gracias, Señor. Hoy, el evangelista Lucas, nos dice que María conservaba todo en su corazón, pero no para guardárselo, sino para una vez lleno de amor, rebosarlo, y, así, darnos lo que en él tiene, y todo lo que hay en él no es más que amor, que a Dios. Madre, que yo también llene mi corazón de amor para que pueda, una vez lleno, rebosar, y dar a todos los que me rodean, lo que en él hay, a tu Hijo, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Viernes 7/jun
Sagrado Corazón de Jesús.
Os 11, 1. 3-4. 8c-9. Mi corazón está perturbado.
Is 12, 2-6. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Ef 3, 8-12. 14-19. Comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento.
Jn 19, 31-37. ” Al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua”.
Tanto fue tu amor hacia mí que no te reservaste siquiera una gota de sangre dentro de ti, eso fue lo que hizo el soldado al traspásate con su lanza tu costado, al instante brotó, salió, de tu corazón toda la sangre que te quedaba junto al agua, y, de tu costado traspasado, nació tu Iglesia. Agua, el bautismo por el que entró en ella; la sangre, la Eucaristía, para poder crecer en el amor y ser fíel en ella. Gracias, Señor, y que aprenda a darme, pero “corazones partidos, tú no los quiere, si te doy el mío, te lo doy entero”, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves 6/jun
2 Tim 2, 8-15. La palabra de Dios no está encadenada. Si morimos con él, también viviremos con él.
Sal 24. Señor, enséñame tus caminos.
Mc 12, 28b-34. ”El primero…:«Amarás al Señor, tu Dios…». El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay mandamiento mayor que estos»”.
Es tu respuesta al fariseo que te preguntó, le respondes diciendo, en singular, que “no hay mandamiento mayor”, y este, no es otro que el AMOR, a ti, mi Dios, y al prójimo. Por eso san Juan, el discípulo al que amabas, llegara a decir que “quien dice que ama a Dios, al que no ve, y no ama al prójimo, al que ve, es un mentiroso”. Es decir, te tengo que amar en ellos, y es amándolos a ellos, como más te amaré a ti. Señor, dame un corazón grande para amarte a ti y al prójimo sin separación, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico
El Párroco
Miércoles 5/jun
2 Tim 1, 1-3. 6-12. Reaviva el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos.
Sal 122. A ti, Señor, levanto mis ojos.
Mc 12, 18-27. ”.¿… Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? No es Dios de muertos, sino de vivos”.
Otra polémica más, se te acercan para preguntarte, para ver si te cazan, acerca de la resurrección los que no creen en ella, los saduceos, y les dejas bien claro cuál es tu postura con la respuesta, diciéndoles que están equivocados por no entender ni la Escritura ni el poder de Dios. Y, lo haces, recordándoles el episodio de la zarza, donde, en la conversación con Moisés, Dios le habla en presente: ”yo soy”, y no en pasado: “yo era”, es, por tanto, el Dios del presente, un Dios de vivos, y está hermosa respuesta me lleva a la esperanza de que, un día, en el futuro, estaré con Él, siempre presente, y esto, aquí ya, me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 4/jun
2 Pe 3, 12-15a. 17-18. Esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva.
Sal 89. R. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Mc 12, 13-17. Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.
Y no equivóquenos las cosas, y tú, Padre, por encima de todo, y me he de empeñar, dice el dominico Isidro Crespo, por hacer un mundo más humano, más fraterno, más reino de Dios. No son incompatibles lo político y lo religioso, cada uno tiene su autonomía. Del César es lo externo, y yo soy tuyo porque he sido creado por ti y para ti, por eso mi corazón no está en venta. Y sólo siendo tuyo es como soy y seré, vivo y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 3/jun
2 Pe 1, 2-7. Se nos han concedido las preciosas promesas, para que, por medio de ellas, seáis partícipes de la naturaleza divina.
Sal 90. Dios mío, confío en ti.
Mc 12, 1-12. ” Los labradores se dijeron: «Este es el heredero. Venga lo matamos y será nuestra la herencia»”.
La hermosa parábola de la viña, que nos cuentas, de una manera sencilla, la creación del mundo hasta tu llegada. El hombre que plantó la viña (creó el mundo): Dios Padre, y lo hizo con mimo y amor. Nosotros, los hombres, somos los labradores, pero no hemos sabido cuidarlo, a pesar que nos has mandado tantos criados (patriarcas, reyes, jueces, profetas, etc.), y sigues mandándonos para que no nos descuidemos y diéramos frutos, pero no hemos hecho caso. Por último, tu, el Hijo amado, fuiste el enviado, pero bien que conozco lo que pasó, lo que hicimos y hacemos contigo. Señor, perdón, que cambie mi conducta y que, cada día, te ame más. Que cuide la parcela que me has dado en el mundo y de frutos que sean abundantes. Sólo así me seguirás arrendado la parcela de viña que me ha tocado en suerte y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 14, 12-16. 22-26
El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».
Él envió a dos discípulos, diciéndoles:
«Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”.
Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí».
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:
«Tomad, esto es mi cuerpo».
Después, tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo:
«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».
Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos.
Mc 14,12-16.22-26: ”Esto es mi cuerpo…. Esta es mi sangre”.
El Párroco
Sábado 1/jun
Jds 17. 20b-25. Dios puede preservaros de tropiezos y presentaros intachables ante su gloria.
Sal 62. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.
Mc 11, 27-33. ¿Con qué autoridad haces esto?
Es la pregunta que hoy te hacen los fariseos, y tú, Señor, sabes, perfectamente, con qué autoridad haces todo, y es porque dices y hablas de lo que antes has vivido en perfecta unión, a través de la oración, con el Padre, no haciendo más que cumplir su voluntad. Qué diferencia con nosotros, que nos arrobamos autoridad que nadie nos ha dado, y, ademas, decimos, al menos yo si lo hago, lo que no vivimos. Señor, que toda mi vida sea coherente, para poder ser ejemplo, pues este mundo necesita más testigos y menos “doctores”, que ya está bien de tanto listillo suelto, de tantos parlanchines. Señor, hazme humilde, y que todo lo que diga sea porque antes lo he vivido, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz sábado.
El Párroco
Viernes 31/may
Visitación de Ntra. Señora.
Sof 3, 14-18. El rey de Israel, el Señor, está en medio de ti.
o bien: Rom 12, 9-16b. Compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.
Salmo: Is 12, 2-6. Es grande en medio de ti el Santo de Israel.
Lc 1, 39-56. ”María se levantó y se puso en camino deprisa hacia la montaña… entró en casa de Zacarias y saludó a Isabel”.
El resto de la escena es más que conocida, dos mujeres llenas del Espíritu, hasta la criatura que Isabel lleva en su vientre, también, se llenó del mismo Espíritu. Pero me quedo con la primera parte, como a pesar de las dificultades, madre, vas hacia las montañas, y lo haces deprisa y aprisa porque el amor más que pies tiene alas, y vas a servir, a ayudar. Poco antes habías dicho que eres la “esclava del Señor”, pero también de todo aquel que te necesite , ¡que gran lección!: humildad, sencillez, servicio, entrega y amor. Que bien cumples lo que San Pablo dice, hoy, en la carta a los Romanos (12,9-16), amas sin fingimiento, cordialmente y estimando a los demás más que a ti mismo, y todo porque estás llena de Dios en tu constante oración, siendo hospitalaria y acogedora. Madre, que aprenda de ti a ser como tú, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 30/may
1 Pe 2, 2-5. 9-12. Vosotros sois un sacerdocio real, una nación santa,
para que anunciéis las proezas del que os llamó.
Sal 99. Entrad en la presencia del Señor con vítores.
Mc 10, 46-52. “Muchos le increpaban para que se callara. Pero, Bartimeo, gritaba más: «Hijo de David ten compasión de mi»… «Ánimo, levántate, que te llama». Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús”.
¡Que hermosa escena la de este ciego llamado Bartimeo! Oye a gente pasar y pregunta, a lo que le contestan que eres tú, Señor, quien pasa. Y se pone a gritarte, a pesar de los obstáculos de los demás que le dicen que calle y que no te moleste. Él grita más, hasta que tú, que lo has oído desde el principio, le mandas llamar. Hoy, Señor, te grito yo y te pido ver, para ello he soltar todo lo que me ata al suelo, Bartimeo, soltó el manto, eso hizo que pudiera saltar y acercarse a ti. Es así que puede obtener tu favor. Yo, también, te pido: «Rabbuni , que recobre la vista», dañada, tantas veces, por mis pecados de insolidaridad y de mi falta de fraternidad, y la recobraré porque es amando, y sólo amando, a los demás, como tú, Señor, me harás ver de nuevo y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Miércoles 29/may
1 Pe 1, 18-25. Fuisteis liberados con una sangre preciosa, como la de un cordero sin mancha, Cristo.
Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mc 10, 32-45. Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado.
Y predices, Señor, todo lo que te va a suceder allí, pero tus discípulos no se enteran, ni aquellos ni los actuales y, aún después de predecirnos lo que te va a suceder, te pedimos los mejores ministerios en el consejo de ministros, y me creo que soy el preferido y que, con lo que hago, ¡me tienes que agradecer tanto!, y que los demás no son como yo y que el “chiringuito” es mío y, otra vez, me tienes que instruir para explicarme, no sé si a los demás, creo que también, pero que cada uno aguante su vela, yo hablo de mi, y me dices que si quiero ser grande he de ser el servidor, pero sin quejarme ni alardear de ello, y que si quiero ser el primero, he de ser el esclavo de todos, pero desde el silencio. El ejemplo, tú mismo, Señor, que has venido a servir y no a ser servido, y, mientras, a prepararme a beber tu cáliz. Solo por este camino es por el que seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 28/may
1 Pe 1, 10-16. Profetizaron sobre la gracia destinada a vosotros, por eso,
manteniéndoos sobrios, confiad plenamente.
Sal 97. El Señor da a conocer su salvación.
Mc 10, 28-31. ”Jesús dijo:… no hay nadie que haya dejado casa o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos… por mi y por el Evangelio, que no reciba, ahora, en este tiempo, cien veces más… y en la vida futura, vida eterna…”.
Señor, yo me he entregado, a veces, tacañamente, hazme cambiar y que no me reserve nada, y sólo desde esta entrega, por ti y por tu Evangelio, se puede entender el celibato. Y qué verdad lo que has dicho, él ganar ya, ahora, cien veces más, día a día lo descubro en ti, que me ofreces tú casa y tu disponibilidad, gracias. Y, después, la vida eterna, aunque, y así lo quisiera, que no me ha de mover para amarte “más que tú y tu amor, pues no me tienes que dar porque te quiera para que lo mismo que te quiero, te quisiera”, y, sólo tú y mi amor por ti, es lo que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 27/may
1 Pe 1, 3-9. Sin haber visto a Cristo lo amáis y creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable.
Sal 110. El Señor recuerda siempre su alianza.
Mc 10, 17-27. “Vende lo que tienes y sígueme.”
No quieres corazones partidos, los quieres enteros y los quieres para ti, porque tú, Señor, eres el tesoro hallado, la perla encontrada, porque tú vales más que aquello que pueda dejar. Es difícil, si, porque da miedo soltar las cosas, aquel muchacho que se te acercó diciéndote “Maestro bueno… A estas palabras, dice el evangelista, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico”. Señor, que cada día descubra tu inmenso valor, vale la pena, y, sólo dejando todo por ti es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».
Mt 28,16-20: ”Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.
Si no fuera porque tú, Señor, lo has revelado no hubiéramos llegado a conocer este misterio, que eres tres personas y un solo Dios verdadero. Eres “el único Dios y no hay otro allá arriba en el cielo y aquí abajo en la tierra”, y este fue el último mandato que nos diste a los discípulos, el que “bautizáramos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y que guardamos lo que tú, Señor, nos has mandado”, y no puedo saber mucho más de este gran misterio, pero si puedo decir que los tres vivís bajo el mismo amor y con el mismo amor. Esto es lo más importante, que sois modelo, para que nosotros, los hombres, vivamos, también, unidos bajo un mismo amor y con el mismo amor, el vuestro. Sois modelo de unidad y amor y es viviendo esa unidad y amor, sin guerras y como hermanos, que seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz Domingo.
El Párroco
VII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.
Sábado 25/may
Sant 5, 13-20. Mucho puede la oración insistente del justo.
Sal 140. Suba, Señor, mi oración como incienso en tu presencia.
Mc 10, 13-16. ”En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él”.
El Párroco
Viernes 24/may
Sant 5, 9-12. Mirad: el juez está ya a las puertas.
Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.
Mc 10, 1-12. ”Ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.
El Párroco
Jueves 23/may
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Jer 31, 31-34. Haré una alianza nueva y no recordaré los pecados.
Heb 10, 11-18. Ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados.
Sal 109. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Mc 14, 12a. 22-25. ”Tomad esto es mi cuerpo… Esta es mi sangre”.
El Párroco
Miércoles 22/may
San Atón, Obispo
Sant 4, 13-17. ¡No sabéis qué es vuestra vida! Por tanto, decid: «Si el Señor quiere».
Sal 48. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mc 9, 38-40. ”Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir”.
El Párroco
Martes 21/may
Sant 4, 1-10. Pedís y no recibís, porque pedís mal.
Sal 54. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.
Mc 9, 30-37. ”Jesús… iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «… Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
El Párroco
Lunes 20/may
María, Madre de la Iglesia.
Gen 3, 9-15. 20. La madre de todos los que viven.
o bien: Hch 1, 12-14. Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.
Sal 86. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.
Jn 19, 25-34. ”«Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu Madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio."
Llego, por fin, tu hora, Madre, aquella que todavía no había llegado en la boda de Cana pero que, así y todo, tú hiciste adelantar. Pero ahora en el momento culmen de tu vida, si, ahora cuando estás entregando tu vida por todos, solo tienes palabras de amor, y no quieres dejar a tu madre sola, y en Juan, a quien llama el mismo evangelista, el discípulo, tú y yo, los discípulos actuales, nos la das a todos, a los que formamos la Iglesia, como madre. Gracias, Señor, por acordarte de tus discípulos y regalarnos el más preciado y precioso tesoro que tenías, a tu madre. Que yo, como Juan, y todos la sepamos acoger como nuestra y, así, seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de la Madre de la Iglesia.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Jn 16,26-27; 16,12-15:”El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena”.
Y no seríamos fieles a Jesús si matáramos al espíritu para seguir la letra, pues el el Espíritu el que nos va a ir conduciendo hasta la verdad, no he de asustarme ante la novedad, “a vino nuevo, odres nuevos”. Ya no puedo estar con las puertas cerradas, sin escuchar ni conocer los problemas de los que están afuera, de los que me rodean. He de salir a la calle pues el Espíritu ha abierto candados y ha soltado cadenas, no me puedo quedar con las puertas cerradas que me impidan ver lo que hay al otro lado. He de dejarme transformar, salir a la calle, he de liberar a los demás como yo he sido liberado, he de curar, ser misericordioso, dar la paz que yo he recibido. Las puertas cerradas separan, no puedo ser obstáculo para los demás sino canal para dejarte pasar como agua viva para que ya nadie tenga sed jamás, ¡Oh Dios mío!: transfórmame para que transforme, santifícame para que santifique, acompáñame para que acompañe, ilumíname para que ilumine”, y rompe todas mis puertas para que me abra a los demás y sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz domingo de la Iglesia.
El Párroco
VII semana de Pascua.
Sábado 18/may
Hch 28, 16-20. 30-31. Permaneció en Roma, predicando el reino de Dios.
Sal 10. Los buenos verán tu rostro, Señor.
Jn 21, 20-25. ”Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero”.
Gracias, Señor, por inspirar a Juan a escribir porque su testimonio es maravilloso y personal, porque él escribe de lo que ha visto y oído. Gracias, Señoe, por Juan, y gracias a Juan por haber sido fiel, por haber dado testimonio de ti y por escribir uno de tus evangelios. Y, yo, si creo que su testimonio es verdadero y que lo ha escrito para que crea que tú eres la Palabra hecha carne, que tú eres Dios, y gracias, porque por él, y por su palabra, yo he creído en ti, te he conocido, te he amado y te he seguido y, por él, soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 17/may
Hch 25, 13b-21. De un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal 102. El Señor puso en el cielo su trono.
Jn 21, 15-19. ”Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos”.
No se que responderte, Señor, porque ¿quien soy yo para decirte si te amo más o menos que otros? No lo sé, pero si que, con él, te respondo, poniendo mi respuesta en ti, y te digo:”Señor, tú conoces todo, tú sabes que yo si te quiero, pero seguro que mi amor es tan raquítico, que todos te aman más que yo”. Tú sabes lo que te quiero, porque sólo tú, Señor, conoces y penetras mi corazón,pues “si subo al cielo, allí estás tú, pero si bajo a lo más profundo de la tierra, allí, también, te encuentro” (Sal 139), por eso sólo puedo responderte que:”tú conoces todo”, y esto me hace llenarme de confianza y decirte que me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes
El Párroco
Jueves 16/may
Hch 22, 30; 23, 6-11. Tienes que dar testimonio en Roma.
Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Jn 17, 20-26. ”Te ruego, también, por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno…”.
El Párroco
Miércoles 15/may
San Isidro Labrador.
Hch 20, 28-38. Os encomiendo a Dios, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia.
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17, 11b-19. ”Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros… No ruegos que los retires del mundo, sino que los guard
Gracias, Señor, porque, hoy, le pides al Padre por mi, y le pides para que viva la unidad con todos tus discípulos. Es uno de tus deseos más grandes, la unidad de todos, y es que es por ella que seré creíble, y, además, no tengo más evangelio que el tuyo, porque, otro evangelio no sería tal, porque no siquiera sería buena noticia. Y, después, sigues pidiéndole al Padre que me guarde del maligno y no que me retires del mundo, ya que es en ese mundo, en el que vivo, donde tengo que darte a conocer para que, así, el mundo te conozca y sea y vivan, como yo, felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz san Isidro.
El Párroco
Martes 14/may
San Matías, Apóstol.
Hch 1, 15-17. 20-26. Le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.
Sal 112. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Jn 15, 9-17. ”Esto os mando: que os améis unos a otros”.
No hay otro mandamiento más que el del amor, y es el mandato que hoy me das: que nos amemos, será el distintivo cristiano. Pero no me mandas que ame de cualquier modo, sino como tú, que lo has hecho dando tu vida por mi, y que me has llamado amigo y que me has elegido sin mérito alguno por mi parte, como eligieron los once a Matías, para sustituir a Judas Iscariote, en lugar de a José, que tenía mejor carta de presentación, pues era llamado Barsabá (hijo de la sabiduría) y de sobrenombre el Justo, pero tú, después de que rezaran, les hiciste ver que no te fijas en apariencias sino en los corazones. Señor, que cumpla tu mandamiento pues, sólo viviéndolo, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 13/may
Hch 19, 1-8. ¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 16, 29-33. ”En él tendréis luchas; pero tened valor; yo he vencido al mundo”.
Tu seguimiento no es fácil, ni nadie ha dicho que lo sea, no me vas a poner una alfombra roja para que pase y pise por ella, voy a tener dificultades y luchas como todo hombre, no es esta la distinción del cristiano sino el amor. Pero también es verdad que las luchas y dificultades las podré superar y las miraré con otra visión, la tuya, la de la fe que me hará mirar al mundo con amor y misericordia, y podré superar toda dificultad porque cuento contigo y con tu gracia y, porque tú, has vencido al mundo, lo que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de la Virgen de Fátima.
El Párroco
Conclusión del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Mc 16,15-20: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”.
Después de dicho esto, nos dice el evangelista que: “el Señor Jesús, que tú, fuiste llevado al cielo”, y es el momento en que he de tomar la responsabilidad y hacerme tu testigo, Señor. La misión es mucha, ya no se circunscribe a un lugar determinado, sino a toda la tierra “a de alcanzar tu mensaje”, porque he de ir a toda la creación, tu mensaje es universal, y como es tanto uno se puede acobardar, ya que el mensaje es más grande que el mensajero, pero me das hoy un gran consuelo, una gran certeza y es que, a pesar de tu partida, me prometes “tu presencia en mí (en la Iglesia) todos los días, hasta el final de los tiempos”, y esto he de creerlo, y es lo que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 11/may
Hch 18, 23-28. Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías.
Sal 46. Dios es el rey del mundo.
Jn 16, 23b-28. ”Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará”.
Llega el momento de tu despedida, de tu Ascensión y vuelves al Padre de donde saliste, y me dices claramente que eres Dios, por eso, ya, desde ahora puedo comenzar a pedirte a ti, y lo que pida en tu nombre, con fe, como lo hacían entonces quienes se acercaban a ti para pedirte una sanacion, lo obtendré, pues me lo dará el Padre, porque se, tu mismo me lo dices, que Él me quiere porque yo te quiero a ti y porque creo que de Él saliste y que vuelves a Él, Y es ese amor que me tiene el Padre el que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 10/may
San Juan de Ávila, presbítero y doctor
Hch 18, 9-18. Tengo un pueblo numeroso en esta ciudad.
Sal 46. Dios es el rey del mundo.
Jn 16, 20-23a. ”Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría… y nadie os quitará vuestra alegría”.
Y pones el ejemplo de la mujer que va dar a luz, que cuando ya lo ha parido no se acuerda de los dolores que ha tenido por la alegría de haber dado a su hijo. Eso es lo que me prometes, que estarás conmigo, y cuando me mandes tu Espíritu, ya lo has hecho, nadie ni nada, a pesar de los problemas, dolores, incomprensiones, etc, me podrá quitar mi alegría, pues estando tú en mi, y estás cuando estoy en gracia, ¿a que he de tener? Y, por eso, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del patrón de los presbíteros.
El Párroco
Jueves 9/may
Hch 18, 1-8. Se quedó a vivir y trabajar en su casa, y discutía en la sinagoga.
Sal 97. El Señor revela a las naciones su salvación.
Jn 16, 16-20. “Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.”
Señor, me sigues hablando con palabras que suenan a despedida, como, pues, no estar triste. Quisiera que siempre estuvieras conmigo y, eso es precisamente lo que me dices, por eso, al final, me dices unas palabras consoladoras:”mi tristeza se convertirá en alegría”, y es que, con el Espíritu en mi, no puedo estar triste, y está en mí siempre que esté en gracia, no puede haber, por tanto, tristeza en un cristiano y es que un cristiano triste, no es cristiano. Así, con el Espíritu en mi, seré guiado hasta ti, que eres la verdad, y, con María, “habré de cantar tus grandezas, Señor, y mi espíritu se alegrará en ti, mi Salvador, porque siempre haces obras grandes en y por mi, siempre que vaya por el camino de la humildad”, y así seré y viviré alegre y feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 8/may
Hch 17, 15. 22 — 18, 1. Eso que veneráis sin conocerlo os lo anuncio yo.
Sal 148. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Jn 16, 12-15. El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.
Si Dios Padre, creó, aunque son funciones que os atribuimos los hombres para entendernos, pues como único Dios, todo lo hacéis los tres; y tú, Señor, me has redimido, obra más grande aun que la de la creación. La función del Espíritu es guiarme a la verdad plena, es santificarme y guiarme, y es por Él, por el que te conozco, y por el que la Iglesia, a pesar de tantos momentos malos de su historia, también en los momentos gloriosos de ella, tantos apóstoles, mártires, virgenes… sigue hacia adelante, porque es Él, el Espíritu Paráclito, quien la guía a la verdad plena. Por eso puedo entender, aún con dificultad, lo que me decías ayer:”conviene que me vaya, porque si no me voy, no vendrá a nosotros el Paráclito”, y lo necesito para que me guíe por tus caminos, Señor, para que me guíe hacia ti que, eres la verdad, y para hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 7/may
Hch 16, 22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.
Sal 137. Tu derecha me salva, Señor.
Jn 16, 5-11. “Os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito”.
Señor, ¿cómo puedes decirme que me conviene que te vayas?¿qué amigo quiere o puede querer que un amigo se le vaya? Si hasta lo dice es famosa sevillana: “algo se muere en el alma cuando un amigo se va”, y así estarían tus discípulos, ¿cómo no iban a estar tristes? Y, sin embargo, me creo tus palabras, y es verdad, pues cuando estabas entre nosotros, sólo podían estar contigo, y escucharte y verte, los cercanos. Ahora, aún estando en el cielo, y con el Espíritu en mi, puedo estar contigo, escucharte y verte, y, porque estás en mi, me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y por tanto. Feliz día
El Párroco
Lunes 6/may
Hch 16, 11-15. El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo.
Sal 149. El Señor ama a su pueblo.
Jn 15, 26 — 16, 4a. ”Cuando venga el Paráclito…, él dará testimonio de mi; y también vosotros daréis testimonio”.
Señor, haz que me prepare para la gran fiesta de Pentecostés, para que reciba en mi corazón al Espíritu de la verdad, que, junto con el Padre y contigo, es Dios. Para que, como lo primeros cristianos, de hombre lleno de miedos, me convierta en testigo valiente de tu evangelio, y lo haga no tanto con palabras que, como dice el Papa Francisco, también si hace falta, sino con la vida ya que no hay mejor predicador que ‘fray ejemplo’, y así haré que otros te conozcan y que yo sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».
Jn 15,9-17: “Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado”.
En esto sabrán que somos tus discípulos, podrías haber dicho que lo sabrían por ser los más listos, o por tener un uniforme, o tirabuzones, pero no, el distintivo que has querido para tus seguidores es el amor, y la prueba de ese amor es el dar la vida por los amigos. Estás, por tanto, hablando de ti mismo, y quieres que hagamos lo que tú mismo has hecho, dar tu vida por mi, y, por si fuera poco, me das un título inmerecido, me haces y me llamas tu amigo. Es una elección tuya, sin mérito alguno por mi parte. Para terminar diciéndome:”esto os mando: que os améis unos a otros” (v. 17). Gracias Padre, porque eres tú quien me ha amado primero enviándome a tu propio Hijo, me has amado sin merecérmelo, y tu amor es el que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 4/may
Hch 16, 1-10. Pasa a Macedonia y ayúdanos.
Sal 99. Aclama al Señor, tierra entera.
Jn 15, 18-21. ”«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mi antes que a vosotros»…«No es el siervo más que el amo»”.
La persecución siempre va a estar unida a tus seguidores, a veces hasta llegar al martirio, también actualmente, pero es tu estilo, el mesianísmo del siervo de Dios, y no el de la espada y carros de combates, ni el de acciones extraordinarias, ya me lo dejaste claro en tus tentaciones del desierto. Y, porque aparentemente hay debilidad, se mofan de ti y de tus seguidores, y es que, tú mismo lo has dicho, no soy más que tú, Señor, que eres mi amo, yo sólo tú siervo, y es que tú seguimiento no es fácil, ni nunca has dicho que lo fuera, he de tomar mi cruz para hacerlo, pero es el único camino que me lleva a ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 3/may
Santos Felipe y Santiago, Apóstoles.
1 Cor 15, 1-8. El Señor se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Jn 14, 6-14. ”«Señor, muéstranos al Padre y nos basta»… « Quien me ha visto a mi ha visto al Padre… yo estoy en el Padre, y el Padre en mi»”.
Gracias, Señor, porque me hablas claro y me dices que tú eres Dios de Dios, Luz de Luz y que el que cree en ti hará tus mismas obras si te lo pedimos para que así sea glorificado, en ti, nuestro Padre. Ya no tengo que pedirte, como Felipe, que me muestres al Padre porque tú eres con el Padre y el Espíritu Santo un solo y único Dios, y en ti y en tus obras veo al Padre. Gracias, Señor, por mostrarme al Padre, pues me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves 2/may
Hch 15, 7-21. A mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios.
Sal 95. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Jn 15, 9-11. ”Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor”.
Antes, Señor, me has dicho que nos amas, que me amas como el Padre te ha amado a ti, para decirme a continuación que la prueba de que yo te amo a ti es si guardo tus mandamientos. Eso lo dice muchas veces el evangelista Lucas de María, que “guardaba todas las cosas en su corazón”, pero no las guardaba por el mero hecho de guardarlas, sino para hacerlas vida suya. Que yo, Señor, viva tus mandamientos, solamente así tu alegría estará en mi y llegará, en mi, a plenitud y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 1/may
San José Obrero.
Hch 15, 1-6. Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre esta controversia.
Sal 121. R. Vamos alegres a la casa del Señor.
Mt 13,54-58: “¿De dónde saca este esa sabiduría? ¿No es el hijo del carpintero?”
Así te conocían, Señor, tus paisanos y así te gustaba a ti ser reconocido, como el hijo de… o el carpintero, pues de él heredaste su habilidad manual, como tantas otras cosas, cuantos dichos suyos quedarían en tus palabras y parábolas, aprendiste a mirar al cielo y a la tierra, y aprendiste a rezar a tu Padre Dios, y a cumplir, como José, su voluntad. Pero sobre todo, como nos recuerda el apóstol Pablo, en todo lo que hacías “por encima, ponías el amor, el vínculo de la unidad perfecta… y en todo lo que hacías ponías toda el alma sirviendo al Señor, y por él a los hombres”, esa era tu sabiduría y de ahí tus milagros. Señor, que yo obre como tú, pues sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de San José y primer día del mes de María.
El Párroco
Martes 30/abr
Hch 14, 19-28. Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos.
Sal 144. Tus amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 14, 27-31a. ”La paz os dejo, mi paz os doy”.
Es tu saludo habitual como resucitado, es un deseo, es un regalo que me haces, don tuyo. Paz que no es la del mundo, que es ausencia de guerras, sino que es una paz interior que surge de estar y saberme en unión contigo, y con el Padre, y de ser portador del Espíritu, y con el prójimo, es decir, vivir en alegría y en armonía, cumpliendo tu voluntad, y con el prójimo relaciones de Caridad. Pero, también, esta paz he de construirla para hacer felices a los demás, he de ser, pues, constructor de esa misma paz, que me regalas, para los demás, a pesar de momentos de dificultades, de momentos de cruces, aún así, no he de perder mi paz contigo y hacia los demás, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 29/abr
1 Jn 1, 5 — 2, 2. La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.
Sal 102. Bendice, alma mía, al Señor.
Mt 11, 25-30. ”Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños”.
Gracias, Padre, por ser un Dios Padre-madre que me amas y me perdonas aunque, muchas veces, quiera ser, que equivocado que estoy, uno de los listillos de este mundo, cuando, como me dice Jesús, a ellos les escondes tú secretos revelándoselos solo a los se hacen como niños, a los pequeños. Padre, dame la virtud de la sencillez, que no quiera otro camino que el de hacerme con un niño porque sólo de los que son como ellos es tu reino, el de los cielos y, solo por ese camino, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 1‐8.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos»
Jn 15,1-8: “Como el sarmiento no puede dar fruto por si, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mi”.
Hoy te comparas, Señor, a la vid, y dices que nosotros, que yo soy un sarmiento, y que como él sarmiento debo estar unido a ti que eres la vid. Fue tu deseo expresado en oración en la última cena, que seamos uno en ti y entre nosotros para que el mundo crea, y, además, es la unidad a ti, y de vivir en y de ti, lo que me hará dar fruto. Y los medios para unirme a ti son escuchar y poner por obra tus palabras, guardando tus mandamientos, así recibiré todo lo que pida, y, como nos dice el mismo evangelista en la 2ª lectura, que sólo hay un mandamiento, que es “que nos amemos unos a otros” (I Jn 3, 23b), pero que “nos amemos no de palabra y de boca, sino de verdad y con obras” (I Jn 3,18), así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 27/abr
Hch 13, 44-52. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Jn 14, 7-14. ”«Muéstranos al Padre»… «Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mi»”.
¡Señor mío, y Dios mío! Fue el acto de fe que le sacaste a Tomás una vez que te vio resucitado. Y, hoy, quiero hacerlo mío, creo en ti porque eres Dios, eres la Palabra por la que todo se ha hecho, y sin ella nada se hubiera hecho porque tú eres Dios. Por tanto, quien te ve a ti y ve tus obras, y te he visto tantas veces y he visto tus obras realizadas en mí tantas veces que no puedo pedirte que me muestres al Padre porque viéndote a ti lo veo a Él, ya que tú, Señor, eres “Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero”, por eso toda mi vida tiene sentido y asi soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 26/abr
San Isidoro, Obispo y Doctor de la Iglesia.
1 Cor 2, 1-10. Vuestra fe se apoye en el poder de Dios.
Sal 118. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero.
Mt 5, 13-16.”Vosotros sois la sal de la tierra… vosotros sois la luz del mundo”.
!Que hermosas misiones nos encomiendas!, pero ¡qué difíciles al mismo tiempo! Difícil porque el mundo o no sabe que está mal o le da igual. La sal además de servir para dar sabor, también sirve para preservar el alimento de la podredumbre, pero muchos no quieren ser preservados. Como, también, son muchos, los que prefieren vivir en tinieblas, así y todo me pides que esté en el candelero para iluminar, aunque prefieran vivir en tinieblas, y que “vean mis buenas obras”, cuando muchas veces son malas, perdona Señor, y por ellas den gloria a nuestro Padre Dios. Pues aunque me cueste, he de ser sal y luz, sé que cuento con tu gracia, y es cumpliendo esta doble misión que seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 25/abr
San Marcos, Evangelista.
1 Pe 5, 5b-14. Os saluda Marcos, mi hijo.
Sal 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Mc 16, 15-20. ”Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda la creación”.
Es tu última recomendación, Señor, antes de tu ascensión, que vayamos a predicar tu Evangelio que es buena noticia, alegre noticia y, por tanto, no tengo derecho a guardármela, he de comunicarla a los demás porque el bien es difusivo y, si estoy feliz con lo que conozco, he de compartirlo, he de darlo a conocer a los demás, comenzando por mi “galilea”, es decir, por el lugar en donde vivo, por los ambientes que frecuento, entre los míos y entre todos aquellos a los que me acerque cada día, y lo haré, más que con palabras, con el pobre ejemplo de mi vida, que si es alegre será un poco mejor ejemplo y así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves
Miércoles 24/abr
Hch 12, 24 -13, 5a. Apartadme a Bernabé y a Saulo.
Sal 66. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos
te alaben.
Jn 12, 44-50. ”Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mi no quedará en tinieblas”.
Es la misma idea, aunque con otras palabras, que tu evangelista Juan me dice en su prólogo:”El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo” (Jn 1,9), pero muchos han preferido vivir en tinieblas, sólo hay que creer en ti, Señor, para no quedarme en tinieblas, porque yo no tengo otra luz que la recibida de ti, y la recibí en el bautismo y así poder vivir como hijo de la luz. Sólo así cumpliré tu deseo, el que deseas que cumplamos todos los discípulos, el de ser “luz del mundo”, luz para los demás. Señor, has venido a tu casa, que yo si te reciba para que me des “el poder de ser hijo tuyo”, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.
El Párroco
Martes 23/abr
Hch 11, 19-26. Se pusieron a hablar a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús.
Sal 86. Alabad al Señor todas las naciones.
Jn 10, 22-30. ”«Si tú eres el Masías dínoslo francamente”. Jesús les respondió:«Os lo he dicho… Yo y el Padre somos uno»”.
Si, es verdad, Señor, de ti hablan las escrituras, también tus palabras y los signos que haces, pero para creerlo he de ser de tus ovejas, dame mas fe porque, a veces, “soy torpe y duro de corazón”, así que, hoy, me lo dices claramente, que tú obras en su nombre, para, al final, decirme:”Yo y el Padre somos uno”, es decir, lo mismo que me dice el evangelista en el prólogo: “la Palabra estaba en Dios y era Dios, y la Palabra se hizo carne”, te hiciste uno como yo. Tú, y lo creo, eres el Mesías, el Hijo de Dios que me promete vida eterna y, ya aquí, me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 22/abr
Hch 11, 1-18. Así pues, también a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida.
Sal 41. Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo.
Jn 10, 1-10. ”Yo soy la puerta: quien entre por mi se salvará y podrá entrar y salir y encontrará pastos”.
Gracias, Señor, porque no sólo eres el pastor que me conoces y me llamas por mi nombre y das tu vida por mi, sino que, además, eres la puerta del redil por la que debo entrar para encontrarme a salvo y protegido por ti, puerta que, además cierras cuando vienen ladrones a hacer estragos. Gracias, Señor, porque me llevas a tu aprisco para que tenga vida, pero no una vida cualquiera, sino abundante, plena, ¿cómo, pues, no voy a ser y vivir feliz? X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11‐18.
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».
Jn 10, 11-18. ”En aquel tiempo dijo Jesús:«Yo soy el buen pastor…»”.
Que hermosa figura me traes hoy para darte a conocer, la del Pastor, atribuida en él A. Testamento a Dios, por lo que me dices que eres Dios, pero no eres un pastor cualquiera, sino el Pastor bueno, el que das la vida por tus ovejas, por mi, no eres un asalariado sino el dueño, mi dueño, mi Señor, que al ver venir al lobo no huyes de ellas, eres es el que me conoces y, además, te preocupas de las que no forman parte de este redil y que vas en su busca y no paras hasta encontrarlas, y cuando lo haces te las cargas sobre el hombro, haciendo, con tus amigos, una fiesta porque me has encontrado. Gracias, Señor, y, hoy, te pido no querer otra cosa que escuchar tu voz y seguirte, porque tú eres, y no hay otro, el único buen Pastor que me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado 20/abr
Hch 9, 31-42. Se iba construyendo la Iglesia, y se multiplicaba con el consuelo del Espíritu Santo.
Sal 115. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Jn 6, 60-69. ”Jesús les dijo a los Doce:«También vosotros queréis marcharos?». Simón Pedro le contestó:«Señor, ¿a quien vamos acudir? Tú tienes palabras de vida eterna…»”.
El Párroco
Viernes 19/abr
Hch 9, 1-20. Ese hombre es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre a los pueblos.
Sal 116. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Jn 6, 52-59. ”El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mi y yo en él”.
“No soy yo quien vive, dirá San Pablo, sino que es Cristo quien vive en mi”, que inmenso grado de unidad entre los dos, ¡ojalá yo llegara a ello! Dame un buen chute de ti, y no es algo inalcanzable, pues tú mismo, Señor, en la pericopa de hoy lo acabas de decir. Los judíos siguen sin entender hasta el punto que se preguntan:¿cómo puede este darnos a comer su carne? Y no sólo no recoges velas, Señor, sino que, hoy, añades: “y bebe mi sangre”, para añadirme que es así como “habitaré en ti y tú en mi”. Gracias, Señor, por darte como alimento, por hacerme partícipe de tu misma naturaleza, por amarme hasta el punto de hacerme vivir en ti, por la eucaristía, en otras palabras, por hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves 18/abr
Hch 8, 26-40. Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?
Sal 65. Aclamad al Señor, tierra entera.
Jn 6, 44-51. ”Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo”.
El Párroco
Miércoles 17/abr
Hch 8, 1b-8. Iban de un lugar a otro anunciando la Buena Nueva de la Palabra.
Sal 65. Aclamad al Señor, tierra entera.
Jn 6, 35-40. ”Está es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día”
Gracias, Padre, por tener esa clara voluntad de salvarme, pues yo he visto tantas veces a tu Hijo. Te he visto, Señor, en tantas personas como has puesto en mi camino, y en tantos acontecimientos como he vivido, y en tantos sacramentos que he celebrado, por lo que no puedo más que decir: creo en ti. Aunque, a veces, mis obras desdicen mucho de la fe que digo profesar, y es que, como dice Santiago, “muéstrame tu fe sin obras, que yo por mis obras te mostrare mi fe”. Creo, Señor, pero aumenta mi fe para que mis obras sean concordes a ella, así tendré vida eterna, y, además, es así como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 16/abr
Hch 7, 51 — 8, 1a. Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Sal 30. R. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Jn 6, 30-35. ”Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo”.
Nos dice el mismo evangelista en el capítulo 3,16 que:”De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito”, por tanto, lo que me estás diciendo ya, más claramente, es que tú eres el pan de Dios, pues eres el que has bajado, pues tú eres quien Dios me ha dado, el gran amor del Padre, el Hijo Unigénito y eres por quien Dios ha dado la vida al mundo, con tu entrega, cumpliendo su voluntad hasta la muerte y muerte de Cruz, por eso “Dios te ha dado el nombre sobre todo nombre, de modo que a tu nombre toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra y toda lengua proclame que tú eres el Señor”. (Flp 2,10-11). Gracias, Señor, por darte, por entregarme tu vida, por tu gran amor hacia mi, por hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Hch 6, 8-15. No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Sal 118. Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Jn 6, 22-29. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el que perdura para la vida eterna.
Y el trabajo es que crea en ti, Señor, auméntame la fe. Esto se lo dices a aquellos que, después de saciarse con los panes y peces que tu multiplicaste, te buscaban porque comieron hasta hartarse. Y comienzas a hablarme del verdadero alimento, el que tú mismo me vas a dar, del que me comienzas a hablar hoy en tu hermoso discurso eucarístico, y poco a poco me vas introduciendo en la eucaristía, que es “el alimento que perdura para la vida eterna”. Señor que, cada día, tenga más hambre de ti, pues tú, y sólo tú, eres el verdadero alimento, el único que sacia completamente, el único capaz de hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes. X la paz.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 35‐48.
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí». Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo:
«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Lc 26,35-48:”Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras”.
Y es que, a pesar de tus encuentros con los primeros y de que todo estaba escrito, no acababan de entender y crian ver un fantasma, igual que yo, tampoco acabo de comprender, por eso te pido me abras mi entendimiento para que comprenda todo lo que dicen, referente a ti, las escrituras y, así, en “tu nombre proclame tu mensaje” y me haga, como ellos, testigo de todo lo visto y oído, pues te me sigues mostrando cada día, y porque te conozco guardo tus mandamientos, así soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
II semana de la octava de Pascua.
Sábado 13/abr
Hch 6, 1-7. Eligieron a siete hombres llenos del Espíritu Santo.
Sal 32. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Jn 6, 16-21. ”Soy yo, no temáis”.
Como voy a temer, si, contigo, no hay ni noche cerrada, como lo era hoy para tus discípulos que embarcaron sin ti, ni viento fuerte ni lago encrespado porque tú, Señor, serás el timonel de la barca, de mi vida. Contigo sólo puede haber claridad pues era la luz que ha venido al mundo para iluminarlo, para iluminarme, siempre que me acerque a ti y te prefiera a la oscuridad. Y contigo, en mi barca, en mi vida, todo viento se convertirá en suave brisa y el mar dejará de estar encrespado y será, como mi vida, una balsa, y yo seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 12/abr
Hch 5, 34-42. Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre.
Sal 26. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Jn 6, 1-15. ”Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tanta gente?”
Antes le has preguntado a Felipe de dónde sacar el dinero para dar de comer a tanta gente, el mismo evangelista se contesta que era para probarlo pues bien sabías tú lo que ibas a hacer. Y, Andrés, te habla de un muchacho que tiene esos pocos panes y dos peces. Gracias, Señor, por preocuparte de la gente, de mí que sabes que estoy hambriento de escucharte, que voy detrás de ti como un mendigo que necesita de tu palabra. Y, gracias Señor, porque, sin necesitarme, quieres de mi ayuda, aunque sea poca, tu pondrás y harás el resto, y así, entre tú y yo, porque quieres de mi pobre ayuda, daremos de comer a quienes están hambrientos. Y, con esa hermosa canción, te digo: “también yo quiero poner sobre tu mesa, mis cinco panes, Señor, que son una promesa, de darte todo mi amor y mi pobreza”. Gracias, Señor, por hacerme tu colaborador y hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 11/abr
Hch 5, 27-33. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.
Sal 33. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.
Jn 3, 31-36. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.
También la vida para la que he sido creado, que es la eterna y, para ello, he de creer no sólo en ti, sino también en todo lo que tú, Señor, me has dicho, pues sólo tú tienes palabras de vida eterna y eres quien da sentido a mi existencia, aunque, ahora, y a veces, no entienda nada. Pero hay dos cosas que me das y que no puedo perder: la esperanza, he de ser hombre de ella ya que es saber que lo que deseo, que es estar contigo, lo alcanzaré porque tú, Señor, que eres la Verdad, me lo has prometido; y la alegría de ser tu amigo, y en ti, también, hijo amado del Padre, lo que me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 10/abr
Hch 5, 17-26. Mirad, los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo.
Sal 33. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.
Jn 3, 16-21. ”Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna”.
Señor, que yo crea en ti para tener vida eterna. Y, creer en ti, es hacer tus obras, pues eres la luz que ha venido al mundo que estaba a oscura, pero como dice san Juan:”los hombres prefirieron la tiniebla a la luz”. Señor, que yo obre siempre la verdad y, así, los hombres vean mis obras y, por ellas, crean en ti, pues tú mismo me mandas a “ser luz”, reflejo de la tuya, para iluminar a los demás y, por ellas, crean en ti, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 9/abr
Hch 4, 32-37. Un solo corazón y una sola alma.
Sal 92. El Señor reina, vestido de majestad.
Jn 3, 7b-15. ”Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna”.
Y, así, los que te miren crean en ti, como se sanaban los que miraban la serpiente que elevó Moisés en el desierto. Y te elevaré siendo luz para los demás, luz que no es mía sino reflejo de la que tú me das, y te elevaré haciendo bien las cosas sencillas de cada día, así, por mis obras, te glorificarán, y te conocerán, conociéndote, te seguirán, y siguiéndote, te amarán, y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
TERMINA LA OCTAVA DE PASCUA
ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR Lunes 8/abr
Is 7, 10-14; 8, 10b. Mirad: la virgen está encinta.
Sal 39. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Heb 10, 4-10. Así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí: para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad.
Lc 1, 26-38. ”Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo".
Alégrate, si, porque el Señor está contigo y, en ti, también, está conmigo, está con todos, y es que, en tu si, todos hemos sido agraciados, llenados de gracia. Hoy celebro la fiesta en la que se da comienzo a mi, nuestra, Redención, y es para estar loco de contento, y es que, más grande que la obra de la creación, ha sido, Señor, la de tu Redención. Por eso, hoy, madre, estábamos temblando esperando tu si, y gracias, porque ha sido en ti, y por tu si, “donde el cielo y la tierra se han dado un abrazo de paz, ternura y perdón”. Y gracias madre por tu si, y traernos a Dios, ¡que gran misión!, me has hecho ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz fiesta de María y feliz fiesta de toda la humildad.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19‐31.
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos». Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor». Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo». A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros». Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!». Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Jn 20,19-31:”Entró Jesús, se puso en medio y les dijo:«Paz a vosotros»… los discípulos se llenaron de alegría…como el Padre me ha enviado, así también os envío yo»”.
Ni un solo reproche me haces por el abandono que te hice cuando te apresaron, te condenaron y te mataron en la cruz. Todo lo contrario me das, en tu saludo, la paz para que me llene de valentía y salga de mis aislamientos y encierros por mis muchos miedos. Lo que si está claro es que, como ellos, al verte, me he llenado de alegría, y, si alguna vez me viene la tristeza, me he de confesar pues es un pecado, y es que un cristiano triste no es, ni puede llamarse, cristiano, y, como en las demás apariciones, también me envías a proclamar, a ser, como dice el Papa Francisco, “testigo alegre de tu Evangelio”, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz primer día de la semana.
El Párroco
I Semana de la octava de Pascua.
Sábado de la octava de pascua, 6/abr
Hch 4, 13-21. No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.
Sal 117. R. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
Mc 16, 9-15. ”Por último, se apareció Jesús a los Once… les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio…»”.
Hoy, también, me has de reprender por mi incredulidad y mi dureza pues, a mí, como a ellos, me falta fe, auméntamela para que no tengas que decirme, como a los de Emaús, “que torpe y necio eres para creer todo los que dicen de ti las Escrituras”. Que crea, Señor, y, como ellos, cumpla tu mandato de ser testigo de tu Evangelio, y que lo sea valiente y alegre, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Pascua y día de María.
El Párroco
Viernes de la octava de pascua, 5/abr
Hch 4, 1-12. No hay salvación en ningún otro.
Sal 117. R. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra
angular.
Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
Jn 21, 1-14. ”Él (Jesús) les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor»”.
Otro encuentro contigo nos narra hoy el evangelio, y te encuentras con ellos cuando están haciendo lo que saben hacer, se fueron a pescar, es decir, cuando hacen lo habitual, y es, ahí, haciendo lo habitual, donde también te encontrarás conmigo y donde te reconoceré: ”es el Señor”, eres tú, Señor. En aquella ocasión, es el discípulo, al que tú amabas quien antes te reconoce y es el que le dice a Pedro quien eres, es decir, se hace testigo tuyo:”es el Señor”. Señor, que me encuentre contigo, y te encontraré en lo que se hacer, en mi ministerio, en mis ambientes habituales, en mi trabajo, ahí escucharé tu voz y, como Pedro, me lanzaré hacia ti porque tú me acogerás, me alimentarás con tu palabra y tu eucaristía, y me darás calor, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Pascua.
El Párroco
Jueves de la octava de pascua 4/abr
Hch 3, 11-26. Matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos.
Sal 8. R. ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
Lc 24, 35-48. ”Ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:«… mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo»… Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras”.
Señor, ¡que más necesito para creer!, sólo que me abras el entendimiento para que yo, también, comprenda las Escrituras. Porque hoy, como entonces, te sigues apareciendo en tantas realidades: en tu palabra y en tus sacramentos, en la comunidad y en los hombres, sobre todo, en tus preferidos, los pobres. Sólo tengo que comprender, por eso te pido me abras mi entendimiento y que, como ellos, sea testigo de todo esto, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Pascua.
El Párroco
Miércoles de la octava de pascua 3/abr
Hch 3, 1-10. Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.
Sal 104. R. Que se alegren los que buscan al Señor.
Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
Lc 24, 13-35. ”Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se le abrieron los ojos y lo reconocieron… «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino»…”.
Hoy, tu evangelista, Señor, me hace una hermosa catequesis de lo que es la eucaristía, otra cosa es que la viva así. Me detengo en dos momentos fundamentales. El primero, cuando tú, Señor, vas con ellos por el camino y les vas explicando las escrituras haciendo que arda sus corazones, razón por la que no quieren que te vayas y no porque fuera o no tarde. Y es que, les hablas al corazón, así es como deben ser las homilías, dice el papa, “que muevan los corazones y los traseros del asiento” así me prepararé, y es el otro gran momento, para reconocerte en el pan. Mis dos grandes alimentos para mi caminar hasta la vida eterna: tu palabra y tu cuerpo y sangre. Después, como aquellos dos discípulos, me he de convertir en testigo de tu Resurrección, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Pascua.
El Párroco
Martes de la octava de pascua 2/abr
Hch 2, 36-41. Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús.
Sal 32. R. La misericordia del Señor llena la tierra.
Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
Jn 20, 11-18. ”Jesús le dice: «¡María!». Ella se vuelve y le dice:«¡Rabbuni!»que significa:«¡Maestro!»… María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Maestro…”.
Y su pena se convirtió en alegría, y, todavía, muchos no hemos descubierto que nuestra vida, a pesar de los dolores y sufrimiento Internos y externos, ha de ser de alegría y de amarnos, de verdad, catequistas y visitadores de enfermos, cofradías y equipos de liturgia o de jóvenes… Tu cambio, María Magdalena, fue porque escuchaste tu nombre, por el que Jesús te llamaba habitualmente:¡María!. Señor, sal a mi encuentro y pronuncia, hoy y siempre, mi nombre para que mi tristezas y dudas se conviertan en alegrías y seguridades e, inmediatamente, como María Magdalena, vaya a todos a comunicarles que te he visto y, así, me convierta en testigo valiente y alegre de las maravillas que haces para con nosotros , los hombres, y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Pascua.
El Párroco
Lunes de la octava de pascua 1/abr
Hch 2, 14. 22-33. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Sal 15. R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Secuencia (opcional). Ofrezcan los cristianos.
Mt 28, 8-15. ”Jesús les dijo: «No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán»…”.
¡Has Resucitado!, y comienzas a mostrarte a tus discípulos. Hoy sales al encuentro de las que iban a preparar tu cuerpo en tú sepultura y, allí, no estás, y les sales al encuentro con una palabra de aliento:”no temáis”. Te pido, Señor, que hoy, también, me la digas a mi, yo tampoco he de temer, ¡has salido tantas veces a mi encuentro!, y, ahora, como a aquellas mujeres, me das una misión, “comunicar” mis encuentros contigo, pero, y me lo dices claramente, no voy a encontrarte en lugares lejanos, sino en mis ambientes habituales, en “mi galilea particular”, en mi ministerio, ahí es donde tú, Señor, me saldrás al encuentro haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. ¡CRISTO VIVO!
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
El silencio de ayer se ha convertido en festivo bullicio, y por todos los lugares se oye el canto alegre del ¡aleluya!, y es que “lucharon vida y muerte en singular batalla y, muerto el que es la Vida, triunfante se levanta”, ya no ha piedras que cierren sepulcros, y, hoy, con María puedo decir, a voz en grito, he visto “a mi Señor glorioso, la tumba abandonada”, y me hago, como Pedro, testigo, y digo a todos, que “a Jesús, que lo mataron colgándolo de un madero, Dios lo ha resucitado y se ha manifestado”. Gracias, Señor, porque has vencido a la muerte, por eso “este es el día que tú has actuado, es el día que has hecho, es el día de nuestra alegría y nuestro gozo” porque has resucitado, y ya no valen penas ningunas, y, hoy, y para siempre, me ha hecho ser y vivir feliz. Cristo ha Resucitado y, por eso, me ha hecho ser un hombre nuevo. ¡Aleluya!. X todos y x todo y x tanto. Cristo VIVE
El Párroco
Sábado santo de la sepultura del Señor, 30 de marzo
Jn 19,26:”Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»”.
Hoy no hay sacramentos, hoy sólo hay silencio, hoy es tiempo de interiorizar todo lo vivido estos días, y volver a escuchar tus palabras, ver tus gestos y tus signos, tu entrega incondicional y tu amor sin límites. Y, a pesar de mi tristeza, descubrir que no estoy solo, que en el momento de tu mayor dolor, me entregas, en Juan, a tú madre por mía, no estoy huérfano, y quiero mirar, como las otras mujeres, el lugar donde te pusieron y velarte para devolverte un poco de amor a tanto amor tuyo. Hazme un hombre nuevo, así seré y viviré, a pesar de todo, tu espera, con María, porque ya “la he recibido como algo propio” feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz sábado de esperanza.
El Párroco
Viernes santo de la pasión del Señor, 29 de marzo
Is 52, 13 — 53, 12. Él fue traspasado por nuestras rebeliones (Tercer
cántico del Siervo del Señor).
Sal 30. R. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Heb 4, 14-16; 5, 7-9. Aprendió a obedecer; y se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación.
Jn 18, 1 — 19, 42. “Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu”.
“Todo está cumplido”, ¿qué me has hecho, Señor, para que te haya tratado así? Si parece que a más amor tuyo más afrentas mías. Tú basándome y yo salivándote, golpeándote, burlándome de ti, y hasta abandonándote y dejandote solo. Y en el colmo de tu amor, cuando estás prendido en la cruz, solo, entre el cielo y la tierra, y allí, abajo, de pie, tú madre, me ves, en el discípulo amado, y le dices:«Mujer, ahí tienes a tu hijo», yo, un pecador, su hijo, y, después, en Juan, me dices:«ahí tienes a tu madre”. Ahora si que todo está cumplido, ahora si ha llegado tu hora. No me has dejado huérfano, tengo a quien acudir y, ahora y siempre, le digo: Madre, animado con la confianza de ser tu hijo, a ti acudo. Y aunque son muchos mis pecados me atrevo a comparecer ante ti, y te pido me acojas, y, cuan niño pequeño, me subas a tu regazo: ¡no me desampares, madre mía! Gracias, Señor, por no haberme dejado solo, tengo a María, mi madre, porque tú me la has dado, porque ya llego tu hora, y, con ella espero, lleno de esperanza, el día en que seré y viviré más feliz. X todos y x todo y x tanto. 🙏. Silencio
El Párroco
Jueves santo en la cena del Señor, 28 de marzo
Is 61, 1-3a. 6a. 8b-9. El Señor me ha ungido y me ha enviado para dar la
buena noticia a los pobres, y darles un perfume de fiesta.
Sal 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Ap 1, 5-8. Nos ha hecho reino y sacerdotes para Dios Padre.
Lc 4, 16-21. “Jesús… se levanta de la cena, se quita el manto… y se pone a lavarles los pies a los discípulos…”.
Ya te faltan palabras para expresarme tu amor y vas a los gestos, antes de instituir la eucaristía y el sacerdocio, me manifiestas tu amor haciéndote mi esclavo, y me lo explicas con mejores palabras de las que yo pudiera decir: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis». Me das la gran lección de la noche para hoy y para siempre, es decir, que si quiero ser tu discípulo he de hacer a los demás lo que tú acabas de hacer conmigo y convertirme en lavador de pies para los demás, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del amor fraterno.
El Párroco
Miércoles santo, 27 de marzo
Is 50, 4-9a. No escondí el rostro ante ultrajes.
Sal 68. Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor.
Mt 26, 14-25. El Hijo del hombre se va como está escrito; pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!
Señor, que yo que he comido y bebido contigo, que he oído tus palabras y visto tus signos, que me has llamado y me has hecho tú amigo, que he vivido a tu lado, ¡pudiera traicionarte!, que nunca lo haga, Señor, y si lo hiciera alguna vez, pues soy débil, que me arrepienta y llore como Pedro. ¡Que lástima de Judas! Pero Judas puedo serlo yo si tú, Señor, me sueltas de la mano. “Madre, mírame siempre y llévame cerca de él, pues ahí, con él , a su lado, quiero quedarme” para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes santo, 26 de marzo
Is 49, 1-6. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance
hasta el confín de la tierra.
Sal 70. Mi boca contará tu salvación, Señor.
Jn 13, 21-33. 36-38. “En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar”.
Hoy, el evangelista, me cuenta la predicción de dos grandes traiciones, y podría narrar las mías, ¡han sido tantas! Esta, que es la de judas y que acabo en desesperanza y, la de Pedro, al que le advertiste que no cantaría el gallo antes que él te negara… y que acabo en llanto de amor y arrepentimiento. Y es que, como tú mismo me dices: “el espíritu está pronto pero la carne es débil”. Señor, que esté siempre atento a ti, que tenga frecuentes momentos de oración, y te pido me des “espíritu de oración”, así seré fuerte y perseverante, y, a pesar de mi, contaré con tu gracia, y es que “aunque yo quiera serás tú quien pueda hacerme fuerte”, y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes santo, 25 de marzo
Is 42, 1-7. No gritará, no voceará por las calles.
Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
Jn 12, 1-11. “«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselo a los pobres?». Esto lo dijo… porque era ladrón; y cómo tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando…”.
¡Ay Judas, Judas! Que lástima da seguir al Maestro pero reservarte parte de tu corazón, te pudo más tu codicia que tu amor a Jesús, te ibas, para por dios acaso, haciendo un pobre pecunio, pues no seria mucho lo que echaban en la bolsa, para, por si acaso fallaban tus expectativas, y esa falta de total entrega, te llevo a la total traición, ¡ay si hubieras llorado, otro gallo hubiera cantado! Señor, que te ame, que no me reserve nada, que todo yo sea para ti y solo para ti, pues es la única forma de ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Mc 11,1-10: “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.
Comienza tu Semana de amor, Señor. Hoy, en la celebración, me encuentro con dos evangelios, este, en el que entras humildemente en Jerusalén, es tu meta, allí vas a cumplir totalmente la voluntad del Padre que es la de amarnos, amarme, sin medida, y vemos que hasta los niños te alaban: ¡bendito!, y, después, del mismo evangelista, tu pasión.
Esta es la gran paradoja y la vergüenza del hombre, la mía, mi volatilidad, frente a tu fidelidad. Los mismo que te alababan, días después, piden tu crucifixión. ¿No lo hago, también yo, con mi conducta, muchas veces? Tú, con palabras, gestos, signos, y, sobretodo, con tu vida, manifestado tu gran amor hacia mí y yo, a veces, mirando para otro lado. Señor, que no sea tan voluble, que te ame hoy y siempre, y que, como tu madre, me encuentre siempre junto a ti, aunque sea al pie de la cruz, solo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado
23/mar
La Cuaresma: Subir con Jesús a Jerusalén para reunir a todos
los hombres.
Ez 37, 21-28. Los haré una sola nación.
Salmo: Jer 31, 10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Jn 11, 45-57. ”¿Qué
hacemos? Este hombre hace muchos signos, si lo dejamos seguir, todos creerán en
él.”
Y, un poco más adelante, me dice Juan que:”aquel día decidieron darle muerte”. Así es, Señor, no quieren ni oír hablar de ti, sobre todo, porque tú conducta les muestras su maldad, la dureza de sus corazones, y todo porque haces muchos signos, y en lugar de ver en ti la mano de Dios, deciden quitarte la vida. Todo hubiese sido distinto si hubieras dejado de hablar del reino de Dios y si hubieras dejado de hacer los signos, pero no podías porque esa era tu misión: hablar del amor a Dios y al prójimo con signos, gestos y palabras, y lo hiciste hasta el último suspiro de tu vida: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Gracias, Señor, por no cejar en tu empeño, por hablarme de amor y darme amor, por enseñarme que Dios es tu Padre y el mío. Por decirme que yo he de amar con el “único amor” a Dios y al prójimo, y por enseñarme que “el amor es más fuerte que la misma muerte”, y que la vida no termina aquí. En definitiva, gracias por hacerme ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes 22/mar
La Cuaresma: El Señor está con nosotros.
Jer 20, 10-13. El Señor es mi
fuerte defensor.
Sal 17. En el peligro
invoqué al Señor, y él me escuchó.
Jn 10, 31-42. “Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi
Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?”
La disputa con los listillos de la ley, los que se creían saber de Dios, se hace insostenible, en unos cuantos días veré el resultado. Otros, los sencillos, si creen en ti, pero los que tienen todo el saber de Dios no pueden tolerar que tú, el hijo de un carpintero, les des lecciones, son ellos los que tienen todo el saber y lo tienen escondido para ellos y no lo dan a conocer, ni quieren que los demás lo conozcamos. Ya no les importa ninguna obra ni signo que les muestres, sólo acabar contigo no sea que muchos te sigan. Señor que yo crea en ti, te amé y te siga. Que no quiera más título que el de ser tu discípulo, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día
El Párroco
Jueves
21/mar
La Cuaresma: Guardar la palabra es no conocer la muerte.
Gen 17, 3-9. Serás padre de muchedumbre de pueblos.
Sal 104. El Señor se
acuerda de su alianza eternamente.
Jn 8, 51-59. “.En verdad os digo: quien guarda mis palabras no verá
la muerte para siempre”.
Ayer me decías que, para ser discípulo tuyo, habría que permanecer fiel a tu palabra y que, por ella, conoceré la verdad, pues tú, Señor, eres la verdad, y conociendo la verdad, a ti, seré libre, y, todo esto, aquí, en la tierra. Hoy me dices más, me dices que tú palabra me dará vida eterna, es decir, que:”no veré la muerte para siempre”. Así lo reconoció Pedro, cuando muchos de tus discípulos dejaron de seguirte y les preguntaste a los doce:” También vosotros queréis iros?, y él respondió: “A quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”, y, hoy, soy yo quien te lo digo y, también como él te respondo: “creo en ti porque tú eres el Santo de Dios” (Jn 6,67-69), y me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 20/mar
La Cuaresma: La fidelidad libera.
Dan 3, 14-20. 91-92. 95. Envió un ángel a salvar a sus siervos.
Salmo: Dan 3,
52-56.
¡A ti gloria y alabanza por los siglos!
Jn 8, 31-42. ”Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis
la verdad, y la verdad os hará libres”.
Y esto se lo dijiste a los judíos que habían creído en ti y que se creían superiores a los demás por cumplir la ley de Abraham y circuncidarse, y les tienes que decir que todos somos iguales, que para ser cristiano solo basta con creer en ti, y creer en ti es permanecer en tu palabra, pues sólo tú eres el camino, la verdad y la vida, y que es tu palabra, que es verdad, la que me hace libre y vivir libre y, por ella, he de estar dispuestos a “sufrir por defender mis convicciones cristianas en un mundo incrédulo”, como los tres jóvenes de la primera lectura, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes 19/mar
2 Sam 7, 4-5a. 12-14a. 16. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre (Lc 1, 32).
Sal 88. Su linaje será
perpetuo.
Rom 4, 13. 16-18.
22. Apoyado
en la esperanza, creyó contra toda esperanza.
Mt 1,16.18-21.24a: “Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor…”.
San José, solemnidad.
Alguien ha dicho que la fiesta de San José, en medio de la cuaresma, es como un oasis de paz y de alegría, y que deberíamos aprender de él e imitar sus muchas virtudes, y aunque no podría señalar todas, la primera, si sería, la humildad, ni una sola palabra suya aparece en los evangelios a pesar de ser el patriarca de la familia, la segunda, y no las estoy poniendo por orden de importancia, su fe en Dios que le lleva a buscar en todo momento, a pesar de las dificultades, su voluntad, y en tercer lugar, el amor a Dios y al prójimo, sabiendo que ambos no son sino el “único amor”. Y para todos los padres, os invito le imitéis, también, en la educación a vuestros hijos como él educo a Jesús. Así todos seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Felicidades a todos los José, Josefas y sus derivados, y a todos los padres. Feliz día de nuestra parroquia.
El Párroco
Lunes 18/mar
La Cuaresma: Dios salva, no condena.
Dan 13, 1-9. 15-17. 19-30. 33-62. Ahora tengo que morir, siendo inocente.
Sal 22. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.
Jn 8, 1-11. “ El que esté sin
pecado, que le tire la primera piedra.”
¿Por qué ese corazón de piedra para con los demás y tan blando para con nosotros mismos? Esa es la contestación que les das a aquellos que se presenta con una mujer sorprendida en adulterio, y lo hacen, como siempre “para comprometerte”, los que, al mismo tiempo, no lo fueron para con el hombre que estaba con la mujer sorprendida en adulterio. Y tú, como siempre, me enseñas tu corazón de carne, que amas y no condenas, aunque si detestas el pescado, por eso les dices que “tire la piedra -su corazón que es la piedra- el que esté sin pecado”. Y, a ella, “no peques más”. Y, a mí, me enseñas a que ame a todos sin condenar a nadie, y que ame a los demás como tú me has amado y me has perdonado, hasta 70 veces 7, siempre. Que no tire piedras, ni dardos por la boca, sino flores y bien decir, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 12,20-33
En
aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos
griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor,
queremos ver a Jesús».
Felipe
fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús
les contestó:
«Ha
llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
En
verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y
el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi
servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará. Ahora mi alma está agitada, y
¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta
hora. Padre, glorifica tu nombre».
Entonces
vino una voz del cielo:
«Lo
he glorificado y volveré a glorificarlo».
La
gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían
que le había hablado un ángel.
Jesús
tomó la palabra y dijo:
«Esta
voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo;
ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre
la tierra atraeré a todos hacia mí».
Esto
lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Jn 12,20-33: “Había
algunos griegos; estos acercándose a Felipe… le rogaban: «Señor, queremos ver a
Jesús»”.
Y, a mi hoy, en esta última semana de cuaresma, cuando me he acercado más a ti por la oración y he visto tus miradas de amor y tus palabras de vida, me brota la misma petición que a aquellos griegos: “Señor, quiero verte”, quiero verte porque eres la luz que me iluminas y quien me acompaña en los momentos difíciles, por eso quiero seguirte, y aunque como “el grano de trigo tenga que morir para dar fruto”, quiero seguirte, pues es tu hora y, en tu hora, quiero estar contigo para que “cuando seas elevado sobre la tierra me atraigas hacia ti”, y aprenda, como tú, también “en el sufrimiento a obedecer al Padre”, pues es la única forme de ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
Sábado
16/mar
La Cuaresma: ¿Qué decimos de Jesús?
Jer 11, 18-20. Yo, como manso
cordero, era llevado al matadero.
Sal 7. Señor, Dios mío, a ti me acojo.
Jn 7, 40-53. “Estudia y verás que de Galilea no salen profetas”.
Y ellos mismos, sin quererlo, en este caso dicen la verdad, porque tú, Señor, no eres Galileo, ya que, como nos dicen los evangelios, “José subió con María que estaba en cinta, a la ciudad de David, a Belén de Judea”, y, allí, naciste y es lo que, ellos, desconocían y hasta aluden a las escrituras: «¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?». Así es, y en ese pueblo naciste y del linaje de David eres. Y, Señor, todo el que te escucha no queda indiferente: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre», es la respuesta que le dan los soldados a los sumos sacerdotes y a los fariseos. Señor, que yo tampoco quede indiferente a tus palabras y es que nadie ha hablado como tú, tus palabras son de vida eterna y quiero, cada mañana, escucharte, para conocerte, amarte y seguirte y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El
Párroco
Viernes
15/mar
La Cuaresma: Elegir el camino: el del justo perseguido o el de
los perseguidores.
Sab 2, 1a. 12-22. Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Sal 33. El Señor está cerca de los atribulados.
Jn 7, 1-2. 10.
25-30. Intentaban
agarrarlo, pero todavía no había llegado su hora.
Es la hora de la que san Juan nos hablará tantas veces y que la primera vez que sale es en la boda de Cana cuando le dijiste a tú madre que no había llegado. Hoy, dice, el evangelista, que nadie te pudo echar mano porque: “todavía no ha llegado…”, por lo que me está diciendo que eres tú, Señor, quien libremente das tú vida, esa es tu hora, pero nadie te la quita sino que tú las das libremente, pues para eso has venido. Señor, que, también, llegue, ya, mi hora. La hora de darme, de entregarme, de amar, ya y de una vez, radicalmente, a Dios y al hermano herido, a todos los que me necesiten, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El
Párroco
Jueves
14/mar
La Cuaresma: Arrepentirse de los pecados
Ex 32, 7-14. Arrepiéntete de la
amenaza contra tu pueblo.
Sal 105. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu
pueblo.
Jn 5, 31-47. “Hay otro que da testimonio de mi…”.
Hoy, Señor, me hablas con claridad y me dices que no necesito más signos para creer en ti que los que hay en las escrituras pues, en ellas, se habla de ti. La cuaresma es tiempo de acercarme a ti, es tiempo de meditar, leer y escuchar más tu palabra. Todo da testimonio de ti: Moisés, Juan el Bautista, pero, sobre todo, tu, nuestro, Padre Dios: ”este es mi Hijo, el amado”. Pero, cuantas veces, cierro mis oídos y mis ojos, para no oír ni ver, para no complicarme la vida. Señor, que crea en ti, y con Pedro te responda: “tú, Señor, eres el Mesías, el que tenía que venir al mundo” para mostrarme el amor al Padre y al hermano, único amor, y ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 13/mar
La Cuaresma: Escuchar al Hijo y creer en el Padre es obtener la
luz y la vida.
Is 49, 8-15. Te he constituido
alianza del pueblo para restaurar el país.
Sal 144. El Señor es clemente y misericordioso.
Jn 5, 17-30. “No
busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”.
Señor, te hiciste hombre, tomaste mi humana naturaleza para hacerme partícipe de la tuya divina y para enseñarme cómo he de vivir, que “no basta con decir: «Señor, Señor» sino que he de cumplir la voluntad del Padre”, sólo así viviré, como tú, en plena unión con él Padre, y que tú amor a Él se manifiesta en buscar y cumplir sólo su voluntad, así vives en plena unión con Él. Enséñame a vivir mi unión con Él, mi auténtica filiación divina, y la viviré si no busco, solo, hacer mi voluntad sino, como tú, la suya, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes
12/mar
La Cuaresma: Recordar el agua vivificante y curante.
Ez 47, 1-9. 12. Vi agua que manaba del templo, y habrá vida allí donde llegue el torrente.
Sal 45. El Señor del universo está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Jn 5, 1-16. ”Jesús al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba
mucho tiempo, le dice:«¿Quieres ser sano?». El enfermo le contestó: «Señor, no
tengo a nadie que me meta en la piscina…»”.
Señor, hoy me fijo en que soy tú discípulo, y que tú eres mi luz, que iluminas mi camino para que viva, como en pleno día, haciendo el bien. Por eso mis obras no serán más que reflejo de ti y será a ti, no a mi, al que han de alabar y glorificar. Que lástima sentiría si alguien, que hubiera estado cerca de mi, llegara a decir lo que este paralítico, “no he tenido a nadie que me haya llevado a ti”. Señor, que en este tiempo de cuaresma, me acerque, como el buen samaritano, a todo hombre que esté herido, en cuerpo o alma, para que tú, Señor, lo sane, para que te conozca y te amé, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El
Párroco
Lunes 11/mar
La Cuaresma: Acoger la vida.
Is 65, 17-21. Ya no se oirá ni llanto ni gemido.
Sal 29. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Jn 4, 43-54. “El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se
muera mi niño». Jesús le contesta :«Anda, tu hijo vive». El hombre creyó en la
palabra de Jesús y se puso en camino”.
Señor, también yo creo en tu palabra, aunque es tan pobre mi fe que, a veces, dudo, por eso te pido me la aumentes, y que no sea como tus paisanos que piden siempre signos y les tienes decir aquello de que:«un profeta no es estimado en su propia patria». Yo no necesito signos pues mi propia vida lo es. Gracias, Señor, por el amor que me muestras a diario haciéndome ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Buen lunes.
El
Párroco
Lectura del santo
Evangelio según san Juan 3, 14-21
En
aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Lo
mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado
el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque
tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en
él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque
Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se
salve por él.
El
que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha
creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este
es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a
la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la
luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En
cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras
están hechas según Dios».
IV
Domingo de cuaresma. “Laetare”.
Jn 3,14-21: “Tanto amó Dios al mundo que le
entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en el… tenga vida eterna”.
Domingo
de la alegría
Porque ya está cerca la salvación, la Pascua del Señor. Y hoy, lo primero que me viene es un gran sentimiento de agradecimiento a ti, Padre, porque es tanto el amor que nos tienes que nos has enviado a tu Unigénito para salvarme si creo en él y así cumplir el anhelo más universal de todos, el deseo de vivir siempre, ser eterno. Para ello he dejarme iluminar por ti, Señor, pues has venido para ser luz, que no quiera vivir en tinieblas, sino obrar el bien, acercándome a ti y vean mis buenas obras para que por ellas glorifiquen a nuestro Padre. Gracias, Señor, por ser la luz que me iluminas y me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Domingo de la alegría.
El Párroco
Sábado
9/mar
La Cuaresma: Presentar al Señor un corazón humillado como
sacrificio.
Os 6, 1-6. Quiero
misericordia, y no sacrificio.
Sal 50. Quiero
misericordia, y no sacrificio.
Lc 18, 9-14. ”El fariseo, erguido, oraba en su interior:”¡Oh Dios!
te doy gracias porque no soy como los demás hombres …” El publicano… se
golpeaba el pecho diciendo:”¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador…”.
Viernes
8/mar
La Cuaresma: Amar a Dios sobre todas las cosas.
Os 14, 2-10. No llamaremos ya
“nuestro Dios” a la obra de nuestras manos.
Sal 80. Yo soy el Señor,
Dios tuyo; escucha mi voz.
Mc 12, 28b-34. ”Qué
mandamiento es el primero de todos?”
Es hermoso que, a mitad de la cuaresma, tiempo de gracia y conversión, me recuerdes que no hay otro mandamiento que el del amor. Amor en los dos sentidos: hacia Dios, y hacia el prójimo. Por eso es, también, hermoso que el Papa Francisco me lo haya querido recordar en el mensaje de cuaresma de este año, en el que, entre otras cosas, decía:”Es tiempo de actuar, y en cuaresma actuar es detenerse. Detenerse en oración, para acoger la palabra de Dios, y detenerse, como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor”, no hay otro mandamiento. Señor, ayúdame a cumplirlo para que yo esté cerca de tu reino y así sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Jueves 7/mar
La Cuaresma: Vigilar para no cerrarse a la salvación.
Jer 7, 23-28. Esta es la gente
que no escuchó la voz del Señor, su Dios.
Sal 94. Ojalá escuchéis
hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».
Lc 11, 14-23. “El que no está
conmigo está contra mí”
No hay más, no puedo tener encendidas esas dos velas que dice el refranero: ”una para el demonio y otra para san Antonio”. Y es que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, pues, acaban de ver un signo en la curación de un mudo y te piden un signo o dicen que por arte de Belcebú lo has echado, estos son, como siempre, los listillos de la época. Por el contrario, la multitud, esos que no son nadie, entre los que quiero encontrarme, nos quedamos admirados de tu bondad, de tu amor hacía los más necesitados. Señor, que vea, Señor, auméntame la fe y hazme estar (yo quiero, tu puedes) a tu favor, contigo, quiero ser de los tuyos, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 6/mar
La Cuaresma: Recordar la ley de Dios y observarla.
Dt 4, 1. 5-9. Observad los
mandatos y cumplidlos.
Sal 147. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt 5, 17-19. “No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud”.
Martes
5/mar
La Cuaresma: La compasión de Dios invita a perdonar.
Dan 3, 25. 34-43. Acepta nuestro
corazón contrito y nuestro espíritu humilde.
Sal 24. Recuerda, Señor,
tu ternura.
Mt 18, 21-35. “Lo
mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón
a su hermano”.
El
Párroco
La Cuaresma: Desconfiar de los privilegios y abrirse a la
universalidad de la salvación.
2 Re 5, 1-15a. Muchos leprosos
había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el
Sirio.
Sal 41. Mi alma tiene sed
del Dios vivo; ¿cuándo veré el rostro de Dios?
Lc 4, 24-30. ”Lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el
que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo”.
¿Por qué, como ellos, no quiero reconocerte en lo pequeño y en lo sencillo? ¿Por qué, como casi todos, pido signos grandilocuentes? ¿Por qué… ? Seguro que yo hubiera hecho lo mismo que tus paisanos. Perdóname, Señor, también yo te hubiera sacado del pueblo para despeñarte, perdóname, Señor. Dice el evangelista que te abriste paso y seguiste tu camino. Señor, yo hoy quiero retenerte para escucharte, ábreme mi oído para escuchar lo que dices y lo que quieres de mi, pues sólo cumpliendo lo que quieres de mi es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura
del santo evangelio según san Juan Jn 2, 13-25
Cuando
se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el
templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus
mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y
sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo
las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten todo de aquí y no
conviertan en un mercado la casa de mi Padre”.
En
ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de
tu casa me devora.
Después
intervinieron los judíos para preguntarle: “¿Qué señal nos das de que tienes
autoridad para actuar así?” Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en
tres días lo reconstruiré”. Replicaron los judíos: “Cuarenta y seis años se ha
llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”
Pero
él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los
muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en
la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras
estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en él, al ver
los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a
todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque él
sabía lo que hay en el hombre.
Jn 2,13-15: “No
convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”.
Nos dice el evangelista que se refería al Templo de su cuerpo, y al mío, somos las verdaderas piedras del Templo vivo de Dios. Por eso no he de convertir en mercado mi cuerpo, porque, a veces, parece que llevo el corazón en la mano para ofrecérselo al mejor postor, olvidándome que tú, mi Señor, eres, con mucho, el mejor postor. Señor, quiero hoy renovar mi vida y mi vocación, todo para ti, “toma mi corazón, tuyo es, mío no” y te doy gracias porque, como dice San Pablo, “has elegido lo necio y lo débil, para confundir a los sabios y a los fuertes de este mundo”, me has elegido a mi, por lo que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
2ª SEMANA DEL TIEMPO DE CUARESMA.
Sábado
2/mar
La
Cuaresma: Levantarse y volver al Padre.
Miq 7, 14-15.
18-20. Arrojará
nuestros pecados a lo hondo del mar.
Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.
Lc 15, 1-3. 11-32.
“Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su
padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”.
Y el padre, con dolor de su corazón, le dio lo que todavía no le pertenecía, pues la fortuna no se hereda hasta la muerte del finado, por tanto, el hijo menor le vine a decir: “padre, para mi estas muerto”, con frase actual, “paso de ti”. Sabemos lo que ocurrió, que este hijo, niño caprichoso, se lo gastó todo malamente y que, después de reflexionar y más que por dolor, por hambre, volvió a su casa. Desde lejos, nos dices en el evangelio, su padre, más que con los ojos, con el corazón, lo vio, porque día y noche oteaba al horizonte, y salió corriendo y se lo comía a besos y le preparó una fiesta. Gracias, Padre, porque, muchas veces, ese hijo he sido yo. Gracias, Padre, porque eres un Dios que perdona el pecado y pasas por alto las faltas. Gracias, porque, a pesar de mí, me quieres y también a mí me comes a besos. Dame el don del arrepentimiento, y que no sea, jamás, como el hermano mayor, incapaz de perdonar cuando no es mejor que el pequeño, y, además, muestra un gran grado de desconfianza a su padre, que le tiene que decir: ”todo lo mío es tuyo”. Gracias, Padre, porque me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El
Párroco
Viernes
1/mar
La Cuaresma: Acoger el reino y no rechazar al enviado.
Gen 37, 3-4.
12-13a. 17b-28. Ahí
viene el soñador; vamos a matarlo.
Sal 104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mt 21, 33-43.
45-46. “Este es el
heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia”.
Y también eres la piedra angular sin la que la Iglesia se hundiría. Una sencilla parábola con la que me explicas la historia humana hasta llegar a ti, y fue lo que hicimos contigo. También a mi me has mimado, también a mi me has plantado dándome la vida, me has rodeado con tu amor, y me has cavado un lagar y construido una torre para protegerme (tu Iglesia). Señor, que no sea como aquellos labradores, ¡has hecho tanto por mi! Yo no puedo hacer más, por todo lo que me has querido, que dar fruto y este abundante, el fruto de amarte y darte a conocer, sólo así seré y viviré totalmente feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves
29/feb
La
Cuaresma: Confiar en los verdaderos valores.
Jer 17, 5-10. Maldito quien
confía en el hombre; bendito quien confía en el Señor.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su
confianza en el Señor.
Lc 16, 19-31. “Había
un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba todo el día. Y
un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal…”.
Tú, Señor, pones la situación y el problema del rico no era ni ser rico, ni vestir de esta o de aquella manera, ni siquiera el banquetear. Su problema fue cerrar los ojos y no acercarse al otro para hacerse su prójimo, y eso que estaba bien cerca, echado en su portal, y que se conformaba con bien poco, con las migajas que hubieran caído de la mesa del rico. Señor, que tenga los ojos bien abiertos para ayudar, acercándome, a los que me necesiten, dando pan a los que tengan hambre, y abrirles el hambre de ti a los que tengan pan, para que no me pase lo de al rico al acabar su vida aquí, y no hace falta, Dios mío, que me mandes a nadie más porque, decía san Juan De la Cruz, “ya me lo has dicho todo en tu Hijo”, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 28/feb
La Cuaresma: Acompañar a Cristo en su Pasión.
Jer 18, 18-20. Venga, vamos a
hablar mal de él.
Sal 30. Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Mt 20, 17-28. .”Ellos dicen pero no hacen… Todo lo que hacen es para que
los vea la gente”.
Señor, al comenzar la cuaresma me pedías que todo lo que hiciera lo hiciera por y para Dios, que sólo Él es el que tenia que recompensarme, que ve todos mis actos, pues ve lo secreto y lo escondido, Él y sólo Él es quien conoce mi corazón. Y, hoy, me recuerdas que, aquellos que debería saber más de la ley, los escribas y fariseos, hacen lo contrario, “todo para que lo vean la gente”, para presumir, todo apariencia y me dices que “si quiero ser el primero he de servir a todos” como tú, que no viniste a ser servido sino a servir y dar tu vida por mi. Gracias, Señor, porque tú me enséñelas con tu ejemplo y amándome y me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El
Párroco
Martes
27/feb
La
Cuaresma: Hacer el bien de palabra y obra.
Is 1, 10. 16-20. Aprended a hacer el bien, buscad la justicia.
Sal 49. Al que sigue buen camino le haré ver la
salvación de Dios.
Mt 23, 1-12. “Ellos
dicen pero no hacen… Todo lo que hacen es para que los vea la gente”.
Señor, al comenzar la cuaresma me pedías que todo lo que hiciera lo hiciera por y para Dios, que sólo Él es el que tenía que recompensarme, que ve todos mis actos, pues ve lo secreto y lo escondido, Él y sólo Él es quien conoce mi corazón. Y, hoy, me recuerdas que, aquellos que debería saber más de la ley, los escribas y fariseos, hacen lo contrario, “todo para que lo vean la gente”, para presumir, toda apariencia y me dices que “si quiero ser el primero he de servir a todos” como tú, que no viniste a ser servido sino a servir y dar tu vida por mí. Gracias, Señor, porque tú me enseñas con tu ejemplo y amándome y me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 26/feb
La
Cuaresma: Perdonar como Dios perdona para ser perdonados.
Dan 9, 4b-10. Hemos pecado,
hemos cometido crímenes.
Sal 78. Señor, no nos trates como merecen nuestros
pecados.
Lc 6, 36-38. ”Sed misericordioso como vuestro Padre es
misericordioso; no juzguéis…”.
Además, ¿quién soy yo para hacerlo? Nadie. Eso fue lo que quisieron hacer Adán y Eva, conocer el bien y el mal, ser tú, necedad y locura. Y es que sólo tú, Padre, me conoces, y no puedo escapar de tu presencia, suba a la cima más alta o baje a lo profundo del mar, allí estás tú, me alcanza tu diestra. Gracias a Dios, Jejeje, gracias a ti que eres el único que me juzgas, porque eres el único que me conoces, me puedes hacerlo. Como dice Daniel (9,4b-10) “aunque no he obedecido a tu voz y me haya rebelado muchas veces contra ti, tú eres compasivo y me perdonas”, y es que tu, Padre, me amas, por lo que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 9, 2-10
En
aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con
ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se
volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del
mundo.
Se
les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces
Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:
«Maestro,
¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra
para Moisés y otra para Elías».
No
sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se
formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Este es mi Hijo, el
amado; escuchadlo».
De
pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando
bajaban del monte, les ordenó que contasen a nadie lo que habían visto hasta
que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Esto
se les quedó grabado, y discutían qué quería decir aquello de resucitar de
entre los muertos.
Mc 9,2-10: “Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo”.
Cuando todavía estamos a poco de haber comenzado el tiempo de Cuaresma, tiempo de gracia, me dices, en la Palabra, que es lo que tengo que hacer para vivirla bien: “escucharte”, porque en ti, Señor, “el Padre, me decía san Juan de la Cruz, me lo ha dicho todo, ya no tengo más fe que revelar, ni más cosas que manifestar”, así pues, lo que tengo que hacer es “empaparme de ti” y decirte, como Pedro, “que bien se está aquí”, escuchándote, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
1ª SEMANA DEL TIEMPO DE CUARESMA.
Sábado
24/feb
La Cuaresma: Corresponder a la elección.
Dt 26, 16-19. Serás el pueblo
santo del Señor, tu Dios.
Sal 118. Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Mt 5, 43-48. “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os ersiguen”.
Se puede decir más alto, nunca más claro. Y es que, como nos ha dicho el Papa Francisco en su mensaje de cuaresma, “el amor a Dios y al prójimo es un único amor”, no hay otro mandamiento y es que, además, no puedo tener enemigos pues todos sois mis hermanos, ya que todos tenemos el mismo Padre: Dios, y, así lo decimos en la oración dominical: “Padre nuestro…”. Por eso termina diciéndonos el evangelista: ”Sed perfecto como vuestro Padre, es perfecto” y ama a todos sin excepción. Solo, así, amando, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes23/feb
La Cuaresma: Reconciliación con Dios y con los hermanos.
Ez 18, 21-28. ¿Acaso quiero yo
la muerte del malvado, y no que se convierta de su conducta y viva?
Sal 129. Si llevas cuenta
de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mt 5, 20-26. ”Vete primero a reconciliarte con tu hermano, y
entonces vuelve a presentar tu ofrenda”.
No hay más mandamiento que el amor y no puedo ni hacerme el sordo ni disimular. He de amarte a ti, Padre, pero “no puedo aborrecer al hermano a quien veo, pues como dice San Juan, si eso es lo que hago, soy un mentiroso”. Es cuaresma y, me dice el Papá Francisco en su mensaje:”he de detenerme en oración, para acoger la Palabra de Dios, y he de detenerme como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor”, más claro agua, por tanto, es sólo amando como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El
Párroco
Jueves
22/feb
Cátedra de San Pedro.
1 Pe 5, 1-4. Yo, presbítero con
ellos, testigo de la pasión de Cristo.
Sal 22. El Señor es mi
pastor, nada me falta.
Mt 16, 13-19. ”Ahora yo te digo tú eres Pedro, y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia”.
Después de responderte a una pregunta que les haces, de que “tú eres el Mesías, el hijo de Dios vivo”, le das la primacía sobre los apóstoles, pero no para que “nos gobierne déspotamente sino mostrándose como modelo del rebaño”, porque en él edificarás “Tu” Iglesia, y ha de ser el que nos una en la fe y en amor, y, después de él, todos los Papas son Pedro. Señor, que sea quien sea lo ame y siempre me una a él en la fe y en el amor, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 21/feb
La Cuaresma: Urgencia de conversión.
Jon 3, 1-10. Los ninivitas
habían abandonado el mal camino.
Sal 50. Un corazón quebrantado y humillado, oh,
Dios, tú no lo desprecias.
Lc 11, 29-32. ”Aquí hay uno que es más que Jonás”.
Y más que Salomón y que todos, pues tú, Señor, eres la Palabra hecha carne, el Dios visible del Dios invisible, luz de luz, eres Dios verdadero, y sigo con fe titubeante, y no me convierto de verdad, de una vez por todas como los ninivitas que se convirtieron a la predicación de Jonás. No necesito más signos, sólo necesito escucharte, seguirte, conocerte más y más, y más y más amarte cada día, y, así, cada día, ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz Miércoles.
Martes
20/feb
La Cuaresma: Hacer la voluntad de Dios.
Is 55, 10-11. Mi palabra
cumplirá mi deseo.
Sal 33. Dios libra a los justos de sus angustias.
Mt 6, 7-15. ”Cuando recéis no uséis muchas palabras... vuestro
Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros orad así:
«Padre nuestro…»”.
Y, sin embargo, me dices que rece sin desfallecer y que persevere en ella todos los días, hoy me hablas de la forma, es decir, que no hacen falta muchas palabras pues tú, Señor, sabes, de más, lo que necesito, pero si he de hablar todos los días pues Dios es mi Padre, si, mi Padre, y ¿qué hijo no desea hablar con su Padre cada día, y, más, recién levantado para decirle: ¡hola!? Porque he visto muchas definiciones de rezar, pero me quedo con la de Santa Teresa, es “hablar con quién sabe qué te quiere”, y mi Padre me quiere, y, la mejor oración es la que tú, Señor, me enseñas, el “Padre nuestro” pero “sabiendo que digo y a quien se lo digo”, es decir, “no solo moviendo los labios”, así, sabiendo lo que digo y a quien se lo digo, a ti, que eres mi Padre, solo esto sería para que me volviera loco, tú, Dios, mi Padre, me hacer ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 19/feb
La Cuaresma: Practicar la verdadera religión.
Lev 19, 1-2.
11-18. Juzga
con justicia a tu prójimo.
Sal 18. R. Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25, 31-46. ”Venid, vosotros, benditos de mi Padre, heredad el
reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre…
sed…”.
Y es esto lo que, antes que nada, me pides que haga, no sólo en cuaresma, sino siempre. Es la limosna llevada a la más alta realización, que no es dar unas cuantas monedillas, sino amar de verdad a los demás y hacerlo porque haciéndoselo a ellos es a ti a quien se lo hago, porque te has unido de tal forma a la humanidad que no puedo amarte a ti sino amo a los hermanos, y es amándoles a ellos como te amo a ti: “cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Y no lo puedo olvidar, pues, de nada me sirve todo lo demás si no tengo amor y es que, además, será, de amor, de lo que me examinarás al final de mi vida y, sólo amando, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El
Párroco
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 1, 12-15
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.
Se
quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las
fieras y los ángeles lo servían.
Después
de que Juan, fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio
de Dios; decía:
«Se
ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el
Evangelio».
Mc 1,12-15: ”Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio, decía: «Se ha
cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.
Esta, tu gran misión, la comenzaste a vivir después de tu experiencia con Dios, en el desierto. Y, yo, también, he de vivir, en tu nombre, ti misma misión, proclamar tu Evangelio, por ello he de prepararme, y, ahora, me da este tiempo de gracia, que esta cuaresma sea mi desierto, tiempo de reavivar la gracia de mi bautismo y dónde, en oración con el Padre, le pida tener más hambre de ti, pan vivo y verdadero, y de toda palabra que sale de tu boca, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
EMPIEZA EL TIEMPO DE CUARESMA
Sábado
después de ceniza, 17/feb
La Cuaresma: Cambiar de
vida.
Is 58, 9b-14. Cuando
ofrezcas al hambriento de lo tuyo, brillará tu luz
en las tinieblas.
Sal 85. Enséñame, Señor, tu camino, para que siga
tu verdad.
Lc 5, 27-32. ”No necesitan médicos los sanos sino
los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se
conviertan”.
Es la respuesta que les das a los fariseos que murmuran él que entres en casa de Levi, pecador a sus ojos, y comas con él y sus amigos. Gracias, Señor, porque también a mí, y a pesar de mí, me has llamado y me pides, como a todos en este tiempo de cuaresma, que me convierta, que entre en la cuaresma de mi corazón para que este pase de ser un corazón de piedra a uno de sangre capaz de amar y sentir compasión hacia los demás, que entre cuaresma y salga pascua, me pides que entre en la crisálida gusano y salga mariposa, criatura hermosa para tu padre Dios, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes
después de ceniza, 16/feb
La Cuaresma: Ayunar
mientras se espera al Señor.
Is 58, 1-9a. Este
es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, tú no lo desprecias
Mt 9, 14-15. ”¿Por qué… tus discípulos no ayunan?
Hoy, la liturgia, ahonda en una de las prácticas cuaresmales, el ayuno. Pero me hablas de un ayuno de verdad, pues tú has venido a hacer nuevas todas las cosas, un ayuno por y para ti que ves en lo escondido. Ayuno que, además de recordarme, que no sólo de pan vivo, sino de toda palabra que sale de tu boca, me ayude a ayudar a los demás, me ayude a liberarme de mis caprichos y egoísmos, y a liberar a los demás de yugos de injusticias y a desatar correas y opresiones, a compartir mi pan y mi techo, y vestir a desnudos, es decir, a vivir las obras de misericordia, sólo así surgirá mi luz como la aurora y si clamo a ti, tú me escucharás y yo seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves
después
de ceniza 15/feb
La Cuaresma: Elegir entre
la vida o la muerte.
Dt 30, 15-20. Mira:
yo os propongo hoy bendición y maldición.
Sal 1. Dichoso el hombre que ha puesto su
confianza en el Señor.
Lc 9, 22-25. “Si alguno quiere venir en pos de mí,
que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga”.
Seguirte, ese es el camino por el que quiero optar, es el camino del bien y de la vida, aunque ello suponga negarme a mí y a mis caprichos, fue el camino que eligió, entre otros, Juan el Bautista: ”Conviene que yo mengüe para que él, se referiría a ti, crezca”, y he de tomar “mi” cruz de cada día, nunca será tan pesada como la tuya y, además, cuento con la ventaja que tu serás mi cirineo y que ya has recorrido el camino antes que yo, yo solo he de seguirlo. No hay mejor camino en cuaresma, para prepararme para la Pascua, he de ir en “pos” de ti, quitar todo aquello que me impida seguirte, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El
Párroco
Miércoles 14 de febrero
Miércoles
de Ceniza - Tiempo de Cuaresma
La Cuaresma: Tiempo favorable para
convertirse obrando según Dios.
Ayuno y Abstinencia
Jl 2, 12-18. Rasgad vuestros
corazones, no vuestros vestidos.
Sal 50. Misericordia,
Señor, hemos pecado.
2 Cor 5, 20 — 6,
2. Reconciliaos
con Dios: ahora es tiempo favorable.
Mt 6, 1-6. 16-18. “Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos…”.
Y no sólo mi justicia, sino, como me recordaba San Pablo, el pasado domingo, “todo lo que haga sea solo para gloria de Dios” (I Cor 10,31). Comienza la cuaresma, y tú, Padre, quieres que me convierta a ti, “que cambie realmente (Jl 2,12-18), y, para ello, te pido un corazón puro, que me renueves por dentro, y que me devuelvas, si la hubiera perdido, la alegría de tu salvación (2 Cor 6,2), y hacerlo todo desde mi interior, para que sólo lo veas tú, pues todo es por ti y para ti. Buscando más tiempo para estar en tu presencia (oración), dándome cuenta de que no solo he de vivir de pan sino de toda palabra que sale tu boca (ayuno) y ayudando con mi tiempo, también con mi dinero (limosna) a los demás, sobre todo, a los más necesitados. Así, la cuaresma será tiempo favorable de preparación a vivir la Pascua y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz cuaresma.
El Párroco
VI semana del Tiempo ORDINARIO.
Martes
13/feb
Sant 1, 12-18. Dios
no tienta a nadie.
Sal 93. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.
Mc 8, 14-21. ”Estad
atentos, evitad la levadura de los fariseos y de Herodes”.
Gracias, Señor, porque soy “dichoso, dice el salmo, al ser educado por ti”. Hoy es uno de esos días que quieres hacerlo, y me dices que esté atento, que no me vaya tras otros, que no me deje ni engañar ni embaucar, me dices que lo importante no es ni la comida ni el vestido. Es lo que pensaron tus primeros discípulos, pues al decirles lo de la levadura, pensaron que les reñías por habérseles olvidado el pan, y, entonces, les dices, me dices, que lo esencial es estar a tu lado, tenerte y escucharte y amarte, porque es tu palabra, eres tú, Señor, mi verdadero alimento, y con María, la hermana de Marta, quiero escoger la mejor parte, a ti, el lote de mi heredad, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes 12/feb
Sant 1, 1-11. La autenticidad de vuestra fe produce paciencia, para que seáis perfectos e íntegros.
Sal 118. Cuando me alcance tu compasión, Señor,
viviré.
Mc 8, 11-13. “Los fariseos… le pidieron un signo
del cielo”.
Antes me ha dicho Marcos que lo hacen para ponerte a prueba. ¿Signos? No quieren signos, los ven y no hacen caso, sólo quieren ver si los haces quebrantando alguna ley mosaica, como el incumplimiento del sábado y tener de que acusarte. ¿Signos? Ya tengo muchos, tu misma palabra, los milagros que haces, tú misma vida, acercándote a todos, sobre todo a los más necesitados, a los enfermos, tocándolos, son signos más que suficientes de que me hablas del amor de Dios. No necesito más signos, lo que he de hacer es imitarte, y, como me dice Santiago, “No parecerme a una ola de mar agitada y sacudida por el viento” (Sant 1,1-11), que mi Fe sea firme en ti, Señor, para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos 1, 40-45
En
aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si
quieres, puedes limpiarme».
Compadecido,
extendió la mano y lo tocó, diciendo:
«Quiero:
queda limpio».
La
lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él
lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que
conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó
Moisés, para que les sirva de testimonio»,
Pero,
cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que
Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en
lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.
Mc 1, 40-45. “Se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas
:«Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió la mano y lo tocó
diciendo: «Quiero, queda limpio»”.
Que dos transgresores de la ley os habéis juntado. El leproso que, según la ley de Moisés, es impuro y tiene que vivir solo y, sin embargo, se te acercó, rompiendo toda barrera y toda ley para, humildemente, de rodillas, suplicarte que lo limpies. Y, por otra parte, tú, Señor, que tampoco te importa le ley, y extiende tu mano y lo tocas, que te convierte en impuro, pero es que, para ti, tu amor al hombre, está por encima de cualquier norma, y le dices: ”(te) quiero, queda limpio”. Gracias, Señor, porque a mí, también, me quieres y me limpias de todo pecado, la mayor enfermedad que tenemos los hombres, porque has vendo a llamar no a los sanos, sino a los enfermos, por tanto, a mí, y me sanas cada vez que, con humildad, me acerco a ti y te suplico: ”límpiame”, y, también a mí, me dices: “te quiero”, haciéndome ser el hombre que es y vive feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz primer día de la semana.
El Párroco
V semana del Tiempo ORDINARIO.
Sábado
10/feb
1 Re 12, 26-32;
13, 33-34. Jeroboán fundió dos becerros de oro.
Sal 105. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu
pueblo.
Mc 8, 1-10. ”«De dónde vamos a sacar pan, aquí,
en despoblado, para saciar a tantos?»… la gente comió hasta quedar saciados…”.
Y todo comienza porque sientes lástima de nosotros, y das de comer con unos cuantos panes, siete, y con unos pocos peces, en aquella ocasión eran siete mil, a todos hasta saciarse, pero, después, volvieron a pasar hambre, y es que el único pan que sacia, de verdad, eres tú, pues “el que come de ti tiene vida, no solo para esta, sino que le llegará hasta la vida eterna, porque sólo tu carne y tu sangre es verdadera comida”. Por eso, como la samaritana con el agua, yo te pido: “Señor, dame de ese pan para que nunca más tenga hambre”, y, no solo a mí, sino a todos, con esa hermosa bendición de mesa que dice: “pido des hambre de ti a los que tienen pan y pan a los que tienen hambre”, y, así, seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El
Párroco
Viernes
9/feb
1 Re 11, 29-32;
12, 19. Israel se rebeló contra la casa de David.
Sal 80. Yo
soy el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
Mc 7, 31-37. “Mirando al cielo, suspiró
y dijo: «Effetá» (esto es «ábrete»). Y al momento se le abrieron los oídos, se
le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente…".
A mí, también, me dijiste esa misma palabra, a través del sacerdote, en mi bautismo: «Effetá», acompañada de una hermosa oración: ”Te conceda, a su tiempo, oír su palabra y proclamarla para alabanza y gloria de Dios Padre”, esa es por tanto mi finalidad: alabarte y glorificarte, y yo ahora, en tu nombre, debo decírsela al mundo para que le alaben y te glorifiquen, así, como yo, serán y vivirán felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El
Párroco
Jueves
8/feb
1 Re 11, 4-13. Por
no guardar la alianza, voy a arrancar el reino de tus manos; pero daré a tu
hijo una tribu, en atención a David.
Sal 105. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu
pueblo.
Mc 7, 24-30. “Señor,
pero también los perros, debajo de las mesas, comen las migajas que tiran los
niños”.
¡Qué fe la de esta mujer! Ella insiste a pesar que tú, Señor, aparentemente, parece que no quieres concederle lo que te pide: “deja que primero se sacien los perros”, pero ella, una mujer no judía, te insiste y te dice esa hermosa frase, sólo te pide migajas y, además, las que tiran, debajo de la mesa, los niños. Señor ¿que no me darás concederás a mí que no me das migajas, sino que te me das todo entero en la Eucaristía? Basta tener fe. Por eso, digo hoy: creo, pero auméntame la fe, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 7/feb
1 Re 10, 1-10. La
reina de Saba percibió la sabiduría de Salomón.
Sal 36. La boca del justo expone la sabiduría.
Mc 7, 14-23. Lo
que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre
Porque es en mi interior y desde mi interior que salen los pecados que tú mismo enumeras. Señor, que mi corazón, y mi mirada, sea limpio, que no salga de él más que el deseo de amarte y, en ti, a todos los hombres y aparta de mí todos esos pecados que afean mi conducta y mi corazón, porque sólo quiero que sea para ti, y para tu madre, que es mía también porque me la diste, a la que pongo por intermediaria, por eso, hoy, te ofrezco en ella: ”alma, vida y corazón… no me dejes, madre mía” para que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El
Párroco
Martes 6/feb
1 Re 8, 22-23.
27-30. Declaraste: «Allí estará mi Nombre». Escucha la súplica
de tu pueblo Israel.
Sal 83. ¡Qué deseables son tus moradas, Señor del
universo!
Mc 7, 1-13. ”Si uno dice a su padre o madre: los
bienes con que podría ayudarte son “corban”, es decir, “ofrenda sagrada”, ya no
le permitís hacer nada por su padre o por su madre; invalidando la palabra de
Dios… y así hacéis muchas cosas…”.
Bien decías que te alababan con la boca pero que sus corazones los tenían lejos de ti y, que bien decía tu evangelista Juan, que “quien dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama al hermano, a quien ve, es un mentiroso”, (IJn 4). Nada más lejos de mí, Señor, tú quieres mi amor, de eso no tengo la menor duda, pero tú quieres que te quiera en los demás. No puedo quitar un precepto tuyo por uno humano y hacer lo que me da la gana, y no tu voluntad. He de amar y, como decía san Agustín, podré hacer lo que quiera, que será amar, y así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 5/feb
1 Re 8, 1-7. 9-13.
Acarrearon
el Arca de la Alianza al Santo de los Santos, y la nube llenó el templo del
Señor.
Sal 131. ¡Levántate,
¡Señor, ven a tu mansión!
Mc 6, 53-56. “Le rogaban que les dejase tocar al
menos la orla de su manto; y los que lo tocaban se curaban”.
Yo quiero, Señor, buscarte para tocar tu manto, para comulgarte que es más todavía. Decía alguien que lo peor que podría ocurrir en este mundo es no conocerte, pero creo que hay otra cosa aún peor que es conocerte y olvidarte. Que yo, Señor, siempre desee empaparme de tu palabra y de la eucaristía, que nunca me olvide de ti, y te ame cada día más y más, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura del santo evangelio según san Marcos Mc 1,
29-39
En aquel
tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón
y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le
avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese
momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se
ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo
se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó
a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién
era él.
De madrugada, cuando todavía estaba
muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se
puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le
dijeron: "Todos te andan buscando". Él les dijo: "Vamos a los
pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he
venido". Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando
a los demonios.
Mc 1,29-39: “Recorrió toda Galilea predicando en
las sinagogas y expulsando los demonios”.
Tu evangelista Marcos nos habla de tus jornadas agotadoras, incansables. Pero, pesar de tu cansancio, iban a ti tanta gente que no dejabas de enseñarles, y enseñarme, porque sientes compasión de todos, pues “nos ves como ovejas sin pastor”. Así que, muchas veces, te levantabas de madrugada para estar a solas con tu Padre Dios al que le hablabas de nosotros y es en esos ratos, en donde cogías fuerzas para seguir predicando, para eso has venido al mundo, y expulsando los demonios. Hoy me pides, a mí, que haga tu labor y “mi paga es dar a conocer tu evangelio y ¡ay de mí sino lo hago!, y expulsar demonios con la oración y en el sacramento de la penitencia. Sólo cumpliendo tu misión “haciéndome esclavo de todos para ganar a los más posibles” es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
IV semana del Tiempo ORDINARIO.
Sábado
3/feb
1 Re 3, 4-13. Concede
a tu siervo un corazón atento para juzgar a tu pueblo.
Sal 118. Enséñame, Señor, tus decretos.
Mc 6, 30-34. “Venid vosotros a solas a un lugar
desierto a descansar un poco”.
Esto es lo que voy a hacer a partir de mañana y hasta el jueves, descansar en un lugar de silencio y oración, contigo, a solas, para descansar y conocerte y conocerme más. Pero no voy ni huyendo, ni “a la soledad, pues sé que estando contigo, con mis hermanos estoy… voy huyendo del ruido pero de los hombres no”, ya que “a dónde va un cristiano no hay soledad sino amor, pues lleva toda la Iglesia dentro de su corazón”. Voy, como quien dice, a cargas pilas, para llenarme de ti y, después, darte a los demás, que están como ovejas sin pastor, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes
2/feb
Mal 3, 1-4. Llegará
a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando.
o bien: Heb
2, 14-18. Tenía que parecerse en todo a sus
hermanos.
Sal 23. El
Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.
Lc 2, 22-40. Mis
ojos han visto a tu Salvador.
Es la fiesta de tu Presentación al Padre, cumpliendo así lo prescrito en la ley, y es que, al hacerte igual a nosotros, menos en el pecado, me das ejemplo en todo. Y, allí, en el Templo, está el viejo Simeón que bendice al Padre por haberte visto y le sale un cántico inspirado en el que, entre otras cosas, dice esa hermosa frase: “Mis ojos ha visto a tu Salvador”, es decir, te ha visto a ti. Como yo, ¡te he visto tantas veces y en tantos acontecimientos!, que no puedo más que unirme al cántico de Simeón y bendecirte, pues, con tu venida, ya no vivo en tinieblas, sino que tú eres mi luz, y me has dejado los medios necesarios para recibir esa luz, tus palabras, los mandamientos y los sacramentos, y, así, yo también, iluminado por ti, pueda ser luz para los demás y ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Felicidades a los consagrados y a todos los niños bautizados durante el año pasado.
El Párroco
Jueves
1/feb
1 Re 2, 1-4.
10-12. Yo emprendo el camino de todos. Ten valor, Salomón, y
sé hombre.
Salmo: 1 Cron 29,
10-12. Tú eres
Señor del universo.
Mc 6, 7-13. ”En aquel tiempo, Jesús llamó a los
Doce y los fue enviando de dos en dos… Ellos salieron a predicar…”.
Y hoy nos mandas a nosotros y hemos de ir a predicar sabiendo que tú, Señor, siempre estás ahí, a mi lado, que vas conmigo y que me das “autoridad”, pero, esa autoridad, me la he de ganar siendo coherente entre lo que predico y vivo, así echaré demonios y curaré enfermos. Señor, auméntame la fe, y que sea coherente pues antes de predicar la conversión he de convertirme yo mismo y así ir contigo, sinodalmente, a predicar la conversión, es así como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 31/ene
2 Sam 24, 2. 9-17.
Soy
yo el que ha pecado al censar al pueblo. Pero
ellos, las ovejas,
¿qué han hecho?
Sal 31. Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Mc 6, 1-6. “¿Que sabiduría es esa que le ha sido
dadá?… ¿No es el carpintero…?
No hay nada más hermoso que ser reconocido por tu propia profesión, eso es que la haces bien, y, por otro lado, todos nos podemos enseñar, y todos, aunque sean más jóvenes y tengan la profesión que tengan, me pueden enseñar porque estén llenos de amor. No miremos con prejuicios y aceptemos a todos, sea quien sea, pues tú, Señor, me puedes hablar mucho en ellos y por ellos, porque la sabiduría, que es tuya, de ti viene. Que no tenga prejuicios, todos son tus hijos y todos hemos de ir enseñándonos, pues tu amor, tus dones, tu luz no podemos esconderla bajo el celemín, sino ponerla sobre el candelabro para alumbrar a todos mis hermanos los hombres, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.
El Párroco
Martes
30/ene
2 Sam 18, 9-10.
14b. 24-25a. 31 — 19, 3. ¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto
en tu lugar!
Sal 85. Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Mc 5, 21-43. “Una mujer que padecía flujo de sangre… acercándose por
detrás, entre le gente, le tocó el manto, pensando: «con solo tocarle el manto
curare»… «Talitha qumi» (que significa:«Contigo hablo, niña, levántate»”.
A eso has venido al mundo, a curarnos, a curarme de toda clase de dolencia, incluso a darme vida cuando, por el pecado, estoy muerto, perdonándomelos. Pero hoy, en el relato, “a ti te digo niña” que aquella mujer, la del flujo de sangre, te ha quitado, también a tu padre, el protagonismo. Tu milagro es más grande, más importante, pero su fe y su humildad son inmensa, ni siquiera se atreve a ir por delante y piensa que con sólo tocarte el manto será curada, y bien que lo sabía, y bien que te conoce, fue lo que le ocurrió y, aunque te apretujaban, pues eran muchos los que allí estaban, notaste que había salido de ti una fuerza, el amor. Señor, ¿qué has de curarme a mí que no sólo toco tu manto, sino que eres tú, quien en la comunión, me tocas todo entero y no el borde sino por dentro? Gracias, Señor, porque me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 29/ene
2 Sam 15, 13-14.
30; 16, 5-13a. Huyamos
ante Absalón. Dejad que Semeí
me maldiga, si se
lo ha ordenado el Señor.
Sal 3. Levántate, Señor; sálvame.
Mc 5, 1-20. “«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el
Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti». El hombre se marchó
y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él …”.
Y a mí, que me has hecho tanto bien, no puedo más que ir por la Decápolis diciéndoles a todos lo que has hecho en y por mí. Los de aquella región antepusieron lo económico a la curación de una persona, por eso rogaban que te marcharas de allí, ¡Señor, que nunca quiera que te marches y te alejes de mí! El curado, por el contrario, quería seguirte, pero le señalaste su vocación, la de la santidad en sus ambientes, en donde vivía, entre su familia y amigos: “vete a casa con los tuyos y anúnciales la buena nueva”. Es ahí adonde nos llamas y no quieres, Señor, y es ahí donde quieres que seamos fieles, ¡no endurezcamos nuestro corazón y seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 1, 21b-28
En
la ciudad de Cafarnaún, y el sábado entró Jesús en la sinagoga a enseñar;
estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como
los escribas.
Había
precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso
a gritar:
«¿Qué
tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con
nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios». Jesús lo increpó:
«¡Cállate
y sal de él!»
El
espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió
de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué
es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los
espíritus inmundos y .lo
obedecen». Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la
comarca entera de Galilea.
Mc
1,21b-28: “Estaban
asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los
escribas”.
No a la fuerza, y diciendo lo que luego no hacen ni están dispuesto a ayudar poniendo un dedo. Tú, por el contrario, dices lo que vives y vives lo que crees, tampoco te dejas adular por las palabras embusteras de los espíritus inmundos. Tú, Señor, como dice el Papa Francisco, “nos primereas”, porque antes has vivido lo que dices, y cuando yo voy tú ya vienes a mi poniendo no sólo el dedo sino tu espalda para cargar con mis propios pecados, y los de todo el mundo. De ahí mi asombro ante tus enseñanzas y tus palabras, de ahí tu autoridad, porque vives lo que dices. No eres un embaucador sino un hombre de verdad en quien no hay ni doblez ni engaño. Eres sincero y coherente y, además, me amas con locura, por eso soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
III semana del Tiempo ORDINARIO
Sábado
27/ene
2 Sam 12, 1-7a.
10-17. He pecado contra el Señor.
Sal 50. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro.
Mc 4, 35-41. “Él
estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Lo despertaron diciéndole:
«Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»…”.
Estás cansado y duermes, y lo haces en un lugar incómodo y con un fuerte viento que hace chocar a las olas contra la barca, pero tú duermes porque sabes que Dios Padre sostiene la barca, es muy hermoso el dibujo de Fano de hoy, y esto es lo que me quieres enseñar, que no he de temer a nadie ni a nada, que tu vas conmigo en la misma barca, en la de la Iglesia y, también, vas en la mía, en mi vida. Y nada he de temer porque Dios Padre es el capitán de las dos, y poniendo mi confianza en Él, será quien la lleva a buen puerto por mucho que se levanten fuertes vientos y por muchas olas, que no faltarán, que choquen contra la Iglesia y contra mi vida, al final vendrá la calma y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María
El
Párroco
Viernes 26/ene
Santos Timoteo y Tito.
2 Tim 1, 1-8. Evoco el recuerdo
de tu fe sincera.
o bien: Tit 1, 1-5. A Tito, verdadero
hijo en la fe que compartimos.
Sal 95. R. Contad las
maravillas del Señor a todas las naciones.
Mc 4, 26-34. “Con que podemos comparar el reino de Dios?… con un
grano de mostaza… es la semilla más pequeña, pero después crece… echa ramas tan
grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra…”.
Y protegerse del calor y también del frío y de la lluvia. Señor, que, guiado por tu palabra y tus sacramentos, yo me haga la hortaliza más grande donde puedan cobijarse todos aquellos que lo necesiten, resguardándose del calor y del frío, del sol y de la lluvia, ayudándolos en sus necesidades, sobre todo, llevándolos a ti y dándoles el pan de tu palabra, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves
25/ene
Conversión de San Pablo
Hch 22, 3-16. Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando el nombre de Jesús.
o bien: Hch 9, 1-22. Allí se te dirá lo
que tienes que hacer.
Sal 116. R. Id al mundo
entero y proclamad el Evangelio.
Mc 16, 15-18. “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la
creación”.
Tú, porque has querido, me has llamado, como entonces a las Apóstoles, como a Pablo, para estar contigo, como ahora, es lo que estoy haciendo, y para una gran responsabilidad, proclamar tu Evangelio, como tú, no tengo otra misión que la de ir por todos los lugares, ambientes, en que me muevo y, con alegría, y con la vida, si hace falta también, con las palabras, y decirles a todos que tú eres el Señor, el Hijo amado de Dios, y que Dios es mi Padre que me quiere y al que puedo llamar así, “Abba” y que todos, sin excepción, también aquellos que me quieren mal, son mis hermanos, pues, hasta Pablo del que celebramos su fiesta hoy, y que fue un perseguidor, lo llamaste como “instrumento elegido” por ti para darte a conocer. Señor, que cumpla la misión que de ti tengo encomendada, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 24/ene
2 Sam 7, 4-17. Suscitaré
descendencia tuya después de ti y afirmaré su reino.
Sal 88. R. Le mantendré
eternamente mi favor.
Mc 4, 1-20. “Escuchad: Salió el sembrador a sembrar… el sembrador siembra la palabra… los otros son los que reciben la semilla en tierra buena, escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha…”.
Hoy no sólo me cuentas la parábola sino que, además, me la explicas y ¡qué añadir a tu explicación!, osado sería por mi parte. El sembrador es siempre el mismo: tú, Señor. Como también es la misma la semilla: tu palabra. Sólo el fruto es el que depende de la actitud del que escucha. Señor, que la acepte con alegría, es decir, como tierra buena y no me faltan razones para que sea así, ¡me has mimado tanto!, que no me queda más que dar fruto, aunque sólo sea el 10%. Ayúdame, Señor, se que me ayudas pues cuento con tu gracia, a que mi cosecha sea buena y abundante, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz miércoles.
El
Párroco
Martes 23/ene
2 Sam 6, 12b-15.
17-19. David
y todo Israel iban subiendo el Arca del Señor entre aclamaciones.
Sal 23. R. ¿Quién es
ese Rey de la gloria? Es el Señor.
Mc 3, 31-35. “Estos son mi madre y mis hermanos. El que hace la
voluntad de Dios”.
Gracias, Señor, por ampliar tu familia a los que no son solo de sangre o raza, ahora somos también de ella los que creemos en ti y cumplimos la voluntad de nuestro Padre Dios. Pero no basta con decir “Señor, Señor”, como bien claro lo has dicho, sino que he de cumplir su voluntad, así soy tu hermano, tu hermana, tu madre. Maria, lo fue por cumplir su voluntad: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra”. Si yo cumplo tu palabra seré, también, tu familia y, además, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El Párroco
Lunes 22/ene
2 Sam 5, 1-7. 10. Tú pastorearás a
mi pueblo Israel.
Sal 88. R. Mi fidelidad
y misericordia lo acompañarán.
Mc 3, 22-30. “El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá
perdón jamás”.
No porque tú, Señor, no lo perdones, sino porque él niega lo evidente, ya que es el Espíritu Santo quien nos conduce a la verdad, e ir contra él es no querer conocer lo verdadero, es cerrar los ojos ante lo evidente, y no hay peor ciego que el que no quiere ver, y, al no ver, por no querer hacerlo, no pedirá perdón por creer que tiene la verdad, que está en lo cierto, era el pecado de los fariseos, ¡hay tantos fariseos hoy! En otras palabras, cree que no tiene pecados por lo que creerá que no tiene que pedir perdón y entonces no se le perdonará. Señor, yo si quiero que me envíes tu Espíritu, para que me ilumine y vea, y así conozca lo que hago mal y pueda pedir perdón siempre para ser perdonado, pues sólo siendo perdonado es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz lunes.
El Párroco
Lectura
del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-20
Después
de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio
de Dios; decía:
«Se
ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el
Evangelio».
Pasando
junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando
las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús
les dijo:
«Venid
en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes
y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.
Mc 1,14-20: “Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «… convertíos y creed en el evangelio»”.
Comienzas, una vez bautizado por el Bautista, tu misión que no es otra que predicar el Evangelio, el de tu Padre Dios, llevado por el cumplimiento de su voluntad, y por tu amor a los hombres, nada más te mueve el amor. Y comienzas diciendo que me “convierta”, que cambie, que tome una nueva dirección y lo de hacer, no importa la edad que tenga, siempre, he de estar volviendo, una y mil veces, a ti, y he de creer no sólo en tu evangelio, sino, además, en que es “buena noticia”, por lo que merece la pena ser seguido y contado a los demás. Y esta misión tuya he de hacerla desenredándome de tantas redes como, a veces, me enredan y, como Simón y Andrés, dejarlas inmediatamente, o, como los hijos de Zebedeo, dejando familia para, inmediatamente, sin cortapisa alguna, irme contigo, así es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El Párroco
II semana del Tiempo ORDINARIO.
Sábado
20/ene
2 Sam 1, 1-4.
11-12. 19. 23-27. ¡Cómo
han caído los héroes en medio del combate!
Sal 79. R. Que brille
tu rostro, Señor, y nos salve.
Mc 3, 20-21. “Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque
se decía que estaba fuera de sí”.
Expresión que tiene muchos sinónimos, no basta con decir que “estabas loco”, a mí me gusta más decir que estabas “entusiasmado” o “embelesado”. Y así es como estás siempre con nosotros los hombres. Hasta el punto que ni tiempo tenías para comer, no querías ni perder un segundo de estar con nosotros, conmigo, por eso tu familia vienen a buscarte, para que descanses y comas un poco, pero no entienden, no se dan cuenta que “tu alimento, tú mismo los has dicho en alguna ocasión, es cumplir su voluntad”. Gracias, Señor, por querer estar, constantemente, conmigo, por estar “entusiasmado” escuchando mis proyectos, que no son otros que intentar, como tú, aunque con muchas equivocaciones, cumplir la voluntad del Padre, y “embelesado” mirándome con la alegría con que te los cuentos, por lo que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz sábado día de la Virgen.
El
Párroco
Viernes
19/ene
San Juan de
Ribera.
1 Sam 24, 3-21. No alargaré la mano contra él, pues es el ungido del Señor.
Sal 56. R. Misericordia,
Dios mío, misericordia
Mc 3, 13-19. Llamó a los que
quiso para que estuvieran con él.
El
Párroco
Jueves
18/ene
OCTAVARIO DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
18 - 25 ENERO
1 Sam 18, 6-9; 19,
1-7. Mi
padre busca el modo de matarte.
Sal 55. R. En Dios
confío y no temo.
Mc 3, 7-12. “Todos los que sufrían de algo se le echaban encima
para tocarlo”.
Gracias, Señor, porque siempre estás dispuesto al perdón y a la misericordia. ¡Eran tantos los que acudían a ti! Y tú siempre amable y acogedor. Gracias, Señor, por tu gran amor, por eso en ti confío y no temo. Dice hoy, el evangelio que se te echaban encima para tocarte, yo, que gran suerte la mía, no soy quien me echo encima tuya, sino que eres tú, de aquí a un rato lo harás, quien entras dentro de mi, en la comunión, y me tocas todo entero por dentro, pero no me pidas que me calle, era tu secreto mesiánico cargado de humildad, pues no querías el aplauso sino que alabaran a Dios Padre, yo si quiero hablar y decirlo a voz en alto lo grande que eres conmigo, además, yo si se que eres Dios y por eso quiero, darte gracias, amarte y alabarte, pues es así como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 17/ene
San Antonio abad.
1 Sam 17, 32-33.
37. 40-51. Venció
David al filisteo con una honda y una piedra.
Sal 143. R. ¡Bendito el
Señor, mi alcázar!
Mc 3, 1-6. “¿Que está permitido en sábado? ¿Hacer lo bueno o lo malo?… Echando en torno una mirada de ira y dolido por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano…» Su mano quedó restablecida”.
El Párroco
Martes
16/ene
1 Sam 16, 1-13. Samuel ungió a
David en medio de sus hermanos y el espíritu del Señor vino sobre él.
Sal 88. R. Encontré a
David, mi siervo.
Mc 2, 23-28. El sábado se hizo
para el hombre y no el hombre para el sábado.
El Párroco
Lunes 15/ene
1 Sam 15, 16-23. La obediencia vale
más que el sacrificio. El Señor te ha rechazado como rey.
Sal 49. R. Al que sigue
buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc 2, 18-22. “Los discípulos de Juan y los discípulos de los
fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?
Todavía, también hoy, muchos, no se han dado cuenta que tú, Señor, has traído una religión nueva, y que no se trata tanto de hacer y cumplir preceptos sino de amar. Que me has traído vino y odres nuevos, y no puedo seguir echado tú nuevo vino en odres viejos. Que tu religión consiste en adherirme a ti, y en comprometerme contigo y por ti con los demás, no tanto realizando sacrificios y holocaustos, sino dándote mi corazón contrito y humillado y que he de estar alegre porque tú estás en mi. Que tu religión no consiste en cumplir preceptos sino en amar y servir a los demás y así, teniéndote en mi interior, es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El
Párroco
Lectura del santo
Evangelio según san Juan 1, 35-42
En
aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que
pasaba, dice:
«Este
es el Cordero de Dios».
Los
dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al
ver que lo seguían, les pregunta:
«¿Qué
buscáis?» Ellos le contestaron:
«Rabí
(que significa Maestro), ¿dónde vives?» Él les dijo:
«Venid
y veréis».
Entonces
fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora
décima.
Andrés,
hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a
Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos
encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le
quedó mirando y le dijo:
«Tú
eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)».
Jn 1,35-42: “Estaba Juan con dos de sus
discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de
Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús…”.
Y,
ellos, que fueron pescados por tu amor, se convirtieron en pescadores, así
Andrés se lo comunicó a Simón su hermano: «Hemos encontrado al Mesías…». «El
Cordero…», les dijo Juan el Bautista, que carga con nuestros pecados y se los
presenta al Padre, haciéndote, Señor, sacerdote y víctima al mismo tiempo, para
que, el Padre, nos los perdone. Así, aquella enemistad de nuestros primeros
padres, en ti, Señor, nos hemos reconciliado, nos ha abierto el cielo, ya no
está lacrado, tenemos un camino para ir, tú, Señor, eres ese Camino. Y lo mismo
que hizo Juan el Bautista, después Andrés, más tarde los demás, no he de tener
otra misión que la de acercarte a otros a ti, ponerlos frente a ti, para que tú
les puedas decir: «venid y lo veréis», y así, con esa misión, seré y viviré
feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El
Párroco
PRIMERA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Primera semana del Salterio
Sábado
13/ene
1 Sam 9, 1-4.
17-19; 10, 1a. Ese es el hombre de quien habló el Señor; Saúl
gobernará a su pueblo.
Sal 20. R.
Señor, el rey se alegra por tu fuerza.
Mc 2, 13-17. “Al
pasar vio a Levi, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le
dice: «Sígueme»…”.
Y bien sé de las críticas de los “buenos”, de los escribas de los fariseos, de comer con pecadores y publicamos. Pero Levi, que era eso a los ojos de los fariseos, te siguió, no ellos. De ahí esa hermosa sentencia tuya:”no he venido a llamar a los justos sino a lo pecadores”. Pues sabiendo que solo “uno es bueno, Dios”, no hubieras llamado a nadie, ¿porque quien no es pecador? Gracias, Señor, porque yo si te necesito como médico que eres de almas, pues yo si soy enfermo, soy pecador, para que me sanes y me perdones siempre, y por eso te sigo, porque, contigo, soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Por Javier, Kevin e Iván que hoy dejan también su mostrador de impuestos. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes
12/ene
1 Sam 8, 4-7. 10-22a. Os quejaréis a causa del rey, pero el Señor no os responderá.
Sal 88. R.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Mc 2, 1-12. “Para que veáis que Hijo del hombre
tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —dice al
paralítico—:«…levántate, coge tu camilla y vete a casa»”.
Hermosa escena, Señor, la que me presentas hoy para mi oración. Hoy no es la fe del paralítico la que te conmueve para hacer la curación sino la de sus amigos, que hacen lo posible e imposible, hasta un boquete en el techo para descolgarlo, y ponerlo frente a ti. Y tú, Señor, que quieres curar al hombre total comienzas perdonándole sus pecados, lo que hace murmurar a los fariseos, y con su sanación física, les muestra que tienes esa autoridad. Señor dos cosas quiero pedirte hoy en mi oración: que me sanes totalmente, también mis pecados, siempre, se que lo haces, y que me des grandes amigos que me lleven siempre a ti y que yo lo sea para otros, así seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes y que recemos por los tres diáconos que mañana serán ordenados presbíteros en nuestra Diócesis: Iván, Javier y Kevin. 🙏.
El
Párroco
Jueves
11/ene
1 Sam 4, 1b-11. Israel
fue derrotado y el Arca de Dios fue apresada.
Sal 43. R.
Redímenos, Señor, por tu misericordia.
Mc 1, 40-45. “Se acercó a Jesús un leproso,
suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido, extendió
la mano y lo tocó…”.
“Si quieres, Señor…”, y claro que quieres porque “me” quieres y te compadeces, sientes lástima, de quien te pide con humildad. “De rodillas”, así me quieres y me lo demuestras extendiendo tu mano y tocándome, no te importan ni mis lepras, ni mis impurezas, tú, Señor, me tocas siempre, y no sólo me tocas, sino que entras en mi al comulgar, y me dices: “quiero” porque te quiero y es, así, como me haces ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El
Párroco
Miércoles 10/ene
1 Sam 3, 1-10.
19-20. Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Sal 39. R.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc 1, 29-39. “Se levantó de madrugada, se marchó al
descampado y allí se puso a rezar”.
Somos invitados, dirá el Papa Francisco, “a cultivar la cercanía con Dios”, es de esta intimidad, donde tú, Señor, sacabas fuerzas para predicar tu reino y curar a los enfermos, para atender a tantos como te llevaban. Es lo que nos dice el evangelio de hoy, te fuiste, muy temprano al descampado para “cultivar esa cercanía”, y es en cercanía de donde sacabas las fuerzas para tu misión, y es ahí, de esa intimidad de donde, yo también, puedo sacar las fuerzas para mi ministerio. No puedo, no podemos, vivir la oración como un mero deber, continúa diciendo el Papa, “olvidando que la amistad y el amor no pueden imponerse”, sino que ha de ser una elección fundamental de mi corazón y, simplemente, porque eres mi Padre, y, por tanto, he de estar, como hijo que soy, cercano a ti, como mi Padre que eres, y, así, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
Martes 9/ene
1 Sam 1, 9-20. El Señor se acordó de Ana, y dio a luz a Samuel.
Salmo: 1 Sam 2, 1. 4-8. R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.
Mc 1, 21b-28. “Estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas”.
Estos enseñaban a la fuerza, tú, Señor, con amor y con tu ejemplo, con tu vivencia, y no, como los escribas, imponiéndose, sino mostrándome porque, primero tú, lo has vivido, el camino que he de tomar porque tú mismo, antes, lo has andado, y es que, como le gusta decir al Papa Francisco, con sus “palabrejas” que él mismo ha sacado, “nos primereas”, y cuando yo quiero ir, tú, Señor, ya vienes de vuelta. Gracias, Señor, por enseñarme de esta manera, primero haciendo, y después diciendo, que yo aprenda de ti para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Buen martes.
El Párroco
Lunes 8/ene
1 Sam 1, 1-8. Su
rival importunaba a Ana, pues el Señor la había hecho estéril.
Sal 115. R.
Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mc 1,14-20: “Jesús
les dijo: «Venid en pos de mi y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente
dejaron las redes y lo siguieron”.
El Párroco
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1,
7-11
En aquel tiempo, proclamaba
Juan:
«Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo». Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio
rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una
voz desde los cielos:
«Tú eres mi Hijo, el amado; en ti me complazco»
Mc 1,7-11: “Tú eres
mi Hijo amado, en ti me complazco”.
Gracias, Señor, por someterte, como
cualquier otro, al bautismo dé Juan, cuando tú no tenías necesidad de hacerlo,
pues eres igual a mi menos en el pecado. Hoy, con el bautismo, comienzas tu
vida pública, tu misión: “hacer el bien y anunciar tu reino”, y lo haces porque
te dejas llenar del Espíritu de Dios, quien será el que te lleve a cumplir, en
todo momento, la voluntad del Padre, por eso, escuchamos hoy, y siempre, que
eres “su Hijo amado, el que le causas pleno agrado”. Señor, que en ti, también
yo sea su hijo amado y, ojalá, que con mi conducta, palabras y obras, yo,
también, le cause agrado al Padre, cumpliendo como tú, Señor, su voluntad, para
ello me he de dejar llenar y conducir del Espíritu Santo, así seré y viviré
feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Señor.
El
Párroco.
Sábado
6/ene
Epifanía del Señor.
Is 60, 1-6. La
gloria del Señor amanece sobre ti.
Sal 71. Se postrarán ante ti, Señor, todos
los pueblos de la tierra.
Ef 3, 2-3a. 5-6. Ahora
ha sido revelado que los gentiles son coherederos
de la promesa.
Mt 2, 1-12. “¿Dónde
está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y
venimos a adorarlo”.
El Párroco.
Viernes
5/ene
1 Jn 3, 11-21. Hemos
pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos.
Sal 99. Aclama
al Señor, tierra entera.
Jn 1, 43-51. “Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un
israelita de verdad, en quien no hay engaño»”.
Sigue dándose la cadena de llamadas, una vez que tú, Señor, llamas a Felipe, este se lo comunica rápidamente a su amigo Natanael, quien en un primer momento responde que como de Nazaret va a salir algo bueno, pero, así y todo, va al encuentro contigo, y escucha lo que dices de él. Ojalá, Señor, dijeras lo mismo de mi:«ahí tenéis a un extremeño, a un hombre de verdad, en quien no hay engaño”. ¡Cómo te gusta la autenticidad, Señor! Que no haya en mi doblez, que sea sincero y veraz, es lo que fuiste durante toda tu vida, así, siendo como tú, seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz viernes.
El Párroco
Jueves
4/ene
1 Jn 3, 7-10. No puede pecar, porque ha nacido de Dios.
Sal 97. R. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Jn 1, 35-42. “Ven y lo verás». Entonces fueron,
vieron donde vivían y se quedaron con él aquel día, era como la hora décima… Andrés…
se encuentra primero a su hermano Simón y… lo llevó a Jesús”.
Yo hoy también te vuelvo a preguntar dónde vives para volver, otra vez más, a renovar mi seguimiento, y es que, desde entonces me sedujiste, Señor, y me deje seducir. Como ellos también recuerdo la hora. Y, como ellos, he de llevarte a otros muchos a ti, es mi misión. Andrés llevó primero a su hermano, y así hicieron una cadena de favores, y como Andrés, unos fueron llevando a otros. Eran tan felices que no dejaban de comunicárselo a sus conocidos. Que yo, que también soy feliz, no deje de comunicárselo a otros para también ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles 3/ene
SANTÍSIMO NOMBRE DE
JESÚS
1 Jn 2, 29 — 3, 6. Todo el que permanece en él no
peca.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la
salvación de nuestro Dios.
Jn 1, 29-34. “Yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”.
Tú eres la víctima, el Cordero que viene a quitarnos el pecado, es el testimonio que nos trae hoy Juan el Bautista. Eres el que bautizaras en el Espíritu, y termina diciéndome Juan que él te ha visto y que eres el Hijo de Dios. ¿Cuántas veces te he visto yo también, Señor? Por eso, no me queda más que, como él, dar testimonio y decirles a todos que tú eres el Hijo de Dios y que has asumido mi naturaleza para hacerme a mí partícipe de la tuya, que ahora “soy hijo de Dios”, por eso lo puedo llamar Padre, como me dice Juan en su 1ª carta, pero que cuando se me manifieste del “todo, seré semejante a Él, al Padre, porque lo veré tal y cual es”, mientras, al ser en ti, Señor, también su hijo amado y viviendo como tal, me hace ser y vivir fe.
El
Párroco
Martes
2/ene 2ª semana de Navidad.
1 Jn 2,
22-28. Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Sal 97. Los confines de
la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Jn 1, 19-28. “En medio de
vosotros hay uno que no conocéis… al que no soy digno de desatar la correa de
la sandalia”.
Humildad de Juan Bautista, a él acudía mucha gente, pero ni presumía ni buscaba alago humano, sólo pretendía mostrarte como “el cordero que quitas el pecado del mundo”. Lo afirma claramente: “no soy el Mesías”, y dice que ya estás en medio de nosotros pero que no te conocemos, hoy tampoco muchos te conocen, y, aunque yo, tampoco soy digno de desatarte la sandalia, he de mostrarte a la gente con mi vida, también con mis palabras, pero desde la humildad y la alegría, pues solo he de ser, aunque pobre, tu mensajero, así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.
El
Párroco
Lunes 1/ene
Santa María, Madre de Dios,
Núm. 6, 22-27. Invocarán
mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré.
Sal 66. R.
Que Dios tenga piedad y nos bendiga.
Gal 4, 4-7. Envió
Dios a su Hijo, nacido de mujer.
Lc 2, 16-21. “María conservaba todas estas cosas meditándolas
en su corazón”.
Padre, gracias por ponerme, al comenzar el año civil, esta fiesta de tu madre, como lo que es “la madre de Dios”, porque así me indicas por dónde he de ir, el camino más corto para llegar a ti, si la sé escuchar, pues siempre me dice que: “haga lo que él, Jesús, me diga”. Pudiste hace la redención, Padre, de muchas maneras, sin embargo, “al cumplirse la plenitud del tiempo me enviaste a tu Hijo nacido de mujer”, lo hiciste en todo igual a mi, menos en el pecado, por eso no puedo más que darte gracias, Padre, y devolverte amor a tanto amor como me has tenido, y al comenzar el año, te pido para los míos, para todos, que cumplamos tu voluntad y que nos otorgues tu bendición: “muéstranos tu rostro, Señor, y concédenos la paz “, así seremos y viviremos felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz Año.
El Párroco
No hay comentarios:
Publicar un comentario