viernes, 27 de junio de 2025

1.- Lecturas

Buenos días parroquia

XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Viernes, 27 de junio de 2025

Sagrado Corazón de Jesús.

 Ez 34, 11-16. Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar.

Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.

Rom 5, 5b-11. Dios nos demostró su amor.

Lc 15, 3-7. ¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido


Hoy celebramos tu amor, Señor, expresado en el órgano humano al que le adjudicamos dicho sentimiento: el corazón, ese del que traspasado en la cruz brotó sangre y agua, mostrándome tu amor hasta la última gota de tu sangre. Y en el evangelio de hoy, se simboliza ese amor en la hermosa parábola de la oveja perdida, esa soy yo para ti, y tú, buen pastor, no te cansas hasta que me encuentras, dejando las restantes ovejas a buen recaudo, y que tu corazón sufre hasta encontrarme y que cuando lo hace, no me azuzas a los perros para que me devuelvan al redil, sino que con todo tu amor, te agachas hacia mí y me cargas a tus hombros, llevándome de vuelta con mis hermanos para celebrar una fiesta, pues eso es lo que doy para ti, fiesta, alegría, amor. Gracias, Señor, por tu amor y porque, con tú busca hasta encontrarme, me haces que sea y viva feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


Celebramos el Sagrado Corazón de Jesús, símbolo de su amor infinito y misericordioso. Jesús nos muestra su compasión al buscar y rescatar a la oveja perdida. San Pablo nos recuerda que Dios nos ama y nos ha reconciliado consigo mismo a través de Cristo. Somos pues llamados a ser testigos de este amor y misericordia en el mundo. Sagrado Corazón de Jesús, confío en ti, inflama mi corazón con tu amor. Ayúdame a ser un instrumento de tu misericordia, buscando y ayudando a los perdidos y necesitados. Que tu amor transforme mi vida y me haga un verdadero testigo de tu compasión y gracia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



Jueves, 26 de junio de 2025

Gen 16, 1-12. 15-16. Abrán llamó Ismael al hijo que le había dado Agar.

Sal 105. Dad gracias al Señor porque es bueno.

Mt 7, 21-29. ”El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca”.

Y esa roca eres tú, Señor, es lo mismo que dijiste a Pedro: ”sobre esta roca, que soy yo, edificaré mi Iglesia”, me enseñas hoy, que no basta decir palabras y llamarte Señor pomposamente, sino que he de poner tus palabras por obra, hacerlas vida mía practicándolas, que he de cumplir la voluntad, como tú, del Padre, y así, por mucha lluvia que caiga y viento que sople, no he de tener porque el cimiento en que se edifica mi vida eres tú, Señor, y, contigo y con tu palabra de vida seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

 

La historia de Sara, Abraham y Agar muestra las consecuencias de la falta de fe y confianza en el plan de Dios. Sin embargo, Dios interviene y promete multiplicar los descendientes de Agar. La confianza es fundamental en el camino de la fe… Jesús nos enseña que solo aquellos que hacen la voluntad del Padre entrarán en el reino de los cielos. Debemos construir nuestra vida sobre la roca sólida de sus enseñanzas. Señor, ayúdame a confiar plenamente en tu plan y a no dejarme llevar por la duda y la desconfianza. Que mis acciones reflejen siempre tu voluntad. Haz que mi vida esté firmemente cimentada en tus palabras y enseñanzas para que pueda resistir las pruebas y dificultades. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 25 de junio de 2025

Gen 15, 1-12. 17-18. Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia;

y el Señor concertó alianza con él.

Sal 104. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

Mt 7, 15-20.  Por sus frutos los conoceréis.”

Se conocerá quién es, de verdad, profeta tuyo, Señor. ¡Ojalá, Señor, que mis frutos sean los queridos por ti, que sea conocido, no por palabras que se las lleva el viento, sino por mis frutos de obras, que si estas son buenas, igualmente, lo serán los frutos, y los frutos buenos serán los del Espíritu Santo: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Dame, Señor, el vivir cada día uno y para siempre, solo así será y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Lunes, 23  de junio de 2025

Gen 12, 1-9. Abrán marchó, como le había dicho el Señor.

Sal 32. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

Mt 7, 1-5. ”No juzguéis, para que no seáis juzgados”.

 

Y, sobre todo, porque solo tú, Señor, eres el juez de vivos y muertos, y porque solo tú, Señor, eres el único que conoces el interior, el corazón, de cada hombre, y yo, que soy criatura, y no conozco el bien y el mal, no soy nadie para juzgar a nadie, bastante tengo con poder quitarme la viga de mi ojo, que lo podré hacer si cuento, que sé que cuento, con tu ayuda, con tu gracia que sé que no me falta y por la que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Dios llamó a Abraham a dejar todo lo conocido, su casa y modo de vida, para seguirlo a una tierra prometida, pero desconocida para él, prometiendo bendecirlo y hacer de él una gran nación. Jesús nos advierte: No debemos juzgar a los demás, pues seremos juzgados con la misma medida. ¡Cuidado con la hipocresía! Primero debemos quitar la viga de nuestro propio ojo antes de ver la paja en el ojo ajeno. Señor, dame la fe de Abraham para seguirte sin reservas, confiando en tus promesas. Líbrame de juzgar a los demás y ayúdame a reconocer mis propios fallos, buscando tu perdón y tu gracia. Que mi vida sea bendición para los demás y refleje siempre tu amor y tu justicia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 11b-17

En aquel tiempo, Jesús se puso hablaba a la gente del reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de curación.

El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:

«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».

Él les contestó:

«Dadles vosotros de comer».

Ellos replicaron:

«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».

Porque eran unos cinco mil hombres.

Entonces dijo a sus discípulos:

«Haced que se echen sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».

Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.

Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.

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Corpus Christi.

Lc 9, 11b-17: “Comieron todos y se saciaron”.      

Lucas no me relata hoy la institución de la eucaristía en cuanto tal, sino me habla de la primera multiplicación de panes y peces que no es sino el preludio del anuncio de la Eucaristía, donde todos aquellos que la comamos seremos saciados, pero no de un alimento normal o común, sino de tu cuerpo y sangre, Señor. Es de lo que sí me habla san Pablo en el relato más antiguo que conservamos de la institución, en la carta a los Corintios, donde nos dice: “Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: “esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía». No es, pues, un alimento común, es tu cuerpo y sangre, Señor. Y por eso, hoy, porque creemos en tu presencia real, en que por la transubstanciación, el pan y el vino se convierte en ti, te sacamos a las calles de nuestros pueblos y ciudades para adorarte y decirles a todos: ahí va nuestro rey y nuestro Señor, y aunque, aquí también se esconda la humanidad, en la cruz solo la divinidad, “creo y confieso ambas cosas”, y es el sacramento que me ha de llevar a vivir la unidad con los demás, y a ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz domingo eucarístico.

El Párroco

 


En esta fiesta del Corpus Christi se nos invita a recordar el sacrificio de Jesús, quien se ofrece como el pan de vida y el vino de la alegría y la alianza que nos salva. Jesús, hoy como ayer, muestra su compasión y poder para alimentar nuestras necesidades tanto físicas como espirituales. San Pablo nos lo recuerda, proclamando que, cada vez que participamos en la Eucaristía, anunciamos la muerte del Señor hasta que Él vuelva. Señor Jesús, gracias por el maravilloso don de tu cuerpo y sangre en la Eucaristía. Que, al recibirte, mi fe se fortalezca y mi vida sea un testimonio de tu amor y sacrificio. Ayúdame a vivir de verdad tu amor y compasión todos los días. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


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CORPUS CHRISTI


XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Sábado, 21 de junio de 2025

2 Cor 12, 1-10. Muy a gusto me glorío de mis debilidades.

Sal 33. R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

Mt 6, 24-34. ”No os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio…”.    

 

Y cuantas malas noches, cuantos insomnios, cuantos malestares psíquicos, y otras muchas enfermedades nos quitaríamos. Hay que vivir al día, porque el pasado, pasado es y no lo puedo cambiar y, el futuro, tampoco es mío y ni siquiera sé si llegará. Por tanto, he de vivir el ahora, y ahora, y ahora, tengo que vivir y amar el momento presente, porque es el ahora el único tiempo del que puedo ser dueño, para ponerlo, Señor, en tus manos, y redimir el pasado y para que el futuro, cuando llegue, si es que llega, sea como el presente que vivo que es amando y sirviendo a los demás, y solo viviendo y amando el presente es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.

El Párroco



Viernes, 20 de junio de 2025

2 Cor 11, 18. 21b-30. Aparte todo lo demás, la carga de la preocupación por todas las iglesias.

Sal 33. Dios libra a los justos de sus angustias.

Mt 6, 19-23. “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.”

Y, muchas veces digo que tú, Señor, eres mi tesoro y que te encontré y, si esto es verdad ¿vendo todo para tenerte solo a ti?, ¿tengo, entonces, mi corazón en ti? O ¿solo son palabras, y no es verdad que tú seas mi tesoro? Porque muchas veces lo que hago es llenar mi corazón, acumulando pequeños tesoros que me apartan de ti: egoísmos, caprinos, mi ego… Señor, ayúdame a vaciarlo de todo ello para que, solo tenga, en él, lugar para ti, pues solo teniéndote a ti es como seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

Jueves, 19 de junio de 2025

2 Cor 11, 1-11. Anunciando de balde el Evangelio de Dios para vosotros.

Sal 110. Justicia y verdad son las obras de tus manos, Señor.

Mt 6, 7-15. Vosotros orad así”


     Enséñame, Señor, porque la mayoría de las veces, como los gentiles, equivocó la oración con pronunciar muchas palabras, que me imagino que así me harás caso. No hacen falta muchas palabras, y las que se digan han de salir del corazón, y saber qué digo y a quien se las digo, que es a ti, Padre, pues como decía la santa de Ávila, si no es así “no la llamo oración por mucho que menees los labios”, y es que orar “es hablar con quien se me ama”, y ¿quién me va a amar más que tú, que eres mi Padre? Y esta es, Señor, la primera palabra que me enseñas en tu oración:” PADRE” (ABBA), la que ya basta para hacerme ser y vivir feliz. X todos y por todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

Miércoles, 18 de junio de 2025

2 Cor 9, 6-11. Dios ama “al que da con alegría”.

Sal 111. Dichoso quien teme al Señor.

Mt 6, 1-6. 16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”.


Gracias, Señor, por enseñarme, en esta mañana, que todas mis acciones las he de hacer por amor y para ti, no para presumir y que me vean. Solo es el Padre, que ve y conoce todo, también mi interior, porque solo es Él quien conoce el interior de cada hombre, quien sabrá recompensarme, aunque no me hace falta recompensa alguna, pues como dice ese hermoso soneto: “Muéveme, tu amor, y en tal manera, que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, pues, aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera”, y solo es tu amor el que me mueve y hace ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

Martes, 17 de junio de 2025

2 Cor 8, 1-9. Cristo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros.

Sal 145.  Alaba, alma mía, al Señor.

Mt 5, 43-48. ”Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen…”.


     Sigues hablando de la perfección de la ley, de su verdadero cumplimiento que no es la letra sino el espíritu. Y, hoy, para que seamos hijos del Padre que quiere a todos porque lo es de todos, y hermanos tuyos, que nos das ejemplo en lo que nos enseñas, pues tú, Señor, como recordaba el Papa Francisco, nos primereas siempre y nos enseñas, no solo con palabras: “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, sino, también, con tu propia vida cuando, en la cruz, dirigiéndote al Padre como hijo, le pediste, incluso, por los que te estaban crucificando, dándoles la excusa de la ignorancia: “perdónales porque no saben lo que hacen”, solo después, poniendo en manos del Padre tu espíritu, mueres en paz. Señor que, también yo, amé a todos, y, si cabe, más a los que no me amen, sólo así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz martes.

El Párroco

Lunes, 16  de junio de 2025

2 Cor 6, 1-10. Nos acreditamos como ministros de Dios.

Sal 97.  El Señor da a conocer su salvación.

Mt 5, 38-42. ”«Ojo por ojo, diente por diente». Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia”.  


Pero no porque sea un bobo o un cobarde, no. No le hago frente a quien me ofende o injuria, de palabra o de obra, porque tú, Señor, me dices, también con las obras, que he de llevar la ley a su mas perfecto cumplimiento, que no es otro que amar, y amar con una medida que es la tuya, hasta el extremo, que es no tener extremo, o, dando la vida por los demás. Como dice san Pablo, “no puedo echar en saco roto tanta gracia, como tú, Señor, me has dado y me das cada día para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


Las lecturas nos llaman a aprovechar en el devenir de nuestra vida los momentos más oportunos de ser siervo fiel de Dios, demostrando su pre­sencia cada día a través de la paciencia, la pureza, el amor sincero y el poder de Dios. Jesús nos llama a responder al mal con el bien, ofreciendo siempre más de lo que se nos da. Señor, yo sé que hoy es el día de la salvación, y quiero aprovechar este momento para servirte con fidelidad. Llena mi vida de paciencia, pureza y amor sincero, y ayúdame a responder al mal con el bien, siguiendo siempre tus enseñanzas.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida


Lectura del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

- «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

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Hoy es en nuestra Iglesia la solemnidad de la Santísima Trinidad, en la que celebramos y reconocemos la presencia misteriosa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en nuestra vida. Dios, en su misterio trinitario, nos llama a vivir en comunión y a ser reflejo de su amor y unidad. La paz y la esperanza que tenemos en Dios son frutos de esta comunión trinitaria. Ora a lo largo del día en tu corazón con estas palabras u otras parecidas: Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te doy gracias por tu amor y tu presencia en mi vida. Ayúdame a vivir en comunión contigo y con mis hermanos, siendo un reflejo de tu unidad y amor en el mundo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida



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Sábado, 14 de junio de 2025

 2 Cor 5, 14-21. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro.

Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.

Mt 5, 33-37. “Yo os digo que no juréis en absoluto·.

Señor, hoy me invitas a ser coherente ya que mi palabra sea si o no, todo lo que pase de ahí sobra, no hacen falta tantos aspavientos, sino que basta con decir lo que hay que decir, todo lo demás son exageraciones. Tengo que hablar como tú, con autoridad, es decir, que lo que diga esté avalado por mis hechos, que baste mi palabra, como dice ese refrán tan nuestro, “que lo que diga va a misa”, es decir, que haga lo que digo, que lo que diga lo cumpla, así seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Viernes, 13 de junio de 2025

San Antonio de Padua.

2 Cor 4, 7-15. Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.

 Sal 115. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.

Mt 5, 27-32. Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio

Sigue hablándome del verdadero cumplimiento de la ley, de llevarla a su plenitud, que no es otra que el amor. Nadie podemos juzgar el interior de nadie, pues solo Dios, y tú, Señor, como Dios, lo conoce, y menos mal. Pero, es verdad, que en el verdadero cumplimiento, no basta con la letra de la ley sino que hay que llegar al espíritu de la misma, hay que amar a todos, más a tu propia pareja, y amarla/o desde el interior y amarlo/a de verdad, aunque seamos duros de cerviz, y es que el amor hay que llevar hasta el extremo, hasta dar la vida como tú para ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

  

 

Si de verdad somos seguidores de Cristo, llevamos en nosotros su muerte, para que su vida también se manifieste en nosotros. A pesar de las dificultades, somos fortalecidos por la fe y la esperanza de la resurrección. Hoy Jesús nos llama a una pureza radical de corazón, evitando no solo los actos de maldad, de falsedad y pecado, sino incluso los deseos que nos alejan de Dios. Señor, en medio de mis tribulaciones y mis dudas, ayúdame a llevar siempre la vida de Jesús en mi cuerpo mortal. Purifica mi corazón y mis pensamientos para que pueda vivir en la pureza y santidad que tú deseas. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 12 de junio de 2025

Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

.Is 6, 1-4. 8. Santo, santo, santo es el Señor del universo.

o bien: Heb 2, 10-18. El santificador y los santificados proceden todos del mismo.

Sal 22.  El Señor es mi pastor, nada me falta.

Jn 17, 1-2. 9. 14-26. ”Te ruego… para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí”.              

Y en ti ser sacerdote, pues tú, Señor, eres el único y eterno Sacerdote, siempre que viva la unidad querida por ti. ¡Qué importante es la unidad, por la que pides al Padre en tu oración sacerdotal, para todos los hijos de Dios y hermanos tuyos! Sé que el distintivo por el que nos conocerán que somos cristianos es por el amor, pero la manifestación del amor es la unidad, así es como sabrán que nos amamos y que tú, Señor, nos has amado como el Padre te ha amado a ti. Señor, dame un corazón grande capaz de amar como tú me has amado y capaz de vivir unido, solo así podré evangelizar: “aquí estoy, mándame”, y seré creíble, y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

El Párroco

¿Crees firmemente que Jesús intercede por nosotros ante el Padre hasta el fin de los tiempos? En su oración, pide que seamos uno, así como Él y el Padre son uno. Nos consagra en la verdad y nos envía al mundo para llevar su mensaje de amor y unidad. Señor Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, conságrame en tu verdad y hazme uno contigo. Y haz que yo sepa vivir intensamente este gran misterio que me supera… Que mi vida sea un reflejo de tu amor y unidad, y que, a través de mi testimonio, otros puedan conocer y experimentar tu salvación. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Miércoles, 11 de junio de 2025

San Bernabé, Apóstol.

Hch 11, 21b-26; 13, 1-3. Era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe.

Sal 97. El Señor revela a las naciones su justicia.

Mt 5, 17-19. ”No he venido a abolir la Ley y los Profetas… sino a dar plenitud”.

Y esta respuesta tuya de hoy, Señor, me hace recordar a aquella otra que le diste a aquel joven que se te acercó a preguntarte cuál era el mandamiento principal y le respondiste que el amor, por eso me dices que no has venido a abolir sino a darle plenitud, y sin amor nada me sirve de nada, y que toda la Ley y todo lo que dijeron y enseñaron los profetas se resume en el amor, de ahí que san Agustín llegara a decir: “Ama y haz lo que quieras”, porque no querré otra cosa que amar. Señor, que no tenga más camino en mi vida que tú, porque, andando por ti y siguiéndote a ti, es como aprenderé a amar como tú me has amado a mí y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Hoy se nos invita a confiar en la gracia de Dios y no en nuestras propias capacidades. San Pablo nos recuerda que nuestra fuerza solo puede venir de Dios, quien nos ha hecho servidores de un nuevo pacto, un pacto del Espíritu que da vida. También Jesús nos aclara que no vino a abolir la ley, sino a darle su verdadero sentido. La ley escrita puede condenar, pero el Espíritu de Dios nos trae la verdadera vida y la auténtica justicia. Señor, ayúdame a confiar únicamente en tu gracia y no en mis propias fuerzas. Que tu Espíritu Santo me guíe para vivir conforme a tu voluntad, dando testimonio de tu amor y justicia. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 TERMINA EL TIEMPO PASCUAL

SE REANUDA EL TIEMPO ORDINARIO

 EN LA SEMANA X

Martes, 10 de junio de 2025

2 Cor 1, 18-22. Jesús no fue sí y no, sino que en él solo hubo sí.

Sal 118.  Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

Mt 5, 13-16. ”Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo…”.

         Es la misión que me encargas y que él cumplirá. Ser sal para preservar al mundo del mal y darles sabor y alegría a todos los hombres; y ser luz para iluminar y que no tropiecen en el camino y orientarlos las noches oscuras y no se pierdan y sepan adonde han de ir, a ti. Pero ¡ay si la sal se vuelve sosa o la luz se esconde bajo un celemín!, no servirían para lo que han de hacer, para nada. Señor, y es mi oración de hoy, ayúdame a cumplir la misión para la que me ha llamado, y que te conozcan a ti por mis obras, y den gloria al Padre que está en los cielos, no a mi, y, de esta forma, seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

Considera las oportunidades que tienes cada día para ser sal y luz en tu familia, tu comunidad y tu lugar de trabajo. Señor Jesús, ayúdame a comprender la profundidad de esta llamada y a vivirla con fidelidad. Te pido, Señor, que me ayudes a ser sal en un mundo que a menudo pierde su sabor espiritual. Dame la gracia de preservar la verdad, purificar lo que está corrupto y añadir sabor a la vida de los demás con mis palabras y acciones. Quiero ser luz en medio de la oscuridad. Ayúdame a brillar, a no esconder mis dones y talentos, sino a utilizarlos para tu gloria. Que mis buenas obras sean visibles para que otros puedan verlas y alabar a nuestro Padre celestial. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 9  de junio de 2025

 María, Madre de la Iglesia.

 Gen 3, 9-15. 20. La madre de todos los que viven.

o bien: Hch 1, 12-14. Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.

Sal 86. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.

Jn 19, 25-34. ”«Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio. Después de esto… ya todo estaba cumplido”.

En Navidad, después de nacer tú, Señor, en la historia, celebramos la fiesta de María como tú Madre. Ayer, comenzaba, día de Pentecostés, tu Iglesia su andadura, que es tu cuerpo que vive en la historia, y, hoy, celebramos a tu Madre como Madre de la misma. Y leemos en el Evangelio el momento en el que nos la diste como Madre, en la cruz y en el discípulo que amabas, y nos dice que él, Juan, la recibió como algo propio, yo, Madre, también te quiero recibir como mía, completamente mía. Y es que darnos a tu Madre, en tu última voluntad, fue tu gran regalo, y tu obra en el mundo no hubiese estado cumplida, sin habérnosla dado, a María, como Madre de la Iglesia. Gracias Señor, porque, al darnos a tu Madre, nos hacer ser y vivir felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 


El dolor y la tristeza envuelven este momento: la agonía de una madre viendo a su hijo sufrir y morir. Pero de ahí puede nacer una gran alegría: «Ahí tienes a tu madre». ¿Qué significa para ti recibir a María como madre? Piensa en la bondad, la ternura y el amor que ella representa. Considera cómo puedes abrir tu corazón para recibir su cuidado y protección. Santa María, madre de Dios y madre nuestra, intercede por mí. Madre amorosa, que pueda sentir tu presencia maternal en cada momento, recordando que nunca estamos solos, porque tú estás con nosotros. Que tu ejemplo de fidelidad y entrega me inspire a vivir de manera más plena como discípulo de Cristo. Amén.

 Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.

Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

........... 

Jn 20,19-23: ”Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo”.

Por fin, hoy cumples tu promesa, la que hacía falta que tú, Señor, te fueras, para enviárnosla. Y, a partir de hoy, comenzamos a caminar por la historia sin ti, pues esto es la Iglesia, tu cuerpo que camina en la historia, pero sin estar solos, porque ya está en mí, en nosotros, tu Espíritu Santo, y por él y con él, lo mismo que tú fuiste enviado por el Padre, yo, y todos tus discípulos, somos enviados por ti, para darte a conocer, pero, repito, no estaré solo ya que el Espíritu será huésped de mi alma. Gracias, Espíritu Divino, ya mi alma no esta vacía, y, además, contigo seré, como los primeros, testigo alegre y valiente de tu evangelio, y hablaré de las grandezas del Padre, y todos me entenderán porque dónde estás tú, Santo Espíritu, hay amor, y el amor es la lengua universal y, así, seré y viviré feliz X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Espíritu Santo.

El Párroco

Contempla la escena de Pentecostés descrita en los Hechos de los Apóstoles. Siente el gran ruido que viene del cielo, como un viento fuerte que llena toda la casa. Reflexiona sobre el poder transformador del Espíritu Santo. Ahora, céntrate en el saludo de paz de Jesús a sus discípulos en el evangelio de Juan. Imagina en esa habitación cerrada, llena de miedo. Siente el aliento de vida y amor de Jesús al decir: «Recibid el Espíritu Santo». Permanece en silencio, dejando que esta verdad llene tu corazón y mente. Siente la presencia del Espíritu Santo en ti, llenándote de paz, poder y propósito. Señor Jesús, gracias por tu paz que nos ofreces en medio de nuestros miedos y ansiedades. Espíritu Santo, te pido que me guíes y me llenes de sabiduría y discernimiento. Que pueda reconocer y usar los dones que nos has dado para glorificar a Dios y servir a los demás. Ayúdame a ser instrumento de tu perdón y gracia en el mundo. Amén

 

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
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 VII SEMANA DE PASCUA

Sábado, 7 de junio de 2025

Hch 28, 16-20. 30-31. Permaneció en Roma, predicando el reino de Dios.

Sal 10. Los buenos verán tu rostro, Señor.

Jn 21, 20-25. Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero”.

Y, gracias a Juan, ya otros, hemos llegado a ti en esa cadena de favores, y soy uno de esos por los que rezabas el otro día: “por los que crean en mi por la palabra y el testimonio de ellos”. Señor, que yo, en el siglo XXI, sea testigo y de testimonio de ti en mis ambientes y como san Pablo, nos dice hoy en los Hechos (28), viva: “recibiendo a todos los que acudan a mí o me acerque a ellos, les predique el reino de Dios Padre, y les enseñe todo lo que a ti se refiere con toda libertad”, así seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.

El Párroco

Quizá podrías estar comparándote con otros o distrayéndote por caminos ajenos. ¿Hay envidias, celos o inseguridades que necesiten ser entregados a Dios? Siente la invitación de Jesús a dejar estas preocupaciones y a confiar en su plan único para ti. Ora en tu corazón: Señor Jesús, me acerco a ti con humildad. Gracias por tu amor. Ayúdame a centrarme en mi camino contigo, a dejar de lado las comparaciones y distracciones que pueden apartarme. Reconozco que a veces me preocupo demasiado por el camino de los demás y me olvido de confiar en tu plan perfecto para mí. Dame la gracia de confiar plenamente en ti y de seguirte con un corazón decidido y fiel. Que mi vida sea un reflejo de tu amor y de tu verdad, y que pueda seguirte con un corazón lleno de fe y confianza. Amén.

Padre Carlos Domínguez

  Vicario Parroquial de San José, Mérida

Viernes, 6 de junio de 2025

Hch 25, 13b-21. De un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.

Sal 102. El Señor puso en el cielo su trono.

Jn 21, 15-19. ”Simón, hijo de Juan, «¿Me quieres?»… «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero»”.

       Y, hoy esa pregunta me la haces a mi, y es fundamental para que yo, también, pueda ser pastor de las ovejas que, a través del Obispo, me tienes encomendadas, y me la harás, tantas veces haga falta, hasta que descubra que no es en mi, sino en ti en quien he de poner mis fuerzas y mi confianza. Si, te amo, pero eres tú quien lo sabes y, sin tu ayuda, como Judas, puedo darte un beso traicionero o negarte, cobardemente, como Pedro. Por eso, te contesto como él a la tercera, que va la vencida: “tú, y solo tu Señor, lo sabes todo” y sabes que, a pesar de mi, te quiero, y yo sé que cuento con tu gracia, lo que me da la seguridad para responderte y, a la vez, me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

  

Siente la intensidad de este momento, la conexión profunda entre Jesús y Pedro. Permanece en silencio. Haz presente en tu corazón la presencia amorosa de Jesús, su llamada a amarlo y a seguirlo. Señor Jesús, me acerco a ti con un corazón humilde y agradecido. Quiero seguirte, incluso cuando el camino sea difícil y lleno de desafíos. Dame la valentía y la perseverancia para extender mis brazos y aceptar tu voluntad en todas las cosas. Padre, te pido que me guíes cada día, que me llenes con tu Espíritu Santo para vivir en fidelidad a tu palabra. Que mi vida glorifique tu nombre y que, al final de mis días, pueda decir con confianza que he seguido a Jesús con todo mi ser. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Jueves, 5 de junio de 2025

Hch 22, 30; 23, 6-11. Tienes que dar testimonio en Roma.

Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Jn 17, 20-26. ¡Que sean completamente uno!

Visualiza la comunidad global de creyentes, de diferentes culturas, razas y orígenes, unidos en amor y reflejando la unidad perfecta entre el Padre y el Hijo. Siente la conexión espiritual que te une a esta gran familia de fe. Padre amoroso, me acerco a ti con gratitud por tu amor y tu cuidado constante. Gracias por la oración de Jesús, que abarca a todos los creyentes, incluyéndome a mí. Me siento honrado y bendecido por ser parte de su intercesión. Te pido que nos unas a todos tus hijos en una comunión perfecta, como tú estás en Jesús y Jesús está en ti. Que esta unidad sea un testimonio poderoso para el mundo, para que todos crean que tú enviaste a Jesús y que nos amas con el mismo amor que tienes por Él. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 

n 17,20-26:”Te ruego… también por los que crean en mí por la palabra de ellos”.

Gracias, Señor, porque en tu oración sacerdotal, pides por la unidad que quieres para tus discípulos, hoy, tienes un recuerdo especial para tus nuevos discípulos, los de ahora, y rezas por mí y por todos los que crean en ti por la palabra de aquellos. Por eso, hoy, no puedo más que darte gracias por aquellos. Fue una hermosa cadena de favores que comenzaste tú con ellos, y ellos la continuaron hasta llegar a nosotros, a mí. Hoy, pues, te pido en mi oración, no ser tapón de alberca sino acequia por la que, por mí, corra tu gracia y llegue a muchos otros. Solo así, siendo acequia, llena de tu Espíritu, seré tu testigo y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.

 El Párroco

Miércoles, 4 de junio de 2025

Hch 20, 28-38. Os encomiendo a Dios, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia.

Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios. 

Jn 17, 11b-19.” Que sean uno, como nosotros”

Es tu hermosa oración, quieres la unidad que no la uniformidad, de todos tus seguidores, unidad en el amor que ha de ser el distintivo: “mirar cómo se aman”, de todo cristiano, y es que este es tu mandamiento, “que nos amemos los unos a los otro, como tú nos has amado”. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

     Dios nos escucha. Quiere que todos sus hijos se unan en una comunión perfecta, como Él está en Jesús y Jesús está en Él. Quiere que esta unidad sea un testimonio poderoso para el mundo, para que todos crean en su amor. Hemos de reflejar esa verdad en nuestra vida diaria, mostrando el reflejo de su amor a todos los que nos rodean. Que tu presencia en mí sea una luz que brille en medio de la oscuridad. Deseo estar contigo, Señor, para ver tu gloria y experimentar tu amor eterno. Fortaléceme y guíame en el camino que has preparado para mí. Que tu amor esté siempre en mi corazón. Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo te conozco y sé que tú enviaste a Jesús. Gracias por revelarte a mí y por continuar haciéndolo. Amén.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Martes, 3 de junio de 2025

Hch 20, 17-27. Completo mi carrera y consumo el ministerio que recibí del Señor Jesús.

Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios. 

Jn 17, 1-11a. ”Te ruego… por estos que tú me diste, porque son tuyos…”.

      Gracias Señor, porque ha sido el Padre quien me ha dado a ti desde antes de mi nacimiento y, por eso, soy tuyo también y, hoy, rezas por mí. Gracias, Señor, y te pido que en tu oración me concedas el don de la perseverancia, para que siga llevando a cabo la obra que tú me has encomendado, el que conozcan a nuestro Padre como el único Dios ya ti, Señor, como el enviado, como el camino, la verdad y la única vida, mi tesoro encontrado. Gracias Señor por hacerme ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Esta reflexión nos invita a considerar nuestra propia relación con Dios. Nos recuerda que la vida eterna comienza aquí y ahora, en nuestro conocimiento y relación con Dios y con Jesucristo. También nos desafía a vivir de tal manera que la gloria de Dios se haga visible en nosotros, manifestando su amor y su verdad en nuestras vidas cotidianas. Reflexiona sobre lo que significa para ti glorificar a Dios en tu vida. Piensa en tu relación con Él. ¿Cómo puedes profundizar en este conocimiento y vivir una vida que refleje esta relación transformadora? Termina tu meditación con una oración de agradecimiento por la salvación y por la vida eterna que te ha sido dada. Lleva contigo esta sensación de paz, propósito y conexión divina a lo largo del día.

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

Lunes, 2 de junio de 2025

Hch 19, 1-8. ¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?

Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.

Jn 16, 29-33. Tened valor: yo he vencido al mundo.

 

Seguirte, Señor, no es tarea fácil, y nadie, ni siquiera tú, lo has dicho, pues he de tomar mi cruz para hacerlo. Señor no me gusta ni el dolor, ni la enfermedad, ni el esfuerzo, es más, hasta me llegas a decir que el siervo no es más que el amo, y que, si contigo lo han hecho, también a mi, me perseguirán. Pero hoy, y siempre, me llenas de esperanza, y es que, como decía el Papa Francisco, tú me primereas, y, antes que yo, has recorrido el camino por el que he de pasar, por eso puedes decirme con toda seguridad que no tema porque si tú has vencido, contigo, también, yo venceré y me llenarás de tu paz, por eso, y a pesar de toda tribulación, soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.

El Párroco

 

Parece fácil creer y confiar en Dios cuando todo va bien, pero nuestra fe se pone a prueba en los momentos de dificultad. Jesús nos recuerda que no estamos solos. Él ha vencido al mundo y nos invita a encontrar paz en nuestra unión con él. La victoria de Jesús sobre el mundo no significa la ausencia de problemas, sino la presencia constante de su paz y su compañía en medio de ellos. Nos llama a tener valor y a mantener nuestra fe, confiando en que su poder y su amor nos sostendrán. Piensa en los desafíos y dificultades que enfrentas actualmente en tu vida. Visualiza a Jesús a tu lado, recordándote que no estás solo en tus pruebas. Repite en tu mente: «Jesús ha vencido al mundo. Puedo tener paz y valor».

Padre Carlos Domínguez

Vicario Parroquial de San José, Mérida

 
 
 
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