XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Viernes,
27 de junio de 2025
Sagrado Corazón de Jesús.
Ez 34, 11-16. Yo mismo apacentaré mis ovejas y las haré reposar.
Sal 22. El Señor es mi
pastor, nada me falta.
Rom 5, 5b-11. Dios nos demostró
su amor.
Lc 15, 3-7. ¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja
que se me había perdido
Hoy
celebramos tu amor, Señor, expresado en el órgano humano al que le adjudicamos
dicho sentimiento: el corazón, ese del que traspasado en la cruz brotó sangre y
agua, mostrándome tu amor hasta la última gota de tu sangre. Y en el evangelio
de hoy, se simboliza ese amor en la hermosa parábola de la oveja perdida, esa
soy yo para ti, y tú, buen pastor, no te cansas hasta que me encuentras,
dejando las restantes ovejas a buen recaudo, y que tu corazón sufre hasta
encontrarme y que cuando lo hace, no me azuzas a los perros para que me
devuelvan al redil, sino que con todo tu amor, te agachas hacia mí y me cargas
a tus hombros, llevándome de vuelta con mis hermanos para celebrar una fiesta,
pues eso es lo que doy para ti, fiesta, alegría, amor. Gracias, Señor, por tu
amor y porque, con tú busca hasta encontrarme, me haces que sea y viva feliz. X
todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Celebramos
el Sagrado Corazón de Jesús, símbolo de su amor infinito y misericordioso.
Jesús nos muestra su compasión al buscar y rescatar a la oveja perdida. San
Pablo nos recuerda que Dios nos ama y nos ha reconciliado consigo mismo a
través de Cristo. Somos pues llamados a ser testigos de este amor y
misericordia en el mundo. Sagrado Corazón de Jesús, confío en ti, inflama mi
corazón con tu amor. Ayúdame a ser un instrumento de tu misericordia, buscando
y ayudando a los perdidos y necesitados. Que tu amor transforme mi vida y me
haga un verdadero testigo de tu compasión y gracia. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San
José, Mérida
Jueves,
26 de junio de 2025
Gen 16, 1-12.
15-16. Abrán
llamó Ismael al hijo que le había dado Agar.
Sal 105. Dad gracias al
Señor porque es bueno.
Mt 7, 21-29. ”El que escucha estas palabras mías y las
pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre
roca”.
Y
esa roca eres tú, Señor, es lo mismo que dijiste a Pedro: ”sobre esta roca, que
soy yo, edificaré mi Iglesia”, me enseñas hoy, que no basta decir palabras y
llamarte Señor pomposamente, sino que he de poner tus palabras por obra,
hacerlas vida mía practicándolas, que he de cumplir la voluntad, como tú, del
Padre, y así, por mucha lluvia que caiga y viento que sople, no he de tener
porque el cimiento en que se edifica mi vida eres tú, Señor, y, contigo y con
tu palabra de vida seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz jueves
eucarístico.
El
Párroco
La
historia de Sara, Abraham y Agar muestra las consecuencias de la falta de fe y
confianza en el plan de Dios. Sin embargo, Dios interviene y promete
multiplicar los descendientes de Agar. La confianza es fundamental en el camino
de la fe… Jesús nos enseña que solo aquellos que hacen la voluntad del Padre
entrarán en el reino de los cielos. Debemos construir nuestra vida sobre la
roca sólida de sus enseñanzas. Señor, ayúdame a confiar plenamente en tu plan y
a no dejarme llevar por la duda y la desconfianza. Que mis acciones reflejen
siempre tu voluntad. Haz que mi vida esté firmemente cimentada en tus palabras
y enseñanzas para que pueda resistir las pruebas y dificultades. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Miércoles, 25 de junio de 2025
Gen 15, 1-12.
17-18. Abrahán
creyó a Dios y le fue contado como justicia;
y el Señor
concertó alianza con él.
Sal 104. El Señor se acuerda
de su alianza eternamente.
Mt 7, 15-20. “Por sus frutos los
conoceréis.”
Se
conocerá quién es, de verdad, profeta tuyo, Señor. ¡Ojalá, Señor, que mis
frutos sean los queridos por ti, que sea conocido, no por palabras que se las
lleva el viento, sino por mis frutos de obras, que si estas son buenas,
igualmente, lo serán los frutos, y los frutos buenos serán los del Espíritu
Santo: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza. Dame, Señor, el vivir cada día uno y para siempre, solo así será y
viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Lunes, 23 de junio de 2025
Gen 12, 1-9. Abrán marchó, como
le había dicho el Señor.
Sal 32. Dichoso el pueblo
que el Señor se escogió como heredad.
Mt 7, 1-5. ”No juzguéis, para que no seáis
juzgados”.
Y,
sobre todo, porque solo tú, Señor, eres el juez de vivos y muertos, y porque
solo tú, Señor, eres el único que conoces el interior, el corazón, de cada
hombre, y yo, que soy criatura, y no conozco el bien y el mal, no soy nadie
para juzgar a nadie, bastante tengo con poder quitarme la viga de mi ojo, que
lo podré hacer si cuento, que sé que cuento, con tu ayuda, con tu gracia que sé
que no me falta y por la que soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto.
Feliz día.
El
Párroco
Dios
llamó a Abraham a dejar todo lo conocido, su casa y modo de vida, para seguirlo
a una tierra prometida, pero desconocida para él, prometiendo bendecirlo y
hacer de él una gran nación. Jesús nos advierte: No debemos juzgar a los demás,
pues seremos juzgados con la misma medida. ¡Cuidado con la hipocresía! Primero
debemos quitar la viga de nuestro propio ojo antes de ver la paja en el ojo
ajeno. Señor, dame la fe de Abraham para seguirte sin reservas, confiando en
tus promesas. Líbrame de juzgar a los demás y ayúdame a reconocer mis propios
fallos, buscando tu perdón y tu gracia. Que mi vida sea bendición para los
demás y refleje siempre tu amor y tu justicia. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San
José, Mérida
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 9, 11b-17
En aquel tiempo, Jesús se puso hablaba a la gente del
reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de curación.
El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los
Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de
alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».
Él les contestó:
«Dadles vosotros de comer».
Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que
vayamos a comprar de comer para toda esta gente».
Porque eran unos cinco mil hombres.
Entonces dijo a sus discípulos:
«Haced que se echen sienten en grupos de unos cincuenta
cada uno».
Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.
Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y
alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se
los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron
todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de
trozos.
----
Corpus Christi.
Lc 9, 11b-17: “Comieron todos y se saciaron”.
Lucas
no me relata hoy la institución de la eucaristía en cuanto tal, sino me habla
de la primera multiplicación de panes y peces que no es sino el preludio del
anuncio de la Eucaristía, donde todos aquellos que la comamos seremos saciados,
pero no de un alimento normal o común, sino de tu cuerpo y sangre, Señor. Es de
lo que sí me habla san Pablo en el relato más antiguo que conservamos de la
institución, en la carta a los Corintios, donde nos dice: “Yo he recibido una
tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor
Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la
Acción de Gracias, lo partió y dijo: “esto es mi cuerpo, que se entrega por
vosotros. Haced esto en memoria mía». No es, pues, un alimento común, es tu
cuerpo y sangre, Señor. Y por eso, hoy, porque creemos en tu presencia real, en
que por la transubstanciación, el pan y el vino se convierte en ti, te sacamos
a las calles de nuestros pueblos y ciudades para adorarte y decirles a todos:
ahí va nuestro rey y nuestro Señor, y aunque, aquí también se esconda la
humanidad, en la cruz solo la divinidad, “creo y confieso ambas cosas”, y es el
sacramento que me ha de llevar a vivir la unidad con los demás, y a ser y vivir
feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz domingo eucarístico.
El Párroco
En
esta fiesta del Corpus Christi se nos invita a recordar el sacrificio de Jesús,
quien se ofrece como el pan de vida y el vino de la alegría y la alianza que
nos salva. Jesús, hoy como ayer, muestra su compasión y poder para alimentar
nuestras necesidades tanto físicas como espirituales. San Pablo nos lo
recuerda, proclamando que, cada vez que participamos en la Eucaristía,
anunciamos la muerte del Señor hasta que Él vuelva. Señor Jesús, gracias por el
maravilloso don de tu cuerpo y sangre en la Eucaristía. Que, al recibirte, mi
fe se fortalezca y mi vida sea un testimonio de tu amor y sacrificio. Ayúdame a
vivir de verdad tu amor y compasión todos los días. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San
José, Mérida
Haz clic para ver el video:
XI SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
Sábado,
21 de junio de 2025
2 Cor 12, 1-10. Muy a gusto me
glorío de mis debilidades.
Sal 33. R. Gustad y ved
qué bueno es el Señor.
Mt 6, 24-34. ”No os agobiéis por el mañana, porque el
mañana traerá su propio agobio…”.
Y
cuantas malas noches, cuantos insomnios, cuantos malestares psíquicos, y otras
muchas enfermedades nos quitaríamos. Hay que vivir al día, porque el pasado,
pasado es y no lo puedo cambiar y, el futuro, tampoco es mío y ni siquiera sé
si llegará. Por tanto, he de vivir el ahora, y ahora, y ahora, tengo que vivir
y amar el momento presente, porque es el ahora el único tiempo del que puedo
ser dueño, para ponerlo, Señor, en tus manos, y redimir el pasado y para que el
futuro, cuando llegue, si es que llega, sea como el presente que vivo que es
amando y sirviendo a los demás, y solo viviendo y amando el presente es como
seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes,
20 de junio de 2025
2 Cor 11, 18. 21b-30. Aparte todo lo demás, la carga de la preocupación por todas las iglesias.
Sal 33. Dios libra a los
justos de sus angustias.
Mt 6, 19-23. “Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.”
Y,
muchas veces digo que tú, Señor, eres mi tesoro y que te encontré y, si esto es
verdad ¿vendo todo para tenerte solo a ti?, ¿tengo, entonces, mi corazón en ti?
O ¿solo son palabras, y no es verdad que tú seas mi tesoro? Porque muchas veces
lo que hago es llenar mi corazón, acumulando pequeños tesoros que me apartan de
ti: egoísmos, caprinos, mi ego… Señor, ayúdame a vaciarlo de todo ello para
que, solo tenga, en él, lugar para ti, pues solo teniéndote a ti es como seré y
viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El
Párroco
Jueves,
19 de junio de 2025
2 Cor 11, 1-11. Anunciando de
balde el Evangelio de Dios para vosotros.
Sal 110. Justicia y verdad
son las obras de tus manos, Señor.
Mt 6, 7-15. “Vosotros
orad así”
El Párroco
Miércoles, 18 de junio de 2025
2 Cor 9, 6-11. Dios ama “al que
da con alegría”.
Sal 111. Dichoso quien teme
al Señor.
Mt 6, 1-6. 16-18. “Tu
Padre, que ve en lo escondido, te recompensará”.
Gracias,
Señor, por enseñarme, en esta mañana, que todas mis acciones las he de hacer
por amor y para ti, no para presumir y que me vean. Solo es el Padre, que ve y
conoce todo, también mi interior, porque solo es Él quien conoce el interior de
cada hombre, quien sabrá recompensarme, aunque no me hace falta recompensa
alguna, pues como dice ese hermoso soneto: “Muéveme, tu amor, y en tal manera, que,
aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera, pues, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera”, y solo es tu amor el que me mueve y hace
ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.
El Párroco
Martes,
17 de junio de 2025
2 Cor 8, 1-9. Cristo, siendo
rico, se hizo pobre por vosotros.
Sal 145. Alaba, alma mía, al Señor.
Mt 5, 43-48. ”Amad a vuestros
enemigos y rezad por los que os persiguen…”.
El
Párroco
Lunes, 16 de junio de 2025
2 Cor 6, 1-10. Nos acreditamos
como ministros de Dios.
Sal 97. El Señor da a
conocer su salvación.
Mt 5, 38-42. ”«Ojo por ojo, diente por diente». Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia”.
Pero
no porque sea un bobo o un cobarde, no. No le hago frente a quien me ofende o
injuria, de palabra o de obra, porque tú, Señor, me dices, también con las
obras, que he de llevar la ley a su mas perfecto cumplimiento, que no es otro
que amar, y amar con una medida que es la tuya, hasta el extremo, que es no
tener extremo, o, dando la vida por los demás. Como dice san Pablo, “no puedo
echar en saco roto tanta gracia, como tú, Señor, me has dado y me das cada día
para ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Las
lecturas nos llaman a aprovechar en el devenir de nuestra vida los momentos más
oportunos de ser siervo fiel de Dios, demostrando su presencia cada día a
través de la paciencia, la pureza, el amor sincero y el poder de Dios. Jesús
nos llama a responder al mal con el bien, ofreciendo siempre más de lo que se
nos da. Señor, yo sé que hoy es el día de la salvación, y quiero aprovechar
este momento para servirte con fidelidad. Llena mi vida de paciencia, pureza y
amor sincero, y ayúdame a responder al mal con el bien, siguiendo siempre tus
enseñanzas.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San
José, Mérida
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 16, 12-15
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora;
cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.
Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os
comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío
y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que
recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».
.............
Hoy
es en nuestra Iglesia la solemnidad de la Santísima Trinidad, en la que
celebramos y reconocemos la presencia misteriosa del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo en nuestra vida. Dios, en su misterio trinitario, nos llama a vivir en
comunión y a ser reflejo de su amor y unidad. La paz y la esperanza que tenemos
en Dios son frutos de esta comunión trinitaria. Ora a lo largo del día en tu
corazón con estas palabras u otras parecidas: Santísima Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, te doy gracias por tu amor y tu presencia en mi vida. Ayúdame a
vivir en comunión contigo y con mis hermanos, siendo un reflejo de tu unidad y
amor en el mundo. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San
José, Mérida
Haz clic para ver el video:
Sábado, 14 de junio de 2025
2 Cor 5, 14-21. Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro.
Sal 102. El Señor es compasivo y misericordioso.
Mt 5, 33-37. “Yo os digo que no juréis en absoluto·.
Señor, hoy me invitas a ser coherente ya que mi palabra sea si o no, todo lo que pase de ahí sobra, no hacen falta tantos aspavientos, sino que basta con decir lo que hay que decir, todo lo demás son exageraciones. Tengo que hablar como tú, con autoridad, es decir, que lo que diga esté avalado por mis hechos, que baste mi palabra, como dice ese refrán tan nuestro, “que lo que diga va a misa”, es decir, que haga lo que digo, que lo que diga lo cumpla, así seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Viernes, 13 de junio de 2025
San Antonio de Padua.
2 Cor 4, 7-15. Quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.
Sal 115. Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mt 5, 27-32. Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio
Sigue hablándome del verdadero cumplimiento de la ley, de llevarla a su plenitud, que no es otra que el amor. Nadie podemos juzgar el interior de nadie, pues solo Dios, y tú, Señor, como Dios, lo conoce, y menos mal. Pero, es verdad, que en el verdadero cumplimiento, no basta con la letra de la ley sino que hay que llegar al espíritu de la misma, hay que amar a todos, más a tu propia pareja, y amarla/o desde el interior y amarlo/a de verdad, aunque seamos duros de cerviz, y es que el amor hay que llevar hasta el extremo, hasta dar la vida como tú para ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.
El Párroco
Si de verdad somos seguidores de Cristo, llevamos en nosotros su muerte, para que su vida también se manifieste en nosotros. A pesar de las dificultades, somos fortalecidos por la fe y la esperanza de la resurrección. Hoy Jesús nos llama a una pureza radical de corazón, evitando no solo los actos de maldad, de falsedad y pecado, sino incluso los deseos que nos alejan de Dios. Señor, en medio de mis tribulaciones y mis dudas, ayúdame a llevar siempre la vida de Jesús en mi cuerpo mortal. Purifica mi corazón y mis pensamientos para que pueda vivir en la pureza y santidad que tú deseas. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Jueves, 12 de junio de 2025
Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
.Is 6, 1-4. 8. Santo, santo, santo es el Señor del universo.
o bien: Heb 2, 10-18. El santificador y los santificados proceden todos del mismo.
Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.
Jn 17, 1-2. 9. 14-26. ”Te ruego… para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí”.
Y en ti ser sacerdote, pues tú, Señor, eres el único y eterno Sacerdote, siempre que viva la unidad querida por ti. ¡Qué importante es la unidad, por la que pides al Padre en tu oración sacerdotal, para todos los hijos de Dios y hermanos tuyos! Sé que el distintivo por el que nos conocerán que somos cristianos es por el amor, pero la manifestación del amor es la unidad, así es como sabrán que nos amamos y que tú, Señor, nos has amado como el Padre te ha amado a ti. Señor, dame un corazón grande capaz de amar como tú me has amado y capaz de vivir unido, solo así podré evangelizar: “aquí estoy, mándame”, y seré creíble, y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
¿Crees firmemente que Jesús intercede por nosotros ante el Padre hasta el fin de los tiempos? En su oración, pide que seamos uno, así como Él y el Padre son uno. Nos consagra en la verdad y nos envía al mundo para llevar su mensaje de amor y unidad. Señor Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, conságrame en tu verdad y hazme uno contigo. Y haz que yo sepa vivir intensamente este gran misterio que me supera… Que mi vida sea un reflejo de tu amor y unidad, y que, a través de mi testimonio, otros puedan conocer y experimentar tu salvación. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Miércoles, 11 de junio de 2025
San Bernabé, Apóstol.
Hch 11, 21b-26; 13, 1-3. Era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe.
Sal 97. El Señor revela a las naciones su justicia.
Mt 5, 17-19. ”No he venido a abolir la Ley y los Profetas… sino a dar plenitud”.
Y esta respuesta tuya de hoy, Señor, me hace recordar a aquella otra que le diste a aquel joven que se te acercó a preguntarte cuál era el mandamiento principal y le respondiste que el amor, por eso me dices que no has venido a abolir sino a darle plenitud, y sin amor nada me sirve de nada, y que toda la Ley y todo lo que dijeron y enseñaron los profetas se resume en el amor, de ahí que san Agustín llegara a decir: “Ama y haz lo que quieras”, porque no querré otra cosa que amar. Señor, que no tenga más camino en mi vida que tú, porque, andando por ti y siguiéndote a ti, es como aprenderé a amar como tú me has amado a mí y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco

Hoy se nos invita a confiar en la gracia de Dios y no en nuestras propias capacidades. San Pablo nos recuerda que nuestra fuerza solo puede venir de Dios, quien nos ha hecho servidores de un nuevo pacto, un pacto del Espíritu que da vida. También Jesús nos aclara que no vino a abolir la ley, sino a darle su verdadero sentido. La ley escrita puede condenar, pero el Espíritu de Dios nos trae la verdadera vida y la auténtica justicia. Señor, ayúdame a confiar únicamente en tu gracia y no en mis propias fuerzas. Que tu Espíritu Santo me guíe para vivir conforme a tu voluntad, dando testimonio de tu amor y justicia. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
SE REANUDA EL TIEMPO ORDINARIO
EN LA SEMANA X
Martes, 10 de junio de 2025
2 Cor 1, 18-22. Jesús no fue sí y no, sino que en él solo hubo sí.
Sal 118. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Mt 5, 13-16. ”Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo…”.
Es la misión que me encargas y que él cumplirá. Ser sal para preservar al mundo del mal y darles sabor y alegría a todos los hombres; y ser luz para iluminar y que no tropiecen en el camino y orientarlos las noches oscuras y no se pierdan y sepan adonde han de ir, a ti. Pero ¡ay si la sal se vuelve sosa o la luz se esconde bajo un celemín!, no servirían para lo que han de hacer, para nada. Señor, y es mi oración de hoy, ayúdame a cumplir la misión para la que me ha llamado, y que te conozcan a ti por mis obras, y den gloria al Padre que está en los cielos, no a mi, y, de esta forma, seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.
El Párroco
Considera las oportunidades que tienes cada día para ser sal y luz en tu familia, tu comunidad y tu lugar de trabajo. Señor Jesús, ayúdame a comprender la profundidad de esta llamada y a vivirla con fidelidad. Te pido, Señor, que me ayudes a ser sal en un mundo que a menudo pierde su sabor espiritual. Dame la gracia de preservar la verdad, purificar lo que está corrupto y añadir sabor a la vida de los demás con mis palabras y acciones. Quiero ser luz en medio de la oscuridad. Ayúdame a brillar, a no esconder mis dones y talentos, sino a utilizarlos para tu gloria. Que mis buenas obras sean visibles para que otros puedan verlas y alabar a nuestro Padre celestial. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Lunes, 9 de junio de 2025
María, Madre de la Iglesia.
Gen 3, 9-15. 20. La madre de todos los que viven.
o bien: Hch 1, 12-14. Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.
Sal 86. Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios.
Jn 19, 25-34. ”«Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio. Después de esto… ya todo estaba cumplido”.
En Navidad, después de nacer tú, Señor, en la historia, celebramos la fiesta de María como tú Madre. Ayer, comenzaba, día de Pentecostés, tu Iglesia su andadura, que es tu cuerpo que vive en la historia, y, hoy, celebramos a tu Madre como Madre de la misma. Y leemos en el Evangelio el momento en el que nos la diste como Madre, en la cruz y en el discípulo que amabas, y nos dice que él, Juan, la recibió como algo propio, yo, Madre, también te quiero recibir como mía, completamente mía. Y es que darnos a tu Madre, en tu última voluntad, fue tu gran regalo, y tu obra en el mundo no hubiese estado cumplida, sin habérnosla dado, a María, como Madre de la Iglesia. Gracias Señor, porque, al darnos a tu Madre, nos hacer ser y vivir felices. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
El dolor y la tristeza envuelven este momento: la agonía de una madre viendo a su hijo sufrir y morir. Pero de ahí puede nacer una gran alegría: «Ahí tienes a tu madre». ¿Qué significa para ti recibir a María como madre? Piensa en la bondad, la ternura y el amor que ella representa. Considera cómo puedes abrir tu corazón para recibir su cuidado y protección. Santa María, madre de Dios y madre nuestra, intercede por mí. Madre amorosa, que pueda sentir tu presencia maternal en cada momento, recordando que nunca estamos solos, porque tú estás con nosotros. Que tu ejemplo de fidelidad y entrega me inspire a vivir de manera más plena como discípulo de Cristo. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Jn 20,19-23: ”Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo”.
Por fin, hoy cumples tu promesa, la que hacía falta que tú, Señor, te fueras, para enviárnosla. Y, a partir de hoy, comenzamos a caminar por la historia sin ti, pues esto es la Iglesia, tu cuerpo que camina en la historia, pero sin estar solos, porque ya está en mí, en nosotros, tu Espíritu Santo, y por él y con él, lo mismo que tú fuiste enviado por el Padre, yo, y todos tus discípulos, somos enviados por ti, para darte a conocer, pero, repito, no estaré solo ya que el Espíritu será huésped de mi alma. Gracias, Espíritu Divino, ya mi alma no esta vacía, y, además, contigo seré, como los primeros, testigo alegre y valiente de tu evangelio, y hablaré de las grandezas del Padre, y todos me entenderán porque dónde estás tú, Santo Espíritu, hay amor, y el amor es la lengua universal y, así, seré y viviré feliz X todos y x todo y x tanto. Feliz día del Espíritu Santo.
El Párroco
Contempla la escena de Pentecostés descrita en los Hechos de los Apóstoles. Siente el gran ruido que viene del cielo, como un viento fuerte que llena toda la casa. Reflexiona sobre el poder transformador del Espíritu Santo. Ahora, céntrate en el saludo de paz de Jesús a sus discípulos en el evangelio de Juan. Imagina en esa habitación cerrada, llena de miedo. Siente el aliento de vida y amor de Jesús al decir: «Recibid el Espíritu Santo». Permanece en silencio, dejando que esta verdad llene tu corazón y mente. Siente la presencia del Espíritu Santo en ti, llenándote de paz, poder y propósito. Señor Jesús, gracias por tu paz que nos ofreces en medio de nuestros miedos y ansiedades. Espíritu Santo, te pido que me guíes y me llenes de sabiduría y discernimiento. Que pueda reconocer y usar los dones que nos has dado para glorificar a Dios y servir a los demás. Ayúdame a ser instrumento de tu perdón y gracia en el mundo. Amén
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Sábado, 7 de junio de 2025
Hch 28, 16-20. 30-31. Permaneció en Roma, predicando el reino de Dios.
Sal 10. Los buenos verán tu rostro, Señor.
Jn 21, 20-25. “Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio es verdadero”.
Y, gracias a Juan, ya otros, hemos llegado a ti en esa cadena de favores, y soy uno de esos por los que rezabas el otro día: “por los que crean en mi por la palabra y el testimonio de ellos”. Señor, que yo, en el siglo XXI, sea testigo y de testimonio de ti en mis ambientes y como san Pablo, nos dice hoy en los Hechos (28), viva: “recibiendo a todos los que acudan a mí o me acerque a ellos, les predique el reino de Dios Padre, y les enseñe todo lo que a ti se refiere con toda libertad”, así seré y viviré feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día de María.
El Párroco
Quizá podrías estar comparándote con otros o distrayéndote por caminos ajenos. ¿Hay envidias, celos o inseguridades que necesiten ser entregados a Dios? Siente la invitación de Jesús a dejar estas preocupaciones y a confiar en su plan único para ti. Ora en tu corazón: Señor Jesús, me acerco a ti con humildad. Gracias por tu amor. Ayúdame a centrarme en mi camino contigo, a dejar de lado las comparaciones y distracciones que pueden apartarme. Reconozco que a veces me preocupo demasiado por el camino de los demás y me olvido de confiar en tu plan perfecto para mí. Dame la gracia de confiar plenamente en ti y de seguirte con un corazón decidido y fiel. Que mi vida sea un reflejo de tu amor y de tu verdad, y que pueda seguirte con un corazón lleno de fe y confianza. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Viernes, 6 de junio de 2025
Hch 25, 13b-21. De un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal 102. El Señor puso en el cielo su trono.
Jn 21, 15-19. ”Simón, hijo de Juan, «¿Me quieres?»… «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero»”.
Y, hoy esa pregunta me la haces a mi, y es fundamental para que yo, también, pueda ser pastor de las ovejas que, a través del Obispo, me tienes encomendadas, y me la harás, tantas veces haga falta, hasta que descubra que no es en mi, sino en ti en quien he de poner mis fuerzas y mi confianza. Si, te amo, pero eres tú quien lo sabes y, sin tu ayuda, como Judas, puedo darte un beso traicionero o negarte, cobardemente, como Pedro. Por eso, te contesto como él a la tercera, que va la vencida: “tú, y solo tu Señor, lo sabes todo” y sabes que, a pesar de mi, te quiero, y yo sé que cuento con tu gracia, lo que me da la seguridad para responderte y, a la vez, me hace ser y vivir feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Siente la intensidad de este momento, la conexión profunda entre Jesús y Pedro. Permanece en silencio. Haz presente en tu corazón la presencia amorosa de Jesús, su llamada a amarlo y a seguirlo. Señor Jesús, me acerco a ti con un corazón humilde y agradecido. Quiero seguirte, incluso cuando el camino sea difícil y lleno de desafíos. Dame la valentía y la perseverancia para extender mis brazos y aceptar tu voluntad en todas las cosas. Padre, te pido que me guíes cada día, que me llenes con tu Espíritu Santo para vivir en fidelidad a tu palabra. Que mi vida glorifique tu nombre y que, al final de mis días, pueda decir con confianza que he seguido a Jesús con todo mi ser. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Jueves, 5 de junio de 2025
Hch 22, 30; 23, 6-11. Tienes que dar testimonio en Roma.
Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Jn 17, 20-26. ¡Que sean completamente uno!
Visualiza la comunidad global de creyentes, de diferentes culturas, razas y orígenes, unidos en amor y reflejando la unidad perfecta entre el Padre y el Hijo. Siente la conexión espiritual que te une a esta gran familia de fe. Padre amoroso, me acerco a ti con gratitud por tu amor y tu cuidado constante. Gracias por la oración de Jesús, que abarca a todos los creyentes, incluyéndome a mí. Me siento honrado y bendecido por ser parte de su intercesión. Te pido que nos unas a todos tus hijos en una comunión perfecta, como tú estás en Jesús y Jesús está en ti. Que esta unidad sea un testimonio poderoso para el mundo, para que todos crean que tú enviaste a Jesús y que nos amas con el mismo amor que tienes por Él. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
n 17,20-26:”Te ruego… también por los que crean en mí por la palabra de ellos”.
Gracias, Señor, porque en tu oración sacerdotal, pides por la unidad que quieres para tus discípulos, hoy, tienes un recuerdo especial para tus nuevos discípulos, los de ahora, y rezas por mí y por todos los que crean en ti por la palabra de aquellos. Por eso, hoy, no puedo más que darte gracias por aquellos. Fue una hermosa cadena de favores que comenzaste tú con ellos, y ellos la continuaron hasta llegar a nosotros, a mí. Hoy, pues, te pido en mi oración, no ser tapón de alberca sino acequia por la que, por mí, corra tu gracia y llegue a muchos otros. Solo así, siendo acequia, llena de tu Espíritu, seré tu testigo y seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz jueves eucarístico.
El Párroco
Miércoles, 4 de junio de 2025
Hch 20, 28-38. Os encomiendo a Dios, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia.
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17, 11b-19.” Que sean uno, como nosotros”
Es tu hermosa oración, quieres la unidad que no la uniformidad, de todos tus seguidores, unidad en el amor que ha de ser el distintivo: “mirar cómo se aman”, de todo cristiano, y es que este es tu mandamiento, “que nos amemos los unos a los otro, como tú nos has amado”. Así seré y viviré feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Dios nos escucha. Quiere que todos sus hijos se unan en una comunión perfecta, como Él está en Jesús y Jesús está en Él. Quiere que esta unidad sea un testimonio poderoso para el mundo, para que todos crean en su amor. Hemos de reflejar esa verdad en nuestra vida diaria, mostrando el reflejo de su amor a todos los que nos rodean. Que tu presencia en mí sea una luz que brille en medio de la oscuridad. Deseo estar contigo, Señor, para ver tu gloria y experimentar tu amor eterno. Fortaléceme y guíame en el camino que has preparado para mí. Que tu amor esté siempre en mi corazón. Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo te conozco y sé que tú enviaste a Jesús. Gracias por revelarte a mí y por continuar haciéndolo. Amén.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Martes, 3 de junio de 2025
Hch 20, 17-27. Completo mi carrera y consumo el ministerio que recibí del Señor Jesús.
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17, 1-11a. ”Te ruego… por estos que tú me diste, porque son tuyos…”.
Gracias Señor, porque ha sido el Padre quien me ha dado a ti desde antes de mi nacimiento y, por eso, soy tuyo también y, hoy, rezas por mí. Gracias, Señor, y te pido que en tu oración me concedas el don de la perseverancia, para que siga llevando a cabo la obra que tú me has encomendado, el que conozcan a nuestro Padre como el único Dios ya ti, Señor, como el enviado, como el camino, la verdad y la única vida, mi tesoro encontrado. Gracias Señor por hacerme ser y vivir feliz. X todos yx todo yx tanto. Feliz día.
El Párroco
Esta reflexión nos invita a considerar nuestra propia relación con Dios. Nos recuerda que la vida eterna comienza aquí y ahora, en nuestro conocimiento y relación con Dios y con Jesucristo. También nos desafía a vivir de tal manera que la gloria de Dios se haga visible en nosotros, manifestando su amor y su verdad en nuestras vidas cotidianas. Reflexiona sobre lo que significa para ti glorificar a Dios en tu vida. Piensa en tu relación con Él. ¿Cómo puedes profundizar en este conocimiento y vivir una vida que refleje esta relación transformadora? Termina tu meditación con una oración de agradecimiento por la salvación y por la vida eterna que te ha sido dada. Lleva contigo esta sensación de paz, propósito y conexión divina a lo largo del día.
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
Lunes, 2 de junio de 2025
Hch 19, 1-8. ¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?
Sal 67. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn 16, 29-33. Tened valor: yo he vencido al mundo.
Seguirte, Señor, no es tarea fácil, y nadie, ni siquiera tú, lo has dicho, pues he de tomar mi cruz para hacerlo. Señor no me gusta ni el dolor, ni la enfermedad, ni el esfuerzo, es más, hasta me llegas a decir que el siervo no es más que el amo, y que, si contigo lo han hecho, también a mi, me perseguirán. Pero hoy, y siempre, me llenas de esperanza, y es que, como decía el Papa Francisco, tú me primereas, y, antes que yo, has recorrido el camino por el que he de pasar, por eso puedes decirme con toda seguridad que no tema porque si tú has vencido, contigo, también, yo venceré y me llenarás de tu paz, por eso, y a pesar de toda tribulación, soy y vivo feliz. X todos y x todo y x tanto. Feliz día.
El Párroco
Parece fácil creer y confiar en Dios cuando todo va bien, pero nuestra fe se pone a prueba en los momentos de dificultad. Jesús nos recuerda que no estamos solos. Él ha vencido al mundo y nos invita a encontrar paz en nuestra unión con él. La victoria de Jesús sobre el mundo no significa la ausencia de problemas, sino la presencia constante de su paz y su compañía en medio de ellos. Nos llama a tener valor y a mantener nuestra fe, confiando en que su poder y su amor nos sostendrán. Piensa en los desafíos y dificultades que enfrentas actualmente en tu vida. Visualiza a Jesús a tu lado, recordándote que no estás solo en tus pruebas. Repite en tu mente: «Jesús ha vencido al mundo. Puedo tener paz y valor».
Padre Carlos Domínguez
Vicario Parroquial de San José, Mérida
No hay comentarios:
Publicar un comentario