Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2, 36-40
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor.
Y cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
Para la Semana
Lunes 28
Los santos inocentes, mártires. Fiesta.
1 Jn 1, 5-2, 2. La Sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal 123. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
Mt 2, 13-18. Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.
Martes 29
1 Jn 2, 3-11. Quien ama a su hermano permanece en la luz.
Sal 95. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Lc 2, 22-35. Luz para alumbrar a las naciones.
Miércoles 30
1 Jn 2, 12-17. El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Sal 95. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Lc 2, 36-40. Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Jueves 31
1 Jn 2,18-21. Estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis
Sal 95. Alégrese el cielo, goce la tierra.
Jn 1,1-18. El Verbo se hizo carne.
Viernes 1
Santa María, Madre de Dios. Solemnidad.
Núm 6, 22-27. Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.
Sal 66. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
Gál 4, 4-7. Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer.
Lc 2, 16-21. Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
Sábado 2
San Basilio y san Gregorio Nacianceno, obispos y doctores de la Iglesia. Memoria.
1 Jn 2, 22-28. Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn 1, 19-28. El que viene detrás de mí.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Lunes 21
Cant 2, 8-14. Llega mi amado, saltando sobre los montes.
o bien: Sof 3, 14-18a. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti.
Sal 32. Aclamad, justos, al Señor, cantadle un cántico nuevo.
Lc 1, 39-45. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Martes 22
1 Sam 1, 24-28. Ana da gracias por el nacimiento de Samuel.
Salmo: 1 Sam 2, 1-8. Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador.
Lc 1, 46-56. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí.
Miércoles 23
Ml 3,1-4.23.24. Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor.
Sal 24. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Lc 1,57-66. El nacimiento de Juan Bautista.
Comienza La Navidad
Jueves 24
2 Sam 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16. El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor.
Sal 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Lc 1, 67-79. Nos visitará el sol que nace de lo alto.
Viernes 25
Natividad del Señor. Solemnidad.
Is 52, 7-10. Verán los confines de la tierra la victoria de nuestro Dios.
Sal 97. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Heb 1, 1-6. Dios nos ha hablado por el Hijo.
Jn 1, 1-18. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
Sábado 26
San Esteban, protomártir. Fiesta.
Hch 6, 8-10; 7, 54-60. Veo el cielo abierto.
Sal 30. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Mt 10, 17-22. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 6-8. 19-28
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
Y este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran:
«¿Tú quién eres?»
Él confesó y no negó; confesó:
«Yo no soy el Mesías».
Le preguntaron:
«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».
El dijo:
«No lo soy».
«¿Eres tú el Profeta?».
Respondió: «No».
Y le dijeron:
«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿Qué dices de ti mismo?»
Él contestó:
«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías».
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».
Juan les respondió:
«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Lunes 14
San Juan de la Cruz, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Nm 24,2-7.15-17a. Avanza la constelación de Jacob.
Sal 24. Señor, instrúyeme en tus sendas.
Mt 21,23-27. El bautismo de Juan, ¿de dónde venía?
Martes 15
So 3,1-2.9-13. Se promete la salvación mesiánica a todos los pobres.
Sal 33. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Mt 21,28-32. Vino Juan, y los pecadores le creyeron.
Miércoles 16
Is 45,6b-8.18.21b-26. Cielos, destilad el rocío.
Sal 84. Cielos, destilad el rocío: nubes, derramad al Justo.
Lc 7,19-33. Anunciad a Juan lo que habéis visto y oído.
Jueves 17
Gén 49, 1-2. 8-10. No se apartará de Judá el cetro.
Sal 71. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.
Mt 1, 1-17. Genealogía de Jesucristo, hijo de David.
Viernes 18
Jer 23, 5-8. Daré a David un vástago legítimo.
Sal 71. En sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Mt 1, 18-24. Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.
Sábado 19
Jue 13, 2-7. 24-25a. El ángel anuncia el nacimiento de Sansón.
Sal 70. Que mi boca esté llena de tu alabanza y cante tu gloria.
Lc 1, 5-25. El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 1-8Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el profeta Isaías: «Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.
Una voz grita en el desierto: ‘Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.”»
Juan bautizaba en el desierto; predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados, y él los bautizaba en el Jordán.
Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
- «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».
Lunes 7
San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Is 35, 1-10. Dios viene en persona y os salvará.
Sal 84. Nuestro Señor viene y nos salvará.
Lc 5, 17-26. Hoy hemos visto cosas admirables.
Martes 8
La Inmaculada Concepción de Santa María Virgen. Solemnidad
Gén 3, 9-15. 20. Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer.
Sal 97. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas.
Ef 1, 3-6. 11-12. Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo.
Lc 1, 26-38. Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo
Miércoles 9
Is 40, 25-31. El Señor todopoderoso da fuerza al cansado.
Sal 102. Bendice, alma mía, al Señor.
Mt 11, 28-30. Venid a mí todos los que estáis cansados.
Jueves 10
Is 41, 13-20. Yo soy tu libertador, el Santo de Israel.
Sal 144. El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad.
Mt 11, 11-15. No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista.
Viernes 11
Santa Maravillas de Jesús, virgen. Fiesta.
Ca 8, 6-7. Es fuerte el amor como la muerte.
Sal 44. Llega el Esposo: salid a recibir a Cristo, el Señor.
Lc 10, 38-42. María ha escogido la parte mejor.
Sábado 12
Eclo 48, 1-4. 9-11. Elías volverá.
Sal 79. Oh, Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Mt 17, 10-13. Elías ya ha venido, y no lo reconocieron.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 13, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
Lunes 30
San Andrés, apóstol. Fiesta.
Rom 10,9-18. La fe nace del mensaje, y el mensaje consiste en hablar de Cristo.
Sal 18. A toda la tierra alcanza su pregón.
Mt 4,18-22. Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Martes 1
Is 11,1-10. Sobre él se posará el espíritu del Señor.
Sal 71. Que en sus días florezca la justicia y la paz abunde eternamente.
Lc 10,21-24. Jesús, lleno de la alegría del Espíritu Santo
Miércoles 2
Is 25, 6-10a. El Señor invita a su festín y enjuga las lágrimas de todos los rostros.
Sal 22. Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Mt 15, 29-37. Jesús cura a muchos y multiplica los panes.
Jueves 3
San Francisco Javier, presbítero. Memoria
Is 26,1-6. Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad.
Sal 117. Bendito el que viene en nombre del Señor.
Mt 7,21.24-27. El que cumple la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos.
Viernes 4
Is 29,17-24. Aquel día, verán los ojos de los ciegos.
Sal 26. El Señor es mi luz y mi salvación.
Mt 9,27-31. Jesús cura a dos ciegos que creen en Él.
Sábado 5
Is 30,19-21.23-26. Se apiadará a la voz de tu gemido.
Sal 146. Dichosos los que esperan en el Señor.
Mt 9,35-10,1.6-8. Al ver a las muchedumbres, se compadeció de ellas.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 25, 31-46En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
El rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”. Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».
Lunes 23
Ap 14,1-3.4b-5. Llevaban grabado en la frente el nombre de Cristo y el de su Padre.
Sal 23. Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
Lc 21,1-4. Vio una viuda pobre que echaba dos reales
Martes 24
Santos Andrés Dung-Lac, presbítero y compañeros, mártires. Memoria.
Ap 14,14-19. Ha llegado la hora de la siega, pues la mies de la tierra está más que madura.
Sal 95. El Señor llega a regir la tierra.
Lc 21,5-11. No quedará piedra sobre piedra.
Miércoles 25
Ap 15,1-4. Cantaban el cántico de Moisés y el cántico del Cordero.
Sal 97. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
Lc 21,12-19. Todos os odiarán por causa mía, pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
Jueves 26
Ap 18, 1-2.21-23; 19,1-3.9a. ¡Cayó la gran Babilonia!
Sal 99. Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.
Lc 21,20-28. Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora.
Viernes 27
Ap 20,1-4.11-21.2. Los muertos fueron juzgados según sus obras. Vi la nueva Jerusalén, que descendía del cielo.
Sal 83. Esta es la morada de Dios con los hombres.
Lc 21,29-33. Cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el Reino de Dios.
Sábado 28
Ap 22,1-7. Ya no habrá más noche, porque el Señor irradiará luz sobre ellos.
Sal 94. Maranatha. Ven, Señor Jesús.
Lc 21,34-36. Estad siempre despiertos, para escapar de todo lo que está por venir.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 14-30
En aquel tiempo, dijo Jesús
a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de
viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó
cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego
se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y
ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió
uno fue hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo vino
el señor de aquellos siervos y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había
recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me
dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel;
como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de
tu señor”. Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me
dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo:
“¡Bien, siervo bueno y
fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el
gozo de tu señor”. Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabía que eres
exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y
fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”. El señor le
respondió:
“Eres un empleado negligente
y holgazán. ¿Conque sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo?
Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera
recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene
diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le
quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas;
allí será el llanto y el rechinar de dientes”».
Lunes
16
Ap
1,1-4; 2,1-5a. Recuerda de dónde has caído y arrepiéntete.
Sal 1. Al
que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida.
Lc
18,35-43. ¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra vez.
Martes
17
Santa
Isabel de Hungría, religiosa. Memoria.
Ap 3,
1-6.14-22. Si alguien me abre, entraré y comeremos juntos.
Sal
14.
Al que salga vencedor lo sentaré en mi trono, junto a mí.
Lc
19,1-10. El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
estaba perdido.
Miércoles
18
Ap
4,1-11. Santo es el Señor, soberano de todo: el que era y es y
viene.
Sal
150.
Santo, Santo, Santo es el Señor, soberano de todo.
Lc
19,11-28. ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Jueves
19
Ap
5,1-10. El Cordero fue degollado y con su sangre nos compró de
toda nación.
Sal
149.
Has hecho de nosotros para nuestro Dios un reino de sacerdotes.
Lc 19,41-44. ¡Si
comprendieras lo que conduce a la paz!
Viernes
20
Ap
10,8-11. Cogí el librito y me lo comí.
Sal
118.
¡Qué dulce al paladar tu promesa!
Lc
19,45-48. Habéis convertido la casa de Dios en una cueva de
bandidos.
Sábado
21
Presentación
de la Bienaventurada Virgen María. Memoria.
Ap
11,4-12. Estos dos profetas eran un tormento para los habitantes de
la tierra.
Sal
143.
Bendito el Señor, mi roca.
Lc
20,27-40. No es Dios de muertos, sino de vivos.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús
a sus discípulos esta parábola:
«Se parecerá el reino de los
cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.
Las necias, al tomar las
lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas
de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró
sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó una voz:
“¡Que llega el esposo, salid
a su encuentro!”
Entonces se despertaron
todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.
Y las necias dijeron a las
prudentes:
“Dadnos de vuestro aceite,
que se nos apagan las lámparas.” Pero las prudentes contestaron:
“Por si acaso no hay
bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo
compréis”.
Mientras iban a comprarlo,
llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de
bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes,
diciendo:
“Señor, señor, ábrenos.”
Pero él respondió:
“En verdad os digo que no os
conozco.”
Por tanto, velad, porque no
sabéis el día ni la hora»
Lunes
9
Nuestra
Señora de la Almudena. Solemnidad.
Zc 2,14-17. Alégrate y goza, hija de Sión, que
yo vengo.
Sal: Jdt 13.18.19. Tú eres el orgullo de
nuestra raza.
Ap 21,3-5a. Vi la nueva Jerusalén, arreglada
como una novia que se adorna para su esposo.
Jn 19,25-27. Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a
tu madre
Martes
10
San
León Magno, papa y doctor de la Iglesia. Memoria.
Tit 2, 1-8. 11-14. Llevemos una vida piadosa,
aguardando la dicha que esperamos y la
manifestación del Dios y Salvador nuestro,
Jesucristo.
Sal 36. El Señor es quien salva a los justos.
Lc 17, 7-10. Somos siervos inútiles, hemos
hecho lo que teníamos que hacer.
Miércoles
11
San
Martín de Tours, obispo. Memoria.
Tit 3, 1-7. Andábamos por el camino equivocado,
pero según su gran misericordia
nos salvó.
Sal 22. El Señor es mi pastor, nada me falta.
Lc 17, 11-19. ¿No ha habido quien volviera a
dar gloria a Dios más que este extranjero?
Jueves
12
San
Josafat, obispo y mártir. Memoria
Flm 7-20. Recíbelo, no como esclavo, sino como
hermano querido.
Sal 145. Dichoso a quien auxilia el Dios de
Jacob.
Lc 17,20-25. El reino de Dios está dentro de
vosotros.
Viernes
13
2Jn 4-9. Quien permanece en la doctrina posee
al Padre y al Hijo.
Sal 118. Dichoso el que camina en la voluntad
del Señor.
Lc 17,26-37. El día que se manifieste el Hijo
del hombre
Sábado
14
3Jn 5-8. Debemos sostener a los hermanos,
cooperando así en la propagación de la verdad.
Sal 111. Dichoso quien teme al Señor.
Lc 18,1-8. Dios hará justicia a sus elegidos
que le gritan.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver
Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y,
abriendo
su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres
en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que
lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los
misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios
de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que
trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los
perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los
cielos.
Bienaventurados vosotros
cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
Lunes
2
Conmemoración
de todos los fieles difuntos.
Lamentaciones
3, 17-26. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor
Sal 129. Desde lo
hondo a ti grito, Señor
San Juan
14, 1-6. En la casa de mi Padre hay muchas moradas
Martes
3
Flp 2,
5-11. Se humilló a sí mismo, por eso Dios lo exaltó sobre todo.
Sal 21. El Señor
es mi alabanza en la gran asamblea.
Lc 14,
15-24. Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren
y se llene mi casa.
Miércoles
4
San
Carlos Borromeo, obispo. Memoria.
Flp 2,
12-18. Trabajad por vuestra salvación, porque es Dios quien activa el
querer y el obrar.
Sal 26. El Señor
es mi luz y mi salvación.
Lc 14,
25-33. Aquel que no renuncia a todos sus bienes no puede ser
discípulo mío.
Jueves
5
Flp
3,3-8a. Lo que para mí era ganancia lo consideré pérdida comparada
con Cristo.
Sal 104. Que se
alegren los que buscan al Señor.
Lc
15,1-10. Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se
convierta.
Viernes
6
Flp
3,17-4,1. Aguardamos un Salvador; Él transformará nuestro cuerpo
humilde, según el modelo de un cuerpo glorioso.
Sal 121. Vamos
alegres a la casa del Señor.
Lc
16,1-8. Los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los
hijos de la luz.
Sábado
7
Flp
4,10-19. Todo lo puedo en aquel que me conforta.
Sal 111. Dichoso
quien teme al Señor.
Lc
16,9-15. Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará
lo que vale de veras?
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
22, 34-40
En aquel tiempo, los
fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en
un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a
prueba:
«Maestro, ¿cuál es el
mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo:
«”Amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el
principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a
ti mismo.”
En estos dos mandamientos
sostienen toda la Ley y los Profetas».
Lunes
26
Ef
4,32-5,8. Vivid en el amor como Cristo.
Sal 1.
Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos.
Lc
13,10-17. A esta, que es hija de Abraham, ¿no había que soltarla en
sábado?
Martes
27
Ef
5,21-33. Es este un gran misterio, referido a Cristo y a la
Iglesia.
Sal
127.
Dichosos los que temen al Señor.
Lc
13,18-21. Crece el grano y se hace un arbusto.
Miércoles
28
San
Simón y san Judas, apóstoles. Fiesta.
Ef
2,19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal
18.
A toda la tierra alcanza su pregón.
Lc
6,12-19. Escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles.
Jueves
29
Ef
6,10-20. Tomad las armas de Dios para poder mantener las
posiciones.
Sal
143.
Bendito el Señor, mi Roca.
Lc
13,31-35. No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén
Viernes
30
Flp
1,1-11. El que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la
llevará adelante hasta el día de Cristo.
Sal
110.
Grandes son las obras del Señor.
Lc 14,1-6. Si a
uno se le cae al pozo el burro o el buey, ¿no lo saca, aunque sea en sábado?
Sábado
31
Flp
1,18b. 26. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir.
Sal
41.
Mi alma tiene sed del Dios vivo.
Lc
14,1.7-11. El que se enaltece será humillado, el que se humilla será
enaltecido.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 22, 15-21
En
aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para
comprometer a Jesús con una pregunta.
Le
enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le
dijeron:
«Maestro,
sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a
la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en
apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al
César o no?».
Comprendiendo
su mala voluntad, les dijo Jesús:
«Hipócritas,
¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto». Le
presentaron un denario. Él les preguntó:
«¿De
quién son esta imagen y esta inscripción?». Le respondieron:
«Del
César». Entonces les replicó:
«Pues
dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».
Lunes
19
Ef
2,1-10.
Nos ha hecho revivir con Cristo y nos ha sentado en el cielo con él.
Sal
99.
El Señor nos hizo y somos suyos.
Lc
12,13-21.
Lo que has acumulado, ¿de quién será?
Martes
20
Ef
2,12-22.
El es nuestra paz, él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa.
Sal
84.
Dios anuncia la paz a su pueblo.
Lc
12,35-38.
Dichosos los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentra en
vela.
Miércoles
21
Ef
3,2-12.
El Misterio de Cristo ha sido revelado ahora: que también los
gentiles son coherederos de la promesa.
Salmo:
Is 12,2-6.
Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
Lc
12,39-48.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá.
Jueves
22
Ef
3,14-21.
Que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; así llegaréis a
vuestra plenitud, según la Plenitud total de Dios.
Sal
32:
La misericordia del Señor llena la tierra.
Lc
12,49-53.
No he venido a traer paz, sino división.
Viernes
23
Ef
4,1-6.
Un solo cuerpo, un Señor, una fe, un bautismo.
Sal
23.
Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia.
Lc
12, 54-59.
Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo
no sabéis interpretar el tiempo presente?
Sábado
3
Ef
4,7-16.
Cristo es la cabeza; de él todo el cuerpo procura el crecimiento.
Sal
121:
Llenos de alegría vamos a la casa del Señor.
Lc
13,1-9.
Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
22, 1-14
En
aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los
ancianos del pueblo, diciendo:
«El
reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó
a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió
a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo
preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto.
Venid a la boda”.
Pero
ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los
demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en
cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego
a la ciudad.
Luego
dijo a sus criados:
“La
boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los
cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda”.
Los
criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y
buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a
saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba
traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de
boda?”.
El
otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores:
“Atadlo
de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.
Porque
muchos son los llamados, pero pocos los escogidos».
Lunes 12
Nuestra Señora del
Pilar. Fiesta.
1Cron
15,3-4.15-16. 16,1-2. Metieron el arca de Dios y la instalaron en
el centro de la tienda que David le había preparado.
O bien:
Hch
1,12-14. Se dedicaban a la oración junto con María, la Madre de
Jesús.
Sal
26:
El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Lc
11,27-28. Dichoso el vientre que te llevó.
Martes
13
Gal
5,1-6. Da lo mismo estar circuncidado o no; lo único que cuenta
es una fe activa en la práctica del amor.
Sal
118.
Señor, que me alcance tu favor.
Lc
11,37-41. Dad limosna, y lo tendréis limpio todo.
Miércoles
14
Ga
5,18-25. Los que son de Cristo han crucificado su carne con sus
pasiones.
Sal
1.
El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.
Lc
11,42-46. ¡Ay de vosotros, fariseos! ¡Ay de vosotros también,
maestros de la Ley!
Jueves
15
Santa
Teresa de Jesús, virgen y doctora. Fiesta.
Eclo
15,1-6. Lo llena de inteligencia y de sabiduría.
Sal
88.
Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.
Mt
11,25-30. Soy manso y humilde de corazón.
Viernes
16
Ef
1,11-14. Ya esperábamos en Cristo, y también vosotros habéis sido
marcados con el Espíritu Santo.
Sal
32:
Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Lc
12,1-7. Los pelos de vuestra cabeza están contados.
Sábado
17
San
Ignacio de Antioquía, obispo y mártir. Memoria.
Ef
1,15-23. Dio a Cristo como cabeza, sobre todo, a la Iglesia, que
es su cuerpo.
Sal
8.
Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos.
Lc
12,8-12. El Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que
tenéis que decir.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
21, 33-43
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchad
otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una
cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores
y se marchó lejos. Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los
labradores para percibir los frutos que le correspondían.
Pero
los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a
otro lo apedrearon. Envió de nuevo
otros criados, más
que la primera
vez, e hicieron
con ellos lo
mismo. Por último
les mandó a
su hijo, diciéndose: ‘Tendrán
respeto a mi hijo’. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: ‘Este es
el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos
con su herencia’.
Y,
agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño
de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Le contestaron:
«Hará
morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que
le entreguen los frutos a sus tiempos». Y Jesús les dice:«¿No habéis leído
nunca en la Escritura:
“La
piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor
quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”?
Por
eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo
que produzca sus frutos».
Lunes
5
Témporas
de acción de gracias y de petición. Feria mayor.
Dt
8,7-18. Dios te da la fuerza para crearte estas riquezas.
Salmo:
1Cr 29,10-12. Tú eres Señor del universo.
2Co
5,17-21. Os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Mt
7,7-11. Quien pide, recibe.
Martes
6
Gal
1,13-24. Se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo revelara
a los gentiles.
Sal
138.
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc
10,38-42. Marta lo recibió en su casa, María ha escogido la mejor
parte.
Miércoles
7
Nuestra
Señora, la Virgen del Rosario. Memoria.
Gal
2,1-2.7-14. Reconocieron el don que he recibido.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Lc
11,1-4. Señor, enséñanos a orar.
Jueves
8
Gal
3,1-5. ¿Recibisteis el Espíritu por observar la Ley o por haber
respondido a la fe?
Salmo:
Lc 1,69-75. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha
visitado a su pueblo.
Lc
11,5-13. Pedid y se os dará.
Viernes
9
Gal
3,7-14. Son los hombres de la fe los que reciben la bendición
con Abraham el fiel.
Sal
110.
El Señor recuerda siempre su alianza.
Lc
11,15-26. Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es
que el Reino de Dios ha llegado a vosotros
Sábado
10
Gal
3,22-29. Todos sois hijos de Dios por la fe.
Sal
104.
El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Lc
11,27-28. ¡Dichoso el vientre que te llevó! Mejor: ¡Dichosos los
que escuchan la Palabra de Dios!
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
21, 28-32
En
aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué
os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve
hoy a trabajar en la viña.” Él le contestó: “No quiero.” Pero después se
arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él
le contestó: “Voy, señor.” Pero no fue.
¿Quién
de los dos cumplió la voluntad de su padre?»
Contestaron:
«El
primero».
Jesús les dijo:
«En
verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros
en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la
justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le
creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le
creísteis».
Lunes
28
Job
1,6-22. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el
nombre del Señor.
Sal 16.
Inclina el oído y escucha mis palabras.
Lc
9,46-50. El más pequeño de vosotros es el más importante.
Martes
29
Santos
arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Fiesta.
Dn
7,9-10.13-14. Miles y miles le servían.
O bien:
Ap12,7-12a. Miguel
y sus ángeles declararon la guerra al dragón.
Sal
137.
Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.
Jn
1,47-51. Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo
del hombre.
Miércoles
30
San
Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
Job
9,1-12.14-16. El hombre no es justo frente a Dios.
Sal 87.
Llegue, Señor, hasta ti mi súplica.
Lc
9,57-62. Te seguiré a donde vayas.
Jueves
1
Santa
Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia. Memoria.
Jb
19,21-27. Yo sé que está vivo mi Redentor.
Sal 26. Espero
gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Lc
10,1-12. Vuestra paz descansará sobre ellos.
Viernes
2
Santos
ángeles custodios. Memoria
Job,
38,1-12.21;40,3-5. ¿Has mandado a la mañana, o has entrado por los
hontanares del mar?
Sal
138.
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc
10,13-16. Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.
Sábado
3
Job
42,1-3.5-6.12-16. Ahora te han visto mis ojos, por eso me
retracto.
Sal
118.
Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.
Lc
10,17-24. Estad alegres porque vuestros nombres están escritos en el
cielo.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
20, 1-16
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El
reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a
contratar jornaleros para su viña.
Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió
otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les
dijo:
“Id
también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido”
Ellos
fueron.
Salió
de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde
y encontró a otros, parados, y les dijo:
“¿Cómo
es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.
Le
respondieron:
“Nadie
nos ha contratado”.
Él
les dijo:
“Id
también vosotros a mi viña”.
Cuando
oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama
a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por
los primeros”.
Vinieron
los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los
primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario
cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo: “Estos últimos
han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos
aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él
replicó a uno de ellos:
“Amigo,
no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y
vete. Quiero darle a este último igual
que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O
vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así,
los últimos serán primeros y los primeros, últimos».
Lunes 21
San Mateo, apóstol y
evangelista. Fiesta
Ef 4,1-7.11-13. Él ha constituido a
unos apóstoles, a otros evangelizadores.
Sal 18. A toda la tierra
alcanza su pregón.
Mt 9,9-13. Mateo, sígueme. Él se
levantó y lo siguió.
Martes 22
Prov 21,1-6.10-13. Diversas sentencias.
Sal 118. Guíame, Señor, por la
senda de tus mandatos.
Lc 8,19-21. Mi madre y mis hermanos
son estos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra.
Miércoles 23
San Pío de Pietrelcina,
presbítero. Memoria
Pr 30,5-9. No me des riqueza ni
pobreza, concédeme mi ración de pan.
Sal 118. Lámpara es tu palabra
para mis pasos, Señor.
Lc 9,1-6. Les envió a proclamar
el Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Jueves 24
Ecl 1,2-11. Nada hay nuevo bajo el
sol.
Sal 89. Señor, tú has sido
nuestro refugio de generación en generación.
Lc 9,7-9. A Juan lo mandé
decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?
Viernes 25
Ecl 3,1-11. Todas las tareas bajo
el sol tienen su razón.
Sal 143. Bendito el Señor, mi
Roca.
Lc 9,18-22. Tú eres el Mesías de
Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho.
Sábado 26
Ecl 11,9-12.8. Acuérdate de tu Hacedor
durante tu juventud, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu
vuelva a Dios.
Sal 89. Señor, tú has sido
nuestro refugio de generación en generación.
Lc 9,43b-45. Al Hijo del Hombre lo
van a entregar. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
18, 21-35
En
aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor,
si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete
veces?»
Jesús le contesta:
«No
te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece
el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados.
Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué
pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas
sus posesiones, y que pagara así.
El
criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo,
y te lo pagaré todo”.
Se
compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía
cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
“Págame
lo que me debes”.
El
compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
“Ten
paciencia conmigo, y te lo pagaré”.
Pero
él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus
compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su
señor todo lo sucedido.
Entonces
el señor lo llamó y le dijo:
“¡Siervo
malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también
tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”
Y
el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo
mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón
a su hermano».
Lunes 14
Exaltación de la santa
cruz. Fiesta.
Num 21,4b-9. Miraban a la serpiente
de bronce y quedaban curados.
O
bien:
Flp 2,6-11. Se rebajó, por eso Dios
lo levantó sobre todo.
Sal 77. No olvidéis las
acciones del Señor.
Jn 3,13-17. Tiene que ser elevado
el Hijo del hombre.
Martes 15
Nuestra Señora, la
Virgen de los Dolores. Memoria.
1Co 12,12-14.21-27a. Vosotros sois el cuerpo
de Cristo y cada uno es un miembro.
Sal 99. Somos su pueblo y
ovejas de su rebaño. Secuencia: La Madre piadosa estaba.
Jn 19,25-27. Triste contemplaba y
dolorosa miraba del Hijo amado la pena.
O
bien:
Lc 2,33-35. A ti, una espada te
atravesará el alma
Miércoles 16
San Cornelio, papa, y
san Cipriano, obispo, mártires. Memoria.
1Co 12,31-13,13. Quedan la fe, la
esperanza, el amor; la más grande el amor.
Sal 32. Dichoso el pueblo que
el Señor escogió como heredad.
Lc 7,31-35. Tocamos y no bailáis,
cantamos lamentaciones y no lloráis.
Jueves 17
1Co 15,1-11. Esto es lo que
predicamos; esto es lo que habéis creído.
Sal 117. Dad gracias al Señor
porque es bueno.
Lc 7,36-50. Sus muchos pecados
están perdonados, porque tiene mucho amor.
Viernes 18
1Co 15,12-20. Si Cristo no ha
resucitado, nuestra fe no tiene sentido.
Sal 16. Al despertar me saciaré
de tu semblante, Señor.
Lc 8,1-3. Algunas mujeres
acompañaban a Jesús y le ayudaban con sus bienes.
Sábado 19
San Alonso de Orozco,
presbítero. Memoria
1Co 15,35-37.42-49. Se siembra lo
corruptible, resucita incorruptible.
Sal 55. Caminaré en presencia
de Dios a la luz de la vida.
Lc 8,4-15. Los de la tierra buena
son los que escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
18,15-20
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si
tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso,
has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para
que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les
hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad,
considéralo como un pagano o un publicano.
En
verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos,
y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.
Os
digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para
pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres
están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
Lunes 7
1Cor 5,
1-8.
Quitad la levadura vieja, porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual,
Cristo.
Sal 5. Señor,
guíame con tu justicia.
Lc 6,
6-11. Estaban al acecho para ver si curaba en sábado.
Martes
8
Natividad
de la Santísima Virgen María. Fiesta
Miq 5,
1-4a. El tiempo en que la madre dé a luz.
o bien:
Rom 8,
28-30. A los que había escogido, Dios los predestinó.
Sal 12.
Desbordo de gozo con el Señor.
Mt 1,
1-16. 18-23. La criatura que hay en ella viene del Espíritu
Santo.
Miércoles
9
Santa
María de la Cabeza, esposa de san Isidro. Memoria.
1Cor 7,
25-31. ¿Estás unido a una mujer?
No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer.
Sal 44.
Escucha, hija, mira: inclina el oído.
Lc 6,
20-26. Dichosos los pobres; ¡ay de vosotros, los ricos!
Jueves
10
1Co
8,1b-7.11-13. Al pecar contra los hermanos, turbando su
conciencia insegura, pecáis contra Cristo.
Sal
138.
Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc
6,27-38. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo.
Viernes
11
1Cor 9,
16-19. 22b-27. Me he hecho todo a todos, para ganar a algunos.
Sal 83. ¡Qué
deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Lc 6,
39-42. ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?
Sábado
12
1Cor
10, 14-22. Aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque
comemos todos del mismo pan.
Sal
115.
Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Lc 6,
43-49. ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor” y no hacéis lo que digo?
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
16, 21-27
En
aquel tiempo, comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a
Jerusalén y padecer allí mucho por parte
de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar
al tercer día.
Pedro
se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
«¡Lejos
de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte». Jesús se volvió y dijo a Pedro:
«¡Quítate
de mi vista, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como
los hombres, no como Dios».
Entonces dijo a sus discípulos:
«Si
alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me
siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por
mí, la encontrará.
¿Pues
de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué
podrá dar para recobrarla?
Porque
el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y
entonces pagará a cada uno según su conducta.
Lunes 31
1Cor 2, 1-5. Os anuncié el misterio
de Cristo crucificado.
Sal 118. ¡Cuánto amo tu voluntad,
Señor!
Lc 4,16-30. Me ha enviado a
evangelizar a los pobres… Ningún profeta es aceptado en su pueblo.
Martes 1
1Cor 2, 10b-16. A nivel humano, uno no
capta lo que es propio del Espíritu de Dios; en cambio, el hombre de espíritu
tiene un criterio para juzgarlo todo.
Sal 144. El Señor es justo en
todos sus caminos.
Lc 4,31-37. Sé quién eres: el Santo
de Dios.
Miércoles 2
1Cor 3, 1-9. Nosotros somos
colaboradores de Dios, y vosotros campo de Dios, edificio de Dios.
Sal 32. Dichoso el pueblo que
el Señor se escogió como heredad.
Lc 4, 38-44. También a los otros
pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.
Jueves 3
San Gregorio Magno, papa
y doctor. Memoria.
1Cor 3, 18-23. Todo es vuestro,
vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.
Sal 23. Del Señor es la tierra
y cuanto la llena.
Lc 5, 1-11. Dejándolo todo, lo
siguieron.
Viernes 4
1Cor 4, 1-5. El Señor pondrá al
descubierto los designios del corazón.
Sal 36. El Señor es quien salva
a los justos.
Lc 5, 33-39. Llegará el día en que
se lleven al novio, y entonces ayunarán.
Sábado 5
1Cor 4,6b-15. Hemos pasado hambre y
sed y falta de ropa.
Sal 144. Cerca está el Señor de
los que lo invocan.
Lc 6,1-5. ¿Por qué hacéis en
sábado lo que no está permitido?
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
16, 13-20
En
aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus
discípulos:
«¿Quién
dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos
que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y
vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú
eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado
tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie ni la carne ni
la sangre, sino mi Padre que está los cielos.
Ahora
yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder
del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos;
lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielos, y lo que desates en la
tierra quedará desatado en los cielos».
Y
les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Lunes
24
San
Bartolomé, apóstol. Fiesta.
Ap 21,
9b-14. Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de
los apóstoles del Cordero.
Sal
144.
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Jn
1,45-51. Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay
engaño.
Martes
24
2Tes 2,
1-3a. 14-17. Conservad las tradiciones que habéis aprendido.
Sal 95. El
Señor llega a regir la tierra.
Mt 23,
23-26. Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar
aquello.
Miércoles
25
Santa
Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen. Memoria.
2Tes
3,6-10.16-18. Si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Sal
127.
Dichosos los que temen al Señor.
Mt
23,27-32. Sois hijos de los que asesinaron a los profetas.
Jueves
26
Santa
Mónica. Memoria.
1Cor 1,
1-9.
Por él habéis sido enriquecidos en todo.
Sal 144.
Bendeciré tu nombre, por siempre, Dios mío, mi rey.
Mt 24,
42-51. Estad preparados.
Viernes
27
San
Agustín, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
1Cor 1,
17-25. Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los
hombres, pero para los llamados a Cristo, sabiduría de Dios.
Sal 32. La
misericordia del Señor llena la tierra.
Mt 25,
1-13. ¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!
Sábado
28
Martirio
de san Juan Bautista. Memoria.
1Cor
1,26-31. Dios ha escogido lo débil del mundo.
Sal 32.
Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Mc
6,17-29. Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de
Juan, el Bautista.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
15, 21-28
En
aquel tiempo, Jesús salió y se retiró a la región de Tiro y Sidón.
Entonces
una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
«Ten
compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo». Él
no le respondió nada. Entonces los
discípulos se le acercaron a decirle «Atiéndela,
que viene detrás gritando».
Él
les contestó:
«Sólo
he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
Ella
se acercó y se postró ante él diciendo:
«Señor,
ayúdame».
Él
le contestó:
«No
está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero
ella repuso:
«Tienes
razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la
mesa de los amos».
Jesús
le respondió:
«Mujer,
qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas».
En
aquel momento quedó curada su hija.
Lunes
17
Ez 24,
15-24. Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha
hecho.
Salmo:
Dt 32,18-21. Despreciaste al Dios que te engendró.
Mt
19,16-22. Si quieres ser perfecto, vende tus bienes, así tendrás un
tesoro en el cielo.
Martes
18
Ez 28,
1-10. Eres hombre y no dios; te creías listo como los dioses.
Salmo:
Dt 32,26-28.30.35-36. Yo doy la muerte y la vida.
Mt
19,23-30. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja,
que a un rico entrar en el reino de Dios.
Miércoles
19
Ez 34,
1-11. Libraré a las ovejas de sus fauces, para que no sean su
manjar.
Sal 22. El
Señor es mi pastor, nada me falta.
Mt 20,
1-16. ¿Vas a tener tu envidia porque yo soy bueno?
Jueves
20
San
Bernardo, abad y doctor de la Iglesia. Memoria.
Ez 36,
23-28. Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi espíritu.
Sal 50.
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará de todas vuestras
inmundicias.
Mt 22,
14.
A todos los que encontréis, convidadlos a la boda
Viernes
21
San Pío
X, papa. Memoria.
Ap 21,
9b-14. Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de
los apóstoles del Cordero.
Sal
144.
Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.
Jn 1,
45-51. Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay
engaño.
Sábado
22
Bienaventurada
Virgen María Reina. Memoria.
Ez 43,
1-7a. La gloria del Señor entró en el Templo.
Sal 84. La
gloria del Señor habitará en nuestra tierra.
Mt 23,
1-12. No hacen lo que dicen.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-33
Después que la gente se hubo saciado,
Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a
la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente subió
al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras
tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el
viento era contrario.
A la cuarta vela de la noche se les
acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el
agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida:
«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo».
Pedro
le contestó:
«Señor, si eres tú, mándame ir
hacia ti sobre el agua».
Él
le dijo:
«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó a andar
sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le
entró miedo, empezó a hundirse y gritó:
«Señor,
sálvame».
En seguida Jesús extendió la mano, lo
agarró y le dijo:
«¡Hombre
de poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca amainó el
viento.
Los de la barca se postraron ante él,
diciendo:
«Realmente
eres Hijo de Dios».
Lunes
10:
San
Lorenzo, diácono y mártir. Fiesta.
2Co
9,6-10. Al que da de buena gana lo ama Dios.
Sal
111.
Dichoso el que se apiada y presta.
Jn
12,24-26. A quien me sirva, el Padre lo premiará.
Martes
11
Santa
Clara, virgen. Memoria.
Ez
2,8-3,4. Me dio a comer el volumen, y me supo en la boca dulce como
la miel.
Sal
118.
¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!
Mt
18,1-5.10.12-14. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños.
Miércoles
12
Ez
9,17; 10,18-22. La marca en la frente de los que se lamentan
afligidos por las abominaciones de Jerusalén.
Sal
112.
La gloria del Señor se eleva sobre el cielo.
Mt
18,15-20. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
Jueves
13
Ez 12,
1-12. Emigra a la luz del día, a la vista de todos.
Sal 77. No
olvidéis las acciones de Dios.
Mt 18,
21-19, l. No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta
setenta veces siete.
Viernes
14
San
Maximiliano María Kolbe, presbítero y mártir. Memoria
Ez 16,
1-15. 60. 63. Tu belleza era completa con las galas con que
te atavié; y te prostituiste.
Salmo:
Is 12, 2-6. Ha cesado tu ira y me has consolado.
Mt 19,
3-12. Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de
vuestras mujeres, pero, al principio, no era así.
Después de nona:
1Cr
15,3-4.15-16; 16,1-2. Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el
centro de la tienda que David le había preparado.
Sal
131.
Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder.
1Co
15,54-57. Nos da la victoria por medio de Jesucristo.
Lc
11,27-28. Bienaventurado el vientre que te llevó.
Sábado
15
La
Asunción de la Virgen María. Solemnidad.
Ap 11,
19a; 12, 1. 3-6a. 10ab. Una mujer vestida de sol, la luna por
pedestal.
Sal 44. De pie
a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
1Cor
15, 20-27a. Primero Cristo, como primicia; después, todos
los que son de Cristo.
Lc 1,
39-56. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí; enaltece a los
humildes.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
14, 13-21
En
aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan Bautista se marchó de
allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió
por tierra desde los poblados.
Al
desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los
enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle:
«Estamos
en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas
y se compren comida».
Jesús
les replicó:
«No
hace falta que vayan, dadles vosotros de comer».
Ellos
le replicaron:
«Si
aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces».
Les
dijo:
«Traédmelos».
Mandó
a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos
peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y
se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron
todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos
cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Lunes 3
Jer
28,1-17. Ananías, el Señor no te ha enviado y tú has inducido al
pueblo a una falsa confianza.
Sal
118. Instrúyeme, Señor, en tus leyes.
Mt
14,22-36. Mándame ir hacia ti andando sobre el agua.
Martes
4
San
Juan María Vianney, presbítero. Memoria.
Jer 30,
1-2. 12-15. 18-22. Por la muchedumbre de tus pecados te he tratado
así. Cambiaré la suerte de las tiendas de Jacob.
Salmo
l.
El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.
Mt
15,1-2.10-14. La planta que no haya plantado mi padre
celestial, será arrancada de raíz.
Miércoles
5
Jer 31,
1-7.
Con amor eterno te amé.
Salmo:
Jer 31, 10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su
rebaño.
Mt
15,21-28. Mujer, qué grande es tu fe.
Jueves
6
Transfiguración
del Señor. Fiesta.
Dn
7,9-10. 13-14. Su vestido era blanco como la nieve.
o bien:
2Pe 1,
16-19. Esta voz del cielo la oímos nosotros.
Sal 96. El
Señor reina, altísimo sobre toda la tierra.
Mc 9,
2-10. Este es mi Hijo, el amado.
Viernes
7
Na
2,1-3; 3,1-3.6-7. Ay de la ciudad sangrienta.
Salmo:
Dt 32. Yo doy la muerte y la vida.
Mt
16,24-28. ¿Qué podrá dar un hombre para recobrar su vida?
Sábado
8
Santo
Domingo de Guzmán, presbítero. Memoria.
Hab
1,12-2,4. El justo por su fe vivirá.
Sal 9. No
abandonas a los que te buscan, Señor.
Mt 17,
14-20. Si tuvierais fe, nada sería imposible.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
13, 44-52
En
aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«El
reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo
encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene
y compra el campo.
El
reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al
encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El
reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge
toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y
reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo
mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos
de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes.
¿Habéis
entendido todo esto?».
Ellos
le contestaron:
«Sí».
Él
les dijo:
«Pues
bien, un escriba que ese ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre
de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».
Lunes
27
Jer 13,
1-11. El pueblo será como ese cinturón que ya no sirve para nada.
Salmo:
Dt 32, 18-21. Despreciaste al Dios que te engendró.
Mt 13,
31-35. El grano de mostaza se hace un árbol hasta el punto de que
los pájaros del cielo anidan en sus ramas.
Martes
28
Jer 14,
17-22. Recuerda, Señor, y no rompas tu alianza con nosotros.
Sal 78.
Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre.
Mt
13,36-43. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será el
fin del tiempo.
Miércoles
29
Santa
Marta. Memoria.
Jer 15,
10. 16-21. ¿Por qué se ha vuelto crónica mi llaga? Si vuelves, estarás
en mi presencia.
Sal 58. Dios
es mi refugio en el peligro.
Mt 13,44-46. Vende
todo lo que tiene y compra el campo.
Jueves
30
Jer 18,
1-6.
Como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mí mano.
Sal
145.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
Mt
13,47-53. Reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Viernes
31
San
Ignacio de Loyola, presbítero. Memoria.
Jer 26,
1-9.
El pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor.
Sal 68. Que me escuche tu gran bondad,
Señor.
Mt
13,54-58. ¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca
todo eso?
Sábado
1
San Alfonso María de Lígorío, obispo y
doctor de la Iglesia. Memoria.
Jer 26,
11-16.24. Ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar
estas palabras.
Sal 68.
Escúchame, Señor, el día de tu favor.
Mt 14,
1-12. Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a
contárselo a Jesús.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
13, 24-30
En
aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El
reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo;
pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del
trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció
también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no
sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”
Él
les dijo:
“Un
enemigo lo ha hecho”.
Los
criados le preguntaron:
“¿Quieres
que vayamos a arrancarla?”
Pero
él les respondió:
“No,
que, al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer
juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: arrancad
primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en
mi granero”».
Lunes
20:
Mi
6,1-4.6-8. Te han explicado, hombre, lo que Dios desea de ti.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mt
12,38-42. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se
levantará.
Martes
21
Miq 7,
14-15. 18-20. Arrojará a lo hondo del mar todos nuestros
delitos.
Sal 84.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Mt
12,46-50. Señalando con la mano a los discípulos, dijo: “Estos son mi
madre y mis hermanos”.
Miércoles
22
Santa
María Magdalena. Fiesta.
Cnt
3,1-4a. Encontré al amor de mi alma.
o bien
2Co
5,14-17. Ahora ya no juzgamos a Cristo según la carne.
Sal 62. Mi
alma está sedienta de ti, mi Dios.
Jn
20,1.11-18. Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Jueves
23
Santa
Brígida, religiosa, patrona de Europa. Fiesta.
Gal 2,
19-20. Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí.
Sal 33.
Bendigo al Señor en todo momento.
Jn 15,
1-8.
El que permanece en mí y yo en Él, ese da fruto abundante.
Viernes
24
Jer 3,
14-17. Os daré pastores a mi gusto; acudirán a Jerusalén todos los
paganos.
Sal. Jer 31,
10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Mt 13,
18-23. El que escucha la palabra y la entiende, ese da fruto.
Sábado
25
Santiago
apóstol, patrono de España. Solemnidad.
Hch
4,33; 5, 12.27-33; 12,2. El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a
Santiago.
Sal 66. Oh
Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
2Cor 4,
7-15. Llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús.
Mt 20,
20-28. Mi cáliz lo beberéis.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-9
Aquel
día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente
que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y toda la gente se quedó de pie en
la orilla.
Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió
el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron
los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas
tenía tierra, y, como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero, en cuanto
salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otra cayó entre abrojos,
que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una,
ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que
tenga oídos, que oiga».
Lunes
13
Is 1,
10-17. Lavaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mt
10,34-11,1. No he venido a sembrar paz, sino espada.
Martes
14
Is 7,
1-9.
Si no creéis, no subsistiréis.
Sl 47. Dios
ha fundado su ciudad para siempre.
Mt 11,
20-24. El día del juicio le será más llevadero a Tiro, a Sidón y a
Sodoma que a vosotras.
Miércoles
15
San
Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Is 10,
5-7. 13-16. ¿Se envanece el hacha contra quien la blande?
Sal 93. El
Señor no rechaza a su pueblo.
Mt 11,
25-27. Has escondido estas cosas a los sabios y se las has
revelado a la gente sencilla.
Jueves
16
Bienaventurada
Virgen María del Monte Carmelo. Memoria.
Is
26,7-9.12.16-19. Despertarán jubilosos los que habitan en el
polvo.
Sal
101.
El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Mt
11,28-30. Soy manso y humilde de corazón.
Viernes
17
Is 38,
1-6.21-22. 7-8. He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas.
Salmo:
Is 38, 10-12. 16. Señor, detuviste mi alma ante la tumba vacía.
Mt 12,
1-8.
El Hijo del hombre es señor del sábado.
Sábado
18
Miq 2,
1-5.
Codician los campos y se apoderan de las casas.
Sal 9. No te
olvides de los humildes, Señor.
Mt 12,
14-21. Les mandó que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que
dijo el profeta.
Lectura
del santo evangelio según san Mateo (11,25-30):
En
aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra,
porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has
revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.
Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie
conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel
a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados
y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es
llevadero y mi carga ligera.»
Lunes
6
Os 2,
16. 17b- 18. 21-22. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo.
Sal
144.
El Señor es clemente y misericordioso.
Mt 9,
18-26. Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, y vivirá.
Martes
7
Os 8,
4-7. 11-13. Siembran viento y cosechan tempestades.
Sal
113B. Israel confía en el Señor.
Mt 9,
32-38. La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos.
Miércoles
8
Os
10,1-3.7-8.12. Es tiempo de consultar al Señor.
Sal
104.
Buscad continuamente el rostro del Señor.
Mt
10,1-7. Id a las ovejas descarriadas de Israel.
Jueves
9
Os 11,
1-4. 8c-9. Se me revuelve el corazón.
Sal 79. Que
brille tu rostro, Señor, y nos salve.
Mt 10,
7-15. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.
Viernes
10
Os 14,
2-10.
No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos.
Sal 50. Mi
boca proclamará tu alabanza, Señor.
Mt
10,16-23. No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de
vuestro Padre.
Sábado
11
San
Benito, abad, patrono de Europa. Fiesta.
Prov 2,
1-9.
Abre tu mente a la prudencia.
Sal 33.
Bendigo al Señor en todo momento.
Mt 19,
27-29. Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces
más.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
10, 37-42
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«El
que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que
quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no carga
con su cruz y me sigue no es digno de mí.
El
que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará.
El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que
me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa
de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de
justo.
El
que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos
pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su
recompensa».
13ª Semana del Tiempo Ordinario
Lunes
29
San
Pedro y san Pablo, apóstoles. Solemnidad.
Hch 12,
1-11. Era verdad: el Señor me ha librado de la mano de Herodes.
Sa1 33. El
Señor me libró de todas mis ansias.
2 Tim
4, 6-8. 17-18. Ahora me aguarda la corona merecida.
Mt 16,
13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los
cielos.
Martes
30
Am
3,1-6; 4,11-12. Hable el Señor. ¿Quién no profetiza?
Sal 5. Señor,
guíame con tu justicia.
Mt
8,23-27. Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una
gran calma
Miércoles
1
Am 5,
14-15.21-24. Aparta de mí el estrépito de tus canciones, y
fluya la justicia como arroyo perenne.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mt 8,
28-34. ¿Has venido aquí a atormentar a los demonios antes de
tiempo?
Jueves
2
Am 7,
10-17. Ve y profetiza a mi pueblo.
Sal 18. Los
mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
Mt 9,
1-8.
La gente alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad
Viernes
3
Santo
Tomás, apóstol. Fiesta.
Ef 2,
19-22. Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.
Sal
116. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Jn 20,
24-29. ¡Señor mío y Dios mío!
Sábado
4
Am 9,
11-15. Haré volver los cautivos de Israel y los plantaré en su
campo.
Sal 84. Dios
anuncia la paz a su pueblo.
Mt
9,14-17. ¿Es que pueden guardar luto, mientras el novio esté con
ellos?
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 10, 26-33
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No
tengáis miedo a los hombres, porque nada hay encubierto, que no llegue a
descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse.
Lo
que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído
pregonadlo desde la azotea.
No
tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No;
temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se
venden un par de gorriones por uno céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al
suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la
cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo; valéis más vosotros que muchos
gorriones.
A
quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante
mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también
lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».
Lunes 22
2 Re 17, 5-8. 13-15a. 18. El
Señor arrojó de su presencia a Israel, y solo quedó la tribu de Judá.
Sal 59. Que tu mano salvadora,
Señor, nos responda.
Mt 7, 1-5. Sácate
primero la viga del ojo.
Martes 23
2 Re 19, 9b- 11. 14-21: 31-35a. 36. Yo
escudaré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David.
Sal 47. Dios ha fundado su
ciudad para siempre.
Mt 7, 6. 12-14. Tratad
a los demás como queréis que ellos os traten.
Miércoles 24
Natividad de san Juan Bautista. Solemnidad.
Is 49, 1-6. Te
hago luz de las naciones.
Sal 138. Te doy gracias, porque
me has escogido portentosamente.
Hch 13,22-26. Antes
de que llegara Cristo, Juan predicó.
Lc 1,57-66.80. El
nacimiento de Juan Bautista. Juan es su nombre.
Jueves 25
2 Re 24, 8-17.
Nabucodonosor deportó a Jeconías y a todos los ricos de Babilonia.
Sal 78. Líbranos, Señor, por el
honor de tu nombre.
Mt 7, 21-19. La
casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.
Viernes 26
San Josemaría Escrivá de Balaguer,
presbítero. Memoria.
2R 25,1-12. Marchó
Judá al destierro.
Sal 136. Que se me pegue la
lengua al paladar si no me acuerdo de tí.
Mt 8,1-4. Si quieres, puedes
limpiarme.
Sábado 27
Lam 2, 2. 10-14. 18-19. Grita
al Señor, laméntate, Sión.
Sal 73. No olvides sin remedio
la vida de tus pobres.
Mt 8, 5-17.
Vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob.
Lectura
del santo Evangelio según san Juan 6, 51-58
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
«Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi
carne para la vida del mundo».
Disputaban los judíos entre sí:
«¿Cómo puede este darnos a comer su
carne?».
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no
coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en
vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo
resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre
es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre
habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y
yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo:
no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan
vivirá para siempre».
Lunes 8
Dedicación de la Iglesia Catedral. Fiesta
2Cron 8, 22-23. 27-30. Te he construido un palacio, un sitio
donde vivas para siempre.
Salmo: 1Cron 29. Alabamos tu nombre glorioso, Señor.
Jn 2, 13-22. Hablaba del Templo de su cuerpo.
Martes 9
Santa María Micaela del Santísimo Sacramento, virgen.
Memoria.
1Re 21, 17-29. Has hecho pecar a Israel.
Sal 50. Misericordia, Señor: hemos pecado.
Mt 5, 43-48. Amad a vuestros enemigos.
Miércoles 10
2Re 2, l. 6-14. De pronto, un carro de fuego los separó, y
subió Elías al cielo.
Sal 30. Sed valientes de corazón los que esperáis en el Señor.
Mt 6, 1-6. 16-18. Tu Padre, que ve en lo escondido, te
recompensará.
Jueves 11
Eclo 48, 1-15. Elías fue arrebatado en el torbellino, y Eliseo
recibió dos tercios de su espíritu.
Sal 96. Alegraos, justos, con el Señor.
Mt 6, 7-15. Vosotros rezad así.
Viernes 12
Sagrado corazón de Jesús, Solemnidad.
Dt 7,6-11. El Señor se enamoró de vosotros y os eligió.
Sal 102. La misericordia del Señor dura siempre, para los que
cumplen sus mandatos.
1Jn 4,7-16. Dios nos amó.
Mt 11 ,25-30. Soy manso y humilde de corazón.
Sábado 13
Inmaculado corazón de María. Memoria.
2 Cron 24, 17-25. Zacarías, al que matasteis entre el santuario y
el altar.
Sal 88. Le mantendré eternamente mi favor.
Lc 2,41-51. Conservaba todo esto en su corazón
Lectura del santo Evangelio según san Juan
3, 16-18
Tanto
amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito para que todo el que cree en él
no perezca, sino que tengan vida eterna.
Porque
Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo
se salve por él.
El
que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha
creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Lunes 8
1R
17,1-6. Elías sirve al Señor Dios de Israel.
Sal
120.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Mt
5,1-12. Bienaventurados los pobres de espíritu.
Martes
9
1Re 17,
7-16. La orza de harina no se vació, como lo había dicho el Señor
por medio de Elías.
Sal 4. Haz
brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
Mt
5,13-16. Vosotros sois la luz del mundo.
Miércoles
10
1Re 18,
20-39. Que sepa este pueblo que tú eres el Dios verdadero, y que
tú les cambiarás el corazón.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Mt 5,
17- 19. No he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Jueves
11
San
Bernabé, apóstol. Memoria.
Hch 11,
21b-26; 13, 1-3. Era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y
de fe.
Sal 97. El
Señor revela a las naciones su justicia.
Mt 5,
20-26. Todo el que esté peleado con su hermano será procesado.
Viernes
12
1R
19,9a.11-16. Ponte de pie en el monte ante el Señor.
Sal 26. Tu
rostro buscaré, Señor.
Mt
5,27-32:.El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido
adúltero.
Sábado
13
San
Antonio de Padua, presbítero y doctor. Memoria.
1Re 19,
19-21. Eliseo se levantó y siguió a Elías.
Sal 15. Tú
eres, Señor, el lote de mi heredad.
Mt 5,
33-37. Yo os digo que no juréis en absoluto.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
20, 19-23
Al
anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en
una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró
Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz
a vosotros».
Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron
de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz
a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Y, dicho
esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid
el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Lunes
1
Bienaventurada
Virgen María, Madre de la Iglesia. Memoria.
2Pe
1,2-7. Nos ha dado los inapreciables bienes prometidos, con los
cuales podéis participar del mismo ser de Dios.
Sal 90. Dios
mío, confío en ti.
Mc 12,
1-12. Agarraron al hijo querido, lo mataron y lo arrojaron fuera
de la viña.
Martes
2
2Pe 3,
12-15a. 17·18. Esperamos unos cielos nuevos y una tierra
nueva.
Sal 89. Señor,
tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Mc 12,
13-17. Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios.
Miércoles
3
San
Carlos Luanga y compañeros, mártires. Memoria.
2Tim 1,
1-3. 6-12. Reaviva el don de Dios, que recibiste cuando te impuse las
manos.
Sal
122.
A ti, Señor, levanto mis ojos.
Mc 12,
18-27. No es Dios de muertos, sino de vivos.
Jueves
4
Nuestro
Señor Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. Fiesta.
Gn 22,9-18. El
sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.
o bien
Hb
10,4·10. Así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí:
para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mt
26,36-42. Mi alma está triste hasta la muerte.
Viernes
5
San
Bonifacio, obispo y mártir. Memoria.
2Tm 3,
I0-17. El que se proponga vivir piadosamente en Cristo Jesús, será
perseguido.
Sal
118.
Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor.
Mc
12,35-37. ¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de David?
Sábado
6
2Tim 4,
1-8.
Cumple tu tarea de evangelizador. Yo estoy a punto de ser sacrificado, y el
Señor me premiará con la corona merecida.
Sal 70. Mi
boca contará tu salvación.
Mc
12,38-44. Esa pobre viuda ha echado más que nadie.
Conclusión del santo Evangelio según san
Mateo 28, 16-20
En
aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les
había indicado.
Al
verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se
me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id,
pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he
mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los
tiempos».
Lunes
25
Hch
1,15-17.20-26. Le tocó a Matías, y lo asociaron a los once
apóstoles.
Sal
112.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Jn
15,9-17. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os
he elegido.
Martes
26
San
Felipe Neri, presbítero. Memoria.
Hch
20,17-27. Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el
Señor Jesús.
Sal
67,10-11.20-21. Reyes de la tierra, cantad a Dios.
Jn
17,1-l la. Padre, glorifica a tu Hijo.
Miércoles
27
Hch 20,
28-38. Os encomiendo a Dios, que tiene poder para construiros y
haceros partícipes de la herencia.
Sal 67. Reyes
de la tierra, cantad a Dios.
Jn 17,
11b-19. Que sean uno, como nosotros.
Jueves
28
Hch 22,
30; 23, 6-11. Tienes que dar testimonio en Roma.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Jn 17,
20-26. Que sean completamente uno.
Viernes
29
Hch 25,
13b-21. Un tal Jesús ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo.
Sal
102.
El Señor puso en el cielo su trono.
Jn 21,
15-19. Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas.
Sábado
30
Hch 28,
16-20. 30-31. Permaneció en Roma, predicando el Reino de
Dios.
Sal 10. Los
buenos verán tu rostro, Señor.
Jn 21,
20-25. Este es el discípulo que ha escrito esto, y su testimonio
es verdadero.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
14, 15-21
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si
me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro
Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no
puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo
conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.
No
os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá,
pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis
que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis
mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre,
y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Lunes
18
Hch 16,
11-15. El Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía
Pablo.
Sal
149.
El Señor ama a su pueblo.
Jn 15,
26-16, 4a. El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí.
Martes
19
Hch
16,22-34. Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.
Sal
137.
Tu derecha me salva, Señor.
Jn 16,
5-1 1. Si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito.
Miércoles
20
Hch 17,
15. 22-18, 1. Eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio
yo.
Sal
148.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria
Jn 16,
12-15. El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.
Jueves
21
Hch 18,
1-8.
Se quedó a trabajar en su casa. Todos los sábados discutía en la sinagoga.
Sal 97. El
Señor revela a las naciones su victoria.
Jn 16,
16-20. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en
alegría.
Viernes
22
Hch 18,
9-18. Muchos de esta ciudad son pueblo mío.
Sal 46. Dios
es el rey del mundo.
Jn 16,
20-23a. Se alegrará vuestro corazón y nadie os quitará vuestra
alegría.
Sábado
23
Hch 18,
23-28. Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías.
Sal 46,
2-3. 8-10. Dios es el rey del mundo.
Jn 16,
23b-28. El Padre os quiere, porque vosotros me queréis y creéis.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
14, 1-12
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No
se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi
Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos
un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para
que donde estoy yo estéis también vosotros. Y
adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice:
«Señor,
no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde:
«Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me
conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo
habéis visto». Felipe le dice:
«Señor,
muéstranos al Padre y nos basta». Jesús le replica:
«Hace
tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí
ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta
propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo
estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En
verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo
hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre».
Lunes
11
Hch 14,
5-18. Os anunciamos esta Buena Noticia: que dejéis los ídolos
vanos y os convirtáis al Dios vivo.
Sal 113
.
No a nosotros, Señor, sino a tu nombre da la gloria.
Jn 14,
21-26. El Paráclito, que enviará el Padre, será quien os lo enseñe
todo.
Martes
12
Hch 14,
19-28. Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de
ellos.
Sal
144.
Tus amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.
Jn 14,
27-31a. Mi paz os doy.
Miércoles
13
Hch 15,
1-6.
Se decidió que subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros
sobre la controversia.
Sal
121.
Vamos alegres a la casa del Señor.
Jn 15,
1-8.
El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.
Jueves
14
San
Matías, apóstol. Fiesta.
Hch
1,15-17.20-26. Le tocó a Matías y lo asociaron a los once
apóstoles.
Sal
112.
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.
Jn
15,9-17. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os
ha elegido.
Viernes
15
San
Isidro labrador.
Hch. 15.22-31. Hemos
decididos, el Espíritu y nosotros, no poneros más cargas que las
indispensables.
Sal 56. Te
daré gracias ante los pueblos, Señor.
Jn 15,
12-17. Esto os mando: que os améis unos a otros.
Sábado
16
Hch 16,
1-10. Ven a Macedonia y ayúdanos.
Sal 99. Aclama
al Señor, tierra entera.
Jn 15,
18-21. No sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del
mundo.
Lectura del santo evangelio según san Juan
(10,1-10):
En
aquel tiempo, dijo Jesús:
«En
verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las
ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que
entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las
ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las
saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las
ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que
huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús
les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por
eso añadió Jesús:
«En
verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han
venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo
soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos.
El
ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que
tengan vida y la tengan abundante».
Lunes
4
San
José María Rubio, presbítero. Memoria.
Hch
11,1-18. También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión
que lleva a la vida.
Sal 41. Mi
alma tiene sed de ti, Dios vivo.
Jn
10,1-10. El buen pastor da la vida por las ovejas.
Martes
5
Hch
11,19-26. Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles
al Señor Jesús.
Sal 86. Alabad
al Señor, todas las naciones.
Jn 10,
22-30. Yo y el Padre somos uno.
Miércoles
6
Hch 12,
24-13, 5a. Apartadme a Bernabé y Saulo.
Sal 66. Oh
Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Jn 12,
44-50. Yo he venido al mundo como luz.
Jueves
7
Hch
13,13-25. Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús.
Sal 88.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Jn
13,16-20. El que recibe a mi enviado me recibe a mí.
Viernes
8
Hch
13,26-33. Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús.
Sal 2. Tú
eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.
Jn
14,1-6. Yo soy el camino, y la verdad, y la vida
Sábado
9
Hch
13,44-52. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal 97. Los
confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Jn
14,7-14. Quien me ha visto a mí ha visto al Padre.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
24, 13-35
Aquel
mismo día (el primero de la semana), dos de los discípulos de Jesús iban
caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén nos sesenta
estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras
conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con
ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él
les dijo:
«¿Qué
conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos
se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le
respondió:
«¿Eres
tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos
días?».
Él
les dijo:
«¿Qué?».
Ellos le contestaron:
«Lo
de Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante
Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros
jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos
que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día
desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han
sobresaltado: pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo
encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición
de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al
sepulcro
y lo encontraron como habían dicho las
mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces
él les dijo:
«¡Qué
necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario
que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?».
Y,
comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se
refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron
cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir caminando; pero
ellos lo apremiaron, diciendo:
«Quédate con nosotros, porque atardece y el
día va de caída».
Y
entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan,
pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron
los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Y
se dijeron el uno al otro:
«¿No
ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las
Escrituras?».
Y,
levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
«Era
verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón»
Y
ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan.
Lunes
27
Hch 6,
8-15. No lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con
que hablaba.
Sal
118.
Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Jn 6,
22-29. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el
alimento que perdura para la vida eterna.
Martes
28
Hch 7,
51-8, la. Señor Jesús, recibe mi espíritu.
Sal 30. A tus
manos, Señor, encomiendo mi espíritu.
Jn 6,
30-35. No fue Moisés, sino que es mi Padre el que da el verdadero pan del cielo.
Miércoles
29
Santa
Catalina de Siena, virgen y doctora, patrona de Europa. Fiesta.
1 Jn 1,
5-2, 2. La Sangre de Jesús nos limpia los pecados.
Sal
102.
Bendice, alma mía, al Señor.
Mt 11,
25-30. Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a
la gente sencilla.
Jueves
30
Hch 8,
26-40. Siguió su viaje lleno de alegría
Sal 65.
Aclamad al Señor, tierra entera.
Jn 6,
44-51. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo.
Viernes
1
Hch 9,
1-20. Es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi
nombre a los pueblos.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Jn 6,
52-59. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera
bebida.
Sábado
3
San
Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
Hch 9,
31-42. La Iglesia se iba construyendo y se multiplicaba animada
por el Espíritu Santo.
Sal
115.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Jn 6,
60-69. ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
20, 19-31
Al
anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una
casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús,
se puso en medio y les dijo:
«Paz
a vosotros».
Y,
diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron
de alegría al ver al Señor.
Jesús
repitió:
«Paz
a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y,
dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid
el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
Tomás,
uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y
los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero
él les contestó:
«Si
no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de
los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A
los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó
Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz
a vosotros».
Luego
dijo a Tomás:
«Trae
tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas
incrédulo, sino creyente».
Contestó
Tomás:
«¡Señor
mío y Dios mío!».
Jesús
le dijo:
«¿Porque
me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
Muchos
otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los
discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el
Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
Lunes
20
Hch 4,
23-31. Al terminar la oración, los llenó a todos el Espíritu
Santo, y predicaban con valentía la Palabra de Dios.
Sal 2.
Dichosos los que se refugian en ti, Señor.
Jn 3,
1-8.
El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
Martes
21
Hch 4,
32-37. Un solo corazón y una sola alma.
Sal 92. El
Señor reina, vestido de majestad.
Jn 3,
7b-15. Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el
Hijo del hombre.
Miércoles
22
Hch 5,
17-26. Mirad, los hombres que metisteis en la cárcel están en el
templo, enseñando al pueblo.
Sal 33. El
afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.
Jn 3,
16-21. Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él
Jueves
23
Hch 5,
27-33. Testigo de esto somos nosotros y el Espíritu Santo.
Sal 33. El
afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.
Jn 3,
31-36. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano.
Viernes
24
Hch 5, 34-42.
Salieron contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.
Sal 26. Una
cosa pido al Señor: habitar en su casa.
Jn 6,
1-15. Repartió a los que estaban sentados todo lo que quisieron.
Sábado
25
San
Marcos, evangelista. Fiesta.
1Pe 5, 5b-14. Os
saluda Marcos, mi hijo.
Sal 88.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Mc 16,
15-20. Proclamad el Evangelio a toda la creación.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
20, 1-9
El
primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando
aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó
a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús
amaba, y les dijo:
«Se
han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. »
Salieron
Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el
otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro;
e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y
entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían
cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces
entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio
y creyó.
Pues
hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de
entre los muertos.
13 -
Lunes de la Octava de Pascua
Hch
2,14.22-33. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos
nosotros somos testigos.
Sal 15.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Mt
28,8-15. Comunicad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me
verán.
14 -
Martes de la Octava de Pascua
Hch
2,36-41. Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en nombre
de Jesús.
Sal 32. La
misericordia del Señor llena la tierra.
Jn
20,11-18. He visto al Señor y ha dicho esto.
15 -
Miércoles de la Octava de Pascua
Hch
3,1-10. Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.
Sal
104.
Que se alegren los que buscan al Señor.
Lc
24,13-35. Lo habían reconocido al partir el pan.
16 -
Jueves de la Octava de Pascua
Hch
3,11-26. Matasteis al autor de la vida; pero Dios lo resucitó de entre
los muertos.
Sal 8. Señor,
dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
Lc
24,35-48. Así está escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre
los muertos al tercer día.
17 -
Viernes de la Octava de Pascua
Hch
4,1-12. No hay salvación en ningún otro.
Sal
117.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Jn
21,1-14. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el
pescado.
18 -
Sábado de la Octava de Pascua
Hch
4,13-21. No podemos menos de contar lo que hemos visto y oído.
Sal
117.
Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.
Mc
16,9-15. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Pasión
de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 27, 11-54
¿Eres
tú el rey de los judíos?
C.
En aquel tiempo, Jesús fue llevado ante Poncio Pilato, y el gobernador le
preguntó:
S.
-«¿Eres tú el rey de los judíos?»
C.
Jesús respondió:
+
-«Tú lo dices».
C.
Y, mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los ancianos, no contestaba
nada. Entonces Pilato le preguntó:
S.
-«¿No oyes cuántos cargos presentan contra ti?».
C.
Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy extrañado. Por
la fiesta, el gobernador solía liberar un preso, el que la gente quisiera.
Tenía entonces un preso famoso, llamado Barrabás.
Cuando
la gente acudió, les dijo Pilato:
S.
-«¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el
Mesías?».
C.
Pues sabía que se lo habían entregado por envidia. Y, mientras estaba sentado
en el tribunal, su mujer le mandó a decir:
S.
-«No te metas con ese justo porque esta noche he sufrido mucho soñando con él».
C.
Pero los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran
la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
El
gobernador preguntó:
S.
-«¿A cuál de los dos queréis que os suelte?».
C.
Ellos dijeron:
S.
-«A Barrabás».
C.
Pilato les preguntó:
S.
-«¿Y qué hago con Jesús, llamado el Mesías?».
C.
Contestaron todos:
S.
-«Sea crucificado».
C.
Pilato insistió:
S.
-«Pues, ¿qué mal ha hecho?»
C.
Pero ellos gritaban más fuerte:
…………..
……….
C.
Desde la hora sexta hasta la hora nona, vinieron tinieblas sobre toda la
tierra. A hora nona, Jesús gritó
con
voz potente:
-«Eli,
Eli, lamá sabaktaní.» (Es decir: + -«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?»)
C.
Al oírlo, algunos de los que estaban por allí dijeron:
S.
-«Está llamando a Elías».
C.
Enseguida uno de ellos fue corriendo, cogió una esponja empapada en vinagre y,
sujetándola en una caña, le dio de beber.
Los
demás decían:
S.
-«Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo».
C.
Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu,
Todos
se arrodillan, y se hace una pausa.
C.
Entonces, el velo del templo se rasgó en dos de arriba abajo; la tierra tembló,
las rocas se resquebrajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos
que habían muerto resucitaron y, saliendo de las tumbas después que él
resucitó, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos.
El
centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que
pasaba, dijeron aterrorizados:
S.
-«Verdaderamente este era Hijo de Dios».
6
Lunes Santo. Semana Santa
Isaías
42, 1-7. No gritará, no voceará por las calles.
Sal 26. El
Señor es mi luz y mi salvación.
Juan
12, 1-11. Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura.
7
Martes Santo. Semana Santa
Isaías
49, 1-6. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance
hasta el confín de la tierra.
Sal 70. Mi
boca contará tu salvación, Señor.
Juan
13, 21-33. 36-38. Uno de vosotros me va a entregar... No cantará
el gallo antes que me hayas negado tres veces.
8
Miércoles Santo. Semana Santa
Isaías
50, 4-9a. No escondí el rostro ante ultrajes.
Salmo:
68.
Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor.
Mateo
26, 14-25. El Hijo del hombre se va como está escrito; pero, ¡ay de
aquel por quien es entregado!
9
Jueves Santo. Semana Santa.
CENA
DEL SEÑOR
Éxodo
12, 1-8. 11-14. Prescripciones sobre la cena pascual.
Sal
115.
R. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.
1
Corintios 11, 23-26. Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la
muerte del Señor.
Juan
13, 1-15. Los amó hasta el
extremo.
10
Viernes Santo. Semana Santa
LA
PASIÓN DEL SEÑOR
Isaías
52, 13-53, 12. Él fue
traspasado por nuestras rebeliones.
Salmo
30.
Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Hebreos
4, 14-16; 5, 7-9. Aprendió a obedecer; y se convirtió, para todos
los que lo obedecen, en autor de salvación.
Juan 18, 1-19, 42. Pasión
de nuestro Señor Jesucristo.
11
Sábado Santo de la Sepultura del Señor
Durante el Sábado Santo la Iglesia permanece junto al
sepulcro del Señor, mediante su Pasión y Muerte, su descenso a los infiernos, y
se abstiene absolutamente del sacrificio de la Misa.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
11, 3-7. 17. 20-27. 33b-45
En
aquel tiempo, las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús, diciendo:
«Señor,
el que tú amas está enfermo».
Jesús,
al oírlo, dijo:
«Esta
enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para
que el Hijo de Dios sea glorificado por ella».
Jesús
amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo,
se quedó todavía dos días en donde estaba.
Sólo
entonces dice a sus discípulos:
«Vamos
otra vez a Judea».
Cuando
Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado.
Cuando
Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se
quedo en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor,
si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo
lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús
le dijo:
«Tu
hermano resucitará».
Marta
respondió:
«Sé
que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús
le dijo:
«Yo
soy la resurrección y la vida: el que cree en mi, aunque haya muerto, vivirá; y
el que está vivo y cree en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella
le contestó:
«Si,
Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir
al mundo».
Jesús
se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó:
«¿Dónde
lo habéis enterrado?».
Le
contestaron:
«Señor,
ven a verlo».
Jesús
se echó a llorar. Los judíos comentaban:
«¡Cómo
lo quería!».
Pero
algunos dijeron:
«Y
uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este
muriera?».
Jesús,
conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba.
Era
una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús:
«Quitad
la losa».
Marta,
la hermana del muerto, le dice:
«Señor,
ya huele mal, porque lleva cuatro días».
Jesús
le replico:
«¿No
te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?».
Entonces
quitaron la losa.
Jesús,
levantando los ojos a lo alto, dijo:
«Padre,
te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero
lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».
Y
dicho esto, gritó con voz potente:
«Lázaro,
sal afuera».
El
muerto salió, los pies y las manos atadas con vendas, y la cara envuelta en un
sudario. Jesús les dijo:
«Desatadlo
y dejadlo andar».
Y
muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho
Jesús, creyeron en él.
Lunes
30
Dan 13,
1-9. 15-17. 19-30.33-62. Ahora tengo que morir, siendo inocente.
Sal 22.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo.
Jn 8,
1-11. El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
Martes
31
Núm
21,4-9. Los mordidos por serpientes quedarán sanos al mirar a la
serpiente de bronce.
Sal
101.
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Jn 8,
21-30. Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy.
Miércoles
1
Dn 3,
14-20.91-92.95. Dios envió a su ángel a librar a sus siervos.
Salmo:
Dn 3, 52-56. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Jn 8,
31-42. Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
Jueves
2
Gén 17,
3-9.
Te hago padre de muchedumbre de pueblos.
Sal
104.
R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Jn 8,
51-59. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi
día.
Viernes
3
Jer 20,
10-13. El Señor es mi fuerte defensor.
Sal 17. En el
peligro invoqué al Señor, y me escuchó.
Jn 10,
31-42. Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos.
Sábado
4
Ez 37,
21-28. Los haré una sola nación.
Salmo:
Jer 31, 10-13. El Señor nos guardará como un pastor a su
rebaño.
Jn 11,
45-57. Para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
9, 1. 6-9. 13-17. 34-38
En
aquel tiempo, al pasar, vio Jesús a un hombre ciego de nacimiento.
Entonces
escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego
y le dijo:
«Ve
a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado)».
Él
fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo
pedir limosna preguntaban:
«¿No
es ese el que se sentaba a pedir?».
Unos
decían:
«El
mismo».
Otros
decían:
«No
es él, pero se le parece».
El
respondía:
«Soy
yo».
Llevaron
ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo
barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había
adquirido la vista.
Él
les contestó:
«Me
puso barro en los ojos, me lavé, y veo».
Algunos
de los fariseos comentaban:
«Este
hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado».
Otros
replicaban:
«¿Cómo
puede un pecador hacer semejantes signos?».
Y
estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego:
«Y
tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?».
Él
contestó:
«Que
es un profeta».
Le
replicaron:
«Has
nacido completamente empecatado ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?».
Y
lo expulsaron.
Oyó
Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo:
«¿Crees
tú en el Hijo del hombre?».
Él contestó:
«¿Y
quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús
le dijo:
«Lo
estás viendo: el que te está hablando, ése es».
Él
dijo:
«Creo,
Señor».
Y
se postró ante él.
Lunes
23
Is 65,
17-21. Ya no se oirán gemidos ni llantos.
Sal 29. Te
ensalzaré, Señor, porque me has librado.
Jn 4,
43-54. Anda, tu hijo está curado.
Martes
24
Ez 47,
1-9. 12. Vi que manaba el agua del lado derecho del templo, y habrá
vida dondequiera que llegue la corriente.
Sal 45. El
Señor del universo está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Jn 5,
1-16. Al momento aquel hombre quedó sano.
Miércoles
25
Anunciación
del Señor. Solemnidad.
Is 7,
10-14; 8, 10b. Mirad: la virgen está encinta.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Hb 10,
4-10. Así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí:
para hacer ¡oh Dios!, tu voluntad.
Lc 1,
26-38. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo
Jueves
26
Ex 32,
7-14. Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.
Sal
105.
Acuérdate de nosotros, por amor a tu pueblo.
Jn 5,
31-47. Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza, será vuestro
acusador.
Viernes
27
Sab 2,
la. 12-22. Lo condenaremos a muerte ignominiosa.
Sal 33. El
Señor está cerca de los atribulados.
Jn 7,
1-2. 10.25-30. Intentaban agarrarlo, pero todavía no había
llegado su hora.
Sábado
28
Jer 11,
18-20. Yo, como cordero manso, llevado al matadero.
Sal 7. Señor,
Dios mío, a ti me acojo.
Jn 7,
40-53. ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?
Lectura del santo Evangelio según san Juan
4, 5-15. 19-26, 39a. 40-42
En aquel tiempo, llegó Jesús a un ciudad de
Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí
estaba el pozo de Jacob.
Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado
junto al pozo.
Era hacia la hora sexta.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y
Jesús le dice:
«Dame de beber».
Sus discípulos se habían ido al pueblo a
comprar comida.
La samaritana le dice:
«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber
a mi, que soy samaritana?» (porque los judíos no se tratan con los
samaritanos).
Jesús le contestó:
«Si conocieras el don de Dios y quién es el
que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y él te daría agua viva».
La mujer le dice:
«Señor, si no tienes cubo, y el pozo es
hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que
nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?».
Jesús le contestó:
«El que bebe de esta agua vuelve a tener
sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que
yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la
vida eterna».
La mujer le dice:
«Señor, dame esa agua: así no tendré más
sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros
padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe
dar culto está en Jerusalén»
Jesús le dice:
«Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni
en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis a uno que no
conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de
los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo
adoren así. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y
verdad.»
La mujer le dice:
«Sé que va a venir el Mesías, el Cristo;
cuando venga, él nos lo dirá todo».
Jesús le dice:
«Soy yo, el que habla contigo.»
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así,
cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y
se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y
decían a la mujer:
«Ya no creemos por lo que tú dices;
nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del
mundo».
Lunes
16
2 Re 5,
1-15a. Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de
ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.
Sal 41. Mi
alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios?
Lc 4,
24-30. Jesús, igual que Elías y Elíseo, no ha sido enviado
únicamente a los judíos.
Martes
17
Dan 3,
25. 34-43. Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde.
Sal 24. Señor,
recuerda tu misericordia.
Mt 18,
21-35. Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el
Padre os perdonará.
Miércoles
18
Dt 4,
l. 5-9. Poned por obra los mandatos.
Sal
147.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Mt 5,
17-19. Quien cumpla y enseñe será grande.
Jueves
19
San
José, esposo de la Virgen María. Solemnidad.
2S
7,4-5a.l2-14a.l6. El Señor Dios le dará el trono de David su
padre.
Sal 88. Su
linaje será perpetuo.
Rm
4,13.16-18.22. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda
esperanza.
Mt
1,16.18-21.24a. José hizo lo que le había mandado el ángel del
Señor.
o bien
Lc
2,41-51a. Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.
Viernes
20
Os 14,
2-10. No volveremos a llamar Dios a la obra de nuestras manos.
Sal 80. Yo soy
el Señor, Dios tuyo: escucha mi voz.
Mc 12,
28b-34. El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y lo amarás.
Sábado
21
Os 6,
1-6.
Quiero misericordia, y no sacrificios.
Sal 50. Quiero
misericordia, y no sacrificios.
Lc 18,
9-14. El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
17, 1-9
En
aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y
subió con ellos aparte a un monte alto.
Se
transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos
se volvieron blancos como la luz.
De repente se les aparecieron Moisés y
Elías conversando con él.
Pedro,
entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Señor,
¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti,
otra para Moisés y otra para Elías».
Todavía
estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde
la nube decía:
«Este
es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo».
Al
oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús
se acercó y, tocándolos, les dijo:
«Levantaos,
no temáis».
Al
alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando
bajaban del monte, Jesús les mandó:
«No
contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los
muertos».
Lunes 9
Dn
9,4b-10. Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos.
Sal 78. Señor,
no nos trates como merecen nuestros pecados.
Lc
6,36-38. Perdonad y seréis perdonados.
Martes
10
Is 1,
10. 16-20. Aprended a hacer el bien, buscad la justicia.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mt 23,
1-12. Dicen pero no hacen.
Miércoles
11
Jer 18,
18-20. Venid, lo heriremos con su propia lengua.
Sal 30.
Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Mt 20,
17-28. Lo condenarán a muerte.
Jueves
12
Jer 17,
5-10. Maldito quien confía en el hombre; bendito quien confía en
el Señor.
Sal 1.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 16,
19-31. Recibiste tus bienes, y Lázaro males: por eso encuentra aquí
consuelo, mientras que tú padeces.
Viernes
13
Gén 37,
3-4. 12-13a. 17b-28. Ahí viene el soñador, vamos a matarlo.
Sal
104. Recordad las maravillas que hizo el Señor.
Mt 21,
33-43. 45-46. Este es el heredero: venid, lo matamos.
Sábado
14
Miq 7,
14-15. 18-20. Arrojará a lo hondo del mar todos nuestros
delitos.
Sal
102.
El Señor es compasivo y misericordioso.
Lc 15,
1-3. 11-32. Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
4, 1-11
En
aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado
por el diablo. Y después de ayunar
cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El
tentador se le acercó y le dijo:
«
Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero
él le contestó:
«Está
escrito: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios”».
Entonces
el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si
eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: «”Ha dado órdenes a sus
ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece
con las piedras”».
Jesús
le dijo:
«También
está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De
nuevo el diablo lo llevó a una monte altísimo y le mostró los reinos del mundo
y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces
le dijo Jesús:
«Vete,
Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás
culto”».
Entonces
lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.
Lunes
2
Lev 19,
1-2. 11-18. Juzga con justicia a tu conciudadano.
Sal 18. Tus
palabras, Señor, son espíritu y vida.
Mt 25,
31-46. Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes
hermanos, conmigo lo hicisteis.
Martes
3
Is 55,
10-11. La palabra hará mi voluntad.
Sal 33. El
Señor libra de sus angustias a los justos.
Mt 6,
7-15. Vosotros rezad así.
Miércoles
4
Jon 3,
1-10. Los ninivitas se convirtieron de su mala vida.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Lc 11,
29-32. A esta generación no se le dará más signo que el signo de
Jonás.
Jueves
5
Est 14,
l. 3-5. 12-14. No tengo otro auxilio fuera de ti, Señor.
Sal
137.
Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor.
Mt 7,
7-12. Quien pide recibe.
Viernes
6
Ez 18,
21-28. ¿Acaso quiero yo la muerte del malvado, y no que se
convierta de su conducta y que viva?
Sal
129.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Mt 5,
20-26. Vete primero a reconciliarte con tu hermano
Sábado
7
Dt 26,
16-19. Serás el pueblo santo del Señor.
Sal
118.
Dichoso el que camina en la ley del Señor.
Mt 5, 43-48. Sed
perfectos como vuestro Padre celestial.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-48
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo,
diente por diente”. Pero yo os digo:
no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla
derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la
túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla,
acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo
rehuyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a
tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero
yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para
que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque,
si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también
los publicanos?
Y,
si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen
lo mismo también los gentiles? Por tanto,
sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
Lunes
24
St
3,13-18. Si tenéis el corazón amargado por la envidia y las
rivalidades, no andéis gloriándoos.
Sal 18. Los
mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón.
Mc
9,14-29. Tengo fe, pero dudo, ayúdame.
Martes
25
St
4,1-1 0. Pedid y no recibís, porque pedís mal.
Sal 54.
Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.
Mc
9,30-37. El Hijo del hombre va a ser entregado.
Miércoles
26
Miércoles
de Ceniza. Feria.
Jl 2,
12-18. Rasgad los corazones y no las vestiduras.
Sal 50.
Misericordia, Señor: hemos pecado.
2 Cor
5, 20-6, 2. Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo
favorable.
Mt 6,
1-6. 16-18. Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Jueves
27
Jueves
después de Ceniza. Feria.
Dt 30,
15-20. Hoy te pongo delante bendición y maldición.
Sal l.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Lc 9,
22-25. El que pierda su vida por mi causa la salvará.
Viernes
28
Viernes
después de Ceniza. Feria
Is 58,
l-9a. Este es el ayuno que yo quiero.
Sal 50. Un
corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias.
Mt 9,
14-15. Cuando se lleven al esposo, entonces ayunarán.
Sábado
29
Sábado
después de Ceniza. Feria
Is 58,
9b-14. Cuando partas tu pan con el hambriento… brillará tu luz en
las tinieblas.
Sal 85.
Enséñame Señor, tu camino, para que siga tu verdad.
Lc 5,
27-32. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a
que se conviertan.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
5, 17-37
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y
los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En
verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse
hasta la última letra o tilde de la ley.
El
que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a
los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero
quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.
Porque
os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos,
no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis
oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de
juicio.
Pero
yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será
procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el
Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por
tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí
mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el
altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a
presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida,
mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al
alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad
te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo. Habéis
oído que se dijo:
“No cometerás adulterio”.
Pero
yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio
con ella en su corazón.
Si
tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un
miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si
tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale
perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se
dijo: “El que se repudie a su mujer, que le dé acta de repudio.” Pero yo os
digo que si uno repudia a su mujer -no hablo de unión ilegítima- la induce a
cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
También
habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus
juramentos al Señor”.
Lunes
17
St
1,1-11. Al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia, y
seréis perfectos e íntegros.
Sal
118.
Cuando me alcance tu compasión, viviré, Señor.
Mc
8,11-13. ¿Por qué esta generación reclama un signo?
Martes
18
St
1,12-18. Dios no tienta a nadie.
Sal
93.
Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.
Mc
8,14-21. Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de
Herodes.
Miércoles
19
St
1,19-27. Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a
escucharla.
Sal
14.
¿Quién puede habitar en tu monte santo, Señor?
Mc
8,22-26. El ciego estaba curado y veía todo con claridad.
Jueves
20
St
2,1-9. ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres? Vosotros en cambio
habéis afrentado al pobre.
Sal
33.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Mc
8,27-33. Tú eres el Mesías. El Hijo del Hombre tiene que padecer
mucho.
Viernes
21
St
2,14-24.26. Lo mismo que un cuerpo sin espíritu es un
cadáver, también la fe sin obras.
Sal
111.
Dichoso quien ama de corazón los mandatos del Señor.
Mc
8,34-9,1. El que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la
salvará.
Sábado
22
La
cátedra de san Pedro apóstol. Fiesta.
1P
5, 1-4. Presbítero como ellos y testigo de los sufrimientos de
Cristo.
Sal
22.
El Señor es mi pastor, nada me falta.
Mt
16,13-19. Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo 5, 13-16
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero
si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que
la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se
puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para
meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a
todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres,
para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el
cielo».
Para la Semana
Lunes 10
Santa Escolástica,
virgen. Memoria.
1Re 8,
1-7.9-13. Llevaron el Arca de la Alianza al Santísimo, y la Nube
llenó el Templo.
Sal 131.
Levántate, Señor, ven a tu mansión.
Mc 6,
53-56. Los que lo tocaban se ponían sanos
Martes
11
lRe 8,
22-23.27-30. Sobre este Templo quisiste que residiera tu
Nombre. Escucha la súplica de tu pueblo Israel.
Sal 83. ¡Qué
deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos!
Mc 7,
1-13. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la
tradición de los hombres.
Miércoles
12
1R
10,l-10. La reina de Saba vio la sabiduría de Salomón.
Sal 36. La
boca del justo expone la sabiduría.
Mc
7,14-23. Lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Jueves
13
1R
11,4-13. Por haber sido infiel al pacto, te voy a arrancar el reino
de las manos; pero dejaré a tu hijo una tribu en consideración a David.
Sal
105.
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mc
7,24-30. Los perros, debajo de la mesa comen las migajas que tiran
los niños.
Viernes
14
Santos
Cirilo y Metodio, patronos de Europa. Fiesta.
Hch
13,46-49. Sabed que nos dedicamos a los gentiles.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.
Lc
10,1-9. La mies es abundante y los obreros pocos
Sábado
15
1R
12,26-32; 13,33-34. Jeroboán hizo dos becerros de oro.
Sal
105.
Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
Mc
8,1-10. La gente comió hasta quedar satisfecha.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
2, 22-32
Cuando
se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres
de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo
escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito varón será consagrado al
Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas
o dos pichones».
Había
entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que
aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había
sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al
Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban
con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley,
Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora,
Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos
han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz
para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».
Lunes 3
2Sam
15, 13-14.30; 16, 5-13a. Huyamos de Absalón. Dejad a Semeí que me
maldiga, porque se lo ha mandado el Señor.
Sal 3.
Levántate, Señor, sálvame.
Mc 5,
1-20. Espíritu inmundo, sal de este hombre
Martes
4
2S
18,9-10.14b.24-25a.30-19.3. ¡Hijo mío, perdón! ¡Ojalá hubiese muerto
yo en vez de ti!
Sal 85.
Inclina tu oído, Señor, escúchame.
Mc
5,21-41. Contigo hablo, niña, levántate.
Miércoles
5
Santa
Águeda, virgen y mártir. Memoria
2Sam
24, 2.9-17. Soy yo el que he pecado, haciendo el censo de
la población. ¿Qué han hecho estas ovejas?
Sal 31.
Perdona, Señor, mi culpa y mi pecado.
Mc 6,
1-6.
No desprecian a un profeta más que en su tierra.
Jueves
6
San
Pablo Miki y compañeros, mártires. Memoria.
1Re 2,
1-4.10-12. Yo emprendo el viaje de todos. ¡Ánimo, Salomón, sé un
hombre!
Salmo.
1Cro 29, 10-11ab.11d-12. Tú eres Señor del universo.
Mc 6,
7-13. Los fue enviando.
Viernes
7
Eclo
47, 2-13. De todo corazón amó David a su Creador, entonando salmos
cada día.
Sal 17. Sea
ensalzado mi Dios y Salvador.
Mc 6,
14-29. Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.
Sábado
8
1Re 3,
4-15. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo.
Sal
118.
Enséñame, Señor, tus leyes.
Mc 6,
30-34. Andaban como ovejas sin pastor.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
4, 12-23
Al
enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan, se retiró a Galilea. Dejando
Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y
Neftali, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Tierra
de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz
grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».
Desde
entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos,
porque está cerca el reino de los cielos».
Pasando
junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a
Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.
Les
dijo:
«Venid
en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente
dejaron las redes y lo siguieron.
Y,
pasando adelante, vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a
Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su
padre, y los llamó.
Inmediatamente
dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús
recorría toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del
reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Lunes
27
2S 5,1-7.10. Tú
serás el pastor de mi pueblo, Israel.
Sal 88. Mi
fidelidad y misericordia lo acompañarán.
Mc 3,22-30.
Satanás está perdido.
Martes
28
Santo
Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia. Memoria.
2S 6,12b-15.17-19. Iban
llevando David y los israelitas el arca del Señor entre vítores.
Sal 23. ¿Quién
es el Rey de la gloria? Es el Señor en persona.
Mc 3,31-35. El que
cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.
Miércoles
29
2Sam 7, 4-17.
Estableceré después de ti un descendiente tuyo, y consolidaré su reino.
Sal 88. Le
mantendré eternamente mi favor.
Mc 4, 1-20. Salió
el sembrador a sembrar.
Jueves
30
2Sam 7, 18-19.24-29. ¿Quién
soy yo, mi Señor, y qué es mi familia?
Sal 131. El
Señor Dios le dará el trono de David su padre.
Mc 4, 21-25. El
candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con
vosotros
Viernes
31
2Sam 11, 1-4a.5-10a.13-17. Te has
burlado de mí casándote con la mujer de Urías.
Sal 50.
Misericordia, Señor, que hemos pecado.
Mc 4, 26-34. Echa
simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.
Sábado
1
2Sam 12, 1-7a.10-17. He
pecado contra el Señor.
Sal 59. Oh
Dios, crea en mí un corazón puro.
Mc 4, 35-40. ¿Quién
es este? Hasta el viento y las aguas le obedecen.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
1, 29-34
En
aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este
es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo
dije: ”Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía
antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que
sea manifestado a Israel».
Y
Juan dio testimonio diciendo:
«He
contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre
él.
Yo
no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquél
sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el bautiza con
Espíritu Santo”.
Y
yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».
Lunes
20
1S
15,16-23. Obedecer vale más que un sacrificio. El Señor te rechaza
como rey.
Sal 49. Al que
sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.
Mc
2,18-22. El novio está con ellos.
Martes
21
Santa
Inés, virgen y mártir. Memoria.
1S
16,1-13. Ungió Samuel a David en medio de sus hermanos y, en aquel
momento lo invadió el espíritu del Señor.
Sal 88.
Encontré a David, mi siervo.
Mc
2,23-28. El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el
sábado.
Miércoles
22
San
Vicente, diácono y mártir. Memoria.
1S 17,32-33.37.40-51. Venció
David al filisteo con la honda y una piedra.
Sal
143.
Bendito el Señor, mi Roca.
Mc
3,1-6. ¿Está permitido en sábado salvarle la vida a un hombre o
dejarlo morir?
Jueves
23
San
Ildefonso, obispo. Fiesta.
Sab
7,7-10. 15-16. Quise más la sabiduría que la salud y la
belleza.
Sal 18. Los
mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.
Mc
6,34-39. ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor” y no hacéis lo que digo?
Viernes
24
San
Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia. Memoria.
1S
24,3-21. No extenderé la mano contra él, porque es el ungido del
Señor.
Sal 56.
Misericordia, Dios mío, misericordia.
Mc
3,13-19. Llamó a los que quiso y los hizo sus compañeros
Sábado
25
La
conversión de san Pablo. Fiesta
Hch
22,3-16. Levántate, recibe el bautismo que, por la invocación del
nombre de Jesús, lavará tus pecados.
Sal
116.
Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Mc
16,15-18. Id al mundo entero y proclamad el evangelio.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
3, 13-17
En
aquel tiempo, vino Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que
lo bautizara.
Pero
Juan intentaba disuadirlo diciéndole:
«Soy
yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?».
Jesús
le contestó:
«Déjalo
ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia».
Entonces
Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los
cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre
él. Y vino una luz de los cielos que decía:
«Este
es mi Hijo amado, en quien me complazco».
Lunes
13
1Sam
1,1-8. Su rival insultaba a Ana, porque el Señor la había hecho
estéril.
Sal
115.
Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza.
Mc
1,1-14. Convertíos y creed la Buena Noticia.
Martes
14
1Sam
1,9-20. El Señor se acordó de Ana y dio a luz un hijo, Samuel.
Salmo:
1 Sam 2,1-8. Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador.
Mc
1,21-28. Le enseñaba con autoridad.
Miércoles
15
1Sam
3,1-10.19-20. Habla, Señor, que tu siervo escucha.
Sal 39. Aquí
estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Mc
1,29-39. Curó a muchos enfermos de diversos males.
Jueves
16
1Sam
4,1-11. Derrotaron a los israelitas y el arca de Dios fue
capturada.
Sal 43.
Redímenos, Señor, por tu misericordia.
Mc
1,40-45. La lepra se le quitó y quedó limpio.
Viernes
17
San
Antonio, abad. Memoria.
1Sam
8,4-7.10-22a. Gritaréis contra el rey, pero Dios no os
responderá.
Sal 88.
Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
Mc
2,1-12. El Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados.
Sábado
18
1Sam
9,1-4.7-19;10,1a. Ese es el hombre de quien habló el Señor; Saúl
regirá a su pueblo.
Sal 20. Señor,
el rey se alegra por tu fuerza.
Mc
2,13-17. No he venido a llamar justos, sino pecadores.
Lectura del santo Evangelio según san Juan
1, 1-18
En
el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo
era Dios.
Él
estaba en el principio junto a Dios.
Por
medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En
él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y
la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió
un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para
dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No
era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El
verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre viniendo al mundo.
En
el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no la conoció.
Vino
a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero
a cuantos la recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en
su nombre.
Estos
no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que
han nacido de Dios.
Y
el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria:
gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan
da testimonio de él y grita diciendo:
«Este
es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque
existía antes que yo».
Pues
de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la ley se dio
por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de
Jesucristo.
A
Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es
quien lo ha dado ha conocer.
PARA LA SEMANA
Lunes 6
Epifanía
del Señor
Is 60,
1-6. La gloria del Señor amanece sobre ti.
Sal 71.
Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Ef 3,
2-3a. 5-6. Ahora ha sido revelado que los gentiles son coherederos de
la promesa.
Mt 2,
1-12. Venimos a adorar al Rey.
Martes
7
1 Jn 3, 22 - 4, 6. Examinad si los
espíritus vienen de Dios.
Sal 2. Te daré en herencia las
naciones.
Mt 4,
12-17. 23-25. Está cerca el reino de los cielos.
Miércoles
8
1 Jn 4, 7-10.
Dios es amor.
Sal 71. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.
Mc 6,
34-44. Al
multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta.
Jueves
9
1 Jn 4,
11-18. Si nos
amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros.
Sal 71. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.
Mc 6,
45-52. Lo
vieron andar sobre el mar.
Viernes
10
1 Jn 4,
19 — 5, 4. Quien
ama a Dios, ame también a su hermano.
Sal 71. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.
Lc 4,
14-22a. Hoy se
ha cumplido esta Escritura.
Sábado
11
1 Jn 5,
5-13. El Espíritu, el agua y la
sangre.
Sal
147. Glorifica al Señor,
Jerusalén.
Lc 5, 12-16.
Y enseguida la lepra se le quitó.
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